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Mi vida. nada!

Salmo 39:5-11 L salmista nos presenta una experiencia muy banal: todo es vanidad, todos nuestros goces son precarios, todas nuestras felicidades frgiles. EAy, qu triste destino el de los hombres!, su gozo es parecido a un croquis liviano: viene la desgracia, tres golpes de esponja humedecida, y el dibujo no existe. As se expres un poeta griego. Reconocer la humana fragilidad No ser derrotismo? Mi vida es algo sin embargo, dir alguno; su fragilidad no quita nada a su valor; cada hora me trae su puado de experiencia y de recuerdos; he conquistado en buena lucha mi posicin; he triunfado sobre m mismo; tendr mi lugar en la historia de mi familia, de m aldea, de m pas; aun mis errores y mis sufrimientos tienen valor para m; yo asumo responsabilidad y llevo el peso de ellos. Es cierto que no debemos ser cobardes y entregar las armas en el primer combate. Pero, a aquellos valientes que no sienten su miseria, les falta la experiencia de haberse encontrado con Dios. Delante de aquel que es, se derrumba todo el andamiaje de nuestra vida, y nuestra existencia parece no tener sentido: algo de miedo que pronto se desvanecer. Y ahora Qu esperamos, Seor? Nuestra esperanza est en Ti. No eres un Dios duro, no nos derribas en el polvo aunque seamos pecadores y dbiles. T nos hablas, nos llamas siervos tuyos, hijos tuyos. Das un sentido a nuestra vida, a nuestras alegras y dolores, a nuestras victoriasy a nuestras derrotas, nos guas, nos llevas, y nosotros decimos con el salmista: Enmudezco, no abro mi boca, porque T lo hiciste. ORACION Oh Dios, nuestra vida es como un soplo delante de Ti. Sin Ti no valdra la pena vivirla: es una serie de derrotas y de sufrimientos. Pero, estando T con nosotros, toda la existencia recobra su valor. Dios santo, somos llevados por T poder; si T nos abandonas un solo instante, nuestro desconsuelo sera semejante al de un nio extraviado. Nuestra esperanza est en Ti, Seor por el tiempo y por la eternidad- Amn!

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