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La docencia desde una mirada particular

Poder establecer una mirada objetiva y realista de la situación que vive el docente,
eludiendo una postura idealista, sino teniendo en cuenta la función del docente
apremiado por un entorno conflictivo y complejo, por la cual debe responder a una
institución educativa, organizada para un fin determinado y con una normativa
establecida, implicando variables que intervienen en la función, de las diferentes
personas que la integran y la requieren, en una REALIDAD determinada.

Cada maestro dispone de capacidades y competencias para encarar su intervención, de


acuerdo a las posibilidades y limitaciones, pero lo importante es reconocer que no existe
una acción perfecta, pero si que la imperfección intente cambios que modifiquen
constantemente la realidad aunque sea en forma mínima pero continua. Estas
modificaciones deberían instar a la capacitación, la revisión de la función profesional y
social, mejorar las condiciones de trabajo, determinar el grado de dominio y autonomía
en el desempeño de los roles, y la conformación de un equipo pedagógico inter e
intrainstitucional.
El docente esta influenciado por una Historia, que pone de manifiesto lo que existe y
fue forjado en el transcurso del tiempo, desde la función administrativa, la función
pedagógica, y la función social, pero es imprescindible manifestar una actitud positiva
de la situación que se nos presenta en el día a día, buscando fortalecer la organización,
promoviendo la integración, impulsando una comunicación e interpretación del
accionar, a pesar de las desavenencias y dificultades a los cuales nos enfrentamos
constantemente.

El rol docente, esta obligado a tomar decisiones y resolver problemas frente a grupos de
alumnos con características particulares en la búsqueda de la concreción de educación,
para reconocer los logros, promover la motivación, la interacción, el trabajo en equipo,
desarrollar un control de los resultados, a través de la observación, medicación y
negociación.
La clave de poder concretar la educación, partirá desde establecer que a los alumnos a
quienes nos enfrentamos, deben recibir una formación integral, respondiendo a sus
posibilidades y limitaciones, desde aprendizajes significativos que tendrán en cuenta sus
experiencias y estímulos, y no como meros receptores cognitivos.

El docente para desarrollar su tarea es importante que ejerza varias acciones como:

una apertura al cambio

responder a las características evolutivas del grupo.

Considerar la teoría en la que se va apoyar su trabajo


fomentar las posibilidades educativas que brinda el trabajo en grupo.
realizar un diagnóstico claro, preciso, de las motivaciones, necesidades e intereses
del grupo de alumnos, así como de los saberes previos que los alumnos poseen.
Elaborar con el grupo las normas de convivencia a las que deberán ajustarse las
conductas de todos.
Producir formas e instrumentos de evaluación.

Actitud de respeto hacia el tiempo de los alumnos.

Disposición para dirigir sin presionar, a conducir e informar cuando es oportuno, a


animar, a dialogar, a estimular, a reflexionar, a aprender con sus alumnos.
Apertura para producir un clima de consenso y disenso, permitiendo que los alumnos
ensayen, fracasen, critiquen, descubran, pregunten, elijan y fundamentalmente, sientan
que tienen un lugar donde son escuchados, atendidos, queridos.

Equilibrio para estimular la participación, la cooperación y el trabajo en grupo, sin


caer en el "laissez faire".

Adhesión a los principios de la disciplina autónoma.

Posibilitar, en los alumnos, la realización de aprendizajes significativos.


selección de recursos y materiales.

La evaluación dentro de las Instituciones


Lic. Irma Liliana del Prado

Definición
Evaluar, se define como el proceso de recoger una serie de datos en torno de una
persona, hechos, situación o fenómeno, con el fin de emitir un juicio valorativo.
Estos juicios valorativos, deben tener fuerza interpretativa y explicativa, a diferencia de
los del sentido común, se deben mejorar estos criterios y reconocerlos para que las
valoraciones emitidas mejoren el hecho o las propuestas (Litwin)

Características de la evaluación
* Flexible: ha de considerar los procesos y resultados previstos en los objetivos y
contenidos del aprendizaje, como también los otros procesos y resultados emergentes
que no fueron anticipados en la programación didáctica.
*Integral: considera los procesos, funciones, nociones, conocimientos, habilidades
destrezas, actitudes, vínculos, intereses, comprometidos en el hacer y sentir del
sujeto del aprendizaje considerado como una totalidad.
*Continua: ha de acompañar todas las instancias del proceso de enseñanza-aprendizaje.
*Cooperativa: han de participar las personas que integran el equipo docente (maestro de
sala, auxiliar, profesores especiales, personal directivo) y los padres, tenderá también
hacia la participación progresiva del niño, iniciando el proceso de la autoevaluación.
Los aportes que realiza cada uno, ampliaran y enriquecerán el proceso evaluativo.
*Individualizada: la evaluación del alumno ha de realizarse, en primer lugar, sobre la
base de estándares individuales, es decir, en función de los aprendizajes que va
desarrollando cada niño de acuerdo con su propio ritmo y posibilidades, en segundo
lugar, en relación con el grupo.
*Espontánea: ha de llevarse a cabo en situaciones que tengan, desde la perspectiva del
niño, un carácter espontáneo. Aunque se trate de situaciones creadas a tal fin por el
docente, deben asumir la modalidad de las actividades que usualmente desarrolla el
alumno en el ámbito cotidiano de la vida del jardín.

Criterios de evaluación
Son recursos muy potentes para evaluar las producciones de los estudiantes, elaborados
a partir de las experiencias y por lo tanto no son infalibles, ni debieran cristalizarse.
Son instrumentos que nos ayudan a reconocer el valor de las actividades, permitiendo
construir juicios de valor acerca de lo que la información recogida significa en términos
de aprendizajes.

Estos juicios responden a:


*Estados afectivos del docente (aceptación o rechazo de cierta conducta de los
alumnos).
*Elaboración seria y rigurosa basada en el conocimiento.
*Los criterios permiten analizar e interpretar la información recogida, con una base
teórica relacionada con: ¿Cómo se aprende? ¿Qué se enseña? Y cual es la relación de la
evaluación con los procesos de enseñanza-aprendizaje.

Técnicas e instrumentos de evaluación

La selección y el empleo de las técnicas e instrumentos de evaluación que realiza el


docente han de ser coherentes con las características específicas de la acción didáctica
en este nivel del sistema educativo. La más adecuada para este nivel inicial, con el
momento evolutivo del alumno, junto con los objetivos, los contenidos y las estrategias
metodológicas específicas del nivel es: la observación, la cual se considera la técnica
más adecuada de evaluación para recoger información.

Estas requieren del educador las siguientes cualidades:


*Poseer carácter abierto y flexible: para tener en cuenta la programación y los
emergentes.
*Poseer un criterio selectivo: sobre las características, contenidos, objetivos y
posibilidades del niño.
*Integrar la información de los aspectos incidentales y los planificados.
*Desarrollar habilidad de realizar la observación en forma simultánea.

Características generales que deben reunir los instrumentos de evaluación.


1) Validez: se dice que un instrumento de evaluación es válido cuando evalúa lo que se
pretende evaluar con él.

Validez de contenido cuando representa una muestra significativa del universo de


contenidos desarrollados en la unidad didáctica.

Validez predictiva se refiere a la correlación entre los resultados obtenidos en varias


pruebas y el desempeño posterior del alumno en aquellos aspectos que corresponden al
área evaluada.
Validez de convergencia cuando en un programa de varios instrumentos de evaluación
se encuentran coincidencias.

Validez manifiesta en los instrumentos que son capaces de dar cuenta de los
aprendizajes necesarios que deben lograr los alumnos.

Validez de significado se da en los instrumentos de evaluación que incentivan la


motivación del alumno por aprender.

2) Confiabilidad: Un instrumento de evaluación es confiable cuando une exactitud en la


medición y sensibilidad para la apreciación. La confiabilidad depende de la exactitud y
precisión con que mide el instrumento, el tiempo que se destina para aplicar el
instrumento, el momento y situación en que se toma la prueba.
La confiabilidad es muy importante y exige un manejo técnico muy correcto de las
técnicas de la evaluación,

3) Practicidad: Una prueba es práctica cuando puede administrarse sin problemas,


cuando sus resultados son fáciles de analizar e interpretar, y finalmente, cuando no
requiere demasiado esfuerzo para su preparación, aplicación e interpretación.

4) Utilidad: resulta de la capacidad de los instrumentos para satisfacer las necesidades


específicas relacionadas con los procesos de enseñanza y aprendizaje.
Hablar de cuando evaluar, no significa que la evaluación se constituye en la última
etapa. El momento propicio tiene que ver con la producción de conocimientos y con los
tiempos de aprendizaje de los alumnos.
Niveles de la evaluación.

Edith Litwin dice que "...carece de sentido la adquisición de una actitud evaluativa
constante porque no permitiría desarrollar situaciones naturales de conocimiento o
intereses en una temática..."
Se desvirtuaría el sentido del conocimiento si las prácticas se transformaran en una
constante evaluación. Una opción valida es la de evaluar la producción, pero no como
etapa final, sino a lo largo de los diferentes momentos del proceso educativo. Estos
momentos irán marcando los tiempos propicios para que el alumno no sea un mero
reproductor del conocimiento sino un protagonista en la resolución de situaciones
desafiantes.

Tipos de evaluación

Evaluación diagnóstica:
En el inicio, permitirá conocer el punto de partida en el que se encuentra el alumno, el
grupo, el contexto escolar, orientando las primeras intervenciones didácticas.

Evaluación formativa:
Durante el desarrollo del proceso se irá aportando información acerca de la marcha de la
enseñanza y el aprendizaje a fin de realizar los ajustes y/o modificaciones necesarias en
la programación e implementación didáctica.
Evaluación sumativa:
Esta evaluación final integra a todas las fases de la enseñanza y todos los procesos y
resultados del aprendizaje en relación con la totalidad de las áreas educativas.

DIALOGO Y CONSENSOS... ¿Dónde están?

A diario – desde los titulares y columnas de los medios de comunicación- encontramos


referencias a llamados al diálogo para lograr consensos ante los conflictos que se dan a
nivel internacional, nacional, local, organizaciones, partidos políticos, etc.

El “diálogo” parece estar en boca de todos, especialmente quienes ocupan cargos


políticos.

Pero, muchas veces se ve una triste “parodia” del mismo ya que estos espacios de
“diálogo” sólo son utilizados como un escenario público donde demostrar “nuestras
buenas intenciones” y la “mala intención de los otros”.

Estos aparentes “fracasos” llevan a descreer en el diálogo, el consenso la negociación y


la mediación como herramientas para superar las diferencias. Este es el mensaje que
como adultos muchas veces transmitimos a nuestros jóvenes y se refleja también en las
aulas diariamente.

Con gran preocupación un alumno de 16 años me planteaba “¿Para qué sirve hablar?...
Hablar no sirve para nada... Si hoy para que te escuchen parece que hay que ir a cortar
una ruta o ejercer la violencia"

Esto debe llevarnos a reflexionar sobre la pérdida del valor de la palabra y el ejemplo
que como adultos estamos dando..

La palabra como forma de relación con el otro, de reclamar y de buscar soluciones hoy
está devaluada. Pareciera que un acto violento puede más que mil palabras.

Todos hablamos de diálogo pero en la práctica muchas “mesas de diálogo” - o como se


las quiera llamar- son espacios para verdaderos monólogos, donde el mismo tiene
sentido siempre y cuando el otro diga y piense como yo pienso.

“Vamos a sentarnos a conversar”- dicen algunos especialistas- es la mejor forma de


arreglar el asado o la salida del fin de semana, pero cuando hay cuestiones serias y
conflictos a abordar se deben desarrollar estrategias que favorezcan el diálogo”.

Existen estudios serios acerca de las condiciones que deben darse para favorecer el
diálogo, debiendo comenzar por la aceptación y abordaje temprano del conflicto, la
consideración del otro, la escucha, el espacio físico, la efectiva participación en la
construcción de las soluciones.

Muchas veces se piensa que dialogar es “perder el tiempo”, que “no tengo nada que
negociar porque yo tengo el poder”. Aún las mejores soluciones cuando no tienen la
participación real del otro, tienen algo grado de posibilidad de ser boicoteadas y muchas
veces “negociando” (abriendo el diálogo) podemos obtener mejores soluciones que
“imponiendo”, aún cuando tenga el “poder” para hacerlo. “Negociando” no se pierde el
poder sino que éste se fortalece al mediano plazo.

Da la impresión que quienes tienen la responsabilidad de encauzar los conflictos


públicos, ignoran completamente los estudios de los especialistas o buscan
concientemente escalar el mismo hasta consecuencias insospechadas, lo que sería una
gravísima irresponsabilidad.

Si se aplicaran las herramientas para la construcción del diálogo y el consenso, muchos


conflictos podrían solucionarse o por lo menos disminuir sus consecuencias negativas.

Los procedimientos de Resolución Alternativa de Disputas, en especial la negociación y


la mediación pueden aportar herramientas útiles para esta construcción tan necesaria en
todos los ámbitos.

En la mediación y negociación se busca “poner en palabras” el conflicto, hablar sobre él


ya que poder ponerlo en palabras, definirlo, nombrarlo es el primer paso para comenzar
a transitar un camino para alcanzar aquello que las partes dicen necesitar.

Queda establecer los mecanismos y las políticas para que no se piense en la negociación
y la mediación como “última instancia” a las que acudimos cuando ya no sabemos qué
hacer con los conflictos sino como parte de los procesos normales de su gestión para el
abordaje temprano de los mismos.

Para ello será necesario que desde los diferentes ámbitos pensemos nuestra
responsabilidad y comencemos a dar ejemplos de revalorizar la palabra y quizá así
iniciar un camino encauzar los conflictos que hoy nos preocupan como sociedad que
nos encaminan a peligrosas divisiones sin retorno.

El manejo que vemos a diario de conflictos internacionales, nacionales o locales con sus
consecuencias negativas y las posibilidades que podrían abrirse de aplicarse estrategias
que faciliten realmente el diálogo y el consenso nos llevan a preguntamos: Diálogo y
consenso…. ¿dónde están?.

LA MEDIATIZACIÓN EN LA EDUCACIÓN

*La educación, sea presencial o mediatizada, será educación en tanto motive al


alumno a activar los potenciales del autoaprendizaje y del coaprendizaje,
estimulando la autonomía y la creatividad del estudiante en un «aprender a
aprender», en su propio camino hacia el conocimiento, la observación personal,
la confrontación y el intercambio, la solución de problemas, la unidad de
alternativa, la elaboración y producción de nuevas formas y el razonamiento
crítico. Se hablaría, entonces, más de una autoeducación orientada, que de
una educación a distancia.
De todas maneras, al hablar de autoaprendizaje nos estamos dirigiendo a la
orientación y guía de los profesores, resaltando tanto su labor como la tarea
informativa en el proceso formativo, enmarcando dicha tarea informativa no
como la única fuente sino como una gama amplia de integración, cuyo marco
dinámico la haga cada vez menos necesaria.
En el autoaprendizaje el alumno requiere de una fuerte motivación, de
atención, constancia y disciplina, y de creación de espacios adecuados que
vayan de acuerdo con su realidad sociocultural.
*El papel que ejercen los medios educativos, es consustancial con ese objetivo
de autoaprendizaje, pues proporciona a los alumnos canales de comunicación
a través de los cuales socializan los productos de su propio aprendizaje,
creando así una retroalimentación que los transforma en comunicadores que se
proyectan en su entorno social y en su comunidad.
Los medios son, pues, un vehículo por medio del cual los alumnos se expresan
y relacionan para crecer y transformarse. La construcción por parte del alumno
de su propio mensaje –texto escrito, audiovisual, audiocassette, u otro– hace
que desarrolle su formación. Está comprobado que no es recibiendo
información como el alumno se forma, sino a partir de la construcción, de la
elaboración y no de la repetición del mensaje.
*Los procesos de enseñanza y aprendizaje requieren, sin duda, de un
comportamiento de contenidos que debe propiciar el maestro pero como un
proceso de descubrimiento, recreación e invención; claro está que
necesariamente el alumno requiere ser interlocutor en dicho proceso. No
podemos fragmentar el proceso sino fusionarlo, producir conocimiento y
comunicarlo –educación y comunicación–, a través del desarrollo comunicativo,
que se logra de la interacción con los grupos y agentes sociales que crean una
dinámica de socialización del conocimiento. Aprender y comunicar son dos
componentes de un mismo proceso cognoscitivo; componentes simultáneos
que se compenetran y se requieren recíprocamente.
Si la tarea educativa aspira a llegar a una real apropiación del conocimiento por
parte de los educandos, será mucho más efectiva si se les ofrece instrucción
en la comunicación.
Según Freinet, si el individuo busca, experimenta, discute, reflexiona y sabe
que va a interrelacionarse en ese hallazgo, que hay destinatarios, se despierta
su deseo de conocer más. Este autor remite a una propuesta que no sólo
responde a fundamentos psicológicos –necesidad de motivación, el estímulo de
la autoexpresión– sino también y en mayor grado, a exigencias pedagógicas.
*En la educación a distancia un paso inicial en los procesos de enseñanza y
aprendizaje es propiciar un primer ámbito de comunicación e interacción, es
decir, que la dinámica tenga una dimensión grupal. Actualmente esta
metodología es vista como un círculo cerrado donde cada estudiante es un
punto terminal, donde no existen canales de comunicación, lo cual origina una
situación pedagógica nunca propicia para la recreación e internalización del
conocimiento. Por esta situación los sistemas de educación a distancia a nivel
mundial se han restructurado implementando encuentros grupales –entre
alumnos– y sesiones periódicas con el maestro, o sea encuentros ocasionales
entre docente y alumno.
En cuanto a los encuentros grupales podemos decir que no se pueden asumir
dentro del grupo posturas verticales ni antipedagógicas, pues el grupo debe ser
autónomo y autogestionario.
*Según Perraton, cuando en programas de educación no formal se organiza a
los educandos en grupos de aprendizaje y se les suministra un material
diseñado para estimular el trabajo grupal, se observa que el grupo ha estado
en capacidad de superar gran parte de sus dudas y deficiencias. El mismo
autor recomienda no prescindir del asesor o tutor, cuando su papel sea
esencial en el proceso educativo.
*En los procesos de enseñanza y aprendizaje se podrán lograr importantes
avances cuantitativos y cualitativos si no sólo se proporciona a los alumnos o
grupos contenidos e información sino que también se les da potencia como
gestores de su aprendizaje, orientación para que se comuniquen e interactúen
entre ellos; si se les proponen ejercicios y talleres –solución de problemas– e
investigación y experimentación. De esta manera se propicia el autoaprendizaje
y la conformación de grupos que más tarde se convertirán en cooperativas y
entes culturales y sociales.
*La propuesta de una pedagogía construida desde la comunicación remite,
según Freinet, a concebir el conocimiento como un producto social, que se
pone en común y se intercambia. Este papel lo efectúan los medios de
comunicación, (la prensa, la televisión, la radio), los cuales son asimilados por
todos.
*El empleo de los medios encuentra su legitimación y justificación en la
dinámica grupal e intergrupal, en la modalidad de educación a distancia y en la
semipresencial. De otro lado, si la educación presencial o tradicional se abriera
a la perspectiva de disponer de los recursos contenidos en el entorno del
alumno, se descubrirían muchos agentes educativos: fuentes de información y
de consulta, diálogos con su medio y con su propia experiencia de vida.
*De tal manera que si se concibe el aprendizaje como un hecho social, se lleva
a abrir el proceso en ambos extremos del circuito. En el input, incorporando
múltiples fuentes alimentadoras; en el ouput, multiplicando a los receptores
interlocutores, en un proceso de enriquecimiento donde confluyen diversos
elementos.
*No puede desconocerse que el papel que la educación le ha asignado a la
comunicación tiene un carácter meramente instrumental, y se palpa esa
aseveración en la generalizada opinión de que la enseñanza a distancia es la
que nos vincula en la comunicación, porque se basa en los medios.
*Nuestra propuesta pedagógica trasciende el uso de los medios; y está lejos de
ser integrada, por la sola y única introducción, de forma unidireccional, a
“materiales educativos” impresos, programas de radio, de televisión o de video.
*De ninguna manera desmerecen los medios, pero si son utilizados y
manejados desde esa perspectiva, no contribuyen a resolver el problema
educativo. Deben mirarse desde el aspecto de la mediatización para formar
procesos de autoeducación o autoaprendizaje.
*La implementación y utilización de los medios educativos no puede en ningún
momento remitir a un modelo vertical de la enseñanza; por el contrario, debe
inducir a motivar al alumno a través de mensajes abiertos y creativos que
lleven a la reflexión crítica y a la participación, haciendo de él un receptor activo
y un interlocutor a partir de las nuevas tecnologías y de la concepción de la
comunicación educativa; en dicha concepción el medio puede ser cualquiera.
Lo realmente significativo es la red de intercambio que el medio debe poseer
para generar una cadena de interacciones, de flujos comunicacionales
múltiples, en aras de construir el conocimiento como producto social.
*En consonancia con el modelo educativo que es formativo, no solamente
informativo, suscitador de crítica y creatividad, el modelo de comunicación
deberá ser un modelo participativo, dialogal y multidireccional. Se hace
necesario concebir al alumno según la teoría de Cloutier1, como Emirec:
emisor-receptor y receptor-emisor, esto es, como sujeto comunicante facultado
para emitir, recibir o autogenerar sus propios mensajes.
*Si nos interrogamos acerca del tipo de comunicación que practicamos en
nuestro modelo educativo, debemos preguntarnos si lo que hacemos es
enfatizar en contenidos, moldear comportamientos, canalizar información o
transportar conocimientos –comunicación vertical: monólogo de emisor-
receptor–, lo cual conlleva a un alumno silencioso; o si buscamos una
educación-creación que estimule el descubrimiento, el espíritu liberador,
autónomo y crítico para que genere procesos participativos, solidarios y
proyectos organizativos y comunitarios; que concibe un modelo dialógico, cuya
estructura promueve un educador hablante. Los medios de comunicación
deben despertar en el maestro cuestionamientos tales como: la influencia de
éstos en el sentido crítico de sus estudiantes, la influencia en su formación y
cotidianidad, y en el desarrollo y conceptualización de estereotipos sociales,
entre otros.
*A partir de aquí, el maestro debe tomar los medios, incluirlos en sus procesos
de enseñanza y aprendizaje, retomarlos e implementarlos y para ello se hace
necesario el conocimiento de los mensajes orales, escritos y audiovisuales; de
la codificación y descodificación de la palabra y la imagen, dándoles su real
sentido desde el lenguaje, la semiótica y la pedagogía con el fin de que el
maestro pueda mirar y analizar las noticias críticamente y observar las
imágenes de los programas de televisión con objetividad y neutralidad. Es
necesario desmitificar y descodificar estos mensajes para que, a su vez, los
alumnos puedan volverse emisores-receptores analíticos de los medios.
*Es importante señalar que a través de los medios masivos se puede
alfabetizar a grupos sociales dentro y fuera de la escuela; está demostrado que
pueden hacer valiosos aportes creando climas educativos adecuados donde se
motiven procesos de aprendizaje. Naturalmente debe haber un maestro con
una gran dosis de creatividad que elabore mensajes apropiados para el
momento didáctico a través de estrategias y métodos educativos.
*La comunicación educativa tiene dos tareas fundamentales: trasformar los
contenidos educativos de un mensaje comunicativo. No le basta al maestro con
trabajar bien el contenido específico, sino que debe emplear una forma
comunicativa apropiada para llevarlo a sus alumnos: el vehículo es tan
importante como el contenido, sin dejar de lado el cómo y el porqué del
mensaje. La otra tarea consiste en manejarla de forma tal que sea
comunicativa y pedagógica, es decir, que el programa por ese medio de
comunicación cumpla objetivos didácticos específicos.
Actualmente, en los campos educativo, comunicativo e informativo, el concepto
de interactividad está presente en cualquier producto, material, curso o
programa.
*El significado concreto de interactividad, al hablar de modelos didácticos,
rebosa el arquetipo interactivo como superador del tradicional que es de tipo
transmisionista, donde el único emisor es el profesor y los alumnos son
exclusivamente receptores. Es así como se crea el clima de enseñanza
aprendizaje pasivo, unidireccional y sin ninguna retroalimentación.
*Cuando se habla de interactividad se percibe una actividad recíproca, una
comunicación de doble vía que puede ser física o mental. Pero es importante
superar ese intercambio de mensajes y respuestas para introducir la
retroactividad, suma de interacción y retroalimentación, de tal manera que se
pueda afirmar que la interactividad no será un factor intrínsecamente
optimizador del proceso educativo si no se produce una retroalimentación que
regule, modifique, evolucione y mejore los mensajes y el sistema de
comunicación.
*Hay que resaltar la interactividad entre los que aprenden y entre quienes
enseñan, contribuyendo al aprendizaje significativo, que es aquel susceptible
de producirse cuando el alumno participa activamente en la construcción de
sus propios conocimientos, y cuando puede establecer un intercambio sobre el
resultado del aprendizaje.

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