Está en la página 1de 4

Pensando en otros Dios pensara en nosotros

Si Dios en su gran misericordia, nos ha dado más de lo que necesitamos, es porque


quiere bendecir a los demás en lo material a través nuestro, recordándoles que Él nunca
se olvida de ellos, y que usa muchos medios para bendecirlos, incluyendo a nosotros
que tenemos un poco o mucho más que ellos.

En nuestros tres tipos de padres.

Tenemos tres tipos de padres, que corresponden a cada una de nuestras partes que
conforman nuestro ser integral, es decir espíritu, alma y cuerpo. Por esto tenemos
primero nuestro Padre Celestial, que es el Padre de nuestro espíritu, después el padre
espiritual que es el padre de nuestra alma, y por último nuestros padres biológicos, que
son los padres de nuestro cuerpo. Basado en esto cuando la Biblia menciona honrar a
nuestros padres, se refiere a los tres tipos de padres indicados aquí.

1 Tesalonicenses 5:23 Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; que todo
vuestro ser--tanto espíritu, como alma y cuerpo-- sea guardado sin mancha en la venida
de nuestro Señor Jesucristo.

Padre Celestial.

Es nuestro bueno y gran Dios, y lo honramos cuando honramos a nuestros otros dos
tipos de padres que vimos anteriormente, pero antes que nuestras ofrendas quiere
nuestro corazón.

Mateo 6:14 Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, vuestro Padre celestial
también os perdonará a vosotros.

Lucas 11:13 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenos regalos a vuestros hijos,
¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que le pidan?

Proverbios 23:26 Dame, hijo mío, tu corazón, y observen tus ojos mis caminos.

Padres espirituales

Estos son los pastores que se preocupan por nuestro alimento espiritual y del cuidado de
nuestra alma. Tan importante es la comida material como la espiritual, y nosotros los
honramos al darles nuestros diezmos y ofrendas, para que ellos se puedan dedicar al
estudio de la palabra y la oración, tal y como lo indica la Biblia.

1 Corintios 4:15 Pues aunque tengáis diez mil tutores en Cristo, no tenéis muchos
padres; porque en Cristo Jesús yo os engendré por medio del evangelio.

Hechos 6:4 Y nosotros continuaremos en la oración y en el ministerio de la palabra.

Mateo 4:4 Pero él respondió y dijo: --Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre,
sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
Padres biológicos

Primero que todo tenemos que entender que Dios nos manda que debemos honrar a
nuestros padres, y no dice siempre y cuando hayan sido buenos. La palabra no nos
manda a juzgarlos, porque quien escogió en su soberanía que ellos fueran nuestros
padres y nosotros sus hijos fue Dios, así que no nos queda mas que obedecer a nuestro
buen Padre Celestial. Además porque en la mayoría de casos, después de tanto tiempo
que ellos se esforzaron y talvez hasta pasaron penas, por tratar de darnos lo mejor de
acuerdo a sus posibilidades, no podemos menos que recordarnos de ellos, en la parte
material así como también en la afectiva, en la medida de nuestras capacidades.

Mateo 19:19 honra a tu padre y a tu madre, y amarás a tu prójimo como a ti mismo.

Padres según la ley.

Cuando nos casamos, venimos a ser una sola carne, lo cual nos convierte en personas
que tienen dos padres y dos madres, sumando a los nuestros los de nuestro cónyuge.
Quiere decir que debemos de honrar a los cuatro, porque ya no son más dos sino sólo
uno.

Efesios 5:31 Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y
serán los dos una sola carne.

Padres putativos.

El principio igualmente abarca aquellas personas que se convirtieron en nuestros guías


paternos, los que se hicieron cargo de nosotros directamente por la ausencia de los
biológicos. Pueden ser los padrastros, pero no sólo ellos necesariamente, puede ser
cualquier familiar o talvez incluso alguien sin ningún parentesco.

Ester 2:7 Éste había criado a Hadasa (que es Ester), hija de su tío, porque ella no tenía
padre ni madre. La joven era de bella figura y de hermosa apariencia. Cuando murieron
su padre y su madre, Mardoqueo la tomó como hija suya.

En nuestra familia.

La Biblia compara a los que no tienen cuidado de su familia en el aspecto material, con
alguien que es peor que uno que no cree en Dios. Esto es porque Él siempre piensa en
familias, no solo en personas individuales, no podemos dejar a un lado a nuestra familia
que pudiendo ayudarla cerramos no solo nuestra mano sino también nuestro corazón,
todo de acuerdo a nuestras posibilidades, pero en la parte afectiva no hay ninguna
limitación.

1 Timoteo 5:8 Si alguien no tiene cuidado de los suyos, y especialmente de los de su


casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo.

1 Timoteo 5:8 Empero si alguno no provee a la necesidad de los suyos, y especialmente


de los de su propia casa, ha renegado de la fe, y es peor que el incrédulo.
Hechos 16:31 Le contestaron: Cree en el Señor Jesús y te salvarás tú y tu familia.

Efesios 3:15 de quien recibe nombre toda familia en el cielo y en la tierra,

En nuestros amigos y hermanos.

Aquí aplica el mismo concepto del punto anterior, pero agrega un elemento tan precioso
como lo es la amistad, y esto esta plasmado en la Palabra de Dios, la cual hacemos bien
al ponerla en práctica.

Proverbios 17:17 Para todo tiempo amigo tengas; y hermanos en necesidades


provechosos sean; pues, para esto nacen.

Proverbios 27:10 No abandones a tu amigo ni al amigo de tu padre,

Zacarías 3:10 En aquel día, dice Jehovah de los Ejércitos, cada uno de vosotros invitará
a su amigo para estar debajo de su vid y debajo de su higuera."

1 Juan 3:17 17 Pero el que tiene bienes de este mundo y ve que su hermano padece
necesidad y le cierra su corazón, ¿cómo morará el amor de Dios en él?

Santiago 2:15-16 15 Si un hermano o una hermana están desnudos y les falta la comida
diaria, 16 y alguno de vosotros les dice: "Id en paz, calentaos y saciaos", pero no les da
lo necesario para el cuerpo, ¿de qué sirve?

En los pobres

Pero aún él que es pobre puede ayudar a otros pobres, y de igual forma se alcanza la
bendición de compartir de lo que hemos recibido de Dios, porque desafortunadamente
hay personas que se acostumbran a sólo recibir y nunca dan nada, ni siquiera de acuerdo
a su limitada capacidad.

Los siguientes versos nos confrontan con dos situaciones, una es la gran bendición de
compartir y la otra con todo lo contrario, al no obedecer la Palabra de Dios:

Proverbios 14:21 Peca el que desprecia a su prójimo, pero el que tiene misericordia de
los pobres es bienaventurado.

Mateo 19:21 Jesús le respondió: "Si quieres ser perfecto, ve y vende lo que posees y da
a los pobres, y tendrás tesoro en los cielos; y ven, sé Mi discípulo."

Proverbios 19:17 El que da al pobre presta a Jehovah, y él le dará su recompensa.

Proverbios 28:27 Al que da al pobre no le faltará, pero el que cierra ante él sus ojos
tendrá muchas maldiciones.

En las viudas, extranjeros y huérfanos.

En los tiempos bíblicos, a las viudas se les trataba de una manera muy especial. Se les
ayudaba de parte de los que tenían las posibilidades de hacerlo, eran consideradas
dignas de recibir ayuda de los demás. Ahora talvez muchos cristianos no lo consideran
así. Sin embargo la Biblia nos muestra que no debemos de olvidarlas, que tenemos que
ver de alguna forma por sus necesidades.

Salmos 146:9 Jehovah guarda a los forasteros; sostiene al huérfano y a la viuda, pero
trastorna el camino de los impíos.

Santiago 1:27 La religión pura e incontaminada delante de Dios y Padre es ésta: visitar a
los huérfanos y a las viudas en su aflicción, y guardarse sin mancha del mundo.

También podría gustarte