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REPORTE DE LECTURA

ARTEAGA GARCÍA ARNULFO

Trabajo y ciudadanía. Una reflexión necesaria para la sociedad del S XXI

Martha G. Rodríguez Riestra

Es difícil deslindar al ser humano con el trabajo. El trabajo es sinónimo de


movimiento, de dinamismo que se denota de lo particular a lo general: en principio
beneficia a quien ejerce el trabajo, sus familiares cercanos, su comunidad, su
región y así sucesivamente; sin embargo esa lógica se ha invertido y a pesar de
que ahora el trabajo se ha intensificado a grados superlativos nunca vistos
anteriormente y el resultado en dinero y beneficios se ven reflejados precisamente
así: las pequeñas cúpulas se apropian de las ganancias de las mayorías y éstas
ven reducidos sus salarios y con ello sus medios y calidad de vida se ven
notablemente contraídos.

El ciudadano que toma esa categoría desde su calidad política, social, económica
y laboral (los ejerza o no), y es en el laboral que donde el ciudadano va perdiendo
su identidad y la fuerza que antes le caracterizaba se ha pulverizado. Lo cual es
terriblemente notorio en la mayoría de los trabajos que se ofrecen donde los
salarios ínfimos, las condiciones de trabajo son inflexibles y denigrantes donde los
trabajadores obtienen la peor parte.

Pero lo interesante es ver cómo este proceso donde el trabajo es malo, mal
pagado, precario y escaso ocasiona. Existen ahora enormes flujos humanos en
busca de un mejor trabajo y condiciones de vida poniendo en riesgo su vida y
dejando atrás a su familia y sus raíces.

En este juego también entran en acción los gobiernos y gobernantes en turno que
muestran un nulo interés en modificar este ciclo, solamente en nuestro país las
remesas representan la segunda o tercera entrada de dinero atrás del petróleo,
paradójico que mexicanos en EEUU incrementen la economía de dos países y en
su país de origen no signifiquen nada económicamente ya que son desplazados
en su mayoría de ciudades agrícolas ahora inexistentes y van a fortificar la
economía del granero del mundo.

En ese sentido el autor se cuestiona desde la lectura particular del ejemplo


argentino si los ciudadanos serán capaces de autogestionar acciones que los
beneficien sin recurrir o depender de la iniciativa gubernamental.

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