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En República, II, 370 a, dice Platón:

“ - Cada uno no tiene las mismas dotes naturales que los demás, sino que es diferente en
cuanto a su disposición natural: uno es apto para realizar una tarea, otros para otra. ¿No te
parece?
- A mí sí.
- Entonces, ¿será mejor que uno solo ejercite muchos oficios o que ejercite uno sólo?
- Que ejercite uno sólo.
- [...] Por consiguiente, se producirán más cosas y mejor y más fácilmente si cada uno
trabaja en el momento oportuno y acorde con sus aptitudes naturales, liberado de las
demás ocupaciones.”
La politeia platónica presenta una organización política estrictamente jerarquizada. No
todos los seres humanos están igualmente dotados por naturaleza ni deben realizar las
mismas funciones. En cada uno predomina una alma, y ha de ser educado de acuerdo con las
funciones que deba realizar (idéntica educación y funciones para hombres y mujeres): el
Estado propuesto por Platón es, ante todo, una institución educativa.
Por otro lado, la existencia de los ciudadanos está en función del bien de la
colectividad. Por esta razón, Platón prevé un “comunismo” total para las clases superiores:
abolición de la propiedad privada y de la familia. De este modo, sabios y guardianes estarán
a salvo de los peligros de la ambición personal o de casta.
La polis propuesta por Platón se compone, así, de tres clases sociales que se
corresponden con las tres partes del alma. A cada clase Platón le asigna una tarea y una
virtud:

Partes del alma Virtudes Clases Tareas


sociales
Racional (nous, lógos) Prudencia (sabiduría) Filósofos Gobernantes
(archontes)
(phrónesis, sophía)
Irascible (thymós) Fortaleza (valor) Guardianes Guerreros
Apetitiva (epithymía) Templanza Productores Artesanos y
(sophrosyne) campesinos
Armonía entre las partes del Justicia (dikaiosyne) Armonía entre las clases sociales
alma

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