Está en la página 1de 2

El plan de estudio

Estudiar sin un plan de actuación es tan ineficaz como un libro con las páginas desordenadas o
una bicicleta con las piezas descolocadas. Estas son algunas propuestas:

1. Elabórate un horario fijo, escrito, en el que distribuyas el tiempo de estudio según las materias.
Tu primer logro será empezar a estudiar en la hora prevista, ni un minuto después.

2. Organiza tu tiempo de estudio. Una vez que has conseguido sentarte delante de los libros a la
hora que te habías fijado, deberás organizar un plan de trabajo diario, claro y sencillo, para saber
en cada momento lo que vas a hacer. Las agendas ayudan mucho.

3. Ante todo, no te quedes en la teoría. Lo más importante de un plan de trabajo es cumplirlo


siempre: una excelente planificación que no se cumple no sirve para nada. Seguro que se te van a
ocurrir muchas excusas, que no razones, para posponer el tiempo de estudio. Ahí es donde tienes
que concentrar todos tus esfuerzos.

EL MÉTODO:

Existen muchos métodos de estudio. El problema es que unos son muy útiles y otros no tanto. Este
es un ejemplo de método eficaz que sólo exige ponerlo en práctica:

• 1. Lectura rápida del tema. Leer los títulos de tos apartados y los subapartados, fijarse en las
palabras resaltadas, mirar las gráficos y los dibujos te servirá para familiarizarte con el contenido y
hacer una primera valoración de la dificultad del tema.

• 2. Lectura comprensiva de cada apartado. Es el momento de coger el tema por el principio y


leerlo todo seguido con la máxima atención y concentración posible, evitando las distracciones. La
velocidad lectora tendrá que ser proporcional a la dificultad de contenido, de manera que ante
conceptos nuevos o complejos tendrás que invertir más tiempo. Cuando domines esta técnica
podrás saltarte este paso e ir al siguiente.

• 3. Subrayado. Se trata de dar uso a todos esos rotuladores y lápices de colores que has
acumulado para resaltar lo fundamental del tema. Subraya aquellas palabras-clave o frases más
importantes que resumen el contenido. En cualquier texto hay cantidad de frases repetidas que a la
hora de captar la idea central se pueden eliminar. Si el subrayado está bien hecho, al leerlo te
recordará todas las ideas, conceptos y datos importantes que tendrás que memorizar.

• 4. Esquema. La sacas a partir del subrayado. Te va a facilitar la memorización y el repaso. Hay


muchas maneras de hacerlo, pero siempre debe conservar un esqueleto o columna vertebral al
que se le puede ir añadiendo ramificaciones o subtemas.

• 5. Memorización: Este paso se realiza sobre el esquema o resumen, lo que supone un gran alivio:
no es lo mismo memorizar un tema de diez folios que un resumen de dos. Sólo en el caso de que
surja alguna duda o de que el esquema no esté bien hecho, será necesario consultar el tema
original. Aquí tendrás que hacer un gran esfuerzo para asociar ideas.

• 6. Repaso. Un método de estudio que no incluya esta frase nunca será eficaz. Lo que no se
vuelve a recordar, se olvida. Para afianzar el tema en la memoria es imprescindible repasar. La
frecuencia de repasos depende de los temas o de la inminencia de los exámenes.

También podría gustarte