Está en la página 1de 6

La sanidad te pertenece. Jesús la adquirió yendo por ti a la cruz.

Tienes tanto derecho a ser sanado como


tienes de ser salvo y ser lleno del Espíritu Santo.

De Acuerdo a Mateo 8:17, Jesús tomo nuestras enfermedades y llevo nuestras dolencias. El las cargo en su
propio cuerpo para que tú y yo no tuviéramos que hacerlo. Somos redimidos de la enfermedad y la dolencia.

Mira lo que dice Gálatas 3:13-14: Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición
(porque está escrito: Maldito todo lo que es colgado en un madero), para que en Cristo Jesús la bendición de
Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por fe recibiésemos la promesa del Espíritu.

Jesús llevo una maldición para que nosotros pudiésemos vivir una bendición. ¿Cuál es la bendición de
Abraham? Leamos Génesis, capitulo 17:

Era Abraham de edad de 99 años, cuando le apareció Jehová y le dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda
delante de Mí y se perfecto. Y pondré Mi pacto entre mí y ti, y te multiplicare en gran manera.

Entonces Abram se postro sobre su rostro, y Dios hablo con él, diciendo. He aquí Mi pacto es contigo, y serás
padre de muchedumbre de gentes. Y no se llamara más tu nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham,
porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes Y te multiplicare en gran manera, y hare naciones de
Ti, y reyes saldrán de ti. Y estableceré Mi pacto entre Mí y ti, y tu descendencia después de ti en sus
generaciones por pacto perpetuo, para ser tu Dios, y el de tu descendencia después de ti.

Este pacto hecho por Dios y Abraham fue sellado con la sangre de Jesús. De acuerdo a Gálatas 3:29, cuando tu
perteneces a Jesucristo, entonces eres la simiente de Abraham y heredero de la promesa.

Tu eres heredero de la bendición que Dios le dio a Abraham. Esta bendición se encuentra en
el capítulo 28 de Deuteronomio, y cubre cada área de tu existencia-espíritu, alma y cuerpo-
financiera y socialmente. Lee los primeros 14 versos de Deuteronomio 28 y te darás cuenta de
todas las bendiciones que te pertenecen a ti como hijo de Dios y coheredero con Jesús.

Una de esas bendiciones es sanidad física. Tienes el derecho de vivir libre de enfermedad y malestar. Pedro
dijo de Jesús, Quien llevo El mismo nuestros pecados en Su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando
muertos a los pecados, vivamos a la justicia y por Cuya herida fuisteis sanados (l Pedro 2:24). Las llagas puestas
sobre la espalda de Jesús por los soldados romanos permanecen- para su sanidad (por esas llagas fuimos
sanados)- en tiempo pasado. Tú fuiste sanado hace dos mil años atrás, pero tienes que recibirla por fe hoy en
día. La sanidad es parte de tu herencia, parte de la bendición de Abraham, pero para poder recibir tu herencia,
tienes que creerla por ti mismo y aceptarla como realidad en tu propia vida.

Es algo sumamente simple orar por sanidad. Todo lo que tienes que hacer es decir:

Padre, yo soy Tu hija. Yo estoy llena con Tu Espíritu Santo. Yo creo que Jesús llevo mis
enfermedades y mis dolencias, y creo que por sus llagas fui sanada hace dos mil años atrás.
Ahora, yo acepto ese hecho por fe. Y creo que soy sana ahora en el nombre de Jesús. Amén

Como hija de Dios, tienes el derecho de ordenar a Satanás salir de tu vida. Él no tiene ningún derecho a poner
enfermedades o males en tu cuerpo, porque Jesús llevo todas tus enfermedades y dolencias en Su cuerpo. Si
Satanás pudiera poner eso en ti, eso sería una aberración de justicia. Tú eres la propiedad de Dios y Satanás es
un invasor. Él no tiene ningún derecho de tocarte en tu espíritu, tu alma o cuerpo.
MINISTERIO DE SANIDAD
ESTRUCTURAS DE SANIDAD

Versículos que debemos orar para obtener la sanidad:

Éxodo 15:26 Mateo 8:2-3 Efesios 6:10-17


Éxodo 23:25 Mateo 8:17 Filipenses 2:13
Deuteronomio 7:15 Mateo 18:18-19 Filipenses 4:6-7
Deuteronomio 28:1-14 Mateo 21:21 II Timoteo 1:7
Deuteronomio 30:19-20 Marcos 9:23 Hebreos 10:23
Salmo 91:16 Marcos 11:23-24 Hebreos 10:35
Salmo 103:3 Marcos 16:17-18 Hebreos 11:11
Salmo 107:20 Lucas 1:37 Hebreos 13:8
Salmo 118:17 Lucas 18:27 Santiago 5:14-15
Proverbios 4:20-23 Juan 10:10 I Pedro 2:24
Isaías 41:10,13 Romanos 4:17-20 I Juan 3:21-22
Jeremías 30:17 II Corintios 10:4-5 III Juan 2
Joel 3:10 Gálatas 3:13-14 Apocalipsis 12:11

Éxodo 15:26

Les dijo: «Yo soy el SEÑOR su Dios. Si escuchan mi voz y hacen lo que yo considero justo, y si cumplen mis
leyes y mandamientos, no traeré sobre ustedes ninguna de las enfermedades que traje sobre los egipcios. Yo
soy el SEÑOR, que les devuelve la salud.»

Éxodo 23:25

»Adora al SEÑOR tu Dios, y él bendecirá tu pan y tu agua. »Yo apartaré de ustedes toda enfermedad.

Deuteronomio 7:15

El SEÑOR te mantendrá libre de toda enfermedad y alejará de ti las horribles enfermedades que conociste en
Egipto; en cambio, las reservará para tus enemigos.

Deuteronomio 30:19-20

»Hoy pongo al cielo y a la tierra por testigos contra ti, de que te he dado a elegir entre la vida y la muerte,
entre la bendición y la maldición. Elige, pues, la vida, para que vivan tú y tus descendientes. 20 Ama
al SEÑOR tu Dios, obedécelo y sé fiel a él, porque de él depende tu vida, y por él vivirás mucho tiempo en el
territorio que juró dar a tus antepasados Abraham, Isaac y Jacob.»

Salmos 91:16

Lo colmaré con muchos años de vida y le haré gozar de mi *salvación.»

Salmos 103:3

Él perdona todos tus pecados y sana todas tus dolencias;

Proverbios 4:20-23
Hijo mío, atiende a mis consejos; escucha atentamente lo que digo. No pierdas de vista mis
palabras; guárdalas muy dentro de tu corazón. Ellas dan vida a quienes las hallan; son la salud del
cuerpo. Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida.

Isaías 41:10

Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te
ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa.

Isaías 41:13

Porque yo soy el SEÑOR, tu Dios, que sostiene tu mano *derecha; yo soy quien te dice: "No temas, yo te
ayudaré."

Jeremías 30:17

Pero yo te restauraré y sanaré tus heridas —afirma el SEÑOR— porque te han llamado la Desechada, la pobre
*Sión, la que a nadie le importa."

Joel 3:10

Forjen espadas con los azadones y hagan lanzas con las hoces. Que diga el cobarde: «¡Soy un valiente!»

Mateo 8:2-3

Un hombre que tenía *lepra se le acercó y se arrodilló delante de él. —Señor, si quieres, puedes
*limpiarme —le dijo. Jesús extendió la mano y tocó al hombre. —Sí quiero —le dijo— ¡Queda limpio! Y
al instante quedó sano de la lepra.

Mateo 8:17

Esto sucedió para que se cumpliera lo dicho por el profeta Isaías: «Él cargó con nuestras enfermedades y
soportó nuestros dolores.»

Mateo 18:18-19

»Les aseguro que todo lo que ustedes aten en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desaten en la
tierra quedará desatado en el cielo. »Además les digo que si dos de ustedes en la tierra se ponen de
acuerdo sobre cualquier cosa que pidan, les será concedida por mi Padre que está en el cielo.

Mateo 21:21

—Les aseguro que si tienen fe y no dudan —les respondió Jesús—, no sólo harán lo que he hecho con la
higuera, sino que podrán decirle a este monte: "¡Quítate de ahí y tírate al mar!", y así se hará.

Marcos 9:23

— ¿Cómo que si puedo? Para el que cree, todo es posible.

Marcos 11:23-24
Les aseguro que si alguno le dice a este monte: "Quítate de ahí y tírate al mar", creyendo, sin abrigar la
menor duda de que lo que dice sucederá, lo obtendrá.24 Por eso les digo: Crean que ya han recibido todo lo
que estén pidiendo en oración, y lo obtendrán.

Marcos 16:17-18

Estas señales acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios; hablarán en nuevas
lenguas; tomarán en sus manos serpientes; y cuando beban algo venenoso, no les hará daño alguno;
pondrán las manos sobre los enfermos, y éstos recobrarán la salud.»

Lucas 1:37

Porque para Dios no hay nada imposible.

Lucas 18:27

—Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios —aclaró Jesús.

Juan 10:10

10
El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y la tengan en
abundancia.

Romanos 4:17-20

Delante de Dios, tal como está escrito: «Te he confirmado como padre de muchas acciones.» Así que
Abraham creyó en el Dios que da vida a los muertos y que llama las cosas que no son como si ya existieran.
Contra toda esperanza, Abraham creyó y esperó, y de este modo llegó a ser padre de muchas naciones, tal
como se le había dicho: «¡Así de numerosa será tu descendencia!» Su fe no flaqueó, aunque reconocía que
su cuerpo estaba como muerto, pues ya tenía unos cien años, y que también estaba muerta la matriz de
Sara. Ante la promesa de Dios no vaciló como un incrédulo, sino que se reafirmó en su fe y dio gloria a Dios,

2 Corintios 10:4-5

Las armas con que luchamos no son del mundo, sino que tienen el poder divino para derribar
fortalezas.5 Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevamos
cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo.

Gálatas 3:13-14

13
Cristo nos rescató de la maldición de la ley al hacerse maldición por nosotros, pues está escrito: «Maldito
todo el que es colgado de un madero.» [a]14 Así sucedió, para que, por medio de Cristo Jesús, la bendición
prometida a Abraham llegara a las naciones, y para que por la fe recibiéramos el Espíritu según la promesa.

Efesios 6:10-17

La armadura de Dios

10
Por último, fortalézcanse con el gran poder del Señor. 11 Pónganse toda la armadura de Dios para que
puedan hacer frente a las artimañas del diablo. 12 Porque nuestra lucha no es contra *seres humanos, sino
contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas
espirituales malignas en las regiones celestiales. 13 Por lo tanto, pónganse toda la armadura de Dios, para que
cuando llegue el día malo puedan resistir hasta el fin con firmeza. 14Manténganse firmes, ceñidos con el
cinturón de la verdad, protegidos por la coraza de justicia, 15 y calzados con la disposición de proclamar el
*evangelio de la paz.16 Además de todo esto, tomen el escudo de la fe, con el cual pueden apagar todas las
flechas encendidas del maligno.17 Tomen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra
de Dios.
Filipenses 2:13

pues Dios es quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer para que se cumpla su buena
voluntad.

Filipenses 4:6-7

No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y
denle gracias.7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus
pensamientos en Cristo Jesús.

2 Timoteo 1:7

Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio.

Hebreos 10:23

Mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo la promesa.

Hebreos 10:35

Así que no pierdan la confianza, porque ésta será grandemente recompensada.

Hebreos 11:11

Por la fe Abraham, a pesar de su avanzada edad y de que Sara misma era estéril, [a] recibió fuerza para tener
hijos, porque consideró fiel al que le había hecho la promesa.

Hebreos 13:8

*Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos.

Santiago 5:14-15

¿Está enfermo alguno de ustedes? Haga llamar a los *ancianos de la iglesia para que oren por él y lo unjan
con aceite en el nombre del Señor. 15 La oración de fe sanará al enfermo y el Señor lo levantará. Y si ha
pecado, su pecado se le perdonará.

1 Pedro 2:24

Él mismo, en su cuerpo, llevó al madero nuestros pecados, para que muramos al pecado y vivamos para la
justicia. Por sus heridas ustedes han sido sanados.

1 Juan 3:21-22

Queridos hermanos, si el corazón no nos condena, tenemos confianza delante de Dios, 22 y recibimos todo lo
que le pedimos porque obedecemos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada.

3 Juan 1

El *anciano, al querido hermano Gayo, a quien amo en la verdad.

Querido hermano, oro para que te vaya bien en todos tus asuntos y goces de buena salud, así como
prosperas espiritualmente.3 Me alegré mucho cuando vinieron unos hermanos y dieron testimonio de tu
fidelidad,[a] y de cómo estás poniendo en práctica la verdad. 4 Nada me produce más alegría que oír que mis
hijos practican la verdad. 5
Querido hermano, te comportas fielmente en todo lo que haces por los
hermanos, aunque no los conozcas.[b]6 Delante de la iglesia ellos han dado testimonio de tu amor. Harás bien
en ayudarlos a seguir su viaje, como es digno de Dios.7 Ellos salieron por causa del Nombre, sin nunca recibir
nada de los *paganos;8 nosotros, por lo tanto, debemos brindarles hospitalidad, y así colaborar con ellos en
la verdad. 9 Le escribí algunas líneas a la iglesia, pero Diótrefes, a quien le encanta ser el primero entre
ellos, no nos recibe.10 Por eso, si voy no dejaré de reprocharle su comportamiento, ya que, con palabras
malintencionadas, habla contra nosotros sólo por hablar. Como si fuera poco, ni siquiera recibe a los
hermanos, y a quienes quieren hacerlo, no los deja y los expulsa de la iglesia.

11
Querido hermano, no imites lo malo sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios; el que hace lo malo no
ha visto a Dios.12En cuanto a Demetrio, todos dan buen testimonio de él, incluso la verdad misma. También
nosotros lo recomendamos, y bien sabes que nuestro testimonio es verdadero. 13 Tengo muchas cosas que
decirte, pero prefiero no hacerlo por escrito;14 espero verte muy pronto, y entonces hablaremos
personalmente. 15 La paz sea contigo. Tus amigos aquí te mandan saludos. Saluda a los amigos allá, a cada
uno en particular.

Apocalipsis 12:11

11
Ellos lo han vencido por medio de la sangre del Cordero y por el mensaje del cual dieron testimonio; no
valoraron tanto su *vida como para evitar la muerte.

También podría gustarte