El agua es un elemento vital para el ser humano, el suelo,
las plantas, los animales y los microorganismos. Representa la vida de las ciudades, campos y es indispensable en muchos procesos industriales y agropecuarios, de los cuales depende la población humana para subsistir. Además, este valioso líquido está presente en los procesos evolutivos de transformación y descomposición orgánica e inorgánica. Por su carácter de disolvente universal, transporta la mayoría de nutrientes esenciales para la vida. Así, las plantas obtienen los minerales del suelo disueltos en agua; los animales superiores transportan por vías acuosas (sangre, linfa, líquidos digestivos) los nutrientes vitales solubles en agua (vitaminas, minerales, e.t.c) mientras que los productos de desecho se diluyen en orina y transpiración. Composición y propiedades del agua El agua es una combinación de dos gases: hidrogeno (h) y el oxigeno(o). Dos átomos de hidrogeno y un átomo de oxigeno se combinan para formar la molécula de agua, cuya fórmula química es H2O, aunque en la naturaleza nunca se encuentra en estado puro, sino con gran variedad de sales mineralizadas disueltas. Estados del agua: De acuerdo con la temperatura, el agua puede presentarse de tres formas distintas: liquida, a una temperatura entre los 0 ºc (32 ºf); y 100ºc (212ºf); vapor, a temperaturas por encima de 100ºc (212ºf); solida (hielo), por debajo de 0ºc(32ºf). Relaciones del agua La relación agua/suelo/planta es imprescindible para el funcionamiento de estos tres elementos. Es importante que exista agua en el suelo tanto para su actividad biológica como química, ya que estas es el vehículo que transporta los alimentos nutritivos hacia las raíces de las plantas. Relación agua/suelo: Las características físicas del suelo influyen en su relación con el agua, y de estos dos con las plantas; según la cantidad de arena, limo o arcilla que componga un suelo, su capacidad de retención de agua aumenta o disminuye, factor que favorece la infiltración, la porosidad total y la aireación. El suelo debe protegerse de la radiación solar directa, pues cambia su temperatura; si la temperatura se regula, el agua se conserva y las plantas la usan mas eficientemente. Relación agua/planta: La pérdida del agua en la planta es directamente proporcional a la superficie de la misma que está dispuesta al aire. La mayor parte de la superficie de una planta en crecimiento está constituida por hojas, las cuales disponen de unos pequeños orificios en su interior a través de las hojas; estos estomas tienen la capacidad de cerrarse para reservar el agua. El agua atraviesa la estructura de las hojas, en sentido interior y exterior, en forma de vapor y en conjunción de otros gases. Relación agua/suelo/planta: En el suelo se almacena la humedad necesaria para el desarrollo de las plantas, pues no es el agua lluvia la que aprovechan los cultivos sino aquella que se infiltra en el suelo. Cuando la perdida de agua por la transpiración es más rápida que su absorción a través de los pelos radicales, las plantas sufren un marchitamiento en el que los procesos vitales se hacen más lentos y el crecimiento puede incluso detenerse. Disponibilidad de agua Debido a lo limitado de este vital recurso es conveniente usar el agua al máximo y cuidar de ella, actividades que pueden realizarse mediante el reciclaje, el riego de plantas con el agua de lavado de trastes en la cocina (procurando usar jabones sin detergente).