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ORACIONES PARA LOS DÍAS SANTOS

JUEVES SANTO
“Los amó hasta el extremo”

“Jesús se reservó exclusivamente al amor de su Padre


y a su misión de crear entre los hombres
la comunión de fraternidad”
(Hermano Álvaro Rodríguez, Superior General)
a) La Palabra
(Jn 13, 1 – 15)
“Sabiendo Jesús que había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre y habiendo amado a los suyos,….los amó
hasta el extremo… Se levantó de la mesa, se quitó el manto y tomando una toalla, se la ciñó; luego echó agua en un
recipiente y se puso a lavarles los pies a los discípulos y a secárselos con la toalla que se había ceñido… Cuando acabó de
lavarles los pies, se puso otra vez el manto, volvió a la mesa y les dijo: ‘¿Comprenden lo que acabo de hacer con
ustedes?’…les he dado ejemplo para que lo que he hecho con ustedes, también ustedes lo hagan”. Palabra de Dios.

b) Invitación para el día


Prestar especial atención a la experiencia de la Celebración, tanto del lavatorio de pies como del compartir el pan.

c) Oración

Lo que Tú quieras, Señor,


eso es lo que yo quiero…..
Lo digo y lo repito una vez y otra,
aunque luego mis pasos
se alejen de tu amor.

No quiero querer nada, Señor,


de lo que Tú no quieres,
lo vuelvo a repetir
aunque después vaya
pretendiendo locuras
que no quisiste Tú.

Estar Señor contigo


y hacer tu voluntad,
ése debiera ser
el máximo anhelo
de mi inquieta vida.

Perdóname, Señor
si a veces considero
más importante
aquello que está lejos de Ti.
d) Peticiones, alabanzas o acción de gracias
Momento para hacer actos de alabanza, de agradecimiento y peticiones.
• A las alabanzas respondemos: Te alabamos Señor.
• A los agradecimientos respondemos: Te damos gracias Señor.
• A las peticiones respondemos: Te rogamos Señor.
e) Canto

f) Meditación
Los amó hasta el extremo». Estas palabras del evangelista Juan expresan y califican de manera peculiar la liturgia de hoy,
Jueves Santo, en la celebración de la Cena del Señor, con la que comienza el Triduo santo.

La Eucaristía es signo elocuente de este amor total, libre y gratuito, y ofrece a cada uno la alegría de la presencia de quien
nos hace capaces de amar, según su ejemplo, «hasta el extremo». El amor que propone Jesús a sus discípulos es exigente.

En este encuentro, hemos sentido de nuevo el eco de las palabras del evangelista Mateo: «Bienaventurados seréis
cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos,
porque vuestra recompensa será grande en los cielos» (Mateo 5, 11-12). También hoy amar «hasta el extremo» quiere decir
estar dispuestos a afrontar el cansancio y las dificultades en nombre de Cristo. Significa no tener miedo ni de los insultos ni
de las persecuciones, y estar dispuestos a «amar a vuestros enemigos y rogar por los que os persigan» (Mateo 5, 44). Todo
esto es un don de Cristo, que se entregó a sí mismo por todo hombre como víctima de sacrificio en el altar de la Cruz.
(Juan Pablo II)

e) Amar
Señor de la Vida
nos has dado el ejemplo,
nos enseñaste a amar hasta el extremo,
nos mostraste con tu vida
lo que es vivir para los demás.

Ayúdanos a vivir
el mandamiento del amor,
siguiendo tus pasos, tus opciones,
tu estilo y forma de amar.

Amar como Jesús,


empezando por los más pobres,
por los excluidos del mundo,
por aquellos que a nadie le preocupan
pero sí le importan, y mucho,
a nuestro verdadero Dios.

Amar como Jesús,


sintiendo compasión activa por el otro,
comprometiéndose con el dolor ajeno,
haciéndose próximo al que sufre
y está abandonado,
viviendo la solidaridad concreta
que nace de ver al otro como hermano.

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