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LOS 10 ERRORES COMETIDOS POR EMPRENDEDORES

Leo a través de Yahoo Finance un artículo del Wall Street Journal sobre 10 errores que los
emprendedores cometemos cuando estamos empezando.

Normalmente no suelo leer mucho esa clase de artículos porque suelen repetir obviedades o estar
escritos por consultores que nunca se han puesto manos a la obra con tener una empresa propia y
sólo se dedican a predicar desde el púlpito.

De hecho tampoco suelo leer el Wall Street Journal, no se vaya a creer que soy de esos, este
artículo de Rosalind Resnick me llegó vía Guy Kawasaki y Twitter, pero tengo que reconocer
que da en el clavo y por eso me gustaría nombrarlos para aquellos con más dificultad con el
inglés y compartir mi opinión y experiencia propia sobre ellos.

1.- Hacerlo solo

Culpable me declaro, aparte de que te hace perder la perspectiva y todo eso, lo principal desde el
punto de vista pragmático es que mientras estés solo te va a ser imposible hacer crecer el
negocio, que es lo indispensable para que tu empresa acabe trabajando para ti y no seas tú el que
tenga que estar toda una vida trabajando para tu empresa.

Al principio crees que puedes hacerlo todo solo, luego viene la realidad y te baja al suelo a
patadas…

2.- Pedir muchos consejos a mucha gente

Una de las cosas por las que este artículo he querido referenciarlo es porque me he visto
retratado en mis primeros tiempos (y también en algo de los actuales, lo confieso). Está genial
pedir consejos y preguntar a quien ya ha caminado por donde nosotros pretendemos, pero lo
cierto es que si preguntas a suficiente gente verás como acaban diciéndote una cosa y
también la que es totalmente contraria.

Al final sólo HACIENDO es como sabes lo que te funciona en tu caso.

La experiencia de los demás puede ser útil pero no puedes calcarla a tu situación y esperar que se
desarrolle igual, además de que hay otro problema muy común hoy día con esto de Internet y de
poder acceder a más información que nunca.

Que te satura.

Y lo que es peor, provoca la sensación de no querer empezar hasta que no lo sepas todo sobre
Marketing, producto o lo que sea, ya que no quieres desperdiciar dinero o tropezar por ignorante.

El problema es que nunca lo vas a saber todo.

Sinceramente, el 99% de emprendedores suele necesitar informarse menos y hacer más.


3.- Dedicar mucho tiempo al producto y su desarrollo y muy poco a las ventas

Cuando creé mi primer producto dediqué tanto tiempo que acabé saturado, no veía el día en el
que podía terminar y sacarlo a la luz, de hecho cuando lo hice fue como estudiar una oposición,
que te has dejado el hígado y luego crees que ya está todo hecho, de manera que durante las
semanas siguientes no quieres ver el tema ni en pintura.

El problema es que si lo haces así, te aseguro que no vas a vender nada.

No fue hasta tiempo después que me di cuenta de que cuando acabas de hacer el producto es
cuando empieza el trabajo de verdad, porque tienes que venderlo, de hecho no estás en el
negocio de hacer algo, sino en el de vender ese algo.

Es tan importante el Marketing como preparar el producto, de hecho ahora suelo empezar con el
Marketing antes de haber terminado el diseño del producto. Lo negativo de mi enfoque anterior
era que acababa tan cansado de hacer el producto, había dado tanto, que ya no quería saber nada
de él, pero resulta que si no lo promocionas, nadie va a venir.

¿Mi humilde recomendación? Empezar con el Marketing hoy, incluso cuando el producto no esté
hecho…

4.- Apuntar a un mercado demasiado pequeño

¿Qué puedo decir? Ese es el tema central de la serie “Cómo hacer dinero siendo emprendedor”,
con lo que si no lo ha leído, es el momento.

5.- Entrar en un mercado si un agente distribuidor

En los tiempos en los que no había tantas empresas y el mercado no estaba saturado de
productos, uno podía crear algo y “esperar a que vinieran”. Hoy día esa es la fórmula del suicidio
por muerte agónica.

Si no tenemos agentes, distribuidores o alguien que conozca al mercado y sus jugadores estamos
perdidos, si no tenemos un plan para sacar el producto de la estantería y ponerlo en cada
escaparate, o ante la mirada de cada cliente potencial, volvamos al laboratorio a reorganizarnos.
Es mucho mejor que estrellarse contra la realidad y estrangular un buen producto.

6.- Pagar demasiado por los clientes

Básicamente se refiere a gastar demasiado en Marketing para adquirir clientes e interesados


mediante campañas.

El problema que yo he visto es que más bien nadie tiene ni idea de cuánto le cuesta adquirir
un cliente ni cuánto puede llegar a gastarse en Marketing y seguir siendo rentable.
Siendo dos de las preguntas más importantes en cualquier empresa, es curioso como el 99,99%
de emprendedores no conoce la respuesta.

De hecho hay tan poca claridad con el tema que por eso en su día empecé a usar el software
Cristal de indicadores clave y tiempo después decidí sacarlo a la luz para otros emprendedores

7.- Empezar con poco capital

Aún me sorprende la cantidad de nuevos emprendedores que creen que van a poder conseguir
clientes y ventas sin invertir un solo euro, ni en marketing, ni en producto ni en nada… la vida
real funciona así:

“Sueles obtener de manera proporcional a lo que inviertas”

Y de hecho hay veces que incluso inviertes y no consigues nada a cambio, pero así es la vida del
emprendedor y el riesgo inherente.

Con poco dinero pronto la preocupación número 1 de la empresa es cómo pagar nóminas y
facturas, ocupando eso las 24 horas del día y no dejando tiempo a lo importante: Marketing y
Producto.

8.- Conseguir demasiado dinero para empezar

Este también lo he visto, consigues ese préstamo y a ese inversor y de repente tienes miles de
euros, de manera que alquilas la oficina coqueta y montas una estructura demasiado grande e
inútil, con gente que todavía no es necesario contratar para puestos que no son indispensables
todavía.

Uno puede imaginarse el final de la historia, porque conseguir ventas no es fácil y al final esto es
una ecuación basada en que tiene que entrar más dinero del que sale y si ya dispones una
estructura que hace que salga demasiado dinero…

9.- No tener un plan de negocio

Una vez en unas charlas para emprendedores hubo un “animado” debate sobre planes de negocio
y fue curioso ver lo que decíamos los emprendedores que nos habíamos liado la manta a la
cabeza en contraposición a los asesores y entidades públicas que se encontraban allí también.

Dejando de lado el hecho de que probablemente ya no me inviten nunca más a dar mis opiniones
en público a futuros emprendedores, debo reconocer que es cierto que muchos emprendedores
salen al ruedo sin ni siquiera saber claramente qué objetivo quieren conseguir a seis meses.

El plan de negocio es útil, que nadie se crea que estoy en contra de hacer uno, a pesar de las
conclusiones que uno pueda tener si hablo sobre el tema. Sirve para tener un rumbo y sirve
porque muchas ideas que parecen buenas se caen por su propio peso en cuanto intentas
concretarlas un poco, con lo cual nos va a ahorrar disgustos… por eso no tener un plan de
negocio es hacer cierto el proverbio de que “si no sabes dónde vas, no te extrañe que no llegues
a ningún lado”.

10.- Pensar demasiado el plan de negocio

Es la otra cara de la moneda y de lo que suelo hablar más. En mi experiencia el 90% de


contenido del 90% de planes no es más que fantasía y complicación innecesaria que luego no
sirve en la realidad.

La mayoría de modelos tienen demasiados puntos y al final no son más que intentos de adivinar
el futuro, cosa que nunca vamos a conseguir.

Muchos emprendedores que andan liados durante meses con hacer un plan de negocio perfecto
habríamos ahorrado esfuerzo y aprendido mucho más si hubiéramos tenido claras cuatro cosas y
hubiéramos empezado a HACER cosas en el mundo real para ver cómo nos respondía este.

Es obvio que yo vine de un mundo de traje y corbata donde me ganaba el sueldo con esa clase de
planes y reuniones sobre estrategia, era de los que tenía muy inculcada la importancia del tema…
Y no voy a negar que algunas veces funcionaba, ni renegar ahora y decir que todo era inútil, pero
para muchos pequeños y medianos emprendedores el plan de negocio es como un traje que
queda grande y tiene demasiados complementos inútiles porque al final lo que vas a hacer es
lanzarte a una trinchera con barro y pelearte con el día a día, no vas a desfilar en una pasarela y
la gente no te compra porque tu plan de negocio tenga los gráficos más espectaculares.

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