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FOTOGRAFÍAS DE MARTÍN BAEZ


C

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Infancia y ternura
Julieta pregunta: “¿Realmente
se puede afirmar categórica-
mente que no hay narradoras
mujeres?”. Eloísa agrega: “¿Y
Los hombres hay tantos narradores hom-
bres?”. Comienzan a citar
escriben mucho nombres, otra vez las voces se
superponen. Maricel opina que
sobre la infancia no hay tantas mujeres jóvenes,
que está claro que hay más
porque es una hombres de menos de 40 escri-
manera de biendo cuentos. Del recuento
de escritores varones sale una
conectarse con cantidad que permitiría armar
la ternura, con lo dos equipos de fútbol. “¡Junté-
monos nosotras a jugar al fút-
sensible. bol!”. Ahora sí la conversación
se va encantadoramente a
cualquier lado.
ELISA GAGLIANO
No dan muchas ganas de
ESCRITORA
que las cosas sean diferentes:
esa conversación sin reglas pa-
rece ser su elemento. Maricel y
Elisa se preocupan por la en-
trevista y miran hacia el gra-
ENTRÁ A bador con algún gesto de com-
VOS.com.ar/cultura pasión.
Y LEÉ EL CUENTO rentes, 10 lenguajes, 10 enfo- Maricel se impone: “Yo veo
“DENTRO DEL ques”. esta antología como más clási-
SHOPPING”, DE Alfonsina agrega: “Veo rup- ca. No hay cuentos fantásticos,
ALFONSINA
tura. Un desorden grato, un de- ni maravillosos. ¡Ni hay
CLARIÁ.
sorden bellísimo en el que uno ningún Carver!”.
puede entrar y ver incluso po- Elisa confirma: “No hay
esía. Quizá en eso también ha- tanta vuelta a la infancia”.
ya una diferencia respecto de Después toma aire, como pi-
los hombres. Uno tiende a aso- diendo permiso: “Me da la sen-
2 ser etiquetada en mi condi- Silencio de bomba. Una ciar lo masculino al orden, o a sación de que los hombres es-
ción de mujer, como narradora marca específica de diferencia lo que uno está acostumbrado”. criben mucho sobre la infan-
ni como poeta”. entre las antologías masculi- Ciertamente en la inevita- cia porque es una manera de
Silencio. nas y esta femenina: menos ble comparación, surge la sen- conectarse con la ternura, con
Sigue Eloísa: “Sí me parece guiños generacionales, menos sación de que en Es lo que lo sensible... Es como una sali-
que la literatura se basa en las estrategias de posicionamiento hay y en 10 bajistas está más da airosa, porque sigue siendo
experiencias y lamentable- en el campo literario. “Eso lo clara la preocupación por la masculina. En las mujeres no
mente hay una marca cultural notaba en la redacción de las ANTOLOGÍA anécdota, por el impacto de la hay una necesidad de volver a
muy fuerte en cómo se educa biografías en Es lo que hay, historia. En Dora narra hay la infancia para conectarse
una mujer y cómo se educa un donde todo el tiempo esos auto- Dora narra, compilado por Ale- más bien escenas, estilos con- con eso”.

La Voz del Interior. Córdoba, sábado 29 de mayo de 2010


hombre. Eso sí puede afectar res están remitiendo al uno y jo Carbonell, Coedición de Caba- templativos que aproximan la La charla continúa unos mi-
tu mirada. La diferencia sus- al otro. Se crea un espíritu de llo Negro y Recovecos, Córdoba, narrativa a técnicas tradicio- nutos más. Ante la mayoría de
tancial no tiene que ver con el comidilla que me parece que 2010. Autoras: Alfonsina Clariá, nalmente ligadas a la poesía. las preguntas, la respuesta es
género sino con la experien- no está en esta antología”. Eugenia Almeida, Eloísa Oliva, Eloísa clarifica: “Me parece un cuestionamiento de la pre-
cia”. En este punto la entrevis- “De hecho no nos conocía- Elena Anníbali, Julieta Fantini, que en general los relatos son gunta, como si cada posible
ta se desordena irremediable- mos de antes”, dice Maricel. Elisa Gagliano, Karina López, Le- búsquedas de una forma de na- clasificación o adjetivación
mente: las voces se superpo- ticia Ressia, Candelaria Jaimez y rrar. Es una antología más ex- fuera un obstáculo en una ca-
nen, no se corrigen entre sí si- La diferencia Maricel Palomeque. perimental que las otras. Na- rrera que tampoco debería ser
no que refuerzan el acuerdo. A los varones, por lo menos a Presentación. El jueves 3 de junio die está pensando en ser acep- definida como tal. Un protoco- CULTURA
Maricel Palomeque es la única la mayoría de ellos, los une a las 19.30 en el Museo Genaro tado o en entrar en un canon, y lo elegante convive con explo-
que se mantiene en silencio. cierta camaradería futbolísti- Pérez, General Paz 33. más que vincularlo a la poesía siones de una verborragia
Espera algo parecido a una ca, y cierto ejercicio endogámi- lo vinculo a una búsqueda de cómplice. La entrevista se pa-
oportunidad. co de referencia. A las chicas, la propia mirada”. rece cada vez más al libro, algo
Sigue Eloísa: “Y en el caso ¿qué las une? Alfonsina agrega: “Como si inclasificable, caótico y seduc-
de la supuesta ausencia de na- La respuesta es a coro: “¡La el interés estuviera más cen- tor. Y algo que, con perdón de
rradoras mujeres, me parece diferencia!”. trado en la voz que en la tra- las entrevistadas, todo el tiem-
que en general lo que hay es Leticia aclara: “Creo que los ma”. po produce la tentación de ser
menos urgencia por ubicarse trabajos son bastante distin- Maricel tiene una objeción: etiquetado como una manera
en el mundo editorial, por po- tos, y eso está bueno porque el “¡Yo no concibo una cosa sin la inevitablemente femenina de 3
sicionarse como escritoras”. libro aporta 10 miradas dife- otra!”. la belleza. ●

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