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Cuando los padres envejecen

Cuidando de nuestros padres cuando estamos


lejos

Siempre está todo bien... hasta que algo pasa.


¿Qué hacer?

En el mundo de hoy es común que miembros de la misma familia vivan en


diversas ciudades y hasta diferentes países. A veces son los padres los que
deciden mudarse lejos del lugar donde consolidaron su familia, para
jubilarse y vivir en un clima más atractivo y cálido. Pero a menudo los que
se van son los hijos.

Siempre está todo bien – hasta que algo pasa. Un doctor llama en el medio
de la noche desde miles de kilómetros para darle la mala noticia que su
padre está internado. O su madre, lo llama para decirle que ella no puede
seguir sola mucho tiempo haciéndose cargo de la enfermedad de su padre.
Son pedidos de ayuda -pero de larga distancia-.

Muchos hijos deben ayudar a la distancia cuando sus padres u otros


familiares necesitan ayuda. La tarea puede ser difícil, agotadora, y hasta
consumirle más tiempo del que tiene disponible.

¿Puede ocuparse del problema a través del teléfono o necesita estar allí
en persona?

Este es uno de los aspectos más difíciles del cuidado de sus padres. Las
emergencias requieren obviamente un viaje. Pero hay otras situaciones que
pueden ser difíciles de evaluar por teléfono.

El estar lejos de sus padres puede también significar estar lejos de los
teléfonos o instituciones locales que ayudan a las personas locales. Y la
frustración al intentar –y no poder- tener acceso a los servicios necesarios
estando tan lejos puede conducir fácilmente a sentirse desamparado.

¿Qué hacer?

No existe ninguna respuesta mágica, pero hay algunos pasos que usted
puede seguir para hacer el tema más manejable:

·        Información externa: determine con sus padres (y otros miembros de


la familia) qué ayuda necesitan. Busque en los servicios comunitarios de
ayuda. Usted puede conseguir información por teléfono o por Internet.
Puede ubicar las instituciones locales que proporcionan estos servicios.

·        Esté preparado. Antes de que ocurra una emergencia, pida a sus
padres la información médica, financiera y legal que pudiera ser necesaria.
Sepa quiénes son sus médico y los remedios que están tomando, la
información del seguro médico, los números de seguridad social, etc..
Quizás usted pueda también tener una copia de la guía de teléfono local de
sus padres por si acaso, o de su agenda, cartilla médica, o cualquier otro
listado que pudiera ser de ayuda en el futuro. 

·        Haga una lista de los familiares, amigos, vecinos, y otros que puedan
ayudar. Agende sus números de teléfono y direcciones. Si usted no llega a
hablar con sus padres, llame a esta gente para que pueda aclararle el
panorama. También pueden llegar a ayudar con algunas tareas necesarias o
previas a su arribo.

·        Sea sensible y escuche la opinión de sus padres. Aunque el ocuparse


de estos asuntos pueda ser frustrante, es importante que pueda mantenerse
positivo. Explíqueles los servicios que pueden utilizar y de qué se tratan. A
veces es provechoso que alguien a quien sus padres respeten recomienden
ese servicio.

·        Asuma la situación. Cuando usted visita a sus padres investigue si


tienen problemas de seguridad o de salud. Muchos servicios brindan la
posibilidad de estar alertas a las necesidades de sus padres. Involucre a sus
padres para que ellos requieran de esa ayuda en caso de necesitarlo.

·         Tenga en cuenta sus propias necesidades. Aprenda y utilice las


habilidades que le permitan hacer frente a un problema, consiga ayuda o
asesoramiento y tómese el tiempo necesario para usted mismo. Asuma que
es imposible estar en todos lados al mismo tiempo. Pida ayuda cuando la
necesite.

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