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1.5 Voto Facultativo
1.5 Voto Facultativo
VOTO FACULTATIVO
LA PROPUESTA
ASPECTOS PROCEDIMENTALES
Dicha propuesta fue remitida para dictamen a la Comisión de Constitución y Reglamento el
22 de octubre de 2009. Elaborado el pre dictamen por la asesoría de la Comisión, fue
puesto a consideración en su Novena Sesión Ordinaria del 27 de octubre de 2009. Dicho
pre dictamen proponía la aprobación del proyecto. Sin embargo, en dicha sesión la
Comisión se pronunció, por mayoría, en sentido contrario.
Votaron a favor: Del Castillo Gálvez, Vargas Fernández, Valle Riestra González Olaechea,
Mulder Bedoya y Cabanillas Bustamante.
Votaron en contra: Espinoza Cruz, Abugattás Majluf, Mayorga Miranda, Estrada Choque,
Bedoya de Vivanco, Reymundo Mercado, Castro Stagnaro, Lazo Ríos de Hornung, Santiago
Fujimori y, con observaciones, el señor García Belaúnde.
La señora PRESIDENTA.— Tenemos en Orden del Día la presentación del Proyecto de Ley
N.° 3577 relativo a una reforma constitucional para instaurar el voto facultativo. Este
proyecto de ley elimina el voto obligatorio, obviamente, y establece el voto facultativo.
Y creemos que este tema del voto facultativo, es decir, de la ausencia de la obligatoriedad
del voto permitirá darle un nuevo espacio y un punto, un paso adelante en lo que se refiere
al fortalecimiento democrático, porque induce a darle un contenido cualitativo al voto.
Sabido es que el 30% de los ciudadanos deciden su voto en la cola misma y que lo hacen
obligado por las circunstancias, es decir, por evitar una multa y sabemos que eso se
produce como consecuencia de la ineficacia de los partidos políticos en convencer a los
ciudadanos de que sí es importante ir a votar.
En la medida en que el voto es obligatorio el ciudadano se siente arrastrado hacia las urnas
y, por lo tanto, no genera un compromiso consciente con la democracia ni con la persona
con la que está votando.
El 93% de los ciudadanos encuestados cuando les preguntan por quién voto usted en las
elecciones preferenciales al Congreso, dice que no se acuerda, el 93%. Quiere decir que no
existe un mecanismo adecuado de representatividad, porque el ciudadano no ha estudiado
su voto sino que lo ha hecho simplemente por evitar una multa.
De manera que aquí este tema de eliminar la obligatoriedad del voto, que, por supuesto, va
cotejado con un sistema de fortalecimiento de partidos políticos, tiene que ir cotejado con
un ensanchamiento de la estructura política del Estado mediante la creación también de un
senado, mediante la posibilidad de que haya más consultas con renovaciones parciales a
mitad de período del parlamento, etcétera. Este tema, que es parte de ese paquete, debe ser
considerado como un punto hacia adelante y un avance.
En la mayoría de los países de América Latina existe el voto facultativo. En realidad en las
normas se establece que es obligatorio, pero en ninguna parte existe como en el Perú que
hasta hace poco existió incluso la muerte civil.
Recordemos que uno no votaba y ya era un muerto en vida y eso no existió en ningún país
de América Latina. Y en algunos existe todavía la multa, pero en la gran mayoría, en donde
a pesar que la norma dice que es una obligación, no existe ni multa ni muerte civil y, por lo
tanto, en la práctica existe una suerte de voto voluntario o voto ejercido como derecho, que
es lo que no hay que olvidar, el derecho es el tema que está aquí y no la obligación.
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Evidentemente, se trata de una obligación cívica, pero hay que inducirla, hay que
despertarla, hay que crearla y los partidos políticos deben tener esa tarea. Y en el Perú
nunca se ha hecho el esfuerzo que los partidos la tengan, porque hemos arrastrado a la
ciudadanía a votar y creemos que con eso lo que estamos haciendo es darle mayor sustento
a la autoridad elegida, cosa que es absolutamente falsa.
Vemos lo que sucede a nivel del parlamento, vemos lo que sucede a nivel de los gobiernos
regionales, la gente no se siente comprometida con el voto que ha emitido, porque no es un
voto emitido de conciencia sino que es un voto, reitero, motivado por circunstancias
precisas del día de la votación y, por lo tanto, la debilidad del sistema democrático ha
continuado a pesar de la obligatoriedad del voto.
Hay quienes sostienen que es una tradición nacional en el Perú que sea voto obligatorio,
pero también es una tradición nacional en el Perú que eso no ha representado un
fortalecimiento de la democracia, y cada vez que ha habido un golpe de Estado no hemos
tenido, desafortunadamente, masas saliendo a las calles para poder repudiar esos golpes de
Estado. Es decir, no ha habido un compromiso sustantivo con la democracia.
De manera que, señora Presidenta, lo que estamos buscando con este proyecto es
nuevamente discutir un tema del fortalecimiento de la estructura democrática y del estado
de derecho en nuestro país. Creemos que eso le va a permitir a los partidos políticos tener
una vocación de profesión hacia la democracia, hacia los terceros, de inducir el voto de los
ciudadanos convenciéndoles de la necesidad de tener que hacerlo. Es decir, como un
discurso en favor de la participación en el sistema democrático.
Y, por último, le va a dar al ciudadano un modo más reflexivo de su voto, porque al darle un
contenido cualitativo sabrá por quién voto, sabrá quiénes son sus representantes y eso
permitirá que haya una mayor interactuación entre el votante y el votado, entre el
mandatario y el mandante.
Evidentemente, todos los mecanismos que vamos a buscar nosotros para este
fortalecimiento chocarán, pues, con este debate. Y aquí entro a la última parte de lo que yo
quería decir, éste es un tema político, no es un tema solamente jurídico.
Para muchos parlamentarios basta que el partido aprista lo proponga para que ya
definitivamente voten en contra. Y he escuchado los argumentos más baladís. ¿Saben cuál
es el argumento más importante? Que como el Apra es el principal partido organizado, al
Apra le conviene. Eso lo que quiere decir es que como nosotros, o sea, los demás, somos
desorganizados, no tenemos capacidad de poder movilizar a la población entonces hay que
hacer las leyes conforme nos convenga a nosotros.
Entonces, ese argumento, señora Presidenta, espero no escucharlo hoy día, porque es un
argumento de reconocimiento de carencia que no debería estar en manos de un
parlamentario, en boca de un parlamentario, porque un parlamentario debe decir cómo
hace para mejorar su partido político, cómo hace para mejorar su capacidad de
representación, pero lo que no puede decir es el Apra propone esto, porque como el Apra
tiene una gran organización sí tiene capacidad de poder participar. Al contrario, mire, con
la obligatoriedad del voto nosotros también nos hemos aliviado, por ejemplo, la presencia
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de personeros en cada una de las mesas a nivel nacional y, sin embargo, señora Presidenta,
se ha ganado igual las elecciones.
Es decir, el voto obligatorio en la práctica, en comparación con algunos otros partidos aquí
presentes, que no han ganado por sí mismo las elecciones, nos convendría más a nosotros
que ya hemos demostrado en que podemos ganar las elecciones con voto obligatorio.
Pero lo que queremos es el fortalecimiento de la democracia, porque no nos parece que sea
correcto es que en el Perú se crea que la democracia es una obligación compulsiva cada
cinco años y que los ciudadanos piensen eso de la democracia, lo que creemos es que el
ciudadano debe sentirse comprometido con la persona que escogió y, por lo tanto, durante
todo su mandato le hará saber que votó por él y, por lo tanto, exigirá de él las fórmulas y los
mecanismos de representación que él considere más adecuado.
Hay algunos casos en los que hay ausentismos grandes, pero el que no fue a votar no alega
falta de representatividad democrática del que está en el puesto, porque él ya
implícitamente escogió no ir a votar. Y, por eso, en ningún país en los que puede haber
habido ausentismos grandes, caso Suiza, caso Suecia, en donde han habido casos de
votaciones de 30%, de 25%, ha ocurrido sistemas de desestabilización democrática, al
contrario, se han fortalecido más.
Y si esas democracias, que tienen algunas de ellas 800 años, han tenido esa capacidad de
poder germinar en los ciudadanos esa conciencia ciudadana de concebir que ir a votar es
un derecho, entonces por qué nosotros vamos a creer en un supuesto de complejo de
superioridad que nosotros los políticos si tenemos conciencia de que eso es una verdad.
Pero como el pueblo no está preparado hay que seguirlo obligando.
Ese es otro argumento recurrente, señora Presidenta: el pueblo no está preparado. O sea,
ese pueblo que no está preparado es el que nos ha puesto a nosotros aquí, vea usted.
Entonces, tan no preparado está que, mire, cómo estamos nosotros acá.
Deberíamos también ser muy conscientes que ese argumento no es un argumento que
pueda ser esgrimido, y lo he leído en los periódicos y lo he escuchado en las radios.
Y solamente como una síntesis de lo que decía el congresista Mulder, señalar los países en
los cuales el voto es obligatorio y con sanción efectiva, que es Chile, Ecuador, Uruguay y
Perú; y obligatorio, pero sin posibilidad de hacer efectiva la sentencia, no se cumple la
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sanción en todo caso, Argentina, Bolivia, Brasil, Honduras, México y Panamá; y obligatorio,
sin establecer ninguna sanción en los textos, es Costa Rica, Salvador, Guatemala, Panamá y
República Dominicana.
Y para salvedad de que no es una propuesta que tienda a favorecer a algún partido en
especial, podríamos decir que en la corriente de especialistas o expertos que están a favor
de esta forma de votación facultativa o voluntaria están Santiago Pedraglio, Walter Alván
—eso está en la ayuda memoria inclusive de todos los señores congresistas— Aníbal
Quiroga, Alberto Borea, Domingo García Belaúnde. De modo que hay un matiz en todo caso
de opinión, como es democrático y legítimo expresarlo así. Le doy la palabra al congresista
Castro Stagnaro.
Llama la atención que el APRA tenga una posición tan liberal, porque precisamente el voto
absolutamente facultativo es producto de una concepción absolutamente liberal de la
sociedad y, en consecuencia, nosotros los Social Cristiano tenemos una posición
completamente diferente y aquí hablamos básicamente de un tema de principios.
Por lo tanto, la posición del Partido Popular Cristiano en este aspecto es ha sido y será, que
mientras en el Perú no exista una condición de verdadera libertad sobre la base de la
educación de los ciudadanos, no podemos asumir una posición tan liberal de dejar librado
el destino de millones de seres humanos a su falta de conocimiento respecto de lo que la
política y el ejercicio verdadero de la libertad significa.
Resulta curioso que Mauricio Mulder sostenga que para fortalecer la democracia,
Presidenta, haya, precisamente, que abandonar a su suerte a millones de seres humanos en
vez de enseñarles el camino de la democracia. La democracia es un tema que se aprende, se
perfecciona y se ejerce y en el ejercicio de la democracia está, precisamente, todo aquello
que significa un proceso de maduración ciudadana que en el Perú y en eso coincido, todavía
no se da en la dimensión que se requiere.
Pero esto es, para nosotros señora Presidenta, fundamentalmente un tema de ética. Hay
quienes desde la comodidad de su periódico y de su editorial, critican esta posición, pero
para nosotros que fuimos los que pusimos en la Constitución de 1979 la obligatoriedad de
la enseñanza por parte del Estado y que incluimos el capítulo de derechos humanos, no
podemos admitir que un tema tan importante como decidir los destinos propios y, en todo
caso, asumir la responsabilidad que significa ejercer el derecho del voto, herramienta
poderosa del ciudadano, quede librado a un evento tan liberal como es el hecho de asumir
facultativamente este deber ciudadanos, porque no solamente es un derecho, es un deber
ciudadano.
Por otro lado, definido el tema principista y de conceptos, hay un tema de legitimidad en
los mismos argumentos que señalaba Mauricio se indicaba que muchos ciudadanos no son
consientes del ejercicio del derecho de voto o, en todo caso, no recuerdan por quién han
votado, pero si eso votando es así, imagínese lo que sería no votando; imagínese lo que
sería dejando a millones de seres humanos que no han tenido ni la educación suficiente ni
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la llegada de los partidos políticos con su labor evangelizadora, con su labor educadora, con
su labor de responsabilidad política ciudadana de llevar su mensaje, imagínese lo que sería
una elección de un Presidente de la República en el Perú.
No estamos hablando de los ejemplos que el doctor Mulder ha señalado, Europa, los
Estados Unidos, en fin, países liberales, países ricos. Estamos hablando de un país con
serias carencias. Imaginemos lo que sería elegir a un Presidente de la República con el 30%
del voto ciudadano o un Congreso con el 15 o el 20% del voto ciudadano.
La verdadera obligación del Estado y de los políticos y en eso coincido con el congresista
Mulder es, efectivamente, educar y ahí hay una tarea y creo que la tarea tiene que empezar
por lo menos mientras la democracia en el Perú no haya madurado, con un voto
absolutamente obligatorio.
Demás está decir que hay que priorizar la lucha contra el analfabetismo, aproximar al
Estado a las zonas en donde no tiene presencia y también coincido en consolidar el sistema
de partidos políticos.
Gracias, Presidenta.
Lo que hay que buscar aquí es la naturaleza del voto, ¿por qué se vota? Porque es el
ejercicio de una función pública y la función pública hay que cumplirla. No se trata de que
el Estado le concede como una gracia al ciudadano que vaya o no vaya a votar.
Al ser una función es ineludible, ahora cuando uno va a las urnas puede tomar diversas
actitudes, puede viciar el voto, puede votar en blanco y puede votar a favor de alguien, así
que nadie lo está presionando para que vote en un sentido determinado.
Hay que darse cuenta que en el Perú cuando hemos tenido grandes resultados electorales,
es porque ha habido grandes caudillos. Por ejemplo Manuel Pardo cuando convoca a una
manifestación en la Plaza de Acho y esa multitud entusiasta de entonces, le dice, cuadrarse
y militarmente se cuadran en la Plaza de Toros ante la consigna de Manuel Pardo, porque
fue un líder hasta que fue asesinado.
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No sé por qué sonríe Estrada Choque, es un hecho histórico, pero se puede comprobar
leyendo. No, usted no se llama Estrada Choque, sino Bedoya de Vivanco. (Risas). Tengo un
ligero estrabismo.
Después Piérola. Piérola fue otro conductor de masas, por eso es que logró una posición de
dignidad ante la claudicación del pradismo en la Guerra con Chile y fue elegido Presidente
del Perú plebiscitariamente en 1895 y Leguía fue otro conductor y Sánchez Cerro pese a
que fue el régimen de la zoocracia y el canibalismo como dijera Federico More, también fue
un conductor en su momento.
Ahora, ha habido figuras como Fernando Belaúnde Terry que ha sido un conductor de
masas, el padre de Javier Bedoya que ha sido un gran conductor y hoy tiene 90, 91 años y
no está en la actividad, pero no hay un gran liderato, no hay grandes líderes en la izquierda
y en la derecha en el Perú, entonces, eso para conducir a las masas y seducirlas para que
vayan a votar, eso va ser difícil en el futuro.
Entonces, dejar el voto libre significa abrir las puertas a que cuando los regímenes no
puedan cumplir o cumplan tardíamente sus promesas, ha sido una minoría la que ha
elegido a estos, por lo tanto, están descalificados y que esas minorías existen está aquí, por
ejemplo, las encuestas que nos han presentado los documentos que tenemos a la vista.
El año 1980, se ausentó el 20%; en una elección posterior el 27%, entonces, eso es muy
grave porque eso disminuye la legitimidad de la votación.
Soy un funcionario público y a la coacción de ir a votar tal como le plazca, entonces, eso va a
dar lugar a un ausentismo masivo que el día de mañana los golpistas dirán, estas elecciones
son unas elecciones apócrifas, estas elecciones no representan a la nacionalidad peruana y
a mover los cimientos del régimen.
Por eso es que no podemos, es decir, el discurso de Mauricio es bueno para Suiza, pero no
es para acá, no funciona aquí, es una posición peligrosa.
Ahora, se cita a Santiago Pedraglio, a Walter Albán y a Aníbal Quiroga como doctrinarios de
esto, pero estos señores no han participado en una elección nunca. Es una opinión de
gabinete.
Alberto Borea, mi dilecto amigo a quien yo le tengo tanta estimación, un hombre realmente
valioso, un gran constitucionalista, es un hombre que comenzó como Social Cristiano, fue
un gran aprista y después tuvo que tomar diversas cartas porque no se ubicaba. Así que la
opinión de Alberto en esto la tomo con reservas.
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Por lo tanto, yo creo que este es un proyecto que debe ser aplazado para circunstancias
políticas y sociales más positivas para el Perú. Si esto lo aprobamos será una gran
ingenuidad histórica, porque ya veo el manifiesto de algún golpista del año 2018. Hemos
decidido acabar con el régimen imperante, porque sólo una minoría es la que lo ha elegido
y esa minoría no representa a la Nación, por lo tanto, nosotros que sí representamos a las
masas, ante la crisis social, económica y moral del Perú hemos decidido deponer a este
régimen usurpador, a este régimen ilegítimo a espaldas de la República. No se necesita
mucha imaginación para ver que eso vendrá en su momento.
Billinghurst, por ejemplo, que era ultra popular fue derrocado manu militari, entonces,
Bustamante por sus errores, Víctor Raúl fue proscrito, etcétera, por consiguiente, todas
esas circunstancias no son del siglo XIX, son de hoy, son recientes, son contemporáneas,
son argumentos, por lo tanto, que nos deben hacer reflexionar respecto a esto.
Ahora, el partido insiste en el tema, por supuesto que contará con mi voto a favor del
ausentismo electoral.
Acá hemos escuchado al maestro Valle Riestra que habla a favor, pero en contra; de
repente, quisiéramos escucharlo que hable en contra y vote a favor, no lo sé, en fin.
El señor VALLE RIESTRA GONZÁLEZ OLAECHEA (PAP).— Es que ustedes como no han
estudiado el marxismo no son dialécticos. No sólo los apristas sí tenemos ese origen.
El señor GARCÍA BELAÚNDE (AP).— Pero lo apristas más que marxistas son González
pradistas y eso es un caos, una anarquía.
El señor VALLE RIESTRA GONZÁLEZ OLAECHEA (PAP).— ¿Por qué? Porque supo poner
el dedo en la llaga.
El señor VALLE RIESTRA GONZÁLEZ OLAECHEA (PAP).— Ya está con don Manuel
González Prada, no señor. Lea, relea González que tiene una gran actualidad.
El señor GARCÍA BELAÚNDE (AP).— Pero era el hombre más negativo del Perú también.
El señor VALLE RIESTRA GONZÁLEZ OLAECHEA (PAP).— Y nos dejó una gran herencia
de crítica ante la oligarquía, ante el civilismo y ante las traiciones cometidas por la clase
dominante del Perú.
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El señor GARCÍA BELAÚNDE (AP).— Pero no formó nada, señora Presidenta, formó
enemigos de la Patria.
.El señor VALLE RIESTRA GONZÁLEZ OLAECHEA (PAP).— Veo que no ha leído a
González Prada, un día le mando las obras completas.
El señor GARCÍA BELAÚNDE (AP).— He leído no solamente a González Prada, sino a las
obras que publicó el hijo de González Prada, entre ellas la más interesante de todas, pero en
fin.
El señor VALLE RIESTRA GONZÁLEZ OLAECHEA (PAP).— González Prada publicó una
cosa como redes para captar la nube en un trabajo de Alfredo González Prada que se
suicidó del piso 22 de un hotel en Nueva York. Esas redes para captarlo a usted que es un
hombre tan valioso con una dinastía familiar tan importante no se aparte de esa dinastía de
talento y de comprensión democrática.
Alfredo González Prada que fue el gran editor de las obras de su padre, evidentemente.
Efectivamente dice, hace bien Valle Riestra decir que murió y se suicidó, se tiró de un hotel
del piso 12 frente al Central Park en Nueva York. Es cierto, ¿por qué? Pero, ¿por qué se
suicidó? Porque el médico le había dicho días antes que tenía un tumor en el cerebro y
tenían que operarlo y él no quería operarse, además porque la operación no iba tener
ningún tipo de éxito y él se suicidó por eso. Pero después que se suicidó, le hicieron una
autopsia y descubrieron que no tenía ningún tumor, o sea, fue una suicido muy absurdo.
El señor GARCÍA BELAÚNDE (AP).— Así es. En fin, simplemente para completar lo que ha
dicho Gonzales Prada, para que vea que sí conozco no solamente sus obras sino además a
su descendencia...
Señora Presidenta, este proyecto de ley de crear el voto facultativo es un pensamiento que
ha sido, una idea que ha sido muy discutida, yo mismo estoy de acuerdo con el voto
facultativo y presenté un proyecto en ese sentido, pero los proyectos han sido rechazados
en tres oportunidades, archivados en tres oportunidades, el 30 de marzo de 2006 con la
legislatura anterior se archivó un proyecto presentado por Valencia Dongo, en mayo de
2008 la Comisión de Constitución presidida por Velásquez Quesquén envió al archivo otro
proyecto de ley, que creo que era de Pastor esta vez y votaron a favor Valle Riestra, aunque
sabemos que está en contra, Vargas, Mulder, Torres Caro y Velásquez y en contra Bedoya,
Estrada, Castro, Moyano, Fujimori, Mayorga y Reymundo.
En todo caso, han debido tener un poco de ingenio los autores y plantear otra cosa
diferente, por ejemplo, que el voto sea facultativo para las elecciones municipales como lo
era en el pasado y no entrar al voto general, eso hubiese sido una cosa más ingeniosa...
El señor VALLE RIESTRA GONZÁLEZ OLAECHEA (PAP).— Por ser voto municipal no
tiene las consecuencias políticas gravísimas de que sea el Estado mismo y el gobierno
central el que pueda ser víctima de un sismo...
El señor GARCÍA BELAÚNDE (AP).— ... yo se la doy si es que lo solicita Valle Riestra, no
hay problema.
Pero, lo que quiero decirle con esto, señora Presidenta, por qué esta falta, esta insistencia,
esta persistencia y unida a una falta de imaginación, vayamos al voto facultativo municipal
a ver que pasa, es cierto, acá los amigos de Unidad Nacional y otros temen que esto sea
manipulado por el Apra, pero ya el Apra no es el partido de masas que era en el pasado.
Claro, el Apra antes llevaba gente inmensa con camiones a votar, hay las famosas frases del
voto con butifarra y con pisco, pero todo eso ya es parte del pasado y finalmente somos
muchos los peruanos para que el Apra pueda llevando camiones cambiar una votación
significativa, quizás municipal, sí, en pueblos relativamente pequeños, de pocos electores;
pero, en el tema de una elección general tendrían que llevar a camiones a casi todo el Perú,
es decir, dos, tres o cuatro millones de habitantes o de votantes llevarlos para que puedan
cambiar, creo que eso es muy difícil que lo puedan hacer.
Y, eso del pisco y la butifarra fue una frase aprista que se dio en la Plaza de Acho en 1931,
entonces no nos endilguen a nosotros lo que fue más bien denuncia por parte nuestra, nada
más.
El señor GARCÍA BELAÚNDE (AP).— ... bueno, el presidente Belaúnde decía refiriéndose a
las campañas que tuvo con el Apra: "sin matones, sin camiones y sin millones", y eso no se
refería al PPC, definitivamente.
Quería también señalar lo que Víctor Andrés menciona no es cierto, nosotros no tenemos
temor de que el Apra lleve gente en camiones o no lleve gente en camiones, no es ese el
fundamento de nuestra oposición al proyecto del voto facultativo, que lo hemos señalado
claramente, por un lado.
Por otro lado, en todo caso creemos que quienes reciben ayudas foráneas podrían tener
más posibilidades de cometer estropicios en una campaña electoral y no somos ajenos a
ese conocimiento, pero no por eso vamos a legislar coyunturalmente, legislamos por
principios y creo que esa línea debe mantenerse.
El señor GARCÍA BELAÚNDE (AP).— Simplemente estamos haciendo una reflexión sobre
el tema, la idea no es entrar con debate de Mulder, que veo que ha regresado recargado
para debatir, encantado.
Pero, en todo caso, señora Presidenta, nosotros partimos del principio que y lo dice la
propia Constitución, nosotros partimos del principio que el voto es un derecho, o sea, todos
tenemos derecho a casarnos, nadie nos puede obligar a casarnos, podemos participar,
tenemos el derecho de participar, de elegir y ser elegidos, pero no tienen por qué
obligarnos a elegir y de manera compulsiva con multas y con una serie de sanciones que
recortan nuestro derecho a la ciudadanía.
Creo que el momento ya se vio, ya se discutió, hay motivos sobradamente válidos a favor y
en contra, aquí se ha mencionado Europa, nosotros tenemos una democracia más antigua
que la europea en muchos casos, más antigua que la española, más antigua que la italiana,
más antigua que la griega, más antigua que la portuguesa. Bueno, nuestra democracia es
más antigua que esas democracias, sin embargo, ellos tienen el voto facultativo, nosotros
tenemos un voto obligatorio.
Hay elecciones donde la gente no necesita votar porque hay un candidato seguro, porque
están tranquilos y hay otras elecciones muy disputadas donde van más gente a votar, no
hay regla exacta sobre eso, señora Presidenta, votan más o menos de acuerdo a las
circunstancias y yo estoy seguro que ahora en España después de lo que está pasando, con
la crisis inmensa que tiene el gobierno español, el paro inmenso que existe, la crisis
económica y que ha sido abucheado Rodríguez Zapatero en los últimos días, evidentemente
estoy seguro que las próximas elecciones irá a votar mucho más gente de la que fue a votar
antes.
De eso se trata, de que la gente pueda evaluar exactamente si quiere o puede o debe ir a
votar o no, que pueda hacerlo libremente, porque su voto va a ser mejor pensado y lo va a
elegir mucho mejor en Colombia el voto facultativo y la democracia colombiana funciona
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bastante bien hasta el día de hoy. En Venezuela el voto es obligatorio pero no hay multa,
entonces yo creo que es difícil poder escribir una teoría exacta sobre lo que significa uno u
otro sistema.
Pero, insisto, habiendo sido rechazado tres veces en los últimos tres años, me parece
impertinente discutirlo en este momento, en todo caso que venga un proyecto diferente
con algún tipo de modificación, con una mayor creatividad y podemos discutirlo, señora
Presidenta.
La gran lucha por la democracia en el mundo y en el Perú es lograr que tengan derecho a
votar la mayor cantidad de ciudadanos, en ese sentido, que tengan derecho a votar no
significa sin embargo que todos estén obligados a votar, el derecho a votar es una cosa, la
obligación de votar es la que debe estar cuestionada y debe ser proscrita en nuestro
sistema.
Cuando acá se dice, que no se puede hoy día implementar el derecho al sufragio y el voto
facultativo, se está diciendo el mismo discurso del siglo XIX, es decir, los que no tienen
renta no están capacitados para votar, los gamonales, las clases poderosas, los señores
feudales, no querían que voten los otros porque solamente ellos tenían derecho a votar, es
el mismo discurso que hoy día lo repetimos, es el mismo discurso que se utilizó contra las
mujeres para que no votaran; no están preparadas para votar, porque finalmente el marido
en la casa es el que va a decidir y seguramente no la mujer, es el mismo discurso, señora
Presidenta.
En el párrafo primero, del artículo 31.°, los ciudadanos tienen derecho a participar en los
asuntos públicos, es un derecho, señora Presidenta, aunque en este mismo artículo casi
esquizofrénicamente se dice del modo siguiente: el voto es personal, igual, libre, secreto y
obligatorio hasta los 70 años, libre y obligatorio, he ahí el contrasentido absurdo que tiene
nuestra Constitución y que estamos obligados a modificarla.
Ya se ha dicho acá, que la mayoría de los países en Europa y América Latina han establecido
que el voto debe ser facultativo, incluso en aquellos donde se dice que el voto es
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obligatorio, se establece en gran parte de América Latina, que siendo obligatorio sin
embargo no se sanciona, consecuentemente es una modalidad el voto facultativo.
Ya se ha mencionado que sólo Chile, Uruguay, Ecuador y Perú, han quedado como votos
obligatorios con sanción y existe en América Latina, señora Presidenta, el ejemplo de
Colombia que tiene la experiencia de la más larga violencia política que se está
produciendo desde la década del 40 y sin embargo tiene voto facultativo y su democracia
se ha fortalecido y han recibido el embate de la violencia para destruir esa democracia y la
han resistido con el voto facultativo.
De tal manera, que no solamente son los académicos, también los que han hecho política y
han participado en elecciones ganando o perdiendo, señora Presidenta...
El señor VALLE RIESTRA GONZÁLEZ OLAECHEA (PAP).— Una palabra, que no haga esa
apología tan desmesurada de Javier Alva Orlandini, quien fue que en 1962 promovió una
acción callejera y una intriga militar para que se desconociera la victoria de Víctor Raúl
Haya de la Torre.
El señor GARCÍA BELAÚNDE (AP).— Tampoco, tampoco, colega Valle Riestra, yo creo que
es una exageración, es un estupendo militante de Acción Popular, pero sobre todo es un
jurista y siempre ha sido un buen abogado. Hubo fraude el año 62, hay que leer las
declaraciones de Ramiro Prialé en Caretas de aquella época, creo que es julio del año 62
donde reconoce que hubo fraude, si el propugnó o Alva Orlandini hizo algún tipo de
gestiones para superar o corregir este problema, es diferente, pero ahí hay antecedentes
clarísimos del fraude del año 62 que influenció o no notablemente en el resultado es otro
problema, pero que hubo irregularidades en esas elecciones, las hubo, señora Presidenta.
Eso ha sido la línea de todos los partidos democráticos históricos del Perú. Ser dueños de
las calles y en las ánforas por intrigas civilistas de ese tipo, perder las elecciones.
Javier Alva Orlandini, fue elegido por el voto popular después e incluso fue presidente del
Tribunal Constitucional y nadie puede, por eso, hoy en día, cuestionar su trascendencia
democrática; pero además el tema no era ese.
El tema era cómo los que participan en la vida política también opinan a favor en este tema
y no solamente los académicos. Claro, hay muchos otros académicos, como García
Belaúnde, por ejemplo, el que sabe derecho constitucional, Domingo, también ha opinado a
favor.
De tal manera, señora Presidenta, que está clarísimo que no solamente son los académicos,
sino también los políticos.
Esto ha hecho, señora Presidenta, que la clase política vaya asumiendo además esta
propuesta. Tengo acá el plan de gobierno del Partido Nacionalista. Acá está, el Plan de
Gobierno del Partido Nacionalista 2006-2011, y dice en la página 52 de su plan de gobierno
lo siguiente: "Propondrá la reforma constitucional la no obligatoriedad de la votación
ciudadana", el Partido Nacionalista.
Yo espero que hoy día van a honrar su propuesta electoral, votando a favor de la no
obligatoriedad del voto ciudadano.
Señora Presidenta, en realidad, hay muchos discursos a favor del voto facultativo. Yo voy a
mencionar algunos:
Dice, por ejemplo, que defiende la libertad individual. El ejercicio de la democracia sólo
puede ir acompañado de la libertad de participar. Otorga mayor legitimidad a la autoridad
elegida, ya que ésta será elegida por personas que, en verdad, cree en ellas. Envuelve de
transparencia el sistema político. El voto facultativo debería promover propuestas
programáticas, debates políticos de mejor contenido y debilitará la tentación del discurso
populista.
Estos, señora Presidenta, son argumentos contundentes, sólidos. ¿Y quién firma esto,
señora Presidenta? Bedoya de Vivanco, Castro Stagnaro. Proyecto de ley presentado por el
partido del señor Bedoya.
Acá está, está su firma. Acá está su firma, acá está el proyecto. Autores: Eguren, Lourdes Pía
Luisa, Galarreta Velarde, Mallqui, Bedoya de Vivanco. Está colgado en el portal del
Congreso.
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La señora PRESIDENTA.— Javier, adelante.
El señor VARGAS FERNÁNDEZ (PAP).— Muy bien, entonces ha quedado claro por qué
razones firmó; pero ha dejado comprometido al señor Castro Stagnaro que no era vocero
de la bancada.
De tal manera, ya ve usted, la política tiene que tener coherencia, sino nos vemos en
problemas.
Señora Presidenta, esto ha generado, además, que se pronuncie sobre estos temas no
solamente los académicos y los políticos, el Jurado Nacional de Elecciones ha expresado la
necesidad de imponer el voto facultativo, lo mismo que la ONPE.
Entonces, señora Presidenta, eso nos lleva a que los partidos políticos tienen que
organizarse mejor para las campañas y no sólo para las campañas. Que los partidos
políticos tienen que llevar mejores mensajes a sus representantes para poder movilizarlos.
En las elecciones del año 1993 en Venezuela, siendo obligatorio el voto, había un
ausentismo del 60%, porque ese también fue un acto voluntario de decirle "no" a una
posibilidad de un fraude, señora Presidenta.
De tal manera, que el ausentismo no necesariamente tiene que ver con la obligatoriedad del
voto, sino, reitero, con la capacidad que tenemos los políticos de convocar a los ciudadanos.
Por lo demás, el voto voluntario abundará al fortalecimiento de los partidos, a que sean
partidos que se interesen por tener una dimensión nacional, que modifiquen sus
propuestas programáticas, que tengan una concepción ideológica, que ayuden, reitero, a
movilizar a la opinión pública; y eso hace, señora Presidenta, que se proscriba del sistema
político a los improvisados, a los outsider, a los que aparecen un día momentáneamente,
emocionalmente, arrastrando votos sin tener ninguna coherencia.
Uno de los grandes defectos que tiene nuestra democracia, señora Presidenta, es
justamente ese, el defecto de que podemos ser víctimas de cualquier antisistema que llegue
el poder. Podemos ser víctimas de los improvisados que no tienen ninguna trayectoria
democrática.
Por último, debo decir que, como parlamentarios y como políticos, también tenemos la
obligación de mirar hacia el pueblo, de escuchar al pueblo. La última encuesta dice que el
86% de los ciudadanos están de acuerdo con el voto voluntario, señora Presidenta, y hay
que escucharlos por eso, para eso nos han elegido también.
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De tal manera, señora Presidenta, reitero, estamos absolutamente de acuerdo —además
soy el autor de la propuesta— en establecer el voto voluntario ahora, antes que sea muy
tarde, para defender, justamente, el sistema.
No es verdad que el voto obligatorio de más legitimidad a los elegidos, a los gobernantes.
No es cierto, porque es un voto —como su nombre lo dice— obligatorio, que no
compromete al ciudadano absolutamente en nada.
Por eso es que se elige hoy día un representante, un alcalde, un presidente del gobierno
regional y a los dos meses ya no tiene ningún respaldo popular porque no ha sido un voto
comprometido, porque no fue un voto de gran conciencia cívica, señora Presidenta.
En consecuencia, Presidenta, lo que hemos señalado es que en una sociedad que vive en
condiciones tan precarias de educación y de democracia, eliminar el voto obligatorio es,
precisamente, atentar contra la libertad individual de las personas. Y esto, porque nosotros
creemos en una sociedad comunitaria, Presidenta, que tiene bienes sociales que ponderar y
valorar, y el derecho a la educación y el derecho a educar en democracia es un derecho que
no se puede proscribir.
Esto de considerar que el número de votantes es lo que da legitimidad a una elección, son
galimatías, es como diría Borges: "Un abuso de la estadística".
De hecho ha habido voto obligatorio en el Perú en los últimos años, ha habido seis golpes
de Estado en los últimos 60 años. O sea, la obligatoriedad del voto no enervó la posibilidad
de un golpe de Estado.
Señora Presidenta, reitero, yo creo que le hace bien a la democracia establecer el voto
facultativo en el país.
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De manera que, Presidenta, realmente hay una extraña desesperación para tener que
aprobar esto del voto facultativo, inclusive trasgrediendo el Reglamento del Congreso que
viene a ser ley para nosotros y de cumplimiento obligatorio.
De otro lado, también hubo una oferta suya, señora Presidenta, y valga la oportunidad de
señalarlo, en que debió realizarse un conversado entre los miembros de las diferentes
bancadas, a fin de poder establecer un cronograma de debate sobre reformas
constitucionales que no se ha concretado. Esto como cuestiones absolutamente generales.
Ahora, en lo que respecta al dictamen mismo, Presidenta, aquí hay algunas constataciones
que no son ciertas y cuando llegan, efectivamente, a la opinión pública a través de los
medios de comunicación, en el punto 2, por ejemplo, hacen una referencia a las
Constituciones de 1823 hasta la de 1933 inclusive, y señalan que cada una de estas
Constituciones, hasta la de 1920, establecían el voto voluntario o facultativo. Sin embargo,
esto no es tampoco cierto desde el punto de vista histórico, desde el punto de vista objetivo
y lo que nos enseñan cada una de estas Constituciones.
Porque las Constituciones del año 1823, lo que han establecido en materia del derecho o
del poder electoral que denominaban, era un derecho de sufragio censitario. ¿Por qué
razón censitario? Porque estaban exclusivamente ligadas al poder económico, al estatus
social que tenían cada uno de los representantes. Sus elecciones eran a través de colegios
electorales, eran a través de parroquias.
Vea usted, si tuviera que implantarse aquí, en el país, el voto voluntario, cuan grave sería.
Porque acá tenemos un cuadro sobre el ausentismo en las elecciones presidenciales
solamente de 1962 hasta el 2001.
Mire usted, por ejemplo, en el año 1962 (y haciendo obligatorio el voto) hubo un
ausentismo del 11%; en 1980, 21%; en 1990, 22%; en 1995, 26%; en el año 2001, 17%;
etcétera, etcétera.
Si esto se da, este ausentismo se presenta estando obligatorio el derecho al voto con un
voto absolutamente facultativo o voluntario, el ausentismo sería sumamente grave, y al ser
grave, señora Presidenta y señores congresistas, la falta de legitimidad para un Presidente
de la República, la falta de legitimidad para los congresistas realmente sería catastrófico,
sería grave. Entonces ingresaríamos a una etapa de inestabilidad política.
En todo caso, señora Presidenta, si se quisiera alcanzar una auténtica legitimidad para
congresistas, inclusive como alguna vez se insinuó, tendría que haber hasta una segunda
vuelta. Esta es la situación real.
Y esto no lo digo yo, señora Presidenta, simplemente porque yo quisiera. Porque vea,
también existe otra teoría en materia de lo que significa el derecho subjetivo que nace, por
supuesto, en el derecho alemán, y es lo que se denomina, señora Presidenta, el derecho, la
situación jurídica subjetiva, y que acá en el país lo desarrolla de manera adecuada esta
teoría de la situación jurídica subjetiva es nada menos el doctor Fernández Sesarego, quien
dice: "El sujeto de derecho dentro de una determinada situación jurídica subjetiva, es el
centro de convergencia en dinámica atención de derechos, facultades, poderes, deberes,
prerrogativas, obligaciones que los que le son atribuidos al sujeto por el ordenamiento
positivo".
Entonces no hay ninguna transgresión al derecho subjetivo cuando desde la norma jurídica,
en este caso, desde la norma constitucional se está considerando también el derecho al
voto como un deber, un derecho deber. Y esta es la concepción que se tiene en momento
actual.
Y, bueno, de otro lado, qué es lo que se viene presentando acá, ¿la implantación de un
derecho o de un voto facultativo qué implica? Implican dos cosas fundamentales: en primer
lugar, una institucionalización altamente desarrollada en el país.
Aquí en el Perú, señora Presidenta, y señores congresistas, lo que se debe señalar es esa
institucionalidad aquí en el Perú, ¿en qué momentos históricos ha sido destruida? Aquí
tenemos que ponernos a pensar, porque acá los grandes colegas de acá que discuten desde
el punto de vista histórico que nos ilustran bastante, pero en qué momento también en el
Perú se empieza a romper esa institucionalidad que se ha venido construyendo a lo largo
de 108 años que es el momento actual.
Es obvio que nosotros no podemos dejar de mencionar las dictaduras del señor Francisco
Morales Bermúdez y que dio lugar aquel paro de julio de 1977. Para esto ya se habían
empezado a destruir las organizaciones sindicales, para esto ya se había desaparecido casi
casi a la Federación de Empleados Bancarios, y posteriormente es lógico, a partir del 5 de
abril de 1992, con la dictadura del señor Alberto Fujimori, el desprestigio de los partidos
políticos, el desprestigio del Congreso.
Estos son los episodios históricos que nos hacen encontrar ante una falta de
institucionalidad acá en el país. Y al estar entonces en una falta de institucionalidad en el
país, tener que implantar el voto facultativo, simple y llanamente es desconocer algo
importante, algo trascendental, algo histórico, algo de principio al que hacía mención Raúl
Castro, ¿cuál es esto? El derecho de participación de la población, con la única forma que
tiene de participar el pueblo es a través de las elecciones; es a través del acto electoral, y a
través de ese acto electoral, elegir qué, elegir a las autoridades políticas en el país, elegir a
las autoridades políticas que vienen desde el Poder Ejecutivo, el Presidente de la República
y cada uno de los congresistas; elegir a los representantes a los gobiernos regionales, a los
gobiernos locales.
Entonces aquí en el Perú, el voto obligatorio, señora Presidenta, y como en muchos otros
países, se trata de una reivindicación histórica, se trata de una reivindicación
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constitucional, y esto es así. Porque también acá nosotros no podemos hacer mención
después de lo que se ha hecho referencia al voto, al sufragio censitario, vea usted por
ejemplo, en el año 1931, quiénes eran los que votaban, únicamente los analfabetos, nada
más que ellos.
En el año de 1933, las mujeres obtienen el derecho a votar en las elecciones municipales,
totalmente restringido.
Recién, el año de 1979 se permite el sufragio universal para varones y mujeres, entonces el
voto obligatorio constituye una reivindicación histórica que no puede ser borrado de un
plumazo, que no puede ser borrado no porque se tema al Partido Aprista por su nivel de
organización, más bien deberían sentirse orgullosos y felices ellos de contar con una buena
estructura partidaria. Pero no pasa por ahí la cosa, sino que no se puede permitir que el
pueblo tenga que ser recortado en sus facultades de poder elegir y tener el voto como un
derecho y como un deber.
El señor MULDER BEDOYA (PAP).— Que me cite con propiedad, él está argumentando lo
contrario a lo que he dicho. Como que yo hubiese dicho que el pueblo es ignorante. Yo lo
que al contrario sostengo es que quienes están defendiendo la obligatoriedad del voto lo
defienden en función de decir que el pueblo es ignorante y por lo tanto hay que obligarlo a
votar. Pero como lo está señalando él, me está imputando a mí el haber soltado un adjetivo
grueso contra el pueblo, cosa que es absolutamente falso.
El señor MAYORGA MIRANDA (GPN).— No, ya aceptada, y era en ese sentido, Presidenta.
Porque se nos dice a nosotros de que nos queremos amparar en la ignorancia del pueblo.
Es que nosotros, los que estamos en contra del voto facultativo.
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Pero lo que se tiene que señalar es la falta de cultura cívica, la posibilidad del acceso al
conocimiento de la Constitución Política que pueda tener o no, y este no es un problema
propio del país, este es un problema a nivel de Latinoamérica, por supuesto. Entonces, si es
que nosotros no cumplimos con esa tarea elemental de la difusión de la Constitución de dar
una educación cívica al pueblo, tampoco estamos cumpliendo con nuestras funciones de ser
representantes del pueblo.
Ahora fíjese también se señaló de que el Partido Nacionalista en su programa había dejado
señalado sobre la cuestión del voto facultativo. Esa es una propuesta que evidentemente se
lanzó, pero nosotros no hemos llegado a ser gobierno, y evidentemente las circunstancias
son cambiantes, acá lo primero que se tendría que señalar es, y por qué, y por qué, las
promesas que están contenidas en el programa del Partido Aprista, por ejemplo el
restablecimiento de la Constitución de 1979 no se cumple, y ahí las cosas, o todo un
incumplimiento de promesas que se han venido formulando.
Entonces no puede utilizarse un rasero para medir a los demás y no para sí mismo. Yo creo
que la equidad política, la ética política, la decencia política tiene que ser uniforme
absolutamente para todos y cada uno de nosotros.
Señores congresistas, desde hace varias décadas en realidad venimos debatiendo este
asunto del voto facultativo, y por supuesto rechazándolo sistemáticamente. El sufragio se
ha dicho que es el medio idóneo para que la ciudadanía ejerza un derecho constitucional,
cual es el de elegir y ser elegido, y hay que tener en cuenta que es un derecho deber de
acuerdo a nuestra legislación.
Yo me pregunto: ¿Están dadas por ventura las condiciones para establecer el voto
facultativo? Indudablemente que no.
Además también indicaba que, bueno, había un porcentaje alto de analfabetos, personas a
quienes mayormente no solo no les interesaba, ignoraban absolutamente lo que significaba
hacer uso del derecho del sufragio, y así manifestaba de que se daban procesos electorales
en donde aparecían, vamos a decir 2000 inscritos y los votantes cuántos eran cuando era
facultativo del voto, simplemente 200, 250; decía todo un verdadero escándalo.
Manifestaba que hasta en eso éramos un pueblo subdesarrollado que había que
necesariamente poner interés en todas estas facetas para recién poder pensar poder,
diríamos así, imaginar en la necesidad de restablecer el voto facultativo.
Yo me pregunto y se ha dicho que el voto obligatorio viola la libertad. Bajo qué aspecto
puede violar la libertad del voto obligatorio, al contrario, señora Presidenta, el voto
obligatorio lo que hace más bien es que las personas, (6) que los ciudadanos acudan a
cumplir con un deber, y que además al cumplir con ese deber puedan también tomar
conocimiento de una serie de situaciones que necesariamente se dan en todos los procesos
electorales, y sobre todo lo relacionado a la elección de sus representantes: llámese
presidentes, llámense congresistas, presidentes regionales, gobiernos locales y qué sé yo.
Creo, señora Presidenta, que no somos el único país –y eso aparece inclusive del informe
que se hace de parte de los señores asesores— no somos nosotros el único país aquí en
Sudamérica en donde el voto es obligatorio, ahí está el caso de Chile, Ecuador, Uruguay y
Perú, inclusive un voto hasta sancionado cuando no se cumple, oiga usted, con la elección.
Y el otro caso de otros países también importantes como es el caso de Brasil, Argentina,
México, Paraguay, en donde no existe ninguna sanción para quienes no votan, pero el voto
sigue siendo obligatorio.
Quiero añadir a los ejemplos que está dando el doctor Estrada, lo que es el proyecto que
tengo entendido ya aprobamos en el Pleno, si mal no recuerdo, y que es precisamente un
proyecto del partido aprista, para efectos de legitimidad de elecciones regionales.
¿No hemos aprobado todavía? Muy bien, pero el proyecto existe, Presidenta. Y en todo caso,
lo que ahí se sostiene es que para que exista legitimidad en las elecciones de los
presidentes regionales debe acudirse a la segunda vuelta. Por qué, porque han sido
elegidos presidentes regionales con un escaso número de votantes, y, en consecuencia, ahí
sí el APRA está usando el criterio de la legitimidad.
De manera que quería agregar esto que con el cual estoy absolutamente de acuerdo,
además a la lista que mencionaba el doctor Estrada, tan ilustrativa.
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El señor ESTRADA CHOQUE (UPP).— Gracias, señora Presidenta.
Se ha dicho que el voto facultativo solucionará el problema del fortalecimiento del Estado y
sobre todo de la propia democracia, esto no es cierto. ¿Qué va solucionar, qué nos va
ayudar a superar todo ello? Va ser sin duda la acción del Estado, de nosotros mismos y de
los partidos políticos en tanto y en cuanto nos preocupemos, señora Presidenta, por llegar
a esas colectividades olvidadas por realizar verdaderamente una acción cívica, y se
entiende también de carácter política no solamente durante los procesos electorales sino a
todo lo largo de los días y un año.
En cuanto a los partidos políticos, por ejemplo, se estableció, oiga usted, la Ley de Partidos
Políticos, una ayuda en favor de estos para que puedan cumplir con esto que es obligatorio
hasta cierto punto, me refiero a ese estipendio económico, se dio el proceso electoral, se
establecieron el número de votos que había obtenido cada partido, y la prensa se encargó
inmediatamente de atacar por todos los medios y bajo todas las formas, sí, señora
Presidenta, haciendo que el dispositivo quede suspendido.
Tenemos partidos políticos, señora Presidenta, que no cuentan con recursos para llevar
adelante esa vida política y las acciones que...
Adelante.
El señor GARCÍA BELAÚNDE (AP).— Sí, Presidenta, pero si usted se fija bien, el texto del
proyecto del Ejecutivo es copia fiel del texto que yo presenté un año antes, señora
Presidenta.
Lo más importante aquí radica en que, y ojalá sea así, con el curso de los años,
implementando un sistema educativo de carácter cívico, llevando adelante los partidos
políticos sobre la base de recursos, una acción positiva, aquella que deben cumplirla de
acuerdo, inclusive, a sus programas de acción y la misma situación de la propia colectividad
que haga que se cambie todas estas situaciones y que el ciudadano resulte siendo alguien
que se identifique con los grandes problemas nacionales y con el que el estado de derecho
significa, allí sí va ser posible entrar al sistema del voto facultativo, mientras tanto, señora
Presidenta, no hay otra alternativa que seguir manteniendo el actual sistema de la
obligatoriedad del voto.
Muchísimas gracias.
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Señora Presidenta, estamos definitivamente ante una propuesta legislativa que ya sido
analizada tres veces y que ha ido al archivo.
Estamos ahorita ante un tema tal como está presentado, de socavar las mismas bases de la
democracia, ¿por qué, señora Presidenta? Porque en primer lugar nos habla de defender
los derechos de los individuos. Cómo defender los derechos de los individuos si la principal
preocupación debe ser el derecho de la sociedad no solamente cuando yo hablo de
derechos y obligaciones, por ejemplo, cuando hablo de pagar impuestos, no es solamente
un derecho, implica también un deber; cuando hablo de la necesidad de la educación
primaria o de la educación secundaria, no solamente es un derecho, un deber, y porque es
un derecho los padres o los chicos no van a decidir no estudiar; pero además, señora
Presidenta, el límite de la voluntariedad es esto, el límite es el bien común y la fortaleza de
la sociedad.
Por eso es que nosotros consideramos, el Partido Nacionalista, que estamos ante un tema
de defensa no solamente del sistema democrático sino de defensa del sistema del bien
común, pero además, señora Presidenta, quería traer a colación, cuando se discute en Chile,
en el 2004, el tema del voto voluntario.
Y sostiene además que el voto voluntario aumenta la influencia del dinero en las campañas
políticas puesto que se ven más favorecidos quienes tienen más recursos para incentivar el
voto y para movilizar a los electores. Esto también tiene sus implicancias en la
administración electoral puesto que habrá que administrar más recursos para movilizar a
los votantes, pero adicionalmente, señora Presidenta, del tema de democracia, el tema de la
desigualdad.
Y cuando hablamos de esta participación, no olvidemos del caso de Bagua. Cuando se habla
del problema de Bagua, mucha de la gente que no se podía identificar era precisamente
porque no tenía DNI, no tenía un documento de identidad, y si realmente queremos hablar
de una regeneración política, esto no pasa por excluir a los más pobres de la votación, al
contrario, tenemos que incorporarlos, tenemos que incluirlos, y como decían también en
una de las participaciones anteriores, hacer docencia en este sistema de democracia,
¿cómo?, incorporando a más ciudadanos, que mientras más ciudadanos participen en el
sistema democrático no solamente ayudaremos a construir la democracia sino ayudaremos
a evitar los fraudes porque la gente tiene derecho a participar, tiene derecho a decidir
quién y quiénes van a tomar las decisiones por ellos.
Dejamos constancia de la presencia del congresista Jorge del Castillo, y damos punto final
con la intervención del congresista Santiago Fujimori.
Prácticamente desde el año 2006 en que se inició este Congreso este tema se está
discutiendo y ya se han planteado aquí también los diversos argumentos en pro y en
contra. Yo creo que las posiciones están claramente definidas.
La señora PRESIDENTA.— Vamos a consultar la votación diciendo, sin embargo, que este
es un nuevo proyecto que se presenta aún con el mismo contenido, la materia, en fin, en el
inicio de esta legislatura o período anual de legislatura 2009.
[…]
El señor GARCÍA BELAÚNDE (AP).— Con la observación que hice, señora Presidenta.
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