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E. D. La Misión de La Iglesia
E. D. La Misión de La Iglesia
Introducción:
El ser humano necesita estar retroalimentando sus conocimientos
constantemente. Con mayor razón el creyente, debe estar recibiendo el
alimento espiritual día a día, cuando no logramos cubrir este aspecto,
podemos experimentar una necesidad, un vacío, incluso una
decadencia.
Los quehaceres de la vida cada vez nos agobian más, las
preocupaciones y problemas que enfrentamos como sociedad cada
vez son mayores y nuestro tiempo cada día es más limitado. Por lo que
como creyentes, debemos cumplir con el cometido de transmitir las
enseñanzas que el Señor nos da a través de las Sagradas Escrituras,
tomando en cuenta todos estos aspectos.
No podemos ser indiferentes ante las necesidades espirituales de
nuestros hermanos y amigos hoy día, ante aspectos sociales tan
convulsionados, por lo que debemos buscar el Reino de Dios y su
justicia, a través del conocimiento de su Palabra en búsqueda de un
crecimiento espiritual, personal y congregacional.
Propósito:
Nuestro primordial propósito es concientizar respecto a la importancia de
estudiar con entusiasmo las Sagradas Escrituras y crecer en su
conocimiento, para servir con amor en la obra del Señor, en el
desempeño de los privilegios que Cristo nos encomienda dentro del
ministerio.
La finalidad es contar con una congregación siempre activa, así mismo
contar con líderes que puedan transmitir el aprendizaje recibido a otros
miembros de la congregación, poniendo especial cuidado de hacerlo
dentro del marco de la sana doctrina y conservando los lineamientos de
nuestra Iglesia y Misión.
Objetivos:
Generales:
Contribuir al avivamiento y crecimiento integral de nuestra Iglesia.
Fomentar la unidad y la integración entre los miembros de nuestra
congregación.
Incentivar la participación, en cuanto a la formación constante de líderes
que puedan motivar a los demás.
Participar activamente en el crecimiento espiritual y numérico de nuestra
congregación.
Alcanzar a través del interés por los estudios, almas para Cristo.
Específicos:
Prepararnos más en la doctrina, para poder servir en mejor forma dentro
de nuestra iglesia.
Motivar hacia el estudio personal constante, de la Palabra de Dios.
Promover el dinamismo, a través de la participación habitual de los
miembros de la congregación.
Lograr la proyección del estudio bíblico no solamente en nuestra Iglesia,
sino también a las demás congregaciones de la Misión, incluso a los no
creyentes.