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HISTORIA DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA

Profesora Graciela E. Marcos


1º cuatrimestre 2007

HERÁCLITO1

22 A1
DIÓGENES LAERCIO, Vidas, ed. Long (Oxford, 1964), IX 1-3, 5-7

(1) Heráclito, hijo de Blosón (o, según otros, de Heraconte), natural de Éfeso.
Floreció en la 69º Olimpíada [504-501 a.c.]. Llegó a ser sumamente arrogante y
desdeñoso, como es evidente también por su libro...
(2) .... Ataca además a los efesios por haber puesto en exilio a su amigo Hermodoro ...
(3) Retirado [de la vida pública] en el templo de Artemisa, solía jugar a los dados con los
niños. Rodeado en cierta ocasión por efesios que lo miraban, les dijo: "¿De qué os
asombráis, sinvergüenzas? ¿Acaso no es mejor hacer esto que participar en el gobierno
con vosotros?" ... Moría a los sesenta años
(5-6) ... El libro que nos ha llegado de él se titula, en razón de su contenido, Sobre la
naturaleza; está dividido en tres discursos: uno sobre el universo, otro político y otro
teológico. Lo ofrendó al templo de Artemisa, según dicen algunos, escribiéndolo
deliberadamente en forma oscura, de manera que sólo los iniciados pudieran tener
acceso a él y no fuese presa de fácil desprecio por parte del vulgo ...
Tanta fama adquirió su obra que se originó, a partir de ella, una secta de discípulos: los
llamados heraclíteos.
(7) ... Algunas veces se expresa en su obra con lucidez y claridad, de modo que hasta el
más torpe puede fácilmente comprender y sentir una elevación del alma; la brevedad y la
hondura de la exposición son incomparables.

22A1a
Suda, ed. Adler (Leipzig, 1928), I 472

... filósofo físico, que fue llamado "el oscuro". No fue discípulo de ninguno de los filósofos,
sino que se formó por medio de sus dotes naturales y su aplicación ... Vivió alrededor de
la 69º Olimpíada ... y escribió muchas cosas en forma poética.

22A4
PLOTINO, Enéadas IV 8, 1, 15-17, ed. Henry-Schwyzer (Oxford, 1977), II 165

... parecía expresarse con imágenes, despreocupándose de hacer claro su significado


para nosotros, como si debiera cada uno buscar en sí, de la misma manera que él
buscando encontró.

22 B 1
Aunque este mi discurso (lógos) existe siempre
los hombres se vuelven incapaces de comprenderlo
tanto antes de oírlo como una vez que lo han oído;
pues aun cuando todo sucede conforme a este discurso
parecen no tener experiencia de él, teniéndola sin embargo
de palabras y obras tales

1
Traducción de Francisco J. Olivieri en Heráclito. Selección de textos y fragmentos, Cuadernos de filosofía
antigua 3, Buenos Aires, Biblos, 1979
como las que yo expongo
cuando distingo cada cosa según su naturaleza
y exhibo cómo es;
pero al resto de los hombres
les pasa inadvertido cuanto hacen despiertos,
de la misma manera que les pasa inadvertido cuanto hacen mientras duermen.

22 B 2
Mientras este mi discurso es común, la mayoría vive como si tuviera una mente propia.

22 B 12
Para los que entran en los mismos ríos,
aguas fluyen otras y otras.

22 B 17
La mayoría no repara en aquellas cosas con las que se topa, ni las conoce aunque las
haya aprendido, pero así lo imagina.

22 B 32
Uno, lo único sabio (sophón), quiere y no quiere ser llamado con el nombre de Zeus.

22 B 34
Incapaces de comprender habiendo oído,
a sordos se asemejan;
de ellos da testimonio el proverbio
‘aunque presentes, están ausentes’.

22 B 40
La polimathía no enseña a comprender;
lo habría enseñando, si no, a Hesíodo y a Pitágoras,
así como a Jenófanes y a Hecateo.

22 B 41
Una sola cosa lo sabio: conocer el designio que gobierna todo a través de todo.

22 B 50
No escuchándome a mí sino al discurso
es sabio convenir (homologeîn) que todas las cosas son una.

22 B 51
No entienden cómo lo divergente converge consigo mismo: armonía de tensiones
opuestas, como la del arco y la lira.
22 B 53
Guerra (pólemos)
de todos padre es, de todos rey;
a unos como dioses coloca, a otros, hombres,
a unos esclavos hace, a otros, libres.

22 B 54
Armonía invisible, mejor que la visible.

22 B 56
Se engañan los hombres acerca del conocimiento de las cosas visibles, de la misma
manera que Homero, que fue [considerado] el más sabio de todos los griegos. A él, en
efecto, unos niños que mataban piojos lo engañaron, diciéndole: ‘cuantos vimos y
atrapamos, tantos dejamos; cuantos ni vimos ni atrapamos, tantos llevamos’.

22 B 57
Maestro de la mayoría, Hesíodo;
están seguros que éste sabe la mayor parte de las cosas,
quien no llegó a conocer el día y la noche:
en efecto, son una [sola cosa].

22 B 61
Mar, agua purísima e impurísima;
para los peces, potable y saludable,
para los hombres, impotable y mortífera.

22 B 67
El dios:
día noche, invierno verano,
guerra paz, saciedad hambre,
toma diferentes formas, al igual que el fuego,
que, cuando se mezcla con especias, es llamado según el aroma de cada una.

22 B 80
Hay que saber
que la guerra es común,
y que la justicia es lucha,
y que todo sucede por lucha y necesidad.

22 B 93
El señor de quien hay en Delfos el oráculo,
no dice ni oculta, sólo da signos”

22 B 94
El sol no transgredirá sus medidas, si no, las Erinias, ayudantes de Díke, lo pondrán en
descubierto.
22 B 102
Para el dios todas las cosas son bellas, buenas y justas; los hombres, en cambio,
consideran a unas injustas, a otras justas.

22 B 107
Malos testigos son para los hombres los ojos y los oídos de los que tienen almas
bárbaras.

22 B 108
De cuantos he escuchado los discursos,
ninguno llega al punto de comprender
que [lo sabio] es distinto de todas las cosas.

22 B 114
Los que han de hablar con comprensión
es necesario que se afirmen en lo que es común a todos,
así como una ciudad en su ley,
y mucho más firmemente aún;
todas las leyes humanas, en efecto, se nutren
de una sola, la divina;
extiende ésta su poder tanto como quiere
y es suficiente para todas
y aún excede.

22 B 123
La naturaleza (phýsis) ama ocultarse.

22 B 125
También el ciceón se descompone si no se lo agita.

22 B 129
Pitágoras, hijo de Mnesarco, cultivó la ciencia más que todos los otros hombres, y
haciendo una selección de tales tratados, forjó una sabiduría propia: polymathía, saber
equvocado.
PARMÉNIDES2

28 B 1
1 Las yeguas que me conducen hasta donde llega mi ánimo,
2 me impulsaron, pues, guiándome, me llevaron hacia el camino
3 de la diosa, lleno de signos, la cual, respecto de todo, conduce aquí al
hombre que sabe.

(...)

22 La diosa me recibió amablemente, tomó con su mano


23 mi mano derecha y, dirigiéndose a mí, pronunció estas palabras:
24 ¡Oh, joven, acompañado por guías inmortales y por l as yeguas
25 que te conducen llegando hasta mi morada,
26 salud! No es un destino funesto el que te ha empujado a tomar
27 este camino (que, en efecto, se encuentra fuera y separado del
sendero de los hombres),
28 sino Themis y Dike. Es necesario, entonces, que te informes de todo:
29 tanto del corazón imperturbable de la bien redondeada verdad,
30 como de las opiniones de los mortales, en las que no hay verdadera
convicción.
31 No obstante, también aprenderás esto: cómo hubiera sido necesario
32 que las opiniones existiesen realmente abarcando todo incesantemente

28 B 2
1 Y bien, yo diré –y tú, que escuchas mi propuesta, acógela-
2 cuáles únicos caminos de investigación hay para pensar:
3 uno, que es y que no es posible no ser, es el camino de
4 Persuasión, pues acompaña la verdad;
5 el otro, que no es y que es necesario no ser. Te enuncio
6 que este sendero es completamente incognoscible, pues
7 no conocerás lo que no es (pues es imposible) ni lo
8 mencionarás.

28 B 3
... pues lo mismo es pensar y ser.

28 B 6
1 Es necesario decir y pensar que hay ser, pues es posible
2 ser, y la nada no es. Esto te ordeno que proclames;
3 pues <comenzarás> por este primer camino de investigación
4 y luego por aquel por el que deambulan los mortales que nada saben,
5 bicéfalos, pues la carencia de recursos
6 conduce en sus pechos al intelecto errante. Son llevados
7 como ciegos y sordos, estupefactos, gente sin capacidad de juzgar,
8 que considera que ser y no ser son lo mismo y no lo mismo.
9 El camino de todos ellos vuelve al punto de partida.

2
Traducción de Néstor-Luis Cordero.
28 B 6 (Traducción de A. Gómez-Lobo)
Es necesario que lo que es (para) decir y (para) pensar sea,
pues es (para) ser,
pero (lo que) nada (es) no es (para ser). A estas cosas te ordeno
poner atención,
pues de esta primera vía de investigación te <aparto>,
y luego también de aquélla por la cual los mortales que nada saben
yerran, bicéfalos, porque la inhabilidad en sus
pechos dirige su mente errante. Son arrastrados,
sordos y ciegos a la vez, estupefactos, una horda sin discernimiento,
que considera al ser y no ser lo mismo
y no lo mismo. La senda de todos ellos es revertiente.

28 B 6 (Traducción de C. Eggers Lan y V. Juliá)


Se debe decir y pensar lo que es; pues es posible ser,
mientras <a la> nada no <le> es posible <ser>. Esto te ordeno que
muestres.
Pues jamás se impondrá esto: que haya cosas que no sean.
Pero tú <aparta> el pensamiento de este camino de investigación
en el cual los mortales que nada saben
deambulan, bicéfalos, de quienes la incapacidad guía en sus
pechos a la turbada inteligencia. Son llevados
como ciegos y sordos, estupefactos, gente que no sabe juzgar,
para quienes el ser y no ser pasan como lo mismo
y no lo mismo.

28 B 7
1 Pues nunca dominará esto: que haya no ser. Aleja tú
2 el pensamiento de este camino de investigación,
3 y que la inveterada costumbre no te obligue, a lo largo
4 de este camino, a utilizar el ojo que no ve, el oído que
5 resuena, y la lengua; juzga con la razón la combativa
6 refutación que te he enunciado.

28 B 8
1 Queda una sola propuesta de camino: que es. En el mismo
hay muchas pruebas: lo que es, es inengendrado e
incorruptible, total, único, inconmovible y terminado.
5 Ni fue ni será, sino que es ahora, completamente homo-
géneo, uno, continuo. ¿Qué génesis le buscarás? ¿Cómo
y de dónde habría aumentado? No te permito que
digas ni que pienses que del no ser, pues no es decible
ni pensable que haya no ser. ¿Qué necesidad lo habría
10 impulsado a crecer antes o después, comenzando de la nada?
De este modo, es necesario ser absolutamente, o no;
la fuerza de la convicción no permitirá que, a partir
del ser, nazca otra cosa a su lado, pues ni nacer ni morir
le permite Dike, aflojando las cadenas, sino que lo tiene.
15 El examen decisivo acerca de estas cosas reside en lo
siguiente: es, o no es. Se ha decidido, por necesidad,
que uno sea impensable e innombrable (pues no es el
camino verdadero), y que el otro exista y sea auténtico.
19 ¿Cómo lo que es, podría ser después? ¿De qué forma
podría nacer? Pues si nació, no está presente, ni tampoco
si alguna vez será. La génesis se extingue y las des-
trucción es desconocida. Ni es divisible, pues es com-
pletamente homogénero. No hay algo en mayor grado,
lo cual impediría su cohesión, ni algo en menor grado:
está totalmente colmado de lo que es
25 Es totalmente continuo: lo que es toca a lo que es.
Inmóvil en los límites de grandes cadenas, está presente
sin comienzo y sin fin, pues la génesis y la destrucción
están muy alejadas: las rechazó la convicción verdadera.
29 Permaneciendo idéntico en lo mismo, está en sí mismo.
Así, permanece indemne, pues la poderosa Necesidad
lo tiene en las cadenas del límite que lo clausura alre-
dedor, porque no es lícito que lo que es sea imperfecto.
33 En efecto: no tiene carencia alguna; si la tuviera, carecería de todo
34 Lo mismo es pensar y aquello por lo cual hay pensa-
miento; pues sin lo que es, en lo que está expresado
no encontrarás el pensar: no hay ni habrá nada aparte
de lo que es, pues la Moira lo obliga a permanecer total
e inmóvil. Por eso son nombres todo cuanto los morta-
les han establecido, en la creencia de que es verdadero:
nacer y morir, ser y no ser, cambiar de lugar y alterar
el color exterior.
42 Pero como hay un límite supremo, es perfecto por do-
quier, semejante a la masa de una esfera bien redondea-
da, completamente equidistante a partir del centro;
pues no es posible que exista en grando mayor o menor
aquí o allá.
46 Pues lo que no es, que le impediría alcanzar la homoge-
neidad, no existe; y lo que es no es de tal modo de te-
ner aquí o allá mayor o menor cantidad de lo que es,
porque es completamente inviolable.
49 Igual por doquier a sí mismo, está homogéneamente en
sus límites.
50 Acá termino para ti el razonamiento confiable y el
pensamiento acerca de la verdad; a partir de acá, apren-
de las opiniones de los mortales, escuchando la engañosa ordena-
ción de mis palabras.
53 Ellos establecieron dos puntos de vista para dar nombre
a las apariencias externas, con los cuales no han hecho
una unidad -en esto se han equivocado-;
55 juzgaron la existencia de formas opuestas y de ellas
ofrecieron pruebas separadas las unas de las otras; por
una parte, el etéreo fuego de la llama, suave y muy li-
viano, completamente semejante a sí mismo, pero no
semejante al otro; por otra parte, lo que es en sí su con-
trario, la noche oscura, forma espesa y pesada.
60 Te expreso toda esta ordenación cósmica probable
para impedir que se te llegue a imponer algún punto
de vista humano.

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