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ENSAYO 1 UNIDAD.

El neoliberalismo sigue siendo la ideología dominante en los gobiernos de muchos


países, tanto ricos como pobres prevaleciendo las corporaciones transnacionales;
en el libre mercado y un Estado controlador que debe de asegurar su buen
funcionamiento como “El bien común para todos”.

Para los neoliberales el mercado debe de manejarse por sí solo, un mercado en el


que puede entrar todo y todo sea apto para ser comprado y vendido, el mercado
regulara la sociedad.

La sociedad en el nuevo capitalismo no es más que la suma de los individuos. Una


suma de individuos que no tiene una conciencia común; simplemente llevados a
un mundo de lenguajes y mensajes como es el Internet, la televisión, etc. Por
tanto, según el mundo neoliberal da entender que la sociedad no tiene capacidad
de actuar autónomamente, no es capaz de influir a los individuos, la sociedad no
se mueve socialmente como grupo social y en busca de intereses colectivos si no
de intereses individuales. Sin embargo al neoliberalismo no le importa la
colectividad si no para que la sociedad se encuentre en buen estado el individuo es
el que deberá encontrarse bien. No ha existido ninguna lucha constantemente de
los derechos sociales que antes se lograban por la sociedad que obtenían mejoras
económicas, sociales, un ritmo de vida que les satisfaga sin tener que ser
explotados.

El empleo precario, el empleo de tiempo parcial, el empleo por hora, el empleo por
cuenta propia, el empleo informal, y el crecimiento del desempleo parecen
desplazar al empleo asalariado, con contrato por tiempo indeterminado, estable,
de jornada completa y con beneficios de seguridad social. La crisis de! empleo ha
desatado, un profundo debate que invita a pensar el lugar del trabajo en la vida
social y la constitución de las identidades. Y también a reconsiderar las estrechas
relaciones entre las transformaciones del mundo del trabajo y la desarticulación
del peso político de las organizaciones de trabajadores.

La situación del mundo del trabajo no solo se caracteriza por la exclusión social a
todos aquellos que aminoran su ingreso, sino por la precariedad de las
condiciones laborales que somete a la mayoría de los trabajadores. Estas
transformaciones del mundo del trabajo pueden dar lugar a una crisis del trabajo.

El mercado de trabajo continúa sin funcionar plenamente como cohesión social,


aun cuando las políticas que promueven formas de reducir la jornada laboral,
exigir mayores salarios están delimitadas.

En el marco del desarrollo esperable del mercado de trabajo, sigue existiendo un


desempleo afectando a los más vulnerables. Las necesidades se superponen, y al
desempleo o empleo precario se suma la pobreza por caída de los ingresos, el
endeudamiento, el deterioro en la calidad de las viviendas, la crisis en la vida
cotidiana de las familias. La pobreza es cada vez más un fenómeno de
acumulación de carencias económicas, sociales, familiares y del medio. Este
carácter multidimensional de la pobreza requiere cada vez más de políticas
sociales que superen las condiciones de todos los trabajadores.

No solo el nuevo capitalismo aminora las relaciones sociales de trabajo


encontraremos el capitalismo cognitivo que esta involucrando los saberes sociales
con los económicos. Donde las relaciones sociales tendrán un lazo fuerte
ampliando ciclos entre estas predominando la relación económica. Le interesa el
conocimiento que se ha puesto al servicio de la producción para tener una mayor
eficacia y tiene la tarea de controlar los procesos de trabajo a través de la técnica y
aplicarlos a los hombres a través de la jerarquía. En este proceso el conocimiento
se convierte en parte integrante del desarrollo industrial, con las máquinas, los
mercados y el cálculo económico. Así, en el capitalismo moderno el conocimiento
se ha convertido en un factor necesario, tanto como el trabajo y el capital.

El conocimiento ha sido explotado estos últimos años ya que con las últimas
guerras suscitadas les piden armamento militar con gran eficacia y puedan
derrotar al enemigo, el sector tecnológico pudo tener una gran auge. En cuestión
de trabajadores estos se han adaptado a todos estos desarrollos tecnológicos, con
el miedo de perder el trabajo asumen las condiciones precarias de este nuevo
avance sin oposición alguna.
La formación de una “intelectualidad” ha tenido una expansión para la educación
y como para extender la producción del conocimiento en el campo laboral; el
aumento del uso de las tecnologías de información y comunicación no ha sido un
vector de desarrollo determinista, sino como una objetivación temporal de las
relaciones y las luchas sociales; y la conformación de una nuevos espacios para la
producción y el trabajo vivo en el marco de la globalización y de un sistema
transnacional.

Estas dos formas de trabajo no solo están haciendo que la fuerza de trabajo se
desgaste y que el humano tenga un ritmo de vida insuficiente si no en la parte
intelectual esta adueñándose de los valores, saberes de las personas sin dar una
remuneración valiosa ocupando estos conocimientos para el bien de los
capitalistas.

La solidaridad puede ser la emancipación de estos problemas laborales, la


colaboración de la sociedad, en pro de su beneficio y contra las desigualdades
sociales que genera el capitalismo. Y esa solidaridad necesita para su consecución
de instrumentos comunes a toda la sociedad, siendo el más común el Estado. El
Estado debe ser capaz de actuar solidariamente ante las desigualdades sociales,
desde donde se tome la iniciativa para erradicarlas, como principal instrumento de
la sociedad. Y es lo único capaz de acabar con la pobreza mundial generada por el
capitalismo desigualitario.

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