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Técnicas modernas de Diseño de Pozos

Dennis E. Williams, Ph.D.

DENNIS E. WILLIAMS, nacido en California, recibió sus grados avanzados en


Hidrología e Hidrología de agua subterránea en el Instituto de Minas y Tecnología de
Nuevo México dónde estudió bajo la dirección de M.S. Hantush y C.E. Jacob. La
extensa trayectoria profesional del Dr. Williams lo ha llevado a realizar estudios en
diferentes partes del mundo. También es consultor de Naciones Unidas (UNPD). D.
Williams sirve actualmente como Presidente de Geosciences, una prestigiosa compañía
que se especializa en tecnologías avanzadas aplicadas a ciencias de la Tierra.
Técnicas modernas en Diseño de Pozos

Dennis E. Williams

Un beneficio directo de pozos eficientes es la reducción de los costos de bombeo. La


eficiencia de los pozos es controlada por varios factores: el acuífero, el daño provocado
por la perforación y pérdidas por flujo turbulento en y/o cerca de la rejilla. La velocidad
de entrada en la rejilla no es un factor crítico si los valores están bajo 2-4 fps (0.6-1.2
m/s). Para la mayoría de los pozos, las áreas abiertas requeridas son sólo 3-5 por ciento.
Un nuevo método de longitud mínima de rejilla de pozo basado en consideraciones de
flujo laminar-turbulento se presenta, junto con una prueba del campo simple para
calcular la eficiencia de un pozo construido y poder fijar un criterio para la terminación
del desarrollo de un pozo en construcción.

La eficiencia de un pozo requiere entender los factores que influencian la hidráulica del
flujo del agua subterránea a los pozos. La experiencia de campo y el estudio
experimental se han consagrado al asunto. Muchos investigadores han propuesto
soluciones para el flujo de agua subterránea a los pozos. La gran mayoría de estas
soluciones han confirmado ser suficientemente exactas para permitirles a hidrogeólogos
e ingenieros diseñar apropiadamente y manejar los recursos de agua subterránea. En
algunos casos, sin embargo, los parámetros del diseño no se entendieron totalmente y/o
se simplificó demasiado o se aproximó groseramente produciendo pozos ineficientes.

Este proyecto simuló condiciones del campo del agua subterránea que fluye en arenas
del acuífero a través de la zona del filtro y en la rejilla del pozo. Esto se hizo con un
modelo de tanque de arena grande
capaz de producir el flujo radial en una
sección de un sexto de un pozo y
acuífero. Se usaron rejillas
comercialmente disponibles de 10"
(250 mm), y un sistema de depósitos y
bombas permitió flujos de hasta 300
gpm (19 L/s). Un depósito de carga
constante conectado a una cámara a lo
largo de la parte posterior del modelo
permitió 60 pies (18 m) de depresión
disponible al pozo (Figura 1).

La medida de la variación de presión


que fluye a lo largo del modelo se logró con una serie de 47 tubos de piezómetros
pequeños. Estos piezómetros se conectaron a un transductor sensible, y se obtuvieron
los valores con un microordenador. Las partículas de arena en el pozo descarga que va
de 20 a 1000 mm de diámetro se registraba con una contadora de partículas. (†)

Se usaron dos materiales acuíferos en estos experimentos. Se seleccionaron seis rejillas


disponibles comercialmente para las pruebas con áreas abiertas que van de <1 a 36 por
ciento. Las eficiencias de los pozos fueron calculadas para las seis rejillas basadas en
las diferencias en los niveles de agua dentro y fuera de la rejilla. probando
procedimientos involucrados variando la tasa de bombeo y midiendo nivel el agua en el
acuífero, la zona del filtro de grava, y en el pozo.

* SCANIVALVE, San Diego, Calif.


† Model PC320, HIAC / el Instrumento de Royco Div., Menlo Park, Calif.

Las velocidades de entrada y el volumen de arena fueron monitoreados para cada una de
las pruebas. Una descripción completa se da separadamente.¹ Mucha de la información
presentada en este artículo está basada en resultados obtenidos durante cinco años de
probar y analizar este modelo. Se pone el énfasis en esos aspectos de diseño de pozos
que se enfoca a las pérdidas de energía y los métodos para controlar o minimizar tales
pérdidas.

Diseño de Pozos

Radio crítico. Turbulencia ocurre en la


zona cercana al filtro de grava del pozo
cuando las fuerzas inerciales
predominan por sobre las fuerzas
viscosas. La transición entre flujo
completamente laminar y
completamente turbulento se evidencia
por el gradual esparza de la turbulencia
a lo largo de todos los poros del medio.
Así, las primeras desviaciones de la ley
de Darcy corresponden al principio de
pérdidas del remanso apreciables en los
poros más grandes. Estas regiones
localizadas de turbulencia se esparcen a
los poros pequeños en la medida que la
velocidad aumenta (Figura 2).

Las ecuaciones siguientes están


basadas en la ley de Darcy y en la
fórmula Darcy - Weisbach, y se aplican igualmente a acuíferos uniformes, filtro de
grava (como el usado en el modelo), y condiciones de campo. La ley de Darcy muestra
que para condiciones de flujo laminar, el gradiente hidráulico (dh/dr) sobre una columna
de arena con un diámetro de grano característico d, viscosidad cinemática v, número de
Reynolds R, y permeabilidad intrínseca k puede expresarse:

dh/dr = a2v2R/gkd (1)

Similarmente, para condiciones de flujo turbulento la pérdida de carga es proporcional


al cuadrado de la velocidad (Fórmula Darcy - fWeisbach) o en términos del número de
Reynolds:

dh/dr = a2v2R2/gkd (2)


En que R = número de Reynolds = vd / v; v = velocidad; k = permeabilidad intrínseca;
d = el diámetro de grano característico (se asume el tamaño 50 % que pasa; v = la
viscosidad cinemática de agua (1.233 × 10-5 sq.ft/s); a1, a2; = constantes (a1 = 1 para
flujo laminar, a2 = 1/R); y g = constante de gravedad (32.2 fps2 [9.8 m/s2;]).

El largo característico en la definición estándar del número de Reynolds ha sido


reemplazado por un diámetro de grano característico, supuesto igual al tamaño 50% que
pasa. Esta substitución fue hecha porque los espacios microscópicos ocupados por agua
en los medios porosos son difíciles medir. En el punto de transición del flujo laminar
al turbulento (definido como el punto crítico y signado por el subíndice c), los
gradientes hidráulicas son iguales y las ecuaciones 1 y 2 pueden ser igualadas dando:

(dh/dr)c = v2/gkd)Rc = a2(v2/gkd)RV2 (3)

Rc = 1/a2

La constante a2 es igual al recíproco del número de Reynolds crítico (Rc) y es


principalmente una función de la forma del grano, empaquetamiento, y distribución.
Para probar esta relación así como determinar del número de Reynolds crítico, fue
realizada una serie de experimentos en el modelo pozo-acuífero.

El gradiente hidráulico dh/dr se trazó para cuatro materiales de filtro de grava a


distancias variables del pozo para diferentes velocidades de flujo. La velocidad fue
entonces calculada en cada una de las distancias radiales y también el número de
Reynolds (Figura 3). El número de Reynolds Crítico interpretado de esos gráficos es
aproximadamente igual a 30. Este valor se derivó de la observación del rango general
donde la pendiente de las curvas cambió de 1 (flujo laminar) a 2 (solo flujo turbulento).

Depresión Específica en un pozo sometido a bombeo (Sw/Q) es el recíproco de la


Capacidad o Caudal Específico Q/Sw). La ecuación para la Depresión en un pozo es

Sw = BQ + CQ2
Donde:

Sw = depresión en el pozo bombeado [ft]


Q = Caudal de bombeo del pozo [gpm]
B = Coeficiente de Pérdida de carga en el acuífero o formación (ft/gpm]
C = Coeficiente de pérdida del pozo [ft/gpm2]

Si ambos lados de la ecuación se dividen por Q, resulta la siguiente ecuación:

Sw/Q = B + CQ

Que es la ecuación de una recta en que la Depresión Específica se plotea contra el


Caudal.
La intercepción de la recta de mejor ajuste con el eje de la Depresión Especifica da el
factor B y la pendiente de esa recta no proporciona C. El término Depresión Específica
se origina en este análisis.

Basados en el análisis matemático anterior y en los resultados experimentales, el radio


crítico puede calcularse para cualquier juego dado de condiciones de flujo. El radio
crítico se define como la distancia medida del centro del pozo al punto dónde el flujo
cambia de turbulento a laminar. Dentro del radio crítico, el flujo es turbulento (o
parcialmente turbulento) con pérdidas de carga correspondientes que varían
exponencialmente con la velocidad (acercándose 2 para el flujo totalmente turbulento).
Asumiendo un número de Reynolds crítico de 30, el radio crítico puede calcularse
mediante la siguiente expresión:

En la que r = radio crítico - in. (m), Q/b = gasto específico del acuífero - gpm /pie
(L/s/m), Q = descarga del pozo - gpm (L/s), b = espesor saturado del acuífero (supuesto
igual al largo de la rejilla o criba) - pie (m), d = el diámetro característico de material
(tamaño 50% que pasa) - mm, y Ð = la porosidad efectiva de material (fracción).

La figura 4 es un gráfico del Gasto Específico del acuífero contra el radio crítico para
los materiales de filtro de grava típicos.
Componentes de la depresión de un pozo bombeado. En un pozo en el que se ha
enrejillado totalmente el o los acuíferos, la depresión total es la resultante de
componentes de pérdidas de carga laminares y turbulentas. Las pérdidas de carga de
tipo laminar generalmente ocurren fuera del pozo hasta una distancia en que las
velocidades son bajas, considerando que las pérdidas turbulentas se confinan a la
vecindad inmediata de la rejilla del pozo. La Figura 5 muestra los componentes de la
depresión en un pozo típico de producción.

La depresión total puede expresarse como:

s = ds + ds' + ds '' + ds '' ' + pérdidas menores (5)

en que s = depresión total medida en el pozo, ds = pérdida de carga laminar en el


acuífero, ds' = pérdida de carga laminar en la zona dañada, ds '' = pérdida de carga
turbulenta en la zona del filtro, y ds '' ' = pérdidas de carga en el pozo.

Pérdida de carga en el acuífero. La pérdida de carga (la depresión) medida en la


interfase entre el acuífero y la zona dañada es conocida como la pérdida de carga en el
acuífero. La magnitud de pérdida de carga en el acuífero puede ser determinada del
flujo radial hasta la zona dañada del acuífero. La depresión del acuífero puede ser
expresada cuantitativamente por la ecuación de Theim:
en que el ds = depresión en el acuífero - pie (m), Q = descarga del pozo - gpm (L/s), K =
conductividad hidráulica del acuífero - gpd / pie sq (mm/s), b = espesor saturado del
acuífero (supuesto igual a la longitud de la rejilla) - pie (m), ro = distancia radial del
centro del pozo a la interfase del acuífero-zona dañada - pie (m).

Pérdida de carga a través de la zona dañada. La zona dañada consiste de finas


partículas, pared de barro (método de rotación especialmente), u otros materiales cuya
conductividad hidráulica es considerablemente menor que la del acuífero. Sus
características dependen de la calidad de la construcción del pozo, diseño y
especialmente del desarrollo. La pérdida de carga a través de la zona dañada
generalmente es de tipo laminar y puede expresarse de una manera similar a la pérdida
de carga en el acuífero:

En que ds' = pérdida de carga a través de la zona dañada - pie (m), B = coeficiente de
pérdida zona dañada - ft/gpm (m/L/s), rg = distancia radial al borde interno de la zona
dañada - pie (m), y ra = distancia radial a la interfase del acuífero-zona dañada- pie (m).

Pérdidas de carga turbulentas en la


zona del filtro de grava. Pérdidas de
carga por flujo turbulento en la zona
del filtro de grava ocurrirán si el
radio crítico excede el radio nominal
del pozo y pueden ser una
componente significativa de la
depresión total. Estas pérdidas no
obedecen la ley de Darcy y varían
exponencialmente con la velocidad
del flujo. Debido a la naturaleza del
flujo en los medios porosos de este
tipo probablemente ocurrirán tanto
flujo laminar como flujo turbulento.
En el flujo laminar puro, las líneas de
escurrimiento son independientes de
la velocidad de flujo y las condiciones
no-lineales en la ecuación Navier -
Atiza son insignificantes.
Recíprocamente, para flujo
turbulento, las líneas de flujo
dependen de la velocidad de la
escorrentía, y las condiciones no-
lineales en la ecuación Navier - Atiza
son muy importantes. La transición
entre el flujo laminar puro y el flujo
turbulento puro en cualquier situación
dada no es una línea definida, y una turbulencia parcial se encuentra en la transición
entre los dos regímenes de flujo. En esta zona de turbulencia parcial, el exponente de la
velocidad usado en las pérdidas de carga que interesan puede variar entre 1 (para el
flujo laminar puro) y 2 (para el flujo turbulento puro). La existencia y grado de estas
pérdidas dependen del material del filtro, la longitud de la rejilla y la tasa de bombeo.

Las pérdidas de carga de tipo turbulento en la zona de filtro de grava pueden escribirse
como:
ds '' = B '' Q ''

En que ds '' = pérdida de carga turbulentas en la zona del filtro de grava en la vecindad
inmediata al pozo pie (m), B '' = coeficiente de perdida en la zona de flujo turbulento del
filtro- pie / gpm (m/ [L/s] ''), y n = exponente (1 <n <2).

Pérdidas de carga en el pozo. Las pérdidas de carga asociadas con la entrada de agua a
través de la rejilla del pozo y el flujo axial de agua hacia la succión de la bomba son
conocidas como pérdidas del pozo. Estas pérdidas se causan por las condiciones de flujo
turbulento y varían como el cuadrado de la velocidad. Las pérdidas de carga del pozo
pueden expresarse como:

ds '' ' = CQ2

en que ds '' ' = pérdidas del pozo -


pie (m) y C = coeficiente de
pérdidas del pozo- ft/gpm2 (m/
[L/s]2). La mayor parte de la
pérdida ocurre con el ingreso de
agua a través de las aberturas de la
rejilla.

Pérdidas menores. Además de los


componentes de mayores de la
depresión, varias pérdidas menores
ocurren. Pérdidas laminares a
través de la zona del filtro de grava
y las pérdidas de carga asociadas
con una área de la entrada
restringida (por ejemplo,
convergencia de líneas de flujo
hacia las aberturas de los
ranurados) son las pérdidas
menores típicas. Generalmente
ellas son mucho menores que las
restantes pérdidas de carga del pozo
y, por lo tanto, son despreciables en
las ecuación de depresión total.2

Radio efectivo del pozo. Tal como ha sido definido por Jacob, (3) el Radio Efectivo es
la distancia medida radialmente del eje del pozo a la que la depresión teórica iguala la
depresión real en la zona del filtro de grava. El radio Efectivo refleja la efectividad del
desarrollo del pozo en aumentar la conductividad hidráulica en la vecindad inmediata a
el (Figura 6). El radio efectivo puede calcularse con los datos de la prueba de etapas o
de gasto variable una vez que los Coeficientes de Trasmisibilidad y Almacenamiento
del acuífero son conocidos. Para esto se requiere contar con pozos de observación.

El cálculo siguiente puede usarse para evaluar el desarrollo del pozo:

en que r = radio efectivo - pie (m), B = B (re’ t *) = coeficiente de pérdida de formación


determinado en la prueba de etapas - pie / el gpm m/L/s), t * = tiempo transcurrido
desde el principio de cada nueva etapa de la descarga en la prueba por etapas - días, T =
del transmisibilidad gdp/ft (2/d), y S = Coeficiente de almacenamiento (adimensional).

Eficiencia de bombeo de un pozo. La eficiencia de un pozo es la relación entre la


depresión en el acuífero y la depresión en el pozo. En un pozo 100 % eficiente, la carga
dinámica total requerida para llevar el nivel del agua a la posición del nivel inicial (no
bombeando) igualaría la pérdidas por resistencia total (laminar) en el acuífero. Este
pozo ideal raramente existe en la práctica, con la excepción de pozos no enrejillados en
acuíferos en rocas fracturadas o en calizas. La mayoría de los pozos registran pérdidas
turbulentas a través de el y cerca de la rejilla, produciendo una pérdida de eficiencia
(Figura 7).

Eficiencias considerablemente menores que 100 % son normalmente el resultado de una


combinación de pérdidas de carga laminares en la zona dañada y pérdidas de flujo
turbulentas cerca del pozo. Una combinación de construcción impropia, mal filtro de
grava y deficiente elección de la rejilla pueden resultar en un taponamiento parcial o
completo de las aberturas de la rejilla que causan pérdidas de carga sumamente altas en
la vecindad de las aberturas y en la rejilla misma lo que se traduce en una muy baja
eficiencia del pozo.

La eficiencia de un pozo puede definirse


cuantitativamente como:

E = BQ / (BQ + B'Q + B"Q" + CQ2)100


(11)

En que E = eficiencia del pozo - por ciento, B


= coeficiente de pérdida de la formación - pie /
gpm (m/L/s), B = coeficiente de pérdida en la
zona dañada - pie / gpm (m/L/s), B" =
coeficiente de pérdida de flujo turbulento en
la zona del filtro- pie / gpm '' (m/[L/s]2), Q =
caudal - gpm (L/s), y n = exponente (1 <n <2).

En un pozo correctamente construido y


diseñado, además de bien desarrollado, la
pérdida de carga en la zona dañada (ds’) se
acercan a cero. La ecuación 11 es similar a la
definición clásica de Jacob de eficiencia de pozo con el agregado de los términos de
pérdida de carga por la turbulenta en el filtro de grava y en la zona dañada.

Las pruebas por etapas, conocidas


también como pruebas de caudal
variable, se usan para determinar los
coeficientes B, B", y C; n
normalmente se asume igual a 2. Las
pruebas de interferencia en conjunto
con las pruebas por etapas se usan para
determinar el coeficiente de pérdida b'
de la zona dañada.

Diseño de Pozos Eficientes

Varios factores de diseño que afectan la performance hidráulica de un pozo deben ser
considerados en la construcción de un pozo de producción. Los más importantes de
éstos son el desarrollo, longitud y diámetro de la rejilla, filtro de grava y radio crítico
del pozo. El grado en que cada uno de estos factores contribuye a la performance del
pozo depende hasta cierto punto del criterio operacional (es decir, la tasa de bombeo) y,
en alguna medida, de cada uno de los otros factores.

Para diseñar adecuadamente un pozo, los distintos factores deben evaluarse con respecto
al costo inicial así como también los costos operacionales durante la vida operacional
del pozo.

Efecto de un buen desarrollo. El desarrollo es un delicado proceso mediante el cual el


material en las vecindades del pozo es reordenado y los sedimentos finos son removidos
con el propósito de producir un filtro de alta permeabilidad. Este proceso incluye la
remoción de todo residuo de la formación dañada así como también en el filtro de barro
(mud cake), y el material en la zona invadida.

Un pozo se considera completamente desarrollado cuando ninguna mejora se puede


obtener en el caudal específico y en la eficiencia para una determinada tasa de
explotación. También, la producción de arena aceptable máxima debe lograrse en un
momento especificado después de iniciado el bombeo a una tasa de producción
permanente. La Figura 8 ilustra el efecto de un buen desarrollo en el caudal específico
y en la eficiencia del pozo.

Efecto de la longitud de la rejilla. El factor individual de diseño más importante que


directamente afecta la producción de un pozo es, probablemente, la longitud de la
rejilla. La importancia de este parámetro es apoyada por la ecuación para condiciones de
equilibrio para el cálculo de la depresión en el acuífero. En términos de la capacidad
específica, esta ecuación puede escribirse:

Q/s = Kb/(528log [ro/re]) (12)

en que Q/s = capacidad específica del pozo - gpm/ft (L/s/m), Q = Caudal de bombeo del
pozo - gpm (L/s), s = depresión en el acuífero - pie (m), b = longitud de rejilla
(asumiendo un pozo de penetración total) - pie (m), K =conductibilidad hidráulica del
acuífero -gpd/sq (mm/s), re = radio eficaz del pozo - pie (m), y ro = radio de influencia
o de depresión cero - pie (m).

Como lo muestra la Eq 12, la


capacidad específica es
directamente proporcional a la
longitud total de rejilla que se
instaló en el acuífero.

Pérdidas turbulentas cerca del


pozo como una función de
longitud de la rejilla. Un diseño
más eficiente puede asegurarse
calculando la longitud mínima de
rejilla requerida. Si suficiente rejilla
se diseña para asegurarse que el
radio crítico (el rc) sea igual o
menor que el radio nominal (el rw),
pueden minimizarse las pérdidas de
carga por flujo turbulento en la zona del filtro de grava.

Cálculos con ejemplos. Supongamos que se desea bombear 2000 gpm (126 L/s) de un
pozo de 12" de diámetro - (300-mm) en un acuífero en el que los análisis sedimento
lógicos muestran un tamaño de grano que pasa el 50% (D50) de 1 mm. Se debe diseñar
con una relación filtro-acuífero de 5:1, lo que se traduce en que el filtro de grava debe
tener un tamaño medio de grano de 5 mm. El Gasto Específico para un radio crítico de
6" (150 mm) es determinado de la Figura 4 y resulta ser 9 gpm / pie (1.9 L/s/m). Por
consiguiente la longitud mínima de rejilla del pozo (b) que se exige para eliminar las
pérdidas de carga turbulentas en la zona del filtro sería:

B = 2000 gpm / 9 gpm / pie = 222 pies.

Para las longitudes de rejilla más cortas que 222 pies, el radio crítico excede el radio
nominal, creando pérdidas de carga turbulentas cerca del pozo. Estas pérdidas de carga
adicionales significan bombear elevaciones adicionales durante toda la vida útil del
pozo. Por ejemplo, si sólo se instalan 150 pies (45 m) de rejilla, el caudal específico
(Q/s) sería (2000/150) = 13 gpm / pie (2.7 L/s/m). De la Figura 4, el radio crítico (rc)
resulta ser 10". (250 mm). En este caso, el flujo turbulento se extendería 4" (100 mm)
en la zona del filtro, produciendo pérdidas de carga turbulentas innecesarias y evitables.

Efecto de velocidad de entrada del agua en la rejilla. Ha habido considerable


discusión y controversias con respecto al límite superior para la velocidad de entrada de
agua a la rejilla para considerar que se ha hecho un buen diseñote un pozo. De hecho se
ha establecido casi con el significado de un dogma que la velocidad de admisión no
puede exceder los 0.1 pie/seg. (3 cm. /seg.). Las recientes investigaciones han producido
datos válidos que refutan estas concepciones tradicionales de la relación empírica entre
las pérdidas de carga a través de las rejillas y las velocidades de entrada .1

En el transcurso de la investigación quedó claro que bajo una cierta velocidad de


entrada no se logró ninguna ganancia apreciable en la eficiencia del pozo. Este valor
máximo es 2-4 fps (0.6-1.2 m/s) y puede verse en la parte B de Figura 9. El límite de
velocidad superior se obtuvo para eficiencias de pozos del modelo medidas para 100
gpm (6.3 L/s). Para este estudio los 100 gpm (6.3 L/s) se seleccionó como el peor caso o
límite superior para las condiciones de campo porque 100 gpm (6.3 L/s) en el modelo
corresponden a 600-gpm (37.9-L/s) de un pozo en el terreno que bombea de un acuífero
de 5 pie (1.5 m) de espesor.

Correspondientemente, el porcentaje
de área abierta para las diferentes
rejillas empleadas en la experiencia,
fueron ploteados con la eficiencia de
pozos a 100 gpm (6.3 L/s). Como se
muestra en la parte A de la Figura 9,
el porcentaje área abierta que
corresponde a los 2-4 fps (0.6-1.2 m/s)
maximiza la eficiencia del pozo.

En la mayoría de las instalaciones de


campo y con los criterios tradicionales
de diseño, la velocidad de entrada de
agua a la rejilla está muy por debajo de
este límite superior, como lo muestra
el ejemplo siguiente. Un pozo de 100
pies (30 m) de 10" (250-mm) de
diámetro de rejilla que tiene 3 % de
área abierta se bombea a 1000 gpm
(63.1 L/s). La velocidad de la entrada a
través de la rejilla puede calcularse
como:

V = Q/ (235rwbP)
en que v = velocidad de entrada a la rejilla - fps (m/s), Q = caudal de bombeo del pozo-
gpm (L/s), rw = radio de la rejilla del pozo - pulg. (mm), b = longitud de la rejilla - pie
(m), y P = porcentaje el área abierta de la rejilla (fracción). De la Ecuación 13 la
velocidad de entrada es calculada como:

v = 1000/(235 5 100 0.03) = 0.28 fps


El ejemplo demuestra que aún cuando la descarga del pozo se aumentó por un factor de
10 (una situación de campo muy improbable), la velocidad de la entrada calculada
todavía estaría debajo del máximo recomendado.

Efecto de velocidad de entrada del agua en la rejilla en la corrosión. Según Rossum,


(4), (5), la velocidad tiene dos efectos contrarios en la corrosión. La corrosión es
acelerada inicialmente aumentando la velocidad. Con los aumentos de velocidad,
disminuye el espesor de la capa de flujo laminar adyacente a las superficies metálicas
provocando que el oxigeno escape del metal. Sin embargo, cuando las películas
protectoras como la calcita o la siderita se forman, velocidades sobre los 5 fps (1.5 m/s)
estimulan la formación de capas más densas y protectoras. De hecho, dentro de este
rango, mientras más alta es la velocidad, mejor el recubrimiento. Las velocidades
excesivas pueden producir una combinación de corrosión y erosión que pueden ser
severas. Esto ocurre cuando las capas protectoras se barren mientras ellas están
formándose. Para las cañerías de acero, esta velocidad es aproximadamente 10 fps (3
m/s).

Los operadores de sistemas de agua saben que velocidades razonables son esenciales
para mitigar la corrosión. Donde la velocidad es baja, particularmente en los puntos
muertos, la corrosión es severa. Merrill y Sanks (6) han establecido que uno de los
atributos de un suministro de agua bien diseñado es una velocidad de por lo menos 2 fps
(0.6 m/s). Fotografías de pozos y el monitoreo con cámaras de televisión muestran que
la corrosión e incrustación son más grandes en las rejillas frente a los acuíferos en que la
producción y velocidades de entrada son bajas.

El efecto del filtro de grava y su espesor. El propósito primario del filtro es


estabilizar el acuífero. La rejilla del pozo se diseña para estabilizar el filtro. En los
pozos naturalmente desarrollados, la zona del filtro se desarrolla por la extracción de
partículas finas, dejando una zona de conductividad hidráulica alta que rodea la rejilla
del pozo. En los pozos con filtro, la relación entre un tamaño de grano característico
(usualmente el tamaño 50% que pasa) de la grava y del acuífero es conocida como la
relación filtro-acuífero. Hay acuerdo general que las relaciones filtro- acuífero deben
estar entre 4:1 y 6:1. La uniformidad de material medida por el coeficiente de
uniformidad Cu (la proporción del 60% que pasa al tamaño de grano 10%) no parece ser
un factor de diseño crítico si las proporciones filtro-acuífero se respetan. Por ejemplo,
las pruebas han mostrado que acuíferos heterogéneos (por ejemplo, Cu = 8) se
estabilizan usando filtros uniformes (Cu = 1.5) si las proporciones acuíferas están entre
4:1 y 6:1.

El ancho del espacio anular entre la cañería-rejilla y el pozo deben ser suficientes como
para facilitar la instalación del filtro. El espesor de filtro típicamente oscila entre 4 a 6"
(100 a 150 mm).
Aunque el tamaño de grano del material de filtro también tiene un efecto en la cantidad
de turbulencia cerca del pozo (es decir, los espacios de poro más pequeños reducen la
turbulencia), el manejo de pérdidas de flujo turbulentas es normalmente obtenido
reduciendo la tasa de bombeo y aumentando la longitud o diámetro de la rejilla.

Efecto del diámetro de la rejilla. Aunque el diámetro de la rejilla no es un factor del


diseño crítico en la mayoría de los casos, puede afectar la performance del pozo.

Efecto de diámetro en las pérdidas del pozo. Dados los diámetros de rejillas que
habitualmente se usan comercialmente, las pérdidas de carga que ocurren axialmente
con los movimientos de agua hacia la succión de la bomba son generalmente pequeñas.
Sin embargo, si se bombea a tasas altas con diámetros de rejilla pequeños pueden
producirse pérdidas de carga significativas por efectos friccionales, y esta posibilidad
debe tenerse en cuenta al diseñar un pozo.

Efecto del diámetro en el radio crítico. En ciertas condiciones en que se usan rejillas
demasiado pequeñas pueden resultar fenómenos de turbulencia cerca del pozo con la
correspondiente reducción del gasto o capacidad específica. Por lo tanto los diámetros
de las rejillas deben seleccionarse de forma tal que se asegure que el radio nominal del
pozo iguale o exceda el diámetro crítico.

Efecto del diámetro en la capacidad específica. El ejemplo siguiente ilustra el efecto


del diámetro de la rejilla en la capacidad específica. Para un pozo de 12". (300-mm) en
un acuífero con un transmisibilidad (Kb) de 100 000 gpd / pie (1250 m2/d) puede
calcularse la capacidad específica por medio de la Ecuación 12. Asumiendo re=rw y ro
= 1050 pies, Q/s = 57 gpm / pie (11.8 L/s/m). Si el diámetro de la rejilla fuera 24" (600
mm), la capacidad específica sería: Q/s = 63 gpm / pie (13 L/s/m). Por consiguiente,
doblando el diámetro aumenta la capacidad específica en sólo 10 por ciento.

Maximizar la eficiencia con un mantenimiento apropiado y periódico. Durante toda


la vida útil del pozo los costos operacionales generalmente exceden largamente los
costos de un mantenimiento rutinario bien concebido. Costos operacionales innecesarios
son el resultado de pérdidas de carga turbulentas en la rejilla y en el empaque de grava,
taponamiento de los orificios del elemento filtrante y/o pérdida de permeabilidad del
filtro. La importancia de mantener la producción del pozo y su gasto específico original
se demuestra en el siguiente ejemplo en el cual se determinan los costos los costos
operacionales anuales por concepto de consumo de energía.

Se probó un pozo con una depresión original de 100 pies (30 m) y una eficiencia de 80
por ciento bombeado a 2000 gpm (126 L/s). Los últimos datos mostraron una depresión
total de 117 pies (35 m) y una eficiencia del 68 por ciento a 2000 gpm (126 L/s). los
costes operacionales adicionales que son el resultado de esta declinación pueden
calcularse como sigue:

El depresión original = 100 pies


Pérdidas de la formación originales = 80 pies = 0.8 *100 pies
Pérdidas turbulentas originales = 20 pies = 0.2* 100 pies
Depresión actual = 117 pies
Nuevas pérdidas de la formación = 80 pies
Nuevas pérdidas turbulentas = 37 pies = 117 - 80 pies
Las pérdidas de carga debidas a taponamiento de los orificios de la rejilla y/u otros
factores aumentan a 17 ft. (5.1. m.). El número de kilovatios por hora P para elevar
estos 17 pies adicionales (5.1 m), asumiendo una eficiencia e = 0.65, pueden calcularse
de:

P = 9.854 Kw/h

Si el pozo se opera 16 h/d a un costo de USD $0.08 / el Kw / h, el costo operacional


anual debido a la pérdida de eficiencia sería:

16 * 365 * 9.854 * 0.08 = $4604

Asumiendo una vida de 15 años, estos


costos adicionales, sin actualizar,
alcanzan a $69,060.

Menores costos operacionales son el


primer beneficio de maximizar la
eficiencia del pozo. Deben monitorearse
periódicamente el caudal y la depresión
para poder tomar las decisiones que
correspondan sobre redesarrollo u otro
tipo de tratamiento del pozo cuya
eficiencia disminuya bajo un nivel
operacional razonable.

Pruebas del campo


Pruebas de etapas o caudal variable para determinar las características del pozo y
la bomba. Evaluaciones de la eficiencia y del desarrollo logrado, determinación de la
depresión, relaciones de producción y el cálculo de algunos de los tipos de pérdidas de
carga pueden hacerse haciendo uso de los datos de las pruebas de etapas o caudal
variable. El procedimiento habitual y sobradamente conocido es bombear el pozo a
diferentes caudales en orden creciente en que cada caudal es una fracción de del caudal
máximo a explotar. Por lo menos tres caudales y sus respectivas depresiones son
necesarios para evaluar la mayoría de los pozos. Si se sospecha que hay turbulencia en
la zona del filtro se puede llegar a requerir hasta seis caudales y sus respectivas
depresiones. La Figura 10A ilustra un típico ejemplo del análisis de la prueba de etapas
para determinar las características de la bomba y del pozo.

Este análisis de la prueba de etapas requiere plotear la depresión específica s/Q


(depresión específica) y el Caudal Q para cada una de las etapas. La siguiente
explicación muestra la teoría que apoya este tipo de análisis. En un pozo perfectamente
desarrollado que penetra totalmente el acuífero, la depresión en el puede ser calculada
de la siguiente manera:

S = BQ + B"Q" + CQ2

en que s = depresión medida en el pozo pie (m), Q = caudal bombeado - gpm (L/s), B =
coeficiente de pérdida de la formación - ft/gpm ( m/L/s), B" = coeficiente de pérdida de
flujo turbulento en la zona del filtro - ft/(gpm)n ( m/[L/s]n), C = coeficiente de pérdida
del pozo - pie / (gpm)2 ( m/[L/s]2), y n = exponente que varía entre 1 y 2. La Ecuación
14 puede volverse a escribir por lo que se refiere a s/Q, asumiendo flujo totalmente
turbulento en la zona del filtro (es decir, n = 2):

s/Q = B + (B" + C) Q

De la Ecuación 15, puede verse que el coeficiente de pérdida de formación B puede


determinarse de la recta de mejor ajuste con el eje de la descarga específica. Durante los
caudales iniciales probablemente no habrá turbulencia cerca del pozo.
Consecuentemente las únicas pérdidas de carga turbulentas serán las del pozo.

La pendiente de la recta mencionada nos da el valor del coeficiente C (recta 1 de de la


Figura 10 B. Cuando se prueba el pozo a caudales mayores, cualquier pérdida de carga
debida a flujo turbulento se reflejará en un cambio de pendiente (recta II de la Figura 10
B). La pendiente de la recta aumenta en la medida que la turbulencia se incrementa, con
pérdidas de carga que se aproximan a aquellas propias de un flujo completamente
turbulento. La pendiente de la recta de mejor ajuste a lo largo de estos puntos es igual a
B" + C dentro del rango de descarga pertinente.

En la mayoría de los pozos, las longitudes de rejilla son suficientemente largas, y el


radio crítico no excede el radio nominal. Cuando todos los puntos de la prueba caen
dentro de la recta, esto es una confirmación de la aseveración anterior. Si una depresión
adicional no rinde un aumento proporcional en la producción, se ha alcanzado un punto
crítico de la descarga. Esto ocurre cuando la formación acuífera enrejillada es incapaz
de producir más agua debido a las fuerzas friccionales internas, o cuando la descarga es
igual o superior a la recarga del acuífero (e.g. efecto fronteras). Esto puede ocurrir, pero
usualmente no antes de que incidan pérdidas de carga turbulentas en o cerca del pozo.

Una vez las constantes B, B", y C son determinadas, puede calcularse la eficiencia del
pozo para el rango completo de caudales.

Turbulencia no cercana al pozo

EI = 100/(1 + CQ/B) (16)


Existencia de flujo completamente turbulento cerca del pozo.

EII = 100/(1 + [B" + el C] Q/B) (17)

En que EI = eficiencia del pozo durante los bombeos a caudales bajos cuando no es
evidente una turbulencia no cercana al pozo. y EII = eficiencia del pozo durante los
bombeos a caudales más altos cuando pérdidas de carga debidas a flujo completamente
turbulento ocurren o se hacen presentes. (Figura 11).
Este procedimiento de la comprobación descrito sólo se aplica a los pozos totalmente
desarrollados en los que no hay pérdidas de carga en la zona dañada. El análisis de los
datos de las pruebas de etapas con pérdidas de carga en la zona dañada resultará en un
más bajo coeficiente de pérdida de la formación que su verdadero valor o real. Las
pruebas por etapas en si misma no son adecuadas para diferenciar entre tipos de
pérdidas laminares en las cercanías del pozo. Para aquellos pozos que se sabe o
sospecha pérdidas de carga en la zona dañada, se sugiere el siguiente procedimiento. La
determinación de las pérdidas de carga en la zona dañada puede lograrse usando una
prueba de interferencia con pozos de observación en conjunto con la prueba por etapas.

La prueba de interferencia suministra la depresión versus la distancia al pozo de


bombeo (pozos de observación que deben ubicarse a varios cientos de pies del pozo de
bombeo. Estos datos se extrapolan entonces logarítmicamente al borde exterior de la
zona del filtro. Esta depresión extrapolada a la zona de contacto acuífero-filtro
representa la verdadera pérdida de carga de la formación o acuífero la diferencia entre la
pérdida de carga aparente de la formación obtenida mediante los cálculos basados en la
prueba por etapas y la verdadera pérdida de carga de la formación, representa las
pérdidas de carga de la zona dañada. (Figura 12).

Prueba por etapas como indicador del estado de avance del desarrollo. de
desarrollo. La prueba por etapas es una valiosa herramienta para determinar hasta qué
punto el desarrollo de un pozo se ha completado. Los datos de las pruebas de pozos
recientemente desarrollados constituyen una fotografía del pozo. Estos datos pueden
luego ser comparados con pruebas posteriores para decidir sobre la conveniencia de
efectuar un redesarrollo o, en general, una rehabilitación.

Durante el desarrollo, aumenta considerablemente la conductibilidad hidráulica del


sedimento grueso que rodea inmediatamente el pozo como resultado de la remoción del
sedimento de grano fino. Además, el
desarrollo tiene como finalidad eliminar los
efectos perjudiciales provocados por la
perforación. Por consiguiente, las pérdidas de
carga de la zona dañada y las pérdidas de
carga laminares del filtro tienden a declinar en
la medida que el desarrollo del pozo progresa.
Las pruebas de gasto variable o por etapas
realizadas durante el desarrollo del pozo
reflejan la declinación o disminución de estas
pérdidas de carga. Pendientes negativas de
una recta en que se plotea la depresión
específica versus el caudal, indican que el
desarrollo está ocurriendo. La figura 13
tipifica la evolución del desarrollo de un pozo.

Pérdida de carga específica. Las pruebas


hechas para determinar la eficiencia de un
pozo muestran la utilidad de las mismas para
evaluar el estado de un pozo. Pero debido a
que el coeficiente de pérdida de formación B
es una función del tipo acuífero, la
comparación de la eficiencia de pozos en
diferentes medios hidrogeológicos puede ser
incompatible. Para superar esto, el efecto de
los tipos acuíferos diferentes es eliminado y
las comparaciones sólo se hacen entre los
términos de pérdida de carga turbulentas
(pérdidas en el pozo y pérdidas en sus cercanías inmediatas). Este último índice, se ha
definido como pérdida de carga específica (SL), y se expresa como:

Pérdida específica = SL = CQ (ninguna turbulencia cercana al pozo)

Para los casos en que se registra turbulencia, la pérdida de carga específica puede
escribirse:

Pérdida específica = SL = (B" + C) Q

La Figura 14 muestra un ejemplo de dos pozos completados en dos ambientes


hidrogeológicos disímiles. Como queda demostrado en la figura, las comparaciones de
eficiencias son erróneas, considerando que las comparaciones de pérdida específicas son
significativas.
Conclusiones
El diseño de pozos eficientes requiere de un adecuado conocimiento de los distintos
factores hidráulicos que afectan los componentes principales de la depresión. El flujo
turbulento a través de la rejilla del pozo y en el y las cercanías del filtro de grava crea
innecesarias pérdidas de carga. Minimizando estas pérdidas de carga debido a flujo
turbulento se pueden lograr sustanciales reducciones de costos operacionales a lo largo
de toda la vida útil del pozo.

Pozos eficientes incorporan un adecuado diseño de la rejilla, filtro de grava


correctamente seleccionado junto con efectivos métodos de desarrollo. El Radio
Efectivo del pozo puede ser usado para medir el grado de desarrollo de la zona del filtro
de grava.

Las estimaciones de la longitud mínima de rejilla requieren eliminar la turbulencia en


las cercanías del pozo y pueden fundamentarse en el conocimiento de las magnitudes
del bombeo y los materiales empleados en el filtro de grava. La experiencia empírica
reciente señala de manera clara que la velocidad de admisión a la rejilla no es un factor
crítico de diseño en la mayoría de las aplicaciones de campo.

Las proporciones correctas entre el filtro de grava y el acuífero y un buen y completo


desarrollo son los principales factores y mucho más determinantes en la construcción de
pozos de agua eficientes.

Las pruebas por etapas o de caudal variable son una herramienta efectiva para calcular
la eficiencia de un pozo y sirven además para cerciorarse que el desarrollo ha sido
efectivamente completado.

Agradecimientos
Esta investigación fue patrocinada por Roscoe Moss Co. de Los Ángeles, California.

Agradecimientos especiales van a Dave Walker y John List.

Bibliografía
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New York (1964).

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LIST, E.J. Analysis of Development Methods for Gravel Envelope Wells. The Roscoe
Moss Co. (1983).

TODD, D.K. Groundwater Hydrology. John Wiley & Sons, New York (1980).
John Wiley & Sons, New York (1980).

Notas al pie de página


1. WILLIAMS, D.E. The Well-Aquifer Model - Initial Test Results. The Roscoe Moss
Co. (1981).

2. BOULTON, N.S. Discussion in C.E. Jacob. Drawdown Test to Determine the


Effective Radius of Artesian Wells. Trans.ASCE, 112:1047 (1947).

3. JACOB, C.E. Drawdown Test to determine the Effective Radius of Artesian Wells.
Trans.ASCE, 112:1047 (1947).

4. ROSSUM, J.R. Personal Communication (1983).

5. ROSSUM, J.R. Fundamentals of Metallic Corrosion in Fresh Water. The Roscoe


Moss Co. (1980).

6. MERRILL, D.T., & SANKS, R.L., Corrosion Control by Deposition of CaCO3


Films: Part 3, A Practical Approach for Plant Operators. Jour. AWWA, 70:1:12 (Jan.
1978).

7. SMITH, H.E., Gravel Packing Water Wells. Water Well Journal, 8:1 (1954).

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