Está en la página 1de 1

LOS DIEZ MANDAMIENTOS

Hace 3320 años Dios le habló a la humanidad desde el Monte


Sinaí y le dio estos que llamamos Diez Mandamientos. Por
desgracia las religiones de este mundo los han anulado y en su
lugar han inventado otros mandamientos que nos han conducido al
caos social que vivimos. Para cumplirlos no se necesita tener una
religión, menos aún cambiar la que ya se tiene, basta con ponerlos
en práctica en nuestra vida para alcanzar la paz que tanto
necesitamos.
Y habló Elohim todas estas palabras diciendo:

Yo soy Adonay tu Dios el cual te sacó de la tierra de Egipto de la


casa de esclavitud.

No habrá en ti dioses ajenos sobre mi rostro. No harás para ti escultura de toda imagen que hay en
los cielos arriba, de todo lo que hay en la tierra abajo, ni de todo lo que hay en las aguas debajo de
la tierra. No te inclinarás a ello, y no les servirás, porque yo soy Adonay tu Dios, Dios celoso, que
recuerda el pecado de los padres sobre los hijos, sobre los terceros y sobre los cuartos de los que
me aborrecen, pero hago misericordia a los miles que me aman y guardan mis mandamientos.

No tomarás el nombre de Adonay tu Dios en falso, por que no dejará in castigo Adonay a aquel que
tome su nombre en falso (perjurio, falso testimonio en su nombre, magia).

Recuerda el día de Shabat (Sábado) para santificarlo. Seis días trabajarás y harás toda tu obra, y el
día séptimo es Shabat para Adonay tu Dios. No harás ninguna obra, tu, y tu hijo, y tu hija, y tu
sirviente, y tu sirvienta, y el extranjero converso el cual está dentro de tus puertas, porque en seis
días hizo Adonay los cielos y la tierra, y los mares y todo lo que en ellos hay, y descansó en el
séptimo día, por lo tanto, bendijo Adonay el día de Shabat y lo honró.

Honra a tu padre y a tu madre, de manera que se alarguen tus días sobre la tierra que Adonay tu
Dios te da.

No asesinarás.
(Se refiere a quitarle la vida a una persona con premeditación, alevosía y ventaja).

No cometerás adulterio.

No robarás.
(Aquí se refiere al robo de personas, al secuestro).

No te prestarás a tu prójimo para ser testigo falso.

No codiciarás la casa de tu prójimo. No codiciarás la mujer de tu prójimo. Ni su sirviente, ni su


sirvienta, ni su buey, ni su burro, y todo lo que sea de tu prójimo.

También podría gustarte