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Análisis textual del poema:

”Invernal”
de Rubén Darío.

Escrito por:
Dayri Jaruny Flores Ramírez.

El poema de Invernal fue publicado por primera vez en Santiago de Chile el 5 de

julio de 1887 por la “Época” y fue en la primera edición del libro <<Azul>> donde

vio la luz.

Fue a la corta edad de 20 años cuando Darío ya había formado uno de sus libros

más representativos y el que lo consagraría como poeta, porque: “Azul, es una

sinfonía de pájaros que cantan y de faunos que tañen agrestes flautas…después

de Azul hay algo nuevo en el mundo de las formas ideales, algo muy sutil, como
1
un nuevo perfume, un nuevo color, una nueva armonía”.

En este libro encontramos:”Invernal” el cual es un poema de amor, pero no

cualquier poema, mientras que la mayoría de estos versos son producidos debido

1
CABEZAS, Juan Antonio. Rubén Darío: un poeta y una vida. Ed. Espasa Carpe. Buenos Aires,
1954. p. 64.
a inspiraciones existentes (con esto me refiero a que no solo el “objeto” se

encuentra en una realidad alterna, sino que realmente es materia) ya sea por

amor, o desamor, etc. Invernal habla y está destinado a alguien que no es real,

que solo vive y existe en la mente de aquel que la pronuncia, en este caso, la

amada Francesca reside en la imaginación de su amante Paolo.

Como bien podemos ver, un tema muy recurrente en sus poemas (no siempre

explícitamente) son los sueños, el mostrarle al lector como se puede ser feliz

soñando, e Invernal es ejemplo claro de ello, y Darío: “a su corta edad ya instruye

que la gran verdad para el hombre es un sueño”. 2 El poema empieza a crearnos la

escena que se produce cuando llega el invierno, el cómo todos los elementos

cambian drásticamente comparándolos con otras estaciones, y también el cómo

las mismas emociones parecieran mutar y se hacen más presentes en ésta época

del año. La manera en que nos empieza narrando estos cambios y los elementos

(de todo tipo) que inserta para llegar a darnos la visión que se desea, para

situarnos en el ambiente que se requiere, para comenzar a llevarnos por el

sendero de esos versos, es más que ¡mágica!, puesto que, no porque Invernal sea

un poema de amor, significa que utilice argumentos meramente “rosas” o

“melosos”, sino que trata de darnos una visión de todo aquello que pasa en

invierno, de retratarnos como el poema se empieza a dividir en dos mundos

completamente diferentes, y hacer notar como la presencia o ausencia de algo o

2
Ibid., p. 63
alguien puede favorecer a que la balanza se incline totalmente hacia uno de esos

lados.

Después de orientarnos en una condición determinada, vemos que nos plasma un

problema social, que por ser una mención muy pequeña puede no ser tomada con

importancia, esta es: la imagen de los hombres que cuentan con la posibilidad de

comprarse cosas y cubrirse del frío junto con toda la alegoría por la llegada de las

vísperas decembrinas (los que poseen), y la otra, muestra que a su vez unos

cuentan con menos de lo indispensable, el cómo unos ríen mientras otros sufren

(los que carecen), es decir:

suenan alegres pianos, el gas brilla;


y si no hay un fogón que le caliente,
el que es pobre tirita.3

Al mencionar esa imagen introductoria de que no todo es totalitario, es decir, que

todos viven diferentes experiencias aunque se encuentren en el mismo contexto,

es la forma en que Darío ya va separando poco a poco esos “dos mundos”,

porque recalco, que este poema se hizo pensando en una ilusión, pero no por eso

todo lo que plasma también tiene que serlo, por eso mismo, hace a Invernal más

real, más palpable y más fulgurante.

Al inicio del poema no se muestra el nombre de aquel que narra sus emociones,

simplemente se nos hace notar el estado emocional en el que se halla, que es:

radiante de ilusiones pero nostálgico de pasiones, porque no se encuentra “ella”,

3
DARÍO, Rubén. “Invernal”, en Cantos de vida y esperanza.. Ed. Porrúa. México, 1976. p. 76.
la que él describe como dueña de sus ansias infinitas y sus noches pensativas. Es

aquí cuando empieza a describir como toda escena que él pudiese contemplar

cambia radicalmente con la presencia de ella, porque ya no es un invierno frío sino

abrasador, porque él ya no se siente afuera, sino dentro, con el calor que puede

irradiar el amor ante toda austeridad.

Otro aspecto a considerar es la incesante cuestión de: ¿amor o sexo, en la poesía

de Rubén Darío? en Invernal no vemos (o al menos yo así lo considero) otra cosa

más que un amor totalmente apasionante, que nace de un aspecto espiritual y que

si bien hace alusión a cierta intimidad entre los protagonistas, es simplemente

para seguir desarrollando todo ese amor fascinante, y lo maravilloso que puede

ser una intimidad más allá de lo carnal, es decir, algo totalmente cósmico y

delirante que no culmina con el acto, sino que simplemente simboliza una unión

más inquebrantable. Es en estos versos cuando se hace visible ante los ojos del

lector, todo lo que él empieza a imaginar que sucedería si ella estuviera allí:

unas manos que toquen mis cabellos,


un aliento que roce mis mejillas,
un perfume de amor, mil conmociones,
mil ardientes caricias…4
Deseando indudablemente que ella este ahí, porque una vez que ella estuviese

junto a él, ya no sería más invierno, ya no sentiría esas noches frías. ¿A caso

vemos solo sexo en estos versos? ¿a caso no notamos como toda ésta poesía se

encuentra empapada de amor? en boca de Darío surgió esta contestación al

problema de ¿amor o sexo en su poesía?: “Lo íntimo, para no resultar

4
DARÍO, op. cit., p. 77.
escandaloso o torpe, necesita de una emoción que florezca el respeto en los

oídos que oigan, y esto lo da la atmósfera poética”. 5

Continuando con el poema, Darío ya ha creado los “dos mundos” a los que me

refería, hace alusión a que con la llegada de ella, para él, el invierno es alabado

por su ser, puesto que junto con sus nieves trae consigo el amor embriagante que

el necesita y aclama.

Sin embargo, después de darte una ráfaga de emociones al plasmar lo que ella le

inspira, nos devela como ella no es real, solo vive en su mente, pero no por esto

deja de tener relevancia alguna, simplemente es la mujer que a él lo inspira y que

por estar con ella…diera la vida!

Es en este punto cuando me atrevo a plantear la idea de la soledad, de acuerdo al

diccionario de la Real Academia Española, soledad significa: f. Carencia voluntaria

o involuntaria de compañía. En Invernal vemos cómo después de citar la imagen

de que unos sufren mientras otros son felices, tenemos que él es feliz por ella,

porque están juntos y solo se necesitan el uno al otro para alejarse a otro mundo,

o como bien dije unas cuartillas atrás: con ella, ya no es un invierno frío sino

abrasador, porque él ya no se siente afuera, sino dentro, con el calor que puede

irradiar el amor ante toda austeridad. Pero después nos devela cómo ella,

realmente no es, solo es, lo que él quiere que sea, por lo que a él le gustaría dar

5
GARCIASOL, Ramón de. Rubén Darío en sus versos. Ed. Cultura hispánica. Madrid, 1978. p.
137.
su vida, y es aquí cuando notamos que él se encuentra solo, porque no es de los

que elige salir a comprarse cosas y gastar su dinero, más bien es de los que tirita

por el invierno, pero no porque no tenga con que cubrirse, si sufre una pobreza,

pero no es material, sino espiritual, porque no tiene a alguien que le llene de calor

“su adentro” pero él decide no estar así y “elige” crearla a ella, la que cambia todo

su mundo, la que necesita cuando empieza a darse cuenta de todo su alrededor.

Por eso Darío manifiesta la idea del que posee y del que no, por eso la constante

determinación de: dentro y fuera, porque Invernal es más que solo un poema,

porque es todo lo que (por lo menos alguna vez) nosotros hemos deseado, lo que

nos gustaría hacer cierto para ya no tiritar de frío.

A pesar de que él sabe claramente que ella es, solo lo que su cerebro se imagina

¡no le importa!, él continúa describiéndola, embriagándose por todo el amor que le

tiene, por toda la satisfacción que produce en su ser, delimita sus facciones, sus

gestos…:

“…una carne ideal, grandes pupilas,


…nerviosa, sensitiva,
…bellos gestos de diosa,
…lustrosa cabellera
en la nuca encrespada y recogida,
…ansias profundas y pasiones vivas”.6

Es su imaginación la que lo lleva a un delirio en sus versos, para después dar a

notar que dentro de todo ese éxtasis, se da cuenta que hace frío, y Darío logra

que se produzca un pequeño silencio en el lector, porque él volvió a hallarse solo,

6
DARÍO, op. cit., p. 78.
regresa al mundo donde ella no está y nos describe lo que realmente estaba

haciendo cuando se imaginaba su otro mundo:

“Entre tanto hace frío.


Yo contemplo las llamas que se agitan,
cantando alegres con sus lenguas de oro,
móviles, caprichosas e intranquilas,
en la negra y cercana chimenea
do el tuero brillador estalla en chispas”.7

En este verso decido hacer un paréntesis, para hacer notar la escritura del do, en

lugar del dónde, esto nos hace ver como Darío cae en ciertas formas arcaicas

propias de otra ocasión, sin embrago, como diría Garciasol: “con el do, su verso

se vuelve más musical, más flexible, muestra sin duda de la fe <<radiante y

bella>> de su primera edad”.8

Siguiendo con Invernal, después de este “regreso” al mundo real, en el poema se

desarrolla un tipo de “calma”, se retoma la imagen del invierno embriagante, libre,

ya que:

“Invierno es galeoto,
porque en las noches frías
Paolo besa a Francesca…” 9

El encuentro de pasiones en una realidad alterna, es lo que vemos en este gran

poema (a mi parecer) que es Invernal, el escape a una soledad de la forma más

bella posible…amando. Porque la poética desarrollada en estos versos, es la

concepción tal cual de la poesía como sueño y ensueño, es decir, la idea del arte

como creatividad visionaria. Sin duda alguna: “el poema Dariano es un teatro

7
Ibid.
8
GARCIASOL, op. cit., p. 145.
9
DARÍO, op. cit., p. 79.
altamente retórico, un acto de habla que afinca primero en lo sensorial; pero es, al

mismo tiempo, una mirada que guarda y aguarda en un ámbito creciente de

develamientos”.10

Porque una vez más Darío logra estremecer con su Invernal, versos que relatan

cómo dentro del carecimiento se puede aspirar a ser feliz, y estar más que

convencidos para dar la vida misma por ese sueño, porque nosotros elegimos la

realidad que preferimos, y para él (Paolo) siempre fue mejor su segundo mundo,

donde encontraba lo que lo hacía vivir:

“Dentro, el amor que abrasa:


fuera, la noche fría.”11

Bibliografía:

CABEZAS, Juan Antonio.


Rubén Darío: un poeta y una vida.
Ed. Espasa Carpe. Buenos Aires, 1954.

DARÍO, Rubén.
Cantos de vida y esperanza.
Ed. Porrúa. México, 1976.

GARCIASOL, Ramón de.


Rubén Darío en sus versos.
Ed. Cultura hispánica. Madrid, 1978.

10
Ortega, Julio. Rubén Darío. Ed. Omega. Barcelona, 2003. p. 126.
11
DARÍO, op. cit.
ORTEGA, Julio.
Rubén Darío.
Ed. Omega. Barcelona, 2003.

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