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La ciencia como generadora de ingreso

Eduardo N. Dvorkin
En los años que van del 2003 a la actualidad se ha producido un crecimiento sostenido
en la inversión en actividades científico-tecnológicas (ACT) (del 044% del PBI en el
2002 al 0.61% del PBI actualmente) y en la inversión en investigación+desarrollo
(I+D) (del 039% del PBI en el 2002 al 0.51% del PBI actualmente)1.
La comunidad científica nacional respondió al estímulo y la producción argentina en
ciencia como asimismo el tamaño relativo del sector creció sensiblemente.

Por primera vez nuestro país, tradicional exportador de materia gris a título gratuito
comenzó a recuperar en forma sostenida científicos argentinos que habían emigrado:
600 científicos retornaron al país.

Asimismo el estado argentino a través de la Agencia Nacional de Promoción de


Ciencia y Tecnología (ANPCyT) ha dedicado importantes recursos para alentar en las
pymes la modernización tecnológica y la innovación (ver Figura 32).

E jec uc ión de los fondos AG E NC IA 2005-2008


$ 400.000.000

$ 350.000.000

$ 300.000.000

$ 250.000.000

$ 200.000.000

$ 150.000.000

$ 100.000.000

$ 50.000.000

$0
año 2005 año 2006 año 2007 año 2008

Figura 3. Fondos de la ANPCyT


Sin embargo hay una tarea pendiente: el involucramiento del sector privado en el
desarrollo de nuevos productos y nuevos procesos de alto valor agregado a partir del
trabajo de nuestros investigadores, aún no constituye una actividad rutinaria en el
país.

Es necesario revertir años de políticas neoliberales que encuadraban a la Argentina


como un aventajado productor de commodities gracias a la fertilidad de nuestros
campos y al bajo precio de nuestra mano de obra y energía.

Los actores en este necesario proceso de conversión de nuestro potencial científico en


capacidad productiva, es decir en el proceso de transferencias desde la ciencia a la
tecnología, son fundamentalmente cuatro: el sistema científico nacional

1
Fuente www.mincyt.gov.ar

2
Fuente www.mincyt.gov.ar
principalmente basado en el CONICET y las universidades nacionales; el
empresariado pyme; las grandes corporaciones que operan en nuestro país y el estado.

El sistema científico nacional


Mientras el CONICET da importantes pasos para alentar la participación de los
científicos en actividades de desarrollo de ciencia aplicada para sustentar desarrollos
tecnológicos, obviamente sin descuidar la ciencia básica, las universidades nacionales
sobre todo las más grandes y más tradicionales no aciertan a definirse políticas
sostenibles sobre este tema. Estas políticas desde ya debería integrar variados
componentes:
Definiciones éticas: las actividades tecnológicas en las que se involucren
deberían ser solo actividades que generen trabajos de calidad, que sean
beneficiosas para el país, que no representen un peligro medio-ambiental, etc.
Definiciones sobre la preservación de los derechos del estado argentino sobre
la propiedad intelectual que se genere utilizando fondos públicos.
Definiciones sobre el uso de los fondos que las actividades de transferencia
generen evitando la creación de emprendimientos en las que el gasto sea
público y los beneficios privados.
Definiciones sobre el imprescindible interés científico de los proyectos
tecnológicos que se encaren.
Incremento en el número de estudiantes de grado y doctorado en las áreas de
ciencias duras e ingeniería.
Las tareas a desarrollar no son simples pero son urgentes.

El empresariado pyme
La ANPCyT ha implementado múltiples líneas de financiamiento para el desarrollo
tecnológico de las pymes. Estas líneas se encuentran muy activas en lo que es
modernización tecnológica y en las innovaciones tecnológicas basadas en la
incorporación de paquetes tecnológicos vía compra de equipos
Sin embargo avanzar más, es decir ligar los progresos tecnológicos de las pymes a la
producción de nuestros investigadores, es una tarea difícil: normalmente en las pymes
los fondos y el tiempo de sus directivos para desarrollar articulaciones con el sistema
científico nacional son escasos. Los tiempos de la investigación científica
generalmente no se corresponden con las urgencias de las pymes.
Para factibilizar desarrollos que superen en calidad y potencial los desarrollos en
curso será necesario el desarrollo en el sector pyme de redes de asociatividad
horizontales (pre-competitivas) y verticales integrando cadenas de valor.
Una tarea difícil para un empresariado que viene de una historia de desarrollo
fuertemente individualista.

Las grandes corporaciones


Los miembros del sistema científico nacional han sido en general muy críticos del
accionar de las grandes corporaciones, por el rol de desinversión neta que en el país ha
jugado la inversión extranjera, por el papel que muchas de ellas han jugado en apoyo
de gobiernos dictatoriales y por el bajo involucramiento de muchas de ellas con la
idea de un desarrollo tecnológico autónomo.
Las corporaciones a su vez no consideraron históricamente a la Argentina como un
país en el que pudiesen desarrollar tecnología.
¿Qué puede hacer que estos dos sectores, con un muy bajo nivel histórico de
interacción, desarrollen en el futuro proyectos de investigación asociados?
La conveniencia recíproca.
Desde las corporaciones el poder establecer centros de desarrollo en un país con
buena provisión de profesionales, que comparan ventajosamente con sus pares de los
países más desarrollados, como son los que egresan de las universidades nacionales; el
poder contar con instituciones de apoyo científico “world class” como son las
argentinas y el tener costos menores que los de los países donde tienen sus oficinas
centrales es claramente ventajoso.
Para el sistema nacional involucrarse en desarrollos tecnológicos de alto nivel significa
realimentar con problemas originales al sistema científico, desarrollar doctorados y
tesis de grado en temáticas complejas científicamente y a la vez de interés tecnológico
y crear puestos de trabajo de alta calidad en el país para nuestros profesionales y
doctores. Hoy lo estándar es que los nuevos doctores permanezcan en la academia
pugnando darwinianamente por puestos escasos en el sistema universitario, la
apertura de puestos de trabajo para investigadores en la industria podría modificar
positivamente esta situación.

El estado
El estado nacional, los estados provinciales y los municipios como prestadores de
servicios a la comunidad debieran ser fuentes de requerimientos importantes al
sistema científico nacional. Las empresas nacionales, las pocas que dejó en pie el
neoliberalismo, en muchos casos líderes tecnológicos en su área son también
importantes potenciales participantes de un proceso que ligue la producción científica
local con la aplicación tecnológica.
El papel de las ciencias sociales
Todo esquema científico-tecnológico que se impulse solo será válido si confluye en la
evolución del país hacia niveles decrecientes de infelicidad popular.
El diseño de una sociedad inclusiva, democrática y respetuosa del medio ambiente es
la gran tarea de las ciencias sociales

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