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LA INSPECCIÓN PERSONAL DEL TRIBUNAL

La inspección personal del tribunal como medio de prueba se encuentra reglamentada


en los siguientes cuerpos normativos:

- Código Civil artículos 1698 y 1714


- Código de Procedimiento Civil artículos 401 a 408
- Código Procesal Penal, artículos 337.

La inspección personal del tribunal es el medio de prueba por percepción, consistente en


que el magistrado examine por sí mismo o acompañado de peritos las personas, cosas o
situaciones de hecho que constituyen objeto de prueba en un juicio. También puede ser
definido como el examen que el tribunal realiza por sí mismo de hechos o
circunstancias materiales controvertidas en el pleito para adquirir la convicción acerca
de su verdad o exactitud.

Del análisis de los conceptos anteriores se desprende respecto de este medio de prueba
que sus elementos son:

a. Los hechos que se acreditan a través de este medio de prueba son sólo los
apreciados directamente por el tribunal.
b. La inspección personal solo puede ser utilizada para apreciar circunstancias o
hechos materiales.

Como características de este medio de prueba tenemos:

a. Es un medio de prueba directo, puesto que en éste es de la esencia que los


hechos a acreditarse son apreciados por el mismo tribunal y nunca a través de un
tercero, rigiendo el principio de la inmediación.
b. Es un medio de prueba circunstancial, puesto que este siempre se genera dentro
del proceso.
c. Es un medio de prueba que constituye plena prueba de los hechos materiales que
le consten al tribunal.
d. En ciertos casos constituye una diligencia obligatoria en determinados
procedimientos especiales, como en la denuncia de obra ruinosa y en los
interdictos especiales (Artículos 571 y 577 del Código de Procedimiento Civil)

La inspección personal admite diversas clasificaciones:

a. De acuerdo a la manera como se practica: Puede ser extrajudicial, que es aquella


que se realiza fuera del proceso, y carece de todo valor probatorio; y la judicial,
que se realiza previa resolución judicial dictada en un proceso, y notificada a las
partes, siendo la que es reglamentada por la ley, y concurriendo las
circunstancias que aquella prevé es posible otorgarle el valor de plena prueba.
b. De acuerdo al sujeto que la origina: (b.1) Puede ser de iniciativa legal, que es
aquella que tiene su fuente en la ley, como en la denuncia de obra ruinosa; (b.2)
Puede ser iniciativa de parte, que puede ser concebida como (b.2.1) medida
prejudicial probatoria, en aquellos casos en que exista un peligro inminente de
un daño o perjuicio o se trate de hechos que puedan fácilmente desaparecer
(Artículo 281 del Código de Procedimiento Civil), requiriéndose notificar a la
futura contraparte, cuando esta se encuentra en el lugar del juicio, y en su
defecto al defensor de ausentes, o (b.2.2) también puede considerarse como
aquella diligencia de prueba rendida en el mismo juicio, regulada en el párrafo 5
del Título XI del libro II del Código de Procedimiento Civil; por último, (b.3)
puede ser a iniciativa del tribunal, que puede decretarse durante el juicio, en
aquellos casos expresamente señalados por la ley, solo requiriendo que el juez la
considere una diligencia necesaria, o bien, puede ser decretada como medida
para mejor resolver, de acuerdo al artículo 159 N º 3 del Código de
Procedimiento Civil.

Respecto de la procedencia de la inspección personal del tribunal, el legislador establece


dos casos genéricos:

a. En todos aquellos supuestos que el legislador establece su realización en forma


perentoria, y
b. En aquellos casos en que sea necesario acreditar las circunstancias materiales
mediante su examen directo por el tribunal, pero en éste caso la procedencia de
su realización se encuentra entregada a la apreciación que efectúe de esa
circunstancia el tribunal (Artículo 403 del Código de Procedimiento Civil), de
manera que será procedente cuando ella recaiga sobre los hechos o
circunstancias materiales controvertidos en el pleito, y cuando el tribunal estime
necesaria su realización.

El procedimiento para llevar a cabo la inspección personal del tribunal:

Si se origina en la iniciativa de las partes, deben presentar un escrito solicitando que se


lleve a efecto la diligencia, en el cual se deberá señalar cuales son los hechos materiales
que pretenden que sean constatados por el tribunal a través de ella y la razón por la cual
es necesaria su realización. En el caso de que se estime necesario por la parte y se oigan
peritos en el acto del reconocimiento, tendrá que solicitarse que así sea decretado y se
proceda a su designación conforme a las reglas generales. El tribunal podrá decretar que
la inspección personal del tribunal se lleve a cabo conjuntamente con oír informe de
peritos en el reconocimiento, si considera que esa medida es necesaria para el éxito de la
inspección y se hubiera solicitado con la debida anticipación (Artículo 404 del Código
de Procedimiento Civil)

Si el tribunal estima necesaria la inspección, dictará una resolución fijando día y hora
para que ella se practique, con la debida anticipación, a fin de que puedan concurrir las
partes con sus abogados, artículos 403 del Código de Procedimiento Civil. En la
práctica esta resolución se notifica por el estado diario, aunque podría sostenerse que
procede que sea notificada por cédula, de acuerdo al artículo 48 del Código de
Procedimiento Civil, en relación con el artículo 403 del mismo Código.

Las partes deben costear los gastos de la diligencia. En consecuencia, si ésta se decreta a
petición de parte, deberá el solicitante depositar antes de proceder a ella, en manos del
secretario del tribunal las sumas que éste considere necesaria para costearla. Si la
inspección se decreta de oficio o ella es ordenada por la ley, el depósito de los gastos se
hará en mitades por las partes.
En la inspección personal del tribunal existe una excepción a la base orgánica de la
territorialidad, puesto que puede verificarse aún fuera del territorio señalado a la
jurisdicción del tribunal, de acuerdo al artículo 403 inciso 2 del CPC. Aún cuando si la
diligencia debe llevarse fuera de su territorio jurisdiccional, el tribunal respectivo, bien
puede ordenar que se lleve a cabo por medio de un exhorto.

El día y hora fijado para que se lleve a efecto la inspección, deberá el tribunal
constituirse en el lugar de los hechos conjuntamente con el secretario del tribunal, a
quien le corresponderá autorizar el acta que debe levantar de la actuación que se
realizará. Si el tribunal es colegiado podrá comisionar para que practique la diligencia a
uno o más de sus miembros. Además pueden concurrir las partes, los abogados y los
peritos, no siendo su asistencia un requisito para que se pueda llevar a cabo la actuación,
porque puede verificarse con la sola asistencia del tribunal (Artículo 405 del CPC

De la diligencia debe levantarse un acta dejándose constancia de todas las circunstancias


o hechos materiales que el Tribunal observe, sin que puedan dichas observaciones
reputarse como una opinión anticipada sobre los puntos que se debate (Artículo 407
inciso 1 del CPC). Las partes pueden pedir, durante la diligencia, que se consignen en el
acta las circunstancias que estimen pertinentes. El acta que se levante de la inspección
personal deberá ser suscrita por el juez y por los demás asistentes, y como actuación
judicial debe ser autorizada por el secretario del Tribunal.

Respecto del valor probatorio de la inspección personal del Tribunal, el artículo 408 del
CPCP, indicada que para que produzca plena prueba deben concurrir tres requisitos
copulativos, a saber:

a. Que la inspección recaiga sobre hechos o circunstancias materiales (no debe


recaer sobre consideraciones jurídicas, así la Corte de Apelaciones de Talca, en
fallo de 16.6.1909, publicado en La Gaceta, año 1909, 1 semestre, Sentencia N º
408, Página: 662);
b. Que esos hechos o circunstancias sean asentados de acuerdo a la observación del
tribunal; y
c. Que se haya dejado constancia en el acta de dichos hechos o circunstancias.

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