Está en la página 1de 6

Lautaro, joven libertador de Arauco

Fernando Alegría

El conquistador y su paje

En la navidad de 1549, Pedro de Valdivia y sus hombres dejaron Santiago para ir


a conquistar Arauco. A medida que avanzaban hacia el sur, su aventura fue cada
vez más peligrosa porque lo indios disparaban flechas y acababan con la vida de
muchos hombres. Una noche, mientras los españoles descansaban, los indios
llegaron al campamento y atacaron, pero los españoles los derrotaron. Al día
siguiente don Pedro ordeno construir un fuerte y después de explorar la región y
encontrar oro se decidió más aun de quedarse ahí. En el invierno de 1550,
Valdivia y unas tropas fueron donde los indios y les cortaron las manos a unos y a
otros los pies, pero como ninguno de los indios lloro ni chillo, Valdivia, ciego de
cólera mando a degollar a 150 indios y a otros 150 les corto las manos y les ato
las cabezas de los degollados al cuello y los mando a otras tierras para que
contaran lo poderoso que era Valdivia, luego se llevo al hijo del cacique, llamado
Lautaro y lo crió. Lautaro, que en un principio creía que los españoles eran
demonios que venían desde otras tierras pero después se dio cuenta que eran
humanos y que sufrían de hambre y frió, tal como los araucanos. Valdivia avanzo
hacia el sur, y fundo muchas nuevas ciudades y construyo fuertes, mientras que
Lautaro -siempre al lado de Valdivia- siguió aprendiendo de los españoles. A fines
del invierno de 1552, Valdivia decidió volver a Santiago y Lautaro por primera vez
se dio cuenta que seria el primer araucano en alejarse de sus tierras e ir a la
capital española.

La insurrección

Colo-colo, el supremo Toqui de la Paz, convoco a todos los caciques de Arauco


para discutir la rebelión contra Valdivia. Los espías del Toqui recorrieron todo el
país para avisar a todos los indios de la rebelión. La noche de la reunión los
caciques comenzaron a llegar poco a poco y se sentaron alrededor de Colo-colo,
pero Caupolicán, el mejor cacique, no llego, así que Colo-colo dejo que comieran y
bebieran hasta que tuvo que hablar porque si no la reunión seria una perdida de
tiempo y dijo que les aconsejaba que debían atacar a los españoles en vez de
pelear entre ellos mismos. Como el Toqui no quería decir quien seria el elegido,
por respeto a Caupolicán, dijo que el que pudiera sostener un tronco en su
espalda por más tiempo, seria el capitán. Mas tarde, por fin apareció Caupolicán, y
venció Lincoyán.

Caupolicán, para dar inicio a la rebelión contra los españoles, junto con su ejército,
tomó el fuerte de Arauco y como Caupolicán no se había dormido en los laureles,
al otro día se dirigió con su ejército al fuerte de Tucapel.

Una saeta en la noche


Por fin Valdivia llego a Santiago, diciendo a todos que había dominado Arauco
para siempre y los santiaguinos se sintieron felices de pensar que estando el
conquistador en Santiago ellos estarían seguros. Lautaro siguió aprendiendo de
los españoles, pero se dio cuenta que eran tan insignificantes como el mas
indigno de su tribu y como ya conocía todas las estrategias y armas de los
españoles no hallaba las horas para liberar a su pueblo. Un día, mientras el joven
indio estaba junto a los caballos, una joven india le dijo que debía ir a la casa
de Villagra, para juntarse con un mensajero del cacique de Arauco. Esa noche,
Lautaro encontró un indio en la casa de Villagra, que le dio una flecha
ensangrentada que significaba que debía reunirse con su tribu, cuando un guardia
español lo golpeo en el hombro y el joven cayo inmóvil, luego la indiecita que le
había hablado con el le vendo la herida y lloro por el y Lautaro le prometió que un
día volvería y se llevaría a Guacolda con el y vivirían en la selva nuevamente.

A la conquista de Arauco

Valdivia nombro a Lautaro jefe de los yanaconas y este tuvo que seguir a Valdivia
todo el viaje hacia el sur. En concepción, el cacique de Arauco apareció ante
Valdivia y le ofreció 3000 arqueros para su ejército. Lautaro miraba al cacique
despreciativamente, pero luego se dio cuenta de que esos arqueros son los que el
debería usar para liberar a su pueblo. A la mañana siguiente Valdivia mando una
avanzada para que avisara si había algo anormal, pero como tardaron tanto,
decidieron seguir. Mas adelante, quedaron helados de miedo al encontrar todos
los descuartizados restos de sus compañeros esparcidos por todas partes.
Cuando el conquistador llego al fuerte de Tucapel se dio cuenta de que eran solo
las ruinas del fuerte y de pronto una masa de indios furiosa salía gritando y ataco
a los españoles.

El conquistador y el héroe

Los indios mataron a muchos españoles, pero no fue suficiente porque los
españoles resistían más gracias a sus armaduras y escudos. Cuando los indios
pensaban que habían perdido, Lautaro y su ejército de arqueros atacaron a los
españoles, quienes se sorprendieron y no supieron que hacer porque Lautaro
paso como un ave de rapiña sin detenerse, hasta que se encontró frente a frente
con Valdivia. Comenzaron un duelo y Lautaro, con un certero golpe derroto a
Valdivia, quien malherido y cansado, fue sometido al juicio de los indios. Uno de
los indios le dio un golpe con un bastón en la cabeza que hizo que Valdivia cayera
muerto instantáneamente, luego siguieron hablando de las estrategias para la
batalla. De pronto un mensajero llego para avisar a Caupolicán de que sus
defensas y centinelas habían sido muertos por 14 soldados españoles. Lautaro
dijo a Caupolicán que el iría puesto que y sabia como derrotarlos.

La cabalgata sorprendida

Los 14 soldados salieron del fuerte Puren para ir a Tucapel, sin saber lo que había
pasado con Valdivia. El capitán Gómez de Almagro estaba muy asustado, por el
echo de que los indios no los atacaban al pasar y solo les gritaban que Valdivia
había muerto. Más adelante, los indios saltaron desde los árboles y los atacaron
con sus masas y lanzas y rápidamente los españoles fueron derrotados. Cuando
Lautaro regreso al centro de Arauco, recibió noticias de que Villagra y su ejercito
vendrían para vengarse, se sintió muy feliz porque tendría la oportunidad para
liberar a la joven que curo su herida aquella noche.

La victoria de Marihuenu

Lautaro enseño a los araucanos todo lo que había aprendido de los españoles,
sus estrategias y a cosechar, aunque esto último no fue tomado en cuenta por los
araucanos. Lautaro conocía todo lo que hacían los españoles, quienes cruzaron el
Bio-bio y siguieron hasta llegar a un valle formado por el río Chivilingo, donde
formaron su campamento.

Cuando los españoles recorrían una planicie, de pronto salieron indios de todas
partes, quienes los atacaron mandando filas y filas de soldados, que pronto
derrotaron a los conquistadores. Villagra y algunos sobrevivientes lograron llegar a
Concepción e hicieron evacuar la ciudad e ir a Santiago. Cuando Lautaro y sus
hombres llegaron, pudieron ver como 2 barcos con mujeres, niños y la
servidumbre se marchaba. Lautaro se sintió muy frustrado porque en esos barcos
estaba Guacolda, hizo saquear e incendiar la ciudad.

La presencia de los mitos

Lautaro y sus hombres iban a atacar el fuerte Imperial, pero cuando faltaban unas
pocas leguas para llegar se desato una terrible tormenta que hizo que todo el
ejercito de Lautaro huyera asustado a esconderse en cuevas y hoyos. Miraban
fijamente las nubes, que según ellos eran espíritus de su pueblo que peleaban
contra los enemigos. Cuando las nubes “amigas” arrancaron de las “enemigas” los
araucanos decidieron que no tenían que pelear otra batalla, cuando ya habían
perdido la aérea. Los araucanos creían que cada cosa que pasaba era una
manifestación de los dioses, que podía ser para bien o para mal. Cuando alguien
moría, era enterrado con sus armas, ropas y víveres y un año después los
familiares iban y renovaban los víveres para después contarle todo lo que había
ocurrido desde su muerte y aunque el muerto no respondería, si caía una hoja o
cantaba un grillo, los familiares sabrían que el espíritu estaba presente. Lautaro se
interno el la selva pensando en como derrotar a un enemigo tanto más temible que
los españoles: la superstición de sus compañeros.

La voluntad de vivir

Llego el invierno y quienes vivían en la montaña o en la selva, al no haber


cosechado ese año, sufrían de hambre y los araucanos comenzaron a morir por
millares y para sobrevivir, empezaron a comerse unos a otros y con eso, una
peste comenzó a hacer estragos. Lautaro, quien tenia fe en su tierra, creía que no
obtenían comida sin que hubiera inundaciones, aludes, terremotos y muchas otras
cosas. En la primavera, Villagra salio de Santiago con un gran ejercito y derroto
fácilmente el cerco de Caupolicán, y soltó perros bravos que hicieron una masacre
con los indios. Villagra y su ejercito habían se habían hecho de muchos rehenes, y
los pusieron en un rancho para quemarlos y uno de los españoles los contó

, y al ver que eran 99 tomo a un esclavo de otro español y lo tiro dentro, para que
fueran 100. Esto hizo que se formaran más ejércitos araucanos. Lautaro estaba a
cargo de todos los araucanos, y nuevamente decidió que como debía luchar
contra Villagra, podría rescatar a Guacolda para que fuera suya por siempre.

Los grandes días de Arauco

Lautaro preparo un pequeño ejecito para ir a Concepción y comenzó su viaje hacia


la ciudad y cuando se acercaba a la fortaleza de Penco, un indiecito dijo que
desde concepción le mandaban esto y le entrego una pequeña saeta con una flor
prendida y Lautaro estuvo seguro que era Guacolda quien se la había enviado.
Lautaro llego a Concepción construyo una fortaleza y hizo que sus hombres se
camuflaran con hojas y ramas, mientras que la otra mitad de sus hombres estaba
en la parte de atrás de Concepción, para cortar todos los caminos hacia Santiago.
Por fin, entre toda esa gente, Lautaro pudo encontrar a Guacolda, y la mando con
uno de sus hombres para que la llevara a su tribu, donde celebraron la derrota de
los españoles y el matrimonio de Guacolda y Lautaro con chicha, maíz y torneos
de destreza. Más tarde formaron un consejo donde Lautaro fue aplaudido por casi
todos por la idea de conquistar España, pero los más sabios dijeron que debían
defender sus tierras primero para luego pensar en otra cosa. Cuando el hechicero
dijo que la miseria y el dolor caerían sobre ellos y Tucapel, de un mazazo en la
cabeza, dio muerte al hechicero. Lautaro decidió conquistar Santiago y entreno
600 hombres para formar su ejército y emprendieron su viaje hacia el valle del
Mapocho.

A la conquista de Santiago

Lautaro fue de pueblo en pueblo matando españoles y liberando indios. Cuando


cruzo el Maule, construyo una fortaleza para que se convirtiera en el centro
araucano. Una pequeña cantidad de soldados fue hacia la fortaleza y cayo en una
emboscada. Lautaro alcanzo a uno de los hombres y los demás huyeron. El rehén
fue desollado y llenado su cuerpo con paja, lo colgaron de un árbol a modo de
espantapájaros.

El campamento español estaba a una corta distancia del campamento indio. Esa
noche, mientras los españoles dormían, escucharon unos ruidos y salieron
alarmados, pero al ver que era un caballo se asustaron aun más, al darse cuenta
que ese era un caballo indio, mientras en el campamento indio Lautaro se reía por
el susto que hizo pasar a los españoles.

En la mañana, Villagra estaba ubicado frente al ejército enemigo cuando se inicio


la batalla en la que los españoles fueron derrotados. Lautaro estaba conciente de
que sus hombres habían tenido muchas perdidas, y por ello pidió refuerzos
urgentemente para poder destruir Santiago, pero estos no llegaban. Lautaro no se
había detenido a pensar si sus nuevos aliados estarían dispuestos a sacrificarse
por su tierra y se sintió muy decepcionado por eso. Luego, muy triste comenzó a
hablar con sus soldados.

Contra la corriente

Lautaro y sus hombres huyeron del fuerte y cuando los españoles llegaron,
comenzaron a seguirlos. Los araucanos, al verse atrapados saltaron al río, que era
torrentoso debido a las lluvias. Lautaro y sus hombres llegaron a una orilla y
continuaron su camino por la selva y al llegar al río Itata se reunió con su mujer y
decidió llevarla con el a Santiago.

Santiago es una cuidad lejana

Esta vez, aunque Lautaro tenía millares de hombres, separo a su gente en 2


grupos y el que estaba más adelante fue destruido por los españoles, así que
Lautaro se fue y volvió después de 2 meses con todavía más hombres que la vez
anterior.

El que antes hubiera sido un joven romántico y feliz ahora era un hombre violento,
consumido por la rabia y el deseo de venganza.

Un araucano traidor fue donde Villagra y le contó en el descuido que se


encontraba el campamento y como podrían destruirlo, así que esa noche, los
españoles rodearon el campamento para atacar.

La ultima alborada

Guacolda y Lautaro soñaron que este último moriría. Guacolda dijo que deberían
marcharse pero Lautaro no le hizo caso. Más tarde, los españoles atacaron y
mataron a todos los araucanos, incluido Lautaro, quien murió de un flechazo.
Algunos historiadores dicen que Guacolda huyo hacia los adentros de la selva y
otros dicen que busco su fin en manos de los enemigos.

La sombra de Lautaro

Después de que Lautaro murió, el ejército fue entregado a Caupolicán, quien,


después de ganar o perder muchas batallas, fue empalado, pero los araucanos
siguieron luchando y 300 años después lograron finalizar la libertad que Lautaro
un día comenzó.

Galería de personajes

Lautaro: joven araucano que peleo por la libertad de su gente.


Guacolda: joven esposa de Lautaro.

Colo-colo: máximo toqui de la paz.

Caupolicán: guerrero araucano, fue entregado el mando después de la muerte de


Lautaro.

Villagra: capitán del ejercito español, que tenia como sirvienta a Guacolda.

Pedro de Valdivia: conquistador que tuvo a Lautaro como paje y que más tarde
murió a manos del mismo.

Diego Cano: jefe de un pequeño ejercito que fue destrozado por Lautaro.

También podría gustarte