El infierno solo es otro de los grandes dolores del
alma Att: damien sébastien de rousse
Dolores,… dolores que nos hacen sentir la vida
más amarga. Quizás mas deliciosa para algunos, mortal para otros. Att: damien sébastien de rousse En el siglo 17, en Francia, En un cuarto lleno de espejos, brillantes para los sentidos, rotos para el corazón apasionado, yacía la pequeña y dulce Jézabel nastasia. Una niña de largo pelo negro y liso, y piel puramente blanca. Esto sucedió poco tiempo antes del encuentro de los niños de 9 años con el ángel.
Damien entro al cuarto de la hermana que
amaba con sangre. Su pelo es negro, corto y echado hacia atrás de modo que queda plano en su cabeza.
¿Qué ha pasado aquí? –Exclamo damien,
asustado al ver el cuerpo de su hermanita en la cama de sabanas rojas y negras con cientos de rosas espinosas de color rojas y negras desperdigadas por todo el cuarto y su cuerpo.
Mientras damien temía que estuviera muerta,
comenzó a levantar su cuerpo el cual casi siempre estaba frió como un cadáver desilusionado. Damien sostenía a Jézabel en sus brazos y ella despertó como la luna al anochecer. Al verse cerca del pecho de damien, lo beso y con esto aviso que su sangre aun estaba caliente y fresca.
-¿Que ha pasado mi malévola? –Pregunto
damien sébastien-. Pensé que estabas ahora en el palacio de las tumbas de la muerte humana.
-Solo estaba descansando mi protector
hermanito –repuso la criaturita negra llamada Jézabel- intentaba pensar en lo hermosamente funesto que se debe sentir otra clase de amor distinto al de los humanos comunes, y luego de tanto forzar mi mente termine dormida.
-¿Y las rosas? –continuo preguntando el niño.
-mis nuevas aliadas florecientes –respondió la
niña Jézabel un poco triste-, ellas me proporcionaran gracias a sus espinas las cicatrices que tanto anhelo para mí y la victima que deseo por amante. Deseo hacerle sentir a aquella ordinaria persona, cosas que nunca ha sentido, un amor solitariamente conocido por mí, pero que ansió experimentar en el calor de un débil ser que yo desconozca en su interior.
-Pues ha llegado el hijo de la nueva criada,
-sugirió damien con algo de malicia-. Alguien sumamente cariñoso, acostumbrado del modo más tradicional a los sabores amorosos que le proporciona su familia. Dame la oportunidad de ver tus artísticos actos eróticos.
-¡O! mi victima del erotismo ha llegado, aquella
que me hará sudar dolor despiadado –exclamo emocionada la pequeña niña.
Al otro día, damien había seducido al amoroso
niño para que visitara a su oscura hermana.
Cuando llego al cuarto de Jézabel, la niña yacía
colgada en las opacas cortinas, colgaba su piel a las crudas espinas con rosas rojas que había colocado sádicamente su hermano en forma de ramas largas que la sostuvieran a ella en la cortina. Era un espectáculo impactante… La cabecita de la inocente niña estaba hacia abajo, y sus piernitas apuntando hacia arriba, pues su delicado cuerpito damien lo había colocado de forma invertida, como lo llamaría damien: “es un favor que solo a ella concedo”.
El saludable y hasta ahora inocente niño casi se
desmaya al ver a la hermosa niña crucificada de modo invertido, rodeada y penetrada por todas esas sarcásticas rosas escarlatas. El infante llamado kenny, provenía de Inglaterra y había llegado recientemente con su viuda madre a Francia a trabajar para los ricos padres de los hermanitos rousse. Kenny salio corriendo hacia la desangrada Jézabel, pues la sangre corría en todo el cuarto inundándolo levemente.
-¿Qué te paso? –Pregunto angustiadamente
Kenny-. Iré a llamar a mi madre para que te ayude a bajar de aquí.
-No, lo que necesito son tus labios, -dijo la tierna
e infernal niña-. Ya que te haré caminar primero en los senderos que ya conoces, pues los románticos bosques macabros que te aguardan te intentaran cambiar tu mentalidad a forma siniestras.
Y con la debilidad de su movimiento, Jézabel
tomo los cachetes del niño y los acerco hacia su boquita ensangrentada…besándolo de una forma demoníaca que la tenue luz del sol trataba de purgar.
-¿Quien te ha hecho esto? –pregunto kenny
preocupado, quien comenzaba a sentir afecto hacia su depredadora destrozada.
-No te preocupes por mí –dijo Jézabel con una
expresión de placer-. Yo he decidido por voluntad propia estar aquí, de esta cruel forma, mi hermana ha creado esta bestia de rosas, para que me devorara entre las futuras cicatrices que puede provocar, y quiero que tú seas mi pareja en este viaje hacia el dolor que he estado llevando sola, pues a mi amado hermanito, solo le interesan los placeres sádicos, el posee las garras que destrozan la carne y que lo hacen vibrar de excitación. Mientras que yo soy lo contrario, anhelo el dolor para mi misma, y damien convenientemente se ha encargado de construir poco a poco la corona de sufrimiento que yo tanto gozo tener. Acompáñame mi nuevo viajero.
Los ojos de Jézabel brillaban en su negrura, el
niño encantado por Jézabel, lo único que pudo hacer fue abrasarla, y con ello al lecho de rosas que había formado damien en la cortina. Sus sentidos vieron el dolor por primera vez de forma tan intensa.
-Tu piel fue rota por la espinas, en actos de
amor y compasión hacia mi –dijo Jézabel mientras lo abrasaba con una mirada cruel-. Pero las causas por las que lo hiciste serán reemplazadas por mi masoquismo. Bienvenido a tu nueva vida, mi pasión por ti es distinta a la que siento por mi hermano, pues él y yo nos complementamos, somos un único ataúd que abarca todo tipo de sensaciones infernales. Contigo… contigo será distinto. Tú serás mi acompañante en la mitad del ataúd que me corresponde, tú serás quien arregle mi cadáver en mis caminos funestos.
Dicho esto, kenny noto que las rosas
comenzaban a tragárselo a él y a acércalo cada vez más a su amante Jézabel, y noto que uno de los bracitos de la niña comenzó a dislocarse y a colgar como si el hueso de su brazo se hubiera salido de su lugar, era espantoso verla así, y noto que su rostro parecía el de alguien sin vida, pues sus ojos apuntaban hacia abajo y su cara daba un miedo cadavérico. Por unos segundos kenny entro en algo parecido a un estado de inconciencia de la realidad exterior, en el que parecía estar en un cementerio, con el cielo nublado y las nubes desplazándose a velocidades muy rápidas, atemorizantes rayos destruían lapidas y hacían explotar cadáveres que sacaban desde sus tumbas con la misma explosión. Al frente apareció de repente Jézabel con un vestido blanco y algo transparente, cuervos comenzaban a arrancar y tragar la carne de la blanca y suave piel de la niña Jézabel. Kenny estaba tan asustado que solo logro dar un grito que sonó como el de un monstruo sin que él lo quisiera. Su mente se puso en negro, y solo veía unas letras hechas con rosas marchitas, que decían “Limpia Mi Cadáver Eternamente”. Luego de ello apareció colgado en la cortina llena de rosas que lastimaban su carne y lo sostenían. Por unos momentos vio que Jézabel permanecía lejos de él pues ya no estaba en la cortina junto con él proporcionándole aquel enfermizo y falso amor que la niña odiaba tanto.
Vio por unos segundos que ella se convertía en
una muñeca sucia y con la cabeza despegada a un lado, con agujas insertadas en el algodón que componían su cuerpo. Luego de eso, recupero del todo la conciencia, y oyó las siguientes palabras de la despiadada y romántica Jézabel:
Mis ojos no lloran agua deshidratada por ti,
sufren por haber sentido por algunos segundos tu miserable amor, el peor de los dolores que ni siquiera yo, una masoquista de dolores perversos podría soportar. Ahora has de quedarte en esas cortinas por siempre, donde nadie lograra verte, solo yo… habrás de limpiar mis tristezas con los restos de tu alma, y jamás volverás a ser un humano normal…por que serás mi mayordomo en aquel mundo en donde me viste entrar. Serás mi sirviente de dolores.
La niña llorando, se acerco a kenny y le
suministro un beso que contenía desgracias, sus lagrimas se volvieron cenizas liquidas… El cuerpo de kenny quedo deformado, pues ahora tenia su brazo dislocado y el resto de los miembros de su cuerpo habían sido devorados inexplicablemente. Con sus últimos momentos antes de dormir su sueño lúgubre, kenny logro notar que Jézabel permanecía ahora con su cuerpo intacto, sin heridas ni sangre, y su brazo no estaba ya dislocado.
Jézabel se acostó en su cama, y damien llego y
se acostó en los pequeños pechos de su hermanita mientras la abrazaba fuertemente, ya que quería quitarle la respiración por unos momentos.
¿Que paso con la escoria que te traje? –
pregunto damien con sus ojos llenos de placer al sentir como sufría su hermanita, tanto interiormente como física.
Ha logrado dejarme una cicatriz profunda –
respondió agitadamente la niña, quien no podía respirar bien por el abrazo cruel de su hermano sádico, mientras ella sentía una mezcla de placer masoquista y tristeza romántica-. Una huella erótica que ni las rosas lograron hacerme, una cicatriz en mis sentimientos…fin. Solo los humanos logran soportar tan grandes dolores como el amor terrenal, pasiones que ni los mas grandes masoquistas del mundo desean experimentar…mi asesino ha sido el amor humano, y mi redención vuelve con los brazos de él. Att: Jézabel nastasia de rousse.