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Actos inexistentes

(Falta del elemento esencial)

INEXISTENCIA
Con la expresión inexistencia dejos actos jurídicos se alude a aquellos. Aparentes
actos que no llegan a nacer porque les falta alguno de los elementos esenciales: la
voluntad, el consentimiento (la voluntad), el objeto o la solemnidad.
Siguiendo el método inductivo, que fue el elegido por el Código Civil al
reglamentar los actos jurídicos, al reglamentar los contratos indica que para la
existencia del contrato se requiere consentimiento y objeto; entendiendo por
consentimiento el acuerdo de voluntades entre los contratantes. En lo que se
refiere a los actos jurídicos unilaterales, de acuerdo con el art. 1859, "las
disposiciones sobre contratos serían aplicables a todos los convenios y a otros
actos jurídicos en lo que no se opongan a la naturaleza de los mismos".
La solemnidad no se considera entre los elementos de existencia del contrato por no
haber contratos solemnes en nuestro Derecho, pero sí existen otros actos que
requieren de la forma solemne para existir, como son los actos del estado civil,
matrimonio y reconocimiento de hijos, así como las disposiciones testamentarias.
El acto jurídico es inexistente según nuestro Código Civil, por falta de
consentimiento o de objeto.
Aquí también es conveniente recordar que los actos unilaterales no requieren
consentimiento, pues es suficiente una sola declaración de voluntad.
Los actos inexistentes no producen efecto legal alguno, no son susceptibles de
confirmación ni pueden valer por prescripción. Su inexistencia puede invocarse
por todo interesado sin previa declaración judicial; es lo que se ha llamado "la nada
jurídica". Sin embargo, el acto inexistente puede provocar consecuencias o efectos
como hecho jurídico. Por ejemplo:

1 Por faltar la voluntad. Juan vive en concubinato con María y tienen varios hijos.
Juan no deseó contraer matrimonio, pero su familia desea que regularice su unión,
por lo que un hermano de Juan se hace pasar por él, comparece junto con
María y celebran matrimonio en nombre de Juan, sin que éste se oponga.
2 Por falta de objeto. Juan, que es heredero único de Pedro, contrae
deudas
con Luis, quien lo amenaza de acusarlo por fraude. Para garantizar sus
deudas, Juan cede a Luis sus derechos sobre la futura herencia que
recibirá a la muerte de Pedro. Éste manifiesta su conformidad (art. 1826).
Por falta de solemnidad. Juan y María contraen matrimonio, pero el
juez del Registro Civil no comparece y la celebración la efectúan
el Secretario, pensando recabar la firma del juez posteriormente, cosa
que no realiza.

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