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ABIGAIL: NO SE PERMITIÓ SER VÍCTIMA DE LAS CIRCUNSTANCIAS

Según la UN Women de las Naciones Unidas en su artículo difundido “Datos


y Cifras Mundiales sobre las Mujeres”, reveló que entre un 15 y 71 por
ciento de mujeres denunciaron violencia física o sexual por parte de sus
cónyuges o compañeros sentimentales. Que entre las mujeres de entre 15 y
44 años, los actos de violencia causan más muertes y discapacidad que el
cáncer, la malaria, los accidentes de tráfico y la guerra combinados y que
más de 60 millones de niñas en el mundo son forzadas a casamientos
tempranos, antes de cumplir los 18 años.

En el tiempo de Abigail y Nabal, los casamientos eran arreglados de


antemano, y probablemente Abigail no haya tenido otra opción que aceptar
las circunstancias. Ella no trató de escapar de la realidad; veía su situación
en forma realista (1 Sam. 25:25), pero no permitió que las circunstancias la
transformara en una mujer amargada. Decidió crecer donde había sido
plantada.

El propósito de la lección es saber cómo actuar correctamente frente a los


problemas y sobreponerse a las circunstancias adversas de la vida.

I. SABER RECIBIR INFORMACION DEL PROBLEMA

a. Escuchando a las personas

“Pero uno de los criados dio aviso a Abigail mujer de Nabal,


diciendo: He aquí David envió mensajeros del desierto que
saludasen a nuestro amo, y él los ha zaherido” 1 Samuel 25:14

“aviso”

En los días de Abigail, los casamientos los arreglaban los padres.


Casarse con un hombre como Nabal, rico y propietario de campos, se
consideraba un “buen partido”, pero para Abigail se transformó en un
matrimonio miserable.

Nabal era un hombre necio y en su necedad puso a toda su familia en


riesgo de morir “Cuando oyó David que Nabal estaba esquilando sus
ovejas, envió a diez de sus jóvenes a Carmel con este mensaje a Nabal:
“…Por favor, te ruego, que des lo que tuvieres a mano a tus siervos y tu
amigo David” 1Sa 25:8. “Nabal respondió… ¿Quién es David? 1Sa 25:10

La mayor parte de las personas no tienen problemas para hablar, y


muchos hablamos demasiado. Abigail escuchó la noticia, reflexionó y
tomó una decisión clara, personal y decidió actuar de inmediato para
solucionar el problema.

II. SABER ACCIONAR FRENTE AL PROBLEMA

a. Obrando personalmente

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“Entonces Abigail tomó luego doscientos panes, dos cueros de
vino, cinco ovejas guisadas, cinco medidas de grano tostado,
cien racimos de uvas pasas, y doscientos panes de higos secos,
y lo cargó todo en asnos” 1Sa 25:18

“cargó todo”

Abigail inmediatamente comenzó a prepararse. Hizo más que escuchar:


actuó. Preparó personalmente los alimentos. Estas provisiones eran un
lujo y más de lo que los diez hombres de David esperaban. Abigail no
envía los regalos con sus criados, sino que ensilla su asno y va al
encuentro de David. A pesar de estar casada con un hombre arrogante y
temerario, ella no se permite el sentirse víctima. Todavía mantiene su
autoestima y está lista para arriesgar su vida a fin de proteger su hogar.

Hablar no cuesta mucho, pero nuestras acciones confirman o


contradicen nuestras palabras. Las acciones de Abigail, David y Nabal
muestran qué era importante para ellos y qué espíritu motivaba sus
acciones.

b. Hablando intercesoramente.

“y se echó a sus pies, y dijo: Señor mío, sobre mí sea el pecado;


más te ruego que permitas que tu sierva hable a tus oídos, y
escucha las palabras de tu sierva” 1Sa 25:24

“sobre mí”

La intercesión tiene un denominador común: la persona que intercede


se identifica con la persona por la cual intercede. Debe estar dispuesta a
poner a un lado sus intereses egoístas y pedir lo que sea mejor para la
otra persona. Abigail podría haber visto esta amenaza a Nabal como una
manera de deshacerse de su esposo y recuperar su libertad; pero ella se
identificó con él y suplicó por su vida inmerecida. “No haga caso ahora
mi señor…” 1Sa 25:25

La mejor forma de intercesión sea la oración. Podemos poner nuestros


deseos y necesidades a un lado, y hablamos a Dios en favor de las
personas. Podemos aprender cómo bendecir a aquellos que nos
maldicen y orar por los que nos calumnian (Luc. 6:28).

c. Hablando cortésmente

“No haga caso ahora mi señor de ese hombre perverso, de


Nabal; porque conforme a su nombre, así es. Él se llama Nabal,
y la insensatez está con él; mas yo tu sierva no vi a los jóvenes
que tú enviaste” 1Sa 25:25

“así es”

El discurso de Abigail muestra que la sabiduría puede encontrarse en


cualquier situación de la vida, si nos hemos entregado a Dios. La

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sabiduría no es una teoría, sino una forma práctica de vivir y de
reaccionar con la gente que nos rodea:

1. Actitud del agresor. Aunque Abigail estaba lista para arriesgar su


vida por salvar su hogar, ella también era íntegra, y no mintió acerca
de Nabal. Ella sabía que él tenía problemas, y no tuvo miedo de
decirlo en público.

2. Actitud del agredido. Ella se veía como el instrumento de Dios para


cambiar la decisión de David, y no se otorgó a sí misma el crédito por
interceptar a David y llevarle regalos. Como Abigail sabía quién era,
pudo animar a David y recordarle que debía pelear las batallas del
Señor, y no perder tiempo y energía en vengarse por insultos
personales. La observación de Abigail de que “mal no se ha hallado”
en David (1 Sam. 25:28) era tanto una afirmación como una
advertencia de que David no había sido descalificado (todavía) para
ocupar el cargo de rey. Abigail también le recordó a David que, si su
vida estaba unida a Dios, él no tenía necesidad de defenderse o de
defender su honor. Dios lo haría por él.

CONCLUSION

Abigail, aunque era la esposa de un hombre malvado, estaba llena del


Espíritu de Dios. Con sabiduría y humildad intervino con consejos buscando
el bienestar de su hogar.
IASD Puente Piedra “A”
Escríbenos a: apadilla88@hotmail.com
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