Literatura Europea Renacentista
Durán Martínez Nidia Lennete
Análisis al poema XXX del cancionero de Petrarca
Giovene donna sotto un verde lauro
Una dama debajo un verde lauro
vide más blanca y fría que la nieve,
nunca del sol herida en hartos años.
su hablar y sus cabellos y su vista
me agradaron, ansí que ante mis ojos
la traigo, o sea en llano o en alta cima.
Mis pensamientos creo habrán su cima
cuando sin verdes hojas se halle lauro,
y cuando se enjugaren estos ojos
verán helarse el fuego, arder la nieve,
que todo me es contrario, de la vista
o manos pongo y celo ha muchos años.
Mas porque vuelva el tiempo con los
años
y en un punto el vivir llegue a su cima,
con el cabello negro o blanco en vista
la sombra seguiré del dulce lauro
por el ardiente sol y por la nieve
hasta cerrar del todo aquestos ojos
No se han visto tan lindos ojos
en los presentes ni en pasados años,
que me derriten como el sol la nieve,
¿Qué dice? Interpretación
Una mujer bajo un laurel Laura,
Muy blanca y altiva Igual a la nieve, muy blanca
e indiferente con Petrarca
El sol no ha maltratado su Tiene una apariencia lozana
piel
Su voz, su cabello y sus ojos Le gusta su aspecto y su voz
o sus palabras
Le gustaron; cree verla La lleva siempre en la mente
siempre
En el llano o en la montaña A cualquier lugar que valla
Cuando sus asuntos llegarán Cuando laura se enterase de
a la cima los sentimientos del poeta
El laurel ya no reverdece Sería ya muy tarde o Laura
se vuelve impávida
Los ojos sin humedad Cuando acabase de
lamentarse
Verán el fuego hecho nieve Todo sería un caos y lo
y lo contrario imposible sucedería
Todo le resulta al revés Que nada le acontece como
es su deseo
No quiere ver y observa Aunque no lo quiere sabe
venir muchos años que viene un largo y
tormentoso tiempo
Le volverán los recuerdos Y cuando recuerde lo
pasado
Y su vida llegue al punto Y halla llegado al clímax de
más alto su vida
Con canas o sin ellas Y parezca viejo o no
Seguirá la sombra del laurel Seguirá recordando y
buscando a Laura
A donde quiera que esté No importando el
sufrimiento físico
Cerrar para siempre los ojos Que incluso lo haría hasta
morir
Sus ojos son muy bellos El amor se produjo por la
vista, la cual es la única y
No tienen comparación más bella para Petrarca
Su mirada parece derretirlo Le causa dolor y llanto su
mirada de desprecio
y dello es el arroyo que esta cima El agua que se derrite forma Este llanto es una barrera
un arroyo que separa aun más a
divide de lo llano y riega el lauro, Que divide una montaña Petrarca de Laura
entre el llano y el laurel
que es un diamante, aunque es blando a Que es muy duro aunque Que aunque parece apacible,
la vista. parezca lo contrario resulta ser tan dura como un
diamante pues no accede a
sus ruegos.
Yo tomo de mudar antes mi vista Antes de voltear Quisiera Petrarca que tan
sólo una mirada piadosa le
que con piedad me muestre sus dos ojos Espera que lo mire dirigiera Laura, la cual se ha
convertido en un ídolo
el ídolo que adoro en vivo lauro; Aquella a la que adora

que si al contar no yerro, hoy ha siete Si no se equivoca han
años pasado 7 años
que sospirando voy de cima en cima, Que no deja de suspirar por
las montañas
la noche y día, al sol y al viento y nieve Y cualquier clima por donde
va
Mas dentro fuego, y fuera blanca nieve Lleva dentro de sí el fuego y
por fuera la nieve
con estos pensamientos y otra vista Pensando esto y mostrando
otro aspecto
llorando siempre iré por cualquier cima. Llorará por cualquier
montaña que vaya
Quizá no haré volver píos los ojos No será digno de piedad
de alguno que vendrá de aquí a mil años A los ojos de Dios que
vendrá pasados mil años
si tanto vivir puede un verde lauro Y seguirá vivo el laurel
Al lauro, y aun al sol que da en la nieve Al laurel y el reflejo del sol mientras exista Laura.
sobre la nieve, blanco
vence el cabello en vista, que mis ojos Igual se van haciendo sus
cabellos
y mis años conducen a su cima. Que ve como su vida llega a envejecido ve que su vida
su cima.
Ya han pasado siete años
que no ha dejado de amarla,
suspirar por ella durante sus
viajes por montañas, lugares
por demás inhóspitos.
Y no importa si es día o
noche o qué estación sea,
siempre sufre.
Y adonde quiera que valla,
se mostrara frío, aunque el
ardor del fuego, le queme su
interior, lo cual le ha de
causar un eterno sollozo
Ha adorado tanto a Laura
que la ha convertido en un
ídolo, por lo tanto ha pecado
pues se ha olvidado de Dios
y cuando este retorne para el
juicio final no tendrá piedad
de él pues su amor seguirá
A todos les llega la vejes,
incluso a Laura y a él, y ya
llega a su fin.