Está en la página 1de 6

Olga Patricia Velásquez Ocampo

Ensayo sobre el Equilibrio Económico del Contrato

200810058084

La ley 1150 de 2007 en su artículo 4 establece:

De la distribución de riesgos en los contratos estatales. Los pliegos de condiciones o sus


equivalentes deberán incluir la estimación, tipificación y asignación de los riesgos previsibles
involucrados en la contratación. En las licitaciones públicas, los pliegos de condiciones de las
entidades estatales deberán señalar el momento en el que, con anterioridad a la presentación
de las ofertas, los oferentes y la entidad revisarán la asignación de riesgos con el fin de
establecer su distribución definitiva.

Hasta la expedición de esta ley la ley 80 de 1993 establecía mecanismos de aseguramientos


para algunos riesgos que se encontraban en la contratación estatal, dichos riesgos previstos
por la ley 80 de 1993 son:

1. Los riesgos de incumplimiento de proponentes y contratistas trasladados vía seguro o


aval bancario, tanto para las etapas precontractual, contractual y postcontractual.
– En etapa precontractual a través de la garantía de seriedad de oferta consagrada
en el artículo 25 # 19.
– En la etapa contractual y postcontractual mediante la garantía única de
cumplimiento art. 25 # 19 y decreto 679 de 1994.

2. Los riesgos de responsabilidad por daños a terceros efectuados por los contratistas del
estado, trasladado vía seguro de responsabilidad extracontractual exigible para ciertos
tipos de contratos de acuerdo con el decreto 679 de 1994.

3. El riesgo de ruptura del equilibrio financiero del contratista por causas que no son
imputables a éste (hecho del príncipe, potestades excepcionales).
4. Otras consecuencias derivadas de la ruptura del equilibrio financiero se encuentran
consagradas en los artículos 4, 5, 14, 17,27 de esta ley.

Para el desarrollo del tema del equilibrio económico del contrato es preciso señalar que este se
entiende como “la proporcionalidad o correspondencia existente entre las obligaciones y las
facultades de cada una de las partes del contrato conmutativo”, que nace a partir de su
celebración -generalmente- y que se encuentra concebido para regir el comportamiento de las
partes durante la relación contractual.1

Es a partir de lo anterior que mediante legislación y jurisprudencia se ha desarrollado la


obligación de resarcir la ecuación financiera de aquel contrato que se altere por actos o hechos
que no son atribuibles a las partes, que tienen como característica principal su imprevisibilidad
y que se da de manera posterior a la celebración del contrato. Esta obligación se encuentra
reflejada en pronunciamientos de la sección tercera del Consejo de Estado, entre estos:

1. Sentencia de 29 de mayo de 2003, expediente 14.577, donde se desarrolla el concepto de


equilibrio económico del contrato afirma:

“(...) Ha sido una constante en el régimen jurídico de los contratos que celebra la
administración pública, reconocer el derecho del contratista al mantenimiento del
equilibrio económico-financiero del contrato, como quiera que la equivalencia de las
prestaciones recíprocas, el respeto por las condiciones que las partes tuvieron en
cuenta al momento de su celebración y la intangibilidad de la remuneración del
contratista, constituyen principios esenciales de esa relación con el Estado.

1
Cfr. Régimen de Contratación estatal en Colombia. www.girardota.gov.co/index.php?...estatal...estatal-
en-Colombia
“En efecto, se ha reconocido que el equilibrio económico de los contratos que celebra
la administración pública puede verse alterado durante su ejecución por las siguientes
causas: por actos de la administración como Estado y por factores externos y extraños
a las partes.

“El equilibrio financiero del contrato no es sinónimo de gestión equilibrada de la


empresa. Este principio no constituye una especie de seguro del contratista contra los
déficits eventuales del contrato. Tampoco se trata de una equivalencia matemática
rigurosa, como parece insinuarlo la expresión “ecuación financiera”.

“Es solamente la relación aproximada, el ‘equivalente honrado’, según la expresión del


comisario de gobierno León Blum , entre cargas y ventajas que el cocontratante ha
tomado en consideración; ‘como un cálculo’, al momento de concluir el contrato y que
lo ha determinado a contratar.”

2. Sentencia de 4 de de febrero de 2010, Sección Tercera, consejero ponente: Enrique Gil


Botero. Radicación número: 16022.

Dicho pronunciamiento ratificando el sentido de equilibrio económico del contrato del


pronunciamiento del 29 de mayo de 2003.

3. Sentencia de 9 de mayo de 1996, Sección Tercera, Consejero Ponente: Doctor Daniel


Suárez Hernández. Radicación número: 10151

“Quiere la Sala precisar el entendimiento que debe dársele al principio del equilibrio
financiero del contrato, en el sentido de que cuando se presente una situación
imprevista, el cocotratante adquiere pleno derecho a que se le restablezca la ecuación
económica del contrato a un punto de no pérdida. No se trata de que la administración
colabore o ayude parcialmente al contratista para que éste pueda soportar el pasivo
que la ejecución del contrato le generó, como ha sido el acostumbrado criterio de
interpretación cuando el desequilibrio financiero obedece a causas imprevistas para las
partes contratantes. De ninguna manera. Considera la Sala, apartándose del criterio ya
tradicional en algún sector de la doctrina extranjera, e identificándose con el criterio del
legislador colombiano, que el equilibrio económico del contrato comporta para el
contratista una compensación integral, completa, plena y razonable, de todos aquellos
mayores costos en los que debió de incurrir para lograr la ejecución del contrato.”

Es en desarrollo de las anteriores providencias y de algunas sentencias como las proferidas, el


21 de junio de 1999, Radicación número: 14943; el 29 de abril de 1999, Radicación número:
14855, etc. donde se deducen tres eventos de desequilibrio económico del contrato:

a) Por actos o hechos de la entidad administrativa contratante.(acto particular de la


administración en ejercicio de su potestad de ejercicio y control)
b) Por factores exógenos a las partes del negocio. -Teoría inicialmente llamada de la
imprevisión.
c) Por actos de la administración general como estado. -Hecho del Príncipe.

Son estos dos últimos eventos, Hecho del Príncipe y Teoría de la Imprevisión donde es preciso
realizar un análisis de la jurisprudencia sobre el caso.

La teoría de la Imprevisión

“se presenta cuando situaciones extraordinarias, ajenas a las partes, imprevisibles y


posteriores a la celebración del contrato alteran la ecuación financiera del mismo en forma
anormal y grave, sin imposibilitar su ejecución.” 2Pero ocasionando que el contrato se torne
más oneroso.

2
Sentencia dictada el 29 de mayo de 2003, Radicación número: 14577, Magistrado Ponente: Ricardo
Hoyos Duque.
Para la procedencia de dicha teoría es necesario el cumplimiento de los siguientes requisitos
desarrollados en las sentencias de 29 de mayo de 2003, expediente: 14577 ;9 de junio de 2005
expediente: 14291.

-La existencia de un hecho exógeno a las partes que se presente con posterioridad a la
celebración del contrato.
-Que el hecho altere en forma extraordinaria y anormal la ecuación financiera del contrato.
-Que no fuese razonablemente previsible por los cocontratantes al momento de la celebración
del contrato.

Esta teoría se encuentra sujeta a la condición de que el contrato se torne excesivamente


oneroso para el contratista, cabe señalar que no procede la aplicación de esta teoría en el caso
de que dicho desequilibrio sea consecuencia de un acto proveniente de la administración-
entidad contraparte en el contrato- ya que esta una de las características que lo diferencian del
hecho del príncipe, donde el perjuicio ocasionado es imputable a la autoridad contratante.

En cuanto al restablecimiento de los sobrecostos ocasionados al contratista el Consejo de


Estado en varias etapas de análisis ha posicionado la línea según la cual el Estado debe pagar
al contratista los sobrecostos derivados del suceso imprevisible.

Sentencias Sección Tercera TEXTO DEL DOCUMENTO

Sentencia de 11 de se tiene que la fuerza mayor justifica la


Tercera Posición del Septiembre de 2010 inejecución del contrato y no determina
Consejo de Estado indemnización o compensación alguna en
Consejero ponente: Ricardo beneficio de la parte contratante, la cual
Hoyos Duque queda eximida de responsabilidad a pesar
de haber incumplido el contrato; en tanto
que la teoría de la imprevisión no justifica la
Radicación número: 14781 inejecución del contrato, se aplica cuando
el contrato se ha ejecutado con la alteración
de su ecuación económica y da derecho a
que el contratista obtenga el
restablecimiento mediante la compensación
correspondiente. (subrayado fuera de texto)
Sentencia de 26 de febrero Cuando se demuestra la ocurrencia del
Tercera Posición del de 2004 hecho imprevisible, posterior a la
Consejo de Estado celebración del contrato, determinante
Consejero ponente: Germán del rompimiento anormal y
Rodríguez Villamizar
extraordinario de la economía del
Radicación número: 14043
contrato, surge el deber de compensar
al cocontratante afectado el desmedro
sufrido. (subrayado fuera de texto)

Anterior a esta posición el Consejo de Estado planteó dos líneas, la primera donde el Estado
debía al contratista compensar por los sobrecostos en los que este incurrió para el
cumplimiento del contrato sorteando así los efectos de la imprevisibilidad, en esta posición se
encuentra la sentencia de 27 de septiembre de 1979, radicación número: 2742, en este sentido
la sentencia de 18 de abril de 1989, radicación número 5426.

De manera posterior se desarrollo la línea donde el contratista debía ser indemnizado


completamente cuando se produce un cambio imprevisible que provoca un desequilibrio en el
contrato, dicha línea se desarrolla en sentencia de 9 de mayo de 1996, radicación número:
10151, reiterada por la sentencia de 9 de abril de 1999 radicación número: 14855. 3

Otro de los eventos que pueden ocasionar el desequilibrio económico del contrato es aquel que
se da por actos de la administración general como estado, conocido como Hecho del Príncipe.

El factum principis se presenta cuando se produce una alteración grave en la ecuación


económica del contrato “a consecuencia de la incidencia refleja de un acto general y abstracto
que profiere la entidad contratante, en ejercicio de sus funciones públicas”

Para que se configure este hecho es preciso:

a. La expedición de un acto general y abstracto.

b. La incidencia directa o indirecta del acto en el contrato estatal.

c. La alteración extraordinaria o anormal de la ecuación financiera del contrato como


consecuencia de la vigencia del acto.

d. La imprevisibilidad del acto general y abstracto al momento de la celebración del


contrato.

Asimismo “la medida de carácter general debe incidir en la economía del contrato y alterar la
ecuación económico financiera del mismo, considerada al momento de su celebración” también
dentro del hecho del príncipe “… no quedan comprendidas […] aquellas decisiones y conductas
que correspondan a autoridades públicas distintas de aquella que es parte en el contrato de
que se trate ya sea que pertenezcan al mismo orden jurídico o a otro distinto. 4

“... sólo resulta aplicable la teoría del hecho del príncipe cuando la norma general que tiene
incidencia en el contrato es proferida por la entidad contratante. Cuando la misma proviene de
otra autoridad se estaría frente a un evento externo a las partes que encuadraría mejor en la
teoría de la imprevisión”.

“Y en este punto se observa que, si bien para que se pueda predicar la existencia del hecho del
príncipe se exige que la medida que incide de manera gravosa en el contrato provenga de una
autoridad distinta de la contratante, debe tenerse en cuenta que en algunas ocasiones, esa
persona jurídica contratante actúa a través de distintos representantes, sin que por ello pierda
su unidad e identidad, por lo cual, para efectos de determinar la existencia del hecho del
príncipe, ella sigue siendo una misma autoridad administrativa, actuando a través de dos de
sus órganos y en tal caso, será procedente alegar dicha teoría cuando la actuación de uno de
éstos, incide en el contrato suscrito por el otro, a nombre de la persona jurídica pública a la que
ambos pertenecen; al respecto, la doctrina francesa ha dicho: (…) 5

Un corta reseña de las sentencias emanadas del Consejo de Estado señalan la concepción de
esta teoría en el ordenamiento colombiano:6

3
Las tres etapas desarrolladas en el texto sobre el desarrollo jurisprudencial de la teoría de la imprevisión
se pueden confrontar en: La responsabilidad contractual del Estado ¿Una responsabilidad sin imputación?
http://foros.uexternado.edu.co/ecoinstitucional/index.php/derpri/article/viewFile/554/524 (01/10/2010)
4
Sentencia proferida el 4 de febrero de 2010, Radicación número: 16022, Magistrado Ponente: Enrique
Gil Botero.
5
Sentencia de septiembre 18 de 2003. Radicación número. 15.119, Magistrado Ponente: Ramiro
Saavedra Becerra.
6
Cfr. http://www.alcaldiabogota.gov.co/sisjur//normas/Norma_temas.jsp?i=10690
Sentencias Sección TEXTO DEL DOCUMENTO
Tercera

Sentencia de 7 de marzo “La Sala concluye que la fijación de nuevos


de 2002 impuestos o el incremento de los ya
existentes, con carácter general, es una
Consejero ponente: Alier medida que se ajusta a la noción del
Eduardo Hernández denominado “Hecho del Príncipe” y, por lo
Consejo de Estado Enríquez tanto, puede incidir en el ámbito contractual.
Luego, no es acertado aseverar, por lo menos
Radicación número: no bajo un juicio absoluto e inmodificable, que
21588 los impuestos fijados por la ley no pueden
constituir factor que altere la ecuación
económica de los contratos, pues ello puede
resultar contrario al principio de igualdad ante
las cargas públicas.”
Sentencia de 29 de mayo El hecho del príncipe como fenómeno
de 2003 determinante del rompimiento de la ecuación
financiera del contrato, se presenta cuando
Consejero ponente: concurren la expedición de un acto general y
Consejo de Estado
Ricardo Hoyos Duque abstracto, la incidencia directa o indirecta del
acto en el contrato, la alteración extraordinaria
o anormal de la ecuación financiera del
Radicación número: contrato como consecuencia de la vigencia
14577 del acto y la imprevisibilidad del acto general y
abstracto al momento de la celebración del
contrato. Sólo se aplica cuando la norma
general con incidencia en el contrato es
proferida por la entidad contratante; si
proviene de otra autoridad se estaría frente a
un evento externo a las partes que
encuadraría en la teoría de la imprevisión.
Sentencia de 15 febrero “… la teoría del hecho del príncipe, según la
de 1999 cual cuando la causa de la agravación
deviene de un acto de la administración
Consejero ponente: contratante, o de un acto, hecho u operación
Consejo de Estado
Ricardo Hoyos Duque atribuibles al poder público en cualquiera de
sus ramas que perturben la ecuación
contractual en perjuicio del contratista, debe
Radicación número: ésta restablecerse ó por factores exógenos a
11194 las partes del negocio.”

La diferencia que advierte el Consejo de Estado ente la teoría de la imprevisión y el hecho del
príncipe, es que en la imprevisión es un hecho ajeno a la voluntad de la partes que hacen parte
del contrato, mientras que en el denominado hecho del príncipe el acto general proviene de una
de las partes, de la entidad pública contratante. En sentencia ya referida 16022 la Sala
concluyó en esa oportunidad, “con fundamento en la jurisprudencia sobre las cargas
impositivas en los contratos estatales, que las mismas “no significan per se el rompimiento del
equilibrio económico del contrato, sino que es necesario que se demuestre su incidencia en la
economía del mismo y en el cumplimiento de las obligaciones del contratista”. Exigencia que
está en consonancia con lo que a propósito de la responsabilidad por el hecho de la ley, con
fundamento en el daño especial, ha señalado la doctrina: debe tratarse de un perjuicio que por
su “especificidad y gravedad, sobrepase los normales sacrificios impuestos por la legislación”.

De la misma forma es ilustrativo el fallo 14577 de 2003 Consejo de Estado, donde se


diferencian dichos eventos de la siguiente manera:
Hecho del Príncipe: fenómeno determinante del rompimiento de la ecuación financiera del
contrato, se presenta cuando concurren la expedición de un acto general y abstracto, la
incidencia directa o indirecta del acto en el contrato, la alteración extraordinaria o anormal de la
ecuación financiera del contrato como consecuencia de la vigencia del acto y la imprevisibilidad
del acto general y abstracto al momento de la celebración del contrato. Sólo se aplica cuando la
norma general con incidencia en el contrato es proferida por la entidad contratante; si proviene
de otra autoridad se estaría frente a un evento externo a las partes que encuadraría en la teoría
de la imprevisión.

Teoría de la Imprevisión
La teoría de la imprevisión, se presenta cuando situaciones extraordinarias, ajenas a las partes,
imprevisibles y posteriores a la celebración del contrato alteran la ecuación financiera del
mismo en forma anormal y grave, sin imposibilitar su ejecución. Tiene aplicación cuando ocurre
un hecho exógeno a las partes con posterioridad a la celebración del contrato, que altera en
forma extraordinaria y anormal la ecuación financiera del contrato y que no es razonablemente
previsible por los cocontratantes al momento de la celebración del contrato.

También podría gustarte