Está en la página 1de 1

DECISIÓN DE EMPRESARIO

EDICIÓN ABRIL 2011


SECCIÓN: Opinión (1 página)
Por: M.A. Fernando Sánchez Cárdenas
Innovación, investigación y desarrollo.
Estos días he disfrutado de la lectura de ¡Basta de Historias!, de Andrés Oppenheimer,
recomendación del M.C. Miguel Ángel Aguayo López, rector de la Universidad de Colima; llamó mi
atención el tema de las nuevas compañías o empresas tecnológicas denominadas Star-ups. Las
Start-Ups no suelen ser compañías que ofrezcan servicios, sino que tratan más bien del desarrollo
de un producto, orientado a facilitar un servicio que lo ofrecen las grandes compañías ya
consolidadas. Las Start-ups se pueden considerar como productos “creativos”, y lo más importante,
la necesidad de inversión es mucho menor a las de las compañías tradicionales. El desarrollo
tecnológico del Pen drive, o mejor conocido como Memoria USB; o los sistemas Pentium y
Centrino de Intel; la Píldora-cámara utilizada para obtener fotografías del interior del cuerpo
humano son ejemplos de productos generados por las Start-ups.
La generación de este tipo de empresas es, desafortunadamente, proporcional a la inversión que
se hace en la investigación y desarrollo tecnológico. Los números en nuestro país: en el año 2000,
el 80% de la inversión en investigación en el país era pública y 20% privada, en el 2010, el 55% es
inversión pública y el 45% inversión privada. En américa latina se invierte menos del 1% del PIB
(Producto Interno Bruto) en investigación y desarrollo, mientras que Finlandia invierte el 3.5%,
Japón el 3.4%, Suecia el 2.8%, Estados Unidos el 2.61 %, y el país que más inversión dedica a
estos rubros es Israel, un país con menos de 8 millones de habitantes y sin recursos naturales con
casi el 5%, según datos proporcionados por la ONU. En México se dedica a la ciencia,
investigación y desarrollo tecnológico, apenas el 0.57% del PIB equivalentes a 47 mil millones de
pesos. Otro elemento que marca la generación de este tipo de emprendimientos tecnológicos son
el registro de patentes: el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), reconoce que en
México se solicitan anualmente alrededor de 15 mil patentes al año, y sólo cinco por ciento
corresponde a desarrollos realizados en el país por inventores mexicanos. El resto busca validar
nacionalmente las patentes ya registradas en otros países, sobre todo de Estados Unidos.
Ramón Palau i Saumeli, Director Técnico del Centro de Investigación e Innovación de las industrias
Turísticas de la Universidad de Girona, España, explica “estas empresas encuentran cabida en los
parques científicos y tecnológicos, que aglutinan a grupos científicos de las instituciones de
educación superior públicas y privadas, así como a empresas que tienen entre sus cometidos de
inversión productos innovadores”, pero estos modelos poco pueden hacer si no hay capital de
riesgo dispuesto a apoyarlas.
La Universidad de Colima ha integrado una serie de programas que fomentan la creación y
desarrollo de emprendimientos innovadores y exitosos, basados en procesos de investigación que
responden a las necesidades del entorno. Los centros de investigación universitarios y los cuerpos
académicos de las escuelas y facultades desarrollan líneas de aplicación y generación del
conocimiento en Ciencias de la Salud, Ciencias Agropecuarias, Ciencias Naturales y Exactas,
Educación, Humanidades y Artes, Ciencias Sociales y Administrativas e Ingeniería y Tecnología,
que a partir de las mismas ya se están creando productos y servicios. Con el programa
universitario de Protección Intelectual se orienta a los investigadores para la generación de
patentes, marcas y derechos de autor. Lo anterior permite a las instancias relacionadas con dichos
productos iniciar el proceso de trasferencia al entorno con la creación de unidades económicas o
emprendimientos a través de la Incubadora Universitaria de Empresas, el lugar para la
planificación, organización y su puesta en marcha. Con el Cisco Entrepreneur Institute, los
emprendedores conocerán las experiencias de exitosos e innovadores empresarios que les guiarán
en el sinuoso camino del emprendedurismo. El espíritu emprendedor de una nación es lo que
permitirá que estas iniciativas logren cumplir con las necesidades de cambio que requiere México,
es momento que todos los involucrados hagamos que las cosas sucedan.
Caracteres: 4.155

También podría gustarte