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Argumento
Sherlock Holmes puede ser tildado de amable, carioso y hasta
condescendiente con sus clientes, pero, desde luego, no tolera la ms mnima
salida de tono. As, cuando Lord Robert Walsingham de Vere St. Simon visita a
Holmes, asistimos a un divertido dilogo:
"Tengo entendido que usted ha llevado ya adelante varios casos delicados por
el estilo de ste, seor, aunque presumo que perteneceran a personas de
distinta clase social. En efecto, voy descendiendo.
Cmo dice?
Mi ltimo cliente de esta clase fue un rey.
Oh!, de veras? No saba nada. Y qu rey?
El rey de Escandinavia.
Cmo! Desapareci su esposa?
Como usted comprender -le djo con suavidad Holmes-, yo hago extensiva a
los asuntos de mis dems clientes la misma reserva que le prometo a usted en
los suyos."
Watson, testigo presencial, no describe la cara del estirado Lord St. Simon,
pero, desde luego, deba traslucir su perplejidad.
feliz, y el inepto inspector Lestrade de Scotland Yard, una vez ms, queda
confuso y aturdido ante la probada eficacia del genial Sherlock Holmes.