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ORACIN DEL NIO A SU MAESTRO.

Maestro, tu que haz de plasmar mi alma y modelar mi


corazn, compadcete de mi fragilidad.
No me mires con ceo adusto si no te comprendo, ten
paciencia.
No te moleste mi bulliciosa alegra; comprtela!
No atiborres mi dbil inteligencia con nociones
superfluas.
Ensame lo til, lo verdadero, lo bello.
Trtame con dulzura, Maestro, ahora que soy pequeo.
Cuntos dolores me esperan en la vida: en medio de ellos,
el recuerdo de tu benevolencia ser estmulo bienhechor.
No me rias injustamente...mame, Maestro, que yo
tambin, aunque no sepa demostrrtelo, te amar mucho,
maana ms que hoy.
Cltivame, Maestro, como un jardinero sus flores.
Y yo perfumar tu existencia con el incienso perenne del
recuerdo y la gratitud.
Maestro, buen Maestro, que haz de dar luz a mis ojos,
aliento a mi cerebro, bondad a mi corazn, belleza a mi
alma, verdad a mis palabras, rectitud a mis actos;
Maestro no desoigas mi oracin!
Sacerdote .. .Walter de Jess Zapata Velsquez.
AL MAESTRO
Mi madre me da la vida,
mi padre me da el sustento,

y el maestro de la escuela,
cultiva mi entendimiento.
A mi maestro querido,
que me da su ciencia,
su cario y su cuidado,
con infinita paciencia.
Le ofrezco mi gratitud
y mi cario sin cuento,
por que llena de belleza,
a mi pobre conocimiento.

A LA MAESTRA
Es en la escuela otra madre
que orienta con sus consejos;
es experta sembradora
de nobles conocimientos;
es mano suave que gua
y es luz que alumbra senderos.
Es, en suma, la maestra,
manojo clido y tierno
de bondadosa paciencia
y de maternal afecto.
Por Publio A. Cordero

PENSAMIENTOS PARA EL MAESTRO


Maestro tu sabidura lo es todo
tu bondad es infinita
la enseanza es a tu modo
y de seguro es muy bonita.
Tu enseas al ignorante
al que te pide enseanza
aunque sea algn vagante
que tiene alguna esperanza.
Tu no haces diferencia
entre el rico y el pobre
tu quieres darle la herencia
de que escriba su nombre.
Tu que nos enseaste
que nos diste tu amistad
tu que nos respetaste
con una gran igualdad.
Hoy que por fin terminamos
lo tenemos que dejar
nos vamos con una herida
no lo vamos a olvidar.

Lo llegamos a querer
como a un segundo padre
usted nos vio crecer
y fue algo inolvidable.
k

ENSEARS
Ensears a volar
pero no volarn tu vuelo.
Ensears a soar,
pero no soarn tu sueo.
Ensears a vivir,
pero no vivirn tu vida.
Pero sabrs que cada vez que ellos
vuelen, piensen, sueen, canten, vivan...
Estar la semilla del camino
enseado y aprendido
Madre Teresa de Calcuta

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