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Iconofilias El intérprete suele estar presente en las imágenes de la alta política, pero no siempre se le ve

PANTALLAS

Al escondite con el traductor


JORDI BALLÓ ta. Es el traductor, omnipresente, grandes encuentros políticos resul- La segunda regla atañe a los me-
Dos políticos de países distintos ha- casi siempre invisible pese a estar ta más fiable tener el intérprete cer- dios de comunicación. Se trata de
blan en un salón muy protocolario. a la vista. Hay que fijarse en él. ca y sentir la caricia de los tonos de esquivar al máximo la figura de es-
Se miran a los ojos, pero no se en- Este ser humano, este profesio- su voz que no dejar que llegue el te intermediario, aunque esto no
tienden. Hay alguien entre ellos, nal cuya misión es transmitir esta- sonido de una vez, anónima, con re- sea geográficamente posible la ma-
pero nuestra mirada pasa de un ex- dos de ánimo en la alta política, es- traso, a través de un auricular. Pe- yoría de veces, porque nadie lo qui-
Miércoles, 9 marzo 2011

tremo al otro del plano, sin dete- te diplomático del matiz, no acaba ro una vez aceptada su presencia, ta de en medio. Pero se aprovecha-
nerse nunca en el sujeto que ocupa de desaparecer por mucho que me- se plantea la cuestión de cómo con- rán todos los resquicios posibles
el espacio central. Es un secunda- joren las tecnologías de traduc- seguir que nos olvidemos visual- para esconderlo, recurriendo a un
rio que ocupa el lugar protagonis- ción. Da la impresión que en los mente de él en el momento de to- ángulo ciego o reencuadrando la
mar fotografías o de la transmisión imagen para que su cuerpo parez-
EL PRESIDENTE DEL
televisiva del encuentro. ca una parte más del mobiliario.
GOBIERNO ESPAÑOL ¿Cómo evitar que el espectador Aunque hay que vigilar con el exce-
se entrevista en se fije en exceso en este interme- so de desaparición –especialmente
Qatar con la jeque- diario? La primera regla proviene cuando el encuentro es entre diri-
sa Mozah bint de los propios estadistas: debe exis- gentes de culturas y lenguas muy
Cultura|s La Vanguardia

Naser, esposa del


emir. En todas las tir una norma no escrita que impi- lejanas–, porque si se hablan y no
imágenes adquiere da a un presidente de gobierno o vemos al traductor, el público pen-
un gran protagonis- jefe de estado no mirar nunca al sará que no hay conversación ver-
mo visual el traduc- traductor mientras éste realiza su dadera entre ellos, sino solo un fal-
tor, quizás porque
juega un papel función interpretativa. De manera sete como cuando sonreímos en
arbitral entre los impasible, los dos estadistas se ha- una foto de familia.
dos personajes. Sin blarán mirándose a los ojos y oirán Como los dirigentes hispanos
el traductor, esta mientras tanto la voz del traduc- no tienen el don de lenguas, los via-
fotografía hubiera
podido parecer tor, como si la voz surgiera directa- jes de la política española son ri-
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excesivamente mente de los labios del que tienen cos en traductores de todo tipo y
franca. Es la figura enfrente. Al no mirar al traductor lugar. En su reciente estancia en
del hombre en el no le damos cuerpo de existencia. Qatar, Zapatero contó con un tra-
centro el que asegu-
ra el protocolo
Es una sombra a la que nadie hace ductor ubicuo: era cuerpo, som-
caso, pero sin cuya presencia no bra, flor, mueble o camaleón. ¿Lo
existe diálogo posible. ven? |

ZAPATERO
se encuentra con el
emir de Qatar. La
primera imagen es
una fotografía de
agencia y en ella el
intérprete está
presente, aunque
no se le vea. Es un
caso magnífico de
camuflaje, detrás
de Zapatero, confun-
diéndose con la
silla y el fondo. Si
comparamos esta
fotografía con otras
tomadas por el
mismo autor o con
las imágenes de
JAVIER LIZÓN / EFE

RTVE veremos
emerger al escondi-
do de su escondite

EN OTRO
ENCUENTRO,
EL EMBAJADOR
de Qatar recibe al
presidente español.
La imagen dispone
de dos encuadres
distintos. La prime-
ra, la más difundida,
muestra al intérpre-
te sin cabeza, con-
fundido con el mobi-
liario del fondo. La
segunda, más equili-
brada visualmente,
da demasiada impor-
tancia al traductor,
que se convierte en
el eje visual del
JAVIER LIZÓN / EFE

JAVIER LIZÓN / EFE

plano. Ante el dile-


ma se descabezó al
intérprete

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