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Ángel Badillo y Ángeles Moreno: La televisión local en España

La televisión local en España


Ángel Badillo, Ángeles Moreno
Facultad de Ciencias de la Información
Universidad Pontificia, Salamanca

Introducción
El fenómeno de la televisión local es, al mismo tiempo, un proceso nuevo
y una experiencia con años de vigencia en España. Los proyectos de
televisión local, por un lado, se han ido desarrollando a lo largo de los
últimos 15 años por todo el país, y muy especialmente en Andalucía y
Cataluña, impulsados por la inquietud de empresarios y grupos sociales; en
contraposición, la falta de un marco regulador homogéneo y la actitud
censora de la administración central, han conseguido estabilizar hoy, en
1995, un conjunto de más de 500 televisiones locales en España –de tamaño,
localización e importancia muy diversa.

Incluso con un panorama tan fructífero, el primer dato que cabe reseñar es
la escasez de investigación científica acerca de este asunto. Tan sólo el caso
catalán está profundamente estudiado por los catedráticos Miquel de
Moragas y Emili Prado, de la Universidad Autónoma de Barcelona. Su
estudio –que, pese a todo, llegó once años después de la primera
experiencia catalana de televisión local– es hoy un necesario texto de
referencia, pero se ocupa tan sólo a la situación cde Cataluña, sensiblemente
diferente, como se comentará, a la del resto de España. Otros estudios sobre
el tema, como el impulsado por la Diputación de Barcelona en 1987 ó el
publicado por el propio Miquel de Moragas y María Corominas en 1988,
también bajo el auspicio de la Diputación barcelonesa han completado el
conocimiento del caso catalán. La falta de investigaciones que hayan
profundizado en torno a la situación del fenómeno en el resto de España o la
orientación hacia las redes de cable en muchas otras zonas del país están aún
necesitadas de un estudio completo.

Lo que se expone a continuación es tan sólo un esbozo de la situación


actual obtenido a través de estudios parciales de campos relacionados,

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Ángel Badillo y Ángeles Moreno: La televisión local en España

información publicada en medios de comunicación españoles, entrevistas


con responsables de televisiones locales1 y los estudios catalanes.

Los orígenes de la televisión local en España


La televisión local no ha encontrado, después demás de 15 años de
existencia, un lugar claro en el mapa de los medios de comunicación
españoles. La estructura televisiva tardó en España más de veinte años en
descentralizarse (años ochenta, con la aparición de las televisiones
autonómicas) y casi treinta en desregularse (año 1989, aparición de los
primeros canales terrestres de televisión privada). La década de los noventa
es, por fin, la destinada a regular y estabilizar la televisión local por ondas y
cable en España.

año evento audiovisual


1956 Comienzan las emisiones de Televisión Española
1965 Creación del segundo canal de TVE
1982 Comienza sus emisiones ETB1, primera emisora pública
autonómica
1983 Ley del Tercer Canal, reguladora de la televisión pública
autonómica
1983-1989 Aparición de los canales públicos autonómicos: TV3 (1984), TVG
(1985), ETB2 (1986), Canal Sur (1989), Canal 33 (1989), Telemadrid
(1989), Canal 9 (1989)
1988 Nace y fracasa Canal 10, primer canal privado de televisión en
España difundido vía satélite
1988 Ley de Televisión Privada
1989 Comienzan a emitir las cadenas privadas de televisión: Antena 3
Televisión (1989), Telecinco (1990) y Canal Plus (1990)
1992-1995 Regulación de la televisión vía satélite
1994 Primeras ofertas estables de televisión española vía satélite: Canal
Satélite y Cotelsat
1995 Aparecen las leyes de televisión local por ondas y de
telecomunicaciones por cable
1996 Comienzan las emisiones vía satélite de Canal Sur
Elaboración propia

1 De cara a la redacción de este estudio se han mantenido entrevistas con Manuel Alcón
(secretario general de la Asociación Española de Servicios de Distribución por Cable), José
María Ginovall (Director y Administrador Único de Televisió de Tortosa), Adrián Gómez
(productor audiovisual), Juan Carlos López Pinto (director de Televisión Salamanca), Jordi
Luque (presidente de la Federación Catalana de Radios y Televisiones Locales) y Aurelio
Martín (presidente de la Asociación de Televisiones Locales).

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Ángel Badillo y Ángeles Moreno: La televisión local en España

La primera diferenciación que cabría hacer, se refiere a que cuando se


habla de televisión local en España, se suele hacer referencia exclusivamente
al fenómeno de las emisoras locales de difusión hertziana (es decir, aérea,
vía éter), lo que consideramos de principio una imprecisión terminológica.
Tan televisiones locales son, a efectos comunicativos, las que llegan a su
público mediante la difusión hertziana como aquellas que lo hacen a través
de las redes de cable. Desde muchos puntos de vista (programación,
estructura de funcionamiento, plantillas, fórmulas de financiación) ambas
formas de comunicación local televisiva tienen más puntos de similitud que
de diferencia. Como advierten Prado y Moragas2 , la televisión local por vía
hertziana se produce sobre todo en la Europa del sur (España e Italia),
mientras que la televisión por cable como ente local de comunicación se
desarrolla durante los años ochenta sobre todo en el norte de Europa,
coincidiendo con el mayor desarrollo económico y tecnológico.

La primera experiencia de televisión local desarrollada en España es la


que se puso en marcha en Cardedeu (Cataluña), el 7 de junio de 1980, gracias
a un técnico italiano que prestó los equipos3 . Después de esas primeras
emisiones temporales, la televisión local de Cardedeu inicia su emisión
regular el 28 de junio de 1981 empujando a muchos otros municipios
catalanes al desarrollo de emisoras de televisión local de difusión vía éter4 .
Estas primeras experiencias son herederas –en algunos casos incluso
coetáneas– de las primeras radios libres: su principal argumento es el del
libre acceso al espacio radioeléctrico en nombre de las libertades
democráticas, contra el poder del Estado en la administración de ese

2 Prado i Picó, E. y Moragas Spà, M.: “Televisiones locales: tipología y aportaciones de la

experiencia catalana”, Barcelona, Col.legi de Periodistes de Catalunya, 1991, p. 10.


3 Prado i Picó, E. y Moragas Spà, M.: “Televisiones locales: tipología y aportaciones de la

experiencia catalana”, Barcelona, Col.legi de Periodistes de Catalunya, 1991, p. 7.


4 Prado i Picó, E. y Moragas Spà, M.: “Televisiones locales: tipología y aportaciones de la

experiencia catalana”, Barcelona, Col.legi de Periodistes de Catalunya, 1991, p. 10. Baget detalla
los acontecimientos que tuvieron lugar durante el comienzo de las emisiones en Cardedeu y
que pueden mostrar el nivel de implicación de la sociedad civil en el proyecto: “Poco después de
su inauguración, sin embargo, la Guardia Civil se presentó en sus instalaciones para precintarlas tras
una denuncia formulada por Televisión Española. Pasó el tiempo y, ante el silencio administrativo sobre
el tema, los responsables de Televisió de Cardedeu decidieron reanudar las emisiones. Desde entonces, las
emisiones continuaron gracias a una especie de régimen de tolerancia y sin un marco jurídico y legal
concreto. Dos años más tarde, en 1983, el gobernador civil de Barcelona insistió de nuevo en la
obligación de cerrar la emisora, pero las 3.000 firmas de los ciudadanos de Cardedeu y del
Ayuntamiento en pleno aplazaron otra vez esta decisión. Hay que decir que, en ese momento, ya
funcionaban las televisiones locales de Vallirana y Pineda, entre otras, que se podían ver afectadas por la
misma decisión” [la traducción del texto, originalmente en catalán, es nuestra] [cfr. Baget i
Herms, J. M.: “Historia de la televisió a Catalunya”, Barcelona, Centre d'Investigació de la
Comunicació de la Generalitat de Catalunya, 1994, p. 72]

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espacio5 . Pero, además, estas primeras iniciativas surgen con el apoyo de


algunas grandes empresas, como Sony, Panasonic, Thomson, que ofrecieron
sus equipos a precios irrisorios a aquellos colectivos dispuestos a
desarrollar televisión local6 . Arropadas por asociaciones civiles y, a veces,
con el apoyo de los ayuntamientos, las primeras experiencias de televisión
local en Cataluña consolidan un modelo de audiovisual local que ha
marcado una radical diferencia con respecto al resto de España, tanto por su
forma de desarrollo como por los factores sociales, lingüísticos, culturales y
nacionales que intervinieron en el surgimiento y consolidación de la
televisión local en Cataluña. Al mismo tiempo, en otras zonas del país se
viven fenómenos de televisión local ligados a pequeñas productoras
audiovisuales que difunden televisión local sin permisos oficiales, tan sólo
con el visto bueno de los Ayuntamientos, durante las fiestas de las
localidades.

La actitud de la administración ante este fenómeno colabora en la


configuración de dos modelos diferenciados: por un lado, la experiencia
catalana, en donde el mayor desarrollo de la sociedad civil, su articulación
más fértil y la mayor implicación de los Ayuntamientos genera un gran
número de experiencias de comunicación local apartadas de la legalidad –no
ilegales, sino alegales, como se ha venido denominando a su situación– que
contaban con el apoyo de las entidades locales e incluso autonómicas. En el
resto de España, la situación apareció bien distinta: aunque sí se
desarrollaron a lo largo de la primera mitad de los ochenta experiencias de
televisión local, estuvieron marcadas por la temporalidad (generalmente
durante las fiestas de una población determinada) y por la actitud belicosa
de la administración central7 , a través de cuya Dirección General de
Telecomunicaciones se otorgaban las licencias para la emisión temporal.
Mientras muchas de las experiencias catalanas8 nacen con el apoyo

5 Prado i Picó, E. y Moragas Spà, M.: “Televisiones locales: tipología y aportaciones de la

experiencia catalana”, Barcelona, Col.legi de Periodistes de Catalunya, 1991, p. 10.


6 Baget i Herms, J. M.: “Historia de la televisió a Catalunya”, Barcelona, Centre d'Investigació
de la Comunicació de la Generalitat de Catalunya, 1994, p. 71.
7 Como se comentó en el I Congreso Estatal de Televisiones Locales de España, celebrado en
Plencia (marzo de 1988), las situaciones más problemáticas eran en ese momento las
habituales: “En un ambiente distendido y no exento de la complicada solidaridad que provoca el estar
amenazado, en la mayoría de los casos, con multas de 10 millones de pesetas en caso de continuar
emitiendo, fueron expuestas una a una las biografías de todas las emisoras asistentes. Entre ellas,
destacaron, por su desgraciada comicidad, las de las televisiones de Corella, en Navarra, y Vendrell, en
Tarragona. La de los primeros porque su director es requerido por la Guardia Civil cada vez que emiten o
intentan hacerlo, y los segundos porque utilizaron durante bastante tiempo y sin permiso el repetidor de
que dipone TV3 en su localidad, y, por si esto fuera poco, emitían sus programas en la misma frecuencia
que la televisión catalana, cuando ésta interrumpía su emisión” (Agiriano, 1988, p. 22).
8 Prado i Picó, E. y Moragas Spà, M.: “Televisiones locales: tipología y aportaciones de la

experiencia catalana”, Barcelona, Col.legi de Periodistes de Catalunya, 1991.

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económico directo de los Ayuntamientos, en el resto de España son escasos


los ejemplos de una actitud parecida. Incluso una cadena de radio, la
antigua Antena 3 (hoy desaparecida y absorbida en la estructura radiofónica
del grupo PRISA), ejerció una fiscalización de las actuaciones en materia de
televisión local cuando las emisoras emitían publicidad denunciando la
competencia desleal y provocando en muchos casos el cierre de las emisoras:
Antena 3 protegía, por un lado, el mercado local de la publicidad, del que
vivía, y, por otro, se garantizaba de esta manera que no ocurriría en España
algo parecido a lo que pasó en Italia con las emisoras locales que
construyeron el imperio mediático Berlusconi 9 ; no hay que olvidar que
Antena 3 Radio se fundó como embrión de uno de los proyectos de
televisión privada que accedieron finalmente a la licencia de emisión en
1989.

Esa situación generó, como decimos, mapas diversos en las diferentes


regiones españolas. En la zona norte y centro, el ejemplo catalán de
desarrollo armonizado por la administración local no pudo seguirse, así que
en muchos casos se optó por el desarrollo de televisión local a través de las
redes de cable. Sólo algunas grandes ciudades (Madrid, Bilbao) o lugares en
los que se produjo un adecuado equilibrio de fuerzas económicas y políticas
(Segovia, Burgos) han contado, más tarde o más temprano, con emisoras
locales de televisión de difusión vía éter.

Mientras esto ocurría con la televisión local por ondas, la televisión por
cable se iba desarrollando en España en un marco claramente local (es decir,
no desde una supraestructura nacional, sino desde las entidades locales
hacia una futura configuración estatal). En los años ochenta, la evolución del
sector audiovisual impulsó el desarrollo de redes de videodistribución, las
llamadas de vídeo comunitario, de una manera irregular, descentralizada y
alegal. Iwes y Álvarez Monzoncillo10 resaltan como razones del origen de
esta forma de comunicación local el elevado coste de los magnetoscopios
(que en aquellos momentos superaban las 100.000 pesetas), el déficit de
ficción existente en la oferta televisiva y el precio elevado del alquiler de
películas en los videoclubes. Se trataba de pequeñas empresas que
distribuían, desde un nodo central a los domicilios de una barriada o varias
manzanas de casas, una programación compuesta básicamente de películas
y, en algunos casos, programación propia. Según la investigación

9 Una completa explicación del papel de la televisión local en la desregulación televisiva en

Italia se puede encontrar en Vallés Copeiro del Villar, Antonio: “La televisión local en el ámbito
europeo”, en Comunicación y Estudios Universitarios, núm. 4, Valencia, Fundación CEU San
Pablo, pp. 80-81.
10 Iwens, J. L. y Álvarez Monzoncillo, J. M.: "El futuro del audiovisual en España", Madrid,ed.
Fundesco, 1992.

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desarrollada por Ipetel11 , el grueso de las redes de Vídeo comunitario en


España estaba compuesto por una oferta reducida de canales en la que
destacaba un canal vídeo (películas), los canales Eurosport, Galavisión y
otros que variaban según las estaciones:

TABLA 1
OFERTA DE LAS REDES DE VÍDEO COMUNITARIO HASTA 1993

hasta 1989 hasta 1991 hasta 1992 hasta 1993


porcentaje segmento 55,95% 58,89% 68% 54,78%
mayoritario
total abonados 505.470 475.820 425.370 295.740
oferta programacional 1 canal vídeo, 1 canal vídeo, 1 canal vídeo, 1 canal vídeo,
Galavisión, Galavisión, Galavisión, Galavisión,
Eurosport y 2- Eurosport y 2- Eurosport y 2- Eurosport y 4-8
3 canales más 3 canales más 3 canales más canales más
total abonos 903.510 807.980 705.130 539.960
Vídeo Comunitario
Fuente: IPETEL, 1995, pp. 122-125; elaboración propia

La oferta de la mayor parte de las redes es, como se ve en las cifras de la


tabla, precaria –apenas seis canales hasta el año 1993– y en ella no tenía
cabida aún la programación local más que en ejemplo aislados y poco
importantes.

Las primeras iniciativas de vídeo comunitario tuvieron lugar en el este y sur


de España (Andalucía, Comunidad Valenciana y Cataluña,
fundamentalmente) en los primeros años ochenta12 . El sistema audiovisual
español se encontraba en ese momento en la encrucijada de la transición
política, sin una regulación clara, en medio del debate acerca de la
conveniencia y los modelos de televisión privada y con la aparición, primero
alegal y luego regulada, de los primeros canales de televisión autonómica
(ETB, en el País Vasco, y TV3, en Cataluña).

A finales de 1988, de acuerdo con los datos recogidos por Iwes y Álvarez
Monzoncillo, existían en España alrededor de 1.000 sistemas de Vídeo
comunitario, cuya cuota de enganche era de 7.000 pesetas como media y su
precio por suscripción oscilaba entre 700 y 1.700 pesetas al mes.

11 VV.AA.: “El mercado de cable y satélite en España”, Madrid, IPETEL, 1995.


12 En 1983 se comenzó a desarrollar Vídeo Comunitario en Cádiz, Sevilla, Córdoba y

Málaga, trasladándose después a otras ciudades [cfr. Ipetel: El mercado de cable y satélite en
España, Madrid, IPETEL, 1995, p. 115].

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Ángel Badillo y Ángeles Moreno: La televisión local en España

El mejor momento para esta industria se produjo a partir de una sentencia


de la Audiencia Territorial de Sevilla de 1986, confimada a continuación por
el Tribunal Supremo13 , que consideraba los Vídeos Comunitarios como una
actividad distinta a la radiodifusión y a la televisión (es decir, se reconocía
su situación alegal) protegida por el artículo 20 de la Constitución. Después
de una época dorada, la ley o la propia inestabilidad económica de esta
industria terminaron progresivamente con el peculiar fenómeno del Vídeo
comunitario. Álvarez Monzoncillo e Iwes apuntan al menos las siguientes
razones para que este final se produjera:

• La aplicación de la tardía normativa que regula, aunque no


totalmente, el sector. En concreto, la Ley de Ordenación de las
Telecomunicaciones (LOT, 1987) y la Ley de la Propiedad Intelectual (1987).

• El aumento espectacular de las horas de emisión debido a los nuevos


bloques horarios que comienzan a cubrirse por los canales de televisión ya
existentes y por la aparición de nuevos canales televisivos, y el aumento de
la oferta de ficción.

• El creciente abaratamiento de los costes de alquiler y compra de


videopelículas en los videoclubes, así como una oferta más completa y
variada de títulos y una mejor calidad técnica.

• El aumento del parque español de magnetoscopios, que en 1994


alcanzaba al 54% de los hogares14 .

Desde finales de los años ochenta y en los noventa las empresas de Vídeo
comunitario se reconvirtieron en redes de cable descentralizadas, con
empresas locales (o, como mucho, con influencia transprovincial en algunas
áreas) muy débiles e incapaces de afrontar tanto el reto de la renovación de
las redes (construidas mayoritariamente bajo cable coaxial y rara vez con
fibra óptica) como la amenaza de los capitales extranjeros
(fundamentalmente norteamericanos) dispuestos a aterrizar en el sector
español del cable ahora que el Parlamento ha hecho pública la legislación
del sector.

13 La sentencia de la Sala Tercera del Tribunal Supremo de 17 de noviembre de 1986 dictada


en recurso de apelación confirmó el fallo de la Audiencia Territorial de Sevilla de anulación de
una Resolución del Gobierno Civil de Sevilla que ordenó el cierre y precintado de la actividad
de emisión a diversos edificios de la barriada de Amate por el sistema de cable coaxial. En este
caso, y respecto al vídeo comunitario, el Tribunal Supremo hace una interpretación abierta y
directa del artículo 20 de la Constitución Española, al considerar que «no se puede restringir
ese derecho aplicándole normas dictadas para la televisión pública, por tanto no es necesaria
la autorización previa para el ejercicio de este derecho a través de este sistema».
14 Fuente: SOFRES A. M., “Anuario de audiencias de televisión 1994”, Madrid, SOFRES A. M.,
1995, p. 20.

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Ángel Badillo y Ángeles Moreno: La televisión local en España

A lo largo de estos años, el sector de las comunicaciones por cable se ha


basado en un conjunto de canales, conocido como paquete básico, con el raro
añadido de algunos canales de pago o premium (que, en todo caso, se han
servido gratuitamente como incentivo para promocionar el abono). En ese
paquete de canales, además de los nacionales, algún autonómico y las
emisoras más destacadas de Europa de recepción libre vía satélite (con el
añadido de Galavisión, el canal internacional de Televisa México que
apareció como oferta audiovisual en castellano y vía satélite antes del
surgimiento de canales privados en España), se ha venido incluyendo un
canal local con una programación de horario reducido basada en
información y publicidad de la localidad en la que está enclavada la red.

Aún no existen en España grandes redes de televisión por cable, y el


tamaño de las empresas que operan en el sector es, mayoritariamente,
reducido. Unas 40 compañías (organizadas en las asociaciónes ESPACABLE
y AESDICA para la defensa de derechos) operan redes de tamaño medio o
reducido, la mayor de las cuales ronda los 20.000 abonados15 .

TABLA 2
PENETRACIÓN DE LA TELEVISIÓN POR CABLE EN ESPAÑA (1985-93)

hogares cableados hogares abonados índice de


año penetración
1985-86 63.000 14.000 22,2%
1987 128.000 26.000 20,3%
1988 204.000 44.000 21,5%
1989 288.000 67.000 23,2%
1990 391.000 96.000 24,5%
1991 519.000 129.000 24,8%
1992 661.000 167.000 25,2%
1993 856.000 217.000 25,3%
Fuente: Ipetel, 1995, p. 257; elaboración propia

Las razones de esta baja penetración del cable pueden buscarse


esencialmente en dos factores relacionados: por un lado, la tardanza del
Parlamento en desarrollar la regulación de un sector activo desde hace
quince años; en segundo lugar, la falta de inversión suficiente, derivada sin
duda de la inseguridad que genera esa situación de alegalidad, justo en el
momento de cableado e inicio de funcionamiento de las redes, que es
cuando mayor inversión resulta necesaria.

15 Fuente: IPETEL, 1995, p. 131

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Ángel Badillo y Ángeles Moreno: La televisión local en España

Pues bien, los canales de televisión local suponen uno de los elementos
más importantes para la búsqueda de abonados en las redes de televisión
por cable. Hasta ahora, la oferta de programación local ha servido como
atractivo del paquete de programas ofertado y constituido por un número
excesivo de canales extranjeros que no emiten en español. No es extraño: en
España, los dos canales de la pública TVE (TVE1 y La2) se reciben en la
práctica totalidad del territorio (98,5%, según datos de Retevisión), y los tres
privados (incluido Canal Plus, que emite codificada una parte de su
programación y funciona como pay-tv bajo los patrones de Canal Plus
Francia) se reciben por vía aérea en el 90% del territorio nacional. Los ocho
canales autonómicos que desarrollan su programación en seis Comunidades
Autónomas (Galicia, País Vasco, Cataluña, Madrid, Andalucía y Comunidad
Valenciana) sólo pueden recibirse –de cara a formar parte de la oferta de
estas redes locales de televisión por cable– en las respectivas regiones o en
las zonas adyacentes (aunque de cara al año 1996, TV3 (Cataluña), ETB (País
Vasco) y Canal Sur (Andalucía) han anunciado su intención de emitir vía
satélite). La oferta vía satélite en español, uno de los más fuertes atractivos
con los que debe jugar la red local de televisión por cable, no es numerosa y
durante años ha estado configurada exclusivamente por TVE Internacional,
un canal elaborado a base de la producción propia de TVE y difundido por
Eutelsat, la mexicana Galavisión (propiedad de Televisa) y, en los últimos
años, Eurosport (sólo algunas emisiones se transmiten en español) y
Euronews. En cuanto a la oferta más reciente, Canal Plus España ha
desarrollado un modelo complementario de televisión de pago vía satélite (a
imagen del francés) denominado Canal Satélite (desde febrero de 1993), con
películas, documentales, deportes y programación infantil, pero cuyos
contenidos se emiten codificados16 . Desde la península pueden recibirse
también desde septiembre de 1994 de manera libre (después de un breve y
fracasado periodo de codificación) los canales de Cotelsat que difunden los
satélites Hispasat (de capital público): Canal Clásico y Teledeporte (ambos
de TVE), Telenoticias (una joint venture desarrollada por Telemundo, Reuters
y Antena 3 Televisión) y Telecinco Sat (propiedad de Telecinco), además del
codificado Cinemanía 2 (propiedad de Canal Plus España). Como se aprecia,
la explosión de oferta es reciente.

Para mostrar la escasez de programación en castellano –o en las lenguas


vernáculas de cada zona– que ha multiplicado la importancia de la oferta
local en las televisiones por cable, hemos elegido la oferta de Tele Elx (la red
de cable de Elche, en la Comunidad Valenciana), una de las veteranas, y la
de Tele Zamora (en la comunidad de Castilla León), una de las últimas redes
que se han puesto en funcionamiento. En ambas, encontramos dos

16 Canal Satélite se compone de los canales Cinemanía, Cinemanía 2, Cine Classics,


Documanía, Minimax y Sportmanía [Fuente: El País, 11 de enero de 1995]

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Ángel Badillo y Ángeles Moreno: La televisión local en España

circunstancias llamativas: el canal local existe y, no sólo eso, se llama igual


que la red, es decir, existe una identificación directa entre el canal de
televisión local que difunde la red y la identidad de la propia red de
televisión local por cable. El resto de la oferta está caracterizada de la
siguiente manera:

TABLA 3
OFERTA DE TELE ELX Y TELEVISIÓN ZAMORA (CABLE LOCAL)

Tele Elx Televisión Zamora


Canales terrestres nacionales TVE1 TVE1
La2 La2
Antena 3 Televisión Antena 3 Televisión
Canal Plus Canal Plus
Telecinco Telecinco
Canales terrestres autonómicos Canal 9 (Valencia) Telemadrid (Madrid)
TV3 (Cataluña)
Canal Sur (Andalucía)
Canales vía satélite en español TVE Internacional Euronews
Galavisión Galavisión
TNT/Cartoon TNT/Cartoon
Canal Hollywood
Canales vía satélite en idiomas Eurosport Eurosport
extranjeros CNN CNN
TV5 Europe TV5 Europe
RAI Uno RAI Uno
MTV MTV
RTL
Canales de televisión local Tele Elx Televisión Zamora
total canales 18 16
Fuente: elaboración propia sobre datos de IPETEL (1995) y Televisión Zamora en diciembre de 1995

Como hemos visto, la oferta de televisión accesible a las redes locales de


televisión por cable es aún escasa, esa es la razón que impulsó a desarrollar
canales de televisión local (o integrar, o incluso reconvertir canales locales de
difusión aérea) para hacer atractiva la oferta a los potenciales abonados
cuando la simple oferta de ficción, como se ha dicho, resultaba insuficiente.
El resultado ha sido enormemente positivo: en una reciente investigación del
Instituto de Medios y Audiencias (IMA), el 54% de los españoles estiman
que los contenidos locales y regionales en la televisión por cable son los más
interesantes para esta forma de comunicación17 , incluso si presuponemos

17 Teniendo en cuenta el sexo, la edad y el recuento de votos en las últimas elecciones al


Parlamento Europeo, las mujeres (55,2%), los individuos de 45 a 65 años (57,3%) y los
simpatizantes de IU (58,5%) son los que muestran más interés por una cadena de cable con
programación local y regional. Realizando un estudio en función de las edades, un 52,3% de

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Ángel Badillo y Ángeles Moreno: La televisión local en España

que en el futuro, los canales locales no habrán sido más que un modo de
impulsar esta forma de comunicación en un momento en el que ni el tamaño
de las redes, ni la inversión realizada, ni (mucho más importante) la
demanda social han desarrollado otros servicios de valor añadido a través
de las redes locales de cable.

Por lo visto hasta el momento, podemos hablar de tres modelos de


emisoras locales de televisión en España:

•las emisoras locales de difusión hertziana de carácter comercial, el


núcleo más importante de las cuales se agrupa en torno a ATEL, surgidas de
empresas privadas de producción audiovisual, con una finalidad
básicamente lucrativa y sin participación (o con una participación mínima)
de las administraciones locales en su capital;

•las emisoras locales de difusión hertziana comunitarias –utilizando la


terminología de Prado y Moragas–, surgidas en Cataluña alrededor de
asociaciones de amigos de la televisión local desde los primeros años ochenta, sin
afán de lucro y, en algunos casos, con apoyo municipal;

•en tercer lugar, las emisoras locales que distribuyen su programación a


través de redes de cable, surgidas desde finales de los años ochenta para
hacer atractiva la programación de las redes (en un principio de vídeo
comunitario, enseguida de televisión por cable), con una orientación
esencialmente económica y escasa o nula participación municipal.

Con arreglo a estos tres grandes modelos vamos a hablar, en las


siguientes páginas, del estado de la televisión local en España. Como primer
acercamiento al objeto de estudio, hemos planteado las cuestiones esenciales
(como la programación, la estructura financiera, el conocimiento de las
audiencias, la cuestión tecnológica, la producción de programas) a los
responsables de tres asociaciones de televisión local que consideramos
representativas para cada modelo: Aurelio Martín (presidente de ATEL),
Jordi Luque (presidente de la Federación Catalana de Radios y Televisiones
Locales) y Manuel Alcón (secretario de Aesdica). El esbozo que ellos trazan
de cada una de las áreas de interés nos servirá de base para el planteamiento
de hipótesis de funcionamiento de cada modelo de televisión local, de cara a
la futura ampliación de este estudio con un trabajo de campo.

los preguntados con edades comprendidas entre los 18 y 29 años, y un 53,3% de las personas
cuyas edades oscilan entre los 30 y los 44 años se muestran muy interesados [cfr. Noticias de la
Comunicación, nº 142, noviembre de 1995, p.12].

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Ángel Badillo y Ángeles Moreno: La televisión local en España

La implantación de la televisión local en España


El trato desigual desde las administraciones públicas, la juventud del
fenómeno, la tendencia mimética y las diferencias regionales en población,
renta y articulación social han desarrollado un mapa de la televisión local en
España llamativamente diverso. Las mayores concentraciones de medios se
producen en Andalucía, el Levante español y Cataluña, tanto por razones de
renta como por motivos históricos y políticos, dado que fue allí donde se
desarrollaron tanto la televisión local por vía hertziana como por vía cable.
El resto, ofrece un panorama desigual que tenderá a homogeneizarse una
vez que las nuevas leyes estabilicen el funcionamiento del sector.

TABLA 4
TELEVISIONES LOCALES EN ESPAÑA (POR REGIONES Y PROVINCIAS)

Andalucía 131
Almería 10
Cádiz 32
Córdoba 25
Granada 11
Huelva 7
Jaén 6
Málaga 19
Sevilla 21
Aragón 3
Huesca 1
Teruel 1
Zaragoza 1
Asturias 4
Baleares 22
Cantabria 4
Castilla La Mancha 7
Albacete 3
Ciudad Real 2
Cuenca 1
Guadalajara 0
Toledo 1
Castilla y León 12
Ávila 2
Burgos 2
León 1
Palencia 0
Salamanca 2
Segovia 1
Soria 2
Valladolid 2
Zamora 1

12
Ángel Badillo y Ángeles Moreno: La televisión local en España

Cataluña 81
Barcelona 58
Gerona 11
Lérida 2
Tarragona 10
Comunidad Valenciana 45
Alicante 19
Castellón 6
Valencia 20
Extremadura 2
Badajoz 1
Cáceres 1
Galicia 15
Coruña 5
Lugo 1
Orense 1
Pontevedra 8
La Rioja 2
Madrid 17
Murcia 3
Navarra 2
País Vasco 12
Álava 3
Guipúzcoa 8
Vizcaya 3
Fuente: El País, recogido por Fundesco en el Anuario de la Comunicación 1994, p. 132

Las cifras, pese a todo, no son aún todo lo fiables que nos gustaría: por un
lado, los listados que se han venido elaborando hasta hoy agrupan las
televisiones locales de difusión hertziana permanentes y temporales, los
canales locales en las redes de cable e incluso los vídeos comunitarios; por
otro, los intentos de cuantificar el status quo están sujetos a una situación
paralegal, o alegal, que favorece el desconocimiento de la situación actual.
Según Aurelio Martín, presidente de la Asociación de Televisiones Locales
(ATEL), de las quinientas emisoras que el gobierno reconoce se encuentran
en funcionamiento, “sólo una cincuentena [de emisoras vía éter] tiene
programación regular y una estructura empresarial estable”18 . Este medio centenar
de emisoras de televisión local de difusión hertziana se reunió en 1989 en
torno a ATEL para exigir la regulación del fenómeno y promover el
intercambio de experiencias.

Se aprecia sin embargo, en las pocas cuantificaciones disponibles, una


disfunción de la correspondencia entre los factores de desarrollo económico
y nivel de población e implantación de la televisión local. En zonas

18 Declaraciones de Aurelio Martín en una entrevista realizada para la elaboración de este


texto, en enero de 1996.

13
Ángel Badillo y Ángeles Moreno: La televisión local en España

industrial y demográficamente desarrolladas del norte del país, como el País


Vasco, Galicia o Asturias (con índices de potencial económico similares a los
de Andalucía, por ejemplo) el grado de implantación de la televisión local es
llamativamente bajo. En este sentido, podríamos hablar de que aún no se ha
conseguido un desarrollo de la televisión local en consonancia con las tres
áreas de desarrollo audiovisual a las que se refiere Daniel Jones (1994) en su
análisis del sistema audiovisual español:

• Zona de pleno desarrollo audiovisual: constituida, según Jones, por


Madrid y Cataluña, que conjuntamente acumulan un 28% de la población
española y un 33% del PIB. Estas dos regiones consumen un 30% de la
audiencia televisiva, un 37% de la audiencia cinematográfica y un 31% de la
videográfica. Según los datos tomados de Fundesco, esta primera zona de
desarrollo audiovisual engloba 98 emisoras de televisión local, el 27% del total.

• Zona de desarrollo audiovisual medio: estaría compuesta por Galicia,


Andalucía, Comunidad Valenciana y País Vasco, todas con canales
televisivos propios y una creciente industria audiovisual. Entre las cuatro
acumulan el 40% de la población española, el 36% del PIB, un 41% de la
audiencia televisiva, un 34% de la cinematográfica y un 46% de la
videográfica. Según los datos de Fundesco, esta zona de desarrollo medio
acumula 203 emisoras, es decir, el 56% del total. En esta segunda zona llama la
atención, el enorme número de emisoras de Andalucía (el 36% del total
nacional).

• Zona de escaso desarrollo audiovisual: constituida por las once


regiones restantes, que comprenden un 32% de la población y un 31% del
PIB, caracterizadas por carecer de grandes núcleos de población, tener un
tejido industrial poco especializado y una conciencia regional más débil que
en las otras Comunidades Autónomas. Siempre según el análisis de Jones,
estas once regiones restantes suponen el 29% de la audiencia televisiva y
cinematográfica y un 23% de la videográfica. En el campo de la televisión
local, esta tercera zona cuenta con un total de 61 estaciones, un 16% del total.

Las mayores desavenencias entre los criterios de desarrollo audiovisual


según los argumentos utilizados por Jones y el desarrollo audiovisual local que
obtenemos de las cifras publicadas por El País y recogidas por Fundesco que
ofrecemos están en Madrid (baja implantación de televisiones locales),
Andalucía (por el abultado número de estaciones que acumula) y Baleares
(cuya cifra la sitúa por delante, por ejemplo, de Madrid, Galicia y el País
Vasco).

Como se aprecia, si bien existe una correspondencia entre el desarrollo de un


audiovisual autonómico y el potencial demográfico y económico de las distintas zonas
del país, esta misma correspondencia no puede ser descubierta cuando se trata de
la televisión local, sin duda porque consideramos que el audiovisual local no

14
Ángel Badillo y Ángeles Moreno: La televisión local en España

ha encontrado razones de mercado para el establecimiento de su actividad


por culpa del vacío legal, y ha tendido más bien a situarse, por razones
esencialmente miméticas, en las zonas donde el desarrollo de esta forma de
comunicación se produjo más pronto. Esta afirmación supone que, al
contrario de lo que ocurrirá con el mapa autonómico, el mapa local de la
comunicación tiene, en España, muchas razones para cambiar totalmente en
los próximos años, si no meses. Aún así, estas no son sino hipótesis sobre
datos de implantación, como se ha dicho, poco fiables.

La programación de la televisión local


En un artículo del año 1988, los profesores Pere-Oriol Costa y José Manuel
Pérez Tornero 19 proponían como grandes líneas de la programación en las
emisoras locales de televisión la participación de los ciudadanos en la
elaboración de los programas y la experimentación de modelos novedosos:
diseño de programas útiles a la comunidad, integración en la vida de la
localidad, atención a las demandas de grupos particulares más que a
criterios de extensión de la audiencia y búsqueda de fórmulas alternativas
de presentación de los contenidos. Estos principios son adecuados cuando
se trata de emisoras municipales o dependientes de grupos sociales
organizados en los que recae la gestión de una licencia municipal, pero están
alejados de los criterios básicamente económicos que presiden la
programación de las televisiones locales privadas.

Las parrillas de programación no son extensas en las emisoras locales,


tanto las que emiten vía éter como aquellas que distribuyen su señal a través
de una red de cable. Las emisiones suelen cubrir el horario de máxima
audiencia (entre las 20,00 hh. y las 24,00 hh.) y algunas de ellas se repiten por
la mañana o al mediodía como una forma de aumentar la oferta
programática. Los fines de semana, la oferta horaria suele ser algo mayor. En
los horarios en los que no se realiza emisión convencional, cada vez más
televisiones locales (animadas sin duda por los precios asequibles del
equipamiento informático y del software) colocan en pantalla un videotexto
(un teletexto no interactivo, cuyas páginas van rotando automáticamente) en
el que se incluye información de servicios, la programación de la cadena e
incluso publicidad.

Así, Tele Donosti 20 (éter) comenzó sus emisones con una parrilla que se
desarrolla en dos horas, entre las 19,30 y las 21,30 hh. En otras emisoras,

19 Costa, Pere-Oriol y Pérez Tornero, José Manuel: “Les perspectives de la TV local”, en

VV.AA.: “La televisión local de servicio público”, Barcelona, Diputación de Barcelona, 1988, p. 17.
20 cfr. Televisión Local, nº 6-7, pp. 29-30.

15
Ángel Badillo y Ángeles Moreno: La televisión local en España

como Tele Gijón21 (éter), la emisión se inicia a las cinco de la tarde y llega
hasta pasada la medianoche. Un caso excepcional podría ser el de Tele
Bilbao22 (éter), en el País Vasco, cuya parrilla cubre las 24 horas de
programación con una fórmula informativo-musical destinada al público
juvenil, aunque cuenta con programación infantil (de 18 a 19 horas) y un
prime time destinado al público adulto. Las parrillas se caracterizan por la
composición en franjas estables (generalmente, un informativo, un magazine
de actualidad y un programa de contenido variado que cambia cada día de
la semana) y por la opción en favor de programas muy baratos de producir.

En cuanto a los contenidos, habría que recordar que precisamente el


advenimiento de un cierto crecimiento del sector de la televisión local se
debe a la falta de información local en el medio televisivo: igual que, como
dijimos más arriba, el vídeo comunitario vino a suplir en España la falta de
ficción en las parrillas de las televisiones públicas, los canales locales de
televisión (por ondas o por cable) vienen a subsanar hoy la carencia de
espacios de información local en la televisión, lo que no ocurre con la radio
(España tiene el mayor número de emisoras de radio de Europa, de las que
la mayoría forman parte de una de las cuatro cadenas nacionales pero emiten
una parte de programación local y regional) y mucho menos con la prensa.
Esta, consideramos, es la razón más importante para entender que sea el
macrogénero informativo el que se encuentra con más frecuencia en las
parrillas de las televisiones locales. Prado y Moragas23 advierten que en
todas las televisiones catalanas se emiten noticiarios y programas
informativos: junto al factor de la demanda, habría que añadir el hecho de
que los programas informativos (telenoticiarios, programas de debate,
programas de entrevistas) pueden ser realizados con bajos presupuestos de
producción en espacios (sets) reducidos y prácticamente en tiempo real.
Podríamos incluir dentro del macrogénero informativo otros dos programas
típicos en las parrillas de las televisiones locales: el magazine, un clásico
programa contenedor que puede incluir desde informaciones blandas hasta
música o entrevistas; y el debate, un género informativo orientado hacia
problemas de la comunidad local muy barato de producir. Las
retransmisiones en directo o en diferido de acontecimientos locales (actos
públicos, fiestas, desfiles...) son también una pieza clave de las parrillas de
las televisiones locales, aunque su frecuencia es, como se puede suponer,
mucho menor.

El otro gran macrogénero de la programación en los canales locales es el


deporte. Las batallas entre la Liga de Fútbol Profesional y las televisiones

21 cfr. Televisión Local, nº 6-7, pp. 24-25.


22 cfr. Televisión Local, nº 3, pp. 11-14.
23 Prado i Picó, E. y Moragas Spà, M.: “Televisiones locales: tipología y aportaciones de la

experiencia catalana”, Barcelona, Col.legi de Periodistes de Catalunya, 1991, p. 57-59.

16
Ángel Badillo y Ángeles Moreno: La televisión local en España

han desembocado en una oferta relativamente limitada (aunque creciente) de


fútbol televisivo y en el encarecimiento de los derechos de transmisión de
los partidos de las categorías superiores del que en España se considera
deporte rey. Las televisiones locales han conseguido aumentar esa oferta y
suplir la falta de atención que las televisiones nacionales y autonómicas
vienen teniendo hacia los equipos de categorías inferiores con
retransmisiones y programas de información deportiva. Tele Hospitalet24
(vía éter), en Barcelona, transmite en diferido los partidos del equipo de la
ciudad, como hacen muchas otras emisoras. Normalmente, las
retransmisiones se realizan en diferido (por el elevado coste que tendría una
realización en directo) y muchas veces con una o como máximo dos cámaras.
Otros deportes tienen cierta presencia en las parrillas de televisiones locales
en función del arraigo de estas prácticas en las diversas zonas de España
aprovechando la falta de cobertura en las televisiones nacionales y la
positiva ratio coste/audiencia que tienen las retransmisiones deportivas en
España25 . En el estudio de Moragas y Prado26 , el 75% de las emisoras
catalanas tiene algún programa de deportes, y el 50% más de uno.

Otros programas como históricos, educativos, de medicina, de


tradiciones, tienen una importancia menor en las televisiones locales, sobre
todo por las cuestiones derivadas del elevado coste de producción. Tele
Hospitalet27 , por ejemplo, emite un programa de ocultismo llamado “En el
umbral del misterio”, que los responsables del canal sitúan entre los más vistos.
En Tele Salamanca28 , el programa cinegético “Cazar y pescar” se emite varias
veces por semana. En Tortosa Televisió29 , un programa concurso infantil,
“Plastineiti”, se emite semanalmente. En los lugares en los que la cuestión
lingüística es importante, como en Euskadi, las emisoras locales dedican una
atención especial a la normalización, con programas orientados al
aprendizaje del idioma.

La programación es, en resumen, reducida tanto desde la perspectiva del


número de macrogéneros presentes como de la cantidad de horas de

24 cfr. Televisión Local, nº 4, pp. 16-18.


25 Según los datos de Sofres A. M., los tres programas más vistos en la temporada pasada

1994-95 fueron los partidos de fútbol España-Dinamarca (53,5% de share), España-Bélgica


(48,8% de share) y Atlético de Madrid-F. C. Barcelona (47,7%) [cfr. GECA: “El libro de la tele:
anuario de la televisión en España”, Madrid, ed. Temas de Hoy, 1995, p. 157]
26 Prado i Picó, E. y Moragas Spà, M.: “Televisiones locales: tipología y aportaciones de la

experiencia catalana”, Barcelona, Col.legi de Periodistes de Catalunya, 1991, p. 62.


27 cfr. Televisión Local, nº 4, pp. 16-18.
28 Entrevista mantenida con el director de la emisora, Juan Carlos López Pinto, para la
redacción de este texto, en enero de 1995.
29 Entrevista mantenida con el director de la emisora, José María Ginovall, para la redacción
de este texto, en enero de 1995.

17
Ángel Badillo y Ángeles Moreno: La televisión local en España

emisión, y esto por razones esencialmente económicas. La capacidad de


producción de las emisoras de televisión local es muy restringida, y el
mercado de programas resulta –sobre todo después de la aparición de los
canales de televisión privada, en 1990– inaccesible. Es precisamente esta
razón la que impulsará en el futuro (y ya hoy, con ejemplos como el de
Central de Vídeo Difusión, desde Cataluña) el desarrollo de proyectos
comunes para la producción de programas o la aparición de nuevas
empresas en el sector capaces de producir programación de interés para las
televisiones locales a costes que puedan ser afrontados por las estructuras
económicas de estas empresas: así, en colaboración con la Diputación Foral
de Vizcaya, Tele Bilbao30 (vía éter) ha venido desarrollando un proyecto de
producción de programas con coste reducido para el mercado de las
televisiones locales cuyos primeros productos son “Mestizo” y ”Jazz 53”, dos
espacios musicales especializados de una hora de duración que abordan la
música caribeña y la jazz respectivamente. Mientras tanto, las televisiones
locales mantienen la orientación, en muchos casos como parte de su espíritu
de funcionamiento, de producir sus propios programas.

Financiación de las cadenas de televisión local


En este punto es necesario establecer una doble diferenciación:

• En función de la estructura del capital: si la emisora es municipal,


los ingresos provendrán esencialmente del Ayuntamiento, que cubre la
totalidad o al menos una parte (emisoras mixtas) del presupuesto de la
emisora; si es privada o mixta, vamos a encontrar diversos modos de
financiación: publicidad (tanto en las emisiones convencionales como en
el teletexto en las emisoras que lo tienen), venta de producción propia (a
particulares o a otras emisoras), aportaciones de capital privado
(individuales o procedentes de colectas públicas) y alquiler de equipos.
En la publicidad, se utiliza preferentemente el espot convencional (sea de
publicidad comercial local o publicidad institucional31 ), pero en los
últimos años han venido apareciendo otros formatos como la teletienda32 y
otras fórmulas comunicacionales no estrictamente publicitarias como el
patrocinio, promociones o televenta.

30 cfr. Televisión Local, nº 3, pp. 11-14.


31 Se entiende aquí como publicidad institucional la publicidad generada por las
instituciones públicas o asociaciones sin ánimo de lucro y no como comunicación corporativa
versus comunicacion comercial o de márketing.
32 Probablemente lanzada por su éxito en las televisiones nacionales: según un informe
elaborado por diversas asociaciones de consumidores, la venta de productos a través de la
televisión ha alcanzado una facturación anual de 15.000 millones de pesetas en España [cfr. El
País, 9 de octubre de 1995].

18
Ángel Badillo y Ángeles Moreno: La televisión local en España

• En función de la forma de difusión: en las emisoras de televisión


local por cable, hay que añadir como fuente de ingresos el cobro de
cuotas a los abonados (el resto de las formas de obtención de recursos
habitualmente se mantienen).

En todo el sector privado y mixto de televisiones, la publicidad –incluso


en el caso de las televisiones por cable, en las que las cuotas de los abonados
se presentan como una vía segura de obtención de recursos– supone el eje
central de los presupuestos: en la investigación desarrollada por los
profesores Prado y Moragas (1991, p. 40) para el ámbito catalán el 62,5% de
las emisoras locales utiliza la publicidad como fuente de ingresos. El resto
de las fórmulas, desde el alquiler de equipos, la producción audiovisual,
hasta la venta de cintas aparecen en las explotaciones de televisión local
como marginales33 .

La cuestión del personal


La tónica general es la falta de especialización en las plantillas, que
además son reducidas. El estudio de Moragas y Prado34 habla de varios
tipos de personas implicadas en las televisiones locales: personas
comprometidas con movimientos sociales, animadores culturales, personas
con una actividad profesional estable que encuentran en la producción
audiovisual una forma de creatividad y participación cultural, o jóvenes que
encuentran en ellas formas de aprendizaje laboral, además de los
profesionales del medio. Quizá cabría aquí diferenciar entre las televisiones
locales vía éter (con estructuras empresariales frecuentemente más difusas,
muchas veces incluso temporales) y vía cable: las segundas, como empresas
constituidas al amparo de una mayor estabilidad dentro de la alegalidad,
parecen mantener plantillas más profesionalizadas (que requieren una
retribución específica) y estables.

Lo que debe quedar claro es que las plantillas no son exclusivamente de


trabajadores fijos con dedicación exclusiva, sino que se cuenta con muchos
colaboradores. Como comenta Galo Sánchez, de Tele Hospitalet, “el criterio
principal es que las televisiones locales deben crear puestos de trabajo y ser empresas,

33 Declaraciones de Manuel Alcón (secretario general de la Asociación Española de


Servicios de Distribución por Cable), José María Ginovall (Director y Administrador Único de
Televisió de Tortosa), Adrián Gómez (productor audiovisual), Juan Carlos López Pinto
(director de Televisión Salamanca), Jordi Luque (presidente de la Federación Catalana de
Radios y Televisiones Locales) y Aurelio Martín (presidente de la Asociación de Televisiones
Locales), en entrevistas realizadas para la redacción de este texto.
34 Prado i Picó, E. y Moragas Spà, M.: “Televisiones locales: tipología y aportaciones de la

experiencia catalana”, Barcelona, Col.legi de Periodistes de Catalunya, 1991, p. 11.

19
Ángel Badillo y Ángeles Moreno: La televisión local en España

privadas municipales o mixtas, pero ante todo ser empresas con equipos de personas
profesionales, independientes, con puntos de vista nuevos que aporten creatividad al
medio”35 . Una de las más importantes emisoras vía éter, Tele Bilbao36 , cuenta
con 25 trabajadores y otros tantos colaboradores que realizan la
programación local de la emisora. En Pamplona37 (éter), la plantilla inicial
era de 17 personas, aunque esperan llegar hasta los 25, entre personal fijo y
colaboradores.

Es en este aspecto en uno de los pocos en los que aparecen diferencias


significativas entre los tres modelos: como se aprecia en la tabla que se
adjunta al final del texto, las televisiones locales en Cataluña cuentan con un
número de trabajadores sensiblemente mayor al de las comerciales del resto
de España y los canales locales de difusión cable: frente a los 6-8 empleados
de los dos últimos modelos citados, las televisiones catalanas declaran tener
entre 15 y 20 personas en plantilla fija38 .

El problema de la audiencia
El escaso conocimiento de la audiencia de la televisión local es uno de los
factores que está impidiendo una mayor inversión publicitaria en las
televisiones locales, como se comenta en un apartado específico de este
texto. Tan sólo el estudio que realiza Eco Consulting para Market Hole, del
que se hablará enseguida, ofrece una visión en profundidad de la
penetración en los mercados de audiencia de 35 canales locales de televisión.
Mientras tanto, los dos grandes estudios que hoy por hoy abordan el
consumo de televisión en España dejan desguarnecido el impacto de la
televisión local y a las propias televisiones como fuente frecuentemente
única de datos de audiencia.

La empresa que realiza controles de audimetría en España, Sofres


Audiencia de Medios, no especifica el consumo de televisión fuera de los
canales nacionales y autonómicos, aunque la presencia de otros actores es
cada vez más importante y ello supone un claro reto a la investigación
audimétrica: en 1995, el 1,4% del share se colocó en un indeterminado otros en
las tablas de consumo televisivo, lo que incluye emisiones vía satélite,
televisión por cable, vídeos comunitarios y emisoras locales; el alcance total
de estas formas alternativas de comunicación televisiva, siempre según los

35 cfr. Televisión Local, núm. 4, pp. 16-18.


36 cfr. Televisión Local, núm. 3, pp. 11-14.
37 cfr. Televisión Local, núm. 4, pp. 24-26.
38 Declaraciones de Aurelio Martín, Jordi Luque y Manuel Alcón en entrevistas realizadas
para la elaboración de este texto, en enero de 1996.

20
Ángel Badillo y Ángeles Moreno: La televisión local en España

datos de 1995 de Sofres A. M., rondó el 40%, es decir, que alrededor de 14,5
millones de individuos tuvieron acceso a estas señales entre las que, sin
duda, una gran parte del peso recayó en las televisiones locales39 . Sin
embargo, la audimetría no alcanza más que a 2.500 hogares en España (unos
8.000 individuos)40 , con lo que no puede observar los comportamientos de
consumo de televisiones locales no sólo por cuestiones técnicas, sino por
razones muestrales evidentes. Pese a todo, la erosión de los canales de
televisión tradicionales en los que las televisiones locales hertzianas y por
cable han tenido un papel importante, resulta aún escasa, pero evidente:

1990 1991 1992 1993 1994


públicas nacionales 72,6 57,2 45,5 39,4 37,4
privadas nacionales 10,5 26,9 37,2 44,4 46,6
autonómicas 16,4 15,5 16,5 15,6 15,2
otros 0,5 0,4 0,8 0,6 0,8
Fuente: SOFRES A. M.

1994

1993

otros

autonómicas
1992
privadas nacionales

públicas nacionales

1991

1990

0% 20% 40% 60% 80% 100%

39 Wert, J. I.: “La televisión que viene: los retos de la investigación”, en Ponencias del
Encuentro Internacional AIMC sobre Investigación de Medios, Madrid, AIMC, 1995. La falta de
concreción de datos de audiencia en televisión local no parece preocupar al máximo
responsable de Sofres A. M., como apunta en su ponencia: “en las circunstancias actuales el panel
de audimetría instalado responde sin problemas a la configuración actual del consumo efectivo de
televisión que tiene lugar en España”.
40 cfr. SOFRES A.M.: “Anuario de audiencias de televisión 1994”, Madrid, SOFRES A.M., 1995,
p. 17.

21
Ángel Badillo y Ángeles Moreno: La televisión local en España

Fuente: SOFRES, A. M.

En el caso del Estudio General de Medios (EGM, un estudio de recuerdo


de consumo de multimedios realizado por un pool de medios, agencias y
anunciantes, la AIMC), es necesaria tanto una preocupación por segmentar
claramente desde la instancia investigadora por el fenómeno de la televisión
local como un decidido impulso de las televisiones locales por fomentar el
estudio de su consumo. No es de extrañar: el sector de la publicidad no
parece estar aún excesivamente interesado en la televisión local y, desde los
emisores, los que mayor viabilidad económica tienen para afrontar estudios
de mercado son las televisiones locales vía cable, cuyo sustento básico no es,
al menos en principio, la publicidad sino las cuotas de los abonados. El
EGM mide, sin embargo, la penetración global de las emisoras de televisión
local. Según este estudio, 201.000 personas vieron televisión local durante el
año 1994, es decir, apenas el 0,6% de la población.

250

201
200

150 141

123

100 93 92

50

1990 1991 1992 1993 1994

En miles de individuos. Fuente: EGM

Los datos del Estudio General de Medios reflejan una situación


excesivamente heterogénea como para admitir generalizaciones. Sin
embargo, a la luz de los datos parece evidente que la televisión local ha
crecido especialmente en los grandes núcleos de población (por encima de

22
Ángel Badillo y Ángeles Moreno: La televisión local en España

los 50.000 habitantes). Las Comunidades Autónomas con mayor incidencia


son Andalucía (que acumula casi la mitad de la audiencia de televisión
local), Cataluña y la Comunidad Valenciana. En los últimos cinco años, es
llamativo el incremento de audiencia que ha tenido lugar en Castilla y León
(impulsado sobre todo por el desarrollo de la televisión por cable) y el fuerte
descenso de la audiencia en la Comunidad Valenciana (incitado,
probablemente, por la competencia de la televisión autonómica Canal 9, que
se puso en marcha a finales de 1989).

Estas cifras pueden resultar atractivas cuando se trata de obtener una


visión global del fenómeno, pero de poco sirven a las distintas televisiones
locales para conocer su nivel de penetración, para dinamizar su mercado
publicitario o para conocer la incidencia de sus programaciones en la
sociedad. A falta de datos más claros sobre la audiencia de la televisión
local, las emisoras suelen decantarse –aunque no en todos los casos– por
estudios propios, de los que muchas veces no se tiene noticia o no se
publican los resultados completos. Algunas televisiones han realizado
estudios puntuales como encuestas telefónicas a pequeñas muestras o
sondeos sobre el conocimiento de la emisora: en Tortosa Televisió, por
ejemplo, realizan dos sondeos anuales sobre dos muestras telefónicas de
doscientos domicilios para conocer qué programas son más seguidos41 . De
manera global, en Castilla y León el Gobierno Autonómico encargó una
encuesta para medir el conocimiento que los ciudadanos de la región tenían
de sus televisiones locales en 1993: el resultado fue que el 75% de la
población conocía la existencia de las emisoras, el sector más interesado era
el de los jóvenes entre 18 y 30 años42 .

Publicidad en television local: estimaciones.


Uno de los medios más afectados por la crisis publicitaria, que llega a sus
más altas cotas en España en 1991 y continúa tras los eventos de 1992, es, a
pesar de seguir siendo el medio rey, la televisión. Así lo demuestra el nivel
de crecimiento de la inversión publicitaria en televisión entre 1993 y 1994,
estimada por Infoadex43 en un 3.1 % (crecimiento en torno al Índice de
Precios al Consumo y en la línea con la inflación44 ) situándose así
ligeramente por debajo, en cifras de crecimiento, no en total de inversión, de
los diarios o el cine y con una significativa diferencia con el crecimiento de la

41 Entrevista mantenida con el director de la emisora, José María Ginovall, para la redacción
de este texto, en enero de 1995.
42 Televisión Local, núm. 3, pp. 6-7.
43 “Estudio Infoadex: La inversión publicitaria en España 1995”, Madrid, Infoadex, 1995
44 “Crecimiento cero”, en Anuncios, nº 677, 4/10.12.95, p. 20

23
Ángel Badillo y Ángeles Moreno: La televisión local en España

publicidad exterior en mobiliario urbano del 20.1%, en cabinas telefónicas


del 21.1% y otros medios no convencionales como el telemárketing con un
12%.

La crisis publicitaria está generada, entendemos, por factores como la


crisis económica, la crisis del sistema de valores social y cultural que la
publicidad representa y la crisis del propio sistema publicitario45 . En España
con la ruptura del monopolio televisivo se producte una disgregación de
audiencias que rompe con la estabilidad anterior, provocando el principal
problema de la televisión como medio publicitario: la saturación46 . Esta
saturación publicitaria ha provocado fenómenos como la falsa subida de
precios de difusión, la reducción de la eficacia de los mensajes47 en los
bloques de gran duración y el progresivo rechazo de los telespectadores
hacia los contenidos publicitarios y hacia el medio como tal48 .

Paralelamente, al producirse el paso del consumismo a la ecología del


consumo y al cambiar la mentalidad publicista por otra holista, usando la
terminología de Joan Costa49 , asistimos a la crisis de los mercados de masas
y a la segmentacion de los públicos. En palabras de Rodrigo Alonso "lo que
interesa es acceder al segmento de público al que se pretende llegar y no gastar balas
inútilmente"50 , es más, el concepto de público dejaría de ser operativo y sólo
existirían ya las audiencias. Esta concepción se verá apoyada por las nuevas
tecnologías produciéndose un trasvase de la inversión hacia medios
publicitarios no convencionales y afectando de modo notable a la televisión
como medio masivo por excelencia.

Ante este panorama, las televisiones locales se presentan como una


alternativa capaz de ofrecer al anunciate un target diversificado geografica y
temáticamente y por lo tanto, susceptible de una mayor eficacia tanto para
los productores locales como para las empresas e instituciones nacionales,
que se encuentran con la posibilidad de apuntar sobre mercados más
definidos, rentabilizando así el sistema publicitario fundamentalmente en
sus fases de investigación, difusión y control. Si la estructura social se
recompone en forma de mosaico multipolar reconociendo la diversidad, la

45 Rodríguez Centeno, J. C.: “Panorama general de la crisis publicitaria”, en Questiones


Publicitarias, núm. 3, 1994, pp. 105-113.
46 Entrevista a Jose Manuel Rodrigo: “La televisión sufre de saturación publicitaria”, en
ABC, nº 12, 29.03.95, p. 74
47 “Un estudio revela la ineficacia de las series largas de spots publicitarios en televisión”,
en ABC, 8.02.95, pág. 75
48 “El rechazo global a la televisión, respuesta de los espectadores a la saturación
publicitaria”, en ABC, nº 24, 24.05.95, p. 62-63.
49 Costa, J.: “Comunicación corporativa y revolución de los servicios”, Madrid, Ciencias
Sociales, 1995
50 Alonso, R.L.: “Imagen de marca”, Madrid, Rodrigo Alonso, 1993, p. 9.

24
Ángel Badillo y Ángeles Moreno: La televisión local en España

televisión local supone de algún modo una "desmasificación" de la televisión


como medio tradicional.

El potencial de estas televisiones como soporte publicitario comienza a


ser percibido por todos los agentes del mercado. Las posibilidades que
ofrecen se basan fundamentalmente en la cercanía con el consumidor local.
Los principales clientes de estos soportes son anunciantes locales, campañas
vinculadas al canal de distribución y acciones below the line. En la actualidad,
dos exclusivas publicitarias han comenzado a trabajar en este ámbito: Gepsa
TV y Market Hole51 .

Market Hole gestiona la publicidad de treinta televisiones repartidas por


todo el territorio nacional: Tele Donosti y Tele Baracaldo en el País Vasco;
emisoras del grupo Sociedad y Desarrollo como las televisiones de León,
Zamora, Salamanca, TV Segovia, Benavente, Burgos o Miranda de Ebro en
Castilla-León, Telemadroño en Madrid; Canal V en Guadalajara, Tele
Giralda, Tele Nieve, Tele Utrera y 3.40 de Mijas en Málaga en Andalucía;
Tele Alicante y Tele Elx en Alicante; Tele Mataró, Tele Manresa, Tele
Badalona, Canal Blau, Tele Rubi y Tarrasa en Cataluña; Azul TV de Tenerife
en Canarias y Telecitat de Mayorca en Baleares.

Estas empresas están vinculadas con CVD (Central de Video y


Difusión), empresa que provee de programas y ayuda técnica a las
televisiones locales y han sido seleccionadas de acuerdo a su notoriedad de
audiencia. No obstante, Market Hole ha iniciado ya el contacto con otras 130
empresas de menor cobertura.

En cuanto a Gepsa TV, trabaja para la red de emisoras locales de


televisión integradas en Local Media, agrupación de televisiones que
comercializan su publicidad de forma conjunta y que en un principio
trabajaba sólo para los asociados de la Asociación de Televisiones Locales
(ATEL). Para pertenecer a la agrupación es necesario cumplir con una serie
de requisitos como una cobertura total del municipio, una programación
suficiente que abarque como mínimo desde mediodía a la noche, una
tecnología Betacam y una vocación comercial. Las televisiones con las que
trabaja Gepsa TV son : Canal 60 de la Coruña, Ferrollera TV, TV Lugo, RTV
Compostela y TV de Vigo en Galicia; TLC Local d Gijón y TV Local de
Oviedo en Asturias; Tele Bilbao en El País Vasco; Pamplona TV en Navarra;
Tele Palencia, TV Valladolid y Canal 54 de Burgos en Catilla León; Tele
Sierra y Canal 28 en Madrid; Tele Cuenca y Tele Toledo en Castilla-La
Mancha; Castelló TV en la Comunidad Valenciana, Canal 15 de Alicante yTV

51 “Gustos locales”, en Campaña, nº 478, 16/30.11.95, pp. 22 y ss.

25
Ángel Badillo y Ángeles Moreno: La televisión local en España

de Elche; TV Murciana en Murcia; Televisió L´Hospitalet en Barcelona;


Canal 4 Mallorca y Canal Mediterráneo de Ibiza en Baleares; Onda Jerez y
Canal de Cádiz en Andalucía; Canal Ceuta; y Tele Volcán y Tele Gran
Canaria en Canarias.

Aunque ya hay algunos anunciantes que han dirigido una parte de


sus presupuestos publicitarios a la televisión local, el principal problema
que encuentran estas empresas es un mercado prácticamente paralizado
desde la perspectiva comercial debido a la falta de promoción en otros
soportes, a la ausencia de cifras contrastadas de audiencias y a la definitiva
regulación del sector, pues si bien se aprobó la Ley en diciembre de 1995,
habrá que esperar a las elecciones de marzo de 1996 para tener un marco
estable definitivo. Ambas empresas están tratando de demostrar con cifras su
rentabilidad frente a otros competidores locales y están realizando
mediciones de audiencia bajo la supervisión de la Asociación para la
Investigación de los Medios de Comunicación (AIMC). Market Hole trabaja
con la colaboración de Eco Consulting en la medición de la audiencia de sus
treinta cadenas asociadas y según los primeros sondeos, la audiencia media
acumulada diaria se sitúa entre 1,2 y 1,5 millones de personas.

Por su parte, Gepsa TV está trabajando con el instituto de


investigación Vox Pública y sus primeros datos deben estar a punto de ser
revelados.

Según datos de la empresa Gepsa52 la inversión publicitaria se mantendrá


en los próximos dos años en torno al medio billón de pesetas siendo la
inversión real estimada por Infoadex 1.168.011,1 millones en 1994 de los
cuales 210.817 millones corresponden a la television (TVE, TVG, ETB1,
ETB2, TV3, Canal33, Telemadrid, Canal9, Canal Sur, Antena 3 ,Telecinco y
Canal Plus). Utilizando como dato el modelo italiano, Gepsa estima que las
empresas locales alcanzarán este año el 2% del total nacional de audiencia
televisiva, que crecerá hasta el 6% en el 1996 y se estabilizará en el 10% en
1997 y podrán conseguir en ese año una inversión de 30.000 millones de
pesetas, un 2.5% de la inversión total publicitaria y un 4.2% de la inversión
total en televisión (siempre que las autonomías excluyan la prohibición de
emitir publicidad entre las 20:00 y las 24:00 horas, dado que la ley finalmente
no contempla dicha restricción).

Concretamente en las televisiones por cable, a pesar de que dieciocho de


las veinte consideradas como las mejores en el país consiguen la mayor parte
de su financiación por via publicitaria, por el momento, los operadores de
cable se quejan de que el desarrollo de la comercialización entre agencias de

52 “El sector de la publicidad local puede ingresar en publicidad 30.000 millones de pesetas
al año”, Television Local, nº 10, pp. 22-23.

26
Ángel Badillo y Ángeles Moreno: La televisión local en España

publicidad y centrales de medios es prácticamente inexistente. Uno de los


mayores problemas radica en la dificultad de medir la eficacia de las
campañas.Los representantes de algunos de estos operadores consideran
que se producirá un desarrollo similar al de Estados Unidos, donde los cinco
primeros años los ingresos por publicidad de las cadenas fueron
insignificantes, centrándose su financiación en las cuotas de abonados53 .

Queda por determinar si las televisiones locales serán capaces de generar


una nueva demanda publicitaria o si conseguirán atraer hacia sí un sector de
la tarta que hoy se centra en otros medios. Los profesionales parecen de
acuerdo en que las televisiones locales no suponen una amenaza para las
televisiones nacionales ya que consideramos que los sistemas tradicionales
nunca serán sustituidos, aunque los nuevos medios supongan un
complemento de la oferta actual y serán necesarios para destacarse de la
competencia frente a la saturación de los medios convencionales. No
supondrán, pues, una amenaza, aunque algunos estiman previsible que el
pastel publicitario se reduzca porque un porcentaje de la inversión se vaya a
éstos y otros nuevos medios. Tampoco consideran que las revistas y diarios
puedan desaparecer, pero para quien el futuro será más incierto es para la
radio, ya que entre las emisoras de radio y las televisiones locales se
fraguará una lucha por atraer la publicidad local54 .

Por último, en cuanto a los formatos publicitarios, o de comunicación


comercial, si queremos restringir el término publicidad, utilizados en las
televisiones locales, las exclusivas publicitarias Gepsa TV y Market Hole han
comenzado a desarrollar fórmulas como el espot, el patrocinio, el bartering y
la televenta. Gepsa realiza fundamentalmente dos tipos de campañas:
televenta, que antes iba a las televisiones locales, y anunciantes nacionales para
apoyar las promociones a nivel local55 . En cualquier caso, parece que la
publicidad deberá buscar nuevos caminos creativos, encontrando nuevos
formatos y revisando su lenguaje tradicional, al igual que deberá revisar sus
sistemas de medición del impacto en las audiencias56 .

De la alegalidad a la regulación
Como suele ocurrir cuando se trata de cuestiones en las que la tecnología
tiene un papel destacado, la televisión local nació antes que su regulación.
Como advierte Vallés en su estudio comparado de la legislación europea del

53 “Compás de espera”, en Anuncios, nº 677, 4/10.12.95, pp. 28 y ss.


54 “Por venir”, en Anuncios Revista, nº 46, noviembre 1995, pp. 24 y ss.
55 “Gustos locales”, en Campaña, nº 478, 16/30.11.95, pp. 22 y ss.
56 “Estudios de audiencia y nuevos medios”, en Campaña, nº 478, 16/30.11.95, pp. 42 y ss.

27
Ángel Badillo y Ángeles Moreno: La televisión local en España

sector, “el régimen jurídico de las televisiones locales ha respondido preferentemente a


los impulsos del legislador nacional en función de las circunstancias económicas,
sociopolíticas y de tradición jurídica imperantes en cada país”57 . El desarrollo del
sector empresarial audiovisual, las nuevas formas de transmisión, el
abaratamiento y optimización del transporte de señal por fibra óptica han
venido a ayudar en el nacimiento de una industria importante (si no desde el
punto de vista del volumen de negocio, sí en su impacto social y en el
número de estaciones) muchos años antes de su regulación. Es precisamente
la ausencia de un marco legal claro la causa más importante que,
consideramos, ha contribuido a cercenar el desarrollo importante de la
televisión por cable, que necesita de grandes inversiones iniciales para
consolidarse como una empresa rentable, y ha convertido a las televisiones
locales en entidades de poca importancia desde el punto de vista
empresarial, en cuanto al volumen de negocio, a las inversiones
concentradas en el sector y el tamaño de las explotaciones.

Es necesario diferenciar una vez más entre la situación respecto a la ley de


la televisión local por ondas y la televisión local por cable en España.

Respecto a esta última, como se comenta en el apartado dedicado


expresamente al modelo de desarrollo de la televisión por cable, la
administración ha estado obligada a respetar esta forma de comunicación
amparada por varias sentencias del Tribunal Constitucional (la máxima
instancia judicial española) ya antes de la aparición de la Ley 42/1995, de 22
de diciembre, de Telecomunicaciones por Cable. Así, en el año 1994, tres
sentencias muy próximas en el tiempo confirmaban la imposibilidad de la
administración de prohibir el desarrollo de esta forma de comunicación
local. El Tribunal se refirió siempre 58 a la prevalencia del derecho a la libre
expresión, que recoge el artículo 20 de la Constitución Española. De la
misma manera, varias sentencias del Tribunal Supremo59 se han referido
muy recientemente a que las empresas de cable no necesitan ninguna
autorización específica para el desarrollo de su actividad, más que una
licencia del uso del domino público local60 .

La regulación no ha aparecido hasta el pasado año. El nuevo marco legal


admite la existencia de dos operadores en cada ciudad, uno de los cuales

57 Vallés Copeiro del Villar, Antonio: “La televisión local en el ámbito europeo”, en
Comunicación y Estudios Universitarios, núm. 4, Valencia, Fundación CEU San Pablo, 1994, p.
76.
58 vid. Sentencias del Tribunal Constitucional 31/1994, 47/1994 y 98/1994.
59 vid. Sentencias del Tribunal Supremo de 7 de marzo de 1994, 18 de marzo de 1994, 14 de
mayo de 1994 y 7 de junio de 1994.
60 De hecho, las televisiones por cable toman simplemente el camino de solicitar permiso
para iniciar una obra civil (el tendido del cable por la ciudad) al amparo del Real Decreto
1372/1986, de 13 de junio, de Reglamento de Bienes de las Entidades Locales.

28
Ángel Badillo y Ángeles Moreno: La televisión local en España

será privado mientras que el otro será Telefónica –monopolista de


telecomunicaciones terrestres en España, cuyo Consejo de Administración
controla el Gobierno–. El texto aparta las redes de televisión por cable del
ámbito local y apunta más hacia la consolidación de grandes redes
supralocales de telecomunicaciones, con la prevalencia de Telefónica. En lo
que aquí nos interesa, la ley promueve la difusión de contenidos locales en
las redes: entre las obligaciones del concesionario (artículo 11), el texto
recoge la de “distribuir a todos los abonados de cada Municipio conectados a la red
los servicios de difusión de televisión local correspondientes al mismo, si sus titulares lo
solicitan. Este mandato no le supondrá al operador de cable la obligación de
suministrar la programación de este servicio, si sus gestores lo solicitan”. En
resumen, la ley promueve la difusión vía cable de las programaciones de
televisión local difundidas por vía aérea, pero no obliga a los operadores de
cable a generar canales propios de contenido local: esto podría traducirse en
que en lugares en los que ni los Ayuntamientos ni la iniciativa privada
pongan en funcionamiento emisoras hertzianas de televisión local, quedará a
potestad del operador de cable incluir (produciéndola o comprándola) o no
programación local en la red. Si miramos las primeras grandes ofertas de
televisión por cable que empiezan a desarrollarse en España, podremos ver
hacia dónde apunta el futuro: así, por ejemplo, Cablevisión, fruto de una
joint venture entre Telefónica y Prisa (el grupo multimedia más importante de
España), ha presentado ya su proyecto piloto61 , en cuya oferta básica incluirá
un canal local “siempre que esté disponible”.

OFERTA BÁSICA DE CABLEVISIÓN

Contenidos Canal
Cine TNT
Cinemanía
Cinemanía 2
Cineclassics
Deportes Eurosport
Teledeporte
Sportmanía
Documentales Documanía
Canal Clásico
Infantil Minimax
Cartoon
Música MTV
CMT

61 El acuerdo se encuentra en este momento paralizado en espera de que la Comisión


Europea ponga en marcha una investigación y determine si supone una distorsión de la libre
competencia y atenta contra el reglamento comunitario de fusiones y asociaciones de empresas
4064/89 [cfr. El País, 9-9-96].

29
Ángel Badillo y Ángeles Moreno: La televisión local en España

Internacionales Galavisión
RTL2
BBC (Prime y World)
Telesat 5
Euronews
TV5
RAI 1
CNN
Codificados Canal Plus
Terrestres TVE1
La2
Antena 3 Televisión
Telecinco
Canal Local (si está disponible)
Autonómica (si está disponible)
Fuente: Intermedios, 21 de diciembre de 1995, p. 1

Como se ve, la programación local difundía vía cable –la, según hemos
expuesto, gran palafrenera de la implantación de redes de cable en España
antes de la aparición del marco legal– queda en un segundo plano.

Pese a todo, el mayor problema de la recién aprobada legislación sobre


telecomunicaciones por cable en España está en la abierta oposición del
Partido Popular (el partido conservador español, hoy en la oposición y
posible ganador de las elecciones generales que han de celebrarse en marzo
de 1996) al texto: los portavoces del Partido Popular han asegurado que, si
ganan las elecciones, cambiarán inmediatamente la ley. Mientras tanto, bajo
el nuevo marco legal dos grandes productoras de software, la mencionada
Prisa (a través de Cablevisión) y Antena 3 Televisión, concesionaria de uno
de los tres canales privados de televisión nacional, (a través de su paquete
Cableantena), están moviendo ya sus hilos para conseguir la máxima
implantación posible en el territorio. El panorama, como decimos, apunta
más hacia la oferta de grandes paquetes de programas homogéneos que, por
razones obvias de coste, la especialización local de los contenidos
producidos específicamente para redes de cable, salvo en zonas urbanas
muy pobladas que constituyan potenciales mercados publicitarios.

El caso de la televisión local vía éter es igualmente reciente en cuanto a su


regulación. Hasta la aparición de la ley, también en diciembre de 1995, la
jurisprudencia se había convertido en un provisional marco regulador. El
Tribunal Constitucional se pronunció específicamente el mismo año de
publicación de la ley: una sentencia dictada por la Sala Primera del tribunal
en junio de 1995 (88/1995) advierte que el derecho a la libre expresión
recogido por la Constitución puede protegerse en el ámbito local cuando las
emisiones se realizan a través de cable (“teniendo en cuenta la escasa complejidad
técnica de su regulación y la especifidad de un soporte que no supone el agotamiento de
un medio escaso”), pero que cuando se trata de ondas, “las limitaciones técnicas
que impone la utilización del espacio radioeléctrico por parte de un número en

30
Ángel Badillo y Ángeles Moreno: La televisión local en España

principio ilimitado de usuarios hace indispensable la previa regulación del medio, la


cual sólo puede ser llevada a cabo por el legislador”. Es decir, que el Tribunal
Constitucional no reconoció el derecho a la creación libre de emisoras de
televisión local que emitan vía éter como una consecuencia directa de la
libertad de expresión por cuanto el espacio radioeléctrico por el que se
difunden las ondas televisivas es reducido y necesita de un control público
para su correcta administración.

La nueva Ley 41/1995, de 22 de diciembre, de Televisión Local por


Ondas Terrestres ha venido a introducir una nueva situación de legalidad en
el sector. El texto –cuyo consenso ha necesitado de un largo proceso de
negociación entre el gobierno socialista, la izquierda y los nacionalistas
vascos y catalanes– prevé la existencia de hasta dos emisoras por cada
municipio: una de titularidad municipal (que podrá ser gestionada por el
propio Ayuntamiento o por otra persona física o jurídica que obtenga de este
la concesión62 ) y otra de carácter privado. La ley advierte que se valorarán
especialmente las entidades sin ánimo de lucro a la hora de adjudicar las
concesiones. La concesión para emitir durará cinco años, prorrogables otros
cinco más. El texto finalmente aprobado reconoce a las emisoras que
estuvieran en funcionamiento antes del 1 de enero de 1995 un derecho
adquirido, aunque les obliga a solicitar la concesión de una licencia
definitiva por vía administrativa. Si no le es concedida, la emisora
preexistente deberá cesar las emisiones en un plazo de ocho meses. Es
importante hacer notar que la ley no prevé ningún tipo de consideración
especial hacia las emisoras de TVLO ya existentes, sino que las somete a un
régimen de concesión en el que competirán, como se ha dicho, con las
entidades sin ánimo de lucro, a las que la ley prefiere.

Aun así, la ley deja sin determinar muchos aspectos del funcionamiento
concreto de las emisoras, que habrán de ser regulados por los parlamentos
autonómicos, como la posibilidad de permitir la emisión en cadena (que la
ley prohíbe, en principio, expresamente), la limitación de emisión de
publicidad más allá de las normas aplicables al resto de televisiones o la
concesión final de las licencias.

Estamos ante una ley que tendría que marcar el desarrollo de una TVLO
en toda España bajo el que podríamos denominar modelo catalán: gestión con
apoyo municipal y/o implicación de la sociedad civil en los proyectos por
encima de las empresas con ánimo de lucro. Este es un principio evidente,
por cuanto se impide la creación de cadenas (para evitar que se produzca en
España algo parecido al efecto Berlusconi), se prohíbe que sean de pago (el

62 Se conecta, en ese aspecto, con lo previsto para la gestión de las emisoras de radio
municipales; vid. Ley 11/1991 de Organización y Control de las Emisoras Municipales de
Radiodifusión Sonora.

31
Ángel Badillo y Ángeles Moreno: La televisión local en España

artículo 1 de la ley se refiere a que no podrá haber “contraprestación económica


directa”), se permite que las CC. AA. fijen límites a la emisión de publicidad
y se prima la petición de las entidades sin ánimo de lucro. Si en su momento
nos referimos a dos modelos completamente diferentes de TVLO en España,
el catalán y el del resto, la nueva ley trata de impulsar, en nuestra opinión, la
fórmula catalana en todo el territorio.

Hay, sin embargo, un elemento preocupante en el panorama inmediato: en


las elecciones del próximo mes de marzo, el Partido Popular encabeza la
intención de voto (otra cosa es que finalmente gane las elecciones) y ya ha
manifestado su intención de cambiar el mapa audiovisual, no sólo actuando
sobre los entes públicos de televisión (RTVE, entes autonómicos) y
diseñando una ley global del sector, sino modificando la legislación de
TVLO. La apuesta por la liberalización de las telecomunicaciones (tanto las
personales como las de masas) del partido democristiano español incluye a
las TVLO. Otra cosa es que el PP tenga una mayoría suficiente para
modificar la ley y que, de hecho, lo haga finalmente.

El nuevo marco legal otorga, como vemos, una situación de legalidad


provisionalísima a la televisión local por ondas en España, pero resuelve
definitivamente el asunto de las llamadas televisiones de barrio: en grandes
núcleos de población –esencialmente en Madrid y Barcelona– el marco
comunicativo ha fomentado la aparición de más de una televisión local por
municipio, lo que contraviene, en principio, el espíritu de la nueva
legislación, que optaría por un sólo operador privado en cada municipio.
Esa posición generaría enormes diferencias entre unas y otras televisiones
locales y, en casos como el de Madrid u otras Comunidades Autónomas
uniprovinciales, una superposición casi total de zonas de cobertura entre
televisiones locales y televisiones autonómicas. En Barcelona, por ejemplo,
se ha optado por la concentración de las diez emisoras de barrio en torno a
Barcelona Televisió, productora de una parte de la programación que emiten
en común todas las emisoras: el Barcelona Notícies, que se emite a las 20,00, a
las 21,30 y a las 24,00 hh., y un espacio semanal de debate sobre temas de
interés para toda la ciudad. La concentración de todas las emisoras en una, si
bien resta autonomía de gestión a cada una de las pequeñas emisoras de
barrio, garantiza una mayor penetración, la unificación de frecuencias de
emisión y mejor posición económica para afrontar tanto la compra como la
producción de programas. Para los críticos con esta medida, Barcelona
Televisió se ha convertido en un competidor directo de otra televisión
pública, en este caso autonómica, puesto que su señal se capta en todo el
área metropolitana de Barcelona, que supone alrededor del 80% de la
población total de Cataluña. En Madrid, mientras tanto, se está
desarrollando ahora, obligada por la ley, una iniciativa similar.

32
Ángel Badillo y Ángeles Moreno: La televisión local en España

Perspectivas: el futuro de la televisión local


El panorama que las páginas precedentes han tratado de dibujar tiene
importantes síntomas que inducen a pensar a los autores que es provisional.
El concepto de televisión local parece haberse orientado más que nunca a la
difusión vía éter, a las asociaciones sin ánimo de lucro y al ámbito de lo
municipal; la televisión por cable –uno sólo de los servicios que en el futuro
nos habrán de prestar las redes de fibra óptica– da ahora sus primeros pasos
hacia la consolidación de grandes grupos propietarios de paquetes de
programas que constituirán el núcleo de la oferta de los operadores o que,
en muchos casos, se constituirán en operadores sin red (utilizando, como
propone la ley, la infraestructura pública de Telefónica). El audiovisual
local, impulsor prelegal del desarrollo de la televisión por cable en España
durante los años ochenta y noventa, quedará relegado a la difusión hertziana
y a ser actor secundario en las redes de cable. ¿Sin efectos? Probablemente sí:
las redes de cable suponen una multiplicación de la oferta, pero al mismo
tiempo son una forma de introducir criterios económicos en este segmento
de la comunicación audiovisual: el cable, tal y como se ha construido en
España es discriminatorio –como en cualquier caso podría haberse previsto–
con las zonas menos pobladas, tendrá una programación homogénea y
permitirá un mayor control del Estado sobre el producto final difundido. La
televisión local por ondas, nacida en los ochenta de la mano de los amigos
de la técnica y de la difusión libre de ideas, queda como hermana pequeña,
mientras los grandes grupos tendrán que hacer frente al criterio de
proximidad como tendencia comunicativa, al localismo como demanda. Las
televisiones locales podrán convertirse en instrumentos de experimentación
de nuevas programaciones, centros paralelos de formación de
comunicadores, plataformas de comunicación local. Durante muchos años, el
audiovisual ha necesitado y solicitado la regulación del sector: ahora
empieza a recorrer su propio camino.

Salamanca, enero de 1996

[Este artículo ha sido redactado con la colaboración y el apoyo de


Acamedia]

33
Ángel Badillo y Ángeles Moreno: La televisión local en España

BREVE RESEÑA BIBLIOGRÁFICA

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