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UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN AGUSTIN DE AREQUIPA

FACULTAD DE PSICOLOGIA, RELACIONES INDUSTRIALES Y CIENCIAS


DE LA COMUNICACION

ESCUELA PROFESIONAL DE CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN

RESUMEN DEL LIBRO

“LOS CÍNICOS NO SIRVEN PARA ESTE OFICIO”

RYSZARD KAPUSCINSKI (1932-2004)

NOMBRE: Tintaya Murillo, Irvin Alfredo

CURSO: Ética y deontología

DOCENTE: Mg. Karola Lara Manchego

AÑO: 5TO “B”

AREQUIPA – PERÚ

2017
RESUMEN DEL LIBRO
“LOS CÍNICOS NO SIRVEN PARA ESTE OFICIO”
RYSZARD KAPUSCINSKI (1932-2004)

Los cínicos no sirven para este oficio, con el subtítulo Sobre el buen
periodismo, es un ensayo del periodista y escritor polaco Ryszard Kapuściński.
El libro está compuesto por un total de tres textos "conversados" que recogen
las intervenciones del periodista en una serie de conferencias y entrevistas.
Durante todo el libro reflexiona sobre el papel social e intelectual del periodista
en el tratamiento de las informaciones sensibles como pueden ser la pobreza,
el hambre, la guerra. Asimismo, dedica algunas de sus reflexiones al grado de
relación entre la realidad y la narración de ésta en los textos periodísticos. Otro
punto importante en las exposiciones de R. Kapuściński es la deontología
periodístca, el buen hacer del trabajo cotidiano del periodista.
El libro se estructura en tres partes claramente diferenciadas:
PRIMERA PARTE
Recoge el encuentro con Kapuściński desarrollado en el marco del VI
Congreso Redactor social bajo el título De raza y de clase. El periodismo entre
deseo de elitismo, implicación e indiferencia, celebrado en Capodarco di Fermo
en noviembre de 1999. La conversación con el autor polaco fue moderada por
la periodista italiana Maria Nadotti.
Según el autor, para poder comunicar algo debemos tener un conocimiento
directo sobre aquello de lo que estamos hablando. Asimismo, Kapuściński
también nos aventura que es erróneo escribir sobre alguien con quien no se ha
compartido al menos un tramo de vida. A simple vista parece de lo más obvio,
pero en el mundo periodístico no todos los profesionales lo cumplen. Por ello,
se debe exigir a los corresponsales, entre otros especialistas, que sepan qué
es lo que está ocurriendo al mismo tiempo en todos los países del continente
desde el que están informando. El enviado especial tiene que analizar qué es lo
que ha ocurrido allí antes y lo que puede suceder en el futuro. Igual de
importante es que
viva los hechos en
sus propias carnes.
Y es que por norma
general la
motivación
periodística está
marcada por la de
experiencia directa
o por la necesidad
de riesgo.

SEGUNDA PARTE
Entrevista realizada
por Andrea
Semplici, periodista y fotógrafo, el 28 de noviembre centrada en las
experiencias de R. Kapuściński en África.
Kapuściński nos desvela en este libro que en el oficio de periodista hay
elementos muy importantes que jamás se deben olvidar. Entre ellos se
encuentra una cierta disposición a sacrificar una parte de nosotros mismos
porque la profesión es muy exigente y requiere la mayor parte de nuestro
tiempo. Asimismo, se precisa una constante profundización en nuestros
conocimientos ya que es necesario estudiar y seguir formándose
continuamente. Sin duda, es una profesión hecha a base de estrés, de
nerviosismo y de riesgo en la que se trabaja día y noche. Se puede leer entre
líneas que el Periodismo no es un medio para hacerse rico rápidamente. Por
tanto, hay que tener paciencia y trabajar asiduamente ya que el público sabe
reconocer el buen trabajo y enseguida lo asociarán a un nombre, momento en
que uno se convierte en un periodista estable.

TERCERA PARTE
Encuentro del periodista polaco con el escritor y crítico de arte inglés John
Berger en el congreso Ver, entender, explicar: literatura y periodismo en un fin
de siglo, celebrado en Milán en 1994 y moderado de nuevo por Maria Nadotti.
Las fuentes que utilizan los profesionales de la comunicación también son
claves para el desarrollo correcto de su trabajo y no podía faltar en el libro una
mención a ellas. Los documentos no son las únicas fuentes que sirven a los
periodistas, de hecho, son las personas las que se convierten en la principal
arma con la que cuentan estos profesionales porque les suministran, en un
breve periodo de tiempo, gran cantidad de información. Los periodistas al
trabajar con personas tienen que intentar comprender sus historias. Y no sólo
eso. Tienen que saber cómo dirigirse a los demás, cómo tratar con ellos,
porque si la fuente se da cuenta de que un periodista es arrogante y no se
interesa por sus problemas, no contestará. Por eso, el autor considera que las
malas personas no pueden ser buenos periodistas. Nunca lo serán. Sólo una
buena persona puede intentar comprender las intenciones de los demás.
Sin duda, el lector tiene en sus manos uno de los más maravillosos manuales
del buen hacer periodístico. En sus páginas se advierte que todo periodista es
un historiador, porque lo que hace es investigar y posteriormente describir la
historia en su desarrollo. Es cierto que cada periodista ve la realidad y el
mundo de forma distinta, pero lo importante es que no deje nunca de prestar
atención a lo que está a su alrededor y que apueste por la veracidad de los
hechos. Esto en determinadas circunstancias es difícil porque se obliga a los
periodistas a ser dependientes de los intereses, puntos de vista y expectativas
de aquellos que pretenden lucrarse de una bonita profesión. En muchas
ocasiones los medios de comunicación están manipulados y omiten
determinados temas que podrían ser del interés de la mayor parte de la
sociedad. No obstante, como los medios no están interesados en reflejar esa
realidad, muchas veces, la opinión pública se determina en una dirección que
no es la correcta. Para evitar esta situación Kapuściński nos insiste desde su
libro en que la profesión no puede ser ejercida por alguien que sea cínico. En el
Periodismo hay que dejarse la piel.

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