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Más Extraño Que El Paraíso
Más Extraño Que El Paraíso
Comentarios: victor_m@cimat.mx
En esta, la primera cinta de la trilogía de Jarmusch,
podemos observar aquel sentido irónico, tan comentado ya,
sobre su visión de los Estados Unidos y el “sueño
americano”.
Esta película nos muestra la vida y actitudes de dos
'bohemios' personajes Neoyorkinos, Willie (John Lurie) y
Eddie (Richard Edson), cuya vida se ve afectada con la
llegada de Eva (Ezster Balint), una joven de Hungria, prima
de Willie. Por una serie de encuentros y desencuentros,
este extraño trío nos hará presenciar un recorrido por
distintos paisajes del territorio Estadounidense, que se
convierte además, en un ejercicio de reflexión sobre el
significado de pertenecer a una sociedad y estilo de vida
en teoría prósperos y satisfactorios y de la búsqueda de la
propia identidad.
Dividida en tres partes (“El nuevo mundo”, “un año después”
y “El paraíso”), el estilo de la película es, a decir del
propio Jarmusch “una comedianegra semineorrealista”, con
un estilo de fotografía que recuerda mucho a la nueva ola
francesa (tomas largas y cámara casi estática). El aspecto
minimalista de la cinta (en los personajes, las tomas, los
movimientos de cámara, los diálogos), provoca esa sensación
de incertidumbre y desasosiego de sus personajes, y la
incomunicación de ellos no evita que nos percatemos de
esto, según Jarmusch: “Esto es lo que más me gusta del
film, los momentos entre diálogos cuando entiendes lo que
está sucediendo entre las personas sin que ellos digan
nada”.
Willie, el personaje interpretado por John Lurie, es sin
duda el más interesante, y quien da mas luces sobre las
ideas centrales del cine de Jarmusch. Desde el inicio de la
cinta descubrimos que Willie es de origen Húngaro, y sin
embargo, se empeña ávidamente en defender su
“Americanidad”. El se rehusa a tener como huesped a Eva, su
prima, de quien presiente, perturbará su vida. De inicio,
le impone: “mientras estés aquí, solo habla en inglés”,
luego, cuando Eva le cuestiona sobre porqué practica la
cena de TV, él contesta: “Así comemos en América”. Cuando
Eddie, su amigo, le comenta: “...Nunca supe que eras de
Hungría, pensé que eras Americano”, Willie contesta: “Hey,
soy tan Americano como tu”. Puede verse a Eva como el
elemento que evoca una cultura que, a propósito, Willie ha
tratado de desarraigar de su vida.
Con toda esta proclamación de su identidad Americana,
Willie empieza a tener un extraño afecto por Eva, al grado
de buscarla (un año después de su partida) en Cleveland, el
hogar de su tía, Húngara de nacionalidad también.
Jarmusch retrata el personaje de Willie como alguien
confundido que trata de aferrarse a una versión concreta de
el mismo profesando ser un “Americano”. Pero esta noción de
la “Americanidad” es mostrada por Jarmusch como limitada a
una dieta diaria de televisión, TVcenas y juegos de
cartas. Al final, Willie va percatándose que su identidad
no es mas que una invención, y al término del film (que
lejos está de ser una conclusión), por un hecho totalmente
irónico, Willie se encamina al que esperamos, sea el
esperanzador encuentro con una existencia menos fabricada.
La fascinación de los personajes.
En una entrevista, Jarmusch declaró, a propósito de
Stranger than paradise:
“Si detienes la película en cualquier punto y le preguntas
al público qué sucedería a continuación, no tendrían la
menor idea. Ellos no estarían pensando realmente en eso,
sino que estarían más preocupados por los personajes y lo
que les está sucediendo”.
Más extraño que el paraíso es una película inteligente,
divertida, sensible y emotiva, que muestra el inicio de la
obra de uno de los cineastas más interesantes y
verdaderemente independientes, en el cine Estadounidense
contemporáneo.