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La Espiritualidad y la Consejería Profesional: Enfoque

Holístico de Salud Mental

Introducción

La idea de la Espiritualidad dentro de la salud holística del individuo es una ciencia que
ha tomado auge en los pasados 20 años aunque los estudios relacionados a esta datan desde
finales del siglo 19. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (2004), la salud mental
es concebida como un estado de bienestar por medio del cual los individuos reconocen sus
habilidades siendo capaces de enfrentar el estrés normal de la vida, trabajar de forma productiva
y fructífera, y contribuir a sus comunidades. A la vez salud mental se refiere a la posibilidad de
maximizar la competencia de las personas y comunidades y permitirles alcanzar sus propios
objetivos.

Es necesario entonces definir diferencias entre las ideas de religión (religiosidad) y

espiritualidad. Según revisión de literatura ambos constructos muestran características

diferentes. Al hablar de religión muchos la definen como el conjunto de prácticas y valores

relacionados a un credo o denominación en específico. También puede verse a la religión como

un conjunto específico de prácticas religiosas que las personas usan para conectarse con lo

sagrado y con lo que trasciende.

Por otra parte definimos el concepto de espiritualidad como “una cualidad que integra o

transciende la naturaleza bio-psicosocial del individuo” (Craven, 1996). Es aquello que “le da

significado a la vida” (Macrae, 1995). Implica una cualidad de trascendencia o fuerza que guía,

algo fuera del ser, más allá del individuo (Espeland, 1999). También puede tratarse como las

creencias o sistema de valores que proveen fuerza, esperanza y definen el “significado de lo que

llamamos vida” ( Brecker, 1999). Según Hoase (1992), la espiritualidad es una energía creativa

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e integradora que se basa en las creencias y el sentido de estar interconectado con una fuerza

mayor que la persona misma.

Del latín la palabra “espíritu” se refiere al aliento, aire o viento. O’Neill (1998), define
en su artículo Spirituality and chronic illness, espiritualidad citando la obra de Domberck
(1995), que plantea que el espíritu es lo que anima o da vida a una persona. Según el
diccionario de la Lengua Española la palabra espíritu se define como el alma racional, vigor
natural y virtud que alienta y fortifica el cuerpo para obrar. Por otra parte el teórico Espeland
(1999), en su artículo Achieving spiritual wellness, menciona que de acuerdo a Wright (1998), la
espiritualidad es la dimensión de una persona que envuelva su relación con él mismo, con otros,
con un orden natural y con un ser o fuerza superior que se manifiesta a través de expresiones
creativas y puede envolver prácticas religiosas. Bajo todas estas definiciones se puede entender
entonces la importancia del desarrollo espiritual del individuo y las consideraciones dentro de la
consejería para el alcance del máximo potencial de salud del individuo. Como consejeros
debemos entonces conocer la amplitud de las definiciones relacionadas a la espiritualidad para
proveer al cliente un buen servicio profesional y completo.

El concepto de la espiritualidad se encuentra dentro de las diferentes culturas como una


visión de búsqueda de realización y significado fundamental a través de diferentes vías, entre
ellas la religión. Un estudio con pacientes de cáncer en los EEEUU se hizo con el fin de
determinar la relación entre l espiritua;lidad y sus efectos en la salud vs. la cultura. Los temas
bajos estudio lo fueron "Dios como presencia reconfortante", "Cuestionamiento de la fe", "Enojo
con Dios", "Auto transformación espiritual y actitud hacia los demás” “reconocimiento de la propia
mortalidad" "Profundización de la fe", "Aceptación" y "Orar por sí mismo". Se encontró que un
mayor porcentaje de los afro estadounidenses, las latinas y las personas identificadas como cristianos,
fueron más propensos a sentirse reconfortados por Dios que otros grupos y con esto una mejor salud
y expectativa de vida más prolongada.( Levine EG et al, 2007)

Dentro del campo de la salud, el bienestar espiritual se considera parte de la división de


medicina alternativa complementaria (CAM, Complementary Alternative Medicine). Para el
individuo la espiritualidad se define como una necesidad humana universal no necesariamente
relacionada a prácticas religiosas. Algunos individuos se ven así mismos tanto espirituales como

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religiosas; algunos pueden considerarse religiosos pero no espirituales. Por otra parte algunas
personas ateas (individuos que no creen en la existencia de Dios) o agnósticas (individuos que
creen que no se puede demostrar la existencia de Dios), pueden considerarse espirituales pero no
religiosas.

Otros aspectos de la espiritualidad que han sido identificados por aquellos que trabajan
con pacientes médicos incluyen una sensación de significado y paz, una sensación de fe y una
sensación de unión a otros o a Dios (McCullough ME et al, 2000).

Finalmente podemos citar que dentro de esta rama de estudio, “la espiritualidad es la
búsqueda personal para entender las respuestas a las últimas preguntas sobre la vida, su
significado, y la relación con lo sagrado o lo transcendente, que puede o no conducir al
desarrollo de rituales religiosos y la formación de una comunidad, mientras que la religión es un
sistema organizado de creencias, prácticas, rituales, y símbolos diseñados para facilitar la
cercanía a lo sagrado o transcendente” (Koenig, McCullough y Larson, 2001).

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Historia

Dos escritos pueden considerarse como fundamento para los estudios de la espiritualidad
desde un punto de vista psicológico. Uno de ellos el de Friedrich Schleiermacher (Psycologi,
1862) y el otro de William James (La Variedad de la Experiencia Religiosa, 1902). Su aportación
a esta rama de estudio reside en establecer la diferencia entre la religión como institución
(grupos religiosos y su organización), la religión como práctica personal (vivir experiencias
místicas, independientemente de la cultura) y la diferencia entre religiosidad sana y religiosidad
enfermiza. Para William James, factores emotivo-cognitivo-conductuales operaban en las
experiencias religiosas.

Otros aportes en la Psicología de la Religión lo fueron Edwin Starbuck del 1899, Stanley
Hall entre la época del 1904 al 1917 y George Coe del año 1900 (Yoffe, 2007). Entre las
aportaciones teoricas del Siglo XX se encuentran; Sigmund Freud, Carl Jung, Alfred Adler,
Gordon Allport, Daniel Bastón, Erik H. Erikson, Erich Fromm, Abraham Maslow y Viktor
Frankl. Todos ellos hacen énfasis en la existencia de un Dios, en las prácticas y experiencias
religiosas y clasifican a la religión como “buena o mala”, como medio de crecimiento y
motivación o de enajenación del hombre y la sociedad (Faller, 2001).

En el libro The Individual and His Religion escrito en 1950 por Gordon Alport, el autor
distingue la diferencia entre “religión Madura” y “religión Inmadura” en donde en la primera la
gente es de mente abierta y dinámica. Según explica el autor, en la segunda la persona es egosita
y representa estereotipos negativos de su practica religiosa. Mas tarde se cataloga la religión
como “intrínseca” (valores de fe genuina y devota) y la “extrínseca” (asistencia a la iglesia para
obtención de grado social). Más tarde Daniel Batson en 1930 escribe en su obra otra
clasificación; “religión como medio”, “religión como búsqueda” y “religión como final” (Rivera-
Ledesma & Montero-López, 2007).

No es hasta mediado el Siglo XX que la psicología dará un perfil científico a las


observaciones de comportamiento espiritual-religioso dando forma a lo que más tarde se conoce
como Psicología Religiosa o Psicología de la Religión. La misma se alimenta de las
aportaciones dadas por las corrientes del conductismo, el psicoanálisis, la psicología humanista
y transpersonal, especialmente en Europa y Estados Unidos donde comienza. La Psicología de

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la Religión es la rama de la psicología aplicada que estudia las operaciones psicológicas
vinculadas a la práctica religiosa. Bajo esta ciencia se estudian las creencias, actividades y
experiencias religiosas desde el punto de vista psicológico (Font, 1999).

Estudios Realizados.

La espiritualidad ha ido cobrando cada vez más importancia especialmente en el mundo


occidental y se ha convertido en un constructo estudiado ampliamente por el campo de la salud
(Koenig, 2008). Hoy en día se cuenta con más de 1,200 estudios sobre los efectos de este tema
en el área de la salud, y es en los últimos veinte años cuando más se ha encontrado una fuerte
relación entre religiosidad-espiritualidad y salud física y mental en todo tipo de enfermedad.
Incluso se ha abordado en procesos de divorcio y crisis emocionales (Koenig et al., 2001;
Baldacchino & Buhagiar, 2003; Moreira-Almeida et al., 2006).

En cuanto a la salud física los estudios han estado centrados particularmente en la


actividad inmunológica, las neoplasias y enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares,
neurológicas y dolor (Koenig et al., 2001; Guimaráes & Avezum, 2007; Peres, Arantes, Lessa &
Caous, 2007).

Relacionado a la salud mental, los estudios han estado enfocados en las adicciones, el
suicidio, la delincuencia, la ansiedad-depresión, el estrés, la esquizofrenia, el psicoticismo y los
trastornos bipolares (Koenig et al., 2001; Mueller, Plevak & Rummans, 2001; Moreira-Almeida
et al., 2006; Dalgalarrondo, 2007; Koenig, 2007). En general, en todos estos estudios se han
encontrado relaciones positivas y causales (Guimarães & Avezum, 2007). Los estudios
demuestran que, aunque la espiritualidad de una persona “no se encuentre desarrollada” en algún
momento del tiempo, el sentido de pérdida de control ha motivado el desarrollo de la misma y así
la muestra de actitudes generales más positivas durante el enfrentamiento de crisis (Koenig,
George & Siegler, 1988).

En cuanto a la labor del Consejero, puede mejorar la calidad de vida, brindar bienestar
psicológico, felicidad, emociones positivas, disminuir los niveles de ansiedad, depresión y los
comportamientos adictivos y suicidas, como ha sido planteado en algunos estudios e incluso los

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efectos del estrés post traumáticos en crisis debido al terrorismo (Moreira-Almeida et al., 2006;
Koenig, 2007b; Panzini, Da Rocha, Bandeira & Fleck, 2007; Peres, Moreira-Almeida, Nasello &
Koenig, 2007; Meisenhelder & Marcum, 2009).

Por otro lado, estudios realizados demuestran que un afrontamiento espiritual como la
oración, la contemplación, el yoga, qi gong, el tai chi, el budismo zen, la meditación
trascendental, la relajación, la visualización, escuchar música y hacer contacto con la naturaleza,
entre otras técnicas, tienen un impacto favorable en los procesos cerebrales (Navas & Villegas,
2006; Navas, Villegas, Hurtado & Zapata, 2006). Una mejor relación mente-espiritu ayudan al
autoconocimiento, mejor acoplo con los tratamientos prescritos y un estilo de vida más saludable
mejorando la calidad de vida en general (Moreira-Almeida et al. 2006).

En el pasado siglo, Hawks, Hull, Thalman y Richins (1995) desarrollaron una revisión
de literatura que abarcó los años 1964 a 1994. Su objetivo fue examinar las definiciones sobre la
salud espiritual; proveer una visión general de algunos métodos de intervención eficaces que
pudieran aumentar la salud espiritual además de dar una idea general de las relaciones
potenciales entre las intervenciones de salud espiritual y los resultados de salud en los niveles
conductual, emocional y físico. Durante su estudio los autores encontraron que las técnicas de
imagineria, apoyo social relacionado a las prácticas religiosas y la meditación ayudaron al
desarrollo de los elementos relacionados dentro de la salud espiritual tales como el auto
conocimiento, conexión con el Yo, con los demás y un ente superior (Dios). También fueron
relevantes los cambios positivos hallados sobre las conductas de salud como la comunicación, la
adhesión al tratamiento y el cumplimento de la dieta. Además, se encontró una gran variedad de
resultados benéficos en la salud física y emocional como la reducción de enfermedades cardiacas
y de mortalidad por cáncer, y la disminución de la ansiedad y de los estados de ánimo negativos.

En otro estudio (Kennedy et al. , 2002) desarrollaron en Estados Unidos una


investigación cuyo objetivo fue evaluar si la participación en un programa de dos días y medio
de duración para pacientes cardíacos y sus parejas causaba cambios en la espiritualidad, y si
estos cambios estaban relacionados con cambios en salud. Participaron 72 pacientes, quienes
llenaron cuestionarios antes y después del programa. El mismo incluyó análisis y discusión
sobre estilos de vida saludables, alimentación, manejo del estrés, comunicación, apoyo social y

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principios básicos de sanación espiritual. Las prácticas empíricas incluían el yoga, la meditación,
la visualización y la oración.

Los resultados indicaron que el 78% de los pacientes tuvieron un aumento en la


espiritualidad después de la terminación del programa. Los cambios encontrados en la
espiritualidad estuvieron positivamente asociados con un aumento significativo en la percepción
del bienestar en la vida, la autoconfianza en el manejo de problemas y una tendencia en la
disminución de enfado o enojo. Los autores concluyeron que muchos pacientes y sus familias
consideran la espiritualidad como un elemento importante de la salud en sus vidas.

Otro estudio en Canadá con pacientes de neoplasia concluyó que la visualización en la


terapia de grupo en los pacientes con cáncer puede ser de gran beneficio cuando se aborda desde
una perspectiva espiritual. Durante el estudio, los pacientes pudieron aceptar de mejor forma su
condición, experimentaron una visión más positiva del significado de sus vidas y se integraron
con una apreciación más sensible para los acontecimientos de vida diaria teniendo menos
tendencia a estar en desacuerdo con los demás (Cunningham, 2005).

Un estudio realizado con pacientes de SIDA en los Estados Unidos buscó analizar la
eficacia de una intervención psico-espiritual sobre el distrés psicológico causados por los
pensamientos intrusivos, el estrés, la ansiedad, la ira y la depresión. La intervención consistía en
la repetición de un mantra (una palabra o frase con asociaciones espirituales repetida en silencio
durante todo el día). En este estudio fueron asignadas 93 personas a dos condiciones
experimentales: 46 participaron en la intervención y 47 personas conformaron el grupo control.

Los resultados indicaron que el grupo que utilizó el mantra mejoró significativamente en
comparación con el grupo control, hubo reducción en rasgos de ira e incremento y profundidad
en la fe espiritual. La utilización del mantra tuvo asociaciones inversamente proporcionales con
los pensamientos intrusivos de los pacientes y se asoció positivamente con la calidad de vida, la
satisfacción existencial espiritual, el significado de paz, interior y la fe espiritual. En conclusión,
según este estudio, el mantra permite disminuir los niveles de estrés psicológico y favorece la
satisfacción existencial espiritual entre estos pacientes (Bormann et al. 2006).

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En Canadá, un grupo desarrolló un estudio cuyo objetivo fue valorar la eficacia de un
programa de espiritualidad en casa. En el mismo se enfatizo los problemas emocionales en
pacientes con estrés. La muestra no aleatoria del estudio estuvo conformada por 165 personas, 56
participaron en el grupo de Espiritualidad, 54 participaron en el grupo de Meditación y 55
conformaron el grupo Control (Moritz et al. , 2006). Se evaluó la calidad de vida a través del
cuestionario MOS SF-36 y el estado de ánimo mediante el Profile of Mood States (POMS) que
mide seis estados de ánimo como: tensión/ansiedad, depresión/ melancolía,
odio/hostilidad/angustia, vigor/actividad, fatiga/inercia y confusión/desconcierto.

Comparando los resultados con el grupo control, sin ningún tipo de intervención, se hizo
un pre-test y pos-test doce semanas después de terminar la intervención. El programa de
Espiritualidad se llevó a cabo en ocho sesiones mediante el uso de audiocasete cada una con
diferentes énfasis por semana o sesión. Las sesiones uno y dos consistieron en explicar los
aspectos divinos del yo y como éstos producen sentimientos de acercamiento a la divinidad. En
la sesión tres se llevaron a cabo prácticas de respiración y meditación que ayudan a las personas
a conectarse con lo divino. La sesión cuatro se enfoco en la práctica del autoconocimiento
basándose en el uso de los cinco sentidos. La sesión cinco consistió en la explicación del camino
de la espiritualidad, el cual empieza con la fe, luego sigue la creencia para obtener la sabiduría y
finalmente el entendimiento. La sesión seis consistió en presentar la idea de construir la gratitud
y la conexión con los demás. La sesión siete hizo referencia a la idea del desapego y de no juzgar
los resultados de nuestras acciones. La sesión ocho concluyó el programa y enfatizó en los
cambios que ocurren cuando la espiritualidad toma la vida y, finalmente, se introduce la
visualización sobre el entendimiento de la conexión con los otros y la divinidad.

Por otra parte, e l grupo de “meditación” enfatizó en ocho sesiones de meditación y


relajación con ayuda de audiocassetes, mientras el grupo control continuó actividades normales
de su vida diaria sin ningún tipo de intervención. Los resultados demostraron que el grupo de
Espiritualidad tuvo una mejoría en el estado de ánimo y en el índice sumario de salud mental del
cuestionario MOS SF-36 respecto al grupo de Meditación y el grupo Control, y que el grupo de
Meditación tuvo mejores resultados respecto al grupo Control (Moritz et al., 2006).

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Estudios similares en Brasil (Elias et al., 2007) y en Australia (Jorna et al., 2006) hicieron
estudios similares en cuanto a la relación de estados de salud mental y física y su nrelacion
directa con el elemento de espiritualidad encontrandoresultados similares a los de Moritz.

Podemos generalizar entonces que la relación entre la espiritualidad y la salud mental ha


sido bien establecida por varios investigadores (Donahue y Benson, 1995; Chamberlain y Hall,
2000; George et al., 2000; Koenig, McCullough, y Larson, 2001) Los mismos han concluido que
las personas que valoran y practican su espiritualidad tienden a estar más saludables física y
mentalmente. Además, ellas tienden a recuperarse más rápido de enfermedades mentales tales
como la depresión ansiedad, abuso de drogas, alcoholismo, y otras enfermedades sociales.

En cuanto al enfoque de la consejería, los valores constituyen un factor determinante se


relaciona con todas las esferas de la vida humana. Los valores se relacionan al mundo social, la
historia, la subjetividad de las personas y las instituciones (Fabelo, 2001). Los mismos moldean
la conducta humana y las relaciones interpersonales y llegan a constituirse en normas de
convivencias. Además, son virtudes, cuya práctica interior permite un crecimiento y equilibrio.
La aceptación de sí mismo y de los otros, ejerce una influencia determinante en el desarrollo
integral del ser humano, por consiguiente de su salud mental. Los valores componen la estructura
de la personalidad, en tanto, que permiten captar esos significados reales que servirán de filtro en
las relaciones sociales. Estas a su vez sirven como una función reguladora de la conducta y por
tanto en las actitudes hacia el mundo circundante.

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Teóricos.

Los valores establecen una correspondencia entre lo que se piensa, lo que se dice y lo
que se hace en el plano individual, y posee una correspondencia con la sociedad. Al ser la
personalidad un sistema de formaciones psicológicas, el valor puede manifestarse en toda su
estructura: el carácter, las convicciones, las capacidades, entre otras y puede verse en la
actuación humana (Arana y Batista, 2004). Sobre esta base, vale destacar que la influencia de los
valores en el proceso de sanidad mental es indiscutible, pues estando presentes en todas las
esferas (incluyendo lo espiritual) y dando sentido a la vida, pueden ser utilizados para ayudar a
las personas a alcanzar la armonía consigo mismos, con los semejantes, y la naturaleza (Bergin,
1991).

Las teorías de la personalidad se construyen sobre la discusión filosófica de la naturaleza


humana, teniendo sus raíces tanto en la tradición clínica de la psicoterapia como la tradición
científica. Es imprescindible entonces las consideraciones de los psicólogos relacionadas a la
espiritualidad en la práctica terapéutica.

Erik Erikson (1982, 1998), planteaba que la religión a través de los siglos ha servido para
restaurar un sentido de confianza, apoyado el desarrollo del yo; la oración y la penitencia son
utilizadas como rituales que apoyan las fortalezas del yo. En sus escritos Carl Rogers (1980)
presenta el constructo de la “dimensión transpersonal” en donde muchos terapeutas han
encontrado relación con la idea de la “espiritualidad”.

A partir de Rogers se desarrolló una escala para medir la creencia en los poderes
mentales trascendentales (Cloninger, 2003). Abraham Maslow (1970), mostró interés por el
crecimiento, la curación, la autorrealización y la espiritualidad. Maslow lamentaba la
“desacralización” de la experiencia humana por los profesionales de la psicología, en una pérdida
profunda al eliminar el sentido de lo sagrado. Por su parte, Adler, respetó las obligaciones
religiosas de sus pacientes considerando la idea de Dios como un reflejo de la lucha básica del
ser humano por una mejor condición obligaciones que pueden facilitar el proceso de crecimiento
del individuo (Cloninger, 2003).Otro teórico, Víctor Emil Frankl (1984) desarrolló el concepto
de logoterapia o ‘análisis existencial’, según explica que la necesidad subyacente a la existencia

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humana y a la salud mental es la de encontrar un significado a la vida. Frankl explica que el
padecimiento de una vida sin propósito es el mal de esta época. El mismo explica que el hombre
necesita encontrar significado en su vida lo que posteriormente producirá en el control o dominio
sobre su destino.

Según esta línea de análisis, una variedad de investigaciones han demostrado que algunas
formas de participación religiosas pueden ayudar a prevenir dificultades psicológicas, como
también, evitar efectivamente las defensas ante dificultades. Investigadores han reconocido que
la espiritualidad y la religiosidad, entendidas como motivación religiosa intrínseca, participación
litúrgica y valores espirituales, están funcionando en una variedad de situaciones de la salud
mental (Bergin, Master, & Richards, 1987; Larson et al., 1992; Worthington, Kurusu,
McCullough y Sandage, 1996). Se evidencian también en la dirección que lleva el tratamiento y
en el rol sustancial que juega el cliente en el proceso de consejería (Worthington et al., 1996).

El Dr. Herbert Benson (1975), profesor asociado de la Escuela de Medicina de la


Universidad de Harvard, demostró a través de estudios científicos propios y de otros
investigadores el efecto curativo de la fe. Tambien un sinnúmero de trabajos han demostrado el
poder de la oración y su correlación con mejorías notables en caso de enfermedad (Levin, 1994).

Clinebell (1995) sugiere que el objetivo que busca la relación de la consejería con la
espiritualidad en la vida del consultante es uno más amplio, a saber, el crecimiento integral
(Holístico). Tal crecimiento, se puede enumerar dentro de las siguientes clasificaciones;

1) Enriquecer la conciencia, liberando la creatividad logrando expandir los horizontes y


el logro a través de las relaciones personales.

2) Experimentar y disfrutar de manera plena del cuerpo, mente y espíritu.

3) Proponer la conciencia, cuidado y comunión con el medio ambiente, generando una


interacción nutritiva con la naturaleza y el contexto.

4) Formar y trasformar el trato con los demás, enriqueciendo las redes significativas.

5) Desplegar el crecimiento espiritual, clave para el florecimiento humano, esperando


una relación abierta, confiada y nutritiva con el “Espíritu de amor”.

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El estudio y práctica de la espiritualidad dentro de las dimensiones de la salud física y
mental ha sido dirigida a pacientes con trastornos cardiacos, oncológicos geriátricos y de tipo
psicoterapéutico sobre todo en las últimas dos décadas(manejo del estrés, bipolaridad, adicciones
entre otros).(Papalia, 2003; NCI,2005; Koenig et al., 1988)

Assessment y Prácticas relacionadas en la Consejería

Varias escalas han sido desarrolladas a la luz de los estudios correlacionales entre salud y el
concepto espiritualidad. Entre las mismas podemos mencionar; Hospital Anxiety and
Depression Scale (utilizadas entre pacientes de cáncer) y la Functional Assessment of Chronic
Illness Therapy—Spiritual Well-Being (FACIT-Sp) utilizada en estudios correlacionales de
salud mental y espiritualidad. Numerosos instrumentos de evaluación son pertinentes para llevar
adelante una evaluación religiosa y espiritual. Se recomienda tener en cuenta varios factores
antes de seleccionar un instrumento de evaluación. Entre las recomendaciones

 Núcleo de la evaluación (práctica religiosa o bienestar y sufrimiento espiritual).


 Propósito de la evaluación (por ejemplo, examen para detectar sufrimiento en lugar de
evaluación de todos los pacientes como parte de la atención).
 Modalidad de la evaluación (entrevista o cuestionario).
 Viabilidad de la evaluación (carga del personal y el paciente).

Otros instrumentos de investigación lo son;

 Índice de Religiosidad de Duke (IRD). El IRD (o DUREL) aunque breve, posee


propiedades psicométricas razonables examinadas en pacientes de cáncer. Se utiliza mejor
como indicador de participación religiosa en lugar de espiritualidad y guarda correlaciones
bajas o modestas con el bienestar psicosocial.

 Inventario de Creencias (SBI-15R). El SBI-15R se ha sometido al desarrollo


psicométrico minucioso y mide los dos dominios siguientes tales como la existencia e
importancia de creencias y prácticas religiosas y espirituales. Tambien miden el valor
del apoyo de una comunidad religiosa y espiritual. Las preguntas están bien

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formuladas y pueden constituir un buen punto inicial para mayor tratamiento y
exploración.

 Evaluación Terapéutica Funcional para Enfermedades Crónicas—Bienestar Espiritual


(FACIT-Sp).FACIT-Sp forma parte de la serie sobre calidad de vida de la Evaluación Funcional
de la Terapia Oncológica (FACT) utilizada de manera generalizada. Se formuló con la base de
una población oncológica étnicamente diversa y contiene 12 puntos y 2 factores (fe, significado y
paz), con propiedades psicométricas buenas a excelentes. Una característica de esta escala es que
la forma en que se expresan los puntos no presume una creencia en Dios. Por lo tanto un ateo
como un agnóstico puede completarla sin inconvenientes, pero aprovecha ambas dimensiones de
la religiosidad tradicional (factor de fe) y dimensiones espirituales (factor de significado y paz).

Todas estas pruebas han demostrado que el factor de significado y paz guarda asociaciones
especialmente sólidas con la adaptación psicológica, en el sentido que las personas que alcanzan
un alto grado en esta escala seguramente responderán en general que disfrutan de la vida a pesar
de la fatiga o el dolor, son menos propensos a desear una muerte apresurada al finalizar su vida,
y notifican una mejor adaptación psicosocial en general.

Para la entrevista de exploración el consejero puede utilizar varios instrumentos detallados en la


siguiente grafica. Tomada del Sherman AC, Plante TG, Simonton S, et al.: A multidimensional
measure of religious involvement for cancer patients: the Duke Religious Index. Support Care
Cancer 8 (2): 102-9, 2000. 

La misma presenta los diferentes instrumentos de entrevista, los autores, propósito de la


entrevista, grado de espeecifidad psicométrica, población a la cual se dirige y otros factores a
considerarse.

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Cuadro 1. Evaluación
de la religión y la
¿Específica Grado de
espiritualidad en los Creador 
Propósito/ foco/
para pacientes desarrollo
Duración/otras características/
subescala (no.)   comentarios  
pacientes de cáncer de cáncer?  psicométrico 

Instrumento 

Inventario de Creencias (SBI-15R) [7] Holland et Dos factores: creencias/ Sí Alto Cuatro elementos presumen fe en
al. experiencia(10); apoyo Dios
social religioso (5)

IRD/DUREL [5] Sherman et Participación religiosa Sí Moderado


al. (5)

FACIT-Sp [10,14] Brady et al.; Dos factores: Sí Alto. Datos Parte de la serie sobre calidad de
Peterman significado y paz (8), fe limitados para la vida FACT-G [11]
(4) validación cruzada.

R-COPE Breve [8] Pargament Dos factores: adaptación No Muy alto


et al. positiva; adaptación
negativa o sufrimiento

Escala Multidimensional de Fetzer [18] Fetzer Subescalas piritual No Alto. En desarrollo.

FICA: Enfoque piritual [1] Puchalski et Historia piritual breve No Bajo Evaluación de la entrevista por
al. MD

SPIRIT [17] Maugans Entrevista profunda con No Bajo Evaluación de entrevista MD


preguntas guiadas

Spiritual Transformation Scale (STS) [16] Cole et al. Dos factores: Si Moderado Cuarenta puntos. Que resultan
Crecimiento espiritual y únicos en la evaluación de los
Declive espiritual cambios de la vivencia espiritual
luego de un diagnóstico de
cáncer.

Instrumento para la Medición de Espiritualidad en pacientes de Oncología.

Una segunda tabla muestra un ejemplo a seguir de preguntas según la terapia conocida como
Functional Assessment of Chronic Illness Therapy—Spiritual Well-Being (FACIT-Sp). La misma
sugiere una serie de preguntas que ayudaran al terapeuta enfrentar al cliente con el tema de la
espiritualidad.

Cuadro 2. Preguntas indicadas para


explorar las preocupaciones
espirituales y religiosas de adultos con Posible respuesta del
Respuesta del proveedor de atención de la salud 
paciente 
cáncera
Ampliar 7
Acción del médico 

a
Adaptación de Kristeller et al.[5]

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Cuadro 2. Preguntas indicadas para
explorar las preocupaciones
espirituales y religiosas de adultos con Posible respuesta del
Respuesta del proveedor de atención de la salud 
paciente 
cáncera
Ampliar 7
Acción del médico 

Introducir el tema en forma de pregunta neutra. Cuando se enfrentan con una enfermedad grave, muchas
personas recurren a las creencias religiosas o espirituales que
les ayudan a enfrentarse a la situación. Me ayudaría saber cómo
se siente usted con relación a esto.

Investigar más a fondo, acomodando las preguntas según la Respuesta de fe activo- ¿Qué le ha resultado más beneficioso en cuanto a sus creencias
respuesta inicial del paciente. positiva desde que se enfermó?

Respuesta neutral- ¿Cómo recurriría a su fe o creencias religiosas para ayudarse?


receptiva

Respuesta de aflicción Muchas personas se sienten así....¿Qué le ayudaría a llegar a


espiritual (por ejemplo, aceptar esto?
expresión de enojo o
culpa)

Respuesta defensiva o de Parece ser que mi planteamiento lo ha hecho sentir incómodo.


rechazo Lo que más me interesa es saber cómo está enfrentando esto....
¿Me puede conversar sobre esto?

Continúe averiguando más a fondo como se indicó. Ya veo. ¿Me puede contar más (sobre...)?

Averigüe sobre formas para encontrar significado y una sensación ¿Tiene alguna forma de poder encontrar sentido o paz en medio
de paz. de todo esto?

Averigüe sobre recursos. ¿Con quién puede hablar sobre este o estos asuntos?

Ofrezca ayuda según lo apropiado o disponible. Tal vez podemos hacer arreglos para que converse con alguien.
Hay un grupo de apoyo que le puedo recomendar. Hay algunos
materiales para leer en la sala de espera.

Lleve la conversación a un cierre. Le agradezco haber conversado sobre estos temas conmigo.
¿Podemos volver a conversar sobre esto?

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Conclusió n
.

Al estudiar la correlacion entre el teman de la espiritualidad y la consejería podemos


observar como la espiritualidad opera como un elemento determinante dentro de la consejería.
Las practicas relacionadas a la misma como la oración, apoyos de grupo, meditación y procesos
de introspección relacionadas a la misma ayudan en la relación armoniosa de los individuos y
sirven como fuente de esperanza y apoyo. La espiritualidad y las prácticas relacionadas a la
misma, sirven como instrumentos en la búsqueda de sentido y propósito en la cual los seres
humanos se enmarcan. Una búsqueda del desarrollo de la espiritualidad del cliente ayudará al
consejero en su práctica para que sus clientes gocen una salud mental, física, además de
desarrollar entereza y dominio para enfrentar los conflictos, desarrollo de buenas relaciones con
sus semejantes, consigo mismo, con la naturaleza y el cosmos. De igual forma ayudará a que el
cliente llegue a tener disposición para el cuidado de todo aquello que le rodea y que de una u otra
forma beneficie su calidad de vida dentro de un entorno holístico.

El valor psicológico del apoyo y el bienestar espiritual está cada vez mejor documentado
y crecen los datos que explican como el sufrimiento espiritual puede tener un impacto negativo
en la salud tanto física como mental. Sí es cierto que no necesariamente los datos relacionados al
efecto de la espiritualidad en la salud física guardan una congruencia científica.

La Espiritualidad, podemos concluir, representa una parte esencial dentro de la totalidad


de cada ser humano. Por esta razón es importante el conocimiento e inclusión de este tema
dentro de la práctica de la consejería profesional. Aunque la cultura latina es conocida por ser
altamente “ religiosa”, es notable la poca experimentación dentro de esta población e incluso la
indiferencia exhibida entre los profesionales d la salud relacionadas a la misma. La mayoría de
los estudios realizados al momento se concentran dentro en la población anglosajona. En Puerto
Rico la practica de la consejería con énfasis en lo espiritual se circunscribe a la práctica dentro de
las iglesias y no necesariamente practicada por profesionales en el campo de la consejería o
psicología aunque se conoce de algunas excepciones.

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Es importante señalar nuevamente que dentro de la visión moderna de la espiritualidad se
enfatizan practicas no asociadas a practicas religiosas especificas. Esta visión mas alla de las
practicas de la religión tradicional. Esto abre entonces una nueva categoría de "personas
espirituales, pero no religiosas" que incluyen todo aquel individuo que conciba o no la creencia
de una “deidad superior” entre ellas a los agnósticos y ateos. La espiritualidad entonces que se
correlacione a niveles altos de calidad de vida serán estudiados desde el punto de visdta
psicologoco de búsqueda de realización trascendental, conocimiento de si y de los demás, y las
relaciones saludables entre el yo, los otros y la naturaleza. En la medida que se desarrolle tal
sensibilidad (desarrollo de la espiritualidad) será la mediad de salud mental obtenida.

La nueva visión de espiritualidad podría graficarse de la siguiente forma;

.Dentro de esta representación se visualiza mejor como la espiritualidad trasciende la


práctica de la religión incluyendo a lo secular y conduciendo a una actitud positiva para una
plena calidad de vida y salud mental.

Es mi opinión que a través de este estudio se puede evidenciar las tendencias de una
visión holística en los cuidados de salud y como ha ido trastocando el campo de la Consejería
Profesional. Entiendo que como profesionales dentro de este campo, tenemos la responsabilidad
de, no solo conocer las tendencias que ocupan el tema de la espiritualidad y la consejería, sino

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también el de entrar en la propia búsqueda del desarrollo de nuestra espiritualidad como ser
humano. Como Consejeros debemos de vernos dentro de un marco conceptual holístico y a la
vez proyectarnos como individuos espirituales dentro de la Consejería Profesional. Solo de esta
forma podremos presentarnos a nuestros clientes dentro de un escenario lleno de empatía y
confianza ofreciendo la ayuda necesaria para que el mismo alcance una calidad de vida superior.

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