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La leyenda de los frailes del exconvento franciscano de Tecamachalco

Hace mucho tiempo en la época de la colonia y en la conquista de los españoles de


México, existían en el ex – convento de Tecamachalco, muchos sacerdotes, los cuales
eran llamados frailes franciscanos quienes realizaron la evangelización de los
habitantes de la región y todos los domingo efectuaban misas para toda la comunidad
que habitaba cerca de ahí y para todas las personas que venían de diferentes rumbos
de la entidad lejanos de la comunidad.

Pero había un día especial para ellos y para toda la población este es el día en el que
actualmente nosotros celebramos la fiesta del ex – convento.

En este día acostumbraba a elaborar un gran banquete lleno de diversos platillos que
satisfacían el paladar de todas las personas que asistían. Al mismo tiempo en este
banquete se realizaba una gran verbena n la que todos se divertían de diversas
maneras ya fuera comiendo, bailando o bebiendo.

Pero lo más revélate de las actividades que acostumbraban a hacer en ese día era
conmemorar y festejar la coronación de la santísima virgen de la Asunción, mediante
misas y procesiones.

Y una de las procesiones más importantes para ellos era la que realizaban a la media
noche ya que en esta procesión recorrían la mayoría de las casas que se encontraban
cerca, llevando con ellos la imagen de la virgen de la Asunción. Al término de la visita
de las casas, regresaban al convento y daban tres vueltas al atrio del convento,
rezando y todo concluía cuando entraban al convento, dejando a la imagen de la
virgen en su lugar.

Actualmente muchas de las personas que viven cerca del convento afirman, que el día
de la fiesta, ceca de las dos de la mañana, se ve y se escucha una procesión de
frailes con una gran multitud de personas, que salen de la puerta lateral del convento
que se encuentra sellada y dan tres vueltas al atrio del convento, rezando y con velas
encendidas.

Al término de las tres vueltas todo desaparecen, pero se dice que se han visto
personas que se incorporan a esta procesión que al término de esta, desaparecen y
no se les vuelve a ver nunca jamás.

Por eso se dice que sus almas nunca descansan en paz y molestan a personas que
ellos escogen para que ellas puedan regresar a este mundo, sacrificando las vidas de
las personas que escogen.

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