Epístola a un rayo de luz

Espero que todo sigua muy bien en tu camino, como siempre

lo he deseado. Yo, por mi parte, me encuentro tranquilo y relajado. Yo
diría… demasiado.
Mis mas sinceras congratulaciones por un verano mas, pero
especial y único como los anteriores y los que vendrán. Quisiera
aprovechar la ocasión para expresar mi entera devoción a esta amistad
que algún día fuertemente nos unió. Si me lo permites… leerás las
siguientes líneas y trataras de recordar mi voz:

“Tu sabes lo mucho que te aprecio y quiero,

tantas veces lo he dicho en el pasado… aunque varias cosas han
acontecido, lo que siento… no a cambiado.
Te quiero mucho, eres eternamente grata ante
mis recuerdos. Espero que me encuentre en alguno de los tuyos aunque
sea vago, aunque sea sordo, aunque sea mudo…
Deseo que sepas que a pesar de la distancia que
nos separa, del tiempo que nos aleja, de las dudas que embargan el alma,
a pesar de todo…sigo creyendo fehacientemente en nuestra amistad…en ti.
No importa ya lo sucedido, no importa ya lo dicho. Solo importa que a
pesar de todo siga yo aquí para ti; aunque no me veas, aunque no me
llames, aunque no lo entiendas…
Recuerdo que siempre espere lo mejor de ti,
siempre me lo diste. Tu sonrisa, tus bromas, tus secretos, tus anhelos, tus
regaños, tus consejos, tus tristezas, tus picardías, tus alegrías y nuestras
miles de tonterías. Recuerdo, tan bien, ese ¿Cómo estas? que siempre
repetías cuando no sabias que decir o deseabas cambiar de tema, esas
peculiares y lindas, pero a la vez extrañas, palabras en tu manera de
hablar, tus gestos y sinceros abrazos.
Nunca me cansare de repetir la mucha ayuda
que fuiste para que se expandiese me manera de pensar y ver. Gracias por
abrirme un poco más a las posibilidades, por liberarme de mis excesivas
excentricidades, por iluminarme el camino, por hablarme con franqueza y
con tino, por socorrerme y empujarme a que siga… gracias por ser mi
amiga.
Me encantaría que se juntasen nuevamente
nuestros destinos; estoy seguro que sucederá, quizás no hoy, ni mañana, ni
pasado…pero yo se que algún día así se hará.

Carlo André Olivera Sandoval