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REVISTA DE REVISTAS
Nº 9 - 10
NOVIEMBRE - DICIEMBRE DE 2010
Veo que no tiene afanes con el TLC, lo que nos da la oportunidad de repensar sus impactos sobre la agricultura
(especialmente la lechería en el norte de la sabana de Bogotá) y tampoco lo tiene con las bases militares, las
que se convertirían en un palo en la rueda en las relaciones que hoy trata de abrir con los vecinos.
No obstante, difiero en el tema de la regla fiscal, no comparto en gran parte el enfoque dado a la reforma a las
regalías y estoy convencido que se queda corto en el tema tributario. Queda por establecerse unos
lineamientos generales para el tema de la paz, la cual no puede quedar supeditada a la iniciativa militar.
Héctor Riveros
http://www.lasillavacia.com/elblogueo/hriveros/19567/lluvia-de-ideas-ii-...
Enderezando el caminado
Pero Santos va más allá. Restitución de predios a las víctimas de la violencia y Ley de Tierras, apenas
naturales en cualquier democracia que se respete, a la caverna les resultan un desafío en esta pobre Colombia
avasallada por el latifundismo y la motosierra. Tan mal andábamos, que aquí no se perfila siquiera rivalidad
entre izquierda y derecha sino, otra vez, polaridad entre un liberalismo genuino y una ultraderecha
conservadora y belicosa. Y eso es ya una revolución.
Celebro que el Santos gobernante sea diferente al candidato. Pareciera que el espíritu de otros candidatos
rondara al nuevo gobierno: gobernar en ―urna de cristal‖ para proteger recursos públicos; restablecimiento de
relaciones con Chávez y, en materia de seguridad, no todo vale.
Como dijo Mockus, ―hay que trazar la ruta del escritorio al territorio‖, para ver si los cambios son de fondo o sólo
de forma.
Hay opacidad en la urna de cristal: clientelismo en el Sena e ICBF; exclusión de sectores independientes del
CNE; nombramientos del director del DAS y del fallido embajador en Italia.
Hay propuestas del gobierno que buscan garantizar derechos, pero, ¿cómo lograrlo sin una reforma tributaria?
El Presupuesto no reconoce poblaciones, no incluye perspectiva de género ni metas evaluables. No se ha dicho
nada sobre la educación. En la ruta del escritorio al territorio está el auditorio: no clientelismo en el Congreso,
transparencia y una ciudadanía empoderada.
@angelamrobledo en Twitter
Jorge Iván Cuervo, Universidad Externado, Profesor e investigador
Mejor es posible
En los primeros cien días a un gobierno no se le mide por las ejecutorias sino por los
enunciados de política, el discurso y los nombramientos. En relación con lo primero, el gobierno de Santos ha
empezado a definir una agenda modernizante y de reinstitucionalización silenciosa que ya empieza a ser
resistida por los sectores más radicales de la derecha y del uribismo. La ley de tierras y de víctimas, que no
hicieron parte de la campaña, son suficiente señal de querer desmarcarse de la agenda feudal de su antecesor.
En el discurso es donde tal vez se pude observar la gran diferencia de estilo, mucho más pragmático, menos
ideológico y con un sello conciliador tanto en el plano interno como en el externo. Con los nombramientos ha
preferido los tecnócratas, algunos con peso político específico. El lunar, la confirmación de Felipe Muñoz en el
Das y el debate de las regalías como un retroceso de la descentralización. Santos ha demostrado que sin Uribe
es posible, y como decía Vargas, mejor
http://www.lasillavacia.com/movida/19485
Los primeros cien días del Gobierno Santos
Pedro Santana Rodríguez
Las limitaciones de este proyecto están relacionadas con los bajos montos asignados a la reparación que
bordean los veinte millones de pesos por víctima y la pretensión de limitar la autonomía de los jueces para tasar
las indemnizaciones en los procesos judiciales, las limitaciones al no considerar el lucro cesante y la restitución
de otros bienes y la pretensión de incluir dentro del monto de las reparaciones las ayudas humanitarias de
emergencia que van en contravía de las decisiones de la Corte Constitucional. Así mismo la ausencia de una
política de retorno seguro para las familias que sean restituidas en sus propiedades. Aún con estas limitaciones
que deberán ser consideradas en el debate parlamentario, el proyecto en sí mismo es una necesidad en la
sociedad colombiana si se quiere avanzar en la construcción de una política pública de reconocimiento de los
derechos de las víctimas. También la ley es limitada en materia de reconstrucción de la verdad y de garantías
de no repetición y de ofrecer justicia real a las víctimas del conflicto armado.
En materia de descentralización las propuestas son de un amplio debate. En primer lugar se encuentra el
proyecto de regalías que busca una redistribución de las mismas por la vía de una reforma constitucional que
ya ha sido aprobada en tercer debate de los ocho que tiene que surtir para tener vigencia. El proyecto ha sido
modificado en su paso por el Congreso de la República. Ahora se establece que la redistribución de las regalías
se hará respetando unos montos a las regiones productoras, los ingresos por encima de dichos montos serán
redistribuidos atendiendo a criterios de necesidades básicas insatisfechas. Así pues el meollo del debate se
traslada a la ley que deberá reglamentar el Acto Legislativo. En la reforma se establecen unos fondos de los
cuales vale la pena destacar que un 10% de las regalías deberán destinarse a gastos en ciencia y tecnología, lo
cual nos parece adecuado así como también el que se destine una parte de estos recursos para los fondos
destinados a cubrir las pensiones en departamentos y municipios. Menos entusiasmo nos produce la propuesta
de crear un fondo de estabilización en el exterior que congelaría una parte de los ingresos como producto de la
extracción minera. En todo el debate hay un faltante muy grande relacionado con inversiones para mitigar los
efectos devastadores de la actividad extractiva con relación a los ecosistemas y a la preservación del medio
ambiente. La clave de este proyecto, repetimos, consiste en garantizar la permanencia de recursos para las
entidades territoriales en las cuáles se realizan las actividades extractivas, al tiempo que se establecen
mecanismos para combatir la corrupción que se ha presentado en una buena parte de las regiones en el
manejo de estos recursos. El objetivo de éste proyecto para el Gobierno central es que quiere tomar una parte
de los fondos de las regalías para realizar inversiones en regiones distintas a las productoras, atendiendo
prioritariamente las regiones con mayores niveles de pobreza y municipios localizados en las fronteras, ambos
propósitos son razonables, siempre y cuando se preserven recursos a los municipios productores. Con ello
quiere evitar la urgencia de una reforma tributaria que aparece como necesaria sobre todo después de las
regresivas medidas tributarias de la administración anterior.
También en materia territorial el Gobierno ha presentado un proyecto muy limitado de Ley Orgánica de
Ordenamiento Territorial, LOOT, que busca responder a la Consulta Caribe que se realizó con éxito el pasado
mes de marzo junto a las elecciones parlamentarias. El proyecto original fue reformado por el Gobierno y ahora
lo que se pretende es permitir la organización y funcionamiento de las Regiones Administrativas de
Planificación, RAP, regiones que pueden después de dos años de funcionamiento pasar a ser regiones
autónomas. Con ello los dos contenidos esenciales que estaban en el proyecto original de los siete gobiernos
departamentales de la Costa Caribe, quedan para que de ellos se ocupe una futura ley. En efecto, en el
proyecto de los gobernadores de los departamentos del Caribe, la ley permitía la creación de Región como
entidad territorial con la posibilidad de elegir democráticamente un Gobernador regional y establecer una
Asamblea Legislativa Regional con capacidad para crear impuestos, tasas y contribuciones. Todo ello en el
proyecto que se sometió por parte del Gobierno Santos al Congreso queda diferido a que lo haga una futura ley.
De esta manera se escamotea el debate y la toma de decisiones sobre una necesidad vigente desde hace casi
veinte años que se promulgó la Carta Constitucional de 1991 y es la necesidad de crear con poder político y
económico un ente territorial intermedio, entre el nivel municipal y el nivel nacional. Nosotros siempre hemos
defendido que Colombia requiere con urgencia de una entidad intermedia sea el departamento o la región, pero,
esta entidad intermedia para que sea eficaz y contribuya al desarrollo del país debe ser dotada de recursos y de
poder político y administrativo. Esto es lo que no está contenido en el proyecto del Gobierno y por ello los
gobernadores de la Costa Caribe consideran que el Gobierno les hizo conejo.
La ley estatuaria de reforma política que reglamenta la reforma constitucional del año 2009, va para su tercer
debate en el Senado de la República. Esta ley de reforma política contiene asuntos positivos como, por
ejemplo, la fijación de anticipos girados sobre las tesorerías de los partidos, la ampliación del financiamiento
público de las campañas, el establecimiento de un régimen de sanciones para los partidos a quienes se
compruebe nexos con actores armados ilegales o con las mafias.
Puntos negativos
Aspectos como la posibilidad de las consultas interpartidarias se haya hundido en su paso por la Cámara de
Representantes y que ojalá el Senado de la República la pueda recuperar así como el estimulo a los partidos
que apliquen la ley de cuotas que favorezcan la participación y la representación de las mujeres en la vida
pública. Asuntos de fondo no han sido de consideración de este Gobierno tales como: el acceso gratuito a los
medios de comunicación en las campañas políticas, la creación de una verdadera Tribuna Electoral, adscrito a
la rama judicial del poder público, el debate sobre el voto obligatorio que podría establecerse por período de
doce años, por ejemplo. Es positivo que en el proyecto se establezca una unidad investigativa en la Fiscalía
para delitos electorales.
Finalmente, en este breve análisis hay que decir que los proyectos económicos son a mi juicio regresivos. En
primer término y pese a la modificación que se introdujo en la Cámara de Representantes la pretensión de
elevar a rango constitucional la sostenibilidad fiscal que pretendía ser consagrado como derecho fundamental.
Como hemos dicho en algunos de nuestros análisis la pretensión de elevar a rango constitucional la
sostenibilidad fiscal, buscaba limitar el reconocimiento de los derechos económicos, sociales y culturales que
han venido de la mano de los fallos de la Corte Constitucional, principalmente. Al elevar a rango constitucional o
como dice ahora el proyecto a principio superior se busca la limitación del poder de los jueces para hacer
realidad tangible y material el Estado Social de Derecho. Como ya hemos indicado en Colombia el
reconocimiento de los derechos de la población desplazada, de los enfermos y ahora de la educación básica
como derechos fundamentales exigibles, han sido decisiones valerosas y justas del Tribunal Constitucional. Nos
atrevemos a señalar que el lugar que ocupan las víctimas en la agenda pública actual, han sido el producto
tanto del movimiento de víctimas como de las decisiones de la Corte Constitucional, de la Corte Suprema y del
Consejo de Estado. Tratar de erigir el equilibrio fiscal como derecho fundamental es constitucionalizar la teoría
económica neoclásica cuando otras escuelas de pensamiento económico, sostienen que un moderado déficit
fiscal, sobre todo en épocas de crisis, es una política que puede ser usada por el Estado para salir de la crisis al
paso que se construye infraestructura y se mejora el empleo. Es lo que hace actualmente el presidente de los
Estados Unidos Barack Obama.
En la misma dirección marcha el proyecto de ley que busca establecer la regla fiscal como la obligación que
tendrían los gobiernos de equilibrar los ingresos y los gastos. Aquí no se discute por ejemplo, la estructura
tributaría que en nuestro caso es sumamente regresiva. Hay margen para que mediante políticas tributarias
progresivas se haga efectivo el goce efectivo de los derechos fundamentales y al mismo tiempo se actúe contra
la excesiva y nociva concentración del ingreso y la renta. Sabemos que Colombia es una de las sociedades
más desiguales del planeta y de la región latinoamericana. Éste es el verdadero debate que debería darse.
¿Hay o no hay margen para que aumente la tributación y se pueda lograr la vigencia real de un paquete básico
de derechos sociales, económicos y culturales? Este debería ser el debate en el Congreso y no el de la regla
fiscal o el de la sostenibilidad macroeconómica.
También se han presentado proyectos en materia de salud. Un proyecto de Ley Estatuaria ha sido radicado en
el Senado de la República. Allí se pretende regular el derecho a la salud como derecho fundamental, pero, el
problema es que dicho derecho se subordina al principio de la sostenibilidad del sistema de salud y esa
sostenibilidad del sistema tiene que ver con la presencia de actores privados que han encarecido la prestación y
atención en todos los servicios de salud. Al mismo tiempo se avanza en la elaboración de un proyecto de ley
ordinaria que se ha presentado a consideración de las comisiones séptimas de Cámara y Senado para su
trámite. En ambos proyectos se está lejos de garantizar el derecho fundamental a la salud como lo ha definido
la Corte Constitucional.
Finalmente hay que señalar que también se han operado cambios positivos en tres frentes. En materia de
política internacional, durante lo que va corrido de este Gobierno se han restablecido las relaciones con base en
el principio del respeto mutuo con los vecinos y principalmente con Ecuador y Venezuela, lo cual ha
distensionado las relaciones con la región en su conjunto. Un triunfo innegable fue la elección de Colombia al
Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. La política Internacional ha dejado de depender de Washington, es
ahora más autónoma, a lo cual ayudó mucho el fallo de la Corte Constitucional que declaro inconstitucional el
acuerdo suscrito por el anterior Gobierno con los Estados Unidos para el uso de las bases militares
colombianas por parte de las Fuerzas Armadas de dicho país.
En el frente interno, se disminuyó el ataque contra el poder judicial y se han respetado las decisiones del poder
judicial, se cambió la terna para la elección del Fiscal General de la Nación y se ha respetado la actuación de
los organismos judiciales en las investigaciones que comprometen a altos funcionarios del Gobierno anterior.
Quizás las limitaciones más notorias tienen que ver con las políticas públicas sociales. La ley del primer empleo
no despega en su trámite en el Congreso y no hay proyectos audaces en materia de lucha contra la pobreza y
la exclusión social.
Un tercer frente en el que hay que registrar cambios significativos, tiene que ver con el estilo de relaciones que
se establecieron con la oposición. Ahora se discute con ella un estatuto de la oposición que es un mandato de
la carta política de 1991 incumplido por todos los gobiernos que han ejercido el poder desde entonces. Es muy
importante que se discuta con la oposición sobre sus garantías y que no se la estigmatice, persiga e intercepte
mediante instrumentos ilegales como durante los ocho años anteriores.
http://www.viva.org.co/cajavirtual/svc0232/index%20-%20pagina%201.html
De Uribe a la unidad nacional
Una mirada compresiva y aguda a Santos el político, a los primeros meses de su gobierno, al sentido y los límites
de la “unidad nacional”, y a las diferencias de fondo y de forma con su antecesor.
¿Cuál continuidad?
Después de evaluar su desempeño durante los cien primeros días,
la mejor definición que puede darse del gobierno Santos es la de
"distanciamiento con respeto y cambio en el estilo" respecto de un
antecesor que sin duda dejó huella y dominó la política durante casi
un decenio.
Claro está que la falta de continuidad en este caso -a diferencia de lo que sucede en otros países- no consiste
en el cambio de modelo económico ni político, sino en optar por matices diferentes entre los que hoy existen en
las democracias con economía de mercado.
Sin duda estas ventajas iniciales, sumadas a niveles de favorabilidad tan altos como los que obtuviera su
antecesor en los mejores momentos de su gestión (alrededor del 84 por ciento), le han brindado a Santos un
margen de independencia suficiente para tomar distancia del anterior presidente, a pesar de militar en el mismo
partido.
La sagacidad para identificar la ventana de oportunidad que le permite introducir una agenda propia y adoptar
un estilo de gobierno diferente, muestra de entrada el olfato político del Presidente Santos.
Para algunos, Santos se caracteriza por ser un hombre frío y calculador; para otros, él es la encarnación del
pragmatismo político, y para otros es un fiel seguidor de la denominada "tercera vía", cuyo lema "El mercado
hasta donde sea posible y el Estado hasta donde sea necesario", fuera adoptado por Tony Blair como Primer
Ministro de Inglaterra en los años noventa. Y en Juan Manuel Santos, en efecto, parecen reunirse estos tres
caracteres.
Pero además es importante añadir que Santos, como muchos han dicho, "estaba destinado a ser presidente de
Colombia". Esta aseveración no se refiere sólo a su legado familiar, sino además al hecho de que el nuevo
presidente combina cuatro elementos que difícilmente se encuentran en un solo individuo: (a) Ser un político
sagaz; (b) Ser un tecnócrata que cree en la importancia de respetar las instituciones democráticas; (c) Tener
una sólida formación académica en materias de política y de economía, y (d) Tener un alto conocimiento de
temas militares.
La "unidad nacional" es algo así como una estrategia encaminada a "cerrar la brecha" entre las alas
moderadas de la derecha y la izquierda democrática sobre temas de interés común, como la Concertación logró
hacerlo en Chile con muchísimo éxito.
Problemas en la coalición
Si bien el experimento de Santos no ha fracasado, y aún tiene buenas posibilidades de supervivencia, tendrá
que enfrentarse a enormes desafíos. Esto debido principalmente a dos cosas:
- En primer lugar, la injerencia directa del ex presidente Uribe en algunos temas cruciales de la agenda
legislativa, y con ello la influencia que éste pueda tener sobre la "lealtad" misma del Partido de la "U" hacia el
presidente Santos.
Juan Lozano, como presidente de la U, ha manifestado en repetidas ocasiones sus reservas respecto de la
eficacia y eficiencia de la actual administración, y para nadie es un secreto que en esto él habla como caja de
resonancia de quienes otrora tenían el poder y les ha costado dejarlo. Tanto así que en reciente reunión del
Partido de la U (11 de noviembre), varios congresistas destacados, como Miguel Gómez Martínez, expresaron
fuertes dudas frente a la gestión de Lozano, en parte por considerarla desleal con el presidente Santos.
- Pero si por los lados del Partido de la U llueve, por los lados de los demás partidos de la coalición no
escampa:
- Cambio Radical es visto con resquemor por la U, precipitando con ello un hecho casi inevitable que es el
retorno de sus militantes, o al menos de un buen número de ellos, al Partido Liberal, su lugar de origen. Ya se
han hecho coqueteos a los hijos pródigos.
- El Partido Conservador se ve como una entidad doblegada por las mieles de la burocracia, y mientras no
identifique y consolide líderes propios, no cambiará su carácter de "parásito". Igualmente, su inconformidad por
compartir coalición con el Partido Liberal parece ser una cuestión de puestos y no de ideas.
Ahora la gran pregunta es: ¿Qué pasará cuando se acabe el "hagámonos pasito" entre Uribe y Santos - un final
propiciado principalmente por la continua injerencia del ex mandatario y las tensiones que aumentan en el seno
de la U?... Algunos creemos que el fantasma de su familia reaparecerá: no se puede desconocer que Santos es
de origen liberal.
Tensiones por las regiones
Pero a esto hay que añadir un hecho que afectará el panorama político de manera transversal. La contienda
electoral que se avecina emperezará a minar, al menos temporalmente, el acuerdo de "Unidad Nacional", pues
los partidos de la coalición jugarán por separado y lucharán por conservar o ganar nuevos espacios a lo largo y
lo ancho del país.
Además no hay que olvidar que en el Congreso están cursando reformas que afectan directamente los
intereses partidistas regionales, como son, entre otros, los proyectos sobre la regalías, régimen de tierras, ley
de víctimas, reelección de alcaldes y gobernadores.
Diferencias programáticas
Un punto muy importante de separación entre Uribe y Santos ha sido la cuestión programática, tanto en su
contenido, como en la forma de entender el gobierno.
En cuanto al contenido, Santos ha propuesto iniciativas que no solamente difieren de la visión uribista, sino que
chocan con ella en algunos aspectos. Tanto así que el ex mandatario ya ha hecho públicos sus primeros
desacuerdos.
- Es el caso, por ejemplo, de la reforma de tierras, descalificada por Uribe con el argumento de que es
"minifundista". En efecto, este proyecto busca que el campesino recupere su tierra y tenga un derecho de
propiedad seguro, para sí reparar una de las más graves secuelas de la violencia reciente, como fue la
contrarreforma agraria por la vía armada. Este enfoque contradice la visión uribista del agro, donde se apuesta
por la gran propiedad y se la apoya con facilidades considerables.
- También es este el caso de la ley de víctimas, respecto de la cual cabe notar un "detalle" simbólico: mientras
Uribe se opuso a esta ley de manera férrea, Santos llegó a decir que la sola aprobación de esa reforma haría
que su presidencia valiera la pena. Y dicho sea de paso, sin distinguir entre tipos de victimarios.
- El equipo económico avanza por un camino muy distinto del de Uribe. El ex presidente veía los beneficios
específicamente dirigidos a los grandes empresarios como motor del desarrollo.
- El equipo de Santos ha anunciado el desmonte de varias de esas prebendas y exenciones, y avanza por una
línea de carácter más institucional, la de hacer reformas de alcance general para acelerar el crecimiento y
reducir la pobreza.
Muy conocida era la aversión que Uribe tenía hacia los expertos y los estudiosos, al punto de que varias
personalidades, en particular el ex ministro de hacienda Rodrigo Botero, lo señalaron de profesar desprecio por
el conocimiento. El estilo de micro-gerencia, unido a sesgos de carácter más complejo, hacía que Uribe
prefiriera un tipo de conocimiento práctico más propio del empresario rural.
Tal conocimiento no debe despreciarse, pero su utilidad se limita a su propia área de acción. En el complejo
mundo de hoy, donde la ejecución de políticas públicas se ha vuelto un arte sofisticado, es un gran error
desconocer la contribución de los estudiosos y los expertos.
Los logros de la unidad
A pesar de las limitaciones anteriores, el "Acuerdo de Unidad Nacional" ya ha demostrado ser útil en cuestiones
decisivas de la agenda nacional:
- En materia de política exterior, el simple cambio en "las formas" y el estilo ha permitido restablecer la
interlocución con Venezuela y con Ecuador. También permitió iniciar un nuevo diálogo, con dignidad y una
agenda enriquecida, tanto con Estados Unidos como con la Unión Europea.
- Enfrentar con altura temas tan sensibles como los relacionados con la violación de los Derechos Humanos,
permitiendo que opere la justicia, tanto nacional como internacional, ha sido un gran avance.
- Reconocer la independencia y tratar con respeto a la rama judicial -por tensas o difíciles que estén las
relaciones- es una muestra de acatamiento a la institucionalidad y a la separación de poderes como un principio
básico del Estado de Derecho.
En conclusión
Así las cosas, sobra decir que aún hay muchas cosas por definir en materia política. El juego es interesante, los
actores son de primer nivel y los temas son los que deben ocupar la agenda pública. Si los obstáculos se
superan con éxito, Colombia entraría finalmente en un proceso de consolidación democrática, económica y
social.
http://www.razonpublica.com/index.php?option=com_content&view=article&id=1564:de-uribe-a-la-unidad-nacional-
&catid=19:politica-y-gobierno-&Itemid=27
KIEN & KE
Los amigos de Santos alzan vuelo
Los cien primeros días de Santos le han dado para gobernar en sintonía con el país, y colocar a sus mejores
amigos en el extranjero.
Juan Manuel Santos, además de trabajar, sabe divertirse. Y lo reconoce sin vergüenza ni pudor. No viene de la
tradición de madrugar al ordeño ni de persignarse con culpa por haber disfrutado de un fin de semana jugando
golf, una larga noche apostando en una mesa de póquer en su apartamento en Bogotá o en la finca de veraneo
en Anapoima.
Como buen amigo de sus partners de golf, de póquer y charlas en Anapoima, se ocupó también estos cien días
por dejarlos bien puestos, y en el exterior. Ellos serán los nuevos embajadores en las principales capitales del
mundo.
Los de la mesa de póquer y el campo de Fundadores en la Taberna del Country Club de Bogotá, tienen todas
las maletas listas:
Santiago Figueroa es el nuevo embajador en Chile. Después de ser un alto ejecutivo de Nestlé, pasó a manejar
la librería Biblos, donde era el anfitrión de ricas veladas literarias.
Orlando Sardi, empresario caleño, es viejo amigo del Presidente y casado con Stella Aristizábal, también
cercana a Tutina, compañero inseparable en la mesa de póquer, es el nuevo embajador en España.
Juan Manuel Prieto, presidente de la firma de abogados Prieto & Carrizosa, otro de los compañeros de póquer,
será el nuevo embajador de Colombia en Italia.
Roberto Prieto, manizalita, hijo de Luis Prieto Ocampo, fue gerente de la campaña de Santos, será el nuevo
representante de Colombia en el BID. Reemplaza a Luis Guillermo Echeverri en la segunda posición
diplomática de Washington.
Juan Claudio Morales, otro de los partners de juego, se queda en Colombia, y su hijo, Juan Carlos, deja la OEA
en Washington para venir como jefe de protocolo en la Cancillería, en reemplazo de Julio Riaño.
Su ex cuñado, Néstor Osorio, hermano medio de su primera esposa, Silvia Amaya, muy cercano a Santos
desde los tiempos de su trabajo en la Delegación de Colombia en Londres, será el nuevo embajador ante la
ONU, en reemplazo de Claudia Blum. Osorio renunció a la Organización Internacional del Café para asumir el
cargo en Nueva York.
A su cuñado actual, Mauricio Rodríguez, lo ratificó en la embajada en el Reino Unido, cargo en el que fue
nombrado por el ex Presidente Uribe.
En las tertulias de Anapoima se debió cocinar el nombramiento de José Gabriel Ortiz como nuevo embajador
en México, en reemplazo del ex fiscal Luis Camilo Osorio, quien estuvo en la capital azteca durante casi la
totalidad del gobierno de Álvaro Uribe.
Si bien el nombramiento de los embajadores siempre ha sido del resorte de los Presidentes, y lo común son
nombramientos de carácter político, Juan Manuel Santos se decidió por sus amigos más cercanos.
http://www.kienyke.com/2010/11/17/los-amigos-de-santos-alzan-vuelo/
Destete o agache
Cecilia Orozco Tascón
A Juan Manuel Santos le pesa como un fardo la deuda que tiene con Álvaro Uribe.
Hasta el momento ha podido capotear el baúl de líos que heredó de su mentor con una
refinada astucia política que ha dejado boquiabierto a más de uno. En cien días puso a
trabajar a sus rivales Germán Vargas y Rafael Pardo, a tal punto que anda reunificando el
liberalismo tradicional después de que respaldara la ley de víctimas y de tierras; ha
mantenido las riendas del Partido Conservador y de la U, aunque con sudor y lágrimas de
despecho de estas dos colectividades; acogió unas banderas del Partido Verde y lo tiene
amansado; nombró en su gabinete a líderes en sus áreas, en vez de secretarios; eliminó los ‗madrazos‘ al
mencionar a la Corte Suprema, movió una ficha clave de entendimiento con ella cambiando la terna para Fiscal
y terminó de seducirla con dos o tres reuniones de cortesía; algunos de los columnistas más tenaces de la
prensa se han apaciguado, transitoriamente; hay un respiro profundo en el país del común. E incluso logró el
milagro de que se reflejara un drástico descenso en la popularidad del que se resiste a abandonar el trono.
Simultáneamente, el Presidente ha manejado con guante de seda el estallido de la corrupción que campeaba
en la administración pasada y no aparece contaminado, pese a que perteneció a ella. No ha dicho una palabra
contra Agro Ingreso Seguro y sin embargo, puso a Juan Camilo Restrepo al frente del ministerio; éste modificó
radicalmente la política agraria, pero le tocó visitar a Uribe, que tuvo a bien recibirlo con su antecesor, el
responsable de la debacle campesina; y por contera, nombró a Arias en una importante embajada. La olla
podrida de Estupefacientes se limpiará, según se dijo. El Mandatario mira, sin ahondar, el problema; el
gigantesco escándalo de la contratación pública para infraestructura parece que existiera sólo en Bogotá. Nadie
pregunta quiénes se inventaron a los Nule ni cómo se volvieron potentados; se hacen referencias tangenciales
al grupo de consejeros y amigos de la Casa de Nariño que —de acuerdo con serios indicios— manipulaba las
licitaciones. El Ministro de Transporte santista hace mutis por el foro. De Fondelibertad, mejor no hablar: flor de
un día porque se abrió la caja de Pandora y empezaron a aparecer nombres inconvenientes, como los de los
parientes del generalísimo Padilla. Etcétera.
Vale la ambivalencia: En cuanto se destapa una ―olla raspada‖ u otra asaltada, el jefe de Estado brinca a los
micrófonos para alabar la pulcritud de su tutor presidencial, en contravía de los descubrimientos. Pero éste no
encuentra paz ni calma. Está muy asustado y por la vía del desespero arrasará lo que encuentre a su paso, sin
exceptuar a Santos. El asilo que el ex mandatario tramitó en Panamá para la conductora de su servicio de
espionaje y el que ha estado trabajando para otros subalternos cercanos, se llevará por delante la imagen que
el jefe de Estado ha construido sobre sí. La pobre Canciller ha tenido que realizar piruetas verbales para
explicar que el Gobierno está molesto para conservar la naciente amistad con los magistrados, pero no tanto
como para que queme al ‗santo‘ predecesor. La pantomima aguanta o se revienta si aumenta la presión con
otros asilos de espuria legalidad. En este caso, el Presidente tendrá que asumir una posición: o cree en los
jueces o cree en el patrocinador de los fugitivos. O se desteta de Uribe o pasa de agache pero sin posibilidades
de aparentar ocultando el fondo real, porque ahora tendrá encima los ojos de los organismos de derechos y de
las cortes internacionales, que no son susceptibles de rendirse ante el halago del poder local.
http://www.elespectador.com/columna-237963-destete-o-agache
VIDA Y LIBERTAD
REVISTA DE REVISTAS
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revistavidaylibertad@yahoo.es
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¿Poker face? Las dos caras de Santos
Oscar Mejía Quintana*
* Profesor Titular de la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Colombia. M.A. y
Ph.D. en Filosofía Política y Moral. Adelantó un segundo Doctorado en Filosofía del Derecho. Director del Grupo de
Investigación Cultura Jurídico-política, Instituciones y Globalización.
El Presidente nada en dos aguas y en ambas contra la corriente. ¿Le impedirán el uribismo rural, que exige
nuevas medidas de fuerza, y el urbano, más moderado, desarrollar su proyecto de la “tercera vía”?
El principal adversario
Desde el comienzo del gobierno de Santos esas dos tendencias entran en tensión -cuando no en contradicción-
Sus perspectivas encontradas se empiezan a ver en juego en los diversos proyectos de ley, entre ellos el de
seguridad ciudadana.
Tanto en el Congreso como en el terreno político y social, la Unidad Nacional es la arena donde se enfrentan
las dos caras del uribismo, la una liderada por el ex presidente Uribe y la otra por el presidente Santos.
Como buen estratega, Santos sabía desde la misma campaña que su contendor a mediano plazo no sería
Mockus ni Vargas Lleras ni Pardo: ni siquiera el Polo. Su principal adversario sería Uribe, que no se dio dos
meses de respiro para regresar con el fin de hacer una oposición soterrada a los principales proyectos
santistas.
El uribismo rural y Uribe mismo, además, no le perdonan a Santos su alianza con el liberalismo y menos haber
nombrado como ministro del Interior a quien consideran el Judas de la segunda reelección, Vargas Lleras, ni a
otro de sus antagonistas, el actual ministro de agricultura Juan Camilo Restrepo, opositor y crítico acérrimo de
su programa agrario, Agro Ingreso Seguro.
La agenda de Santos
Pero Santos tiene desde hace años una agenda política propia. Quizá pocos recuerdan que en los momentos
de mayor éxito del laborismo inglés, con Tony Blair a la cabeza, después del dominio conservador de Margaret
Thatcher, Giddens sustenta teóricamente ese proyecto de lo que entonces se denominó "La Tercera Vía"[1],
tratando de defender los retos de un proyecto socialista en tiempos de globalización para conciliar lo
irreconciliable: las relación capital-trabajo en el marco del capitalismo global.
Santos quiso encarnar en Colombia esta tendencia en un intento criollo de concebir alternativas políticas al
bipartidismo liberal-conservador. Nuestra "tercera vía" buscaba pactar, entre los dos partidos históricos, un
proyecto de modernización articulado a la globalización. Al día de hoy, cuando el bipartidismo se afianzó
definitivamente en el país, la actualización de la apuesta de Santos será para conciliar -si no someter- el
autoritarismo de la ultraderecha uribista, con Uribe a la cabeza, con el proyecto de prosperidad democrática del
uribismo urbano y los sectores liberales y sociales que apoyan a Santos. Ese es el reto de la nueva "tercera vía"
santista.
Aunque inexplicablemente no haya desgastado la figura del ex presidente, todo ello sin duda afecta cada vez
más la percepción pública de la anterior administración. En esta dirección, Santos juega con una proyección
democrática que se está articulando en las propuestas progresistas y liberales de su gobierno. Esa es su cara
democrática.
El Plan, en efecto, contiene programas específicos de prevención, entre ellos un sistema de responsabilidad
penal para adolescentes, y el aumento del pie de fuerza policial con inversión de 3,64 billones de pesos, lo que
ha sido un reclamo persistente de los alcaldes de ciudades como Barranquilla, Medellín, Cali y Bogotá.
El gobierno sostiene que estas medidas tienen un carácter preventivo y no implican que la ciudadanía participe
en la represión del terrorismo, algo que debe corresponder exclusivamente al Estado y sus fuerzas de
seguridad. Esta política de seguridad ciudadana tiene así una línea preventiva y otra activa: "zanahoria para
evitar la delincuencia y garrote para quienes violen la ley", tal como la presentó el Presidente[2].
a. Medidas penales
Las medidas sobre extinción de dominio reglamentarán la adjudicación de los terrenos baldíos y los deberes de
los beneficiarios de terrenos adjudicados por el Estado, y creará un protocolo de las actividades que adelanten
fiscales e investigadores.
Las reformas para la prevención del terrorismo proponen un régimen sancionatorio especial para las personas
jurídicas que colaboren en la comisión de tal delito, así como en el concierto para delinquir, la extorsión, el
secuestro, el tráfico de drogas o el contrabando[3].
1. Desde finales del gobierno Uribe se desbordó el problema de la inseguridad urbana, como muestra
fehaciente de los límites estructurales de su política de seguridad democrática concebida sustancialmente para
el campo.
2. La más amplia gama de sectores políticos y sociales reclamaban la presencia del gobierno central en las
ciudades, dado que durante ocho años la seguridad quedó discrecionalmente a cargo de los mandatarios
locales, sin proveerlos de mayores recursos económicos e instrumentos jurídicos para la prevención y represión
de la delincuencia. (Gran parte provino de las gaseosas y oscuras negociaciones de Uribe con los
paramilitares).
Aquí son evidentes las tensiones de los dos proyectos santistas: unas medidas responden a un clamor
democrático porque el imperio de la ley prevalezca, y la violencia legítima del Estado se imponga sobre la
delincuencia y la violencia guerrillera, paramilitar o, como acostumbra a llamarles el general Naranjo, las
BACRIM. Algunas fórmulas serán estudiadas, moderadas y ampliadas en las concertaciones parlamentarias, y
a otras más las rechazará posteriormente la Corte Constitucional.
Pero la otra, no me cabe duda, responde al clamor autoritario del paleouribismo extremo. Este bloque revela
una línea eminentemente autoritaria, análoga a la del tristemente célebre "Estatuto de Seguridad" de Turbay,
que no recorta libertades pero sí garantías legales y constitucionales consagradas que obstaculizan la
imposición de una acción represiva inmediata.
Este terreno ha sido ya ambientado por los medios de comunicación que, como siempre, responden más a los
clamores populares que al estado de derecho, cuyos mecanismos ignoran, sin querer, o desconocen,
claramente queriendo.
Caperucita, ¿terrorista por roja"?
En especial preocupa la denominada creación del delito de apología al terrorismo con el que se castigarían los
discursos "ideológicos" del terrorismo. Esta medida recuerda las constantes columnas de renombrados uribistas
denunciando como terrorista todo estudio académico e investigación periodística que aborde en términos
diferentes a los suyos el conflicto armado en Colombia o toda defensa de los derechos humanos o toda
denuncia de violaciones del DIH por agentes estatales o paraestatales, incluso con nombres propios, poniendo
en peligro la integridad de sus autores.
Quienes se acerquen a las tesis de maestría y doctorado en universidades tanto privadas como públicas del
país encontrarán estudios muy serios sobre el conflicto colombiano que no se atienen a las versiones oficiales
del paleouribismo. Docentes, académicos, estudiantes que exploran líneas de investigación que confrontan las
verdades oficiales, ¿se valorarán como "apología del terrorismo"?
En ese orden de ideas, ¿abordar el pensamiento de la primera Escuela de Frankfurt denunciando al "estado
autoritario" podrá ser considerado un cuestionamiento ilegitimo del ordenamiento? ¿Recuperar a Hannah
Arendt y su denuncia del totalitarismo podrá ser interpretado como un apoyo a las FARC? "L'enfant terrible" de
la filosofía política contemporánea, Zizek, y su cuestionamiento de la democracia liberal, la universalidad y los
derechos humanos, ¿dará pie para sospechas, indagaciones y órdenes de captura? Revisitar a Marx ¿será la
prueba reina de militancia guerrillera, máxime si aparece en alguno de los enésimos computadores recuperados
de los académicos sospechosos? Recordar el imperativo kantiano de "tratar al otro como un fin y nunca como
un medio" ¿será un indicio claro de sospecha de que ese estudiante tiene afinidades peligrosas con la
subversión por no acomodarse al ethos dominante del "todo vale"?
Las chuzadas al periodismo de investigación han mostrado que en este terreno no se ha exagerado.
En fin, el paleouribismo va a tener mucho con que divertirse y amplios sectores de la sociedad caerán bajo la
órbita iusfilosófica del inmortal coronel Ñungo, fiscal en su momento de los consejos de guerra al M19: "Todo el
mundo es culpable hasta que demuestre lo contrario".
De reelección y reelectores
El nuevo estatuto de seguridad responde por tanto a la necesidad de adaptarse no sólo a un contexto creciente
de violencia e inseguridad urbanas, que la sociedad reconoce como una pretensión legítima, sino también a las
exigencias del paleouribismo por mantener la inercia autoritaria del gobierno anterior. Es probable que si Santos
quiere repetir mandato, en un momento dado tendrá que tomar la decisión de con cuál tendencia, la autoritaria
o la democrática, puede hacerlo.
Por su agenda de la "neo-tercera vía" podríamos esperar que se apoyara en la tendencia democrática y
consolidara un proyecto progresista. Esto dependerá del apoyo y la paciencia de Vargas Lleras por llegar a la
Presidencia, del respaldo del liberalismo y los sectores sociales que el vicepresidente ha articulado alrededor de
Santos, y de un contexto social de estabilidad económica y social que no angustie al electorado ni presione por
medidas draconianas.
Pero por su trayectoria en el gobierno de Uribe y la presión del uribismo gravitando a su alrededor tendría que
jugar con la tendencia autoritaria y consolidar el proyecto excluyente del uribismo rural. Lo cual dependerá de
que Uribe -previa reforma constitucional de sus amigos en el Congreso- no quiera volver a "salvar la patria", y
de manera análoga de un contexto político de inseguridad y "hecatombe", como diría el presidente del caballo.
De cualquier manera, esa es la mano de Santos. Con cuál de sus dos caras terminará jugando la partida, ¿la
democrática o la autoritaria? El Tiempo nos lo irá diciendo: ¿Poker face?
[2] Congreso dividido por trámite de proyecto de seguridad ciudadana. Caracol, Octubre 4 de 2010. Consultado
en: http://www.caracol.com.co/nota.aspx?id=1366452; 6 de octubre de 2010.
[3] Ver
http://www.elespectador.com/noticias/politica/articulo-227757-seguridad-ciudadana-sera-implacable-el-crimen;
http://www.caracol.com.co/nota.aspx?id=1366512&rel=1366452;
http://presidencia.gov.co/Prensa/2010/Agosto/Paginas/20100807_15.aspx
http://presidencia.gov.co/Prensa/2010/Agosto/Paginas/20100813_15.aspx
http://www.razonpublica.com/index.php?option=com_content&view=article&id=1452:ipoker-face-las-dos-caras-de-
santos&catid=19:politica-y-gobierno-&Itemid=27
Asilo: silencio e impunidad
José Hilario López Rincón
Un Estado donde queden impunes la insolencia y la libertad de hacerlo todo, termina por hundirse en el abismo.
(Sófocles)
En términos simples y teóricos, el asilo territorial era la protección que brindaba un Estado en su territorio, a un
extranjero que fuera perseguido por otro Estado por motivos políticos. En términos reales y prácticos, el asilo
territorial es la nueva treta que pretenden utilizar algunos delincuentes, para burlar la justicia de un Estado y
evadir la responsabilidad de sus crímenes con la complicidad del Estado que los acoge.
Fiel a su ―ética dicharachera‖, el Patrón que hace unos meses ordenaba a sus lacayos del Congreso: ―Voten,
voten antes de que los metan a la cárcel‖ ahora imparte, comparte y apoya la consigna del momento: ―Asílense,
asílense antes de que los metan a la cárcel‖.
Y en esas están los antiguos miembros de la banda que gobernó a Colombia entre 2002-2010. La utilización
indebida y amañada de la figura del asilo hace parte del plan de fuga de los uribistas con el fin de evadir la
justicia colombiana e impedir que el país conozca la verdad de sus crímenes.
En abril de 2008 ya lo había intentado el doble primo Mario Uribe Escobar en la Embajada de Costa Rica, pero
la solicitud de asilo le fue negada.
Ahora nos enteramos que en octubre, hace apenas un mes, el sindicado de ―Cohecho político‖, Sabas Pretelt
de la Vega también había solicitado asilo al Gobierno de Costa Rica, país que nuevamente rechazó tal
pretensión. Claro está que don Sabas ha salido a revirar que él no pidió asilo sino ―protección subsidiaria‖
―porque la cosa está muy de para arriba‖ y el Patrón está muy preocupado por la situación.
La que sí logró el objetivo en Panamá, fue María del Pilar Hurtado Afanador, ex directora del DAS durante el
pasado Gobierno, investigada entre otros delitos, por interceptaciones telefónicas contra Magistrados de la
Corte Suprema de Justicia, periodistas y opositores. En Panamá se dice que el asilo otorgado a Hurtado fue un
favor para Uribe.
Es indiscutible que María del Pilar Hurtado era quien pedía y recibía los informes ilegales obtenidos por sus
subalternos y que ella era quien a su vez los entregaba a sus cómplices de la Casa de Nariño. Así lo han
confesado ex directivos del DAS como Marta Inés Leal Llanos, quien fue subdirectora de operaciones de
inteligencia y funcionaria de confianza de la prófuga asilada; Fernando Tabares, ex director de inteligencia y
Jorge Alberto Lagos, ex director de contrainteligencia.
El otorgamiento del asilo territorial por parte de Panamá a doña María del Pilar, significa para la justicia
colombiana un nuevo golpe y muchos interrogantes. ¿Por qué la Fiscalía no ha actuado de manera más
diligente si las acusaciones en contra de la ex directora del DAS son tan contundentes? ¿Por qué apenas ahora
se tomará la decisión de imputar cargos en su contra? ¿De quién o de quiénes es perseguida política la
asilada? ¿Quiénes ponen en riesgo su seguridad personal? ¿Acaso quienes fueron víctimas de sus fechorías o
más bien quienes concertaron la ejecución del plan encaminado a perseguir y desprestigiar a la Corte Suprema
de Justicia, a los periodistas y opositores del Gobierno uribista? ¿Quiénes estarían más interesados y
preocupados que doña María del Pilar hable o calle para siempre?
A través del asilo territorial a favor de la ex directora del DAS, el Gobierno de Panamá en comunicado expedido
el pasado 19 de noviembre de 2010 le afirma al mundo que el Gobierno de Colombia es incapaz de
garantizarle justicia, que es una indefensa víctima de persecución política y que existen ―circunstancias de
razonable temor por su seguridad personal, que la han llevado a abandonar su país".
Debe tenerse en cuenta, según el mismo comunicado, que Panamá obró ―Con el ánimo de contribuir a la
estabilidad política y social de la región‖. Y seguramente tiene razón. De no haberse asilado, doña María del
Pilar se vería en la disyuntiva de contar toda la verdad y desenmascarar a quienes desde la Casa de Nariño
urdieron el plan, la convirtieron en un peón más del afán desmedido por el poder e indudablemente generaría
―inestabilidad política y social de la región‖.
Le salimos a deber a Panamá. Entonces, muchas gracias Panamá, por contribuir tan desinteresadamente a la
―estabilidad política y social‖ de Colombia.
En este episodio, la verdad también sale herida. Uribe Vélez está empeñado en ocultarla, a como dé lugar.
Cuando los ex jefes paramilitares empezaron a contar la verdad, los extraditó a los Estados Unidos con el
argumento que seguían delinquiendo, pero sin que nunca hubiese habido una acusación formal y real en contra
de los mismos. Y ahora, cuando la mano de la justicia cierra cada vez más el círculo sobre sus antiguos
súbditos y amenaza con tocarlo, los insta a que se asilen. Pareciera, que emulando al ex paramilitar ―Botalón‖,
quien afirmó que ―En Puerto Boyacá, la verdad está enterrada‖, lo que quiere sentenciar es que en Colombia ―la
verdad está extraditada‖ y ahora, ―la verdad está asilada‖.
Sin el conocimiento de la verdad no puede hablarse de justicia ni de ética. Sin el conocimiento de la verdad será
inexistente la memoria histórica y colectiva que permita a la sociedad colombiana superar los años de horror y
de barbarie e impedir que esos hechos vuelvan a ocurrir.
El asilo de María del Pilar Hurtado Afanador deja unas víctimas reales, inermes ciudadanos colombianos y
extranjeros, periodistas y opositores políticos, magistrados de la Corte Suprema de Justicia que fueron objeto
de persecución contra sí mismos y contra sus familias incluyendo hasta menores de edad, ante la imposibilidad
de conocer quién o quiénes ordenaron que se escudriñaran sus vidas, al menos por ahora.
En comunicado del 23 de noviembre de 2010, Uribe Vélez funge de ideólogo e instigador del asilo para evadir la
justicia y fomentar la impunidad a la vez que continúa sus ataques contra la justicia colombiana al aseverar que
está puesta al servicio de la política o ha caído ―en la trampa de la venganza de los criminales‖. Tanto que
alardea de ―batallar de frente, sin cálculos y sin trampas‖, pero no dice quiénes son los criminales en plan de
venganza.
Le caben aquí las palabras del historiador británico Tomás Carlyle: ―No hay nada más espantoso que la
elocuencia de un hombre que no dice la verdad‖.
http://viva.org.co/cajavirtual/svc0234/index%20-%20pagina%202.html
Justicia e impunidad
Pedro Santana Rodríguez. Presidente
Corporación Viva la Ciudadanía
Que Uribe gobernaba con instrumentos de la ilegalidad, que fue apoyado por fuerzas criminales como los
grupos paramilitares que ordenaron votar por él, es verdad sabida sobre todo en las regiones y ahora en las
versiones de los jefes paramilitares. A propósito, un Gobierno que se dice respetuoso de los derechos humanos
como el Gobierno del presidente de los Estados Unidos Barack Obama debería conceder protección a los
familiares de los 14 jefes paramilitares extraditados para que ellos confiesen toda la verdad y que sus familiares
en Colombia no sean asesinados como está ocurriendo. Los jefes paramilitares están siendo chantajeados por
personeros muy importantes del establecimiento político y económico del país que no quieren que confiesen
todas las verdades. Es urgente que los Estados Unidos respondan al clamor de las víctimas colombianas que
piden que los familiares de los jefes paramilitares puedan vivir fuera de Colombia de tal manera que se avanece
realmente en extirpar el cáncer de la cooptación de los organismos del Estado por parte de las mafias y el
narcotráfico.
Roberto Saviano en su extraordinaria obra ―Gomorra‖ sobre la mafia en Nápoles, República Italiana, señala que
cuando los sectores mafiosos logran cooptar organismos del Estado se exponen a una mayor visibilidad que los
muestra más fácilmente al escrutinio público. Fue lo que ocurrió durante los dos gobiernos de Uribe Vélez.
Fueron tan notorios los logros de la mafia en su infiltración de organismos como el Congreso de la República, la
penetración en la rama ejecutiva del poder como el Ministerio de Agricultura, el Incoder, el programa Agro
Ingreso Seguro, y en la Fiscalía General de la Nación que quedaron expósitos, a la luz pública. Ello llevó a
organismos como la Corte Suprema de Justicia tan pasiva en el pasado a que intervinieran sobre esta
criminalidad con los resultados ya conocidos. Muchos organismos fueron utilizados en labores ilegales de
persecución a quiénes denunciaron o se opusieron. Con la arrogancia que les daban los medios de
comunicación y las encuestas encarcelaron personas como decenas de campesinos de Quinchia,
departamento de Risaralda, de quienes ya casi nadie se acuerda; fueron señalados como criminales, como
fueron también asesinados más de 2.300 jóvenes presentados como guerrilleros o paramilitares dados de baja
por parte de las Fuerzas Armadas, lo que coloquialmente los medios bautizaron como falsos positivos. A
propósito los medios deben, y sobre todo los medios televisivos, una explicación por tanto silencio y
complicidad con la impunidad reinante durante los ocho años del Gobierno de Uribe. Esa visibilidad de la
criminalidad movió finalmente a la comunidad internacional, a la sociedad civil colombiana y a los organismos
de justicia a actuar. Ahí quedaron enredados funcionarios públicos del círculo más cercano del Gobierno del ex
presidente Álvaro Uribe Vélez. Es por ello que muchos de los funcionarios más cercanos de Uribe están ahora
enredados en procesos judiciales. Recordemos sólo algunos de los más sonados y que comprometen al propio
ex presidente de la República. El primero y más sonado fue el de las interceptaciones ilegales realizadas sin
orden judicial sobre parlamentarios y líderes de la oposición, defensores de derechos humanos, jueces de las
altas cortes de justicia y principalmente de la Corte Suprema y también contra periodistas. Pero a la vez que se
espiaba a éstos sectores desde el propio Departamento Administrativo de Seguridad, DAS, oficina directamente
dependiente del Presidente de la República, desde allí mismo se orquestaban amenazas contra niños y niñas,
hijas e hijos de los interceptados y se realizaban amenazas directas contra sus padres, se amenazaba a
magistrados de las altas cortes y se escuchaban las sesiones al tiempo que se obtenían ilegalmente los
expedientes judiciales.
Todo ello ha venido quedando claro en el proceso de investigación que viene realizando la Fiscalía General de
la Nación. Por estos delitos vienen siendo investigados todos los directores del DAS de la era del Gobierno de
Uribe: Jorge Luís Noguera, el buen muchacho, actualmente detenido y en juicio en la Sala Penal de la Corte
Suprema de Justicia, María del Pilar Hurtado a quien el derechistas Gobierno del presidente Martinelli de
Panamá le concedió en la presente semana asilo territorial, contra toda evidencia, puesto que la señora Hurtado
está siendo investigada por delitos que presuntamente cometió en contra de jueces, defensores de derechos
humanos y líderes de la oposición. Este asilo territorial es a todas luces infundado. También se investiga al
actual director del DAS Felipe Muñoz y al anterior director, Andrés Peñate. Frente al asilo de la señora Hurtado
el Gobierno colombiano debe reaccionar más enérgicamente señalando además que a la luz de los tratados
internacionales proyecta pedirla en extradición.
También están enredados en investigaciones judiciales los familiares del ex presidente Uribe. Su primo
investigado por la Sala Penal de la Corte por nexos con los grupos paramilitares, su hermano Santiago Uribe
por nexos con los paramilitares y sus hijos por el lío de las zonas francas. Ni hablar de las múltiples
investigaciones que no avanzan en la Comisión de Acusaciones de la Cámara de Representantes en contra del
propio ex presidente. Dos de sus ministros estrellas están siendo investigados por el delito de cohecho en que
presuntamente incurrieron repartiendo notarias y puestos para lograr la primera reelección de Uribe. Sabas
Pretelt de la Vega ya sabemos también pidió asilo en Costa Rica, asilo que correctamente le negó el Gobierno
de dicho país. El ex ministro de Protección Social Diego Palacio, sigue en investigación en la Fiscalía General
por éste mismo delito. El ex parlamentario Luís Guillermo Giraldo Hurtado está siendo investigado junto a los
promotores del referendo para la segunda reelección de Uribe. Diversos delitos se les imputan en las
investigaciones que conduce la Fiscalía General de la Nación.
Por ello Uribe de manera pública ha recomendado a todas estas personas acusadas e investigados por la
justicia colombiana que tomen el camino del Asilo. En verdad lo que busca Uribe es que no lo incriminen. Lo
nuevo es que ahora el 70% de los colombianos y colombianas, según las encuestas, no comparten esta
orientación de Uribe a sus ex funcionarios. Es un nuevo irrespeto al Estado Democrático de Derecho que Uribe
promueve, sólo que ahora sin el poder. Nosotros por el contrario debemos rodear a la justicia que viene
actuando bien en estas investigaciones.
http://viva.org.co/cajavirtual/svc0234/index%20-%20pagina%201.html
La autodefensa de AUV
María Jimena Duzán
Una cosa es escuchar de Carlos Castaño que en este país no hay garantías judiciales y otra muy diferente es
oírsela a un ex presidente de la República.
Por el comunicado de los 11 puntos se desprende que el ex presidente Uribe vive en otro país, así no se haya
asilado. Todas las declaraciones, pruebas e indagaciones que han sustentado la audiencia de imputación que
la Fiscalía acaba de hacer contra la ex directora del DAS y el ex secretario general de la Presidencia Bernardo
Moreno no son reconocidas por el ex presidente Uribe. Él solo reconoce la verdad que ellos le dijeron a la
justicia. Pero como la justicia, en lugar de creerles, decidió investigar, esa justicia no es garantía de nada. Y que
alguien se atreva a decirle lo contrario, porque les pega en la jeta.
En todo caso, la prueba de que las cosas le están saliendo mal a Uribe es que por primera vez hay un
pronunciamiento del procurador Alejandro Ordóñez con el que estoy de acuerdo. A pesar de su uribismo, salió a
desautorizar a su ex presidente querido con un argumento poderoso que comparto de pe a pa. Le dijo en sus
narices que su dignidad presidencial no la podía usar para irse contra el Estado de derecho. Y, entre líneas, le
dejó saber que su conducta lo sacaba de la Constitución. En otras palabras, que su estrategia de defensa
estaba ubicándolo al margen de la ley, como sucede con los paras y la guerrilla.
Una cosa es escuchar en boca de Carlos Castaño que en este país no hay garantías judiciales y otra, muy
distinta, es oírsela a un ex presidente de la República. Una cosa es escuchar a Mancuso decir que a ellos la
sociedad en lugar de castigarlos debería condecorarlos por haberse enfrentado a las Farc y otra, muy distinta,
es oír ese mismo argumento en boca de un ex presidente que juró defender el Estado de derecho y que se
ufana en Twitter de que en su gobierno se protegió incluso a sus difamadores.
Ni siquiera el ex presidente Ernesto Samper en los peores momentos del 8000 llegó a estos extremos. En esa
ocasión, Samper nos graduó a sus críticos de conspiradores y de títeres del imperio. Sin embargo, ni en los
peores momentos el presidente Samper les aconsejó a sus funcionarios cuestionados por la justicia que se
fuesen a buscar asilo porque en el país no había garantías.
La 'autodefensa' de AUV es un hecho. Pero también me temo que esta puede ser la primera 'autodefensa' que
va a ser repudiada hasta por los uribistas más recalcitrantes.
http://www.semana.com/noticias-opinion/autodefensa-auv/148010.aspx
Los fugitivos
Ramiro Bejarano Guzmán
¿POR QUÉ TANTO ALBOROTO? Después de que durante su presidencia Uribe sindicó a los magistrados de la
Corte Suprema de Justicia de fallar con sesgo político, de añorar la guerrilla, de estar próximos al narcotráfico, y
hasta de permitir que su huidiza y mentirosa directora del DAS, María del Pilar Hurtado, mandara a averiguar
si el magistrado César Julio Valencia tenía registrada su firma en una Notaría, para intentar vencerlo en un
pleito personal, a nadie debería extrañarle que el ex mandatario saliera a sostener que sus amigos sindicados de
los graves delitos por los que tienen que responder "no tienen garantías en la justicia". El que ha sido no deja de
ser.
A la actitud altanera de Uribe, se suma su irresponsable y mendaz comunicado, por cierto pésimamente
redactado. En efecto, que Uribe diga que no hubo ―propósito criminal para desacreditar al órgano de Justicia‖,
vaya y venga, pero que afirme que ―no hay una sola prueba contra alguien de la Presidencia sobre esta
acusación‖, ofende la inteligencia. ¿A quién cree que le habla? ¿No está destituido ya Bernardo Moreno,
precisamente por andar en las que andaba? ¿No han declarado Tabares, Lagos, Sierra, entre otros ex
servidores del DAS, acerca de que muchas de las gestiones ilegales que ejecutaron, fueron conocidas por
varios de los hombres del presidente?
Si indignan las declaraciones de Uribe apoyando el asilo y por ende la impunidad con la que en últimas encubre
a sus cercanos, algo similar ocurre con las destempladas posturas de algunos de sus ex subalternos. José
Obdulio, por ejemplo, en su columna tuvo el descaro de llamar al Presidente encargado de la Corte ―de facto‖.
Qué tal, lo dice quien confesó sentirse cómodo siendo apenas asesor en la sombra, porque temía que de ser
nombrado como funcionario, pudiera ser investigado por la Fiscalía o la Procuraduría. Peor la provocadora
afirmación en Hora 20 del sub iúdice ex ministro Diego Palacio, según la cual ni la Corte Suprema, ni la Corte
Constitucional, ni la Fiscalía, le dan tranquilidad, porque al parecer solamente se siente seguro con la Comisión
de Acusaciones. Estos personajillos dirán que como ellos no son extraditables —por ahora— sino asilables,
prefieren una tumba en Panamá a una cárcel en Colombia.
Como muy bien lo anotó Gustavo Gómez en Caracol, tan mal le salió esto al uribismo, que no advirtieron que
descalificando la justicia por no ofrecer garantías, abrieron la puerta para ser investigados en la Corte Penal
Internacional. Primero cae un mentiroso que un cojo. Sólo falta que a Uribe le embolaten las jugosas asesorías
que podría prestar en seguridad a varios gobiernos centroamericanos, totalitarios como el suyo.
Adenda. Qué paradoja, mientras Uribe y los suyos continúan irrespetando a la justicia, la valerosa jueza Stella
Jara, esa sí víctima de la intemperancia y las amenazas de la ultra derecha, padece un duro e injusto exilio que
a muy pocos estremece.
notasdebuhardilla@hotmail.com
http://www.elespectador.com/columna-237243-los-fugitivos
Salve al doctor Uribe. Salve a sus amigos, instálelos en el mismo condominio. Las reuniones de copropietarios
recordarían los consejos comunitarios.
Permítame solidarizarme con usted, presidente Martinelli, y ofrendarle el más sonoro de mis aplausos por darle
asilo a la doctora María del Pilar Hurtado. No se deje amilanar por el rechazo que ha despertado tan noble
iniciativa: en Colombia tenemos la creencia de que la única mujer que merece vivir en un asilo es Noemí.
En un primer momento estuve en desacuerdo con su decisión: comenzó la tapadera, pensé. Incluso cuando
alguien hablaba del 'Tapón del Darién', suponía que se referían a usted.
Pero eso era antes, estimado Presidente, cuando era un miserable resentido. Ahora me he vuelto una persona
sensible, compasiva con los políticos colombianos. Pobres. Hay un plan para desacreditarlos a todos. A todos.
Mire el caso de Samuel Moreno, por ejemplo: tuvo que instalar una pista de patinaje frente a su oficina para que
no queden dudas de que lo mejor que sabe hacer como alcalde es patinar. Y mire el caso del Partido Verde:
una revista científica publicó que el alcohol era peor que la droga con el único fin de desprestigiar a Luchito.
Pero los que más me preocupan son los uribistas, víctimas indefensas que merecen toda nuestra solidaridad.
Por eso, no solo aplaudo que reciba a la doctora Hurtado, sino que lo invito a que acoja a otros patriotas que
también están en peligro. Acójalos, señor Presidente. Son grandes personas. Convénzalos de que se vayan
para allá. Reciba a Sabas 'el Cabezaehuevo' Pretelt; haga que Pachito se autonombre corresponsal en
Panamá; invite a ese faro moral que es César Mauricio Velásquez; convenza a Fernando Londoño y a Ernesto
Yamhure de que empaquen tirantas y escopetas, y aterricen allá. Y dé la bienvenida al filósofo más importante
que ha dado Colombia después de Francisco Maturana: el doctor José Obdulio Gaviria, gran sostén del
uribismo: un sostén casi tan grande como el que tuvo Laura Acuña antes de que tomara la lamentable decisión
de retirarse las prótesis.
El doctor José Obdulio puede cumplir un gran papel en el canal de Panamá. Sabe mucho de canales. Acá
intrigaba para tener uno. A mi juicio era un propósito innecesario: la verdad es que en Colombia no solo no hace
falta un nuevo canal, sino que sobra uno de los dos que hay. Pasan series idénticas, novelas igualitas, se
copian todo el tiempo el uno al otro: sobra uno.
Salve, pues, al doctor Uribe de esta horrible persecución de la que es víctima. Salve a sus amigos, que
merecen una vejez tranquila. Instálelos a todos en el mismo condominio. Las reuniones de copropietarios
recordarían los consejos comunitarios. En el salón comunal, el doctor Uribe haría un balance de los orinales de
su apartamento; contrataría a sus hijos para que sacaran la basura al shut; gastaría todo el presupuesto en
celadores y le regalaría los jardines a la familia Dávila Abondano
Pero irían a la playa libres y felices, como se lo merecen. Puedo verlos: puedo ver a la señora Hurtado en un
bikini mínimo, a Sabas en una tanga diminuta. José Obdulio, ya sin presiones, corre desnudo por la arena y
apenas se tapa la porquería con una mano, como lo hizo Gregorio Pernía en inolvidables fotos artísticas. César
Mauricio, tenso pero emocionado, trata de ver qué tan Moreno es Bernardo con el rabillo del ojo, contrario a
Sabas, a quien se le alcanza a ver el ojo del rabillo. Uribe nada en el mar sin hundir la cabeza y luego echa sus
carnitas al sol sin ponerse bloqueador: ¿para qué lo necesita, si de todos modos vive ardido? Después da una
declaración en la que aprueba la figura, ya no del asilo, como esta semana, sino de la doctora Hurtado, cuyas
curvas voluptuosas recuerdan las de Yidis: salvo la de aseguramiento, que le luciría muy bien, ambas tienen
medidas similares.
Sálvelos, Presidente, de la severa justicia colombiana. Estos próceres de la patria no merecen padecer las
rigurosas penas que les dictarían en Paloquemao: podrían darles hasta un mes de casa por cárcel y tendrían
que usar unos incómodos brazaletes electrónicos a los que ellos mismos deben ponerles las pilas, porque el
Inpec carece de presupuesto
Evíteles ese calvario. Cúbralos, pues, con la bandera panameña. Nos dolerá en el alma perder para siempre la
guía del doctor Uribe. Pero le aseguro que sabremos reponernos.
http://www.semana.com/noticias-opinion/carta-abierta-presidente-panama/148012.aspx
URIBESTIASILO
LO HUMANO TIENE DERECHOS
bottup
La barbarie disfrazada de militar
Jenny Torres Jaimes, de 14 años, fue violada, torturada y asesinada el 14 de octubre.
Para ocultar este crimen, también fueron asesinados sus hermanos Jimmy y Jefferson
de 9 y 6 años respectivamente
Andrés Monroy Gomez
Bogotá D.C., Colombia. Esto ocurrió en
Arauca, uno de los departamentos más
disputados por todos los actores armados
del conflicto colombiano. Por estos hechos
está detenido un oficial del ejército y seis
más fueron destituidos.
La sociedad reaccionó indignada por estos hechos y el presidente Juan Manuel Santos con varios ministros y
militares de alto rango manifestaron su rechazo por estos crímenes, a la vez que empeñaron su palabra para
garantizar la investigación y sanción a los culpables. Por su parte, el Senado de la República conformó una
comisión de seguimiento a las investigaciones.
A pesar de la información suministrada por algunos medios de comunicación, los militares no han pedido
perdón. José Torres, padre de los menores asesinados, dijo que lo que escuchó en una reunión privada con
altos oficiales, fue una serie de explicaciones, entre ellas la conocida expresión ―se trata de manzanas
podridas‖. Sigue pendiente el arrepentimiento público por los actos de hombres que se aprovecharon de su
condición de militares para cometer estos horrendos crímenes.
Como complemento a la determinación de responsabilidades, por acción u omisión, de todos los militares que
estuvieron en el lugar y momento de los hechos, es indispensable saber por qué sucedió esto. ¿No hay un filtro
para el escogimiento de los hombres que usarán las armas del Estado? ¿En qué va la salud mental de los
militares? ¿Cuántas manzanas podridas hay?
Es inadmisible que además de padecer los abusos de combatientes sobre civiles, se agregue la carga de temer
por el desequilibrio mental de algunos de los que tienen el deber constitucional de defender la vida de los
colombianos.
Notas al margen
El caso de la violación de dos niñas y el asesinato de
tres menores de edad en el departamento de Arauca
obliga a la sociedad colombiana a hacer un alto en el
camino y reflexionar sobre la debilidad o indiferencia
para juzgar los abusos cometidos por las Fuerzas
Armadas en el conflicto armado interno.
También podría leerse un mensaje implícito del Gobierno de Juan Manuel Santos a la comunidad internacional.
Se trata de la proyección de una nueva imagen que no dé espacio para cuestionamientos por la participación de
Colombia en su recién electo papel como nuevo miembro del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Sin embargo, la eficacia y rapidez de la respuesta de los mandos militares y de los poderes públicos contrasta
con el sinsabor que queda por la indiferencia o en el peor de los escenarios, autoría o complicidad, de altos
funcionarios con las más de 2.000 ejecuciones extrajudiciales, conocidas como falsos positivos. La sociedad no
puede permitir que se le deslumbre con manifestaciones públicas de rechazo por este crimen y mientras tanto
dilatar los juicios por los crímenes sin resolver, cuyos principales sospechosos son funcionarios públicos –
políticos y militares–.
Hasta ahora, la deplorable capacidad de olvido sobre los ‗falsos positivos‗ no ha permitido que la sociedad
colombiana dimensione la realidad de esta tragedia: civiles asesinados y presentados como guerrilleros
abatidos en combate, para que los militares obtuvieran recompensas y ascensos. Muchos de los que
denunciaron estos hechos han enfrentado amenazas, persecuciones y la estigmatización por parte de los
defensores de la gestión del expresidente Uribe.
Hasta el momento no hay una cifra exacta del número de desapariciones seguidas de asesinato de civiles, pero
sigue la vinculación judicial de militares a las investigaciones penales.
Es hora de citar a Hannah Arendt: ―la ‗banalidad del mal‘ no es otra cosa que la ausencia de reflexión moral,
que conduce a que determinadas acciones rechazables moralmente, se incrusten en la cotidianidad de la vida y
se pueda vivir con ellas como si nada estuviera ocurriendo‖[1].
[1] ARENDT, HANNAH, EICHMANN en Jerusalén. Estudios sobre la banalidad del mal, Lumen, Madrid, 1999,
Cap. 1. Tomado de Marrero Avendaño, Danny ―La responsabilidad moral como mecanismo de impunidad‖. En
Vniversitas. Bogotá (Colombia) N° 111: 245-278, enero-junio de 2006
http://bottup.periodismohumano.com/2010/11/11/la-barbarie-disfrazada-de-militar/
Los niños y el ejército
Detrás de los soldados que violan y asesinan a las niñas y los niños de Colombia hay una cultura promovida
desde lo alto.
Boris Salazar*
Horror en Tame
Nadie podrá saber nunca si los tres niños jugaban, o si estaban recogiendo los pocos platos del almuerzo en
una vereda de Tame, Arauca, cuando todo acabó para ellos en unos cuantos minutos de horror. El almuerzo
no había sido mucho más que el desayuno de yuca, plátanos y agua de panela que habían tenido en la
mañana. Quizás un poco de arroz.
Mientras esperaban el regreso de su padre que trabajaba en una finca vecina, tenían que aprovechar la luz del
día antes de que cayera la oscuridad sobre la vereda. Un día igual a todos, salvo que esa semana era de
receso escolar y desde hacía unos días una patrulla del ejército estaba acampando a trescientos metros de la
casa. Algunos de los soldados habían venido a preguntar por su padre en dos ocasiones.
Los militares saben que el padre no está. Ha salido y ha regresado y ha vuelto a salir. Otro hombre, un vecino,
ha entrado a la casa y ha partido de inmediato. Todo está listo. El perímetro asegurado. El subteniente Raúl
Muñoz actúa sobre seguro. Ya lo ha hecho antes. No tiene pierde. El uniforme. La amenaza. Los movimientos
felinos. La seguridad que le da el no tener que hablar, o hablar muy poco, para no tener que pronunciar la letra
"r". Matar la tiene, sí, ¿pero quién puede acordarse de una letra en el momento de morir?
Ha coronado en todas partes. Es irresistible. Todas tienen "relaciones" con él. Con su consentimiento, claro. No
podría ser de otra forma. Lo ha dicho mi general, aunque después haya hablado de "violación" y otras cosas
complicadas que él no entiende.
El subteniente Muñoz es un "lanza" de acción. Nadie le madruga. Cuando quisieron dañarle el rato, respondió
como debía. Sin desperdiciar la munición del ejército. A cuchillo puro como en las operaciones de tropas
especiales. En silencio, sin dejar rastro. ¿O acaso oyeron algo los que andaban por ahí?
Lo que han dicho después es puro invento. Nunca ha violado a nadie. No ha asesinado tampoco. En la guerra
no hay asesinatos. Hay operaciones. Hay bajas y hay positivos. No le perdonan su éxito. No entienden que es
un hombre de acción. Un soldado. Un conquistador.
La historia se repite
No es la primera vez que efectivos del ejército de Colombia asesinan niños. Ya había ocurrido, con crueldad
extrema, en San José de Apartadó, donde tres niños y ocho adultos fueron asesinados por hombres de la
Brigada XVII del Ejército, en asocio con paramilitares, el 21 de febrero de 2005. Una niña de cinco años fue
decapitada y mutilada. Otro niño fue abierto en canal.
En abril de 2004 dos niños y tres adultos fueron muertos por el Ejército en la carretera principal de Colombia, en
el Alto de la Línea, municipio de Cajamarca. Iban a llevar un bebé enfermo a un puesto de salud y fueron
confundidos con guerrilleros que irían a montar un retén sobre esa vía. Extraños guerrilleros que iban a pie y sin
armas, a medianoche, por la carretera de mayor tráfico del país.
Uribe da la espalda
En ambos casos el presidente Uribe procedió a actuar como juez y, sin mediar investigación alguna, exoneró de
cualquier culpa a los militares involucrados. En el episodio de la Comunidad de Paz de San José de Apartadó
fue un poco más lejos: les prometió a sus habitantes, que pedían protección para sus vidas, enviarles más
unidades del ejército para que aprendieran a respetar a las autoridades de la nación. Cuando la Fiscalía declaró
culpables a 15 militares por el crimen de San José de Apartadó, el presidente de la época nunca reconoció su
error, ni mostró el menor pesar por la suerte de sus compatriotas asesinados en las condiciones más extremas
de indefensión y crueldad.
Tampoco lo hizo con motivo del asesinato de miles de jóvenes a manos de unidades del ejército, en el episodio
bautizado con el eufemismo de los "falsos positivos". Ni siquiera quiso recibir a las madres de las víctimas para
escuchar sus reclamos.
El excelente artículo de Martha Ruiz, en Semana, sobre la vida de los colombianos que viven bajo la sombra de
la guerra en el Guainía, muestra con precisión lo que le ocurre a los civiles en las zonas donde la guerra, el
tráfico de coca y la pobreza se mezclan en tramas difíciles de romper.
Dentro del ejército los incentivos económicos -que tanto han contribuido a fomentar deserciones en la guerrilla-
tuvieron su lado oscuro: cada baja adicional -civil o guerrillero- era premiada con ascensos y permisos. Los
resultados no se hicieron esperar y redes completas de paramilitares y unidades del ejército llevaron a la muerte
a jóvenes pertenecientes a los más frágiles entre los más pobres de Colombia.
Una cultura enferma
Es difícil creer que lo ocurrido en Tame sea sólo la obra de "un hampón infiltrado en el Ejército de Colombia",
como dijo una senadora que vela por la niñez. Por supuesto, el violador confeso es un criminal. Y, claro, sus
acciones son injustificables y nadie se las ordenó. Pero lo que hizo no es independiente de un clima cultural y
político donde todo se vale siempre y cuando contribuya a la derrota del enemigo. De décadas de actuar como
un ejército de ocupación y de enfrentar a una guerrilla que recluta niños a la fuerza. De una cultura cuyos
dominios van mucho más allá del Ejército y de la guerra: basta ver la cantidad de niños que son violados y
mueren a manos de padres, padrastros, madrastras, madres y extraños.
Contrario a lo que sostiene el pensamiento convencional colombiano, las ideas sí importan. Mucho más si se
convierten en propaganda permanente, en fórmulas para el consumo inmediato. Valorar la aniquilación del
enemigo como la más alta meta, celebrarla sin pudor en todos los medios de comunicación, repetirlo sin
descanso hasta convertirlo en la única verdad profunda de los colombianos, conquistar mayorías políticas a
través de esa vía espuria, ha tenido consecuencias terribles. Ahí están los resultados.
No es de celebrar, en cambio, que el comandante del Ejército haya repetido, sin dudar un segundo, la fórmula
de la "violación con consentimiento" inventada por el subteniente Muñoz. Y mucho menos que los grandes
medios colombianos la hayan aceptado como algo lógico o creíble.
Habría mucho que celebrar si el presidente Santos y los colombianos todos saliéramos, por un momento, de la
pesadilla demagógica en la que hemos vivido en los últimos años, y pensáramos en lo costosas que han
resultado las mayorías electorales mantenidas a cambio de la infinita desvalorización de la vida y de nuestras
posibilidades como nación.
http://www.razonpublica.com/index.php?option=com_content&view=article&id=1542:los-ninos-y-el-ejercito&catid=21:conflicto-drogas-y-paz&Itemid=30
Carta de don Álvaro el papá de los tres niños masacrados en Arauca
En nombre de la familia que me quedo después de la horrible masacre que me arrebato a mis tres hijitos y en el
mío propio, saludo que las investigaciones estén avanzando y se lleven hasta las últimas
Noviembre 9 de 2010
En nombre de la familia que me quedo después de la horrible masacre que me arrebato a mis tres hijitos y en el
mío propio, saludo que las investigaciones estén avanzando y se lleven hasta las últimas consecuencias hasta
que se sepa toda la verdad, aclarando que este documento lo redacte con mi puño y letra y le pedí el favor a un
amigo que lo transcribiera en computador para hacerlo llegar a los medios de comunicación hablados y escritos
y a las instituciones públicas.
Pido a la Fiscalía General de la Nación, al Presidente Juan Manuel Santos y a las Fuerzas Militares esclarecer
totalmente los hechos y hallar a todos los responsables del crimen de mis hijitos y castigarlos con todo el peso
de la ley. Al gobierno nacional y departamental que protejan nuestra integridad, la de los testigos y la de las
comunidades y personas que con valor denunciamos estos horrorosos hechos, nuestra exigencia es que esto
no se quede en la impunidad y que nunca vuelva a suceder un hecho de estos.
A la Procuraduría General de la Nación que adelante con más celeridad las investigaciones de carácter
disciplinarias, cayendo en cuenta que los autores son integrantes de las fuerzas militares.Respecto al perdón
quiero manifestar en nombre de mi familia y en el mío propio, que hasta que no se sepa toda la verdad y se
haga real y efectiva justicia, se esclarezcan bien los hechos de lo sucedido, quienes fueron los autores
materiales e intelectuales del horrendo crimen que me arrebato a mis tres hijitos, no perdonaremos.
A las fuerzas militares les digo que no habrá perdón ni olvido, que lo que exigimos es justicia, porque la
masacre de mis tres hijos no la realizo un solo militar, ese crimen lo cometieron varios militares. Por qué dicen
que hay 7 morrales cundidos de sangre, salivas y semen, el delincuente Raúl Muñoz dice que él hizo uso de las
dos niñas de la de 13 años y de la hijita mía, pero por que ellas aceptaron, yo les pregunto a los señores de la
fiscalía y a los militares, si sería que ella entonces estaría de acuerdo que la asesinaran a ella y a sus dos
hermanitos, que eran mis queridos hijitos?
Es falso lo que dice un general del ejército en un periódico, que organizaciones extrañas me tienen controlado y
manipulado para que denuncie y enlode el nombre del ejército, será que con ese asesinato por varios militares
ellos mismos no se enlodaron el nombre?.Por ultimo con el inmenso dolor en el alma y una cicatriz que nunca
se me borrara le doy las gracias a las personas, a la comunidad de la vereda caño temblador donde vivía, a las
veredas cercanas, a los derechos humanos, a los medios de comunicación y personalidades, que sean
solidarizado con migo y mi familia y por ayudarme a denunciar la tragedia que me paso y que sigo viviendo.
Gracias.
http://www.kaosenlared.net/noticia/carta-don-alvaro-papa-tres-ninos-masacrados-arauca
LA “IZQUIERDA” DE MACONDO
Si los trabajadores y sectores subordinados de la sociedad queremos reconstruir nuestro país y edificar una
Nación digna, debemos aprender a gobernar. La protesta y la movilización popular seguirán siendo herramienta
de resistencia y de protesta, pero los pueblos sudamericanos han demostrado que se debe pasar a una nueva
etapa. ―Ser gobiernos para empoderar a los pueblos‖, es la consigna.
Durante la década de los años 90 del siglo pasado – una vez se aprobó la elección popular de alcaldes y la
Constitución de 1991 – una gran cantidad de movimientos cívicos, comunales y comunitarios accedieron a
numerosos gobiernos locales. A principios de siglo XXI diversos movimientos alternativos eligieron
gobernadores en el Cauca, Guajira, Tolima, Nariño y Guainía. El Polo consiguió elegir como alcaldes de Bogotá
a Lucho Garzón (2004-2007) y a Samuel Moreno (2008-2011), y tiene actualmente a Antonio Navarro al frente
la gobernación de Nariño.
Es una formidable experiencia. Representa avances políticos importantes. La oligarquía alertada diseñó una
estrategia criminal, paramilitar y mediática aprovechando la torpeza de la insurgencia armada. Así
criminalizaron nuestras luchas y asesinaron a miles de dirigentes. En esos gobiernos hay éxitos y fracasos. Es
parte de nuestra compleja vida política. Pero cabe la pregunta: ¿Cuáles son las razones que han impedido que
el Polo se alimente de esas importantes vivencias? ¿Qué es lo que no nos ha permitido aprender?
Ese ―bloqueo mental‖ frente al ejercicio de administraciones locales y regionales es la principal causa de lo que
ocurre con el Polo en Bogotá. Responde a problemas ya detectados: No existe un proyecto político unificado; el
tema de cómo ser gobierno no hace parte de la estrategia y táctica política; no se evalúan colectivamente las
experiencias de los gobiernos alternativos o del Polo; y, la relación entre gobierno y ―poder‖ no se ha clarificado
conceptualmente. Por eso no tenemos escuela de gobierno.
El proyecto político
En el Polo no se ha discutido a fondo el proyecto político. El programa o ―ideario‖ es la receta para todo pero
cada cual lo interpreta a su manera. Para unos, el proyecto es ―hacer la revolución‖. La meta consiste en
―Acumular fuerzas para tomarse el poder‖ en el momento en que ocurra una insurrección popular (pacífica o
armada). Sólo así – piensan ellos - se podrán concretar las transformaciones estructurales de la sociedad y del
Estado. Es la fórmula clásica que está en la mente de los principales dirigentes. Así, con esa concepción no
tiene sentido participar en gobiernos locales y regionales. ―Son un desgaste‖, según su opinión. La tarea ―por
ahora‖ es hacer oposición.
Para otros sectores auto-denominados ―moderados‖, pragmáticos, realistas, que hacen parte del Polo, el
objetivo es ser gobierno para redistribuir la riqueza social en forma gradual sin tocar para nada la estructura
capitalista. Antonio Navarro la definió así: ―Construir un capitalismo con rostro humano‖.1
Para otros sectores provenientes de los movimientos sociales, la tarea consiste en construir fuerza social
―desde abajo‖ para – más adelante – ―mandar obedeciendo‖. Se desecha inicialmente ser gobierno por cuanto
se teme caer en burocratismos, ser absorbidos por el clientelismo tradicional y fracasar. Según ese criterio ―toda
la política‖ está contaminada y se deben construir fuerzas alternativas. Sólo así se podrá sanear la política,
según esta posición.
Estas son las principales tendencias que existen en el Polo, en la izquierda y en el movimiento social. Después
de 7 años de ―vida partidaria‖ no se abre el debate sobre este tema. Cada sub-partido o sector diseñó una
estrategia para apoderarse o para instrumentalizar al PDA mientras observaba con sospecha, prevención y
desconfianza a los demás grupos. Todos sabían de antemano que un Congreso Ideológico tendría que abordar
esos aspectos fundamentales y por ello, nunca se convocó. Las consecuencias están a la vista.
Hay que decir que - si se construye confianza y se actúa con madurez -, esas tres líneas de pensamiento no
son totalmente incompatibles. Pueden combinarse en forma creativa a fin ―acumular fuerzas‖. Se puede
dosificar el pragmatismo, alentar e impulsar desde los gobiernos a las organizaciones populares, ejercer
gobiernos éticos y con control social. Es cuestión también de voluntad, de ―buscarle la comba al palo‖.
Esas fuerzas políticas ayudaron a elegir a Samuel Moreno pero - al no creer en la validez de esa tarea -, lo
dejaron solo. Esa alianza no era para gobernar a Bogotá sino para tener el control interno del Polo. Uno que
otro militante de esas fuerzas aprovechó algún contrato o puesto de trabajo pero no es la regla general. Sin
embargo, han contribuido – por omisión – a la debacle que representa una administración que figura a nombre
del Polo pero que gobierna con prácticas clientelistas, y que, al no tener ni siquiera una visión política
―alternativa‖ ha aplicado sin el menor freno las políticas neoliberales imperantes.
Es evidente que con esa posición no hay ninguna posibilidad de aprender. Se desecha de plano la construcción
de experiencia administrativa y política. Se desconoce un terreno que – como se observa en América Latina –
es parte fundamental de los proyectos democrático-nacionalistas. En el caso de Bogotá existe un importante
legado de gestión gubernamental que no es propiedad de los alcaldes sino de la sociedad, que puede y debe
ser apropiado por un partido que quiera contribuir con el fortalecimiento cualitativo de nuestros procesos de
cambio.
De otro lado, los sectores ―moderados‖, reformistas, caen en lo contrario. Por el afán de ser gobierno realizan
toda clase de componendas con partidos y políticos corruptos que enredan el camino. Se entregan a prácticas
clientelares. Al no tener estructura partidaria o de movimiento, el alcalde o gobernador se vuelve el eje del
proyecto. La tarea se torna unipersonal y se entra en la ―carrera loca‖ de hacer obras que van a ser la palanca
para dar el salto hacia un cargo superior (todo alcalde de Bogotá termina pensando en la presidencia de la
república), o se usa el aparato burocrático para construir un poder clientelista.
En esa dinámica todo se desvirtúa. Se supone que el principal objetivo de ―nuestros‖ gobiernos es ―empoderar
al pueblo‖. Hacer que las comunidades reconozcan y ejerzan su fuerza y capacidad transformadora. Que la
gente participe con poder de decisión en los asuntos primordiales de la función pública. Sólo así la ciudadanía
percibirá que nuestros gobiernos son en verdad diferentes. Además, es la única forma de enfrentar la
corrupción.
Así mismo se debe reconocer que un gobierno local o regional debe acatar las reglas del establecimiento.
Ningún alcalde o gobernador puede administrar sin tener en cuenta esa realidad. Pero existe un amplio margen
de acción para mostrar que sí estamos dispuestos a gobernar con ética y moralidad, con transparencia y
espíritu amplio, a favor de las mayorías, con eficiencia y visión de ciudad o departamento, región o subregión.
La gente premia ese esfuerzo, ella también aprende.
Además, en el Polo se idealiza el ―poder‖ de la Presidencia de la República. Se cree que la situación es muy
diferente a la de los gobiernos locales y/o regionales. Se piensa que las instituciones se pueden transformar de
un momento para otro. No se estudian las experiencias de los gobiernos sudamericanos en donde las cosas no
son nada fáciles. A ellos les ha tocado lidiar con situaciones heredadas muy complejas. Encontraron economías
dependientes e insertadas en la globalización neoliberal y unos aparatos gubernamentales apopléjicos y
burocráticos. Les ha tocado actuar con flexibilidad, sentido práctico, visión de largo plazo. Y…ahí van.
Ese tema queda planteado a manera de motivación. Sólo me adelanto a decir que se puede tener el Gobierno y
no tener la capacidad o ―poder‖ de transformar la realidad social y económica. Todo depende de la correlación
de fuerzas y de nuestra actitud política. Pero, así mismo hay que recalcar que sin acceder a los gobiernos es
imposible quebrar la resistencia de los poderosos. Se requiere la derrota política de la burguesía y el
imperialismo, y ello significa que hay que asumir la dirección de los gobiernos. La vida nos obliga a enfrentar
situaciones de ―dualidad de poder‖, avanzando en medio de las tensiones propias de ser gobiernos
nacionalistas y democráticos en países donde los capitalistas tienen todavía el poder económico.
Tal situación sólo cambiará en favor de los trabajadores y los pueblos cuando una Hegemonía Social Popular
vaya reemplazando ese poder burgués en todos los terrenos: económico, social, cultural, político,
administrativo. De alguna manera, ya lo estamos haciendo, pero hay que hacerlo mejor, con consistencia,
unificados en lo fundamental, y con cierto ―afán paciente‖.
Conclusión: Nunca estaremos completamente preparados para gobernar pero debemos hacer el máximo
esfuerzo para ejercerlo bien. Con sólo gobernar sin clientelismo - con ética y transparencia -, ya sería un avance
aunque no es suficiente para un partido que aspira a grandes transformaciones. Construir las bases de una
democracia participativa debe ser uno de los grandes objetivos pero también debemos avanzar hacia una
planificación democrática del desarrollo y en la implementación de una economía de equivalencias que ponga
en primer lugar el valor del trabajo. El capitalismo está en crisis, debemos buscar caminos para superar esta
fase destructora y depredadora de la vida. Si lo pensamos, lo haremos.
1 La vida está comprobando que eso es imposible. El ―mundo desarrollado‖ (EE.UU., Europa, Japón) va de
para atrás. En China, a medida que el capitalismo crece la explotación y la injusticia se acrecienta.
http://www.viva.org.co/cajavirtual/svc0233/index%20-%20pagina%206.html
Polo: proyecto válido sin actor válido
Luis I. Sandoval M.
El Polo se forma en un contexto en el cual se mezclan las condiciones creadas por la Constitución de 1991,
favorables a la superación del bipartidismo tradicional, la pérdida total de posibilidades por parte del proyecto
armado de las FARC y el ELN, las enormes posibilidades que se visualizan en 1999 con la elección de los
Gobernadores del Sur (Tolima, Cauca, Nariño, Huila, Caquetá y Putumayo) y muchos gobernantes locales
independientes, respaldados por más de dos millones de votos. Circunstancias propias que se encuentran con
otra más amplia y determinante a nivel latinoamericano: la destorcida del neoliberalismo y el consiguiente auge
de los proyectos de izquierda que en muchos países llegan al Gobierno. Se trata de saldar, o al menos reducir,
la deuda social acumulada. El cambio se conoce como primavera democrática. El Polo comparte este impulso.
Izquierda social, izquierda política, sectores democráticos desprendidos de los partidos tradicionales,
destacados exponentes del pensamiento crítico democrático, llegan en marzo de 2002, cuando el país
experimenta el fracaso de los diálogos del Caguán, a una convergencia política amplia, que se expresa en el
primer Polo Democrático encabezado por Lucho Garzón, iniciativa que se erige en las elecciones presidenciales
de ese año como alternativa al polo autoritario y guerrerista que encabeza Álvaro Uribe Vélez quien propone la
vía de la ―seguridad democrática‖.
Vienen luego el Polo Democrático Independiente PDI y Alternativa Democrática AD que ganan la Alcaldía de
Bogotá en 2003 y que, ya unidos en el PDA, diciembre de 2005, obedeciendo a requerimientos y aprovechando
condiciones creadas por la reforma política, obtienen en 2006 con Carlos Gaviria la segunda votación a la
Presidencia de la República y repiten alcaldía de Bogotá con Samuel Moreno en 2007. Una gobernación propia,
la de Nariño con Antonio Navarro y otras cinco en coalición, amén de 20 alcaldías, son ganancias netas del
Polo Democrático. No obstante la bancada parlamentaria pasa de 11 a 8 senadores y de 7 a 4 representantes
en marzo de 2010.
El proyecto político del Polo que acumula experiencia de varias décadas de luchas, debates y ensayos de
unidad se identifica en un conjunto de tesis que tienen como ejes la dignidad nacional, la profundización integral
de la democracia, la paz democrática, el empleo indeclinable de medios de lucha civil y el compromiso con el
ejercicio transparente de la política y el poder. Este proyecto, simple y certero, contenido en el Ideario de
Unidad y en reglas de juego para manejar la pluralidad de visiones y aspiraciones, comienza electoralmente
bien pero pronto se advierte que su institucionalidad es débil, que los grupos y líderes que lo conforman no se
someten fácilmente a las reglas de juego pactadas por ellos mismos.
Los proyectos particulares, colectivos o personales, siguen teniendo más importancia que el proyecto común. El
Polo sigue marcado por sus condiciones de origen (epígrafe). El Ideario se Unidad se exalta y proclama
prácticamente por todos, pero no es apropiado culturalmente ni asumido por nadie como horizonte y brújula real
de la acción política. Más que como un partido, el Polo desde un comienzo se expresa y manifiesta como
unidad de acción o coalición de fuerzas disímiles, orgánicas unas, inorgánicas otras. Más se parece el Polo al
FA (Frente Amplio) de Uruguay que al PT (Partido de los Trabajadores) de Brasil.
Los órganos de dirección a nivel nacional y regional se muestran incapaces de orientar, articular y potenciar la
acción parlamentaria, la acción de Gobierno, la acción organizativa, la acción comunicativa, formativa y cultural,
la relación con partidos y gobiernos hermanos en el continente... No se afianza la identidad y la cohesión, no se
consolida una estrategia eficaz de acumulación de fuerzas mediante alianzas amplias, no se instalan las nuevas
costumbres políticas de transparencia cero corrupción y participación ciudadana en profundidad en el manejo
de lo público. Dolorosamente se comprueba que a pesar de sus objetivos y logros sociales, innegables, la
izquierda no gobierna en forma diferente a la derecha. Ahora estamos ante el fenómeno del socialclientelismo.
Extrañamente el partido, a pesar de salir bien librado de la contienda presidencial, en cuanto posiciona temas
programáticos importantes, no se extingue ni queda en déficit financiero, sin embargo, no pasa a la siguiente
fase aprovechando los acumulados obtenidos en la anterior, limitados pero reales, sino que se precipita en un
mar de contradicciones, indisciplinas, desencuentros e inculpaciones. Es así como el Polo está atravesado hoy
por tres álgidos debates: 1. La gestión de Samuel Moreno en Bogotá, 2. El ejercicio de la oposición al Gobierno
de Juan Manuel Santos, 3. La forma de conducir el partido.
Esta compleja circunstancia interna se torna dramática ante la circunstancia externa que exige respuesta al reto
de las elecciones territoriales previstas para octubre de 2011. Crecen las dudas sobre la capacidad del Polo
para conservar la Alcaldía de Bogotá, no por las obras que se adelantan sino por los inmensos interrogantes de
dominio público sobre el manejo transparente de las mismas.
La impresión que se tiene de que la complejidad de la situación del partido rebasa a las actuales instancias
directivas comienza a generar propuestas como la de dirección plural o colegiada, o posiciones como la
planteada en los últimos días por el joven parlamentario polista Iván Cepeda quien goza de amplio respeto
dentro y fuera del partido: ―Ni apoyos acríticos, ni actitudes encubridoras, ni caudillismos, debate amplio y
franco‖ (Revista Semana). Cepeda, ya se oye, podría ser una excelente opción de presidencia hasta la
realización del Congreso del partido que debería realizarse en el primer semestre de 2011.
Llegar a la meta de los cinco años es una excelente oportunidad para analizar seriamente la experiencia de
construcción de partido con estudios, testimonios, debates, intercambios con partidos hermanos, en una
palabra profundizar en la validez y viabilidad del proyecto político. Coinciden los cinco años del Polo con la
presencia en Bogotá de importantes integrantes del Foro de Sao Paulo que aglutina a los partidos de izquierda
en el continente. Valiosa oportunidad para contar con su experiencia sobre todo en la forma de afrontar y
superar las situaciones de crisis.
En síntesis podría decirse que el PDA presenta el caso de un proyecto válido que no cuenta con un actor válido
para hacerlo realidad. Falla el actor, no el proyecto. La institucionalidad partidista es débil, hay grupos y
personalidades demasiado fuertes que no le dan prioridad al proyecto común sino a sus proyectos particulares.
En buena hora nació la criatura, pero hoy, a sus cinco años de existencia formal, el proyecto político del Polo es
un niño huérfano de padres responsables.
*Autor del libro Polo Democrático Alternativo: ¿Hacia dónde, con quiénes?, Presentación de Francisco Leal
Buitrago, Democracia.
http://www.viva.org.co/cajavirtual/svc0232/index%20-%20pagina%205.html
ARAÑANDO EL
CIELO Y ARANDO
LA TIERRA
¿Qué hacer?
La situación es similar a la de una familia conformada por cónyuges que llegaron con sus propios hijos y
alcanzaron a tener unas crías conjuntas. Marido y mujer hace rato no convivían. Cuando se encontraban era
para discutir y maltratarse. Ninguno cedía y lo único que los ataba eran los nuevos hijos. La esposa se queda
con la casa (personería jurídica) y el esposo cree que se lleva la fama de buen padre. Finalmente, los hijos son
los que sufren. Los ―propios‖ de cada cual se van con su respectivo padre o madre, y los nuevos bebés (que no
fueron muchos) quedan en medio de la disputa. Algunos familiares que habían arrimado, a la expectativa de
que esa pareja produjera buena sombra, no saben qué hacer.
Pero los problemas de la gran familia colombiana están a la vista. El deterioro de la calidad de vida de nuestra
gente es cada vez más creciente. El invierno lo que hace es detonar las condiciones de miseria en que
sobreviven las mayorías nacionales. El deterioro ambiental es consecuencia de un modelo de desarrollo
inequitativo e injusto que arrincona a millones de personas en peligrosas laderas y márgenes de los ríos. En
tanto, los grandes monopolios amasan gruesas fortunas que les permiten donar cualquier bicoca para posar de
solidarios.
Independiente de lo que cada cual defina hacer - si irse o quedarse en el Polo -, los dirigentes democráticos de
las regiones y localidades debemos pensar en unir ―todo lo que sea susceptible de ser unido‖ para derrotar a las
mafias regionales y a los partidos tradicionales que se han fundido con el ―santismo-uribista‖.
Debemos impulsar convergencias democrático-alternativas con el Partido Verde, el Polo, la ASI, los
movimientos de afrodescendientes, ambientalistas, mujeres, jóvenes, organizaciones sociales. Establecer
mecanismos participativos para escoger los mejores candidatos y definir comportamientos claros para ejercer
gobiernos (donde se consigan) que se apoyen en las comunidades para derrotar la corrupción y apropiarnos de
lo público para impedir que se sigan entregando nuestros recursos naturales a las transnacionales.
Sólo así podremos retomar el impulso. Personalmente me quedo en la base social del Polo, pero aspiro ayudar
a construir movimientos ciudadanos de carácter popular que sigan por la ruta que nos están trazando los
pueblos sudamericanos. Nos toca a los hijos asumir los retos de aprender de los errores de nuestros padres y
tratar de superarlos. Sin resentimientos.
http://aranandoelcieloyarandolatierra.blogspot.com/2010/12/petro-se-va-tirando-la-puerta.html
Para los del Polo era obvio que Petro quería salirse del partido para poder reunirse con el gobierno sin tener
encima las críticas de la colectividad. ―Para ser un regalado‖, dijo uno de los militantes del Moir a La Silla Vacía.
Para los de Corriente Democrática, en cambio, es el primer paso para el nuevo proyecto de izquierda que
esperan fundar: un proyecto que hable con el gobierno cuando quiera, se oponga al gobierno cuando quiera, y
dónde la oposición no sea un principio fundamental sino un concepto moldeable de acuerdo a las
circunstancias.
Petro obtuvo un millón trescientos mil votos en la primera vuelta presidencial, la cuarta votación entre todos los
candidatos y la obtuvo con el apoyo de todos los movimientos de izquierda que se congregan en el Polo
Democrático Alternativo. A Petro lo apoyó la Anapo- la corriente de la que ahora es el mayor crítico- el Moir, el
Partido Comunista y la Alianza Democrática. Y ahora, para las elecciones regionales del próximo año, ya no
cuenta con ellos.
¿A quién se llevó Petro? ¿Qué tan fuerte puede llegar a ser su movimiento y qué propone esta nueva
colectividad? Esta es la visión de Corriente Democrática.
―Esta es una apertura para una posible alianza con el partido Verde o con el Partido Liberal‖, dijo a La Silla
Vacía Margarita Fajardo, quien fue coordinadora regional del Polo en Risaralda, un departamento donde la
izquierda no tiene mucha fuerza. Como ella piensan varios exdirigentes de comités departamentales del Polo
que ahora hacen parte de Corriente Democrática, entrevistados por La Silla Vacía durante su encuentro en
Bogotá. Las alianzas también son una posibilidad para exmilitantes del Polo en el Valle, Barranquilla, Quindío,
Boyacá o Bolívar.
La mayoría de ellos hacen parte del PTC, el Partido del Trabajo de Colombia. Una corriente que se unió al Polo
cuando se fundó y cuyo líder más visible es Marcelo Torres. ―Marcelo desde los setentas propuso una política
de unidad‖, dijo a La Silla Vacía Delys Puerta Arellano, quien hacía parte del Comité Departamental del Polo en
Bolívar.
―El problema es que para el Polo Santos es Uribe III‖, dijo a La Silla Vacía Marcero Torres. ―Hay una diferencia
con Santos en el tema de tierras, de víctimas, en el tema de la terna para Fiscal o el acercamiento a Venezuela
y Ecuador. Por esto acá estamos reunidos delegaciones de 22 departamentos que queremos coordinar una
corriente democrática de izquierda‖.
Hay tres temas fundamentales en la propuesta de este nuevo movimiento, y que solían ser los tres ejes de la
campaña de Petro. El tema de tierras: cómo devolverle a los campesinos la tierra que les arrebató la mafia. En
segundo lugar, el agua: discutir propuestas para conservarla, y regular el derecho a usarla. Y por último, cómo
reparar a las víctimas de la violencia. Tres temas por los cuales Petro fue aplaudido en campaña y que ahora se
discuten en las mesas del gobierno.
Pero al Gobierno no lo acompañan en todos los temas: han sido críticos de la reforma tributaria que presentó el
Ministro de Hacienda Juan Carlos Echeverry, del proyecto de regalías, y consideran que Santos aún no le ha
dado el empuje suficiente al tema social.
La reforma política estableció que, si quisieran cambiar de partido, debían renunciar a su colectividad un año
antes de las siguientes elecciones. Si decidieran renunciar al Polo en este momento perderían la curul y
ninguno está dispuesto a hacerlo. ―Y ellos no pueden incurrir en la doble militancia‖, dijo a La Silla Vacía Jonny
López, ex secretario general del Polo en Cundinamarca. Es decir, si el Polo y la Corriente Democrática
compitieran por algún puesto para alcaldías o gobernaciones, todos los que son afines a Petro pero siguen en
el Polo solo pueden -al menos oficialmente- apoyar al candidato del PDA.
―Y sin poder político se acaba un partido. Un partido se mide con credenciales‖, dijo a La Silla Vacía Máximo
Noriega, ex concejal de Barranquilla.
Pero no todo está perdido. En las filas de Petro hay varios ex dirigentes departamentales del Polo que no
ocupan una curul como López o Noriega. ―Yo quiero dedicarme ahora a fortalecer la corriente en el Caribe‖, dijo
Noriega. Igualmente López lo piensa hacer en Cundinamarca, o expolistas como Franklin Legro en el Valle.
Petro no está solo en las regiones.
Aunque varios militantes de Corriente Democrática consideran que es una batalla perdida competir para las
elecciones en Bogotá, no creen que estén tan débiles electoralmente en todas las regiones de Colombia. Por lo
menos no en la Costa, donde Petro aspira a tener su mayor juego.
En las elecciones pasadas, Gustavo Petro quedó de segundo en la Costa Atlántica. Con medio millón de votos
costeños, Petro obtuvo la segunda mejor votación en seis de los siete departamentos costeños. Incluso, le ganó
a Cambio Radical en el Atlántico. ―Petro entendió una problemática social de la Costa y por eso allá hay más
petrismo que Polo‖, dijo Noriega.
Gustavo Petro duró más de diez años en el Congreso y lideró los grandes debates contra el paramilitarismo en
la Costa. Sus denuncias pusieron en la agenda pública los vínculos entre las mafias y el poder político. Por su
lengua, cayeron el ‗gordo García‘, poderoso congresista sucreño, condenado a 40 años de cárcel por la
masacre de Macayepo. También salpicó al senador Salvador Arana, también condenado a 40 años.
Por todo esto, Corriente Democrática espera tener éxito en las elecciones locales del norte del país, y sobre
todo les puede ir bien si están abiertos a negociar con otros partidos. El movimiento de Petro ayudará a medir
qué tanto del Polo alcanza a llevarse este excandidato presidencial para las elecciones del 2011. Ahora les falta
inventarse el cómo hacerlo.
http://www.lasillavacia.com/historia/lo-que-petro-se-llevo-20384
"¿Por qué ahora es un pecado dialogar con el rival?":
Gustavo Petro
Por César Paredes, periodista de Semana.com
En entrevista con Semana.com, defiende sus encuentros con el presidente Santos, dice que Corriente Democrática
será un partido en 2011, y afirma que el Polo se quedó "entre el sectarismo y la ambigüedad".
G.P: Le transmití las aprehensiones que tenemos sobre la aplicación de la ley de víctimas si es que sale
aprobada. Porque el poder político, económico y militar sigue en manos de los usurpadores. En La Mojana, por
ejemplo, tres agrupaciones en las que se divide el paramilitarismo -Los Rastrojos, Águilas Negras y Los Paisas-
han enviado el mensaje de que quien reclame tierras se convertirá en objetivo militar. Hablamos de que los
mapas del despojo, el narcotráfico, el nuevo paramilitarismo y el viejo paramilitarismo, coinciden. Ese fue el
primer punto de conversación.
G.P.: Le reiteré que encontrar una salida pacífica a ese problema pasa por la discusión de una justicia
transicional para el narcotráfico. Es decir, que quien entregue la tierra y desmantele su organización
narcotraficante pueda acceder a beneficios jurídicos. Él me escuchó y digamos que no descarta que haga parte
de la discusión.
Le sugerí mirar el modelo de desarrollo rural desde otra perspectiva: que la locomotora rural sea la producción
de alimentos, y con ello, la renegociación de los capítulos agrarios del TLC. Santos está de acuerdo en que el
modelo de desarrollo agrícola esté basado en la producción de alimentos, pero lo del TLC no lo aceptó.
Hubo un reconocimiento común de que Colombia tiene un gran potencial de riqueza en el agua, que no ha
desarrollado una institucionalidad para protegerla y que de acuerdo al reconocimiento de ésta como un
derecho, es necesario abrir la discusión.
G.P.: Nosotros no estamos de acuerdo con el proyecto de estabilidad fiscal, porque subordina los derechos al
presupuesto, cuando debe ser al revés.
Él mantiene su posición. Ahí habrá una confrontación entre ellos y nosotros. Ese proyecto limita el alcance de
las decisiones de la Corte Constitucional y tiene una incidencia directa en la salud, las pensiones, la educación,
lo que supone un modelo de Estado diferente. Es un golpe a la Constitución.
Semana.com: En Twitter usted dijo que no había entrado desde hace varios años a la Casa de Nariño.
¿Cuánto tiempo?
Semana.com: Esta semana usted oficializó su salida del Polo y lanzó la Corriente Democrática. ¿Eso
qué significa?
G.P.: Es una transición. Hasta ahora tenemos miles de militantes del Polo que salen con nosotros. No tenemos
un partido en el sentido jurídico. Se llama Corriente Democrática, porque ese era el nombre dentro del Polo.
Nos trazamos una agenda política y unos objetivos de organización entre los que está enmendar lo que hizo el
Polo. Queremos crear una organización plural, diversa, abierta, que permita la discusión de iniciativas por
causas democráticas.
El Polo castraba las iniciativas de sus militantes porque las subordinaba a órdenes de instancias superiores,
que es la visión de organización tradicional de la izquierda. Queremos que nuestra organización se convierta en
partido el año entrante, y sea como la hierba, no como una pirámide. Obviamente pensando en alcanzar
espacios del poder local en 2011.
Semana.com: ¿Y qué pasó con los verdes?, porque no faltó quien pensó que usted iba para allá…
G.P.: Eso se propuso. Pero si el Partido Verde no es capaz de agenciar un espacio de confluencia progresista,
mucho menos me podría tener en su interior. Hay fórmulas que nos pueden acercar, pero eso es un proceso.
Es que no es un individuo el que sale del Polo y está buscando partido. Es un cuerpo de ideas y miles de
personas las que están buscando un diálogo democrático.
Nosotros vamos a apostar por la construcción de una nueva fuerza política en Colombia, pero no a la usanza de
la vieja izquierda que cada vez saca organizaciones más pequeñas, queremos refundar un proyecto
democrático mucho más amplio.
G.P.: El Polo se quedó entre el sectarismo y la ambigüedad. En un discurso de su campaña presidencial, Carlos
Gaviria dijo que no podíamos ser ni ambiguos ni sectarios. Tenía toda la razón. Pero, ¿qué más ambiguo que
apoyar a Samuel Moreno Rojas (el Alcalde de Bogotá)? No sólo por la corrupción, sino por la ambigüedad
ideológica.
El informe sobre corrupción en Bogotá también revela la concentración del erario en cuatro familias. Aunque no
es un pecado legal, porque lo han hecho en todo el país, sí es una ruptura completa con el ideario de izquierda
que busca lo contrario. Y hay más...
Semana.com: ¿Pero usted le hizo una propuesta al alcalde Samuel Moreno para investigar la corrupción
en el Distrito?
G.P.: Le envié una carta. He hablado con Samuel dos veces. No para pedir puestos, aunque Iván intentó
decirlo. En las dos reuniones fue para pedirle que hiciera un viraje en la administración. Le dije que se creara un
frente contra la corrupción, pero yo sabía que eso le significaba una ruptura familiar para él. Eso significaba una
ruptura, así hubiera una presión muy fuerte de parte de todos los contratistas, para salvar el Polo, la alcaldía y a
él mismo, políticamente. Él no le dio importancia. Me dijo: vaya hable con un secretario de no sé qué
dependencia. Eso hizo parte de mi lucha por el partido, que fue hablando, no a dentelladas. Fueron años de
lucha contra lo que estaba pasando.
Me mantuve años peleando la unidad, porque busqué la entrada de Carlos Gaviria y de Robledo al Polo. Ahora
me acusan de que quería sacarlos. Lo que pasa es que estos sectores no sabían qué era entrar a un proyecto
democrático. Quisieron fue apropiárselo. Nunca me imaginé que gente como Robledo y Gaviria iban a terminar
ligados a Moreno. Ni lo soñé ni lo esperé. Ahí fracasé.
Semana.com: ¿Y qué responde a las críticas por sus encuentros con el presidente Juan Manuel Santos,
que son interpretados como un intento de congraciarse con él?
G.P.: Tiene que haber una degradación de la política muy grande para pensar que dos dirigentes políticos no se
puedan sentar a una mesa a dialogar, que esos diálogos no sean por puestos o trapisondas. Nosotros creemos
en el diálogo. La Constitución fue un diálogo, la paz fue un diálogo. ¿Por qué ahora es un pecado dialogar con
el rival? Nosotros no podemos lanzar la sociedad colombiana hacia otro estadio de violencia, sino enseñarle a
dialogar
El diálogo no es arrodillarse, no es venderse. Es poner un tema de discusión y lograr acuerdos que no tienen
que ver con puestos, sino con los problemas de la sociedad.
Semana.com: En el Polo, ¿fracasó ese diálogo?
G.P.: Nunca hubo. Yo estuve esperando varios meses. Del sector de los Moreno y Dussán no recibí sino
engaños.
G.P.: Quien propuso a la bancada del Senado que se votara por Alejandro Ordoñez fue Iván Moreno. Sectores
radicales de la bancada del Senado, como Alexander López, también propusieron votar por él. Ahí hay una
doble moral de la dirigencia del Polo: no fue Petro el que votó, sino la bancada del Polo. El partido tuvo solo tres
votos en blanco. Ahora me cobran esa decisión porque quieren destruirme.
Lo que acordamos con Ordoñez fue que la Procuraduría fuera un instrumento disciplinario para desmantelar las
bandas de la parapolítica. No puestos.
G.P.: ¿El Procurador ha ayudado a sacar en libertad a Rito Alejo del Río? ¿El procurador se arrodilló ante uno
de sus copartidarios, Sabas Pretelt de la Vega? O ¿actuó con independencia? Si yo comparo al Procurador con
otros de la historia reciente encuentro más independencia en él. Tiene cosas criticables, cuando liga sus
creencias religiosas a decisiones y conceptos jurídicos. Él no entiende que hay nuevos derechos como los de la
comunidad LGTB. Pero a pesar de que es un uribista, no se ha arrodillado ante el uribismo. A pesar de que es
un conservador religioso, no se arrodilló ante ellos.
G.P.: Conozco a Vivianne Morales desde la primera vez que entró al Congreso. Ella era liberal oficialista en la
época de César Gaviria. Me dio muy buena impresión. Luego vino la fase samperista donde nos distanciamos.
No la volví a ver.
Ahora tiene un enorme reto, porque como dijo el fiscal saliente, Guillermo Mendoza Diago, ‗la marea de la
corrupción está desbordando al Estado‘. No es cualquier criminalidad, es una muy sofisticada la que se está
tomando el Estado. Mafias de contratistas, de paramilitares, de narcotraficantes... Están volviendo trizas el
poder público. Pero la respuesta la dejo en puntos suspensivos
G.P.: Es un sedicioso. Ese es el nombre según el diccionario. No lo digo peyorativamente. Yo también fui un
sedicioso. No acepté la constitución de 1886 y no acepté las consecuencias. Y si me volvieran a poner una
Constitución como la del 86 pues me toca volver a ser un sedicioso, porque no creo en dictaduras. Pero él es
un sedicioso contra la Constitución de 1991. Cuando uno dice no acepto la justicia, me rebelo contra la justicia,
es un sedicioso. Nos está dando un ejemplo de sedición.
http://www.semana.com/noticias-politica/ahora-pecado-dialogar-rival-gustavo-petro/148421.aspx
Carta a los militantes de la presidenta del PDA
Gustavo Petro abandona al Polo Democrático
Carta a los y las polistas y a todas tendencias y sectores poblacionales que militan en las toldas del
cambio social
Gustavo Petro confirma, en entrevista para el diario El Tiempo, que abandona al Polo Democrático Alternativo
(PDA), aduciendo como razón, sus acusaciones contra Samuel e Iván Moreno Rojas. Al interior del Polo se
sabe que esta controversia es anterior y tiene raíces más profundas. La divergencia polista está a la vista y se
hizo patente cuando Petro se reunió – en forma inconsulta – con el presidente electo Juan Manuel Santos,
transcurridas apenas 72 horas de las elecciones, en contravía de la estrategia de oposición aprobada por el
Comité Ejecutivo Nacional (CEN), que contó con la presencia de los petristas.
El día jueves de la semana pasada, el senador Luis Carlos Avellaneda, hizo llegar al Polo una circular en la cual
desautoriza el uso de su nombre y el de dos dirigentes de su tendencia Unidad Democrática: Whitney Chávez y
César Manrique, integrantes del CEN, colocados como convocantes a la asamblea del grupo petrista que se
celebrará en los primeros días de diciembre en Bogotá. En ella reseña, además, críticas y propuestas al Polo
que desde luego serán analizadas en el seno del partido con la participación de ese y todos los sectores que
tienen observaciones para fortalecer la unidad, la propuesta y la práctica de la colectividad.
Con todo, señala el senador Avellaneda que entre las causas de su desmarcada de Petro se encuentra el
hecho de que éste ―va a protocolizar la salida del Polo Democrático Alternativo, así como el surgimiento de un
nuevo proyecto político‖. En el marco de la celebración del 5º Aniversario del Polo, dirigentes emblemáticos del
sector petrista como la parlamentaria andina Gloria Flórez; el senador Mauricio Ospina; el presidente del
Concejo de Bogotá, Celio Nieves; y cercanos asesores suyos como Luis Ignacio Sandoval, se hicieron
presentes.
Sin desconocer sus afinidades con algunos planteamientos políticos de Gustavo Petro, con su presencia se
confirma que no les asiste la intención de retirarse del Polo Democrático Alternativo, proyecto al que tanto le
han aportado. El Polo Democrático Alternativo recibió durante el último fin de semana, la solidaridad y el
respaldo de los partidos progresistas y de izquierda de América Latina integrados en el Foro de Sao Paulo,
entre ellos, el PT de Brasil, el Frente Amplio del Uruguay, el Frente Farabundo Martí de El Salvador, el PRD de
México, y el Frente Sandinista de Liberación Nacional de Nicaragua, que en declaración pública nos estimulan a
proseguir en el proceso de unidad de las fuerzas de izquierda y de los sectores sociales de Colombia para
conquistar el Gobierno y, desde ahí, reversar las medidas de carácter anti popular del modelo neoliberal y
guerrerista que se ha impuesto en nuestro país.
• A las cooperativas de trabajo asociado, oponemos el trabajo digno, con estabilidad, sin intermediación y con
remuneración suficiente.
• A la precarización laboral, con su eliminación de horas extras y garantías sociales, oponemos la jornada de
8 horas que proclamaba María Cano
• A la mercantilización de la salud que hoy se confirma en el Congreso, oponemos la salud como derecho
garantizada desde y por el Estado
• Al TLC que amenaza con destruir el aparato productivo nacional, oponemos relaciones comerciales
simétricas.
• Al capitalismo salvaje, oponemos la intervención del Estado para aconductarlo y someterlo a las
necesidades humanas.
• Al despojo y a la concentración de la tierra oponemos el grito centenario de ―la tierra para el que la trabaja‖.
Tenemos divergencias con Gustavo Petro, entre otros temas, sobre el carácter de la oposición al Gobierno de
Santos. Como es comprensible para todos los y las polistas, en materia de direccionamiento político, el respeto
a la mayoría es indispensable para poder avanzar, sin que ello implique de manera alguna el desconocimiento
ni la discusión amplia con quienes abogan por posiciones hoy minoritarias. No hay duda que la alternativa de
una oposición consecuente reúne el consenso mayoritario de un partido integrado por los más curtidos y
consagrados luchadores y luchadoras, muchos de ellos víctimas en sus vidas y en sus familias de la estrategia
de exterminio que ha practicado la ultraderecha contra el movimiento popular y la izquierda democrática.
Ahora está en pleno desarrollo la segunda estrategia en contra del cambio social, económico y estructural en
Colombia: la estrategia de la división de la izquierda civilista en la que lamentablemente ha caído Gustavo
Petro. Sentimos que nos abandone nuestro ex senador y ex candidato presidencial. Los dirigentes de los
partidos de izquierda de América Latina, durante el Seminario Internacional para debatir los retos en el
continente, compartieron con el Polo experiencias semejantes vividas por todos ellos en su camino por forjar
verdaderas alternativas de poder, hoy exitosas. Sus partidos gobiernan hoy a Brasil, Argentina, Uruguay,
Paraguay, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Nicaragua, El Salvador.
No nos queda la menor duda de que el Polo seguirá el camino del progreso social para unir a Colombia a la
corriente principal de pensamiento del continente de Bolívar que hoy conquista nuevos espacios de esperanza
para los pueblos excluidos de Nuestra América.
A los y a las polistas, los convocamos a cerrar filas por la defensa del partido, por la democracia, el cambio
social y la paz, como reza la consigna de nuestro 5º aniversario.
Reiteramos la invitación a todos los sectores y corrientes que hacen vida política en el Polo Democrático
Alternativo efectuada en la Circular No. 8 de agosto pasado, a discutir con respeto y escucha generosa todas
las posiciones y a buscar mediante el diálogo el acercamiento al consenso bajo el lema de ―La Unidad no nace,
se Hace‖ con que abocamos la estrategia de oposición y las orientaciones del CEN sobre articulación con las
luchas sociales, la profundización y ampliación de la organización del partido y la búsqueda de alianzas
programáticas de cara a la próximas elecciones regionales.
¡Adelante por la conquista del poder local y regional en unión de todas las fuerzas políticas y sociales
progresistas de todas las regiones de Colombia! ¡Arriba la esperanza que el futuro nos pertenece!
Por estos días, la actual dirigencia está conmemorando el quinto aniversario del Polo.
Pero resulta que el Polo no nació en 2005, sino en 2002. Hace cinco años sí adoptó su
nombre actual de PDA, pero su concepción fue anterior. Lejos de un simple descuido de
fechas, es un desconocimiento de la idea original.
El Polo nació en marzo de 2002, cuando un grupo de siete partidos de izquierda decidieron,
en el apartamento de Lucho Garzón, conformar una coalición para apoyar su candidatura
presidencial y adoptaron el nombre de Polo Democrático, propuesto por Gustavo Petro. En 2003, varias de
esas fuerzas decidieron dar el paso de coalición a partido y se creó el Polo Democrático Independiente, que se
estrenó ese año con el triunfo de Garzón como el primer alcalde de izquierda elegido en Bogotá.
Más que un partido, el Polo nació como un ideal: todos los demócratas de izquierda unidos, no sólo para
oponerse al ―polo autoritario‖ de la refundación uribista de la patria, sino para ofrecerle a Colombia una
alternativa viable, moderna y civilista de transformación democrática. Una izquierda nueva, abierta, capaz de
actuar con otros, de gobernar y no sólo criticar, jugada a fondo con la democracia, en contra de la lucha
armada. El electorado respondió y el Polo creció todos los días.
Hace cinco años se incorporaron otras fuerzas y el PDI se convirtió en PDA. En las presidenciales de 2006, el
Polo obtuvo la más alta votación de la izquierda en la historia y en 2007 se logró ganar de nuevo la alcaldía de
Bogotá, también rompiendo todos los récords.
Pero a comienzos de 2008, en lo que Wilson Borja bautizó el ―acuerdo de la Casa Rojas‖, se fraguó una extraña
alianza entre los tradicionales sectores radicales, como el PC y MOIR, con los llamados ―pragmáticos‖, como
ANAPO, pese a sus profundas contradicciones ideológicas. Carlos Gaviria, quien había hecho campaña con el
lema de ―ni sectarismo ni ambigüedad‖, inexplicablemente terminó aliado con los más sectarios y los más
ambiguos.
El Polo se cerró y se estancó. En vez de nuevos adherentes, empezó a sufrir bajas; la primera, Lucho. La
deliberación democrática y la búsqueda de consensos fueron reemplazadas por la aplanadora.
El Polo de hoy dista muchísimo de lo que soñamos quienes lo fundamos hace más de ocho años. Fui fiel
creyente en el ideal romántico de la unidad, pero ahora reconozco los inmensos riesgos cuando ese valor se
eleva a la categoría de dogma. El reto es reconocer la diversidad y no meternos todos en una misma secta.
Cambio Radical ya va para el gran reencuentro de la familia liberal de centroderecha (solo falta Santos). El
uribismo está en recomposición y posiblemente terminará dirigido desde el exilio en Panamá. Ante este mapa
político cambiante, la izquierda democrática se requiere más que nunca. Sin embargo, pretender dirigirla desde
la estrechez de un solo partido parece imposible e indeseable.
No es la primera vez que quienes se consideran los ganadores intentan escribir una historia oficial a su
manera. Deben dedicarle menos tiempo a tergiversar el pasado y más a reflexionar sobre el futuro del proyecto
democrático en Colombia.
danielgarciapena@hotmail.com
http://www.elespectador.com/columna-236486-historia-oficial
LAIZQUIERDAYELDIABLO
Pablo Beltrán, del Comando Central del ELN de Colombia.
Se completan al menos dos décadas en que además de proclamarlo, lo intentaron y casi lo logran evaporar
como sujeto de la historia. Pero desde el rincón al que lo replegaron, regresó y hoy de nuevo está con nosotros,
el socialismo como la ruta de izquierda para la humanidad.
Durante su repliegue, en todo el mundo, muchos lo vistieron con ropajes liberales y hasta neoliberales. Tan
replegado se halla aún en Colombia, que la extrema derecha lo presionó a ser centro y hasta logró convertirlo
en centro derecha, en algunos casos.
Umberto Eco afirma que los discursos de poder son el único Satanás que ha
existido, porque, “el diablo no es el príncipe de la materia, el diablo es la
arrogancia del espíritu, la fe sin sonrisa, la verdad jamás tocada por la
duda. El diablo es sombrío porque sabe a dónde va, y siempre va hacia el
sitio del que procede”.
TIERRA O CAPITALISMO
Desde nuestros Andes se alza el reclamo del socialismo de raíz comunitaria, contenido en el dilema más
importante de los planteados, sobre la supervivencia del planeta y sus habitantes: ―para que viva la tierra debe
morir el capitalismo‖.
El productivismo, desarrollismo, extractivismo, consumismo y el derroche son hijos de una letal creencia, en la
que el progreso, se considera como una línea ascendente sin fin, para dominar la naturaleza, devorarla y
agotarla, en un delirante acto de egoísmo, carente de responsabilidad con el futuro.
Luchar por los cambios y la revolución sin esperar retribuciones materiales, es fundar el buen vivir de las
siguientes generaciones, con lo que se aporta al desarrollo de una contracultura socialista, que reta a la
ideología dominante.
Otro aspecto vital del socialismo ha estado en potenciar la fuerza de lo comunitario, la colectividad, lo social, lo
público, las mayorías y lo nacional, en contraposición al interés individual, privado, sectorial y de elite. Fuerza
creativa socialista expresada sobre todo en la producción, el poder y el saber popular.
Lograr unidad de acción alrededor de puntos comunes, mientras se deja para enseguida el debate de las
diferencias, no solamente es tener sentido de la táctica, es ante todo implantar una cultura de negociación, en la
que cada cual representa unos intereses, que pactan y saben cumplir acuerdos.
Luchar contra la guerra imperialista, es quebrar su antiquísima consigna de imponer su voluntad a los pueblos,
para reemplazarla, como lo enseña Einstein:
"(..) toda clase de cooperación pacífica entre los hombres está basada, en principio, en la mutua confianza y
sólo en segundo lugar en instituciones tales como los tribunales de justicia y la policía. Esto vale para las
naciones y los individuos. Y el fundamento de la confianza es la lealtad".
Doscientos años de aparente vida republicana en Colombia, han sido sostenidos por la ininterrumpida agresión
de la elite contra el pueblo, hasta llegar a perfeccionar el actual régimen de terror de Estado, nutrido por
múltiples vías desde la contrainsurgencia imperialista. Ésta, es la única forma como han podido mantener vivo
su modelo capitalista neoliberal.
Luchar por la paz es lograr otro modelo económico social, dentro de un régimen democrático; la elite y el
imperio, son quienes escogen la vía para que el pueblo los obtenga.
La armonía y vigor de la diversidad reside en la excelencia de cada uno de sus componentes, que resulta tanto
de la calidad de su identidad, como de su habilidad para ser con otros.
La unión no puede reducirse a la uniformidad, así como la construcción del consenso no riñe con respetar a la
opinión mayoritaria. De la misma forma, que para garantizar la unidad se establecen niveles de autonomía, que
es algo diferente a que cada uno haga según su mero criterio individual.
Un modelo económico y un régimen al servicio de las mayorías, sigue dependiendo de la participación del
pueblo en estos procesos de transformación, la que no siempre es promovida desde las instituciones estatales,
quienes por inercia tienden a monopolizar tales procesos. Por el contrario, desde el Estado, muchas veces se
absorbe a las organizaciones sociales y políticas del pueblo, impidiendo que el cambio y la revolución se
protagonicen desde estos espacios de la sociedad.
La predisposición casi espontánea hacia exagerar la función de las instituciones estatales en los procesos
revolucionarios, puede contrarrestarse con la construcción del Poder Popular, entre otros componentes, por
medio de la Fuerza Política de Masas, fundamentalmente por fuera de tal institucionalidad. Es la enseñanza
que dejan las debilidades del modelo construido en el viejo mundo, en donde la lucha socialista se confinó en el
‗Triangulo de oro‘ del sindicato, el partido y el parlamento, según critica de Istvan Meszaros.
Desde este Proyecto se están recreando elementos de identidad nacional, en función de intereses propios de
cada país, de Nuestra América y de los pueblos del Sur del planeta.
Es posible lograr un rumbo socialista para este Proyecto de nación en el mediano y largo plazo, afianzando el
Poder Popular, en el que realmente la soberanía resida en el pueblo y los trabajadores.
La confluencia de estos dos esfuerzos de lucha ha partido del reconocimiento mutuo, de la especificidad,
dinámica propia y necesidad de existencia de cada uno, para lograr el avance del cambio y la revolución.
El fracaso de las formas de representación política propias de dos siglos de repúblicas oligárquicas, también
afecta a la izquierda, un ejemplo de ello está en el descrédito de numerosos dirigentes gremiales ante sus
bases, a quienes ya no todos respaldan, cuando se postulan para cargos de elección popular.
La solución de fondo está en promover la autogestión en las organizaciones populares, con un nuevo tipo de
liderazgo fundado en la consigna de ―mandar, obedeciendo‖. Lo que significa una construcción de diversas
expresiones de vanguardia colectiva desde de las organizaciones sociales, movimientos, partidos e
intelectuales de izquierda, que encarnan una genuina soberanía popular.
Cambiar la cultura del lucro, propia del capitalismo, por una humanista, de justicia y libertad, exige desde
romper con las tradiciones heredadas de la Modernidad capitalista, hasta confrontar las taras derivadas de la
rapacidad especulativa vigente, como son la compra de conciencias, la adicción a la ‗ganancia fácil‘ -que evade
todo tipo de controles sociales y públicos- y el ‗todo vale‘ mafioso.
La batalla de ideas por una alternativa de izquierda, que enfrenta a poderosos aparatos ideológicos del sistema,
demanda de esfuerzos colectivos muy grandes desde toda la sociedad, que trascienden la voluntad de un
militante o de un partido revolucionario, para demostrar una actitud ética en la actividad política.
http://www.eln-voces.com/index.php?option=com_content&task=view&id=810&Itemid=69
ELN le propone a Santos un Acuerdo Nacional de Paz
En un video colgado en Internet, Nicolás
Rodríguez Bautista, alias Gabino, primer
comandante del ELN, señala que quiere
retomar nuevos caminos de paz con la
participación de todos los actores sociales,
mediante un proceso de Convención Nacional y
no descarta la creación de una Asamblea
Nacional Constituyente.
Al final del video de 15 minutos, acepta la interlocución con organizaciones sociales como latinoamericanas y
latinoamericanos por la paz.
http://www.youtube.com/watch?v=rYZJTauUGXk&feature=player_embedded
TRANSCRIPCION DE LA PROPUESTA
"Hoy más que nunca la paz es una exigencia para el país.
Desafortunadamente, las recién pasadas campañas
electorales la olvidaron, y es una deuda de la clase política
con Colombia. Ocho largos años de guerra
contrainsurgente, bajo la figura de "Seguridad
Democrática", pesó y seguirá pesando en el diseño de las
políticas de la élite gobernante. En 1988 el ELN presentó al
país una propuesta de humanización de la guerra con el
objetivo de excluir a la población del conflicto y protegerla;
que se superara el terrorismo de Estado y el gobierno
colombiano acogiera los convenios sobre el DIH. Sólo vino
a suscribirlos a mediados de la década de los 90.
Con estos planteamientos, y haciendo parte de la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar, establecimos
diálogos con el Gobierno de César Gaviria Trujillo. En el desarrollo de esta iniciativa, el Gobierno condicionó a
la insurgencia a localizarse en un área reducida, y ante la negativa insurgente a tal pretensión, los diálogos se
rompieron y Gaviria respondió con la "Guerra Integral" en mayo de 1992.
En el Gobierno de Samper el ELN presentó al país su propuesta de Convención Nacional, como vía para
construir los consensos de la nación. Una convocatoria a todos los sectores para discutir los problemas de
Colombia y diseñar su futuro de paz, entendida la paz como gran acuerdo nacional que haga viables las
transformaciones del país.
En el Gobierno de Pastrana el ELN retomó su propuesta de paz Convención Nacional. Con este propósito se
adelantaron diálogos. Se acordó establecer una zona de encuentro, que comprendía las cabeceras municipales
de Cantagallo, San Pablo y parte de Santa Rosa del Sur, en el Sur de Bolívar. Los intercambios entre
representantes del Gobierno y el ELN comenzaron en el Oriente antioqueño, luego en Cuba y finalmente en el
Sur de Bolívar. Cuando dicho acuerdo requería la firma del Gobierno, los paramilitares obligaron a Pastrana a
no firmarlo. En contravía de lo acordado, se lanzó una operación militar contra la región donde estaban nuestros
negociadores, quienes se replegaron bajo el fuego enemigo, colocando 4 bajas en sus unidades de seguridad.
En el Gobierno de Uribe, el ELN reanudó sus esfuerzos por la paz de Colombia. En la mesa de diálogo se
lograron importantes avances. Se estableció una ruta de paz donde el conjunto de la sociedad sería
protagonista. Cuando todo parecía resuelto, el Comisionado de Paz gubernamental, Luis Carlos Restrepo exigió
al ELN que se concentrara en un lugar, se contabilizara e identificara, como mecanismo de control. Dicha
exigencia era absurda, pues existían los mecanismos de control que obligaban a las partes a cumplir sus
compromisos. En tales circunstancias, Uribe suspende unilateralmente la facilitación del Presidente Chávez,
abortando una vez más la anhelada paz para Colombia.
Luego de ocho años de hecatombe uribista, de exclusión social, de persecución, de guerra, de arrodillamiento
ante los gringos y de corrupción exacerbada, los colombianos estamos obligados a construir un camino que nos
conduzca a la paz con justicia social, que recupere el ejercicio de la política para la decencia, y donde la
participación de todos en el diseño de su destino sea la base para la construcción de la democracia. A la
propuesta del nuevo Presidente Santos de "Acuerdo Nacional", las mayorías debemos superar las limitaciones
de este acuerdo burgués, levantando la iniciativa de un "Acuerdo Nacional por la Paz" que haga viables
transformaciones estructurales de los problemas que han sido causas originarias del conflicto interno, pues
mientras ellos vivan, la insurgencia seguirá existiendo.
Dentro de este espíritu amplio, democrático y pluralista, el ELN quiere retomar la construcción de un camino de
paz con la participación de todos los colombianos. Seguimos viendo válido el proceso de Convención Nacional,
ya que nos permitirá convocarnos a todos los colombianos a discutir los problemas, recrear y construir la
democracia participativa y además diseñar caminos de futuro. Todo este proceso podría concluir con una
Asamblea Constituyente.
A las comisiones facilitadoras de paz y de reconciliación nacional, consideramos de gran valor su aporte en los
anteriores procesos de paz. Pese a los obstáculos encontrados, no podemos desfallecer. Hoy la paz es una
exigencia. Sólo la suma de voluntades la hará posible. Mientras exista el conflicto debemos estar en
comunicación, recrear propuestas, iniciativas y buscar salidas.
A la Iglesia colombiana, nuestro reconocimiento por la defensa que hace de los humildes, en particular de las
víctimas del conflicto. Hoy se colocan en el orden del día los diálogos pastorales y humanitarios como
preámbulo a escenarios de un diálogo nacional. Estamos de acuerdo en que esa labor humanitaria no debe
ponerse a consideración de nadie, porque es parte de su condición cristiana y humanitaria.
A las organizaciones de víctimas, su meritoria labor nos merece todo respeto y consideración. La paz de
Colombia pasa por reconocer a las víctimas del conflicto y la íntegra aplicación del proceso de Verdad, Justicia
y Reparación. A tal propósito, debemos contribuir todos. No podrá existir paz si no se afronta con valor y
decisión el drama de todas las víctimas del conflicto para buscar una acertada solución
Al Gobierno nacional le decimos que tiene el reto de ofertar al país un camino hacia la paz, pues el mandato
constitucional así lo establece. La insurgencia existe por unas causas sociales, económicas y políticas que los
gobiernos no han querido transformar. A ese camino de transformaciones es al que la insurgencia llama
construcción de paz, y para ese propósito siempre estaremos dispuestos a dialogar.
Al Parlamento queremos decirle que debería ser la tribuna donde se expresen los movimientos sociales. No
puede seguirse suplantando la voluntad popular y legislar sin ningún tipo de consulta a quienes lo eligieron. El
Parlamento debe estar abierto a escuchar al conjunto del movimiento social, a discutir los problemas del país y
no ser la manguala que ha entregado el país a la corrupción, las mafias y al paramilitarismo.
A Latinoamericanas y Latinoamericanos por la Paz: Sus esfuerzos por el país y el continente se han ganado el
reconocimiento de amplios sectores de la opinión nacional e internacional, y es necesario dar un nuevo perfil a
una interlocución más directa con el ELN y de cara al país, y junto con otros esfuerzos nacionales e
internacionales, abramos las puertas hacia la paz de Colombia.
A Unasur le reafirmamos nuestra solicitud de acompañar la búsqueda de la paz en Colombia, entendida ésta
como una necesidad para la estabilidad democrática del continente, y así como se ha escuchado los
argumentos del Gobierno colombiano frente al conflicto, consideramos de necesario equilibrio y justeza política,
que se escuchen los planteamientos del ELN. Colombia les sabrá agradecer.
Que Colombia cuente con el ELN para una propuesta de paz que nos deje justicia social y una verdadera
democracia.
¡Liberación o Muerte!"
http://www.eln-voces.com/index.php?option=com_content&task=view&id=814&Itemid=1
ENTRE NOS
KIEN & KE
La soledad de una guerrera
KIEN&KE
Piedad Córdoba está golpeada, sola y aislada en Colombia. No sale de su apartamento en el centro de Bogotá.
Ni a cine, ni restaurantes, ni compras. Se comunica con el mundo a través de su cuenta personal de Twitter, en
la que tiene 80.000 seguidores. No descuida su defensa y su obsesión todavía es la paz. Su soporte y grupo de
trabajo son los Colombianos y colombianas por la paz, que hacen esfuerzos en silencio para sacar de la selva a
los 19 uniformados que continúan secuestrados por las FARC. En su casa recibe medios internacionales y
representantes de ONG‘s que la consultan a diario sobre temas distintos. Así, esta guerrera trata de sobrevivir
entre agresiones verbales y puertas que se le cierran, porque hay otras que se abren. Pero tiene la capacidad
para generar noticia, sólo con respirar. Y lo sabe.
Me siento rechazada por un sector de la sociedad. Algunos de mis amigos se aislaron y les da temor hablar
conmigo. Hay mucha gente que en realidad piensa que yo soy de las Farc y obviamente el sector poderoso me
odia a muerte. Pero hay otro que me quiere y respeta por el trabajo que hago.
Me quieren afuera porque desde hace muchos años trabajo con temas sociales. La gente no sabe que trabajo
con el comité Pro Haití de República Dominicana, que trabajé con presos políticos en Argentina y Chile y, en
Perú, con las mujeres, y con movimientos en África y Estados Unidos, entre otros.
No. Pasé de ser una señora con una vida privada tranquila a ser la prostituta de América Latina, porque dicen
que soy la ―moza‖ de Evo Morales, de Correa, de Chávez y eso hace mucho daño. La tortura psicológica a la
que me sometió Uribe no tiene nombre. Pero lo único que digo es que el universo organiza las cosas y lo que le
viene a él en el futuro va ser muy difícil. Él no sabe lo que he pasado, el rechazo, no poder ir a un restaurante,
ni de compras.
Me da tristeza decirlo pero es Medellín, que es muy uribista. Además porque tiene una influencia paramilitar y
mafiosa muy grande.
¿Cuál ha sido la peor ofensa que le han hecho?
¿Cómo reaccionó el Presidente Chávez con lo ocurrido con usted? ¿Le hizo algún ofrecimiento?
Me mandó una carta expresando su pesar con lo ocurrido. Hace quince días yo misma le dije que necesitaba
trabajar, que me ayudaran en alguna cosa, pero no se ha concretado nada. Hablé con Nicolás Maduro (canciller
de Venezuela) y me ―lagartee‖ para que le dijera a Chávez que quería estar en Unasur.
No creo que yo sea la persona idónea en estos momentos, a pesar de que hay un sector que dice que sería
muy bueno. Trabajaría en todo lo que tiene que ver con movimientos sociales y paz.
Por ahí hay una cosa que me suena mucho de Telesur, pero vamos a ver si la hacemos. No puedo hablar por
ahora del tema.
http://www.kienyke.com/2010/12/03/la-soledad-de-una-guerrera/
GIRAMUNDO
Estos son unos pocos ejemplos que conversando con los amigos cubanos se multiplican ad infinitum. Pero
plantean una cuestión de importancia práctica y también teórica: el proyecto socialista, ¿se realiza al lograrse la
total estatización de la economía? La respuesta es un terminante NO. Si en la Unión Soviética (que sólo tuvo
como precursora a la heroica Comuna de París) las condiciones específicas de su tiempo no le dejaron otra
alternativa que fomentar la estatización integral de la economía, nada indica que en las condiciones actuales se
deba obrar de la misma manera. Tal como con perspicacia lo anotara Rosa Luxemburgo a propósito
precisamente del caso soviético, no hay razón alguna para hacer de necesidad virtud. Y si la estatización total y
la planificación ultracentralizada pudo haber sido necesaria -y aún virtuosa- en su momento, al hacer posible
que en un lapso de cuarenta años Rusia, el país más atrasado de Europa, pudiera derrotar al ejército Nazi y
tomar la delantera en la carrera espacial, hoy ya no lo es. Dicho en términos del marxismo clásico, el desarrollo
de las fuerzas productivas decretó la obsolescencia de formas e intervenciones estatales que siendo eficaces
en el pasado ya no tienen posibilidad alguna de controlar la dinámica de los procesos productivos
contemporáneos, decisivamente modelados por la tercera revolución industrial.
Cuba se interna en un proceso de cambios y de actualización del socialismo. Los primeros borradores del
proyecto, un documento de una veintena de páginas aparecido como suplemento especial del Granma y
Juventud Rebelde, fue distribuido masivamente en la población. Se tiraron 500.000 ejemplares que fueron
inmediatamente adquiridos por la población, invitada reiteradamente a leerlo, discutirlo y hacer llegar sus
propuestas. Van a hacer otra gigantesca tirada más, porque el ansia de participación es enorme. El documento
será examinado críticamente por todas las organizaciones sociales, sin distinción alguna: desde el Partido
Comunista hasta los sindicatos y el enjambre de asociaciones de todo tipo que existen en la isla. Por eso se
equivocan quienes se ilusionan con que la introducción de las reformas de inicio a un indecoroso -¡y suicida!-
retorno al capitalismo. Nada de eso: lo que se intentará hacer es nada más y nada menos que llevar adelante
reformas socialistas que potencien el control social, es decir, el control popular de los procesos de producción y
distribución de la riqueza. El socialismo, correctamente entendido, es la socialización de la economía y del
poder, más no su estatización. Pero para socializar es necesario primero producir, pues en caso contrario no
habrá nada que socializar. Por lo tanto, se trata de reformas que profundizarán el socialismo, y que no tienen
absolutamente nada que ver con las que plagaron América Latina desde los años ochentas.
Va de suyo que el camino a recorrer por la Revolución Cubana no será nada fácil y se encuentra erizado de
peligros. A las dificultades propias de toda transición se le agregan los derivados del infame bloqueo impuesto
por Estados Unidos (y mantenido por el Premio Nóbel de la Paz Barack Obama), el permanente bombardeo
mediático y las presiones a que se ve sometida la isla procurarán por todos los medios hacer que las reformas
socialistas degeneren en una reforma económica capitalista. El quid de la cuestión está en la brújula política, la
orientación que tendrán estos procesos de cambio. Y el pueblo y el gobierno cubanos disponen de una muy
buena brújula, probada por más de medio siglo, y saben muy bien que es lo que deben hacer para salvar al
socialismo de las mortales amenazas que le plantea el agotamiento de su actual modelo económico. Y saben
también que si hay algo que liquidaría las conquistas históricas de la revolución, que las barrería de un
plumazo, sería la re-mercantilización de sus derechos y su conversión en mercancías. Es decir, la
reintroducción del capitalismo. Y nadie quiere que tal cosa ocurra.
http://www.rebelion.org/noticia.php?id=117362
Patricia Suarez
Hay que hacer algo para salvar el mundo y para eso están la ONU y las ONG‘s, organizaciones no
gubernamentales, como Greenpeace, Aena, WWF, Anesvad, Intervida, etc.… que viven paradójicamente de las
subvenciones del Gobierno...y sobre todo de asustar al personal un día sí y otro también.
La gente llana se pregunta lo obvio: -¿Si todas buscan ayudar al prójimo...por qué demonios hay tantas y no se
unen y colaboran entre sí...? La respuesta es de Perogrullo, pero nadie se atreve a decir que el rey está
desnudo: la mayoría –el 99%- no son caritativas, son un simple negocio. El negocio del siglo.
Estamos acostumbrados a que los medios nos ametrallen con informaciones de ONG‘s como Greenpeace o
WWF Adena con un sinfín de catástrofes que nos rodean: casualmente todas nos amenazan urgentemente a
partir de ahora. Se da por supuesto que todo es real, porque los científicos del establishment lo corroboran –
previo pago, premio o subvención- y los papeles hablan de ello. Sin embargo, detrás de todo este catastrofismo
barato y amarillista se esconde un tinglado de intereses económicos de los que nadie puede ni quiere hablar y
de los que viven las principales ONG‘s mesiánicas como Greenpeace, Intervida, WWF Adena, Anesvad, así
como los correspondientes organismos mundiales, todos creados por la ONU para velar presuntamente por
nuestros intereses. Pero no son suficientes, la ONU tiene el IPCC para combatir el dichoso calentamiento global
que provoca –40º en Moscú, -61º en Summit Groenlandia y –85º en Vostok, Antártida, pero ahora necesitan
otra oficina mundial del clima, el ONUMA: hay que soltarles más pasta : es por nuestro bien. La ONU nos pide
200.000 millones de $ anuales o el 0,6% del PIB (Producto Interior Bruto) mundial para salvarnos o adaptarnos
al calentamiento -¿para construir diques?- y 17.200 millones para prevenir el sida, porque con los más de 8000
que recibe ahora le parecen poco. Las ONG‘s se forran desde que estas catástrofes inundan los medios de
comunicación. La razón no es la ciencia, sino el dinero y la política, porque ahora la ciencia la dictan los
políticos, ONG‘s como Anesvad, Greenpeace, WWF Adena o Intervida y los apresurados periodistas, no los
científicos. Es ciencia patológica, sentencia el Nobel de Química Langmuir. Los burócratas de la ONU deciden
que es verdad y que es mentira, no el método científico que ya no existe. Por eso las ONG‘s se forran de dos
disparates científicos como el sida y el calentamiento global y otras enfermedades inventadas recientemente:
ébola, esclerosis, gripe aviar.... ECOFASCISMO EN GREENPEACE
El expresidente de Greenpeace en Noruega, Björn Oekern, renunció a su cargo en 1992 acusando a la ONG de
―ecofascista‖. ―Nada del dinero recaudado fue usado por Greenpeace para protección del ambiente‖, denunció
Björn. 15.000 socios se dieron de baja en Noruega. Otro ex miembro, Bjorn Lomborg, acabó denunciando las
mentiras de Greenpeace y escribiendo un libro titulado El ecologista escéptico y proclamando: ―podemos salvar
el mundo ignorando el calentamiento‖. Al Gore, se rajó luego de decir que sí ante la invitación de un debate con
Lomborg en 2007.
Greenpeace ha llegado a sobornar en Salta, Argentina, a un guía forestal para hacer montajes en los que
supuestamente se vigilaba y protegía con collares controlados vía satélite a un grupo de jaguares. Greenpeace
recaudó en el año 2000 100.000 $ de 720 incautos para el llamado Proyecto Yaguareté. Pero todo era un timo:
el guía forestal Pablo Corro no había localizado ningún jaguar y puso el collar de control a un podenco suyo,
denunciando finalmente la estafa cuando Emiliano Ezcurra de Greenpeace y el biólogo Pablo Perovic se
negaron a pagar los mil pesos mensuales que habían acordado ( Semanario Región , nº676).
Robert Hunter, cofundador de Greenpeace fallecido en el 2005, escribió en un artículo publicado en 1971: “el
maquiavelismo y el misticismo jugaron roles iguales (…). La corrupción y la grandeza jugaron cada una sus
partes, y cada una recogió su cosecha”.
Las escenas de una novela de Robert Hunter (On the Sky, 1988) han sido acusadas de rozar la pedofilia. Entró
en política en el 2001 en Canadá, pero no con los verdes, sino con un partido de ultraderecha. Patrick Moore
otro ex director internacional de Greenpeace también criticó duramente a su ex organización, creando
posteriormente una consultora medioambiental: Greenspirit. ¿Por qué casi todos los gerifaltes de Greenpeace
abandonan su lucha para luego formar su propio chiringuito ecológico?
Greenpeace cuenta con unos 2,8 millones de miembros en el 2003 (ahora tiene más) en todo el mundo (85.000
españoles, el 23 % en Madrid), que aportan como mínimo 9 euros al mes, es decir que gana mensualmente:
más 25 millones de euros, que pueden ser muchos más, ya que algunos socios aportan 18 euros o cifras
mucho más altas. Es decir que en un mes puede ganar 40 millones de euros, y un total de ¡480 MILLONES DE
EUROS AL AÑO! (en una estimación a la baja, que puede ser el doble o el triple: 1500 millones, que es menos
de la mitad de lo que ganan al año gigantes como Telefónica o el Banco de Santander).
En definitiva, estos ―misioneros del tercer milenio‖ utilizan una plataforma humanitaria para captar socios, para
hacernos sentir mal por lo ocurrido en el mundo, por las guerras, por las hambrunas, etc...Cuando en si son los
mismos que tienen el poder, los banqueros, financieras, que disfrazadas de ―Fundaciones‖ pretenden mostrar
su cara mas humanitaria y ―vendernos‖ el drama social que existe en el resto del mundo, que paradójicamente
ha sido creado por ellos mismos. Son algunas de las válvulas de escape que el sistema utiliza para hacer que la
gran masa social se calme, se desfogue, se sienta que esta haciendo algo por cambiar este mundo, las
injusticias sociales, pero no deja de ser una ―herramienta‖ mas para generar inmensas cantidades de dinero
que acaban siempre en las mismas manos, en las manos de quienes nos quieren controlar, nos quieren
manipular a su antojo, para convertirnos en sus pequeños siervos.
htpp: www.kaosenlared.net/noticia/ong-espejismo-humanitario-valvula-escape-para-sociedad-capitalista
Patricia Manrique
Decrecimiento o barbarie
Bajo la consigna ―decrecimiento o barbarie‖ se multiplican y convergen actitudes críticas con el crecimiento.
También con las formulaciones que, constatado el cambio climático y ante un inminente, si no ya acontecido,
peak oil –el final del petróleo barato–, pretenden hacer frente a la ―injusticia climática‖ con viejas expresiones
como ―desarrollo sostenible‖ u otras nuevas en torno al ―capitalismo verde‖. Para Iñaki Bárcena, profesor en la
Universidad del País Vasco y miembro de Ecologistas Martxan, ―el concepto de desarrollo sostenible es una
falacia que hay que destruir‖, pues ―sólo podemos parar el curso erróneo de nuestra civilización decreciendo y
planteándonos otros parámetros de evolución que no signifiquen agotar los recursos ecosistémicos‖.
Así, se propone, en expresión del filósofo vienés y conocido altermundialista André Gorz, ―hacer más y mejor
con menos‖, o lo que Duane Elguin denomina ―simplicidad voluntaria‖: consumir de forma responsable y
examinar nuestras vidas para determinar lo que es importante y lo que no.
Decrecer implica expulsar de nuestras sociedades lo que Serge Latouche, difusor del decrecimiento, denomina
―ingredientes de la ronda diabólica del consumo‖: la publicidad, que sirve para hacernos desear lo que no
tenemos; el crédito, base del capitalismo financiero, y la ―obsolescencia programada de los objetos‖, que,
estropeándose a un ritmo cada vez mayor, exigen ser reemplazados en plazos cada vez más cortos,
aumentando la basura planetaria, acumulada a menudo en vertederos del Tercer Mundo.
Bárcena ha trabajado en especial la cuestión del transporte, abundando en la necesidad de plantearse ―que hay
que moverse menos y de otra manera‖. La reducción de las dimensiones de los sistemas de transporte, pareja a
la de muchas de las infraestructuras productivas y de las organizaciones administrativas es una de las
consignas contenidas en las ‗R‘ que configuran el programa del decrecimiento propuesto por Latouche
(reevaluar, reconceptualizar, reestructurar, redistribuir, relocalizar, reducir, reutilizar y reciclar).
Un paradigma de este tipo de infraestructura es el Tren de Alta Velocidad, proyecto desarrollista que supone ―la
maximización de un tipo de movimiento elitista, que aleja las poblaciones, aleja los territorios y sólo sirve para
que una parte muy privilegiada de la sociedad pueda moverse‖. Frente a esto, el decrecimiento promueve el
transporte público y colectivo además de una reducción de la hipermovilidad resumida en la frase ―disfrutar de
la lentitud, valorar nuestro territorio‖.
Además, esto se articula, como ponen de manifiesto los proyectos de cooperativismo o las ciudades en
transición, a través de una apuesta por la soberanía alimentaria y energética y por intercambios equilibrados en
un comercio esencialmente local, a poder ser con monedas biorregionales. Estás últimas evitan la especulación
y permiten que al tiempo que unos se abastecen, otros den salida a sus productos y servicios.
Integrando movimientos
―Tenemos que apostar por el reparto del trabajo. El reparto es decrecentista en sí, de la misma forma que el
crecimiento y el desarrollo son antiigualitarios‖, señala Chema Berro, sindicalista de CGT, quien ha aportado su
visión en la obra colectiva Decrecimientos. Si uno de los pilares del decrecimiento es el cuestionamiento del
sistema productivo, la defensa del reparto del trabajo es otra de sus claves. Berro insiste en la necesidad de
―incidir en lo social, porque la competitividad del desarrollismo nos lleva siempre a la desigualdad‖. Martínez
añade a esto la virtualidad del decrecimiento para cuestionar ―el trabajo asalariado, la distribución de lo que se
considera trabajo asalariado y lo que no se considera trabajo, los trabajos de cuidado, reproducción, etc.‖. Taibo
completa esta visión con la defensa del ocio frente al trabajo obsesivo que dará paso a un ―triunfo de la vida
social frente a la lógica de la propiedad y del consumo ilimitado‖.
―Empezamos a palpar, al calor de la crisis, la idea de que gente común que no está particularmente
concienciada en virtud de su experiencia vital personal llegue a conclusiones similares a las que se defienden
desde el decrecimiento‖, reflexiona Taibo.
Y es que, como subraya Bárcena, ―puede juntar a mucha gente que padece lo mismo, movimientos sociales
muy diversos que van encontrando un camino convergente‖ y destaca la virtualidad de recoger ―las
reivindicaciones del movimiento feminista, sobre todo en el tema de los cuidados y el papel de las mujeres en la
producción y reproducción, y sirve para que muchos movimientos se den cuenta de la reivindicación histórica
del ecologismo y para que algunos sindicalistas se planteen que no se puede producir cualquier cosa ni en
cualquier sitio, suma también demandas del movimiento indígena, del movimiento antiglobalización, etc.‖. Eso
sí, para muchos como Martínez es necesario subrayar el ―elemento anticapitalista‖ para evitar un discurso del
consumo responsable ‗cojo‘, esto es, ―que insiste en la cuestión del consumo de los ciudadanos sin analizar el
aspecto de la producción en la cual los ciudadanos no tenemos nada que decir‖. Por ello, Taibo subraya la
necesidad de que esta transformación de la sociedad conforme a reglas distintas implique ―todo el acervo de las
críticas de siempre al capitalismo, dándolas teóricamente por buenas y agregando la filosofía decrecentista‖.
http://www.diagonalperiodico.net/La-revolucion-cultural-del-menos.html
POLITICA DE LA CULTURA
Con la lúcida conciencia que siempre lo ha caracterizado, Jean Robert se planta frente a la idea de revolución y,
al desenmascarar sus equívocos, nos comparte una idea de revolución que, estando en la base de todos los
procesos revolucionarios, ha sido sistemáticamente traicionada. Su noción de “revolución”, paradójicamente
vinculada con la conservación en el sentido dado por Hannah Arendt, no sólo tiene que ver con la extraña y
profunda frase que Lampedusa escribió en El gato pardo y con la que John Womack abre su biografía sobre
Zapata: “E hicieron una revolución para que no cambiara nada”, sino también con una idea profundamente
radical de ella.
A la revolución mexicana,
malgré tout.
El director de la revista Conspiratio me lanzó un reto. ―¿A ver si a la revolución puedes escribirle un artículo
sobre la revolución?‖ ―¿Qué revolución –le pregunté–, la francesa, la mexicana, la rusa?‖ ―No, no, ¡la que hay
que hacer!‖ Me quedé callado, pero, en mi foro interior no debatí mucho tiempo para articular una respuesta: es
imposible hacer la revolución. Es impensable no hacerla. Entre esas dos afirmaciones, un abismo. Y para
cruzarlo, no hay puente.
La palabra ―revolución‖ evoca simultáneamente lo más permanente que puede concebir la imaginación y lo más
imprevisto, inestable y peligroso, por lo que la tratamos como si fuera, no una, sino dos palabras casualmente
homónimas, pero dotadas de sentidos radicalmente opuestos: no confundimos ―la revolución de los astros
celestes‖, de la que hablaba Copérnico, con el decenio de atrocidades que asoló a México a partir de 1910 y del
cual emergió el país que conocíamos. La primera es un fenómeno cíclico absolutamente predecible, la
segunda, una vez iniciada, es imprevisible.
La palabra ―revolución‖ logra mal combinar las regularidades cósmicas con los terribles tumultos de la historia.
Sin embargo, logró arraigarse tanto en el vocabulario político mexicano que sus apariciones cíclicas se han
hecho tan predecibles como los movimientos de los astros; con ello, ha perdido su sentido de evento único. Por
el contrario, los que fueron actores de hechos revolucionarios parecen tener la impresión de haber sido
arrojados a algo que, siendo fruto de sus actos, obedecía a una voluntad propia, ajena a la de la multitud de los
actores particulares. En La guerra de Troya no sucederá del dramaturgo francés Jean Giraudoux (1935), los
griegos mandan a Ulises a negociar la paz con Héctor, el hijo de Príamo, rey de Troya:
–Ulises: ―Yo no la deseo, pero no estoy seguro de las intenciones que tiene ella‖.
La guerra de Troya sucedió y para el autor de la obra esa ―voluntad propia‖ de la guerra es la fatalidad.
Puede ser que el buen Javier Sicilia haya designado a la persona menos
adecuada para contestar su pregunta. No tengo mucha cultura política. Los
movimientos con los que me identifiqué desde mis 20 años tenían más que
ver con la cultura material que con la política en el sentido habitual:
militancia a favor de los objetores de conciencia y resistentes a la guerra en
Suiza, alrededor de 1958; defensa de la peatonalidad y oposición a la
invasión del automóvil en la ciudad de Ámsterdam con el movimiento Provo
en los años sesenta; oposición a la ―guaterización‖ del campo y al
envenenamiento de los ríos por la pareja WC– drenaje, en los años setenta
y ochenta; acción cívica por la conservación de un parque de diez
hectáreas, el del Casino de la Selva, en Cuernavaca, del 2001 al 2005.
Siempre de nuevo, las circunstancias me hicieron encontrar a militantes
cívicos inspirados por Gandhi. Dispuesto a comprometerme en luchas
cívicas, a mis más de 70 años me siento alejado de los pruritos mal
llamados ―juveniles‖ del cambio por el cambio, pruritos que, además, no
comparten mis amigos y colegas medio siglo más jóvenes que yo. Lo cierto
es que tengo una fibra profundamente conservadora. Quisiera conservar la
naturaleza que veo morir, la amenidad de las calles que veo marchitarse en la sombra de presencias sin rostro:
espectros de amigos gesticulando saludos detrás de parabrisas, ubicuidad de policías escondiendo su
humanidad bajo disfraces de robots. Quisiera también, lo que es aún más difícil, alentar las esperanzas de los
que me sucederán en el derrotero de las generaciones. En pocas palabras, no quiero cambiar todo; al contrario,
hay mucho que quisiera conservar, pero he llegado al punto de partida de los primeros revolucionarios
zapatistas que, según John Womack, no querían ningún cambio ―y por eso hicieron una revolución‖.
En otros tiempos, fui arquitecto bancario, es decir, diseñé algunos de estos solemnes templos del capitalismo
en cuyos ambientes estériles los llamados ―enanos de Zurich‖ transformaban el sudor de los pueblos en valores
especulativos (Jean Ziegler ha hablado de ello mejor de lo que podría hacerlo yo). Circunstancia atenuante:
tenía deudas. Pagadas éstas, rompí con mis patrones y con muchos colegas y tuve el privilegio de poder
construir excusados secos en México. He dicho que mi tema es la cultura material más que la política.
Pretendo, y no siempre sin éxito, inventar cosas que reduzcan las necesidades de la dependencia institucional,
pero también estudio la historia de las ciudades para entender cómo, rompiendo con las milenarias tradiciones
del cultivo urbano –las chinampas de México y de Francia (sí, los hortillonnages de Amiens son chinampas), del
Marais de París, de las huertas periurbanas de cuatro continentes– se ha podido, a partir del siglo XX, construir
esos grises engendros de asfalto, metal y cemento que llaman ―megalópolis‖ y aún, a veces, ―ciudades‖.
Ya que ―ciudad‖ en griego se dice polis y que la politeia es el conjunto de sus ciudadanos, soy un zoon politikon,
un ―animal político‖, como dijo Aristóteles. Pero sigo teniendo una terrible deficiencia: si de ―hablar
políticamente‖ se trata, no tengo en absoluto familiaridad con el poder, su lenguaje y sus juegos. Siempre me
mantuve alejado de ellos y tengo que preguntarme si, al rehuirlos tanto, me impedí entenderlos. Pero una cosa
es clara: mis anhelos revolucionarios no pueden convertirse en la banca de la transmutación de protestas
populares en poderes políticos.
Si me conminan a definir al enemigo, podría evocar una abstracción: es un sistema –sí, de acuerdo, llámenlo
capitalista–, pero ¿quién ha visto su rostro? Como nos los hizo notar John Berger en el encuentro zapatista de
2007 en San Cristóbal, ―el pasamontaña hace resaltar la vivacidad de la mirada‖. Pero el capitalismo es una
gorgona cuyos ojos no pueden contemplarse so pena de muerte. Más pedestremente, si bien esa abstracción
esconde hombres de carne y hueso, los ojos de la gorgona no permiten ninguna reciprocidad. Sus ojos
mecánicos lo vigilan todo, pero ellos nunca devuelven la mirada.
Desde hace siglos, pero con una virulencia sin precedentes, desde hace 20 o 30 años, los lacayos del
capitalismo destruyen toda forma de subsistencia anclada en una cultura particular sin ser capaces de cumplir
sus vanas promesas, notoriamente incapaces de nutrir a los campesinos, indígenas, marginados, vendedores
ambulantes y otros chambeadores ―informales‖ que arrancan de su campo, de su pueblo, de su calle. Quieren
conminar a cada uno a jugarse la subsistencia en la gran casa de apuestas de la que son los alcahuetes. Pero
una vez firmado el contrato, sacada tu primera tarjeta de crédito o tu primer préstamo, la casa de mala vida se
viste mágicamente de la pulcritud sistémica de un banco que, a la hora de despojarte, te recordará las cláusulas
en letras pequeñas al pie del contrato que firmaste, las menos visibles y, por ello, las más importantes. Este
sistema, del que no puedo impedirme ser una ruedita cada vez que uso un cajero automático, firmo un cheque
o acepto un aventón, parece haber proclamado la muerte de la Naturaleza. Además, es una máquina de guerra
contra la subsistencia de la gente. Sus engaños, falsas promesas y despojos son verdaderos crímenes de
guerra. Pero, ¿dónde están los tribunales en que se sancionan delitos de tal magnitud? ―¿Q.R.R.?‖ (Quien
Resulte Responsable) se intitulaba un número de la revista ¿Por qué? hace casi 40 años. La enormidad del
atentado perpetrado contra las condiciones de la subsistencia y supervivencia de la gente y el grado de
disolución de la imputación parecen volver impensable la presentación del caso frente a cualquier corte. Pero
recordemos a Foucault, quien decía: ―Si queremos simplemente seguir pensando, tenemos que pensar lo
impensable‖.
Criticar el escenario revolucionario convencional para no repetir los errores del pasado
Todas las revoluciones de los dos últimos siglos han sido dominadas por la fatalidad propia de las guerras: las
revoluciones norteamericana, francesa, mexicana, rusa han sido guerras. Cada una de ellas ha combatido el
orden vigente y pretendido hacer nacer un nuevo orden de la violencia. La primera, después de liberar las
provincias norteamericanas de Inglaterra del despotismo monárquico, fundó la nación norteamericana, instauró
la democracia formal y con ella la separación de los poderes que el monarca pretendía reunir en una mano. La
herencia de la segunda fue una república formalmente igualitaria, pronto transformada en un imperio que azotó
a Europa para convertirla a las virtudes de la igualdad y de la libertad, imperio sobre cuyo cadáver prosperaron
a su vez restauraciones del poder real, seguidas por otras repúblicas, una inverosímil restauración imperial
encabezada por un ex oficial de artillería suizo, y repúblicas burguesas cada vez más infeudadas al capitalismo
internacional aun cuando se persignaban con la palabra ―socialismo‖. La tercera engendró ―el sistema político
mexicano‖ en el que no todo era malo, pero que de revolucionario sólo tenía el nombre. La cuarta fue una
dictadura (de los comisarios) del proletariado que acabó transformándose en un capitalismo de Estado llamado
―socialismo real‖ y cuya nomenklatura, apenas se presentó la oportunidad, no tuvo grandes escrúpulos para
reconvertirse al capitalismo puro y duro con nuevas mafias, mafillas y bratvas.
El patrón común de esas historias es lo que llamé el escenario revolucionario convencional: la revolución es una
guerra civil. Empieza en el pueblo, pero el pueblo no tiene la capacidad de llevar sus objetivos a cabo. Sólo una
élite revolucionaria bien organizada puede sacar a la revolución de la trampa ―espontaneista‖. Las ideas y
anhelos del pueblo no fomentan el poder revolucionario: el poder nace del resentimiento. Un pueblo generoso
no es capaz de conservar el poder. Por ejemplo, en 1871, los Communards de París ocuparon la ciudad, pero
no quisieron entrar al Banco de Francia so pretexto de que ―no eran rateros‖ (en otra versión del decentísimo
ladrón sobre el ―peladísmo honrado‖ –Silva Herzog dixit–, fueron derrotados por canallas bien vestidos que
colgaron de las lámparas públicas a los que pudieron agarrar). Las masas y las élites revolucionarias
constituyen un par hilemórfico –en el que el espíritu informa a la materia– como mujer y hombre, mundo y Dios,
cuerpo y alma, clientela y profesionistas, los muchos de abajo y los pocos de arriba. Eso es, por lo menos, lo
que afirman todos los tucioristas de la teoría política. Aun cuando pretende lo contrario, el esquema
revolucionario convencional es necesariamente oligárquico.
Al igual que ese otro filósofo judío, Ludwig Wittgenstein (1889-1951), Baruch Spinoza (1632-1677) renunció a la
fortuna de su padre mediante un acto notariado para responder a una vocación filosófica que sólo podía florecer
en la pobreza voluntaria. El entendimiento común de que la libertad de pensar requiere de la pobreza
libremente asumida es lo que lanza un puente de casi tres siglos entre esos dos pensadores inclasificables.
La revolución en gestación
Una revolución en gestación manifiesta primero un rechazo de lo intolerable. Rechazo no planificado,
endógeno, es decir, ―nacido en situación‖ de las entrañas de una multitud. Cuando se instala, volviéndose
régimen, la revolución se metamorfosea en dispositivo de poder. Entre la indignación visceral, el―¡ya basta!‖
frente a lo intolerable, y la revolución instalada, hay un punto, un gozne, que es esencial entender. En este
―entre-dos‖, casi todas las revoluciones se transformaron en regímenes cada vez más intolerantes con los
anhelos de esas mismas multitudes que habían puesto sus esperanzas en ellas. Durante este período crítico,
se imponen los nuevos poderes imbuidos de la legitimidad que pretenden haber recibido de la potencia
expresada por los anhelos revolucionarios. A partir de este punto, pocos ―poderes revolucionarios‖ resistirán a
la tentación de liquidar la potencia de los pobres que inicialmente los habían nutrido. Conviene ser escépticos
frente a las proclamaciones revolucionarias partidistas. Al respecto, no se podría recomendar con demasiada
insistencia la lectura de Spinoza a los partidarios de la revolución democrática. En su ciudad natal, Ámsterdam,
entre 1650 y 1672, Spinoza vivió activamente uno de los primeros experimentos democráticos de la época
moderna que terminó con el asesinato de sus iniciadores, los hermanos De Witt. Sus grandes preguntas
teológico-políticas se arraigan en ésta experiencia amarga. ―¿Por qué los hombres pelean para preservar su
esclavitud más que para conquistar su libertad?‖. ―¿Por qué una religión que proclama el amor y la alegría
inspiró tantas guerras, tanta intolerancia y tanto odio?‖ ―¿A qué se debe el fracaso de la democracia?‖. ―¿Es
posible que la multitud se vuelva comunidad de hombres libres más que congregación de esclavos?‖. Todas
son preguntas revolucionarias. A pesar del fracaso de esa primera revolución democrática, de sus tribulaciones
personales y de las amenazas de muerte contra su persona, Spinoza nunca permitió que pasiones tristes
oscurecieran su visión. Su ejemplo puede inspirar a los revolucionarios democráticos actuales. No hay que
enterrar la idea de revolución con el cadáver de las revoluciones fallidas y las mentiras de los que quieren
montarse en la ola del ―¡ya basta!‖. Frutos del odio, los juegos de poder posrevolucionarios no demuestran,
como lo machacaron ciertos ―nuevos‖ filósofos, que toda actitud revolucionaria es en sí estéril, vana y
destructora. Por el contrario, el evitable ascenso de una minoría ávida de poder que se persigna con la potencia
de las multitudes debe invitar a replantear de raíz el concepto de revolución.
Los verdaderos autores de todo cambio revolucionario son siempre potencias revolucionarias múltiples que, por
su misma naturaleza, no pueden ser detenidas ni controladas por hombres de poder. Cuando parece que lo
son, es que revolucionarios profesionales, formados en las más clásicas escuelas de poder, fagocitaron las
razones y los deseos revolucionarios. El reiterado fracaso conceptual de los grandes proyectos revolucionarios
de los dos últimos siglos no es imputable a las multitudes que los habían engendrado, es decir, a las mujeres y
hombres para quienes los cambios revolucionarios eran la expresión de su rechazo de lo intolerable. Las
causas de este fracaso deben buscarse en el núcleo de valores duros que constituye el bagaje de los
revolucionarios profesionales: el sentido de la disciplina (de los que obedecen) y del deber (hacia los que
mandan), el control (de todos aquellos que piensan sin permiso oficial), la pureza revolucionaria (de
combatientes comprometidos por su lealtad hacia una clase, una religión, una ideología). Una de las principales
amenazas a toda rebeldía justa es que ésta representa una fuente de poder codiciada desde su emergencia por
hombres tristes que disimulan su falta de potencia bajo una máscara revolucionaria.
Una revolución digna de este nombre sólo puede ser una creación libre de las potencias que la constituyen; una
operación de cambio estructural realizada por un conjunto de manipulados que delegan a sus manipuladores el
derecho de blandir sus banderas oficiales, no lo es. Al emanar de una multitud, una revolución no manipulada
modificaría permanentemente los órdenes que se revelaran destructores y las relaciones sociales portadores de
nuevas injusticias. Sería fuente de savias de libertad que, como los jugos vitales de una planta, pueden
regenerar a la sociedad. Sus actos cotidianos harían jurisprudencia y, con ello, alimentarían la potencia
revolucionaria que ningún régimen nunca sería capaz de desarraigar. No importa que esta multitud de
proyectos minoritarios no tenga objetivos macro revolucionarios. Lo que importa es que teja relaciones nuevas
capaces de hacer jurisprudencia. Contra el escenario revolucionario convencional, hay que afirmar esa verdad
elemental: la creación revolucionaria de esas nuevas relaciones requiere la paz. Al respecto, como Ulises lo
decía de la guerra, no estoy seguro de las intenciones del capitalismo.
Post scriptum: La historia reciente demuestra que, cada vez más, el capitalismo se mantiene por la violencia. El
capitalismo es guerra y no sería muy sabio ubicar la revolución en su terreno.
Notas
1 André Gorz, Capitalisme, socialisme, écologie. Désorientations, orientations, Galilée, París, 1991, p. 27, citado
por Serge Latouche, en Petit traité de la décroissance sereine, Mille et Une Nuit/ Fayard, París, 2007, p. 202.
http://www.conspiratio.com.mx/conspiratioo/?page_id=730
Utopia contra utopia
Utopía y emancipación
Entrevista con Miguel Abensour
Esteban Hernández
Hay un lugar común en nuestro tiempo que denuncia una conexión directa
entre la utopía y los campos de concentración o los gulags, entre los proyectos
utópicos y el totalitarismo. ¿Hay algo de verdad en estas tesis?
Se trata de una estrategia para condenar las propuestas utópicas sin argumentos adicionales. Sólo desde el
odio a la utopía se puede mantener que está relacionada con el totalitarismo. En realidad, es una tesis añeja,
que se remonta a la década de 1830, cuando el movimiento obrero comienza a cobrar fuerza. Tuvo particular
importancia durante las revoluciones de 1848, como manifestación de un profundo sentimiento de rechazo de la
burguesía hacia la emancipación obrera. Es ese tipo de odio el que hoy sigue vigente.
Por otro lado, en el aspecto histórico, no deberíamos asimilar el totalitarismo bolchevique con el nazi. El
totalitarismo bolchevique es esencialmente dramático, porque contenía un proyecto de emancipación que se
convirtió en su contrario, un proyecto de dominación. Si nos fijamos bien, todo lo que se basaba en la utopía en
el momento de la revolución –la crítica de la familia, las guarderías, etc.– fue suprimido en la fase posterior y
pasó a ser un instrumento de dominación. En el totalitarismo nazi, por el contrario, no había ningún contenido
liberador. La misma idea de una utopía nazi es una estupidez. No sólo la utopía no es la cuna del totalitarismo
sino que éste se eleva sobre el cadáver de la utopía. Lo que está en la base del totalitarismo es el mito, no la
utopía que, en cambio, desde Tomás Moro, siempre ha estado ligada a la idea de emancipación. Existe, en ese
sentido, una señalada ambigüedad en la utopía, ya que es cierto que puede dar nacimiento a un mito –el de la
sociedad reconciliada, perfecta y sin conflictos–, pero también lo es que los grandes pensadores siempre han
tratado de desmentir esa perspectiva.
Afirma usted que la utopía no consiste en progresar hacia la realización de un mito sino, precisamente,
en impedir que acabe convirtiéndose en mito. Se trataría de un movimiento antes que de la cristalización
en una idea concreta.
Sí. La defensa de la utopía pasa por la crítica de esa imagen mítica que la
arruina y destruye.
Claude Lefort decía que el lugar del poder debía ser un lugar vacío.
Algo similar aparece en su concepción de la utopía, que también
preserva el vacío en su centro, intentando que no se llene con una
narración concreta.
Pero no creo que Lefort se haya ocupado de la utopía. Lefort hizo una
crítica del totalitarismo pensando la democracia y la especificidad de la
revolución democrática desde ese vacío como punto central. Creo que
estamos viviendo un momento de confusión entre la crítica liberal del
totalitarismo, que apareció en los años cincuenta del siglo XX, y las críticas anteriores de la izquierda alemana,
que denunciaban el sovietismo como revolución desde arriba. Esta crítica se ha olvidado hoy y sólo se conserva
la liberal. Y es algo muy dramático para, por ejemplo, pensadores como Hannah Arendt, a la que se tiende a
tachar de crítica liberal del totalitarismo cuando, en realidad, nada tiene que ver con eso. Arendt está mucho
más cerca del terreno teórico que pisaba la izquierda alemana. Lo mismo ocurre con Lefort, que ataca el
totalitarismo desde una perspectiva de izquierdas antiburocrática.
Arendt afirmaba que el totalitarismo desafía toda posibilidad de poder entre los hombres. Usted retoma
de modo amplio esa idea: no entiende el poder de un modo positivo, sino como la simple manifestación
de la pluralidad humana.
Lo que creo que es muy importante en Arendt, y se nos olvida a menudo, es que ella piensa el totalitarismo
como la destrucción del espacio político y de la política en cuanto lazo simbólico. En cambio, lo habitual es
considerar el totalitarismo como un exceso y una excrecencia de la política. Y esta idea tiene consecuencias
teóricas y prácticas, ya que, desde este último punto de vista, el rechazo del totalitarismo conduce a odiar la
política. Por ejemplo, Simon Leys hizo una buena crítica de la revolución cultural, pero se confunde en su
interpretación del totalitarismo y termina considerando que la política es un perro peligroso que te puede saltar a
la garganta. Desde ese momento, la única opción que queda es la estética... En cambio, si se piensa el
totalitarismo como destrucción de la política, el primer objetivo debe ser la reconstrucción del espacio político.
Su visión de la política remite a la idea de lo múltiple, de lo salvaje, de aquello que no puede ser
domesticado. Se trata de un poder de fondo que no puede ser sometido a forma alguna.
En nuestra democracia, el totalitarismo opera a menudo como una suerte de justificación de lo dado.
Así, se dice que recrearse en la crítica de la democracia liberal o pretender superarla nos lleva de nuevo
al totalitarismo. También podríamos preguntarnos qué hay de totalitario en esa afirmación...
Estoy completamente de acuerdo, por eso pienso que hay que salir de la oposición binaria democracia
liberal/totalitarismo, que se utiliza para tachar de totalitaria toda crítica antiliberal a la democracia. Necesitamos
una tercera categoría, a la que podríamos denominar autoritarismo o Estado autoritario, que nos permita criticar
eso que llamo la degeneración de la democracia. Esta tarea es muy importante. Y encontramos elementos para
realizarla en la teoría crítica de la Escuela de Frankfurt, donde aparecen los conceptos de autoritarismo, estado
democrático y estado autoritario. Por ejemplo, Franz Neumann considera que el totalitarismo ocurre en un no
estado mientras que el autoritarismo se desarrolla en un estado autoritario. Es importante, además, recuperar la
tesis de Vico, que consideraba que las formas libres de política, como la república, siempre están expuestas a
la degeneración. No necesitamos ir muy lejos para verlo. Francia, con la Quinta República y la Constitución de
1958 es un ejemplo perfecto de autoritarismo. Muchos analistas actuales dicen que vivimos en una especie de
monstruo que llaman monarquía republicana.
Usted ha utilizado un nuevo concepto, la compacité, para hablar de un cuerpo social totalmente
compacto, al margen del cual no existe más que un otro maléfico. Esta es una idea también muy
presente en nuestro tiempo, donde siempre aparece un enemigo que amenaza a la sociedad, antes los
comunistas, hoy los terroristas islámicos. Un enemigo que sirve para reforzar la cohesión de esa
sociedad.
Es un proceso que forma parte de las tendencias totalitarias de los
estados democráticos. El enemigo extranjero es el resorte idóneo
para pasar de la democracia al autoritarismo, no hay nada más útil
para pasar de un régimen a otro. Así, estos estados autoritarios
retoman prácticas totalitarias sin que, sin embargo, den lugar a un
estado verdaderamente totalitario.
La «democracia salvaje» [sonríe] es un concepto que inventó Claude Lefort, no yo. Marcel Gauchet me acusó
de tener una teoría de la democracia salvaje, pero fue probablemente una manera perversa de ajustar cuentas
con Lefort. En todo caso, lo que he intentado demostrar a través de un análisis del texto de Marx sobre las
revoluciones de 1848 es que la democracia, tal y como se manifiesta en sus expresiones históricas, equivale a
la desaparición del estado político, es decir, que hay un antagonismo de principio entre la democracia y el
estado. Utilizando el léxico de La Boetie, podríamos decir que la democracia está del lado del «todos unos» y el
estado del lado del «todos uno». Si se analiza con detalle el texto de Marx, se perciben elementos que apuntan
en este sentido: la democracia está siempre jugando en contra del estado. Me parece importante subrayar esto
porque ha habido una mistificación de la idea de la «sociedad civil» y del antagonismo entre la sociedad y el
estado. La expresión «sociedad civil» ha perdido su sentido político desde Hegel. El conflicto no se da entre la
sociedad civil y el estado, sino entre la política y el estado, entre una comunidad política que siempre está
haciéndose y un estado que ya está hecho y quiere confinarla en sus límites. Desde esta perspectiva es bien
evidente que esa tensión permanente entre la democracia y el estado no debe resolverse desde una especie de
aceptación de la disputa o el diálogo. Es mucho más importante que se plantee la posibilidad de una
democracia no participativa sino activa, que incluso podría pasar sin el estado.
Así que usted entiende que ese Marx de 1848 señala que la verdadera democracia es la que dedica
todas sus fuerzas a la desaparición del estado, que es la forma de dominación presente. Pero si
entendemos la pluralidad y el poder que surge de ella desde el lado de la emancipación y el estado
desde el lado de la dominación, ¿dónde colocamos a los actores supraestatales plurales –como los
especuladores financieros– que están del lado de la dominación? ¿Dónde quedan las formas de
dominación no estatales?
Para usted, el papel de la filosofía política consiste en la denuncia de las formas de dominación
autoritaria que persisten en los regímenes políticos libres y en la reconstrucción de los movimientos
sociales que hacen de la libertad el verdadero núcleo de sus proyectos. Pero ambas tareas, la crítica y la
articulación de los movimientos sociales, parecen estar viviendo un momento de declive hoy.
Quizá porque para criticar las formas de dominación autoritaria primero hay que aceptar que existen. Conozco a
muchos intelectuales que niegan la existencia de formas de dominación autoritaria, e incluso la relación
dominado-dominador, como si la democracia hubiera hecho desaparecer la dominación del mundo por arte de
magia. Un primer trabajo a realizar, pues, consistiría en dar a conocer la existencia de estas formas de
dominación. Ahí hay mucho trabajo por hacer... En cuanto a la construcción de movimientos sociales, entramos
en un terreno peligroso pero muy importante, como es la crítica de la representación. Tendríamos que llegar a
preguntarnos si los partidos políticos son una forma que conviene al ejercicio real de la libertad. Habría que
recordar que, a principios del siglo XX, se publicaron bastantes obras que trataron de demostrar que los
partidos políticos iban en contra de la lógica de la democracia, ya que constituían oligarquías elitistas y
dominantes. Es cierto que se trata de un problema complejo, porque a menudo han sido la derecha y la extrema
derecha las que han criticado a los partidos políticos. Pero, por decirlo con Arendt, hay una tradición oculta de la
crítica de los partidos políticos, una crítica emancipadora, que aparece, por ejemplo, en algunos textos de
Simone Weil. Desde este punto de vista, Arendt es una pensadora que nos puede ayudar mucho.
Sí, pero todos estos partidos funcionan de la misma manera... Trotsky decía que la causa de la burocratización
era que en el partido había más funcionarios que militantes. Pero se le olvidaba una cosa, que los militantes son
también funcionarios...
El espíritu de las leyes salvajes, Buenos Aires, Ediciones del Sol, 2007
Voces de la filosofía francesa contemporánea (con Alain Badiou, Patrice Vermeren, Patrick Vauday, Geneviève
Fraisse y Claude Lefort), Buenos Aires, Colihue, 2005
http://www.circulobellasartes.com/ag_ediciones-minerva-LeerMinervaCompleto.php?art=432&pag=5#leer
Buenaventura Durruti
DEBATE “A” LA IZQUIERDA
A Antonio Delhumeau, amigo y compañero de generación en la UNAM, con tristeza por su fallecimiento
Todos estos autores de moda, que largo sería citar, son revisionistas (tal vez en el buen sentido de la palabra)
de lo que en su tiempo plantearan Marx y Engels y algunos de sus revisionistas de aquellos años, ya muy viejos
para nosotros.
Qué bueno que se han querido revisar muchos de los viejos planteamientos que supuestamente
correspondieron a una fase ya superada del capitalismo del siglo XIX y de principios del XX. Y digo qué bueno
porque ciertamente el mundo ha cambiado muchísimo y a un ritmo verdaderamente vertiginoso. Son tan
rápidos los cambios, que nos rebasan incluso para su comprensión, como los que ocurren con ciertas
tecnologías: compro una computadora y a la semana resulta ya obsoleta en muchos sentidos, e igual pasa con
los teléfonos celulares y cientos de artefactos que usamos todos los días. Sin embargo, la esencia del
capitalismo y sus principales leyes sistematizadas por Marx no han cambiado en lo sustancial, por más que su
forma y sus tripas sean diferentes y cada vez más complejas.
Se le critica a Marx que hiciera del proletariado la clase revolucionaria que terminaría por enterrar el capitalismo
(que no fue exactamente así), pero ahora se reivindica, con el mismo papel, a las clases subalternas, excluidas,
marginadas, la multitud y con muchos otros nombres que suelen resumirse con el cómodo calificativo de los de
abajo (¿qué tan abajo?) sin tomar en cuenta la diversidad de intereses, formas de pensamiento y de objetivos
de todos ellos. Se habla de ciudadanos, de sociedad civil, de comunidades que sólo existen en la fantasía de
quienes quieren verlas como tales sin tomar en cuenta el individualismo y la diversidad de quienes las
conforman, etcétera.
Si la sociedad de los de abajo fuera como la imaginan los nuevos filósofos del siglo XXI, los jóvenes (incluso
niños) no serían atraídos, por ejemplo, por el narcotráfico. Se confunden las comunidades efímeras (verbigracia
por servicios municipales) con las que lucharían contra el capitalismo. Y aun entre éstas hay diferencias, pues
unas aspiran al socialismo y otras a la autogestión de tipo anarquista: a la democracia de los excluidos, como si
el hecho de ser relegados los hiciera personas capaces de renovarse radicalmente y llegar a un estado de
perfección definitivo, como señalara Mannheim al explicar el quiliaismo. Y, por si no fuera suficiente, unos
quieren un socialismo como el mal llamado realmente existente (los nostálgicos) y otros de tipo socialdemócrata
al estilo escandinavo que ya empieza a tener fisuras y a presentar contradicciones serias; unos lo quieren sin
tomar el poder y otros tomándolo, para realizar los cambios (¿cuáles, concretamente?) desde abajo o desde la
esfera del Estado.
El ahora tan criticado Lenin señaló alguna vez que los trabajadores, por el hecho de serlo, no eran
revolucionarios. Y siguiendo a Marx (y a Hegel), se refirió a la conciencia, a la conciencia de sí y para sí, es
decir, la conciencia de identificación con quienes están en situación semejante y aspiran a algo también
semejante. Pienso que algo similar tendría que ocurrir con la sociedad (con el pueblo o fracciones de éste, con
los excluidos y marginados). ¿Y cómo adquiere el pueblo esta conciencia, cómo descubre las raíces
antipopulares del modelo neoliberal y del mismo capitalismo? Este es el gran enigma. Antes se pensaba que el
partido vanguardia jugaría ese papel, y ahora se ha descartado, sin más, esa posibilidad y se ha caído, pienso,
en una confianza exagerada –sin bases reales– en la capacidad de la sociedad civil, de los de abajo, de los
excluidos, en su organización autogestionaria (sin jefes ni jerarquías, pues) para cambiar el mundo. Esto suena
como una utopía extática (así con x) sin sustento en la realidad. Si los pueblos fueran como quisiéramos que
fueran no votarían por sus enemigos más evidentes para que los gobiernen.
Hace cosa de cinco años Frei Betto escribió: La crisis de la izquierda no procede sólo de la caída del Muro de
Berlín. Es también una crisis teórica y práctica. Teórica: la de quien enfrenta el reto de un socialismo sin
estalinismo, sin dogmatismo, sin sacralización de líderes y estructuras políticas. Práctica: la de quien sabe que
no hay salida sin retomar el trabajo de base, reinventar la estructura sindical, reactivar el movimiento estudiantil
e incluir en su agenda las cuestiones indígenas, raciales, feministas y ecológicas. Lo que no nos dijo fue ¿cómo
se logrará superar esa crisis de la práctica sin idealizar la autogestión de la sociedad (desigual como es), sin
líderes ni organización, tal y como es planteada por muchos movimientos y filósofos de moda? El cómo, lo digo
con honestidad, es el que me inquieta, pues el qué, aunque no lo tenemos bien identificado, debería de ser más
sencillo de percibir, aunque sea por lo que no debe ser el mundo en que vivimos.
http://www.jornada.unam.mx/2010/11/18/index.php?section=opinion&article=022a1pol
TacnaComunitaria
DIVAGANCIAS
ESPERANZA Y CREDITO
Gabriel Zaid
En el presente texto, Gabriel Zaid, con su admirable capacidad de síntesis, nos aproxima a la
esperanza que hay en la creatividad de los pobres y en la ceguera que habita en quienes no tienen
ojos para verla ni oídos para escucharla y, lejos de admirarlos y creerles, les cierran el paso negándoles
el crédito, cuya raíz, paradójicamente, viene de creer. Negar el crédito a la creatividad de los pobres
es miserabilizarlos, es empantanarlos, es destruir la fe y la esperanza humanas, y reducir la creencia,
el crédito, a un asunto de préstamo de dinero, de solvencia, y no de fe en los otros y sus sueños.
Las buenas intenciones caritativas se conmueven al ver la
falta de capacidad de los pobres y, concentrándose en lo
negativo, ayudan a que se vuelva permanente. Deberían
admirarlos, viendo sus capacidades. La incapacidad que
más afecta a los pobres es la nuestra: no saber
admirarlos.
Se oye entre buenas personas (que ni cuenta se dan de la barbaridad que están diciendo), una horrible
condolencia por la familia que ha perdido una hija, raptada por traficantes: ―Ya es mejor que no la encuentren‖.
Actitud despiadada que se expresa también en los buenos sentimientos asesinos de las brigadas que matan
niños de la calle, perros y gatos callejeros, para borrar de la realidad lo que les parece insoportable, para no
dejar a la vista más que el bello mundo como debería ser.
La actitud despiadada se da hasta en situaciones poco dramáticas, que se cuentan como chistosas. Un
banquero famoso, de visita en una institución educativa, es abordado por un profesor que le pide una cita. Lo
recibe, después de saber que es para inversiones, y cuando ve que no se trata del patrimonio de la institución,
sino de sus ahorros personales, le pregunta: ―Y, ¿de cuánto estamos hablando, profesor?‖ Cinco centavos.
Hace una larga pausa, lo ve paternalmente, se levanta, le da unas palmaditas en el hombro y le presenta su
mejor plan financiero: ―Gásteselos, profesor‖. (Caso real.)
Quizá el mayor problema para el desarrollo está en que no sabemos admirar los sueños de cinco centavos.
Cuando se cree que nada puede salir de una persona sin recursos, sin empleo, sin escolaridad, ya no se diga
dañada por la vida o con malos antecedentes, no puede haber desarrollo, porque el énfasis negativo bloquea
los sueños de una vida mejor. Impide ver lo más notable de todo: la esperanza terca, que aflora una y otra vez
en las condiciones más difíciles. Hace dos mil quinientos años, un hombre fracasado, lleno de enfermedades,
mal visto por su familia y sus amigos, que clama a Dios y siente que hasta Dios está en su contra, dijo, a pesar
de todo, en el libro de Job (14, 7): ―Una esperanza guarda el árbol: aun si es cortado, puede retoñar. Hasta con
las raíces secas y un tronco por los suelos, en cuanto siente el agua, revive y echa ramas como una planta
joven.‖
La esperanza parece constitutiva de la vida humana. No se puede vivir sin proyectos. La esperanza terca es el
último capital de los pobres. A lo cual se suman otros capitales, desdeñados por nuestra incapacidad. Los
pobres saben muchas cosas. ¿Quiénes inventaron la cocina, la ropa, las canciones, el arado, la rueda, la
metalurgia? Pueblos pobrísimos, con un PIB por habitante absolutamente ridículo. Todavía hoy, un ingeniero
novato (que no haya perdido el sentido común ante las admirables soluciones de pizarrón), cuando llega por
primera vez al campo, a la fábrica, se da cuenta de las infinitas cosas que no sabía y que sí saben los
campesinos y los obreros de escasa o nula escolaridad. Los pobres, además, tienen recursos (propiedades,
herramientas, ahorros, amarchantamientos, relaciones), aunque (para nosotros) parezcan nada. Y tienen sus
propios proyectos, aunque nos parezcan despreciables.
Lo que no tienen (y les hace un daño inmenso) es alguien con mayores recursos que crea en eso. La palabra
creer viene de credere en latín. Del mismo origen son las palabras crédito y acreedor (o sea creedor: el que
cree en otro). La esencia del crédito no está en prestar dinero, sino en creer en los proyectos de los otros,
admirarlos, ver que tienen sentido y pueden salir bien. Desgraciadamente, los sueños faraónicos, los elefantes
blancos y hasta los grandes planes fraudulentos que hunden al país encuentran más admiradores que los
proyectos valiosos de cinco centavos. Una y mil veces, la esperanza terca se queda esperando el crédito que
no llega, porque no sabemos admirar.
http://www.conspiratio.com.mx/conspiratio/?p=351&utm_source=feedburner&utm_medium=email&utm_campaign=Feed%3A+Conspiratio+%28Conspiratio%29
CAJA DE PANDORA
Por su parte, los cinco periódicos se organizan en un cártel -como bien ha denominado Juan Carlos Monedero-
y se coordinan. Según han reconocido, ―hay un acuerdo sobre la publicación simultánea de los mismos
documentos de relevancia internacional y las fechas de su difusión‖. Afirman que ―tienen autonomía para decidir
sobre la selección, valoración y publicación de las comunicaciones que afecten a sus países‖, es decir a cinco
países del bloque occidental, toda la información referente al resto del mundo está filtrada por ellos.
―Únicamente se publicarán aquellos papeles que consideremos que no representan una amenaza para la
seguridad de personas o de países‖, han afirmado. En concreto El País reconoce que ―ha decidido aceptar los
compromisos a los que The New York Times llegue con el Departamento de Estado para evitar la difusión de
determinados documentos‖.
La connivencia entre Wikileaks y el cártel de los cinco es absoluta. Desde su twitter, Wikileaks ya se remitía a
ellos asumiendo que su página quedaría fuera de servicio. Y lo que anuncia en la red social son enlaces a las
páginas de los periódicos.
No sé si el origen de Wikileaks era limpio y honesto, lo que sí parece claro es que se está convirtiendo en un
sujeto domesticado. Hasta el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha afirmado que los documentos dan
la razón a su gobierno en la valoración de la amenaza iraní.
No debemos descartar que, ante la pérdida de credibilidad de la información que hacen pública los gobiernos,
se esté recurriendo a formas imaginativas que, bajo una aureola de espontaneidad, filantropía y mitificación de
Internet, no sea más que el mismo perro con distinto collar. Que, por ahora, la única iniciativa concreta contra el
fundador de Wikileaks sea algo tan peregrino como acusarle de una violación, resulta bastante pintoresco.
Pascual Serrano es periodista. Acaba de publicar el libro “ Traficantes de información. La historia oculta de los
grupos de comunicación españoles". Foca. Noviembre 2010
http://www.elperiodico.com/es/noticias/internacional/20101130/cartel-medios/602586.shtml
Iohannes Maurus
Textos y reflexiones de John Brown
La montaña, como en la fábula, parió un ratón. Descubrimos a estas alturas que Berlusconi organiza orgías o
contrata a prostitutas o que Sarkozy es arrogante o Putin autoritario o que las autoridades españolas han
frenado las investigaciones de los crímenes de guerra norteamericanos. No tardaremos en descubrir con
Wikileaks que una extensión de agua cuyo nombre secreto es "Mediterráneo" separa África de Europa. El
contenido de las filtraciones recuerda el chiste del escritor francés Régis Hauser quien descubría con sorpresa:
que "debajo de su ropa, todas las mujeres están desnudas". ¡Gran escándalo! ¡Tremenda obscenidad por fin
descubierta gracias a la perspectiva del mirón! Desnudar a las mujeres con la palabra y la mirada es suponer
que debajo de la ropa se encuentra el preciado (y obsceno) objeto del deseo, la verdadera causa de éste. De
modo similar, quienes alaban las hazañas de Assange y Wikileaks, suponen que existe una verdad del poder
debajo de los secretos que destapan. En eso, coinciden, quizá sin saberlo con una vieja tradición del
pensamiento político europeo que situaba el resorte fundamental del poder en los "arcana imperii", es decir en
unos misteriosos y secretos principios de la razón de Estado al margen de la moral y de la comprensión del
vulgo. Los secretos del Estado moderno se nos presentan así como unos "arcanos", como los principios ocultos
-y posiblemente inmorales y violentos- de un poder cuya justificación oficial pretende ser, sin embargo, de
orden jurídico, moral o teológico.
2.
La teoría política de los arcana tiene su correlato y complemento "contestatario" en las teorías de la
conspiración, teorías éstas que pueden expresarse desde posiciones de derecha o de izquierda, pero cuyo
esquema fundamental es de una invariable monotonía. Son exponentes de esta teoría: la conspiración de los
jesuitas contra las monarquías europeas, la conspiración de los judíos "descubierta" con la publicación -en
realidad fabricación- de los Protocolos de los Sabios de Sión por la policía secreta zarista y "redescubierta" por
los nazis, quienes volvieron a publicar ese infame panfleto junto a una plétora de textos antisemitas, la
"sinarquía" que tanto el régimen de Vichy como el populismo peronista consideraban su más peligroso enemigo,
el complot judeo-masónico de Franco o, ya desde la "izquierda", la "mentira" del 11 de septiembre, la
conspiración de Bilderberg, la conjura del capital financiero contra el "buen" capital productivo etc. Umberto Eco
les dedicó un divertido libro titulado "El péndulo de Foucault" que valdría la pena releer hoy. La estructura de
todas estas "teorías" es siempre la misma: existe un grupo más o menos numeroso de personas (una religión,
una secta, una raza, una sociedad secreta) que no para de maquinar para apoderarse del poder en el mundo
entero y, para eso, sin escrúpulo moral alguno, manipula ocultamente los hilos del poder oficial y legítimo. Los
defensores de estas "teorías" suelen afirmar que ellos conocen sextos "secretos" y que "a ellos no los
engañan". Tal fue el caso de Hitler que, pretendiendo "conocer" el plan judío para apoderarse del poder,
organizó una conspiración para contrarrestarlo, conspiración cuya estructura visible era el partido nacional-
socialista, partido conocido por su magistral uso del doble lenguaje y de la verdad mentirosa, pero también por
el estricto secretismo con que tomaba sus decisiones. Hitler pretendía haber visto lo que se escondía debajo del
poder, haber descubierto que el poder es sólo una sucia trama para engañar y dominar a la gente y actuó en
consecuencia.
3.
Las teorías de la conspiración, con sus pretendidos descubrimientos, encubren, sin embargo algo esencial. En
el fondo, quienes creen que el poder se basa en secretas conspiraciones compiten en ingenuidad y optimismo
con quienes piensan que el poder tiene un fundamento legítimo, moral o jurídico. Ambos bandos comparten una
misma problemática: piensan que el poder en una sociedad de clases podría ser justo y legítimo si no estuviera
manipulado por los conjurados y que basta desvelar y vencer la conjura para restablecer un orden basado en la
legalidad y los derechos. La utopía del Estado de derecho es el horizonte insuperable de ambas posturas.
Merced a esta utopía el ser de la sociedad de clases y del antagonismo se oculta bajo las apariencias morales y
jurídicas de la "injusticia" y el "abuso".
Esta identidad de posición de ingenuos y suspicaces obedece a un mecanismo fundamental del poder
moderno. El poder del Estado moderno pone a quienes a él están sometidos ante una exigencia contradictoria:
por un lado pretende que se dé fe a su legitimación oficial en términos jurídicos, morales o religiosos, pero, por
otro, conserva siempre una dimensión oculta, una dimensión de secreto que se presenta a sí misma como una
salvaguardia del margen de decisión del soberano. En cierto modo, el poder exhibe y proclama el hecho de que
oculta algo. Soberano no es sólo quien promulga la ley y a ella se somete, sino también - y, según Carl Schmitt,
sobre todo- quien desde el propio derecho en que se funda su soberanía puede con toda legitimidad suspender
las leyes, poniéndose a sí mismo fuera de la ley conforme a la ley. Tal es la paradoja de los poderes de
excepción. El secreto como exigencia de la práctica de gobierno abiertamente reconocida e incluso inscrita en
la ley permite articular la exigencia de legitimidad jurídica con la necesidad de una actuación al margen de la
ley.
Tal era al menos la doctrina oficial que justificaba los secretos de Estado. La política adquiría de este modo en
el Estado moderno, una dimensión misteriosa y casi mágica. Los golpes de Estado (Gabriel Naudé, 1600-1653)
se presentan como esos actos ilegales e imprevistos que realiza el propio soberano para restablecer el orden
político o para establecer un orden nuevo. Son actos que se comparan con la acción milagrosa de Dios sobre la
naturaleza. Junto a un mundo físico donde el milagro había desaparecido gracias a la física galileana y a sus
desarrollos cartesianos, subsiste un espacio para el prodigio, no ya en la naturaleza sino en la política. La
creencia en los milagros cambia de terreno, pero no por ello resulta menos imaginaria. De lo que se trata en la
doctrina de los "arcana imperii" o en general en las teorías de la soberanía es de sustraer al soberano al orden
común de la naturaleza y, casi, a la propia naturaleza humana. No es casual que las primeras formulaciones
modernas de la economía política con Montchrestien y, posteriormente, los fisiócratas, pertenezcan a este
mismo período de fundación y afianzamiento del Estado absolutista, pues de lo que se trata en la economía
política es de separar claramente un espacio "económico" de regulación de la sociedad que se presenta como
natural y sólo necesita del soberano que éste lo deje funcionar con plena libertad conforme a sus propias leyes
"naturales", y otro espacio, propiamente político, que no corresponde ya a la necesidad natural, sino a la
decisión absoluta del soberano. El secreto es en este contexto una tramoya teatral en la que se escenifica el
carácter supuestamente "sobrenatural" de este poder supuestamente capaz de una decisión absoluta. En cierto
sentido, es un dispositivo teológico-político que genera, más allá de las relaciones sociales efectivas, la ilusión
necesaria del Estado soberano. Creer en el secreto, aceptar su necesidad, es cerrar los ojos sobre la violencia
del poder, pues sólo de ese modo es posible creer en un poder con un fundamento legítimo, en la legalidad
autofundante del Estado de derecho. No de otra manera, las teodiceas permiten, aludiendo a los insondables
designios de Dios y a sus fines impenetrables, conciliar la bondad y la omnipotencia divina con la existencia del
mal.
4.
El secreto de Estado parece constituir una necesidad para el funcionamiento del poder. Sin embargo, lo que las
filtraciones de Wikileaks nos revelan es algo bastante más importante que su contenido manifiesto: la función
esencial que desempeña la creencia en el secreto de Estado en los propios dispositivos ideológicos en que se
fundamenta la idea de soberanía. El secreto, en términos de Louis Althusser, sería un componente fundamental
de la "ideología de Estado". Hoy día no importa que el contenido de un secreto sea secreto. Una vez que la
invasión de Afganistán se aprobó en la ONU en flagrante violación de la Carta de esta organización, o que la
invasión de Iraq se decidiera con luz y taquígrafos en el Congreso y en el gobierno de los Estados Unidos, o en
el gabinete de José María Aznar, una vez que el gobierno de los Estados Unidos ha legalizado la tortura y
encubre con descaro la colonización sionista en Palestina, ¿qué cosa aun más grave podría ocultarse? Todos
estos actos constituyen crímenes gravísimos: las dos invasiones aludidas son actos de guerra de agresión,
actos idénticos a los que llevaron a la horca en Nuremberg a los jerarcas nazis. En cuanto a la tortura, es un
delito internacionalmente perseguible y gravemente penado. Los mencionados actos fueron realizados con
plena publicidad y, gracias al aparato ideológico número 1 del actual Estado capitalista, los medios de
comunicación, quedaron hasta hoy impunes. En esta misma línea, Berlusconi modifica abiertamente mediante
su mayoría parlamentaria la legislación de su país para evitar penas de cárcel.
Nadie se esconde, nada se esconde. Berlusconi se jacta de sus conquistas sexuales mercantiles, Bush de sus
crímenes de guerra, Aznar de su complicidad en lo que el tribunal de Núremberg calificó como el "mayor de
todos los crímenes"... Sorprende así que, caído el velo del secreto y expuesta la desnudez de este poder
nudista o incluso exhibicionista con las filtraciones de Wikileaks, siga produciéndose un escándalo. Es que el
objeto del escándalo no son los actos criminales de los gobernantes, sino el descubrimiento profundamente
subversivo de que estos no tienen nada que ocultar. Con la hoja de parra del secreto cae un aspecto importante
de la legitimación del poder moderno, precisamente la idea de que existe una dimensión oculta y arcana en la
que se mueven los gobernantes y que poco tiene que ver con la de los simples mortales. El poder ya no es un
arte oculto basado en "arcanos". Por por eso mismo le resulta indispensable imponer por todos los medios no
ya la ilusión del secreto, sino la forma exterior de esa ilusión. Es algo que ya hace por otros medios el Estado
nación globalizado imponiendo muros visibles e invisibles en sus fronteras y dentro de su territorio: esos muros
no paran gran cosa, pero disimulan la inmensa merma de soberanía que han experimentado los Estados. Son
más que un instrumento represivo, un elemento de mistificación. Del mismo modo que los musulmanes
rigoristas velan a la mujer para ocultar la más tremenda de todas las verdades: que no hay gran cosa que
ocultar o, mejor dicho, que la causa del deseo sólo se manifiesta como tal cuando se oculta, los gobernantes
del capitalismo tardío unen a la obscenidad pública y notoria de sus actos la imposición de un velo de secreto
que muestra esos actos como regidos por razones ocultas. De ese modo, el crimen y la corrupción cotidianos
pueden legitimarse como algo en el fondo sublime, digno de ser respetado e incluso deseado por los súbditos.
5.
Frente a la mistificación que representa ese renacer del secreto de Estado, sólo cabe el más estricto rigor
materialista: negar al poder todo carácter sublime o teológico, reconocer en el secreto de Estado o en los
muros, no sólo dispositivos de protección o de represión, sino auténticos aparatos ideológicos. Es esencial,
para quien quiera actuar contra el capitalismo y sus aparatos de Estado nacionales o imperiales, deshacer la
consistencia imaginaria del Estado y de la soberanía con todo su secreto y su pretendido misterio, reconociendo
la realidad efectiva del poder como un entramado móvil de correlaciones de fuerzas en el que nunca existen un
soberano omnipotente y unos súbditos impotentes, sino una potencia de la multitud que siempre ya resiste a un
poder que pugna por imponerse. Para entender las relaciones de fuerza que constituyen el poder y determinan
el grado de potencia efectiva de las posibles resistencias, no basta que se revelen muchísimos datos
aparentemente escandalosos: la realidad del poder no está en ningún dato, sino en la fórmula de las
correlaciones de fuerza de cada coyuntura. Para determinarla y poder aprovechar datos como los de Wikileak y
una infinidad de otros datos que nunca estuvieron ocultos no podemos ni debemos contar con revelaciones,
sino con el lento trabajo de la producción de conceptos adecuados.
http://iohannesmaurus.blogspot.com/2010/12/wikileaks-existe-un-obsceno-secreto-del.html
ESCRITOS CRITICOS
Democracias virtuales
Jorge Majfud, Jacksonville University
Creo que si miramos a la historia podemos hacer un esquema básico sobre los cambios referidos a la
lectoescritura.
I) Era oral (Paleolítico y Mesolítico). Una etapa donde el soporte principal era la comunicación oral y
los hábitos intelectuales, aparte del desarrollo de las habilidades practicas, era la mitología, el presente
perpetuo y la percepción del tiempo circular.
II) Era de la escritura. Aquí podríamos dividirlo en: (a) una etapa donde surge la escritura (Mesolítico
tardío) en sus diversos soportes y alcanza su madurez primero con los textos religiosos de Oriente Medio (la
aparición del pasado concreto y percepción del tiempo lineal y fatal) y más tarde con los filósofos de la Grecia
clásica; (b) la popularización a partir del siglo XV de la lectura en libros y diarios hasta fines del siglo XX.
Esta última etapa (III), que en cierto aspecto significa el renacimiento de la palabra escrita (II), es, en el fondo, el
renacimiento de la primera etapa (I), desde el momento en que la escritura se confunde con los hábitos de la
oralidad y el presente resurge sobre el prestigio del pasado como fuente de conocimiento y valoración.
En mi experiencia personal, debo reconocer que escribir para medios impresos es más difícil y más didáctico
que hacerlo para un medio digital que no impone límites de palabras. Desde hace más de diez años mi lucha no
es con la hoja en blanco sino con el recorte. Debido a las limitaciones de espacio, sea porque el soporte en
papel impone un límite o porque los diarios impresos son los únicos que se cuidan de no abusar del lector,
normalmente debo consumir una o dos horas de mi tiempo libre para llevar a mil palabras lo que en media hora
me llevó el primer borrador de dos o tres mil palabras. Este ejercicio molesto enseña, si no a escribir al menos a
respetar la literatura de ensayo periodístico o de ensayo breve, de ensayo no académico. Tal vez los nuevos
medios digitales debieran conservar el simple habito, ya que no la necesidad, de imponer límites en la cantidad,
así como algunos peer review (publicaciones arbitradas) ponen límites en la calidad.
En el mundo digital los tsunamis de palabras opacan la brillante tarea de aquellos trabajadores de las palabras
y las ideas que tratan de tomarse algo en serio. Así he visto surgir y hundirse en el cansancio y el desestímulo
excelentes proyectos. Unos pocos resisten, reman como pueden, muchas veces con el único aliento de sus
creadores. Lo que persiste es la contradictoria marea de las palabras sin límites o de la hiperfragmentación. A la
larga, las dos cabezas del mismo monstruo inflacionario y banal.
Para los escritores de vocación, básicamente la escritura no ha cambiado en la era digital. Sospecho que en su
gran mayoría todavía escriben sus primeras ideas con un bolígrafo.
Los cambios más dramáticos están en la lectura. Incluso los cambios más importantes en los hábitos y en las
habilidades de escritura proceden de los cambios en los hábitos y en las habilidades de lectura.
En el mundo digital la lectura de ―largo aliento‖ es rara o por lo menos mucho más rara de lo que era en la
cultura del libro impreso. A veces es una lectura menos obediente y otras veces es una lectura esclava de
falsas urgencias de negación a través de la respuesta propia que, estimulada o protegida por el anonimato, la
brevedad y la fragmentación, solo sirve como recurso catártico de lo peor que se encuentra depositado en el
alma humana.
Una reciente investigación de la Universidad Normal de Pekín sugiere que los hablantes de distintos idiomas
usan partes diferentes del cerebro. De manera semejante podemos entender que distintos hábitos de lectura y
de escritura utilizan distintas partes del cerebro. Voy a repetirme: existe un peligro latente en ciertas
particularidades de la cultura digital, como lo es la supersticiosa sustitución de la cultura de la lectura de largo
aliento por la cultura de la hiperfragmentación.
La crítica contra la ―cultura del libro tradicional‖, como si se tratase de una critica al uso de la maquina a vapor,
no solo es infundada sino que es sospechosamente autocomplaciente. Si la maquina a vapor pudiese recorrer
mil kilómetros sin reabastecerse y sin contaminar y los modernos trenes fuesen incapaces de la mitad, hoy
seguiríamos usando maquinas a vapor.
El punto es que hoy en día los lectores amateurs de largo aliento son una rareza. Al menos que sean lectores
de Harry Potter. Lo cual no ayuda mucho, porque con ―largo aliento‖ no me refiero a plantarse en un sillón a leer
por dos horas lo mismo (algo totalmente legítimo) sino a tomar el desafío de enfrentarse a una complejidad
intelectual que nos exige no sólo atención, no solo conocimiento, sino, sobre todo, entrenamiento intelectual.
¿Qué podemos esperar de un atleta olímpico que se la pasa todo el día jugando al ajedrez o leyendo a Howard
Zinn? Como atleta sería un fracaso evidente.
El cerebro también es (como) un músculo que si no se usa se atrofia. Con la ventaja de que con un cerebro
entrenado se puede competir en las grandes ligas aún siendo un anciano y con la desventaja de que cuando
está atrofiado, por el desuso o por el mal uso, el fracaso no es tan evidente. Sobre todo para el implicado.
Razón por la cual cualquiera se considera apto y facultado por el mero recurso de la negación, la obviedad y el
insulto que nunca exigen método ni condición pero que siempre dan la confortable ilusión de ser más sabios y
más inteligentes que Darwin y Jesucristo juntos.
Los ancianos con una saludable práctica intelectual sufren menos decadencia que aquellos que no la han
tenido. ¿Qué podemos esperar cuando las estadísticas nos dicen que los estudiantes de hoy dedican la mitad
del tiempo a estudiar que aquellos de los años sesenta? Están demasiado ocupados (absorbidos, chupados) en
escribir banalidades en Facebook. El divorcio que existe en la elite de intelectuales de las universidades
norteamericanas, islas de premios Nobel, y el resto de la población se está expandiendo al resto del mundo
gracias a una cultura y a unos instrumentos que prometían lo contrario.
La twitterización de las habilidades intelectuales, la facebooquización de las emociones puede ser un día un
proceso irreversible o puede provocar un efecto inverso al previsto: la democratización de la información y de a
in-formación por estos medios y debido a estos hábitos corre el riesgo de llevarnos a una aristocratización aun
mayor de la formación intelectual y, por ende, de los órdenes sociales.
http://majfud.org/2010/10/23/democracias-virtuales/
ISONOMIA
Pero ya no sólo son los objetos materiales, las mercancías que son producto del trabajo de la clase obrera, las
que producen riqueza, sino también las necesidades humanas más inmediatas, más cotidianas y más
1
necesarias, como son: el apaciguamiento de la sed, del hambre y del intercambio sexual. Ahí, dice Marx, en las
actividades que nos identifican con los animales; el capitalismo también nos aliena, también se filtra, también
nos controla; haciendo de ellas un proceso de mercantilización y comercialización al ofrecernos el sustrato para
poder realizarlas. Así, las necesidades para la vida y la reproducción humana, se convierten en espacio para la
distribución y el intercambio de mercancías y la generación e incremento de la riqueza para la clase
explotadora.
Ante esta imposibilidad de construir un arte erótico, en revancha, en desagravio, esta sociedad nos ha impuesto
una ciencia de la sexualidad, una educación sexual, una terapia sexual que norma, estandariza y medica el
placer a través de dispositivos y discursos: religioso, moral, pedagógico, jurídico, educativo, médico; que marca
y define una geografía limitada del cuerpo del deseo, del cuerpo del placer y que además, por si ello no fuera
suficiente, sólo se activa, sólo reacciona, se permite y asume como normal y necesario, con determinadas
técnicas, estrategias y objetos (de placer?) de consumo, claro! Revertir estos efectos implica la modificación no
sólo de la estructura económica y social en la cual vivimos, sino también de los mecanismos que reproducen las
relaciones de poder a nivel de lo cotidiano (de la microfísica del poder).
Ha llegado la hora de la construcción y cultivo y de un arte erótico. En ello podemos comenzar desde ahora.
http://cuadernosfem.blogspot.com/2010/09/cuerpo-y-sexualidad-centro-de-poder.html
BLOGUEADORES DE SUEÑOS
LA VOBADA LITERARIA (LA B
HACEMOS TODO LO POSIBLE PARA QUE PACHO SANTOS HABLE MAL DE NOSOTROS.
El listado que presentamos a continuación implica una jugosa actualización del diccionario, dándole cabida a
todas esas cosas 2.0 que nos hacen sentir lo más de hipsters. Exigimos que, la próxima vez que algún sagaz
ensayista haga una profunda conferencia sobre cómo escribir en las redes sociales –que no es lo mismo que
escribir en Word o en una máquina de escribir– incluya esta terminología.
Amargado, da.
2. adj. Dicho de una persona: Que no le gusta Manu Chao o Lady Gaga, ir a InVitro o Armando Records, estar
comentando en el muro de sus amigos en Facebook, leyendo absolutamente todo lo que aparezca en Twitter,
etc. U. t. c. s.
Anónimo.
6. m. Nombre del autor preferido por los comentaristas en Blogger, en Wordpress y en páginas web de medios
de comunicación. Es el jefe de redacción de comentarios de La Bobada Literaria.
Campesino, na.
7. m. Persona que hace investigación de campo.
Cuentacobrismo.
1. m. Obra u ocupación en la que jamás pagan lo justo pero sí descuentan un montón de impuestos que nunca
se ven. Un cuentacobrista es quien ejerce el cuentacobrismo.
Gato.
18. m. Mascota de los escritores y los intelectuales. Hay que bautizarlo con nombres de escritores.
Guerrillero, ra.
Guion o guión.
15. m. Signo ortográfico que, puesto entre dos apellidos, convierte en escritor e intelectual a la persona que lo
usa, eliminando de tajo la vergüenza de ser un provinciano.
16. m. Col. Escrito que todos quieren hacer para parecer interesantes –incluso modelos que no saben ni hablar,
como Natalia París– y que sirve de guía para que los actores digan cosas sin sentido.
Imbécil.
Mamerto, ta.
1. adj. Calificativo despectivo para todo lo que tenga un ápice de centro o de izquierda en su ideología.
2. m. y f. Persona que huele a lana virgen, canelazo y bareta y escucha a Silvio Rodríguez.
3. m. y f. Todo el que no esté de acuerdo con algo del pensamiento de derecha y se atreva a decirlo.
4. m. y f. Col. Peligroso enemigo de la patria.
Mediocre.
3. adj. Algo que no le gusta a quien está leyendo un artículo en internet. Aplica también para ―mediocridad‖,
aunque en sustantivo.
Resentido, da.
3. m. y f. Persona que escribe sobre algo que no le gusta. Aplíquese sobre todo cuando eso que no le gusta
tiene que ver con lo que convencionalmente está bien visto. Si por el contrario no le gusta lo que está mal visto,
use la palabra ―esnob‖.
Sabático, ca.
4. m. Perteneciente o relativo a Ernesto Sábato. Ejemplo: ―Voy a tomar un año sabático‖ significa ―Voy a leer a
Sábato durante un año‖.
Sombrerito.
1. m. Persona que cree que poniéndose sombrerito y/o gafas Wayfarer es más interesante. U. t. c. adj.
Troll.
1. m. y f. Persona que cree que todo el mundo le tiene miedo porque se burla de alguien en internet.
Uribe.
1. m. Mesías que salvó a Colombia de algo que aún no sabemos qué era. Asegúrese de incluirlo en los
comentarios de cualquier artículo que haya leído –sobre todo si es en El Espectador, Semana o El Tiempo–, ya
sea de política, corrupción, economía, nepotismo, viajes, chuzadas, entretenimiento, falsos positivos, opinión,
pésimas reformas laborales, salud, educación, falta de educación, afrocondescendencia, transporte o vías en
ruinas.
http://labobadaliteraria.blogspot.com/2010/11/la-rae-presenta-nuevos-cambios-en-el.html
ANAQUEL
El cuerpo utópico
En esta conferencia de Foucault –que acaba de publicarse en castellano–, el cuerpo es primero “lo contrario de
una utopía”, lugar “absoluto”, “despiadado”, al que se confronta la utopía del alma. Pero finalmente el cuerpo,
“visible e invisible”, “penetrable y opaco”, resulta ser “el actor principal de toda utopía” y sólo calla ante el
espejo, ante el cadáver o ante el amor.
Michel Foucault *
Apenas abro los ojos, ya no puedo escapar a ese lugar que Proust,
dulcemente, ansiosamente, viene a ocupar una vez más en cada
despertar1. No es que me clave en el lugar –porque después de todo
puedo no sólo moverme y removerme, sino que puedo moverlo a él,
removerlo, cambiarlo de lugar–, sino que hay un problema: no puedo
desplazarme sin él; no puedo dejarlo allí donde está para irme yo a
otra parte. Puedo ir hasta el fin del mundo, puedo esconderme, de
mañana, bajo mis mantas, hacerme tan pequeño como pueda, puedo
dejarme fundir al sol sobre la playa, pero siempre estará allí donde yo
estoy. El está aquí, irreparablemente, nunca en otra parte. Mi cuerpo
es lo contrario de una utopía, es lo que nunca está bajo otro cielo, es
el lugar absoluto, el pequeño fragmento de espacio con el cual, en
sentido estricto, yo me corporizo.
Pero hay también una utopía que está hecha para borrar los cuerpos. Esa utopía es el país de los muertos, son
las grandes ciudades utópicas que nos dejó la civilización egipcia. Después de todo, las momias, ¿qué son? Es
la utopía del cuerpo negado y transfigurado. La momia es el gran cuerpo utópico que persiste a través del
tiempo. También existieron las máscaras de oro que la civilización micénica ponía sobre las caras de los reyes
difuntos: utopía de sus cuerpos gloriosos, poderosos, solares, terror de los ejércitos. Existieron las pinturas y las
esculturas de las tumbas; los yacientes, que desde la Edad Media prolongan en la inmovilidad una juventud que
ya no tendrá fin. Existen ahora, en nuestros días, esos simples cubos de mármol, cuerpos geometrizados por la
piedra, figuras regulares y blancas sobre el gran cuadro negro de los cementerios. Y en esa ciudad de utopía de
los muertos, hete aquí que mi cuerpo se vuelve sólido como una cosa, eterno como un dios.
Pero tal vez la más obstinada, la más poderosa de esas utopías por las cuales borramos la triste topología del
cuerpo nos la suministra el gran mito del alma, desde el fondo de la historia occidental. El alma funciona en mi
cuerpo de una manera muy maravillosa. En él se aloja, por supuesto, pero bien que sabe escaparse de él: se
escapa para ver las cosas, a través de las ventanas de mis ojos, se escapa para soñar cuando duermo, para
sobrevivir cuando muero. Mi alma es bella, es pura, es blanca; y si mi cuerpo barroso –en todo caso no muy
limpio– viene a ensuciarla, seguro que habrá una virtud, seguro que habrá un poder, seguro que habrá mil
gestos sagrados que la restablecerán en su pureza primigenia. Mi alma durará largo tiempo, y más que largo
tiempo, cuando mi viejo cuerpo vaya a pudrirse. ¡Viva mi alma! Es mi cuerpo luminoso, purificado, virtuoso, ágil,
móvil, tibio, fresco; es mi cuerpo liso, castrado, redondeado como una burbuja de jabón.
Y hete aquí que mi cuerpo, por la virtud de todas esas utopías, ha desaparecido. Ha desaparecido como la
llama de una vela que alguien sopla. El alma, las tumbas, los genios y las hadas se apropiaron por la fuerza de
él, lo hicieron desaparecer en un abrir y cerrar de ojos, soplaron sobre su pesadez, sobre su fealdad, y me lo
restituyeron resplandeciente y perpetuo.
Pero mi cuerpo, a decir verdad, no se deja someter con tanta facilidad. Después de todo, él mismo tiene sus
recursos propios de lo fantástico; también él posee lugares sin lugar y lugares más profundos, más obstinados
todavía que el alma, que la tumba, que el encanto de los magos. Tiene sus bodegas y sus desvanes, tiene sus
estadías oscuras, sus playas luminosas. Mi cabeza, por ejemplo, mi cabeza: qué extraña caverna abierta sobre
el mundo exterior por dos ventanas, dos aberturas, bien seguro estoy de eso, puesto que las veo en el espejo; y
además, puedo cerrar una u otra por separado. Y sin embargo no hay más que una sola de esas aberturas,
porque delante de mí no veo más que un solo paisaje, continuo, sin tabiques ni cortes. Y en esa cabeza, ¿cómo
ocurren las cosas? Y bien, las cosas vienen a alojarse en ella. Entran allí –y de eso estoy muy seguro, de que
las cosas entran en mi cabeza cuando miro, porque el sol, cuando es demasiado fuerte y me deslumbra, va a
desgarrar hasta el fondo de mi cerebro–, y sin embargo esas cosas que entran en mi cabeza siguen estando
realmente en el exterior, puesto que las veo delante de mí y, para alcanzarlas, a mi vez debo avanzar.
Cuerpo incomprensible, cuerpo penetrable y opaco, cuerpo abierto y cerrado: cuerpo utópico. Cuerpo
absolutamente visible, en un sentido: muy bien sé lo que es ser mirado por algún otro de la cabeza a los pies,
sé lo que es ser espiado por detrás, vigilado por encima del hombro, sorprendido cuando menos me lo espero,
sé lo que es estar desnudo; sin embargo, ese mismo cuerpo que es tan visible, es retirado, es captado por una
suerte de invisibilidad de la que jamás puedo separarlo. Ese cráneo, ese detrás de mi cráneo que puedo
tantear, allí, con mis dedos, pero jamás ver; esa espalda, que siento apoyada contra el empuje del colchón
sobre el diván, cuando estoy acostado, pero que sólo sorprenderé mediante la astucia de un espejo; y qué es
ese hombro, cuyos movimientos y posiciones conozco con precisión pero que jamás podré ver sin retorcerme
espantosamente. El cuerpo, fantasma que no aparece sino en el espejismo de los espejos y, todavía, de una
manera fragmentaria. ¿Acaso realmente necesito a los genios y a las hadas, y a la muerte y al alma, para ser a
la vez indisociablemente visible e invisible? Y además ese cuerpo es ligero, es transparente, es imponderable;
nada es menos cosa que él: corre, actúa, vive, desea, se deja atravesar sin resistencia por todas mis
intenciones. Sí. Pero hasta el día en que siento dolor, en que se profundiza la caverna de mi vientre, en que se
bloquean, en que se atascan, en que se llenan de estopa mi pecho y mi garganta. Hasta el día en que se
estrella en el fondo de mi boca el dolor de muelas. Entonces, entonces ahí dejo de ser ligero, imponderable,
etc.; me vuelvo cosa, arquitectura fantástica y arruinada.
No, realmente, no se necesita sortilegio ni magia, no se necesita un alma ni una muerte para que sea a la vez
opaco y transparente, visible e invisible, vida y cosa; para que sea utopía basta que sea un cuerpo. Todas esas
utopías por las cuales esquivaba mi cuerpo, simplemente tenían su modelo y su punto primero de aplicación,
tenían su lugar de origen en mi propio cuerpo. Estaba muy equivocado hace un rato al decir que las utopías
estaban vueltas contra el cuerpo y destinadas a borrarlo: ellas nacieron del propio cuerpo y tal vez luego se
volvieron contra él.
En todo caso, una cosa es segura, y es que el cuerpo humano es el actor principal de todas las utopías.
Después de todo, una de las más viejas utopías que los hombres se contaron a ellos mismos, ¿no es el sueño
de cuerpos inmensos, desmesurados, que devorarían el espacio y dominarían el mundo? Es la vieja utopía de
los gigantes, que se encuentra en el corazón de tantas leyendas, en Europa, en África, en Oceanía, en Asia;
esa vieja leyenda que durante tanto tiempo alimentó la imaginación occidental, de Prometeo a Gulliver.
También el cuerpo es un gran actor utópico, cuando se trata de las máscaras, del maquillaje y del tatuaje.
Enmascararse, maquillarse, tatuarse, no es exactamente, como uno podría imaginárselo, adquirir otro cuerpo,
simplemente un poco más bello, mejor decorado, más fácilmente reconocible; tatuarse, maquillarse,
enmascararse, es sin duda algo muy distinto, es hacer entrar al cuerpo en comunicación con poderes secretos y
fuerzas invisibles. La máscara, el signo tatuado, el afeite depositan sobre el cuerpo todo un lenguaje: todo un
lenguaje enigmático, todo un lenguaje cifrado, secreto, sagrado, que llama sobre ese mismo cuerpo la violencia
del dios, el poder sordo de lo sagrado o la vivacidad del deseo. La máscara, el tatuaje, el afeite colocan al
cuerpo en otro espacio, lo hacen entrar en un lugar que no tiene lugar directamente en el mundo, hacen de ese
cuerpo un fragmento de espacio imaginario que va a comunicar con el universo de las divinidades o con el
universo del otro. Uno será poseído por los dioses o por la persona que uno acaba de seducir. En todo caso la
máscara, el tatuaje, el afeite son operaciones por las cuales el cuerpo es arrancado a su espacio propio y
proyectado a otro espacio.
Escuchen, por ejemplo, este cuento japonés y la manera en que un tatuador hace pasar a un universo que no
es el nuestro el cuerpo de la joven que él desea:
―El sol disparaba sus rayos sobre el río e incendiaba el cuarto de las siete esteras. Sus rayos reflejados sobre la
superficie del agua formaban un dibujo de olas doradas sobre el papel de los biombos y sobre la cara de la
joven profundamente dormida. Seikichi, tras haber corrido los tabiques, tomó entre sus manos sus herramientas
de tatuaje. Durante algunos instantes permaneció sumido en una suerte de éxtasis. Precisamente ahora
saboreaba plenamente la extraña belleza de la joven. Le parecía que podía permanecer sentado ante ese
rostro inmóvil durante decenas y centenas de años sin jamás experimentar ni fatiga ni aburrimiento. Así como el
pueblo de Menfis embellecía antaño la tierra magnífica de Egipto de pirámides y de esfinges, así Seikichi con
todo su amor quiso embellecer con su dibujo la piel fresca de la joven. Le aplicó de inmediato la punta de sus
pinceles de color sostenidos entre el pulgar, el anular y el dedo pequeño de la mano izquierda, y a medida que
las líneas eran dibujadas, las pinchaba con su aguja sostenida en la mano derecha‖.
Y si se piensa que la vestimenta sagrada, o profana, religiosa o civil hace entrar al individuo en el espacio
cerrado de lo religioso o en la red invisible de la sociedad, entonces se ve que todo cuanto toca al cuerpo –-
dibujo, color, diadema, tiara, vestimenta, uniforme–, todo eso hace alcanzar su pleno desarrollo, bajo una forma
sensible y abigarrada, las utopías selladas en el cuerpo.
Pero acaso habría que descender una vez más por debajo de la vestimenta, acaso habría que alcanzar la
misma carne, y entonces se vería que en algunos casos, en su punto límite, es el propio cuerpo el que vuelve
contra sí su poder utópico y hace entrar todo el espacio de lo religioso y lo sagrado, todo el espacio del otro
mundo, todo el espacio del contramundo, en el interior mismo del espacio que le está reservado. Entonces, el
cuerpo, en su materialidad, en su carne, sería como el producto de sus propias fantasías. Después de todo,
¿acaso el cuerpo del bailarín no es justamente un cuerpo dilatado según todo un espacio que le es interior y
exterior a la vez? Y también los drogados, y los poseídos; los poseídos, cuyo cuerpo se vuelve infierno; los
estigmatizados, cuyo cuerpo se vuelve sufrimiento, redención y salvación, sangrante paraíso.
Realmente era necio, hace un rato, de creer que el cuerpo nunca estaba en otra parte, que era un aquí
irremediable y que se oponía a toda utopía.
Mi cuerpo, de hecho, está siempre en otra parte, está ligado a todas las otras partes del mundo, y a decir
verdad está en otra parte que en el mundo. Porque es a su alrededor donde están dispuestas las cosas, es con
respecto a él –y con respecto a él como con respecto a un soberano– como hay un encima, un debajo, una
derecha, una izquierda, un adelante, un atrás, un cercano, un lejano. El cuerpo es el punto cero del mundo, allí
donde los caminos y los espacios vienen a cruzarse, el cuerpo no está en ninguna parte: en el corazón del
mundo es ese pequeño núcleo utópico a partir del cual sueño, hablo, expreso, imagino, percibo las cosas en su
lugar y también las niego por el poder indefinido de las utopías que imagino. Mi cuerpo es como la Ciudad del
Sol, no tiene un lugar pero de él salen e irradian todos los lugares posibles, reales o utópicos.
Después de todo, los niños tardan mucho tiempo en saber que tienen un cuerpo. Durante meses, durante más
de un año, no tienen más que un cuerpo disperso, miembros, cavidades, orificios, y todo esto no se organiza,
todo esto no se corporiza literalmente sino en la imagen del espejo. De una manera más extraña todavía, los
griegos de Homero no tenían una palabra para designar la unidad del cuerpo. Por paradójico que sea, delante
de Troya, bajo los muros defendidos por Héctor y sus compañeros, no había cuerpo, había brazos alzados,
había pechos valerosos, había piernas ágiles, había cascos brillantes por encima de las cabezas: no había un
cuerpo. La palabra griega que significa cuerpo no aparece en Homero sino para designar el cadáver. Es ese
cadáver, por consiguiente, es el cadáver y es el espejo quienes nos enseñan (en fin, quienes enseñaron a los
griegos y quienes enseñan ahora a los niños) que tenemos un cuerpo, que ese cuerpo tiene una forma, que esa
forma tiene un contorno, que en ese contorno hay un espesor, un peso, en una palabra, que el cuerpo ocupa un
lugar. Es el espejo y es el cadáver los que asignan un espacio a la experiencia profunda y originariamente
utópica del cuerpo; es el espejo y es el cadáver los que hacen callar y apaciguan y cierran sobre un cierre –-que
ahora está para nosotros sellado– esa gran rabia utópica que hace trizas y volatiliza a cada instante nuestro
cuerpo. Es gracias a ellos, es gracias al espejo y al cadáver por lo que nuestro cuerpo no es lisa y llana utopía.
Si se piensa, empero, que la imagen del espejo está alojada para nosotros en un espacio inaccesible, y que
jamás podremos estar allí donde estará nuestro cadáver, si se piensa que el espejo y el cadáver están ellos
mismos en un invencible otra parte, entonces se descubre que sólo unas utopías pueden encerrarse sobre ellas
mismas y ocultar un instante la utopía profunda y soberana de nuestro cuerpo.
Tal vez habría que decir también que hacer el amor es sentir su cuerpo que se cierra sobre sí, es finalmente
existir fuera de toda utopía, con toda su densidad, entre las manos del otro. Bajo los dedos del otro que te
recorren, todas las partes invisibles de tu cuerpo se ponen a existir, contra los labios del otro los tuyos se
vuelven sensibles, delante de sus ojos semicerrados tu cara adquiere una certidumbre, hay una mirada
finalmente para ver tus párpados cerrados. También el amor, como el espejo y como la muerte, apacigua la
utopía de tu cuerpo, la hace callar, la calma, y la encierra como en una caja, la clausura y la sella. Por eso es un
pariente tan próximo de la ilusión del espejo y de la amenaza de la muerte; y si a pesar de esas dos figuras
peligrosas que lo rodean a uno le gusta tanto hacer el amor es porque, en el amor, el cuerpo está aquí.
1 La recuperación del cuerpo en el proceso del despertar es un tema recurrente en la obra de Marcel Proust.
(N. de la R.)
* La conferencia “El cuerpo utópico”, de 1966, integra el libro El cuerpo utópico. Las heterotopías, de reciente
aparición (ed. Nueva Visión).
http://www.pagina12.com.ar/diario/psicologia/9-155867-2010-10-29.html
CONSUMETE
Cambio de aceite
Edu / CHM/ Madrid
3. Cuando todavía era yo Presidente de la República, cuando todavía era yo un humilde servidor de la patria,
cuando todavía era yo ese yo, un testigo intentó implicarme en un oscuro caso de grabaciones a la Corte.
Pero la verdad es que no tengo idea cómo manipular una grabadora ni tampoco sé dónde queda ―la Corte‖.
4. He sido víctima de varias interceptaciones y chuzadas: conversación con mi hermano; conversación con mi
hijo; conversación con un ciudadano que no sabe cómo manipular un arma. Casos conocidos por el público.
Y eso no han querido investigarlo.
5. Si alguna vez dije que ciertos personajes eran buenos, que eran hombres de familia, que eran personas de
bien y casi tan trabajadoras como yo, fue porque lo eran. Pero nuestra sociedad no está preparada para el
tipo de bondad que ellos profesan.
6. Soy profesor. Soy una persona de la academia. Eso debería ser suficiente para creerme.
7. Como profesor, soy el primero en reconocer que nuestro gremio está siendo vulnerado por la violencia del
país. Pero a mí, por ejemplo, FECODE no me protege ni me pone atención. Si yo fuera cualquier Bejarano
o Correa de Andreis, ahí si estarían en primera fila los sindicalistas.
8. Si mis subalternos se extralimitaron en sus funciones, pues ese es el precio que hay que pagar por un estilo
de gobierno participativo, donde el presidente escoge funcionarios autónomos y competentes y no interfiere
con sus funciones.
9. A los que me quieren acusar, les digo: ustedes no saben quién soy yo.
http://www.hojablanca.net/la-regla/2916/
Venezuela: El Presidente Chávez le da una LECCIÓN de
ÉTICA al Cantante español Alejandro Sanz
Obviando la insolencia de su email, el Presidente Chávez le da una LECCIÓN de ÉTICA y de Historia
LATINOAMERICANA (NO "iberoamericana", que América Latina somos más que eso) al cantante español A.
Sanz
RESPUESTA:
Señor Alejandro: sabe usted lo que significa ser esclavo sin cadena… Esclavo sin cadenas, es simplemente
continuar siendo esclavos sin cargar los grilletes… ¿Por qué razón no te has preguntado todavía, del por qué
Venezuela es atacada con artillería pesada solamente por las potencias occidentales?
Infórmate amigo mío, y pregúntate porque Colombia es considerada una de las naciones donde existe más
desigualdad por culpa de gobiernos que solo mandan para unos pocos y las riquezas son distribuidas para unos
privilegiados; mientras Venezuela es reconocida como el primer país de la región en cuando a bajar la pobreza
extrema, de manera drástica en el gobierno de Chávez Frías.
¿No te llamó nunca la atención que después que nuestro país se volcó a la izquierda, automáticamente se
comenzaron a unir la mayoría de los pueblos de América Latina, en una clara señal de lo que querían los
pueblos?…
¿En un país democrático donde cualquier persona puede decir lo que se le venga en gana y no como te
cuentan?
Te diré algo: La mayoría de los latinoamericanos que levantaban su voz por intermedio del canto, en señal de
protesta por las infinitas injusticias que sufrían sus pueblos por culpa de dictaduras asesinas de
derecha…Nunca pidieron permiso para arriesgar su vida en nombre de los miserables, y en esos tiempos si que
arriesgaban el pellejo…
Alguna vez te dignaste escuchar alguna prosa convertida en canción de Don Atahualpa Yupanqui…
La dictadura fascista argentina lo persiguió y tuvo que asilarse en Europa, por si no lo sabes el mismo que en
París compartió escenario con alguien llamada Edith Piaf…
Nunca te contaron del cantautor Víctor Jara, que la dictadura chilena de Pinochet, le corto las manos para que
no volviera jamás a tocar su guitarra acompañado su canto y no conformes con ello, lo acribillaron indefenso en
el Estadio de futbol de Santiago…
Seguramente conociste a Mercedes Sosa, ―la negra del Sur‖ como la llamaban todos los pueblos
latinoamericanos…
Si no la conociste, te invito que te metas en Youtube y la escuches cantando: ―Solo le pido a Dios‖ y después
me cuentas…
A esta cantautora pueblo, cantando en la ciudad de La Plata en el año 79 la dictadura fascista la detuvo a ella y
a todos los que osaron ir a verla cantar. También tuvo que exiliarse en Europa en Paris y Madrid, para que no la
mataran…
Leíste alguna vez a Mario Benedetti el que nos decía que ―El Sur también existe‖, al igual que su compatriota
Alfredo Zitarrosa aquel del ―Violín de Becho‖…
A León Gieco, un general le puso una pistola en la sien, diciéndole:‖La próxima vez que vengas a cantar a la
universidad de Luján y cantes esa canción te voy a pegar un tiro en la cabeza‖, refiriéndose a ―Hombres de
Hierro‖…
Guaraní se tuvo que marchar también al igual que la Nacha Guevara, que le colocaron una bomba en un teatro
mientras cantaba, los fascistas argentinos…
¡¡Si hasta el tango Cambalache lo prohibieron en las emisoras de radio la dictadura argentina!!… Y NUESTRO
INIGUALADO CANTAUTOR ALÍ PRIMERA, QUIEN FUÉ VETADO TODA SU VIDA EN LOS MEDIOS
VENEZOLANOS.
Infórmate, escribe, no vengas solo a cantar…y a hacer un show mediático, se honesto, no engañes a tus
seguidores.
Recorre las villas miserias de pueblos que claman por igualdades, las favelas de los sin techo…los 40
millones de pobres en USA, hoy convertidos en 50 millones de excluidos.
http://www.kaosenlared.net/noticia/venezuela-presidente-chavez-da-leccion-etica-cantante-espanol-alejandr
VIDA Y LIBERTAD
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