Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
“Mujeres próceres: quienes se incorporaron dentro de la lucha de los ejércitos patriotas, a semejanza de
una bandada de colibríes dentro de una bandada de cóndores” (02 de abril de 2009)
“Nuestras Madres, fecundas por la libertad, dieron a luz una generación sobrehumana llena de la llama
del cielo o del calor sombrío de la tempestad. Quienes a ejemplo de las espartanas, al pie del cañón
estaban dispuestas a lanzar la horda mortal sobre los ejército enemigos”.
“Las mujeres primitivas de la amazonia eran demasiados feroces. Sentían desprecio al presenciar la
quema de sus casas y haberes por parte de los conquistadores y aún aparentaban cierta afabilidad sin
ningún sentimiento de pesadumbre”. “Entraban en la lucha y daban batalla encarnizada con gran
ferocidad y valentía desbordad”.
“…sólo existía pues, una íntima minoría de hombres deseosos de aprovechar con propósitos
revolucionarios el estado de anarquía de la madre patria. Sin las mujeres, América nunca hubiera
alcanzado su libertad. Muchos de los círculos, clubes y conjuraciones que entonces se formaron en
América del Sur, nacieron a impulsos de mujeres heroicas y apasionadas. Fueron ellas las primeras en
llevar la sublevación a la calle, en lucir la banda revolucionaria, en cantar himnos patrióticos; más tarde
siguieron a sus maridos a los campos de batalla, tan firmes a caballo como a pie, a veces con un niño al
pecho, otras con pantalones de soldados: Como en las viejas estampas”.
“Con las mujeres próceres, tiene Colombia una deuda de eterna gratitud, para hablar de ellas, es preciso
ponerse de pie y con un sagrado respeto, debe llegarse al Alta de la Patria, como abriendo en un homenaje
de cordial pleitesía al retablo de los más importantes recuerdos”.
“Mujeres próceres de Colombia, que en reguero de sangre bañaron los campos del suelo colombiano y
ofrendaron sus vidas y las de sus hijos por la libertad”. “Como heroína luchadora y como compañera de
los próceres, fue la mujer: madre, esposa, hermana e hija. Ella fue la misionera de la civilización”.
“Pensamos en el río de sangre que costó nuestra libertad, pero no hemos valorados el mar de lágrimas y
sufrimientos de las madres, las esposas, las hijas de los héroes conocidos o ignorados que ofrendaron sus
generosas vidas en aras de nuestra libertad.“Porque si bien es cierto que la mujer fue excluida de la
guerra, al menos como combatiente, en cambio fue victima de innumerables violencias, arrastrando las
penalidades del trabajo que el hombre no podía ejecutar por estar ocupado en las luchas guerreras”.
“Las mujeres lucharon contra la tiranía y dejaron una hoja de servicios heroicos; ya con el casco guerrero
y empuñando las armas en defensa de la patria oprimida; ya sirviendo de acicate para retemplar la energía
y pujanza de nuestros bravos patriotas; en ocasiones suministrando su asistencia a los enfermos en el
campo de batalla, curando heridos, mitigando la sed al soldado fatigado, acompañando a los cadáveres
hasta su sepultura y entregando su vida en el patíbulo bajo el plomo del verdugo”.
“Muchas de las actuaciones heroicas de nuestros próceres fueron inspiradas o alentadas por su mujeres, y
muchas de ellas intervinieron directamente en sus actividades bélicas o rindieron su vida en los patíbulos.
Esposas de los próceres: Quien podrá valorar vuestro heroísmo y vuestros sacrificios al servicio de la
patria?”
En las guerras de independencia, miles de mujeres sufrieron el martirio, fueron sacrificadas en aras de la
libertad y la independencia de nuestra Patria, fusiladas, desterradas, confiscados sus bienes, asesinadas.
Al sufrir el martirio de la persecución y la muerte se hicieron inmortales y acreedores a nuestro
agradecimiento.
UNA HEROÍNA INCOGNITA, a sus hijos: “Ve a morir con los hombres, nosotras las mujeres
marcharemos adelante: presentaremos nuestros pechos al cañón y que la metralla descargue sobre
nosotras, y los hombres nos sigan y a quienes hemos salvado de la primera descarga, pasen sobre nuestros
cadáveres, se apoderen de la artillería y liberen la patria”, 20 de Julio de 1810.
“Pueblo indolente: cuan diversa sería vuestra suerte si conocieseis el precio de la libertad. Ved que
aunque mujer y joven me sobra valor para sufrir la muerte y mil muertes mas. No olvidéis este ejemplo.
Pueblo miserable, yo os compadezco, algún día tendréis más dignidad”. Un oficial al pie del banquillo le
ofreció un vaso de vino. “No lo tomo”, dijo, “Menos de un tirano”.
CACICA GAITANA: el español Pedro de Añasco hizo inmolar quemando vivo al hijo de la Gaitana
delante de la madre. La Gaitana destrozada por el dolor y la ferocidad de Añasco, reunió más de seis mil
indígenas e hizo prisionero a Añazco tratándolo con gran crueldad e insensibilidad.
ZULIA: Bella, valerosa cacica de sangre real y altiva. Luchó contra los españoles con valor y heroísmo.
Francisco de Paula Santander, su biznieto fue uno de los grandes forjadores de la Patria.
FRESIA: Princesa india, con sus huestes indígenas enfrentó con ferocidad desbordante los aguerridos
soldados españoles.
Indígenas anónimas que se sacrificaron al arrojarse sobre agudas estancas para eludir la servidumbre de
los conquistadores y otras, que se lanzaron desde altas rocas de Muzo, para morir antes de ser esclavas del
déspota. Nos dejaron la enseñanza del heroísmo.
TERESA OLAYA: defendió la causa de los Comuneros, organizó un ejército y marcho frente al él en
Neiva.
MATILDE GUEVARA: Niña de trece años, horrorosamente azotada por decir que era patriota, por haber
nacido en América fue desterrada.
MANUELA BELTRÁN: “Misionera del movimiento de los comuneros de 1871” “Heraldo femenino de
la Libertad”. Nacida en el Socorro. En la plenitud de una sana y cuajada lozanía, fue la primera mujer en
la tierra colombiana que se atrevió a romper el símbolo de la dominación española en América. Alta y
esbelta, su larga trenza negra le caía desde los hombros sobre el pecho. La boca de labios gruesos y
sensuales, lucía un rancio gesto de altivez. Blanca la tez de suave tinte aperlado con el contacto del sol y
el viento del templado clima socorrano.
MAGDALENA ORTEGA DE NARIÑO: robados sus bienes por los españoles, murió en la miseria.
DOLORES TORRALBA, RAFAELA RANGEL: fusiladas por suministrar agua a los heridos.
MANUELA SAENZ DE SANTAMARÍA: dama aristocrática. Murió en la miseria por amor a la libertad.
MARIA ANTONIA SANTOS PLATA: fusilada el 28 de junio de 1819. Heroína de gran ascendencia
política y social de la provincia del Socorro. Nació en Pichote, Santander, el 11 de abril de 1782.
Apotegma patriótico profético que pronunció en el patíbulo: “Antes de terminar este año, el suelo
granadino estará libre de los que lo tiranizan vilipendiando la virtud y el mérito”.
DOLORES SALAS: de Neiva, fusilada el 14 de Septiembre de 1817. Salió en medio de los demás presos,
sus compañeros. Iba en comisión de zaraza azul, mantilla de paño azul y sombrero cubano”.
Isaac Vargas Córdoba, Miembro de la Academia Colombiana de Historia Militar, y Sociedad Bolivariana
de Colombia