Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
L.F Trullols.
26/09/2010
Tammy Gómez Gaitán
La familia
En la actualidad, por desgracia, la familia parece entendida por algunos como una pieza
más del engranaje de nuestra, cada día más, caótica sociedad. Parece que se ha perdido
el “lazo”, la unión pura. Parece que la familia existe bajo su utilidad para con las
necesidades socioeconómicas, hecho antinatural que deja a la persona arraigada a un ser
“no pleno”, condenado a caminar por la vida sin el conocimiento real de la naturaleza de
lo que la familia significa, y de lo que ello implica para sí mismo.
En segundo lugar, destacaría que el ser humano es ser humano en sí mismo por los
demás. Todos necesitamos del otro, por lo tanto, la familia, nido de nuestras identidades
biológicas, implica la natural interacción que nos aboca a compartir. Eso es. La familia
nos enseña a ser en correlación con los demás, nos moldea de la misma forma que
nosotros moldeamos. Es en familia y sólo en familia donde se aprende la
corresponsabilidad de nuestro vivir, porque siempre que uno es, lo es con alguien.
En tercer lugar, la familia nos humaniza, nos pone en contacto con el mundo y nos
permite crecer sanos, seguros y amados. O de lo contrario nos entorpece el camino, nos
carga de inseguridades y de eternas búsquedas de amor utilitario que no hacen más que
ensanchar el vacío y la soledad.
Hablo de la incondicionalidad que nos regala la familia al amarnos por nosotros mismos
en la irrepetibilidad desnuda del propio ser que somos cada uno de nosotros. Es a partir
de su incondicionalidad que nos encontramos a nosotros mismos, que aprendemos (o
no) a dialogar con nuestro ser, y a percibirnos en relación con los demás de forma que
entendamos que realmente hemos sido creados para amar incondicionalmente.