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1º La Ética Socialista: La construcción y consolidación de una ETICA

SOCIALISTA que le de transparencia y confianza popular a la gestión estatal y


pública para eliminar el cáncer de la corrupción, depredación y saqueo de los
bienes colectivos. No más parásitos ni sinvergüenzas enriquecidos a la sombra del
discurso socialista y la revolución bolivariana. Que se profundice el control social y
el castigo para los bandidos de cuello blanco y demás reponeros del patrimonio
estatal. La revolución necesita consolidar los valores de la honradez, la
honestidad, la pulcritud, la lealtad con el pueblo, el compromiso total con los
intereses supremos de la nación encarnada en millones de trabajadores,
campesinos, artesanos, desempleados, mujeres, indígenas, afro descendientes,
niños, ancianos y sus derechos fundamentales.
 
2º El Modelo Productivo Socialista: Que parta de la expropiación y
nacionalización de los grandes monopolios capitalistas,  que definitivamente
supere el capitalismo rentístico y parásito del que solo se beneficia el
conglomerado bancario y financiero, desafortunadamente favorecido por políticas
macroeconómicas que enriquecen a los compradores de títulos de deuda pública
con jugosas tasas de interés. Un nuevo modelo productivo socialista debe
propiciar el desarrollo de nuestra industria, de la economía de servicios, del
aparato tecnológico y de la agricultura.
 
3º La Democracia Protagónica y Revolucionaria: Necesitamos perfeccionar el
dispositivo político de la sociedad consagrado en la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela para que florezcan nuevas y más comprometidas
subjetividades políticas revolucionarias. La democracia protagónica y
revolucionaria debe mostrar sus potencialidades frente al decadente embeleco
demoliberal que hace de la participación popular una ficción y un engaño como lo
confirmó el fraude electoral en México.
 4º El Estado Mayor de la Revolución: La unidad política y social de los partido y
movimientos revolucionarios es lo que reclama el Presidente. Es vital y requiere de
la mayor audacia para sobreponerse al clientelismo, las roscas, las exclusiones,
los amiguismos, la corrupción y las formas partidistas burguesas y reaccionarias
que ahogan la democracia popular y bolivariana que estamos construyendo.
Construyamos pues la unidad revolucionaria y bolivariana con amplitud y
transparencia para darle celeridad a las reformas y cambios estructurales que aun
están pendientes.
 
5º Una Nueva Geopolítica Nacional e Internacional: En momentos en que se
acelera la decadencia del monstruo imperialista por los reacomodos en el
escenario global y la emergencia de un vigoroso y propositivo multilateralismo que
desafía el desastroso unilateralismo bushiano, como quedó demostrado en las 47
rondas de votación del Consejo de Seguridad, en el cual más de un tercio de los
países desafiaron las presiones y rechazaron ampliamente al imperio, otrora
omnipotente.
 
6º Potencia Energética Mundial: Dado nuestro enorme potencial petrolero y
gasifero, nuestra principal ventaja comparativa en la economía global, es
imperativo avanzar en la transformación de nuestro país en una real potencia
mundial en el terreno energético.
 
Este es el Programa que el presidente Chávez ha venido levantando en la
campaña electoral  y que ha recibido el apoyo mayoritario de la población, como
ha quedado reflejado en todas las encuestas que se han realizado en las últimas
semanas y que  contrasta con las recetas populistas de los neoliberales lacayos
de “Mister Diablo”, el verdadero candidato de la escuálida oposición progringa y
puntofijista.
 
Culminemos la campaña sin triunfalismos ni arrogancia y en un ambiente de
unidad revolucionaria, tal como lo ha demandado el Presidente en sus diferentes
discursos de esta campaña electoral, pronto a culminar con el Gran Triunfo
Popular del 3D.

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