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2 de octubre

En la marcha del 30 de septiembre el silencio de las madres mexicanas,


se anticipo a los acontecimientos del 2 de octubre.

La carnicería de la plaza de las tres culturas empezó con helicópteros que


sobre volaban la plaza y dieron la señal con una luz de bengala verde
claro que ilumino el cielo, enseguida se escucharon disparos secos y las
ametralladoras desgarrando a la multitud.

Uno a uno caían los cuerpos en la lluvia de balazos mientras corría la


sangre, el pánico se apodero de todos los inocentes, muchos quedaron
inertes en el suelo no se sabia si estaban muertos o heridos.

La multitud no podía huir porque las salidas estaban bloqueadas por


soldados, avanzaban tomando la plaza, y tipos vestidos de civil con un
guante blanco coordinaban el operativo plasmado de terror.
La gente gritaba y el filo de las bayonetas penetraba a los estudiantes y
civiles que pisaban una alfombra de cuerpos ya tendidos.

El ruido era espantoso, se escuchaban las ráfagas de las ametralladoras, y


con crueldad indescriptible golpeaban y mataban con abuso brutal.

Se escucho un terrible gemido, una muchacha se derrumbo en el piso


escurriendo en sangre, continuaba el fuego cruzado de un tiroteo
enloquecido, parecía que todo era irreal, disparaban a matar.

Todo se convirtió en un campo de batalla, envueltos en una guerra de


violencia inimaginable, los tipos con su guante blanco seguían
disparando, se podía imaginar lo peor al oír los gritos y alaridos, el ruido
era ensordecedor, nunca imagine ver tanto odio a la denuncia de
adolescentes pidiendo justicia.
Nos callo una lluvia torrencial fue el acabose, recuerdo los chorros de
agua que nos caían encima, recuerdo breves momentos de calma, y de
nuevo el tiroteo, éramos centenares de personas empapadas temblando de
miedo y en la oscuridad, la plaza estaba decorada con los muertos
ensangrentados.

La noche nos cobijo con lagrimas en los ojos, escuchando los lamentos
de los heridos, después de una ráfaga eran ejecutados peor que en un
matadero, a muchos los desnudaron y los hacían caminar a culatazos, era
tan indignante.

Recuerdo que empezaron a disparar con bazucas sobre el edificio


Chihuahua y se incendio un piso, empece a rezar, le pedí a Dios que me
mataran de un solo golpe para acabar con todo eso de una vez, sentí
pánico cuando se acerco la muerte sabia que nunca mas volvería a ver a
mi madre, nuestros cuerpos yacían inertes sin vida quedando impune esta
acción.
Y a pesar de que habían limpiado la plaza para que no se vieran los
muertos, todavía quedaban manchas de sangre, la plaza cubierta con
volantes manchados, pedazos de cócteles molotov, y detrás de la iglesia
colonial que también había sido acribillada se veían los restos de un
carneo con un poco de cerebro.

Muchos vehículos blindados rodean la plaza, alrededor hay miles de


soldados, tienen los ojos enrojecidos por una noche de insomnio, los
soldados tenían una mirada tan extraña, se veían como drogados en un
estado de inconsciencia.

Todos los edificios que rodean la plaza han sido acribillados y el vestigio
de un incendio deja una marca negra sobre cinco pisos.

En el campo militar numero uno muchos eran interrogados brutalmente.


Una masacre es lo que se vivió en la plaza de las tres culturas, la barbarie
del 2 de octubre de 1968 culmino con aquel hito histórico de represión y
libertad.

Fue terrible y demasiado violento, así culmino la primera victoria


olímpica.

Y muchos tan solo eran los desaparecidos de una larga lista sin nombres,
a muchos los buscaron sus familiares pero todo era en vano, y a pesar de
saber el desenlace aun se tenía la esperanza de encontrar a los
desaparecidos, pero nunca fueron encontrados.

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