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SALUD OCUPACIONAL
El objetivo fundamental de la Salud Ocupacional es conseguir que los trabajadores se vean libre, a
lo largo de toda su vida de trabajo, de cualquier daño a su salud ocasionado por las sustancias que
manipulan o elaboran, con los equipos, las maquinarias y las herramientas que utilizan, o por las
condiciones en que desarrollan sus actividades. En igual forma, intenta garantizarles un ambiente
agradable y libre de incomodidades.
Para alcanzar estos objetivos, utiliza las técnicas de la ingeniería, la medicina y la química, así
como las de otras disciplinas afines, para medir, evaluar y controlar las condiciones ambientales que
podrían afectar a la salud o al bienestar de los trabajadores, al constituir un riesgo potencial de
accidentes o enfermedades ocupacionales, y para obtener la recuperación de la salud de los
trabajadores.
Los sistemas energéticos tienen una relación directa con múltiples factores de riesgo, ya sea
como insumo, como proceso o como productos directos o indirectos.
Algunos insumos para los procesos energéticos son por ejemplo el calor producido por
diferentes fuentes y productos indirectos tenemos el material particulado resultante por
ejemplo de la combustión de un combustible (por ejemplo gasolina, diesel, etc).
2. Calor
2.1. Generalidades
El hombre debe mantener la temperatura de sus órganos vitales dentro de estrechos límites
y cuando el calor lo afecta , la primera respuesta de éste es una sensación de malestar,
disminución en el rendimiento de tareas no físicas, una creciente tendencia a accidentes
leves y cambios en aspectos emocionales de los trabajadores . Las formas de intercambio
de calor entre el organismo y el ambiente dependen de las condiciones térmicas del medio
ambiente de trabajo (temperatura del aire, húmedad, velocidad del aire, tipo de vestimenta
y el consumo metabólico del individuo.) Es frecuente que los diferentes procesos de
producción generen calor, lo cual se suma a las características de las construcciones en el
ambiente de trabajo y alrededor de este, generando en los trabajadores expuestos, estrés
térmico por calor que ocasiona daños para la salud, muchas veces aunque se tenga un
proceso de aclimatación previo.
Los efectos negativos para la salud comienzan cuando los mecanismos naturales del
hombre, de generación de calor para mitigar el frío, o de disipación del calor para evitar la
subida de la temperatura interna, se ven alterados. Si la combinación de carga de trabajo y
calor ambiental es tan grande que no puede mantenerse el equilibrio térmico, los
trabajadores están expuestos a sufrir efectos adversos.
Se dan además por exposición al calor, pérdidas de agua y electrólitos y en la disipación del
calor, por ejemplo por sudoración, una sobrecarga a los sistemas reguladores de la
temperatura corporal, principalmente el sistema cardiovascular.
Las medidas para prevenir los efectos del calor en trabajos son suministrar agua fresca y
abundante, reprogramar tareas de acuerdo a la intensidad del clima; usar prendas
adecuadas, realización de evaluaciones médicas periódicas, exclusión de la exposición a
quienes presenten hipertensión, enfermedades cardiovasculares y pulmonares y
trabajadoras embarazadas. [1]
Se ha definido que la temperatura corporal por encima de 38 grados centígrados es
peligrosa, al igual que la temperatura corporal por debajo de 36 grados centígrados. [2]
Mediante un balance térmico, el calor generado internamente debe equilibrarse con el calor
transmitido al exterior, teniendo en cuenta la producción interna de calor, la pérdida de
vapor de agua a través de la superficie de la piel por evaporación o difusión, el calor
eliminado por radiación (en función de la temperatura del cuerpo humano y de las
temperaturas de las diversas superficies del entorno que lo rodea), pérdida de calor por la
respiración, pérdida del calor por conducción y pérdida del calor por convección.
El calor del metabolismo (calor interno) es consecuencia de reacciones químicas en la
digestión, respiración, circulación de la sangre, trabajos mecánicos, esfuerzos,
movimientos.
Se han estudiado las condiciones de temperatura adecuadas para realizar una determinada tarea sin
que el organismo se vea afectado. En la Tabla 2 se presentan las condiciones óptimas para
desempeñar un trabajo:
2.2.1 Conducción
La conducción es la transmisión de calor entre dos sólidos que están en contacto. Los
intercambios se producen entre la piel y la ropa, el calzado, los puntos de presión (asiento,
asas), herramientas, etc. En la práctica, para el cálculo matemático del equilibrio térmico, el
flujo de calor por conducción se estima indirectamente como una cantidad igual al flujo de
calor por convección y radiación que tendría lugar si esas superficies no estuvieran en
contacto con otros materiales.
2.2.2 Convección
La convección consiste en la transferencia de calor entre la piel y el aire circundante. Si la
temperatura de la piel, en grados Celsius (°C), es mayor que la temperatura del aire, el aire
en contacto con la piel se calienta y, como consecuencia, se desplaza hacia arriba. Se
establece así una circulación de aire, conocida como convección natural, en la superficie
del cuerpo. El intercambio aumenta si el aire pasa sobre la piel a una cierta velocidad, ya
que se fuerza la convección.
2.2.3 Radiación
Todos los cuerpos emiten radiación electromagnética cuya intensidad depende de su
temperatura absoluta T (en grados Kelvin: K) elevada a la cuarta potencia. La piel, con una
temperatura que puede oscilar entre 30 y 35 °C (303 y 308 K), emite este tipo de radiación
en la zona infrarroja. Además recibe la radiación emitida por las superficies vecinas.
2.2.4 Evaporación
Sobre todas las superficies húmedas existe una capa de aire saturado con vapor de agua. Si
la atmósfera no está saturada, el vapor se difunde desde esta capa a la atmósfera. La capa
tiende a regenerarse absorbiendo el calor de evaporación (0,674 vatios hora por gramo de
agua) de la superficie húmeda, que se enfría. Si toda la piel está cubierta de sudor, la
evaporación es máxima y depende sólo de las condiciones ambientales
El organismo para defenderse del calor que le causa daño tiene tres mecanismos:
• Regulación térmica
• Gasto Cardiaco
• Frecuencia cardiaca y la sudoración.
El cuerpo humano tiene termorreceptores en la piel, la médula espinal y las paredes de los
vasos en los músculos los cuales emiten señales nerviosas reflejas que estimulan los
centros de control de temperatura en el cerebro. En los climas calientes, dichos centros
disminuyen la generación de calor inhibiendo los centros situados en la parte posterior del
hipotálamo y aumenta la disminución del calor, regulando el flujo sanguíneo, el tono
muscular, la respiración y la sudoración. Esta disminución del calor (termosis) es un
fenómeno físico y ocurre por conducción, convección, radiación o evaporación del sudor.
No solamente a través del metabolismo el cuerpo humano genera calor, cuando se expone a
temperaturas ambientes más calientes o a mayor temperatura que su piel o cuando está
rodeado de objetos sólidos a mayores temperaturas el cuerpo ganará calor. También en el
caso inverso (temperaturas mas frías) el cuerpo perderá calor. Aquí entran a jugar su papel
los mecanismos de intercambio térmico (el metabolismo, la convección, la radiación y la
evaporación) mediante ellos se llevará a cabo los intercambios térmicos entre el cuerpo
humano y el ambiente durante toda la vida del ser humano, o sea es un flujo constante de
energía
2.3.1.2 Sudoración.
2.3.1.4 Aclimatación
Para conseguir una buena aclimatación para trabajo pesado en condiciones de calor, es
mejor someter al individuo a trabajo muy duro bajo condiciones moderadamente cálidas,
que someterle a trabajo ligero bajo condiciones climáticas muy severas. Sin embargo, con
el fin de obtener una buena aclimatación en un tiempo razonable, el período de ejercicio o
trabajo debe ser suficientemente largo.
El trabajo durante una hora diaria a una temperatura elevada sólo producirá una
aclimatación parcial al cabo de dos semanas y tanto la frecuencia cardiaca como la
temperatura rectal continuarán siendo demasiado altas.
Un método más general para conseguir una aclimatación rápida consiste en someter al
individuo a la mitad su carga de trabajo teórica y a la mitad de la carga térmica durante el
primer día. A partir de entonces ambos parámetros se incrementan cada día un 10 por 100
y la aclimatación se finaliza en 6 días. Para la reaclimatación de un trabajador que ha
estado alejado del trabajo durante un periodo superior a una semana, por razones de
vacaciones, enfermedad u otras, la técnica consistirá en someterle al 50 por 50 cada día
sucesivo, de forma que completaría la aclimatación en 4 días.
Las personas robustas y obesas son menos adaptables al calor. Los trastornos de la obesidad
alteran la circulación sanguínea entre la piel y el músculo que irriga y es más fácil que
sucumban al golpe de calor, que en su caso sería tres a cuatro veces más probable que fuese
mortal que en el caso de una persona de peso normal. [14]
Causas internas:
• Esfuerzo muscular por trabajo
• Esfuerzo muscular por deporte
• Fiebre
• Hipertermia maligna
Causas externas
Los comportamientos inseguros se manifiestan mucho antes que las respuestas fisiológicas
(aumento de la frecuencia cardiaca, respiratoria y vasodilatación), al incremento de calor.
A 27 grados centígrados la proporción de actos inseguros es el 50%, mayor en
comparación a trabajar a 21 grados centígrados. Los tiempos de reacción a mayores
temperaturas son mas demorados (o mayores) de quienes trabajan entre 17 y 23 grados
centígrados.
Las manifestaciones clínicas asociadas al calor son frecuentemente: fatiga extrema, piel
seca y caliente, transpiración pesada, nauseas, vómito, diarrea, desorientación de la persona
en lugar o en tiempo, vértigos, movimientos no coordinados y enrojecimiento de la cara.
Cuando se da un movimiento de calor severo puede ocurrir falla renal aguda, coagulación
intravascular diseminada, daño de fibras musculares, síndrome respiratorio agudo,
desordenes del equilibrio de líquidos y electrólitos en el organismo.
Una sed ligera refleja una pérdida hídrica no compensada de menos de 5 % del peso
corporal. Cuando la pérdida es de 5-8 % del peso corporal puede aparecer:
Elevación de la frecuencia del pulso y de la temperatura corporal.
Reducción de orina (oliguria).
Pérdida de rendimiento laboral.
Inquietud, irritabilidad, laxitud o somnolencia y sed.
Con el déficit hídrico de alrededor de 10 % del peso corporal no puede realizarse ningún
trabajo. El trabajador no tiene la fuerza suficiente y presenta resequedad en mucosas y en
piel, se torna jadeante y aparece dolor de cabeza, mareos y puede perder el equilibrio.
La deshidratación disminuye el flujo de sudor y contribuye a la elevación de la temperatura
central y al aumento de la frecuencia cardiaca, disminuyendo el gasto cardiaco sistólico
como resultado de una disminución en el volumen de sangre circulante.
Estos resultan de la pérdida de sodio en la sudoración que sólo se reemplaza con agua; por
lo general, se caracterizan por contracciones espasmódicas involuntarias de los músculos.
La boca se deforma en posición de hocico de tenca o adopta la posición de silbar. También
se afectan los miembros y los músculos de la pared abdominal. Durante uno a tres minutos
sobrevienen breves espasmos que se reproducen después de una pausa de algunos minutos
que se pueden acompañar de dolores muy intensos y aceleración del pulso.
La piel se encuentra húmeda y fría y los músculos afectados se palpan duros; la temperatura
puede ser normal o estar ligeramente elevada.
Hay que trasladar al paciente a un ambiente frío. Se coloca suero fisiológico o se suministra
solución salina oral que consiste en cuatro cucharaditas cafeteras de sal por cada galón
(3.8L) de agua. No se recomiendan las tabletas de sal. Puede ser necesario el descanso
durante uno a tres días agregando de modo continuo sal a los alimentos antes de regresar al
trabajo.
GRUPO DE
EFECTO
TRASTORNO
Son las manifestaciones a nivel del comportamiento que presenta un trabajador que ha
estado expuesto a condiciones de estrés térmico y a un incremento de la temperatura interna
por las labores realizadas, pero que se presentan no de una manera súbita sino lentamente
debido a algunos mecanismos de adaptación o defensa del organismo o a la ingesta de
líquidos pero no los suficientes para evitar los efectos crónicos.
Se caracterizan por tener manifestaciones inespecíficas, de difícil interpretación y que
influyen negativamente en el trabajador, el grupo de trabajo y en la producción.
Por ser tan inespecíficas se confunden fácilmente con manifestaciones de desmotivación y
pereza para realizar las actividades.
En la Tabla 5 se presentan los efectos psíquicos que se generan como consecuencia a la
exposición del calor.
EFECTO
GRUPO DE TRASTORNO
• Malestar
• Irritabilidad
• Dificultad para
PSIQUICOS
concentrarse
• Disminución rendimiento
intelectual
Las manifestaciones crónicas por la exposición al calor son de aparición lenta y están
relacionadas con la piel. Generalmente aparece en los casos de sudación intensa y cuando
se presentan obstrucciones de las glándulas sudoríparas existiendo una relación directa con
el tiempo en la cual la piel esta totalmente mojada. En otros casos se da por la exposición
prolongada al calor lo que lleva a insolación, presentando la piel roja, con edema, dolor y
pueden aparecer ampollas.
Las manifestaciones clínicas pueden ser: piel colorada o roja (eritema), hinchazón (edema),
ampollas y prurito. Como consecuencia del prurito y el rascado, es frecuente que las
lesiones se infecten y se presenten abscesos.
En la tabla No 6 se relacionan las principales alteraciones cutáneas secundarias a la
exposición crónica al calor.
Hay tres tipos de miliaria en orden creciente de gravedad son la miliaria cristalina,
miliaria rubra y miliaria profunda. Debido a que la obstrucción de los conductos se hace
más profunda en la piel, la gravedad aumenta y la presentación. En cada caso varía, (por
ejemplo, vesículas, eritema, descamación, placas enrojecidas –máculas-).
ERITEMA ABIGE.
Se caracteriza por la aparición de nódulos gruesos de piel, después del contacto directo
con calor insuficiente para causar una quemadura.
INTERTRIGO
Los trabajadores que efectúan tareas que los exponen a estrés calórico, deben ser valorados
por un médico para identificar a las personas con riesgo de trastornos por calor debido a
padecimiento preexistente o por el uso de fármacos. A los trabajadores expuestos se les
debe capacitar para reconocer los síntomas y signos precoces de trastornos por calor y
recomendarles la importancia de vestir, nutrirse e ingerir líquidos de manera adecuada, así
como proporcionarles agua potable fría frecuentemente.
Las siguientes medidas deben facilitar la aclimatación a las altas temperaturas o mejorar el
comportamiento bajo tales condiciones.
Líquidos:
Desde el inicio de la exposición a las altas temperaturas: 100 a 150 ml de agua cada 15 a 20
minutos. El grado de sed experimentada siempre es inferior a la pérdida real. Las bebidas
recomendadas son: agua fresca sola (sin gas) (9 - 12ºC), té frío con limón, jugo de frutas
bien diluido, etc. Las bebidas con gas, el jugo de frutas no diluido, la leche y especialmente
todas las bebidas alcohólicas, deben prohibirse.
Alimentación:
Debe reducirse la ingesta de alimentos grasosos. La administración de sales adicionales
solo está justificada en caso de trabajadores no aclimatados. En dicho caso, el NaCl (sodio)
adicional debe administrarse en forma de un líquido salado como caldo de carne o jugo de
tomate, a los que añaden 20g/L de sal. No obstante, puede existir un déficit temporal en los
casos en los que ha habido un consumo excesivo de alcohol, siendo entonces aconsejable
ingerir al día siguiente 3 g de NaCl por litro de sudor perdido.
Prendas protectoras:
El tipo más adecuado de prendas protectoras del calor para un medio ambiente caliente
dado está determinado, en gran parte, por el trabajo que se ha de llevar a cabo y por las
características de la fuente de calor.
Materiales de las prendas: Muchos de los materiales utilizados en los trajes de diario
pueden utilizarse para protegerse del calor, siendo la principal restricción la inflamabilidad.
Sin embargo, la lana, algodón a prueba de llama y asbesto son lo predominantes, aunque los
materiales sintéticos también se utilizan en algunas situaciones. La lana no arde fácilmente,
tiene buena elasticidad a la compresión y propiedades para ser trenzada. El algodón puede
tejerse apretadamente y a prueba de llama, siendo el mismo tiempo uno de los materiales
más baratos. La lana y el algodón son algo higroscópicos ya que toman agua del aire en
humedades relativamente altas y las ceden en humedades bajas. Los cambios de calor
latente implicados amortiguan el grado de variación de temperatura en el tejido.
Los tejidos de asbesto y de vidrio se requieren cuando las temperaturas alcanzadas dañan la
lana y el algodón. El cuero espuma de poliuretano y película o fibra de poliéster también se
utilizan. Algunos de los materiales sintéticos tales como los poliésteres, se aluminizan
fácilmente y se presentan a la elaboración de tejidos permeables reflectores de calor. Ha de
tenerse cuidado en el uso de los materiales sintéticos, ya que alguno, tales como los
poliamidas, se ablandan aproximadamente a los 200 º C y eventualmente se funden. Sin
embargo, el deterioro de un tejido depende no solo de la temperatura a la cual se expone,
sino también de la duración de exposición. Los tejidos de alta resistencia inicial, por
ejemplo poliamidas, no son, por lo tanto, necesariamente las mejores para prendas que
están expuestas a altas temperaturas durante largo períodos. [16]
Trajes no climatizados:
Este tipo de trajes, que está diseñado para alargar el tiempo de exposición del usuario,
puede utilizarse para proteger el cuerpo entero. Es preferible solamente la protección de
aquella parte del cuerpo expuesta a una fuente de calor localizada ya que permite el
enfriamiento, por evaporación, convección y radiación, del resto de la superficie del cuerpo.
A continuación se relacionan algunas características de los mas usados:
• Tejidos aluminizados para reflejar el calor de radiación.
• Una gruesa, aunque no densa, capa de material por sus propiedades aislantes.
• Trajes con capacidad térmica del material para absorber el calor.
• Capas de aislamiento resistente a la comprensión para impedir que la superficies
calientes toquen al usuario.
• Materiales permeables que permiten la evaporación del agua y sudor del cuerpo del
usuario.
• Barreras contra el vapor que impiden quemaduras por el agua vaporizadas en el
contacto con las capas exteriores calientes del traje.
• Materiales, tales como la lana que no arden fácilmente pero que sufre una degradación
formándose una capa dura que proporciona alguna protección contra las salpicaduras
del metal caliente o contra las chispas.
Delantales, mangas, guantes, casco con malla metálicas o viseras reflectoras de calor
pueden proteger al usuario de calor de radiación unidireccional. Los trajes deben ser
aluminizados y elaborados de materiales tales como amianto o lana si es probable el
contacto con objetos calientes, de otro modo pueden utilizarse materiales mas ligeros. Los
delantales, si es posible, deben colocarse de tal modo que el aire circule libremente entre el
este y el cuerpo.
La protección completa contra el calor de radiación unidireccional puede conseguirse con
batas aluminizadas no ajustadas y polainas. Con temperaturas de aire bajas, la pérdida de
calor por evaporación debe facilitarse con un diseño adecuado y en temperatura de aire
altas se requiere prendas gruesas para proporcionar una capa de aislamiento. En
condiciones de calor seco, el uso de tejidos permeables evita la evaporación del sudor. Con
una combinación de radiación y temperatura de aires altas se recomienda protección
completa del cuerpo con el uso de trajes que estén aluminizados y tengan una gruesa capa
de aislamiento. Los trajes deben diseñarse para poder desprenderse de ellos rápidamente.
Donde sea probable el contacto con objetos calientes, los materiales de las prendas
protectoras deben ser fuertes y resistentes al aplastamiento total por la presión externa ya
que el aislamiento ofrecido por estos materiales es proporcional a su espesor.
Las prendas ordinarias, teniendo las ventajas de costo, comodidad y permeabilidad al aire y
al vapor de agua, se utilizan a menudo para trabajos con calor. Proporciona una capa de
aislamiento y al mismo tiempo una proporción considerable del calor de radiación, que lo
absorbe en las capas superficiales.
Trajes climatizados:
Puede considerarse que las prendas protectoras están climatizadas si llevan incorporado un
sistema, aunque sea sencillo, que regula los cambios en el microclima. Tales trajes son mas
complejos y caros que los no climatizados y se utilizan donde el trabajo no puede hacerse
con seguridad o satisfactoriamente sin su protección tal como la inspección de los hornos
después de haber estado cerrado, en ambientes que contengan polvos y gases perjudiciales
y ambientes extremadamente fríos. [12]
Métodos de aclimatación:
La aclimatación al calor debe de realizarse cuando las temperaturas en termómetro seco y
húmedo se hallen entre 33-35 °C y 25-28 ° C, respectivamente. Ha habido cierto
desacuerdo en lo referente a las ventajas relativas de la aclimatación en un ambiente natural
(como una región tropical) y en una cámara climática. Las diferencias observadas entre los
dos métodos se basan exclusivamente en factores psicológicos. Aunque las técnicas de
aclimatación pueden ser costosas, se obtienen buenos resultados: especialmente se mejora
la forma física de los trabajadores, se disminuye la incidencia de golpes de calor mortales y
se puede eliminar a tiempo a los trabajadores no adaptables.
Para conseguir una buena aclimatación para trabajo pesado en condiciones de calor, es
mejor someter al individuo a trabajo muy duro bajo condiciones moderadamente cálidas,
que someterle a trabajo ligero bajo condiciones climáticas muy severas. Sin embargo, con
el fin de obtener una buena aclimatación en un período de tiempo razonable, el período de
ejercicio debe ser suficientemente largo. El trabajo durante una hora diaria a una
temperatura elevada sólo producirá una aclimatación parcial al cabo de dos semanas y tanto
la frecuencia cardiaca como la temperatura rectal continuarán siendo demasiado altas. Por
otro lado, según los autores sudafricanos, un trabajo moderado que precise un consumo de
oxígeno de 1,0 a 1,4 L/ min durante 4 h al día y a una temperatura húmeda de 32 C, durante
8 días consecutivos, asegurará una aclimatación completa para las tareas más duras de una
mina y disminuirá el riesgo de golpe de calor mortal al 0.002 por 100. [16]
Las recomendaciones del cierre/del tagout de este estándar están para la protección de los
trabajadores generales de la industria mientras que realizan además funciones del
mantenimiento.
Las evaluaciones de la conformidad con 29 CFR 1910.147 serán llevadas durante toda la
inspección general de la industria dentro del alcance del estándar y llevara Información
adicional para suplir la revisión de los expedientes. La revisión de expedientes incluirá la
atención especial a lesiones relacionadas con las operaciones del mantenimiento.
(d) Los medios de la verificación del control eficaz de la energía, y el propósito de los
procedimientos de ser utilizado.
(2) Verificar que hayan mandado a los empleados expuestos en el propósito y el uso de los
procedimientos del control de la energía.
(3) Verificar que informen al resto de los empleados que pueden ser afectados por los
procedimientos del control de la energía sobre el procedimiento y la prohibición referentes
a las tentativas de recomenzar o reenergizar tales máquinas o equipo.
En caso que las deficiencias sean identificadas se evaluará la conformidad del patrón con
los requisitos específicos del estándar, con particular atención a la dirección interpretativa y
a lo siguiente:
[2], recomienda que los empleadores pongan en práctica los siguientes pasos para prevenir
lesiones y muertes de trabajadores que deben trabajar con energía peligrosa en sus trabajos:
3.1 Generalidades
Existen tres productos generados en sistemas energéticos que producen efectos negativos
en la salud de los trabajadores: cenizas, escorias y gases emitidos (generalmente por
chimeneas, tubos de escape y emisión a cielo abierto por combustión. Cenizas y escoria
son residuos tóxicos con contenidos muy altos en dioxinas y metales pesados, considerados
muy contaminantes. [6]
Las emisiones gaseosas incluyen los gases y los vapores inorgánicos y orgánicos. Las
emisiones gaseosas principales incluyen el monóxido de carbono (CO), el bióxido de
carbono (CO2), los óxidos del nitrógeno (NOx), el dióxido de sulfuro (SO2), los
hidrocarburos (HC), y vapor de agua.
Están constituidas por una mezcla de partículas gruesas y material mas pequeño llamado
partículas finas. Las dos fracciones tienen diferente origen y composición. Las partículas
gruesas tienen 2.5 micrómetros de diámetro hasta mas de 40 micrómetros. Se forman por
la trituración mecánica, la molienda o la abrasión de superficies. [5]
Las partículas finas tienen menos de 2.5 micrómetros de diámetro. Provienen generalmente
de fuentes de combustión (como automóviles, plantas de energía y cocinas de leña), ya sea
a través de la condensación de materiales volatilizados (material particulado primario) o de
gases precursores que reaccionan en la atmósfera y forman partículas secundarias. [31]
Gases atmosféricos: Son varios los principales gases emitidos por sistemas energéticos con
efectos nocivos sobre la salud de los trabajadores expuestos: (Óxidos de nitrógeno, Óxidos
de azufre, aerosoles ácidos, dióxido de Carbono, monóxido de Carbono).
Metales Pesados: Debido a la mejora en las tecnologías, los niveles de metales pesados que
se liberan, a excepción del mercurio, han disminuido considerablemente. Su toxicidad es
muy grande, y como ocurre con las dioxinas, una reducción de los niveles de metales
pesados en los gases de chimenea, implica el correspondiente aumento de estos niveles en
las cenizas, que en último término contaminarán el medio ambiente donde se depositen. [8]
Ozono: El ozono es una molécula gaseosa formada por tres átomos de oxígeno. El que esta
situado en la capa de aire más cercana a la tierra (Troposfera), forma, junto a otros tóxicos,
una mezcla de gases contaminantes conocida como "smog", dañina para la salud. El ozono
situado en la estratósfera protege la vida en la Tierra al absorber parte de los rayos
ultravioleta del sol.
El ozono (O3) es un gas incoloro cuyo olor se detecta a niveles muy bajos. Se forma como
resultado de la interacción entre compuestos orgánicos, como cetonas, aldehídos e
hidrocarburos no saturados y óxidos de nitrógeno en presencia de la luz solar. También es
formado por cualquier otra fuente de energía de gran capacidad, como rayos, equipos
eléctricos de alto voltaje y dispositivos para la purificación del aire y el agua. [33]
La atención se ha concentrado mayormente en las partículas PM10, que pueden ser inhaladas y
penetrar con facilidad al sistema respiratorio humano, causando efectos adversos a la salud de las
personas. Las de diámetro mayor de 10 micras, que no ingresan al aparato respiratorio, quedan
atrapadas en las fosas nasales.
La disposición del material particulado inhalado depende de la respiración (frecuencia y
profundidad) de cada persona y del tamaño de la partícula. Las partículas más grandes se depositan
en el área extratoráxica de los pulmones (fosas nasales, laringe). Las partículas entre 5 y 10 micras
se depositan en los bronquios y las menores de 5 micras se depositan en los bronquiolos y alvéolos.
Las partículas depositadas en los pulmones son eliminadas generalmente por la actividad mucociliar
y por lo macrófagos en periodos que pueden ser de semanas a años.
Las numerosas investigaciones realizadas en todo el mundo han evidenciado asociación positiva
entre la concentración de los contaminantes en el aire (material particulado, SOX, NOX, CO2, CO y
O3) y efectos negativos en la salud de las personas. Con referencia a los compuestos orgánicos
volátiles y los hidrocarburos policíclicos aromáticos, como otros contaminantes, no ha sido bien
documentado el impacto en la salud.
Los grupos más susceptibles a los efectos adversos de la contaminación del aire son los niños, los
ancianos y aquellos con enfermedades cardíacas o respiratorias. Estos efectos en la salud incluyen
incremento en los síntomas respiratorios, disminución en la función pulmonar, incremento en la
hospitalización y consultas médicas por enfermedades respiratorias y cardiovasculares, incremento
de la morbilidad respiratoria, en el ausentismo laboral y escolar por restricción de las actividades y
en la mortalidad por enfermedad cardiovascular. [34]
La exposición de los seres humanos ocurre generalmente en algunos casos por periodos cortos u
ocasionales a gran cantidad de contaminante lo que se consideraría una exposición aguda o durante
un tiempo prolongado a concentraciones bajas (exposición crónica).
La exposición crónica plantea un problema de percepción debido a que los signos y síntomas no
tienen una manifestación grave, pasando desapercibidos o ser fácilmente confundidos con otro tipo
de enfermedad, (rinitis, virosis respiratoria, alergia respiratoria, sinusitis, faringitis alérgica,
bronquitis inespecífica, etc). Su manejo implica consecuencias económicas para el sistema de
seguridad social, el trabajador, su familia y el sistema económico (incremento del número de
consultas, incapacidades, pago de supernumerarios para reemplazar el incapacitado, paro en la
producción, disminución de la producción por las ausencias, etc.)
Diferentes estudios han evidenciado incremento del riesgo de morir por exposición a material
particulado en áreas con aumento en las concentraciones de éste y se ha encontrado que las altas
concentraciones de este contaminante están asociadas con la mortalidad diaria y admisiones
hospitalarias.
Personas con enfermedad pulmonar o cardiaca, pero no con un diagnóstico específico de Infarto al
Miocardio (IM), diabetes, ICC, Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), o desórdenes
de conducción cardiaca tuvieron un incremento del 0,74% en el riesgo de morir por exposición a
concentraciones crecientes de material particulado. Personas con I.M. incrementaron el riesgo en
el doble (2.7) y quienes tenían diabetes aumentaron al doble el riesgo de morir, concluyéndose que
en una población frágil los individuos con diagnóstico de IM o diabetes tuvieron un mayor riesgo
de morir asociado con altas concentraciones de material particulado. Según el artículo (ver
referencia [35]), estos resultados sugieren que la susceptibilidad podría derivarse de un daño
previo vascular a nivel del corazón.
Al respecto, datos históricos documentan que la contaminación atmosférica condujo a casos de
muerte, la mayoría en personas en personas con enfermedad respiratoria y cardiovascular conocida.
En estudios epidemiológicos se ha evidenciado que en casos de picos de contaminación atmosférica
por material particulado, están asociados a morbilidad y mortalidad crecientes, de origen
cardiovascular. Y se demostró que la exposición durante dos horas a contaminación atmosférica
con material particulado aumento el número de casos con infarto del miocardio. [37] La
población mas afectada se encuentra por encima de 55 años. Se tiene entonces la sospecha que la
contaminación por partículas puede precipitar muerte prematura por causas cardíacas y/o
respiratorias, existiendo evidencia que la vida en un clima contaminado puede contribuir a los
riesgos a largo plazo de muerte por enfermedad cardiaca. Se tiene evidencia toxicológica que apoya
la idea de que partículas ultrafinas tienen toxicidad especial comparada con partículas mas grandes.
Además otros componentes del Material Particulado, tales como metales en transición y
endotoxinas, podrían mediar efectos nocivos. Al parecer las partículas ultrafinas median en la
facilitación de la afluencia del calcio a los macrogafos. Igual se evidencia un aumento de la tensión
oxidativa. Se ha encontrado, en individuos expuestos a contaminación ambiental, que la viscosidad
de la sangre, el fibrinogeno y la proteína C reactiva (indicador de inflamación) están aumentados.
Esto se ha considerado que se debe a una desagregación de partículas en el pulmón. El mecanismo
de la tensión oxidativa se considera mediado por metales en transición (producto de la combustión
de combustibles). Consideran que en las partículas ultrafinas, pueden tener superficies mas
reactivas que el mismo material en forma mas grande y puede actuar por separado como mediador
de la lesión en el pulmón. En una investigación en 388 hombre de 50 a 69 años se demostró
asociación entre la elevación del PM10 y el aumento de la proteína C Reactiva en Sangre, siendo
esta un factor de riesgo para la enfermedad cardiovascular. [36].
% de la hemoglobina de Efectos
la sangre convertida en
COHb
3,0 – 8,0 Valores de rutina en los fumadores, quienes producen más glóbulos
rojos para compensar
10,0 – 20,0 Dolor de cabeza ligero, languidez, falta de aliento para realizar
esfuerzos, dilatación de las células sanguíneas en la piel, visión
anormal, daño potencial a los fetos.
Al penetrar a las vías respiratorias destruye los cilios del epitelio del sistema pulmonar, que
tienen la función de evacuar partículas de polvo y aerosol de los bronquios. Este efecto es
especialmente manifiesto en los niños, que pueden desarrollar una enfermedad aguda, que
se manifiesta por una tos seca y fiebre, y en casos extremos, puede producir la muerte por
asfixia[5]
El dióxido de azufre afecta los ojos y la piel, las personas afectadas con mayor frecuencia
por la exposición son los trabajadores de las plantas en las cuales el dióxido de azufre se
produce como derivado, (industria de la fundición del cobre). El dióxido de azufre se
biotransforma (modifica) en el cuerpo en un producto de descomposición que se mide en
sangre y orina. Cuando alcanza las 20 ppm produce una fuerte irritación en ojos, nariz,
garganta, incrementa la crisis asmática y recrudece las alergias respiratorias. Si la
concentración y el tiempo de exposición aumentan, se producen afecciones respiratorias
severas. Una exposición a 400 - 500 ppm, aunque sea corta, puede resultar fatal para el
organismo al producir y agravar padecimientos cardiovasculares. Ver Tabla 10 para los
efectos a diferentes concentraciones
Sonido
El sonido es una alteración física en un medio (gas, líquido o sólido) que puede ser
detectada por el oído humano. También puede expresarse como la sensación auditiva
excitada por una perturbación física en un medio.
El sonido, se define físicamente como las variaciones de presión que se propagan a través de un
medio físico, siendo el más importante el aire. En forma subjetiva el sonido puede entenderse como
una diferencial de presión captada por el oído y que produce una sensación auditiva en el cerebro.
Ruido
El ruido puede definirse como una combinación desordenada de sonidos que generan una
sensación desagradable, que producen efectos adversos, fisiológicos y psicológicos, que
interfieren en las actividades humanas de comunicación, trabajo y descanso.
Los sonidos con frecuencias por debajo de 20 Hz son normalmente inaudibles por el hombre y se
conocen como infrasonidos; los sonidos con frecuencias superiores a 20.000 Hz son igualmente
inaudibles y son llamados ultrasonidos.
La frecuencia de un sonido produce un tono distintivo, que puede ser grave o agudo. Los tonos
graves corresponden a frecuencias bajas y los agudos a frecuencias altas. Cuanto más rápidamente
vibre la fuente que provoca el sonido, más agudo es el tono del mismo. Los tonos agudos irritan más
el oído que los tonos graves.
Presión Sonora
La presión sonora es la característica que permite oír un sonido a mayor o menor distancia. Indica la
cantidad de energía que transporta el sonido para su propagación.
La sensación auditiva de un sonido débil, por ejemplo un susurro, es dada por sonidos de poca
presión sonora y la de un sonido fuerte, como el estruendo producido por un avión, corresponde a
una alta presión sonora.
La mínima presión sonora que el oído humano puede detectar a una frecuencia de 1.000 Hz es de 20
micropascales (20 µ Pa) y la máxima es de 200 pascales (200 Pa). Los sonidos por encima de este
valor, son dolorosos para el oído humano.
µPa dB
200.000.000 140
Umbral del Dolor
130
20.000.000 120
Aviòn
110
2.000.000 100 Taladro Neumàtico
90
Automòvil
200.000 80
70
20.000 60 Oficina
50
2.000 40 Sala de Estudio
30
200 20
Bosque
10
20 0 Umbral deAudiciòn
Tipos de Ruido
Equipos de Medición
Sonómetro
Es un instrumento básico para la medición del nivel de presión sonora en decibeles. Los
componentes fundamentales del instrumento son: micrófono, amplificadores de señal,
atenuador, filtros correctores e indicador de medidas. Pueden ser de precisión, de
aplicaciones generales y especiales.
Analizador de Frecuencias
Es el aparato que indica la distribución del sonido en función de sus frecuencias. Puede
estar integrado a un sonómetro o ser independiente.
Medidor de Impacto
Normalmente viene incorporado al sonómetro. El medidor indica el valor pico de la señal,
independientemente de su duración.
Dosímetro
Es un monitor de exposición que acumula el ruido continuamente. Se utiliza para aquellas
condiciones de exposición en las cuales los niveles de ruido tienen una frecuente variación
con respecto al tiempo, durante la jornada laboral.
85 8 horas
90 4 horas
95 2 horas
100 1 horas
105 30 minutos
110 15 minutos
115 7.5 minutos
Entre sus efectos negativos el más importante es la pérdida de audición. Esta pérdida de
audición puede deberse a distintas causas, entre ellas:
• Edad.
• Ruido en el lugar de trabajo.
• Ruido proveniente de otras actividades.
• Procesos patológicos.
Auditivo:
El ruido es un estímulo que desde el nacimiento provoca reflejo de defensa (alerta, miedo,
huida) y entonces puede provocar fuera de los efectos negativos en el órgano de la
audición, efectos psíquicos, y alteraciones en el funcionamiento de otros órganos del ser
viviente. Los siguientes son los principales efectos observados en seres humanos por
exposición crónica a ruido.
Todos estos trastornos disminuyen la capacidad de alerta del individuo y pueden ser, en
consecuencia, causa de accidentes. El ruido dificulta la comunicación e impide percibir las
señales y avisos de peligro, hecho que puede ser también causa de accidente
El ruido y medicamentos:
Algunos medicamentos (antibióticos aminoglicosidos) usados en sobre dosis de acuerdo a
cada persona pueden causar disminución de la audición por daño directo del órgano de la
audición lo que sumado a la exposición al ruido pueden ocasionar un daño mayor en el
individuo expuesto.
A nivel laboral, el ruido y las sustancias tóxicas para el oído se encuentran frecuentemente
combinadas en las industrias de: Pintura; impresión; construcción; fabricación de pegantes,
químicos, muebles, productos metálicos y de cuero.
Conservación de la Audición
Para prevenir y controlar las molestias, las alteraciones y la pérdida auditivas ocasionadas
en la población por la emisión de ruido, en la Resolución 08321 de 1983, artículo 17, se
establecieron los niveles sonoros máximos permisibles, los cuales se presentan en laTabla
13
Los protectores auditivos individuales para prevenir el trauma acústico, normalmente son el
tapón para introducir en el canal auditivo, o del tipo orejera para recubrir la oreja o pabellón
auditivo. La atenuación de cada uno varía con la frecuencia del ruido. Se requiere conocer
las curvas de atenuación que tiene el protector auditivo en el espectro de frecuencia de
banda de octavas, para la elección adecuada en cada caso particular.
No se debe suministrar tapones auditivos donde el nivel de presión sonora sea mayor a los
104 dB(A) porque no atenua el exceso de ruido.
Campos electromagnéticos de origen humano son, por ejemplo, generados por fuentes de
frecuencia extremadamente baja (FEB) tales como las líneas eléctricas, el cableado y los
electrodomésticos, así como por fuentes de frecuencia más elevada, tales como las ondas de
radio y de televisión o, más recientemente, de teléfonos móviles y de sus antenas.
Se ha demostrado que los campos eléctricos como los magnéticos inducen tensiones
eléctricas y corrientes en el organismo. De acuerdo al nivel de exposición, bajo una línea de
transmisión de electricidad de alta tensión las corrientes inducidas son muy pequeñas
comparadas con los umbrales para la producción de sacudidas eléctricas u otros efectos
eléctricos.
Muchos son los estudios y las instituciones gubernamentales y privadas que están
investigando el tema de los efectos en la salud de las personas por exposición a campos
electromagnéticos, dado el uso tan elevado e intenso que se tiene actualmente de equipos
que general campos electromagnéticos. Luego de una investigación llevada a cabo en
Europa, un grupo de expertos en España concluyó que, a la luz de los conocimientos
científicos actuales, se puede afirmar que la exposición a campos electromagnéticos no
ocasiona efectos adversos para la salud, dentro de los límites establecidos en la
Recomendación del Consejo de Ministros de Sanidad de la Unión Europea (1999/519/CE),
relativa a la exposición del público a campos electromagnéticos de 0 Hz. a 300 GHz.; El
cumplimiento de la citada recomendación es suficiente para garantizar la protección
sanitaria de los trabajadores y ciudadanos. La Recomendación considera también tener en
cuenta limitaciones de exposición en fuentes no naturales de campos electromagnéticos
entre las cuales considera:
Algunos estudios epidemiológicos sugieren que existen pequeños incrementos del riesgo de
leucemia infantil asociados a la exposición a campos magnéticos de baja frecuencia en el
hogar. Sin embargo, los científicos no han deducido en general de estos resultados la
existencia de una relación causa-efecto entre la exposición a los campos electromagnéticos
y la enfermedad, sino que se ha planteado la presencia en los estudios de efectos artificiosos
o no relacionados con la exposición a campos electromagnéticos. Esta conclusión se ha
alcanzado, en parte, porque los estudios con animales y de laboratorio no demuestran que
existan efectos reproducibles coherentes con la hipótesis de que los campos
electromagnéticos causen o fomenten el cáncer. Se están realizando actualmente estudios
de gran escala en varios países que podrían ayudar a esclarecer estas cuestiones [19].
Si bien hay todavía mucha discusión y no hay una demostración contundente del efecto, la
exposición ambiental a los campos electromagnéticos extremadamente de baja frecuencia
ha sido relacionada con el desarrollo del cáncer en seres humanos. Se ha evidenciado riesgo
creciente para la aparición de cáncer en adultos y leucemia, cáncer del sistema nervioso y
linfoma en la niñez. Al respecto se ha considerado que si la relación entre la aparición del
cáncer y la exposición es causal, el riesgo de desarrollar el cáncer debe responder a un
patrón de exposición respuesta y se debe encontrar entonces en ocupaciones con altos
niveles de exposición.
La radiación de los campos electromagnéticos extremadamente de baja frecuencia dio lugar
a un aumento dependiendo del tiempo de exposición de los micronucleos, que llegaron a
ser significativos después de 10 h de exposición intermitente en una densidad del flujo
determinada. Después de aproximadamente 15 horas de exposición a un nivel constante, los
micronucleos aumentaron cerca de tres veces el nivel básico alcanzado. Además, las
aberraciones cromosómicas fueron aumentadas hasta diez veces sobre niveles básicos. Esto
ha sido interpretado como un indicador de fuerte potencial clastogénico de los campos
electromagnéticos de baja frecuencia intermitentes, que pueden conducir al daño
cromosómico considerable cuando hay división celular.
5.3 Radiofrecuencias
Pocos estudios epidemiológicos sugieren una relación entre el uso de teléfonos móviles y el
melanoma o los tumores malignos de cerebro, sin embargo, la literatura sobre el tema no
proporciona la evidencia epidemiológica que indique que las radiofrecuencias de los
teléfonos móviles están directamente relacionadas con la producción de cáncer, pero
plantean que los teléfonos móviles vienen funcionando bastante tiempo y no se puede
excluir impacto a largo plazo en la salud.[46]
Del calentamiento global se empezó a hablar a fines del siglo XIX cuando los geólogos se
dieron cuenta del aumento del dióxido de carbono en la atmósfera, provocado, entre otros,
por el creciente uso de recursos como el consumo del carbón y petróleo.
Hoy se sabe que actividades humanas comunes, como la quema de combustibles fósiles
-carbón, petróleo y gas- y la tala y destrucción de bosques, son las principales causas de la
emisión a la atmósfera de dióxido de carbono (CO2), el gas más peligroso en la generación
del efecto invernadero. La acumulación de este gas, junto a otros, atrapa la radiación solar
cerca de la superficie terrestre, aumentando su temperatura.
En los últimos años ha habido un claro consenso mundial respecto del calentamiento del
planeta, consecuencia del efecto invernadero. Es conocido que el clima de la tierra obedece
a cambios ocasionados por acciones naturales y humanas: la actividad solar, erupciones
volcánicas, aerosoles, agotamiento de la capa de ozono, incremento de la producción de
CO2 por la actividad industrial, el reemplazo de la vegetación por edificaciones entendidas
en procesos de la química atmosférica, la dinámica de la vegetación, el ciclo del carbón,
etc.
Estudios recientes han evidenciado la asociación positiva entre las olas de calor y la
mortalidad en ancianos, niños y población vulnerable (enfermedades preexistentes
principalmente tales como enfermedades cardíacas y respiratorias crónicas). Cerca de
30.000 muertes durante la ola extrema de calor en el año 2003 en Europa, ha sido
considerada por las autoridades ambientales europeas como un resultado del efecto
invernadero.
Se considera que la Tierra estará entre 1 y 4ºC más caliente que en el pasado reciente, lo
que implica diversos efectos a medio y largo plazo. Uno de estos cambios se puede
evidenciar en la distribución de vectores (como los mosquitos Aedes y Anopheles) los
cuales se piensa, podrán ser capaces de alcanzar áreas previamente inhóspitas para ellos, o
el aumento del número de caracoles o el de otros insectos o artrópodos que supondrá,
inevitablemente, el incremento de las enfermedades que difunden (como la malaria, o el
dengue, la leishmaniosis, las infecciones por arbovirus, filariosis, tripanosomiasis,
esquistosomiasis, etc). La transmisión de una enfermedad infecciosa tiene varios factores
determinantes: condiciones sociales, económicas, climáticas y ecológicas. Es conocido que
muchos agentes infecciosos y sus vectores son sensibles a las condiciones climáticas y por
ejemplo bacterias como la salmonera y la del colera se reproducen rápidamente en
temperaturas altas pero en climas frios esta restringida esta reproducción acelerada.
Actualmente son muy pocos, los datos publicados que demuestren los cambios en los
vectores o sobre la migración de portadores de enfermedades trasmisibles, justificada en el
poco desarrollo de la ciencia del clima y la salud, y en consecuencia se desconoce en qué
medida los cambios experimentados por las enfermedades de transmisión vectorial son
atribuibles al cambio Climático.” Éste es un serio obstáculo para modificar la política
sanitaria basándose en datos concretos.
En América del Sur, existe una gran diversidad de vectores de Enfermedades que son
sensibles al cambio climático, y se necesitarán mayores esfuerzos y recursos para contener
el cambio previsto de la epidemiología de las enfermedades. La variabilidad del clima, a
diferencia de cualquier otro factor epidemiológico, puede precipitar simultáneamente
múltiples epidemias de enfermedades y otros tipos de catástrofes. El cambio Climático
tiene consecuencias de gran alcance que van más allá de la salud y afectan a todos los
sistemas necesarios para la vida. Es, pues, un factor de enorme importancia entre aquellos
que afectan a la salud y la supervivencia humanas. [18]
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Guidance