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Historia de los países afroasiáticos

HISTORIA DE LOS PAÍSES AFROASIÁTICOS

1. UNA INTRODUCCIÓN CONCEPTUAL.


1.1. Historia del Mundo Actual e Historia del Presente:
La idea de la existencia de una Historia del Presente surge después de la Segunda Guerra Mundial.

I.- INTRODUCCIÓN

Nos centraremos en el colonialismo propio del siglo XIX, y en concreto al de los imperios francés y
británico. En este siglo se produce una desviación de las aspiraciones coloniales europeas. Tras la
emancipación de las trece colonias británicas en Norteamérica y de las repúblicas sudamericanas, se
produce la penetración europea en otros territorios. Ya no se conformaban con dominar las costas.
Los primeros en llegar a las costas asiáticas habían sido los portugueses en el siglo XVI. Tras ellos
desembarcaron holandeses, franceses e ingleses. Gran Bretaña colonizará territorios del sur y
sudeste asiático. Francia colonizará Indochina y Holanda se establecerá en Indonesia a costa de
Portugal. Las potencias europeas ejercieron un control sobre Japón y China ( y su suculento
comercio del opio ). Los pueblos indígenas se resistieron a la acción colonial. Pero en definitiva, el
inicio del contacto forzoso con los europeos sin perder la tradición autóctona abrirá una nueva etapa
de la historia asiática que abarca los siglos XIX y XX. La plena expansión del colonialismo sacará a
estos países de su aislamiento internacional. En el orden interno, la evolución de estas sociedades se
acelera social, política y económicamente.

Del siglo XVI al XVIII, Asia se abrió al comercio occidental. Gracias a que Europa contaba con
superioridad militar, marítima y económica pudo establecer enclaves en el continente asiático.
Portugal los establecerá en India e Indonesia, convirtiéndose en la potencia hegemónica en los
mares orientales. España se estableció en Filipinas. En el XVII, nuevas potencias compitieron por el
dominio sobre Asia. Holanda llega a Ceilán e Indonesia, previa expulsión portuguesa. Francia
desembarca en la India e Indochina. Gran Bretaña se establece en Calcuta, Bombay y Madrás. El
siglo XVIII es el de la hegemonía británica en la India a través de la Compañía de las Indias
Orientales. En el XIX se intensificó la colonización y se penetró en el continente. Es entonces
cuando Gran Bretaña se adueña de los estados indios y de sus entornos, Holanda de Indonesia,
Francia de Indochina y Portugal y España de sus limitadas posesiones. También se abrirán los
puertos de China y Japón a raíz de tratados desiguales. Rusia se extenderá buscando controlar la
costa pacifica. Las reacciones a la colonización de las sociedades asiáticas, variables en intensidad,
serán todas sofocadas menos una. La excepción, el Japón de los Meiji ( luces ), propulsará al
archipiélago hasta el estatus de potencia al derrotar a Rusia en 1905. La administración directa de
las metrópolis sustituye a mediados del XIX a la administración de las compañías coloniales.
De 1880 a la Segunda Guerra Mundial se produce la última fase de la colonización de Asia,
incrementándose las posesiones coloniales. A Gran Bretaña y a Francia se unen potencias coloniales
de nuevo cuño. Rusia avanza por Siberia, EE.UU., habiendo alcanzado la costa del Pacífico, se
interesa por este océano. Su acción se basa en la llamada política de puertas abiertas en China, y una
acción colonizadora en Hawaii, Filipinas, Guam... Hay rivalidades en el reparto que ya se
originaron en la etapa anterior entre Gran Bretaña y Francia. Chocan por el sudeste asiático e
Indochina, y para evitar el enfrentamiento directo se crea el Estado tapón de Siam, independiente
política pero no económicamente. Afganistán no pudo ser ocupado, quedando en éste país
hipotéticas zonas de influencia rusa e inglesa y dejando la zona del Pamir como zona neutral. Japón
tiene tensiones con China ( guerra de 1894-1895 ) y con Rusia, a quien barrerá de la zona del
Pacífico en 1905. El Imperio chino será un despojo repartido entre los occidentales y Japón en
zonas de influencia.
Anteriormente a la Segunda Guerra Mundial, Asia estaba controlada por las potencias coloniales,

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pero fueron gestándose movimientos nacionalistas en este período, como la rebelión de los bóxer, el
Congreso Nacional Indio, el Kuomintang, la Liga Musulmana, el Partido Nacional
Indonesio...Muchos de ellos nacieron antes de la Primera Guerra Mundial y llevaron en un lento
proceso a estos países a su independencia política: China, India, y los sangrientos episodios de
Indonesia e Indochina.

II.- INDIA.

Diferenciamos dos grandes etapas. La primera abarca de 1757 a 1857 y la segunda de 1858 hasta
1935-1947. Este último año es el de la independencia.

Durante la primera fase, los británicos controlaron casi todo el subcontinente. Anterior a esta
conquista, el imperio mogol había conseguido una cierta unidad india. En 1757 era un imperio
decadente, y dividido en multitud de estados con frecuentes luchas entre sí, situación aprovechada
por los británicos que penetrarán desde sus enclaves. A finales del siglo XVIII se ocupa el sur de la
India, entre 1802 y 1812 se ocupa la India central conquistando los estados maratas y después se
conquistó el Punjab, asegurándose así las fronteras del nordeste. Entre 1824 y 1852 se aseguraron
las conquistas con la Baja Birmania. Los ingleses expulsan de Ceilán a los holandeses. La conquista
de la India había sido perfectamente planeada. El nabab del Carnático fue depuesto y el sur de la
India fue dominado por Gran Bretaña. Travancore, Misone y Cochin fueron anexionados al dominio
británico mediante tratados. En 1801, el Estado de Oudh tuvo que firmar tratados de territorio que
le obligaba a ser un Estado dependiente. La primera guerra de los maratas no acabó con su poder, y
los británicos no pudieron hacerse con el control total de la India central. La anunciada pax
britanica consistía en el control del Índico sobre otras potencias. En 1812, el gobernador de la
Compañía Británica de las Indias Orientales, lord Husting, decidió que para la seguridad de la
compañía, ésta debía dominar una serie de territorios directamente y para aquellos territorios que no
interesaran se mantendrían los soberanos autóctonos. Eso sí, bajo tratado con la compañía, que
suponía un representante de la misma en la corte de tales estados que decidiera asuntos como la
política exterior. Gran parte de estos tratados aceptaban la presencia de tropas inglesas pero la
compañía no precisaba ocupar militar ni administrativamente toda la India por cuestión de
rentabilidad. La compañía no tuvo una esencia exclusivamente comercial y era dirigida desde su
sede en Londres. Era poderosa, controlaba uno de los grandes "imperios" de Asia. Sus logros en la
India fueron asegurar la paz interna, mejorar la economía en beneficio de los británicos, mejorar las
comunicaciones y establecer una unidad en la India que no volvería a gozar.

La India era el núcleo del nuevo colonialismo británico. No guarda relación con el colonialismo
anterior, no es una colonia de poblamiento, ni tampoco una base comercial como las americanas
( plantaciones ). Los recursos indios son controlados por unos centenares de británicos, apoyados
por un ejército formado en su mayoría por indios. Apoyándose en la propia población indígena, la
Compañía de las Indias controlará el mayor territorio con el menor esfuerzo posible. Hubo estados
semejantes a protectorados, controlados, pero ahorrándose una costosa administración directa.

Las fronteras del nordeste dieron problemas: el Punjab debía ser una frontera con Afganistán. Los
británicos intentaron controlar a la etnia sij, y hubo revueltas. La solución de fuerza adoptada por
los británicos fue anexionarse como dominios directos la zona del Punjab y la de Sind. Más allá,
Afganistán será un escollo. El país no pudo ser controlado por un soberano satélite ni tampoco con
posterioridad, cuando el emir hizo caso omiso a un consejero británico. Esta situación llevó a un
pacto entre británicos y rusos estableciendo supuestas zonas de influencia sobre Afganistán. La
zona oriental lindaba con Birmania, cuya dinastía reinante deseaba construir un imperio sobre el
sudeste asiático. Los birmanos apoyaron una rebelión en Arakan, lo que suscito problemas con los
ingleses. Tras conquistar Assam, los birmanos se prepararon para invadir Bengala. Para impedirlo,
los ingleses tomaron la capital birmana, Amarapura. Mediante un tratado, los ingleses se aseguraron

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el control de Arakan, Assam y Manipur, territorios colchón que ensancharán la frontera entre
británicos y birmanos. Pero los birmanos no desistieron, algunos comerciantes indios fueron
atacados. En 1852, los británicos toman la región de Pegu e imponen un nuevo tratado. La Baja
Birmania es ocupada, quedando la Alta Birmania soberana pero sin salida al mar.
Los años 1857 y 1958 constituyen una bisagra con el suceso de la rebelión de los cipayos, soldados
indígenas al servicio de la compañía, cuya sublevación conduce a una nueva forma de colonización.
La rebelion de los cipayos no puso en peligro el dominio efectivo británico, pero afectó a la
concepción de colonizar. El detonante de la rebelión fue un rumor que corrió entre los soldados
hindúes y musulmanes acerca de la grasa utilizada en los fusiles, se extendió entre los hindúes que
era de vaca y entre los musulmanes que era de cerdo. De fondo estaba la reacción india de la cultura
tradicional que estaba siendo marginada por la presencia occidental en la educación, y una respuesta
de los gobernantes locales ante la pérdida de poder. En 1858 se redacta el Acta de gobierno de la
India, se suprime la Compañía Británica de las Indias Orientales y se impone una administración
directa del gobierno británico a través de un virrey en Calcuta y se creó una Secretaría de la India en
Londres. En 1877, como culminación de esta adhesión, la reina Victoria es proclamada emperatriz
de la India. Se reforma totalmente la administración, se crea un servicio civil de la India al que
teóricamente tenía acceso todo indio siempre que supiera inglés y se trasladase a Londres para
examinarse. Se crean colegios para las clases medias y las elites indígenas se forman en
universidades británicas. Gran Bretaña intenta una integración de la sociedad india en las
costumbres y deportes, una aculturación efectiva. También se abrirá la oficialidad del ejército a los
indígenas, puestos aprovechados por los sij.
Hubo nuevas anexiones coloniales. La Alta Birmania es ocupada y sirve como plataforma de una
hipotética invasión de China. La rivalidad con Rusia se zanja con un tratado que en 1907 establece
zonas de influencia en el Tíbet, Afganistán y Persia. India fue un amplio mercado. En la década de
1920 las clases medias indias se desarrollan. La ortodoxia religiosa se relaja para convivir con la
cultura occidental. Se retiran del hinduísmo las costumbres más retrógradas a ojos de los colonos.
Miles de jóvenes comenzaron a aprender inglés para ocupar algún puesto en la administración. Se
convocan las Conferencias Nacionales de la India y se intenta la unidad entre todas las castas y
etnias. Fermenta a la vez el enfrentamiento a los colonos en Bengala, Majarastra y Punjab. El
Congreso Nacional Indio se crea en 1885 en colaboración con algunos liberales ingleses. Sus
integrantes serían hombres de clase media urbana, con una formación "a la británica". En un
comienzo no fueron antibritánicos. Veían a la metrópoli como una guía moral que les había
enseñado lo que era la libertad a los indios. El Congreso, en un primer momento deseaba una mayor
participación de los indios en su administración. Criticaban la dependencia que perjudicaba a la
industria, pedían un incremento de las zonas de riego, se crean nuevas sociedades de crédito. En esa
época encontramos dos problemas sin resolver, la educación, y la industria. La educación británica
atendía la educación superior, resultándole imposible ( y no le interesaba tampoco invertir en ella )
una infraestructura de escuela primaria. En cuanto al estancamiento de la industria india, es un claro
ejemplo de interés colonial. No interesaba que industrias como la textil se activasen e hicieran
competencia a los tejidos de la metrópoli. India era un gran mercado que consumía manufacturas de
la metrópoli. Londres favorecía sólo las industrias de exportación de ciertos productos como el té.

III.-CHINA.

El jalón principal de la historia china contemporánea es 1911, año de la primera Revolución china y
de la proclamación de la República china. Dicha revolución tuvo dos objetivos, acabar con la
monarquía y con la presencia occidental. Se consiguó sólo el primer objetivo.

Anteriormente a la intervención europea, estaba instalada en el poder la dinastía Qing (luz) o


Daqing (gran luz), conocida también por dinastía manchú por su procedencia, Manchuria. Esta
época viene marcada con un propósito de continuidad histórica. El Imperio contaba con el cuerpo
funcionarial de los mandarines. China jugaba con la autosuficiencia voluntaria: " China tiene la

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mejor bebida ( el té ), la mejor comida ( el arroz ) y el mejor tejido ( la seda ). No necesita nada del
exterior". Esta filosofía les llevó a controlar a los comerciantes exteriores. Este comercio no se
extingue pero fue muy controlado por los co-hong desde el único puerto abierto para los
extranjeros, el de Cantón. Al control comercial se le une el de los misioneros extranjeros. A la
corrupción de los mandarines se unirán las revueltas campesinas y la formación de sociedades
secretas catalizadoras del descontento social y prometedoras de una vida mejor a los más
desfavorecidos. Durante la primera mitad del siglo XIX estos factores se agravarían, pues la
población china crecía mientras que se daba una productividad económica cada vez más deficitaria.
Faltaban materiales básicos no cubiertos por el comercio interior. A través del comercio
predominantemente con los británicos comenzaría la apertura china. La Compañía Británica de las
Indias Orientales tenía su base en Cantón. A finales del siglo XVIII fue cuando la compañía
introdujo el opio en el mercado chino. En 1729 se habían introducido 200 cajas de opio en China, a
finales del XVIII se introducían 5000 cajas anuales. Las autoridades chinas se opusieron al
comercio con este producto, e introdujeron decretos en contra del tráfico de opio a principios del
XIX. Pero los británicos hicieron caso omiso. En 1834 se introdujeron 20.000 cajas y la cifra
seguirá subiendo a 40.000 cajas anuales. Para la población china las consecuencias fueron terribles,
con más de dos millones de fumadores de opio. Para la economía, las consecuencias fueron
igualmente perjudiciales con la creación de un gran mercado negro en torno a esa droga. En la corte
china se barajaban tres salidas, legalizar el comercio de opio como medida económica, permitir un
comercio negro del opio o acabar con este comercio. Se aceptó la tercera proposición. En 1839, Lin
será enviado a Cantón con poderes especiales como Comisario. Allí se encuentra con el
representante de la compañía británica Elliot. Lin obliga a Elliot a entregarle la mercancía y la
quema delante de él. Después le expulsa de Cantón. La situación era tensa, el detonante de la guerra
fue un accidente en el que resultó herido un chino. Los chinos lo aprovecharon para deportar a los
ingleses a Macao, estallando la primera Guerra del Opio. El ataque a Cantón demostró la
superioridad de la flota británica, que se introdujo por el Yangtsé. Tras la victoria británica, se firma
el Tratado de Nanking ( 1842 ), el primero de los "tratados desiguales". Gran Bretaña consigue la
cesión de Hong Kong, una reparación de guerra, aplicación de tasas y aduanas fijas al 5 %,
abolición del comercio de los co-hong ( lo que supone liberalización ), apertura de cinco puertos
( Shangai, Cantón, Ningpo, Amoy y Fuchou ) y liberación de prisioneros. El tratado suplementario
de Hu-men (1843) añadía la cláusula de nación más favorecida ( en caso de tratado más favorable
entre China y una tercera potencia, Gran Bretaña pasaría a disfrutar de las mismas condiciones sin
firma alguna ), jurisdicción consular y la extraterritorialidad para los lugares ocupados por los
británicos. Los tratados de Whampoa y Whanghia concluyeron el ciclo.
Las consecuencias de la guerra y de los tratados son claras : la apertura del mercado chino sin
intermediarios, fue manifiesta la debilidad del Imperio a los ojos del pueblo chino, animando a las
fuerzas opositoras. Se relajaron las relaciones entre la clase superior china y la clase superior
manchú. La dinastía manchú era "macedónica" para la cultura china. Representaba el poder del
norte mientras que la civilización propiamente china se concentraba en el sur. La dinastía manchú
fue consciente de esa inferioridad cultural. Se produjo una mayor descentralización, una
desintegración de la burocracia manchú y descomposición a nivel nacional. Las sociedades secretas
( la del Órden Celeste, la del Cielo y de la Tierra...) actuarán mucho más ahora. Sólo hacía falta un
líder carismático que uniera esos pequeños fuegos en una gran llamarada. Ese hombre será Hung-
Hsiu-Chuan, procedente de una aldea humilde. Resentido por no haber superado el exámen de
acceso para ser mandarín, se fue a convivir con misioneros norteamericanos y fundó una sociedad
secreta, la Sociedad de los Adoradores de Dios, con más de 30.000 adeptos entre campesinos,
mineros, piratas y desertores. Predicó un movimiento anti-manchú y revolucionario. En 1850 estalló
una fuerte revolución, fundándose el Reino Celeste de la Paz Universal, el estado Taiping. Hung fue
elevado a Rey Celeste y por debajo de él había otros cinco reyes. El Estado Taiping fundió ideas
cristianas, taoístas y budistas, también jerárquicas y militares. Cierto número de familias formaban
un ejército, la propiedad privada era abolida, los pocos impuestos que había eran muy bajos, la
tierra se distribuía de manera equitativa en arriendo, y hombres y mujeres tenían las mismas

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posibilidades de acceso a todos los puestos, se elegía libremente al cónyuge, y se prohibió la


deformación de los pies, el alcohol el tabaco y el opio. Era un proyecto demasiado revolucionario
para que el movimiento pudiera tener éxito. Muchos propietarios apoyaron al Imperio chino. El
programa puritano era difícil de aceptar y la elite dirigente no estuvo a la altura del mismo. Por
ejemplo, se proponía la monogamia cuando los dirigentes tenían varias mujeres. Tras tomar
Nanking, el Estado Taiping controlaba la mayor parte de China meridional, por debajo del
Yangtsé . Entonces se estancó su expansión y anduvo a la defensiva. Las potencias occidentales
ayudaron al imperio manchú, del que podían sacar más beneficio que del estado Taiping y lideraron
un ejército chino. Nanking cayó y Hung se suicidó. En 1866 cae el estado Taiping, quedando sus
rescoldos.
China nunca llegó a ser colonia, había demasiadas rivalidades entre los occidentales por su reparto.
La segunda Guerra del Opio, bajo el pretexto de la toma china de un barco inglés, arranca con el
envío de un contingente anglo-francés que vence a los chinos en 1858. Se firma el Tratado de
Tienjin. Según sus términos, China debía permitir el establecimiento de embajadores occidentales
en Pekín, abrir diez puertos más, alguno de ellos en Formosa, permitir el libre desarrollo de las
actividades misioneras, cláusulas de nación más favorecida para Gran Bretaña y Francia. No se
admitirá a los embajadores en Pekín, cuestión que dio pie a una expedición que arrasó todo a su
paso. En el Palacio Imperial de Verano sólo sobrevivieron dos perros. Obligó a la firma de un
nuevo tratado, el de Pekín del que surgió la apertura de un nuevo puerto en Tienjin, cedía la
península de Kowloon e imponía nuevas indemnizaciones. Desde 1860, el tráfico del opio quedó
totalmente legalizado y se revisaron las tasas aduaneras a la baja, los occidentales no tuvieron que
pagar tasas sobre textiles y estaban autorizados a navegar por los ríos chinos.
Entre 1860 y 1885 se desarrolla una nueva etapa de la colonización de China. Los chinos se
mentalizan de la posible destrucción de su país a manos occidentales. Hubo tensiones, y para
relajarlas se suprimen las diferencias entre la aristocracia manchú y las clases superiores chinas, y
se aspira a una modernización del estado chino mediante una autoafirmación que entre otras cosas
conllevaba un desarrollo militar. Fabricaron buques de guerra y armas de fuego, pero la industria
bélica no tuvo mucho éxito. Faltaba preparación en la población china, todo era muy precipitado.
No existían masas obreras ni directivos preparados, ni había material. Las empresas privadas
dedicadas al comercio y las empresas mixtas adolecían de los mismos problemas. Realmente esta
autoafirmación era un lavado de cara condenado al fracaso, ni convencía internamente ni era capaz
de resultado alguno. Es más, los occidentales vieron una herida abierta en esta frustrada
occidentalización de China. Tras el incidente de Tienjin, la nueva política china establece un juego
de fuerzas conservadoras pero sin fuerza efectiva. Japón atacó las islas Ryukyu y Formosa. Francia
penetra también. Se firma el Tratado de Yendai, en el que China ofrece a Gran Bretaña condiciones
favorables para entrar en el Tíbet. Hubo una guerra franco-china tras la que se firma el segundo
Tratado de Tienjin en el que se abre el comercio en la frontera con Indochina. Entre 1864 y 1885
los occidentales impusieron condiciones onerosas con la instalación en China de fábricas navales
( británicas en su mayoría ), extracción de materias primas y posterior venta de manufacturas en el
mercado chino. China aportaba productos y mano de obra muy económicos.
El periodo entre 1895 y 1911 es el del reparto económico de China. Tras la ocupación de las islas
Ryukyu, Japón penetra en el continente. Provoca la guerra chino-japonesa, dando lugar al Tratado
de Shimonoseki, en el que China debía admitir la independencia de Corea y cedía a Japón la
península de Liaodong, la isla de Formosa y las islas de los Pescadores. Tras el tratado adicional de
1896, China autoriza a Japón introducir industrias en su territorio y se establece una indemnización
de guerra. Ahora bien, la península de Liaodong estaba dentro de las aspiraciones rusas. Rusia,
Francia y Alemania presentan una carta al embajador japonés para la devolución a China de tal
península. En estas fechas se cederá Macao a Portugal, Alemania ocupa Qingdao. Rusia se
convierte en arrendataria en la península de Liaodong de Port Arthur y Dairen y le es permitida la
construcción del ferrocarril a través de Manchuria, Weihaiwei se convierte en concesión británica,
Guangzhouwan en concesión francesa. Todo ello es resultado del reparto en esferas de influencias.
EE.UU., a través de su embajador John Norton Hill envía una nota a los diplomáticos europeos en

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la que, respetando las esferas de influencia, se pide que no se restrinja la política de "puertas
abiertas"(1899). Pretendía que el capital estadounidense, que tenía tantas expectativas puestas en
este mercado como el que más, pudiese participar en las mismas condiciones que el resto.
China intentó zafarse de esa garra "colonial", y la elite burocrática vio amargamente como el intento
modernizador de los 60 fracasó. Entonces...¿qué hacer? Había tres vías. Un afianzamiento militar y
económico que no perjudicase la estructura del Imperio, una renovación de una monarquía imperial
en una monarquía constitucional, o imitar el modelo japonés. De todas formas, se necesitaban
cambios profundos y el emperador emite un edicto reformista. Es la llamada "reforma de los 100
días", que duró 103 días en 1898., dedicada a abolir lo viejo y discutir lo nuevo. Se toman medidas
sobre el ejército, el funcionariado, los exámenes imperiales, permitir el trabajo a la aristocracia
manchú, fomentar el arte y la ciencia, la prensa y el derecho del pueblo a participar en cuestiones
que atañan al Imperio. Hay un golpe de Estado en el que se apresa al emperador, haciéndose con el
poder la principal mujer de éste. La camarilla reaccionaria de la Corte aborta la reforma. A esto se
le unen una serie de catástrofes naturales y una fobia hacia los símbolos extranjeros, también de
índole religiosa. Sociedades secretas y fanatismo religioso contra el cristianismo y las máquinas
adquieren relevancia. La sociedad del Puño por la Justicia y la Unión, los bóxer, canalizarán esa
rabia hacia los símbolos del progreso europeo. Al principio este movimiento no era apoyado por las
autoridades chinas, la consigna del mismo era: "aniquilad a los extranjeros", pero como las
autoridades querían manejar este movimiento, pronto participarán del mismo, y la máxima
cambiará por la de: "mantened a los Qing, aniquilad a los extranjeros".
Esta sociedad cambia de nombre, llamándose ahora Liga por la Justicia y la Unión. La
historiografía china no los llama bóxer, sino Yiyetuan. La revuelta Yiyetuan controlará Pekín y
Tienjin, asentándose en el llamado barrio de las legaciones. China declarará oficialmente la guerra a
las potencias extranjeras. Francia, Alemania, Japón, Rusia y EE.UU. Movilizaron un cuerpo
expedicionario que tomó Pekín. China tuvo de aceptar unas condiciones severas en el protocolo
internacional de 1901: pagar una indemnización de guerra, acatar el control extranjero de la región
entre Pekín y Tienjin, desmantelamiento de las posiciones militares chinas en esa zona,
reorganización del Ministerio de Asuntos Exteriores, el barrio de las legaciones quedó vedado a los
chinos, y obligación al gobierno chino de promulgar un decreto contra los movimientos
antiextranjeros.
En el momento en el que China cede la península de Liaodong a Rusia, ante la amenaza de la
expansión rusa se firma en 1902 una alianza anglo-japonesa. Japón declarará la guerra a Rusia en
1904, tras la que Japón se adueñará de Liaodong y Manchuria quedará dividida en dos zonas de
influencia, rusa y japonesa.
A la muerte en 1908 de la emperatriz viuda, el regente intentará controlar el gobierno y el ejército.
La clase dirigente china ya no quería tratar ni política ni económicamente con el poder manchú y en
las sociedades secretas bullían las alternativas. En una de ellas, la Sociedad de los Hermanos
Mayores, militaba "el padre de la patria china" Sun Yat Sen. Nacido en un medio agrícola, criado en
Hawaii, estudio medicina en Hong Kong y ejerció como médico en Macao. Fundó en 1902 la
Sociedad para el Surgimiento de la Patria China. Sun era entonces un reformador pero pronto creerá
que la única vía es acabar con el Imperio. A su sociedad se le unirán otras dos, naciendo el
Kuomintang. El Kuomintang dedicaría sus esfuerzos a luchar contra la dinastía manchú y sustituir
el Imperio por una república igualitaria, socialista moderada, basada en la reforma agraria. Los
republicanos veían necesario acercarse a la escasa burguesía nacional. Tras varios intentos sin éxito,
tras el levantamiento de Pujan, se ocupó Nanking. Hubo negociaciones entre los insurrectos y la
corte de Yuan Shikai, militar represor de la revuelta. Será precisamente este militar quien se haga
con la Presidencia de la República. En 1902 se promulga el edicto de abdicación de Pu Yi, se
retirará Sun Yat Sen "en pro de la unidad de la patria". Se trata de una revolución mal hecha, Yuan
Shikai intentará instaurar una monarquía con dinastía propia, el sistema de poderes era el marcado
por los "señores de la guerra" bajo una aparente República. De 1911 a 1949 se suceden luchas
internas por controlar el poder entre los herederos de Sun Yat Sen. Su sucesor en la jefatura del
Kuomintang, Chian Kai-shek, organizará matanzas contra los comunistas pero no conseguirá

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eliminarles por completo. Éstos, tras la intentona de fundar una república comunista, tuvieron que
huir en la "Larga Marcha". Los comunistas aprovecharon la guerra chino-japonesa de 1931 para
reforzarse y sobre todo se valieron de las masas campesinas. Diseñaron una revolución campesina.
IV.- JAPÓN.

Japón, desde su posición cerrada y feudal irá transformándose debido a fenómenos internos. Los
factores que le permiten mantenerse al margen serán la situación insular del archipiélago, el carácter
autosuficiente del gobierno y no estar en las rutas habituales de comercio ( hasta que en el siglo
XVIII entrara en el círculo de los balleneros ). La estructura agraria era feudal y el cultivo clave era
el arroz. La monarquía se centralizaba en torno a un emperador, perteneciente a una única dinastía
desde sus orígenes, que se remontan a varios siglos a. C. El emperador no tenía el mandato divino,
era divino ( hasta 1945, año en el que se obligó al emperador a radiar que no lo era ). El Imperio
supuso la unidad, continuidad y legitimidad de los poderes feudales. Por otra parte, existía un
feudalismo descentralizado. Del siglo XI al XVI, los poderes locales se sumirán en contínuas
guerras. El poder imperial era teórico, el poder efectivo lo ejercían los guerreros feudales. Tal
situación daba pie a un amplio campo de experiencias políticas ajenas al poder central. Las guerras
civiles mantenidas hasta el siglo XVI concluyeron cuando Tokugawa Ieyasu venciera en la batalla
de Sekigahara en octubre de 1600, inaugurando la "Gran Paz". Se trata de un periodo de dos siglos
y medio en los cuales el clan Tokugawa regirá el destino de Japón. Se instaura un régimen conocido
con el nombre de Baku-Han, término que refleja las tensiones entre el poder central ( Bakufu ) y los
territorios feudales ( Han ). Esta peculiar forma de gobierno supone la maduración de dos
instituciones japonesas, el Shogunato como autoridad central fáctica y los daimíos, señoríos
feudales en cuyo territorio gobernaba un señor que hacía en él lo que le parecía prudente. En una
tercera esfera, el Mikado, el poder imperial teórico, que legitimaba el poder militar y civil del
Shogunato. El emperador residía en su palacio de Kyoto. Los Tokugawa se organizaban a través del
Consejo de los Roju, con funciones administrativas y judiciales ayudados por colaboradores
específicos. En momentos de crisis y siempre de forma temporal, el Shogun elegía y se subordinaba
a la autoridad de un Tairo o dictador cuyas decisiones eran irrevocables incluso para el propio
Shogun.

La sociedad en el Japón de los Tokugawa era piramidal. En el vértice se encuentra el Mikado. Por
debajo de él, el Shogun, quien posee un 15% de las tierras y dos tercios de los tributos anuales de
Japón, y controlará los principales centros económicos y las minas de oro y plata. El resto de las
tierras se repartían entre sus vasallos, los daimíos. Estos señores feudales se pueden dividir en tres
tipos. En primer lugar, aquellos emparentados directamente con el Shogun, las denominadas tres
casas: Nagoya, Wakasama y Mito. De estas tres casas saldrá el sucesor del Shogun en el caso que la
rama principal no tenga heredero. En segundo lugar están los daimíos Fudai., vasallos de los
Tokugawa desde antes de 1600, destacando tres familias: Ii, Abe y Mizuno. Por último, los daimíos
Tozama quienes fueron sometidos por la fuerza tras 1600, entre los que destacan dos clanes,
Satsuma y Chosu. El término samurai alude a un miembro de la clase militar dominante. Samurai
era el Shogun y los daimíos, pero también lo podía ser un soldado. Los samurais solían guardar
lealtad a un señor, aunque se dieron casos de samurais sin señor, los ronin. Eran conscientes de
ocupar un puesto alto en la escala social, poseían privilegios exclusivos como portar armas o matar
en el acto a quien les faltase al respeto. Su código de honor es el bushido, cuyo acto más conocido
es el seppuku. Para este suicidio al considerar que se "había fallado" se guardaba ayuno, se vestía en
blanco y era conveniente contar con la ayuda de un amigo íntimo para rebanar la cabeza del samurai
si éste no había conseguido matarse. Debajo de los grupos dirigentes se encontraba el campesinado,
tratado con gran severidad. Los señores no les dispensaban de ningún esfuerzo. En la población
urbana distinguimos artesanos y comerciantes. Los comerciantes eran lo más bajo en la escala
social por encima de los parias, pues su función era improductiva, "sólo" manejaban productos. Sus
actividades eran sospechosas tanto para los señores feudales como para el Shogun. A diferencia de
las castas en la India, los estratos japoneses eran permeables, un paria podía dejar de serlo con

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mucho esfuerzo, y un comerciante o agricultor podía enviar a su hijo a una escuela de samurais
Para reforzar su poder central, el Shogun vigilará a los daimíos y extenderá una ideología
confuciana acerca de la consagración del orden social existente. Para controlar a los daimíos, los
clasifica y los somete a una serie de obligaciones. Redistribuyó algunos feudos para evitar que dos
daimíos Tozama estuvieran juntos. Los daimíos Tozama o eran periféricos o estaban rodeados de
daimíos Fudai. La capital shogunal era Edo. El término Sankin Kotari se refiere a una permanencia
alterna que los Tokugawa obligaron a los señores feudales para que residiesen durante un año en
Edo. La mujer y los hijos principales de los señores debían residir en Edo, a modo de rehenes en un
mecanismo de control bastante eficaz. En ésta ciudad había escuelas de todo tipo: de gobernantes,
de guerreros...había un nivel de preparación bastante elevado en toda la población. Un ejemplo de
cultura eran las geishas, quienes amenizaban las charlas en las residencias. El confucionismo se
utilizará para legitimar el orden político, defendiendo una jerarquía natural de clases. La función del
individuo era el correcto desempeño de su rol en la sociedad. Esta lectura de la filosofía
confucionista justifica la separación de las distintas clases.
Los Tokugawa cerraron el país al exterior. Les preocupaba la estabilidad interna y evitar los
contactos con extranjeros que no estuvieran regulados por el Shogunato. Para el comercio exterior
sólo se habilitó un puerto. También temían al cristianismo y sus misioneros como fermento de
agitación y fisura filosófica. Los misioneros cristianos fueron expulsados por el Shogun. El cierre
de Japón era prácticamente hermético, el único comercio con el exterior se practicaba en un islote
cercano al puerto de Nagasaki. A él sólo podían acercarse comerciantes holandeses y chinos.
La base económica del Japón Tokugawa era la agricultura, a la que se aplicaron una serie de
mejoras en una revolución agrícola durante el siglo XVII que supuso la superación del
autoconsumo aldeano al incrementarse los excedentes. La producción agrícola se diversificó y se
cultivaron nuevos productos: algodón, té, aníl, tabaco, morera, todos dirigidos al consumo en el
archipiélago. Esta revolución generó desigualdades en las aldeas, la economía se diversificó y se
desarrolló cada vez más el comercio. Se dió un estricto control gubernamental en las materias
primas fundamentales. Un control central que no sería represivo, habría movilidad social,
económica y monetaria y a pesar de tantos esfuerzos en contra, cierta influencia occidental.
En el siglo XVIII, los principios estamentales basados en la herencia son contestados por una
corriente también confucionista: la del mérito personal. Las cualidades del individuo potenciadas
mediante el estudio debían servirle para ocupar el puesto que se merece y le corresponde en la
sociedad. Este argumento abre una brecha de sensibilización ante unas gentes capacitadas pero que
no encuentran labor y gente con empleo incapaz de llevarlo a cabo. De esta manera, jóvenes
samurais bien preparados se quejarán de la estratificación impuesta por los Tokugawa.
La base de los daimíos era el arroz. Pero la movilidad creciente hizo que Japón se monetarizara y se
creara un mercado nacional en el que circulaban bienes y hombres. Algunos comerciantes se
enriquecieron y se implantaron talleres manufactureros en las aldeas para exportar dentro del propio
mercado. Los campesinos cuyos sueldos eran todavía en arroz se empobrecieron. Hay quien
aspiraba en transformar el antiguo orden social. Algunos daimíos no pagaban su sueldo a sus
vasallos o no pagaban sus deudas a los comerciantes, quienes en compensación subían el precio de
los productos. Se incrementaron los bienes de algunos comerciantes. Hubo grandes motines
campesinos en la llamada crisis de la época Tempo ( 1830 ) durante la que se intentan reformas
desde el poder central que fracasan, no así las que intentaron los clanes Satsuma y Chosu que
saldrán relativamente bien.
Algunos señores feudales mantuvieron contactos con extranjeros a nivel científico y técnico ( armas
sobre todo ). No fueron impedidos pero sí controlados con recelo por el Shogun, para el que la
adopción de la ciencia y el pensamiento occidental podría llegar a cuestionar el orden japonés y las
armas vendidas a algunos daimíos podrían jugar en contra del poder de Edo.
Los feudos Tozama eran peligrosos para el régimen. El clan Satsuma controlaba el comercio con las
islas Ryukyu, mientras que el clan Chosu hacía lo propio en el estrecho de Shimonoseki. Los
Tozama consideraban a los Tokugawa unos advenedizos y se creían mejor cualificados para
gobernar. Al ser los daimíos más periféricos, consiguieron mayor independencia de Edo.

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Historia de los países afroasiáticos

La presión occidental intentaba acabar con el aislamiento de Japón. Tras los intentos fallidos de
Rusia y la desviación del interés británico hacia China, serán los EE.UU quienes consigan al fin
abrir el comercio japonés. Japón se encontraba en medio de las rutas balleneras y siempre sería
suculento poder contar con más puertos para comerciar. Tras el control del oeste norteamericano,
EE.UU se vuelca hacia el Pacífico, hacia los puertos de Cantón y Shangai y pondrá su punto de
mira en Japón. EE.UU consideró el Pacífico como zona de su incumbencia, y dentro de esa zona se
encontraban China y Japón. En 1852 se envía una expedición estadunidense a Japón. Perry
desembarcó en la bahía de Uraga con una carta para el Shogun en la que se pedía la apertura de los
puertos japoneses a los barcos estadounidenses dando un año de reflexión para dar una respuesta
bajo amenaza de bombardear los puertos si éstos continúan cerrados. La presencia norteamericana
demuestra la ineficacia de las defensas costeras y la vulnerabilidad de la capital shogunal.
La estancia de occidentales abre una corriente de pensamiento hostil a ellos. Esta corriente recibe el
nombre de jôi, "rechacemos a los bárbaros". Los eruditos de la familia Mito habían estado
recopilando desde el siglo XVIII una historia de Japón que ensalzaba al emperador. Para los
japoneses era necesario retardar las relaciones con el exterior mientras Japón no estuviera preparada
para un enfrentamiento militar con los extranjeros. Si no, les pasaría lo mismo que a los chinos. A
toda costa se debía preservar el Kokutai o tradición japonesa. El pensamiento jôi se resume en el
libro Shinron, recopilación doctrinal escrita por Aizama Seishisai, en aquel momento libro de
cabecera de los patriotas. A este nacionalismo se le une la exaltación que la casa Mito hace del
emperador. "Una única dinastía de origen divino ha regido los destinos de Japón...", discurso que
entraña un mensaje al emperador para que tomase el poder efectivo como jefe natural de la
comunidad japonesa. Será un intelectual de la casa de Mito, Fujita Toko, quien acuñará la máxima
sonno jôi, "reverenciemos al emperador, rechacemos a los bárbaros". Se critica la política de
debilidad del Shogunato ante la presión extranjera, pero también hay un movimiento en contra del
clan Tokugawa por el hecho de serlo.
Sobre estas influencias, las corrientes que llevan a la revolución Meiji son las presiones internas, la
rebelión de los feudos Tozama "en nombre del emperador", y las externas. Cuando Perry regresa un
año después buscando la respuesta, se firma el Tratado de Kanagawa ( marzo de 1854 ). Se abrían
otros dos puertos para el abastecimiento, Shimoda y Hakodade, el primero cerca de Edo. Se
instalará un cónsul en Shimoda y se concede a EE.UU la cláusula de nación más favorecida, los
ciudadanos estadounidenses instalados en Shimoda y Hakodade no sufrirán las restricciones de
chinos y holandeses en Nagasaki. El Tratado Harris, en julio de 1858 abrió otros dos puertos,
Yokohama y Nagasaki y se acuerda la apertura en fechas sucesivas de Niigata, Kobe, Edo y Osaka
(entre 1860 y 1863 ). En este tratado se establece la estancia de extranjeros en Edo, la
extraterritorialidad del cuerpo diplomático y niveles bajos de aduana. En contrapartida, EE:UU
ofrece barcos, armas y expertos. Acuerdos análogos firma Japón con Rusia, Gran Bretaña, Francia y
los Paises Bajos.
Los nacionalistas reprocharon la actitud permisiva para con los extranjeros del Shogun. A los
daimíos Tozama se unirá el señor de Mito, rama menor de los Tokugawa, quién pretende influir en
la corte imperial con un severo pensamiento acerca de las relaciones con los extranjeros y su
proclividad a que el emperador se haga con el poder. La calma tensa estallará con actos terroristas
contra los extranjeros y desórdenes públicos. Económicamente, la inestabilidad a causa de una
oferta fuerte y una demanda rígida y del desplazamiento de las monedas japonesas por monedas
europeas ( con menor cantidad de plata, produciéndose una disparidad monetaria ), creará
problemas de inflación y de subsistencia a pie de calle. Se inflama la política. La situación interna
cambia, el Bakufu intenta una coalición con los daimíos. El Shogunato se enfrenta a la creciente
oposición liderada por las familias Satsuma y Chosu. El esfuerzo reformista del Shogunato para
formar la coalición de daimíos en apoyo a los Tokugawa se encuentra con la agitación anti-
Tokugawa y Japón se sume en guerras civiles.
El Shogun emprende un plan de reformas interno, orientado a la transformación del ejército y de la
administración, sustituyó al Consejo de los Roju por un consejo de ministros especializados. El
daimío de Tosa, temiendo el crecimiento del poder de Satsuma y Chosu que contaban con apoyo

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Historia de los países afroasiáticos

inglés, plantea en su Memorial Tosa que el Shogun dimitiera. El poder según dicho memorial, lo
ejercería un Consejo de daimíos a las órdenes del emperador. El Shogun no perdería propiedades y
actuaría como primer ministro por debajo del poder efectivo del emperador. La solución Tosa no
satisface a los cortesanos más radicales ni a los jefes de Satsuma y Chosu quienes pretendían
acaparar más poder para los daimíos.
Finalmente, la solución de fuerza de Satsuma y Chosu contra los Tokugawa triunfa, y el 3 de enero
de 1868, las fuerzas coaligadas de Satsuma, Chosu, Tosa, Hizen, Owari y Aki ( "revolución
Satchotohi" por el inicio de los cuatro primeros clanes) se apoderan del palacio imperial y
proclaman la restauración del Imperio. El Shogunato fue abolido, quedando el Shogun como un
daimío común.
La súbita caída del Shogun agrupó a toda la oligarquía bajo la autoridad del emperador. Pero la
restauración o revolución Meiji fue mucho más. En 1868, una coalición conservadora de príncipes
de la Corte, nobles y daimíos impulsó reformas sociales y económicas. Vieron la necesidad de
aprender de Occidente, sobre todo militarmente si no querían seguir los pasos de China. Optaron
por mantener contactos pacíficos antes que los occidentales decidieran forzarlos. Con todo, Japón
supo preservar sus rasgos de identidad. Ningún consejero extranjero fue colocado en el vértice de la
administración y sus servicios terminaban cuando los japoneses estaban preparados para
desenvolverse por sí mismos.
El nuevo grupo dirigente estaba formado en un primer plano por la clase samurai, procedentes en su
mayoría de cuatro grandes Tozama Han del Japón sudoeste, Satsuma, Chosu, Tosa e Hizon. Los
cuatro clanes habían odiado al los Tokugawa y estaban compuestos por jóvenes cuyo promedio de
edad era de 30 años. Habían sido familias de la clase inferior de los samurais, encontrando salida en
la administación por su alta educación especializada. Se regían por el código samurai y por una
filosofía confuciana de lealtad y dedicación a la sociedad. Unos habían estado en el extranjero, otros
contactaban con los occidentales dentro de su país. Por edad, los más xenófobos habían muerto y
las nuevas generaciones cambiaron su actitud. Aceptaban la superioridad técnica extranjera. La
oligarquía Meiji controlaría Japón hasta los tiempos de la Primera Guerra Mundial y estaba unida
por lazos y entramados familiares. Era un grupo homogéneo cuyos propósitos globales eran salvar
el Estado y fortalecerlo con respecto a Occidente. Se dieron reformas por decreto hacia todos los
aspectos del país. Las reformas político-institucionales tuvieron la tarea de crear nuevas
instituciones sobre los mecanismos anteriores. El objetivo era imitar un Estado moderno. La
oligarquía pretendía conservar el poder y conseguir una adhesión popular, para dar al gobierno una
forma duradera y práctica. Para ello se valen de un gobierno autoritario y pseudoparticipativo
( mediante consultas populares ). En 1868 se reunieron en asamblea todos los Han y en abril de este
año, el emperador emite el Código Jurado de los Cinco Artículos acerca de cuatro aspectos
fundamentales. Son la amplia consulta de todas las personas interesadas de los Han, la libertad para
perseguir la realización personal, la abolición de costumbres del pasado, y la anteposición de los
intereses nacionales a todos los demás. En julio de 1868 nace la estructura del gobierno Meiji
llamada Seitaisho, de influencia occidental en su división de poderes. Un Consejo de Estado con
funciones administrativas recordaría al Consejo de los Roju. Hubo siete ministerios, Ejecutivo,
Sinto ( religión deificadora de las fuerzas naturales), Finanzas, Guerra, Negocios Extranjeros,
Negocios Civiles y Departamento Legislativo. Un octavo ministerio era el de Justicia. La Cámara
alta contuvo funcionarios del gobierno y la Cámara baja era la representante de los Han. La
modernización se hizo de cara al exterior, realmente el poder siguió siendo feudal, controlado por
los mismos grupos. La oligarquía cambió la estructura en un proceso meditado dando a los nuevos
órganos una fachada consultiva, pero ningún oligarca quería oir hablar de una revolución a fondo.
La capital imperial se traslada de Kyoto a Edo, que pasó a llamarse Tokio. La mayor parte de los
miembros del antiguo gobierno se fueron retirando y se consolidaron otros oligarcas. Desde el
gobierno central se decidió unidad, y ya en 1868 los daimíos restituyen sus dominios al trono
permaneciendo como gobernadores de los departamentos en los que se convirtieron los Han. Con la
creación del Ministerio del Interior, los gobernadores serán designados desde Tokio. Los
departamentos se dividieron en distritos y éstos en aldeas. Toda la nueva estructura reforzaba el

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Historia de los países afroasiáticos

poder central. Se crearon también asambleas consultivas a nivel de distrito y aldea como órganos de
discusión, meramente consultivos.
El ejército se unificó en 1868 bajo un mando central. En 1869 se creó un Departamento de Guerra,
y con él la esencia de un ejército moderno. Surgieron escuelas militares y nuevos arsenales. Con la
abolición de los Han, las antiguas guardias se completan con un reclutamiento obligatorio en 1873.
Supone la abolición de la diferencia entre samurais y gente común. Todos los varones mayores de
21 años debían realizar tres años de servicio activo y se mantenían otros seis en la reserva. El
servicio militar podía ser conmutado por el pago de 270 yenes, una cantidad muy elevada. Las
medidas militares fueron acompañadas por reformas sociales. Desaparecen los privilegios de clase y
los distintivos, se establece una igualdad jurídica y unos códigos legales imitados de los franceses.
Se adopta la indumentaria occidental, se prohíben los baños mixtos y las obras pornográficas en una
moralidad que recuerda a la victoriana, y en 1973 se adopta el calendario gregoriano. El 40 % de los
japoneses sabían leer y escribir. Se fundan sociedades intelectuales y se generalizan los periódicos.
En 1871 aparece el Ministerio de Instrucción Pública y en el 72 se formaliza la educación primaria
y se crean 53.700 escuelas primarias. El gobierno hace hincapié en la alfabetización de la población.
En estas fechas se funda la Universidad Imperial de Tokio.
A comienzos de 1868, el Estado japonés no cuenta con grandes fuentes de ingresos. Con la
abolición de los Han se inyectan ingresos procedentes de los antiguos feudos pero también las
deudas y las costosas indemnizaciones a los antiguos señores. El sistema financiero se moderniza
adoptando el sistema decimal y usando el yen como moneda básica. La reforma agraria se produce
más por razones económicas que por motivaciones sociales. Se trata de encajar una pieza más en la
racionalización de la economía. Se revisan las normas del periodo Tokugawa, ahora los impuestos
son cargados al individuo y no a la aldea, no se pagan al daimío sino al gobernador. Los impuestos
son sobre el valor de la tierra, no de la cosecha. En el proceso de verificación de la propiedad no
quedó ninguna propiedad feudal y las tierras comunes fueron confiscadas por el gobierno. En 1870,
el Ministerio de Industria sienta las bases del despegue capitalista, desarrollando industrias de
consumo textil basada en el algodón y la seda, industrias armamentísticas, de transportes, minas...Al
ser costosa la modernización de los transportes terrestres se potencia la navegación de cabotaje. Se
coloniza la isla de Hokaido o Yeso. Estas reformas económicas imponen los presupuestos para una
revolución social.
Socialmente se avanza hacia la igualdad y se toman medidas prácticas, tales como la sustitución de
la clase samurai por un ejército, implantar al campesinado un nuevo sistema impositivo. El
gobierno se enfrentará a sublevaciones armadas defensoras del régimen anterior, al mismo tiempo
que se enfrenta a las demandas cada vez crecientes de las clases medias liberales. Las sublevaciones
campesinas a causa de las reformas agrarias se deben a que no veían las ventajas del nuevo sistema
fiscal. Se sublevan también los samurais, descontentos por haber perdido sus privilegios y tener que
empezar desde cero una nueva vida. Muchos samurais encontraron salida al casarse con hijas de
comerciantes o burgueses. Pero hubo también muchos samurais que no supieron o no quisieron
adaptarse y reaccionaron violéntamente. El resentimiento se incubó en el 71, año de la abolición de
los Han, dirigiéndose contra el predominio gubernamental de los clanes Satsuma y Chosu. En la
zona de Satsuma estalló una rebelión. Después de ser costosamente sofocada, se deporta a algunos
rebeldes a la isla de Hokaido y se les asignan tierras para que las trabajen. Por su parte, los liberales
organizan el Movimiento de los Derechos Populares y acusaban al gobierno de reprimir la
expresión del pueblo, de gestionar mal los asuntos exteriores y de desprestigiar a la nación.
Proponen la formación de una Asamblea Nacional como movimiento político de gran amplitud y
formaron la Asociación de los Patriotas. Difunden su ideario a través de la prensa con el fin de
convocar la asamblea, reducir los impuestos sobre la tierra y revisar los tratados desiguales. Se
crearon el Partido Liberal, con pequeños propietarios rurales, y el Partido de la Reforma, formado
por intelectuales urbanos. Para frenar estos movimientos el gobierno forma el Partido Gubernativo
Imperial y asignó nuevas funciones a la policía para reprimir movimientos y periódicos. Pero el
gobierno también tenía oposición interna. Otro problema fue que no satisfizo las esperanzas
occidentales. No había estructura constitucional y no había conseguido engañar a la opinión

11
Historia de los países afroasiáticos

pública.
Un edicto imperial anunció la instauración de un gobierno constitucional en sucesivas etapas. Un
equipo de funcionarios elegidos por el emperador se encargarían de redactar una constitución. Una
nueva ordenanza imperial ponía condiciones: emanaría del emperador, que decide sobre los
ministros y la legislación corresponde al gobierno. Era función del gobierno poner en
funcionamiento los órganos del gobierno no representativos, pilares de la nueva institución. En
1884 se crea la Cámara de los Pares, con representantes de la nueva nobleza. En 1888 se forma el
nuevo gabinete de ministros y también el Consejo vitalicio de la oligarquía al completo, reunida en
torno al emperador. La Constitución Meiji fue una mezcla entre tradición y occidentalización. Se
reconoce poder absoluto al emperador por encima del gobierno, el emperador era la encarnación del
Estado. La ley de la Casa Imperial y un ministerio propio quedaban al margen de la Constitución y
por encima del gobierno. El emperador consultaba a su consejo privado. Al margen del poder civil
también quedaban el Ministerio de Marina y el Ministerio del Ejército, pero sujetos al emperador.
La Dieta estaba compuesta por una Cámara de los Pares y una Cámara Baja elegida por un sufragio
censitario muy reducido ( votaba sólo el 1% de la población). De hecho, el único poder que tenía
esta última cámara era el de rechazar los presupuestos de un año, y de rechazarlos se aplicaban
automáticamente los del año anterior. Esta Constitución, si bien salvaguardaba los valores
conservadores, era un modelo para un Estado de Derecho. Dio pie para la ampliación de libertades,
abría un camino teórico según algunos exégetas del artículo cuarto a la existencia de una ley por
encima del emperador. La Dieta suavizaba un régimen oligárquico. La cuestión de la soberanía era
ambigua, el emperador divino era el soporte de la legitimidad. La Constitución tampoco precisa por
qué vías se unen Dieta y gobierno con el emperador ni mediante qué órgano expresa éste su
voluntad. A pesar de todas las lagunas, la Constitución fue el vehículo estrictamente controlado de
modernización política y situó a Japón entre las naciones avanzadas. Este carácter se dejó notar en
las relaciones internacionales posteriores, en su imperialismo sobre el continente asiático.
Económicamente, a partir de 1890 experimenta un notable crecimiento por los medios facilitados
para el comercio con el exterior y el desarrollo industrial. En los primeros años de la etapa Meiji
hubo excedentes en las cosechas, factor que facilitó el impulso inicial a nuevas industrias. El Estado
asume el papel de empresario con la construcción de arsenales, vías de comunicación, el servicio de
correos y telégrafos... Al final de la deflación del ministro Matsukata , Japón adquiere una solidez
monetaria capaz de soportar la industrialización. La deflación disminuyó los gastos del Estado y
también el papel moneda en circulación. El Estado vende sus empresas y esa venta permitió sanear
sus finanzas con la supresión de la carga que representaban. El Banco de Japón adquirió una
función occidentalizante como banco central, teniendo el monopolio de la emisión de moneda. Para
las transacciones internacionales adoptó el patrón oro. En cuanto a la política presupuestaria
subieron los impuestos y aumentaron los pedidos estatales a las empresas nacionales. Se dieron
buenos índices de ahorros depositados en los bancos privados japoneses y una financiación interna.
Japón será un modelo de crecimiento autosostenido y no subordinado. Al no ser abundantes los
recursos del archipiélago, no hubo grandes exportaciones de productos en bruto pero tampoco
importaciones manufactureras. La participación en Japón del capital extranjero era de una quinta
parte. En los años 90 la industria tendía más hacia el sector textil que hacia la industria pesada. Los
zaibatsu son grandes combinados de empresas industriales y bancos controlados por familias. La
familia Mitsui ya era relevante antes de 1868, pero la mayoría de zaibatsu medraron después de
1868, convirtiéndose en entidades muy fuertes, con industrias armamentísticas y con lazos en los
partidos políticos. La industria de la seda japonesa tuvo una gran demanda, seguida de los tejidos en
algodón. La industrialización avanzó sin trastornos, Japón avanzó hacia una producción más
diversificada. La economía japonesa atraviesa distintas fases. De 1879 a 1885 fue una fase de
reconversión económica, de 1886 a 1898 fue una fase de reactivación y expansión, le sucede una
fase de recesión de 1889 a 1905 y otra de crecimiento a partir de esa fecha. La mayor parte de las
exportaciones las constituían la seda en rama y el arroz hasta 1905, cuando más de la mitad de las
exportaciones eran tejidos de algodón y seda.
Quizá, la consecuencia inevitable de de la consolidación política y del crecimiento económico fue la

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Historia de los países afroasiáticos

expansión, la creación de un imperialismo japonés que rivalizara con los occidentales en el extremo
oriente. Tres factores decidieron esos derroteros, la ascensión política, diplomática e internacional
de Japón. Como potencia necesitaba un imperio colonial propio. La cumbre de esa ascensión fue la
victoria contra Rusia.
La muerte del emperador Mutsuhito pone fin simbólico a la etapa de las "luces" en contraste con las
sombras anteriores. Cada emperador pone nombre a su reinado , desde que es entronizado hasta que
muere.
La diplomacia japonesa adquirió técnicas modernas, intentando satisfacer las demandas extranjeras.
Dispensaron buen trato a los extranjeros al tiempo que se intenta aliviar la presión occidental.
Definieron y aseguraron la posición internacional de Japón en términos de lenguaje diplomático
moderno y revisaron los tratados desiguales. Objetivos ejecutados desde el Ministerio de Asuntos
Exteriores. Japón firma un tratado comercial con China, mediante el que los primeros se aseguran el
control de las islas Ryukyu y las islas Bonin pasan a ser controladas por la marina japonesa. En
1875 arrebatan a Rusia las islas Kuriles y fijan la frontera siberiana. En 1876 detona un conflicto
por Corea. Los japoneses fuerzan a los coreanos a abrir los puertos con la misma estrategia que les
hicieron a ellos los EE.UU. ( o se abren los puertos o se bombardean). El Tratado de Kanghua es
resultado de esta amenaza abriéndose los puertos coreanos a Japón. Una claúsula sobre la
independencia ( supuesta ) de Corea molestó a China. Una fuerza del ejército japonés se asentó en
Seúl. Durante los años 70 y 80, Japón deseaba revisar los tratados desiguales. Suponía un problema
de política exterior de primera magnitud y las potencias occidentales eran reacias a considerar. Pero
cuando Japón pudo ser considerado como una potencia, en 1894 se acuerda entre Gran Bretaña y
Japón la conclusión de la extraterritorialidad británica para 1899. Hubo acuerdos análogos con otras
potencias. Japón se consagrará como potencia a tener en cuenta en el teatro de extremo oriente
durante la guerra contra China ( 1894-1895 ). Una triple intervención de Rusia, Alemania y Francia
impide que Japón conquiste la península de Liaodong. Japón se unirá a la expedición internacional
contra los bóxer. En 1904 atacando Port Arthur inicia una guerra con Rusia, a la que vencerá en
1905. Es el éxito más fulminante del "Japón imperial", un país que a partir de esa fecha participará
activamente en las relaciones internacionales de Oriente.
El óptimo crecimiento económico les permitió a los japoneses competir en las esferas del
desarrollo. Ya poseían en 1905 las bases socioeconómicas propicias para su imperialismo. Tuvo un
alto incremento en todos los sectores. El comercio con el exterior aumentó con más exportaciones
de materias primas e importaciones de manufacturas. Japón se convertirá en exportador de capitales
a través de grandes zaibatsu que aseguran rápidos beneficios. Mitsui y Mitsubitsi controlan los
órganos de expansionismo japonés: la Compañía del Sur de Manchuria, el Banco de Taiwan,
algodoneras chinas...Las raíces sociales son profundas y amplias, un ejército mentalizado en la
superioridad de su imperio, un confuso sentimiento de solidaridad panasiático frente a los
occidentales, nacionalismo, militarismo ultraderechista, creencia en la superioridad de la raza
amarilla, la que había derrotado a los blancos en 1905... El aparato estatal apoyaba el sintoísmo e
instrumentalizaba a través de esta religión una visión mítica del imperio. Se crearon sociedades
ultranacionalistas, con simpatías en las filas del ejército, independiente al gobierno. El sinto no
estaba identificado con ninguna tendencia política sino con el culto imperial, buscando un
nacionalismo mítico que les diferencie de los demás países. Las sociedades proponían una
expansión ultramarina, una solidaridad y un movimiento panasiático. En 1912 se crea el Congreso
Panasiático y después una Asociación de paises asiáticos. El principal vehículo del expansionismo,
el ejército, era un grupo de presión independiente y decepcionado. Mostraba su intolerancia al
sistema de partidos, a tantas negociaciones con el exterior y hacia el gobierno representativo
interior.
A principios del siglo XX contemplamos un Japón convertido en un estado moderno y fortalecido
en todo el área de extremo oriente. La afirmación de Japón como potencia la jalonan tres hechos
externos: el acercamiento y alianza con Gran Bretaña, la guerra con China y la guerra con Rusia. El
acercamiento diplomático entre Japón y Gran Bretaña fue un hecho antes de la guerra chino-
japonesa debido a los intereses británicos para lograr un contrapeso japonés al poder ruso en Asia.

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Historia de los países afroasiáticos

Los británicos ya habían alentado económicamente la revolución Meiji mediante un crédito de tres
millones de libras. El acuerdo de 1894 trataba acerca de la anulación de la extraterritorialidad
británica en suelo japonés, convirtiéndose en un modelo para anular los antiguos tratados
desiguales. En él, Gran Bretaña asegura su neutralidad ante acciones japonesas en el continente. Se
puede denominar el prólogo de la guerra entre Japón y China, difícilmente podríamos pensar en una
actuación japonesa sobre el continente si no contaba con la no intervención británica. Este tratado
supone también la ruptura del consenso internacional que había acerca de China. Como telón de
fondo se encontraba el expansionismo ruso y sus progresos con la construcción del transiberiano y
del transmanchuriano. El expansionismo ruso choca con el japonés, que al derrotar a China en 1895
aspiraba a esparcirse por el continente. China quedó desarticulada y las potencias sobrevolaban sus
despojos, dispuestas a repartirse el territorio. En enero de 1902 se pacta una alianza entre Japón y
Gran Bretaña en términos de igualdad, primera alianza con estas características entre orientales y
occidentales.
La guerra chino-japonesa tiene su raíz en el problema de Corea. El reino coreano tradicionalmente
había sido tributario de China y seguían manteniéndose vínculos nominales. Por cercanía, Japón
consideraba a Corea dentro de su esfera de influencia, una plataforma hacia el continente. Tras
enfrentamientos protagonizados por Yuan Shikai, los japoneses toman Corea, Manchuria,
Liaodong, Formosa y desembarcando en China llegan hasta Pekín. Tras la derrota china se firma el
Tratado de Shimonoseki que dejaba libre la península de Corea, cedía a Japón la isla de Formosa y
los Pescadores, la península de Liaodong con los puertos de Porth Arthur y Dairen, Japón retiene
Weihaiwei hasta que China pagase la deuda y se formulase un tratado de igualdad de trato de Japón
con respecto a otras potencias. Rusia, Francia y Alemania envían idénticas notas amistosas al
gobierno japonés para que renunciase a la península de Liaodong y se la devolviese a China. Al
verse en solitario con la neutralidad británica, Japón acepta. Será una cuestión que irritará
sobremanera a los japoneses, al notar que Port Arthur y Dairen eran bases estratégicas para Rusia.
Después de la victoria contra China, Tokio ejerció su influencia sobre Corea y aumentó su
presupuesto militar. Dejaba ver que no excluía un nuevo enfrentamiento en el continente y la
tensión con Rusia iba en aumento. Rusia presionaba sobre Corea y Manchuria. Los japoneses
deciden la guerra contra los rusos para contenerlos. En febrero de 1904 se rompen las relaciones
diplomáticas entre los dos países. La armada japonesa bloqueó Port Arthur y desde entonces hasta
el final de la contienda la victoria japonesa fue total tanto por mar como por tierra. En 1905 se
acepta la propuesta del presidente norteamericano Roosevelt y se firma el Tratado de Portsmonth.
En este tratado se concede Liaodong a Japón y la parte sur por debajo del paralelo 50 de la isla de
Sajorin, control japonés del ferrocarril en Manchuria. Japón decide ejercer un protectorado en 1905
sobre Corea, anexionándose directamente la península en 1910. Mongolia interior quedaba para
Rusia, el sudeste para Japón. El shock internacional que supuso la derrota rusa vino acompañado
por el impulso que la guerra dio a Japón para entrar en la esfera de las grandes potencias. Al otro
lado del Pacífico, EE.UU experimentaba también su propio auge. Europa comenzaba a perder su
protagonismo secular. Japón ejercerá una política de explotación colonial sobre minas, fábricas,
ferrocarriles y acantonamiento de tropas en China, sobre todo en el norte. El statu quo se garantizó
mediante tratados con Gran Bretaña y Rusia. La victoria japonesa sobre Rusia pudo interpretarse
como la revancha oriental frente al colonialismo europeo. Japón se plantea a largo plazo su
hegemonía asiática, la eufemística Esfera de Coprosperidad Asiática.
A la muerte del emperador Meiji, los fundamentos del imperio ya estaban consolidados. Japón
ejercía su influencia sobre las zonas continentales más cercanas, siendo la potencia hegemónica de
Extremo Oriente con la que los occidentales debían tratar de igual a igual.

IV.-LA COLONIZACIÓN DE ÁFRICA.

La expansión europea por la costa africana se inicia en torno al siglo XV. La causa fundamental de
estos viajes fue la búsqueda de rutas hacia Asia bordeando el continente africano. Los europeos
fueron estableciendo bases costeras, simplemente como lugares donde pudieran recalar los barcos.

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Historia de los países afroasiáticos

En un segundo momento sí que se fijaron en lo que les pudiesen ofrecer estas bases, marfil, oro y
esclavos. Portugal y España serían los primeros en llegar. Serán los portugueses quienes establezcan
su predominio entre los siglos XV y XVII. A partir del XVII nuevos países se interesarán por
África, Holanda, Francia y Gran Bretaña, seducidos por el comercio esclavista. Será mucho más
tarde, en el XIX, cuando los europeos penetran y ocupan el continente y sometan a los pueblos y
Estados que allí permanecían. Como consecuencia de esa carrera por África, los europeos tienen
tensiones entre sí, por lo que deciden acordar las normas del reparto en la Conferencia de Berlín
( 1884-1885 ). Después se produce una colonización relativamente ordenada, con algunas tensiones
y enfrentamientos pero también con acuerdos de reparto como la Entente Cordiale de 1904 entre
Francia y Gran Bretaña. África quedará dentro del sistema colonial europeo hasta después de la
Segunda Guerra Mundial. El África negra fue controlada directamente por los europeos hasta los
años 60. 1960 será proclamado "el año de África" por la ONU.

Hay que señalar tres características de la colonización africana: el desconocimiento general que los
europeos tenían de África a nivel geográfico, cultural y de estructuras organizativas; No favorece su
penetración la geografía, los ríos son caudalosos y peligrosos en algunos tramos y hay grandes
zonas desérticas y selváticas en el interior; el África negra carece de documentos escritos y su
tradición oral, no narra hechos cronológica sino sincrónicamente. A los colonizadores se les
presentaron misterios no resueltos aún. Se encontraron con construcciones perecederas como el
reino del mono Motapa en Zimbabue de las cuales ignoramos su pasado e invitó a la literatura a
fantasear. Algunos Estados del área del golfo de Guinea tenían una religión animista, otros fueron
influídos por los norteafricanos y adoptaron el Islám y la escritura árabe por motivos comerciales.
Los europeos decidieron que los "negros" eran sólo "negros", sin tener la más mínima reflexión
acerca de sus tribus y civilizaciones. Eso sí, se valieron de los grupos tribales para enfrentarlos entre
sí y allanar el camino de la colonización. Tampoco consideraron el mapa consuetudinario de África
a la hora de configurar sus Estados europeizantes a escuadra y cartabón. Todavía hoy hay grupos
africanos que no se sienten identificados con el estado-nación impuesto.
En un primer momento, los europeos establecieron bases mercantiles como puntos de escala, con
alguna factoría, pero no se planteaban una conquista militar. La colonización del interior se produjo
en las tres últimas décadas del XIX. La intervención creciente europea lleva a plantear por encima
de los intereses, una coordinación de normas internacionales para regularizar la colonización tan
alocada que se había emprendido. Se entrecruzan e intercambian esferas de intereses y se ocupa
sobre un mapa en la mesa, sin tener idea alguna de lo que hay dentro del territorio a conquistar. Un
mito precolonial de los europeos contaba historias del reino cristiano del Prestejuan, más allá del
Islám ( identificado con Etiopía ). En el Norte de África arranca una acción colonizadora hispánica (
Melilla, Tripoli, Ifni, Sáhara, Canarias...). Portugal emprendió viajes mayores. Enrique el
Navegante a lomos de la escuela de Sagres viajó por Ceuta, Madeira y Azores. Arguin, Cabo Verde
y Gambia ofrecerán esclavos y oro a los comerciantes portugueses. Entre 1470 y 1485 sentarán
bases en la zona del Golfo de Guinea, Costa de Oro, Fernando Poo y en 1485 llegan a los actuales
Congo y Angola. En 1487 llegan al Cabo de las Tormentas y lo bautizarán como Cabo de Buena
Esperanza. Vasco de Gama bordea África y penetra en el Índico. A estas expediciones portuguesas
les interesa la ruta hacia las Indias. También tenían componentes religioso, político, comercial y
estratégico para desmontar por el sur las posiciones de los musulmanes. Los portugueses no desean
colonizar el territorio africano, quieren sentar bases en islas y en puntos fáciles de la costa., apenas
ponen pie en el continente. Las mercaderías consisten en un primer momento en mafil, pimienta y
unos pocos esclavos que llevar a la Corte a modo de presente exótico que demuestre hasta dónde
han llegado los portugueses.
Esta situación no varía hasta el año 1600, cuando otros europeos sigan las huellas de los
portugueses. Los holandeses crearían la Compañía Holandesa de las Indias Orientales con
competencia desde el Cabo de Buena Esperanza hasta Nagasaki, y la Compañía Holandesa de las
Indias Occidentales, que expulsa a los portugueses del fuerte de Elmina y de Costa de Oro. Fundan
la colonia de El Cabo dependiente de Batavia ( centro de la compañía en Indonesia ). Establecen un

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Historia de los países afroasiáticos

reglamento draconiano prohibiendo toda relación con los indígenas. La función de los enclaves
holandeses era el avituallamiento de barcos. Pero no desembarcaron en terreno virgen, los indígenas
presentaron resistencia. Para criar el ganado de la colonia del Cabo migraron campesinos
holandeses, los bóers, quienes cada vez se adentraban más en el territorio buscando vías de
trashumancia. Poco a poco se irán olvidando de su finalidad de avituallar a la Compañía e irán
siendo más autónomos. Los "salvajes" les dieron problemas. El Cabo tenía falta de mano de obra, e
"importaron" negros de otras zonas de África, malayos, indonesios y chinos. Esta población llegó a
ser tan numerosa como la holandesa. Gran Bretaña se asienta en Gambia ( 1618 ) y en Costa de Oro
edificarán el fuerte de Acra en 1673. Francia crea la Compañía de Senegal en 1634 e instala la
colonia de San Luis. Colonizan también la isla de Goree. La situación africana se mantendrá sin
grandes cambios. Gran Bretaña funda la colonia de Gambia y se establece en Sierra Leona. Francia
controla la Guinea Francesa. La Monarquía Hispánica se queda con la actual Guinea Ecuatorial. La
situación de establecimientos costeros permanece hasta el XIX.
Del siglo XV al XIX la actividad comercial por excelencia fue la trata de esclavos, constituyéndose
un comercio triangular entre Europa, África y América que dejaría una lamentable huella en estos
dos últimos continentes. El comercio esclavista se intensifica entre los siglos XVI y XVIII. Portugal
y la Monarquía Hispánica fueron sustituidos por Holanda, Francia y Gran Bretaña. África conoce el
comercio negrero desde la Antigüedad con una intensidad variable. Hubo en este tiempo que nos
ocupa dos ramificaciones del comercio negrero, una hacia los países islámicos realizado por árabes
y otra hacia América realizada por los europeos. Ésta última fue la más intensa y activa. Esta trata
se realiza en biotipos específicos, la desembocadura del río Níger era considerada la "costa de los
esclavos" que zarpaban hacia América. También eran zonas negreras el Congo y Angola. Cuando
los británicos abolieron su trata y presionaron a los holandeses para que no continuaran con la suya,
la actividad negrera se desplazará a las posesiones portuguesas, más al sur. La trata era el elemento
más preciado de un comercio diversificado. De 1640 a 1807 es la etapa en las que las respectivas
compañías inglesa, francesa y holandesa se hacen cargo del comercio negrero, provocando una trata
más intensa y cuantiosa. A partir del tercer tercio del siglo XVIII arranca la era abolicionista. Sin
que haya una ruptura, ira decreciendo el comercio.
En un principio los portugueses no concedían gran importancia al comercio negrero, se enviaban
algunos esclavos a Portugal como exhibición de lugares lejanos. El descubrimiento y colonización
portuguesa de islas como las Madeira, Cabo Verde, Azores y Santo Tomé precisaba mano de obra
para el cultivo de caña de azúcar, llevada de costas como la de Benin. En el fuerte de Elmina se
cambian esclavos por oro. La llegada de españoles a América, las bulas papales de Alejandro VI y
el Tratado de Tordesillas abren un período de reparto de dicho continente entre Castilla y Portugal.
Reparto que también atañe a las costas africanas del Atlántico. En las Antillas, la población
indígena se reduce por enfermedades y etnocidio, y los que quedan no soportan las condiciones de
trabajo a las que son expuestos. Bartolomé de las Casas, en su celo por defender a los "indios",
propuso la introdución de mano de obra negra en América. Hemos de decir que luego se arrepiente
de tal proposición y pide perdón por haberla expuesto. Pero esa idea ya había fermentado en las
mentes de los colonos, quienes necesitarán mano de obra negra en grandes cantidades para sus
plantaciones en Cuba ( azúcar ), Brasil ( café ) y el sur de Norteamérica ( algodón ).. En 1501, el
gobernador de La Española impedirá la utilización de esclavos magrebíes ( potenciales
"contaminantes" religiosos en las Indias ) y empezará a usarse esclavos negros que no fueron
considerados peligrosos por el hecho de no ser ni siquiera considerados personas. La necesidad de
esclavos en América fue en aumento. En 1513 se produce la primera licencia para introducir negros
en América, y años después Carlos I concede los dos primeros asientos a dos de sus banqueros
alemanes. La Monarquía Hispánica no participó de forma directa en la trata, se limitó a recibir
esclavos en su territorio. Licencias y asientos son medidas fiscales. La licencia era personal y
simple, consistía en ubicar esclavos en una plantación. El asiento era un contrato de derecho público
en el que se implicaba a un particular o a una compañía que quedaba obligado/a a actuar en lugar de
la Corona castellana, comerciando en las Indias con régimen de monopolio. Portugal enviará
esclavos negros a Brasil. En aquel momento, los portugueses dominaban la costa africana desde

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Historia de los países afroasiáticos

Senegal hasta Angola. Sus centros principales de "abastecimiento" eran Senegal, Gambia y Costa
de Oro.
Los intereses de españoles y portugueses se unirán junto con las Coronas bajo la monarquía de
Felipe II. La Monarquía Hispánica tendrá que competir en estos años con otras potencias, que con
mayor mentalidad comercial se interesarán por la trata negrera. Los portugueses vieron la unión a la
monarquía de Felipe II como algo negativo, porque este rey tenía mucho territorio que defender y
muchas preocupaciones que atender para centrarse en los intereses portugueses. Holanda y Gran
Bretaña comenzarán a interesarse por las costas africanas. Portugal pierde su monopolio. En los
dominios americanos, los castellanos ponen los territorios y los portugueses consiguen la mano de
obra. Pronto los portugueses empiezan a formar sus propios enclaves en América. Interesados por la
costa guineana, los holandeses irán arrebatando los mejores enclaves africanos a Portugal. Gran
Bretaña incorporará a sus dominios la isla de Jamaica en 1640, enclave de plantaciones esclavistas.
La Francia de Richelieu construirá San Luis y se hará con Cabo Verde. Colbert oficializó la trata a
través de la Compañía Francesa de las Indias Occidentales.
Los barcos negreros ofrecían unas condiciones pésimas para la "mercancía". Pasaban la mayor parte
del viaje tumbados y en todo momento encadenados. La tripulación negrera intentaba que llegasen
el mayor número de negros vivos a los puertos americanos. No era fácil, a bordo eran frecuentes las
epidemias, los suicidios y las rebeliones. Algunas se producían al perderse de vista la costa africana.
A un esclavo no se le solía decir a dónde se le llevaba y si se enteraba, no sabía lo que era América
ni a qué se le llevaba. Se le metía en un barco junto al resto del cargamento y el barco zarpaba,
dejando atrás la tierra que conocía. No resulta extraño que en aquel momento enloqueciera y
arremetiera contra la tripulación. Si se tiraba al agua se ahogaría porque no sabía nadar. Si triunfaba
un motín en alta mar...¿a dónde iban? Ni sabían a dónde ir ni por qué ruta ir ni podían conducir el
barco, quedando a la deriva y en el mejor de los casos "rescatados" por otro barco antes de morir de
sed o por las inclemencias del tiempo. En el interior estaban hacinados en el suelo y en falsas
plantas a modo de nichos. Eran colocados codo con codo. Estaba escrupulosamente fijado el
espacio correspondiente a cada sexo y edad. En estos barcos no había letrinas y las cubiertas no
tenían un apuntalamiento especial para que no se derrumbaran por sobrecarga. Solían salir a
cubierta una media hora al día, encadenados en una línea. Cuando se ilegalizó la trata, sólo podían
detener un barco negrero si encontraban esclavos negros a bordo, por lo que la solución era simple,
se les subía a cubierta encadenados en línea y se tiraba al primer negro de la cadena al agua. El resto
de la fila caería detrás de él. El negrero poía elegir dos sistemas de "carga", el de "fardos prietos"
( mayor número de esclavos a bordo para que así llegaran un mayor número de vivos ) y el de
"fardos flojos" ( menor número de esclavos para que la "mercancía" viajase en mejores
condiciones ). Llegando a América, en el puerto se les lavaba y aceitaba para que el "producto"
estuviera lustroso de cara a la venta.
El mercado era toda América hasta el siglo XIX. Gran Bretaña, Francia y Holanda trataban con
esclavos por la demanda en las colonias ibéricas. Esta situación cambia cuando se le concede a
Francia su primer asiento negrero a comienzos del XVIII. Gran Bretaña se hará con el predominio
negrero después de la Guerra de Secesión española. A partir de entonces serán grandes centros
británicos para la trata de negros los puertos de Londres, Bringston, Liverpool y Glasgow. El
comercio triangular daba juego a la economía británica tras la concesión de asientos por parte de
España a Gran Bretaña en el Tratado de Utretch. De los puertos británicos salían barcos cargados de
armas, telas ( llamadas "guineas", de baja calidad ), abalorios, alcohol...en resumen, manufacturas
específicas de peor calidad para ser vendidas o intercambiadas por esclavos en África. Estos barcos
vaciados de manufacturas serán cargados de esclavos y zarparán para América.
En África, de Senegal al Congo se incrementa el comercio esclavista. Diversos problemas en el
XVIII provocan que los británicos pierdan asientos. La política española otorgará a la Real
Compañía de la Habana algunos de estos asientos. Para evitar el contrabando negrero se protegen
estos asientos con una Real Cédula. Con respecto a los enclaves africanos, España y Portugal
firman los tratados de San Ildefonso y del Pardo ( a finales del siglo XVIII ). En 1794, una Real
Cédula española liberaliza parcialmente la trata.

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Historia de los países afroasiáticos

A finales del XVIII se produce un movimiento abolicionista, que continuaría en el XIX, siglo en el
que se conseguiría acabar con la trata ( el contrabando continuaría hasta el final de la esclavitud ).
Abolen la trata Dinamarca ( simbólicamente, pues no era un país especialmente negrero ), Francia
( 1793 ), y algunos Estados estadounidenses en 1794. En el siglo XIX, Gran Bretaña se convertiría
en el adalid del abolicionismo, con una declaración al respecto en el Congreso de Viena ( 1815 ).
Sin embargo, la trata ere muy difícil de extirpar. Aumentará durante la primera mitad del XIX.
Cuando la trata se hubo abolido oficialmente en el hemisferio occidental, lo cierto es que la
demanda de esclavos subió y no se tomaron medidas efectivas para acabar con el contrabando. Los
contrabandistas utilizaban clippers. Eran embarcaciones ligeras, permitían menos personas a bordo
pero eran más rápidos que los barcos de vapor y eso les aseguraba la huída. En caso de ser
alcanzados, tenían un encargado de bandera que la cambiaba por la de algunos Estados que aún
permanecían esclavistas ( normalmente la de EE.UU ), o se deshacían de la "mercancía" tirándola
por la borda. Con los negros en el agua y no en el interior del barco, ya no se cometía delito alguno.
Portugal de hecho no acabó con la trata, argumentaba que trasladaba población de unas posesiones a
otras. Incluso Gran Bretaña también tenía su picaresca, en ocasiones interceptaba "cargas" a los
contrabandistas y hacía a los negros un contrato con el que se les enviaba a las plantaciones de
Jamaica en condiciones análogas a la esclavitud.
Durante la primera mitad del siglo XIX la trata clandestina había aumentado, pero en 1867 vemos
como los británicos retiran la escuadra antiesclavista por la práctica desaparición de barcos
negreros. Desde mediados del XVIII, el movimiento abolicionista tendrá enemigos en América.
Desde el primer tercio del XVIII hasta 1807, cada Estado iba eligiendo la abolición o la
permanencia de la trata negrera, no de la esclavitud. El abolicionismo se convierte en una cuestión
internacional durante el Congreso de Viena, y desde éste hasta 1890 aparece una etapa de plena
abolición de la trata. Los países abolicionistas iban firmando tratados tanto unilaterales como
bilaterales. El origen del movimiento antiesclavista se remonta a los primeros momentos de
colonización norteamericana, a 1727. En estos años, los cuáqueros empezaron a predicar su doctrina
igualitaria y en fechas sucesivas prohibieron a sus fieles el trato con negreros y les pidieron la
liberación de todos sus esclavos. De los primeros Estados Unidos, Virginia sería el primero en
prohibir la entrada de esclavos, secundado por Maryland y Nueva Yersey. Los Estados más
recalcitrantemente esclavistas eran Carolina del Sur y Georgia. Jefferson se empeñó en acabar con
el tráfico, pero lo cierto es que la demanda aumentó, sobre todo de los sureños. En Francia, la
Convención aprueba la abolición de la trata en 1794, rebelándose e independizándose Haití por ello.
Después Napoleón restituyó la trata. El paso abolicionista británico fue crucial, por haber sido una
gran potencia negrera y por el poder coercitivo de su marina. En el discurso abolicionista británico
se esgrimieron sentimientos humanitarios hacia los marineros de los barcos negreros, los cuales
viajaban en malas condiciones. Del "cargamento" se hablaba menos, los "negros" continuaban
siendo "negros". Dos fueron las figuras abolicionistas, William Willverforce y Tomas Clarkson. En
1787, Clarkson, miembro del Comité Cuáquero funda la Asociación para la Abolición de la Trata
de Esclavos, llamando la atención a intelectuales y parlamentarios. Recomienda no comprar azúcar,
por poner un ejemplo. Willverforce conseguirá el debate parlamentario, elevándolo a la categoría de
moción. En 1806 se plantea un proyecto de ley abolicionista de la trata en ambas cámaras,
convertida en ley en 1807. Esta ley decretaba que ningún barco negrero podría salir de un puerto
británico a partir del 1 de marzo de 1808. El propósito británico era persuadir diplomáticamente al
resto de naciones, no descartando la utilización de su marina sobre los barcos negreros que se
encontrasen en el océano. Esta situación permitía a la marina británica, la única efectiva para este
cometido, el dominio del comercio atlántico. Gran Bretaña conseguiría en Viena ( 1815 ) hacer de
la cuestión abolicionista un asunto internacional. En este congreso, Gran Bretaña se pronuncia en
los siguientes términos: " ( la trata es ) repugnante a los principios de moralidad universal. Azota a
África, degrada a Europa y aflige a la humanidad". Entre Viena y las Conferencias de Londres
( 1816- 1818 ), conseguiría un sistema internacional para la abolición y represión de la trata. Irán
aboliendo la trata Dinamarca, Francia, Suecia, Portugal ( de derecho, pero no de hecho ), Holanda...
A partir de entonces se desarrolla un periodo abolicionista con gran actividad británica en tratados

18
Historia de los países afroasiáticos

bilaterales y persecución de la trata. Establece el "derecho de visita mutuo" a navíos de otras


naciones, sospechosos de transportar negros. En estos años, los británicos firman tratados bilaterales
o multilaterales con España ( 1835 ), Suecia, Holanda, Francia, Austria, Prusia, Rusia ( estos tres
últimos países firmaban simbólicamente, pues no tenían comercio negrero ). Firma también un
tratado con EE.UU en plena guerra civil. En agosto de 1832, la Cámara de los Comunes crea un
Comité para aprobar una ley de Emancipación General con condiciones: indemnización a
plantadores y trabajo de los antiguos esclavos en régimen de aprendizaje/patronato para su antiguo
amo. En esa fecha, agosto de 1838, la esclavitud fue abolida en todo el imperio británico. Francia
experimenta un proceso paralelo. En 1830 se habían dado una serie de condiciones para la abolición
de la esclavitud: abolición en las colonias británicas, la promulgación de una bula papal condenando
la trata negrera, la Revolución de julio en Francia tuvo intenciones antiesclavistas. En EE.UU,
Lincoln presenta una enmienda a la Constitución declarando la igualdad en derecho y sufragio entre
negros y blancos. España se retrasará en suprimir la esclavitud. El último país en hacerlo fue Brasil.
En 1889-90, la Conferencia de Bruselas se convoca contra la esclavitud y la trata, con voluntad de
poner fin al problema. Posteriormente se convocó la Convención de Saint Germain contra la
esclavitud en las colonias. A partir de entonces, en teoría el asunto queda zanjado...porque
teóricamente no existe en nuestros días la esclavitud, pero la práctica es muy diferente. Nuestra
voraz sociedad de consumo se alimenta del Tercer Mundo, y allí pervive la esclavitud.
La cuestión de la trata y de la esclavitud en España se abolió tardíamente. Entre 1811 y 1860 hubo
una fase diplomática en la que algunos lucharon por suprimir la trata. Fue una toma de conciencia y
un despliegue propagandístico al respecto. La etapa legislativa que lleva a la abolición de la
esclavitud en Cuba y Puerto Rico fue más lenta. Las manifestaciones aisladas que clamaban contra
la esclavitud y la trata no consiguieron que se cuestionase ni el tráfico ni la esclavitud. Mientras en
toda Europa nacía un movimiento abolicionista, en las colonias españolas la esclavitud vive su
apogeo. En el siglo XIX empezará a calar el abolicionismo en forma de presiones individuales e
intentos por parte de Gran Bretaña para que España acabe con la trata. En 1802 ya se propuso su
abolición en la Real Academia Matritense de Derecho Español y Público mediante una locuaz
disertación. El autor de este discurso fue asesinado en una reyerta. Posteriormente, toda proposición
abolicionista en el Congreso era atacada por los diputados que representaban a las colonias. Para los
terratenientes coloniales, tales planes significarían la "ruina de las colonias". Una Comisión
formada para tratar el asunto se desintegró. En 1814, en un tratado bilateral, Gran Bretaña se
comprometía a no apoyar movimientos independentistas en las colonias españolas mientras que
España se comprometía a acabar con la trata. No fructificó. Ante las presiones inglesas se firma un
Tratado Hispanobritánico en 1817, con el establecimiento del derecho de visita y el propósito de
acabar con la trata para 1820. Sin embargo, la trata se incrementó pues este tratado era un
convencionalismo. Desde España se envía una carta al Capitán General de Cuba para que la trata
continuase solapadamente. Más presiones británicas condujeron a un nuevo tratado en 1835,
semejante al anterior. A partir de entonces se instalan tribunales mixtos en Cuba y en Sierra Leona,
aunque sin especial interés por acabar definitivamente con la trata. Hubo nuevas leyes pero poco
eficaces. La ley penal de 1845 impedía la entrada en las haciendas, por lo que los guardias tenían
que capturar a los negreros en los caminos. En todo el siglo XIX hubo tensión política; los políticos
peninsulares, quienes amenazaban siempre con la abolición para amedrentar a los españoles en
Cuba, y éstos a su vez amenazaban con la independencia. A partir de 1845 se produce un cambio en
la trata. Empezaron los problemas internos como rebeliones dentro de las haciendas. Se buscan
alternativas a la trata como montar criaderos de esclavos o suplantar la mano de obra esclava por
asalariada. En este momento nadie cuestiona la esclavitud sino la trata por el potencial de
peligrosidad en los negros recién llegados a las haciendas. Entre 1860 y 1870 destaca la actividad
de Julio Vizcarrondo, fundador de la Sociedad Abolicionista Española ( constituída en 1865 ). El
gobierno moderado de Narváez ordena el cierre de dicha sociedad. El gobierno español
comprenderá la necesidad de una reforma coherente con el curso del abolicionismo internacional.
En 1867 se dicta la ley contra el tráfico negrero. Por primera vez, esta ley no responde a una presión
británica, fue iniciativa española. Se formó una Junta Informativa de Ultramar para Cuba y Puerto

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Historia de los países afroasiáticos

Rico. Los delegados cubanos eran contrarios a toda medida abolicionista, mientras que los
peninsulares eran favorables a un abolicionismo gradual. En 1868 se producen dos hechos
favorables al abolicionismo, la revolución de la Gloriosa en España y el comienzo de la guerra de
los Diez Años en Cuba. La revolución peninsular retoma los proyectos de la Sociedad
Abolicionista. El independentista Céspedes emancipa a todos los esclavos que encuentra en la zona
oriental de la isla. La zona occidental, en donde estaban concentrados los grandes ingenios y
haciendas esclavistas no percibió cambios al quedar fuera del alcance de los insurgentes. En 1870,
Segismundo Moret eleva a las Cortes la discusión de la esclavitud y promulga la "ley Moret",
conocida también como ley de vientres libres. Esta ley liberaba a los esclavos mayores de 65 años y
a los nonatos, el resto quedan bajo el régimen de patronato. El gobierno de Martínez Campos en
1879 emprende un proyecto que retomaría Cánovas en febrero de 1880, la abolición de la esclavitud
en las colonias, transformándola en un régimen de patronato durante ocho años. Años después
quedaron derogados el derecho de visita y el tratado hispanobritánico de 1835 ( 1890 ) por
innecesarios. La esclavitud en territorio español ya estaba abolida.
La conquista de África se remonta al siglo XV. En África del Norte gobernaban soberanos turcos
desde el XVI. Argel se convirtió en la principal base turca y un bei imponía su autoridad en Túnez.
Marruecos se mantenía independiente con la dinastía Saadiana ( la anterior a la Alauita ) instalada
en Marrakech. Egipto conseguirá soberanía propia bajo el gobierno de Mohamed Alí. La presencia
y acción europea en el norte de África podemos dividirla en dos áreas, la zona del Magreb y la del
Nilo. Franceses y británicos rivalizarán por el dominio sobre Egipto. Los franceses invadieron
Argel en 1830 bajo el pretexto de acabar con la piratería. Cae el bei de Argel y se inicia una
conquista del territorio por parte de los franceses que conlleva luchar contra las cábilas y al general
Bigau luchar contra Abd el Kader. En el Tratado de Tafna se mantiene la soberanía argelina sobre el
territorio, pero de hecho empieza una colonización francesa con migrantes de Alsacia y Lorena.
Paradójicammente por ser un país musulmán, los franceses plantaron viñedos destinados a la
fabricación de vino. Desde Argelia, Francia emprende la ocupación de Túnez, convirtiéndolo en una
especie de protectorado en la Convención de La Marsa en 1883, en a que se firma un tratado entre
Francia y el bei de Túnez. Francia aspira a expandirse por todo el Magreb, y en sus pretensiones por
Marruecos chocará con Alemania ( crisis de Tánger, 1905 ). La Conferencia internacional de
Algeciras en 1906 reconocía los derechos español y francés sobre la zona. Pero Alemania
continuará insatisfecha, y así lo demuestra con el incidente de Agadir, tras el cual vuelven a pactar.
Alemania respetará la presencia francesa en Marruecos a cambio de tener vía libre en Camerún.
tratados de reparto serán el Tratado de Fez y el Hispanofrancés que imponen las normas
internacionales hasta la descolonización de los años 50. Egipto empieza a interesar durante las
campañas napoleónicas que protagonizan franceses e ingleses. Mohamed Alí sentará las bases de un
Estado egipcio moderno y autónomo. Desde 1848, el gobierno de sus sucesores otorga concesiones
para la construcción del ferrocarril. El Canal de Suez será inaugurado con gran pompa por el
emperador francés en 1869. Egipto será puesto bajo tutela de Gran Bretaña, quien se adentrará por
el Nilo hasta Sudán. Los británicos se enfrentarán con el movimiento del Mahdi, que en 1865 ocupó
Khartum sobre el cadáver del general Gordon. En 1898, una expedición militar organizada por
Kitchener recupera Khartum y establece el dominio británico sobre Sudán. En cuanto a Libia, según
el Tratado de Lausanne de 1912 le son asignadas a Italia las regiones de Cirenaica y Tripolitania.
Durante el XIX tuvo un control teórico de los turcos. Con Libia, los italianos recuperan un trozo de
su " Imperio Romano" hasta el final de la Segunda Guerra Mundial.
En cuanto al África subsahariana, antes de presentarse los europeos había muchas organizaciones de
población negra y religión musulmana o animista. Nombremos algunas: el reino de Etiopía. Los
sultanatos de Wadai y Darfur llevaban al reino de Bornu ( en el lago Chad ) y a los Estados
Haussas. En la zona occidental, se encontraban los Estados de Futa Yalón, Segun y Assanti, el reino
de Daomei, los Estados Yorubas y el reino de Benin, famoso por sus bronces. En el África Austral
se hallaban los Estados de civilización Mantú: Luba, Lunda y Kuba. Los reinos interlacustres eran
Ruanda, Buganda y Urundi. En la costa atlántica se ubicaba el reino del Congo y al sur el reino de
Benguela. En África central, el más importante era el reino Zulú y en la costa índica destacaban el

20
Historia de los países afroasiáticos

sultanato de Zanzíbar, el reino de Merina con la dinastía Malgache en Madagascar.


África conocerá las consecuencias de la exploración colonial. En África Oriental, la actividad
colonial es intensa por parte de Portugal en Senegal y Gambia, de Gran Bretaña en Sierra Leona,
Costa de Oro y Nigeria, de España en Guinea Ecuatorial y de Alemania en Camerún y el Sudoeste
africano.
Liberia será un caso excepcional, pues en el siglo XIX será un país libre. En 1819, el presidente
norteamericano James Monroe promovió una ley que estipulaba la protección de todo esclavo
liberado hasta que volviese a su tierra natal, África. La Sociedad Americana de Colonización pactó
con los jefes tribales para reservar una zona de Sierra Leona en la que poder asentar a estos nuevos
hombres libres. La idea contaba con el desagrado de los ingleses, quienes no deseaban esclavos
liberados asentados cerca de sus colonias. En honor al presidente estadounidense, la capital del
nuevo Estado libre será Monrovia. Liberia se convierte en un país libre y constitucional, con
gobierno y presidente negro, si bien es cierto que dependía de EE.UU para defender sus fronteras.
Su economía se basaba en el café, coco, marfil y caucho ( se convertirá en el "coto" de Firestone ).
Otra excepción fue Sierra Leona. En 1787, la abolicionista Gran Bretaña decide poblar con esclavos
liberados nuevas tierras en Sierra Leona. Se le dio a la capital un nombre significativo, Freetown.
Sierra Leona se constituyó en territorio de la Corona, acatando la civilización y educación
occidental y el cristianismo. Tanto Sierra Leona como Liberia contendrán un conjunto de población
negra libre, con influjos anglosajones y productos para la exportación muy semejantes.
El problema de la jurisdicción sobre los súbditos indígenas fue planteado en distintos tratados. El
interés colonial por África comienza por la conversión de las bases europeas en la costa en colonias.

El gobernador Faidherbe practicó en Senegal una economía colonial. Galieni penetra por Níger
hasta Tombuctú, núcleo caravanero del desierto en el codo del río Níger. En esta zona, la acción
francesa abarca Daomey, Costa de Marfil y Gabón. En 1848 se funda Libreville. La exploración de
Gabón conducirá a la del Congo. En honor del explorador Savorgnan de Brazza se funda
Brazzaville. Se irán estableciendo bases que serán útiles para adentrar en el continente. En 1861 se
funda la colonia de Lagos. Gran Bretaña penetra en la cuenca del Níger, despertando rivalidad con
Francia y con los indígenas. España se establece en Fernando Poo y en Río Muni ( Guinea Española
). Las fricciones entre las potencias por extender sus posesiones ya había comenzado. Francia
presiona desde Gabón a Gran Bretaña. Británicos y portugueses firman un tratado para fijar sus
territorios.
Comenzarán tensiones entre Francia y Leopoldo II, rey de Bélgica, que a título personal se convirtió
en un empresario colonial. La segunda expedición de Brazza es coronada con la firma de un tratado
con el rey Macoco, por el cual la zona norte del Congo pasaba a soberanía francesa. Otro
explorador y colaborador en la colonización será el norteamericano Stanley, que siguió la ruta de
Livingstone. Leopoldo II funda la Asociación Internacional Africana, compañía colonial interesada
por el Alto Congo que contrató los servicios de Stanley. Stanley consigue la autorización del rey
Macoco para colonizar una zona del Congo. Despierta el recelo de franceses quienes ya se
encontraban en el norte, ingleses y portugueses. Leopoldo II disolverá su Comité de Estudios del
Alto Congo ( creado en 1878 ) para organizar la asociación antes mencionada, de cara a la
colonización decidida del Congo.
En África Oriental, se dieron dos rivalidades, una franco-británica y otra anglo-alemana. Francia
ocupó Obok, en la costa de Somalia ( 1882 ) e impone un protectorado a la dinastía Malgache en
Madagascar ( 1885 ). Italia entra en la costa del Mar Rojo, en Eritrea y Somalia. Alemania entra en
la región del lago Tanganika, rivalizando con Gran Bretaña. Los acuerdos definieron las zonas de
influencia en África Oriental, estableciéndose la penetración británica por el Nilo hasta Sudán y
Zanzíbar ( protectorado en 1890 ). Gran Bretaña forma la provincia de Ecuatoria y controla los
reinos interlacustres de Buganda y Kenia. Controlará además las islas Mauricio y las islas
Seychelles y establece la Somalia británica en 1884.
En África Austral, los europeos fueron asentándose de manera progresiva. El empuje colonizador lo
produjeron bóers y británicos, también estaron presentes portugueses y alemanes asentados en el

21
Historia de los países afroasiáticos

Sudoeste Africano Alemán en 1884 ( actual Namibia ). Los portugueses, bajo un pretexto
legitimista por antigüedad, promueven el establecimiento de colonos con el objetivo de unir las dos
fachadas marítimas. Rivaliza con Gran Bretaña, manteniendo Portugal sus ambiciones hasta la
"crisis del ultimátum". Alemania presiona en el sur, donde misioneros renanos fueron instalándose
en una región en la que estaban enfrentados cinco grupos tribales. En 1874, Alemania se convierte
en soberana del Sudoeste africano. En África del Sur, los bóers y los británicos presionarán sobre
las poblaciones indígenas y comenzará un largo conflicto entre los europeos. Los bóers se habían
asentado en El Cabo en el siglo XVIII, penetrando hacia el interior con cierta resistencia por parte
de los indígenas. Después de las guerras napoleónicas, los británicos irán asentándose en El Cabo y
se impondrán a los bóers. El descontento de éstos es manifiesto y organizan la gran marcha (Great
Treak ) entre 1836 y 1842, éxodo de los bóers al interior sudafricano. Fundaron la República de
Natal y después las de Orange y Transvaal. La proclamación de la República de Natal molesta a los
ingleses y se la anexionan en 1842. Con los otros dos Estados bóers se llega a un compromiso
"honorable". En la Conferencia de Sunriver los ingleses aceptan Transvaal y en la Conferencia de
Blendfontein reconocen a Orange. En 1860, Transvaal se convierte en la República Sudafricana con
Pretorius como presidente. Los ingleses pretenden controlar las repúblicas bóers con proyectos de
federación. La situación se complicó cuando los británicos anexionen a El Cabo una mina de
diamantes en territorio bóer. El Cabo pretenderá después anexionarse Transvaal. En el Tratado de
Wonderfontein se reconoce la independencia de Transvaal. Entre 1880 y 1881 hay guerra y la ganan
los bóers. Tras la contienda se convocaron las Convenciones de Pretoria y Londres. Los británicos
cambiaron de estrategia, si con la fuerza no doblegaban a los bóers, lo harían aislando su territorio
desde el control de los alrededores. Los británicos controlaban en 1868 el territorio bantú de
Basutolandia, en 1885 dominaron Bechualandia y acabaron derrotando a los zulúes en Swazilandia.
Celil Rhodes, a cargo de la Compañía Británica de África del Sur funda las dos Rhodesias y
Nyassalandia, preparando la conquista y el sometimiento de los territorios bóers. La guerra anglo-
bóer estalla desde 1899 a 1902.
Anteriores a la conquista europea de África son los viajes de exploración. Los exploradores
normalmente seguían el curso de los ríos, aportando datos sobre el interior del continente. Los
afanes científico, humanitario y económico movían estos viajes. La Real Sociedad Geográfica de
Londres inició viajes en el curso del Níger. En 1795, el escocés Mungo Park fue desde Gambia a l
Alto Níger en 1805. Los hermanos Lambert recorrieron del Alto Níger hasta su desembocadura.
René Caillé recorrió desde Guinea hasta Tombuctú y de allí viaja a Marruecos. El alemán Barth
recorre desde el Sudán central a Tombuctú y Trípoli. Por entonces, Bruce exploraba el Nilo hasta
Sudán, en busca de las fuentes del Nilo. Caillai llega a Khartum. Burton y Speke, en 1858 exploran
grandes lagos como el Tanganika. Speke y Grant viajan al lago Victoria, y en el 63 seguirán el
curso del Nilo hasta el lago Alberto. Además del Nilo se explorarán los ríos Congo y Zambeze.
Livingstone enprende varios viajes por África Central, viajando desde el Índico hasta Angola.
Explora entre 1858 y 1864 la región de Niassa y entre 1866 y 1873 explora el lago Tanganika y el
río Lualaba ( afluente del Congo ), dónde se produce el célebre encuentro con Stanley que había
partido en su búsqueda. Stanley recorrió de Zanzíbar al Atlántico, en una expedición financiada por
Leopoldo II. Brazza exploró el norte del Congo ( 1875-1878 ). El inglés Cameron emprende una
travesía entre Zanzíbar y Benguela. Los portugueses Pinto y Paiva recorrieron el camino entre
Angola y Mozambique. España emprende viajes por Guinea Ecuatorial, viajes de Pelló, Iradier y de
Osorio ( 1883 ). Livingstone es el modelo de explorador científico y desinteresado, mientras que
Stanley buscará intereses coloniales en nombre de Leopoldo II.
La compleja situación colonial anterior a 1884, en la que no faltaban los enfrentamientos entre
europeos llevo a la necesidad de tratar internacionalmente el tema de África. Las potencias estaban
cruzando sus intereses. Gran Bretaña penetraba en el Nilo y en el sur estaba presionando a los
bóers. La Asociación Internacional de Leopoldo II en el Congo chocaba con los franceses,
instalados en el norte del Congo. El imperialismo alemán irrumpe y se establece en Togo, Camerún,
África Occidental y en el sudoeste. Portugal ocupó Angola y Mozambique e Italia la Somalia
Italiana y Eritrea. Bismarck convocó la Conferencia de Berlín en 1884 planteando un par de

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Historia de los países afroasiáticos

cuestiones en torno a África, la soberanía territorial de las potencia y el derecho de ocupación. Los
ejes coloniales proyectados sobre el continente africano son tres. Por un lado, Francia proyecta un
eje Este-Oeste ( de Sudán y la Somalia Francesa a Senegal y Gabón ) y Portugal planeaba unir
Angola y Mozambique. Estos dos proyectos son compatibles entre sí, pero no con el pretendido eje
británico El Cairo-El Cabo. Gran Bretaña será agresiva en pos de su objetivo ( crisis de Fashoda y
del ultimátum ). Hata la Primera Guerra Mundial, la presencia alemana en Tanganika obstaculizó a
los británicos, en 1914 esta región se convertirá en un protectorado británico.
La Conferencia de Berlín ( 1884-1885 ) manifiesta oficialmente el deseo de establecer un espíritu
de entendimiento mutuo entre los países interesados por el comercio y el "bienestar material y
moral" de los africanos. Ningún Estado propiamente africano es representado en la conferencia. De
la reunión, es conocida la imagen de los representantes europeos sentados en torno a una mesa en la
que en medio está desplegado un mapa de África. Por eso se dice que en Berlín se reparte África,
juicio no del todo exacto. El presidente de la Conferencia ( Bismarck ) marca tres objetivos
específicos de la reunión: libertad de comercio en el Congo, libertad en los ríos Níger y Congo y
regular las anexiones del territorio. Bismarck decidió no entrar en cuestiones de soberanía. El
primer problema que se plantea en Berlín es la navegación de los ríos Níger y Congo. Gran Bretaña
expresó que la situación de los dos ríos era distinta., oponiéndose a toda injerencia internacional
sobre el Níger pues lo consideraba su zona de influencia. Gran Bretaña aceptará responsabilidades
sobre esa zona ( Lagos ) como colonia. Bismarck cederá en la cuestión del Níger para conseguir el
apoyo británico en su proyecto de libre comercio en el Congo. El segundo problema sería la cubeta
convencional del río Congo. Henry Morton Stanley juega un doble papel, como delegado de EE.UU
y como agente de Leopoldo II. Stanley señaló las maravillas del libre comercio para el centro de
África. Leopoldo II pretendía proyectarse sobre la cuenca del Congo y controlar la zona central
africana con salida a los dos Océanos. Por su parte, los británicos no cederían las fuentes del Nilo.
Gran Bretaña aceptó una delimitación de la zona del Congo sin salida al Índico. Francia y Portugal
se resisten. Una vez delimitada la zona de libre comercio, Leopoldo II a la cabeza de la Asociación
Internacional del Congo proponen la creación de su Estado Libre del Congo. Para ello, Bismarck se
hace con el beneplácito del embajador británico en detrimento de las exigencias de Francia y
Portugal. Desde diciembre de 1884, el Estado Libre del Congo fue reconocido. Después de difíciles
negociaciones, Francia decide dejar una estrecha franja para la salida al Atlántico del nuevo país a
cambio de un acuerdo de prioridad: si desapareciera por algún supuesto la asociación que gobierna
en el Congo, pasaría directamente a manos de Francia. Las potencias acuerdan garantizar la
integridad territorial del nuevo Estado. Francia y Portugal defienden hipotéticos derechos de
soberanía congoleña. Alemania necesitaba la neutralidad británica, para Gran Bretaña la neutralidad
tenía doble filo: útil para frenar a Francia pero molesta en caso que limitara su propia actuación. La
neutralidad era la condición que podía adoptar la potencia que se proclamara soberano sobre el
Congo si la asociación de Leopoldo II desapareciera ( sólo en éste caso y sólo en esta zona ). Otro
problema que se presentó fueron las definiciones de anexión y de protectorado. Para los británicos,
la anexión era la directa asunción de la soberanía, mientras que en un protectorado se concede una
supuesta soberanía a los indígenas "sin injerencia de la potencia protectora". Las responsabilidades
administrativas y judiciales que debía asumir una potencia en un protectorado contrasta con la
ambigüedad e intransigencia británica al respecto. El anexionismo francés y alemán llevó a Gran
Bretaña a adoptar la administración de un protectorado. Pero Bismack cambió de opinión y del
anexionismo pasa a defender un concepto de protectorado válido si se ha producido con
anterioridad ocupación de la costa ( en tal caso la nación protectora tiene derechos históricos sobre
el interior, de tal modo, la situación en África permanecería tal y como estaba pues ya los europeos
se habían repartido toda la costa ).
En definitiva, los seis puntos que salieron de Berlín fueron los siguientes: 1º. Una declaración
relativa a la libertad de comercio en la cuenca del Congo, sus desembocaduras y países
circunvecinos, con ciertas disposiciones concernientes a ella. 2º. Una declaración referente a la trata
de esclavos y a las operaciones que por tierra o por mar proporcionan esclavos para la trata.3º. Una
declaración relativa a la neutralidad de los territorios comprendidos en la cuenca convencional del

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Historia de los países afroasiáticos

Congo. 4º. Un acta de navegación del Congo [...]. 5º. Un acta de navegación del Níger. 6º. Una
declaración estableciendo en las relaciones internacionales reglas uniformes respecto a las
ocupaciones que en adelante puedan verificarse en las costas del continente africano.
En Berlín, Francia no ganó nada. Gran Bretaña consiguió el control unilateral del río Níger, en
detrimento de la esperanza que Francia tenía por esta región. Se diferenció anexión de protectorado.
Se consiguió el libre comercio en el Congo. Leopoldo II controlaba su propio Estado a título
personal. Se establece la libre navegación por los ríos Níger y Congo. No se constituyó ninguna
comisión internacional para el seguimiento del proceso de colonización. La Conferencia de Berlín
no establece el reparto de África, reconoce tal reparto. A partir de 1885 se generaliza el término
"esfera de influencia", diferente que el de "ocupación efectiva". Para las cancillerías europeas, la
expansión africana era una cuestión secundaria, reflejo de las rivalidades y alianzas que acontecían
en Europa.
Después de 1885 se aceleran las colonizaciones, quedando colonizado en pocos años todo el
continente africano con las excepciones de Liberia y Etiopía. Surgirán más rivalidades y tratados,
configurándose el nuevo mapa de África.
Francia ocupa Senegal llendo hacia Massina, Tombuctú y el Alto Níger, Daomey y el Estado de
Samori en Guinea. Unió también territorios de África Ecuatorial en un bloque. Brazza y sus
ayudantes se esforzaron por conseguir reconocimiento y tratados sobre el río Ubangui y en 1891 se
reconoce el Congo francés. Francia establece el control sobre Chad en 1897 y la expedición de
Marchand en 1898 penetra hacia el interior. El África Ecuatorial francesa se puede dividir en Chad,
el Estado de Ubangui-Shari, Gabón y Congo. Gran Bretaña, ya asentada en Gambia, Sierra Leona,
Costa de Oro y Nigeria, inicia una nueva política como reacción a los movimientos franceses.
Arremete contra los Assanti, conquista Costa de Oro y Lagos. Sólo Liberia queda libre en la zona
occidental. Los alemanes penetran en Camerún después de controlar las costas. En el interior se
enfrentaron a pueblos africanos. Alemania, después de protagonizar un incidente en Marruecos,
firma acuerdos para fijar sus fronteras. El Estado Libre del Congo mantuvo su soberanía bajo
Leopoldo II hasta 1908, fecha en la que se anexiona a Bélgica formándose el Congo Belga. En el
interior del Congo siempre habrá resistencias indígenas. Portugal no pudo unir sus colonias de
Angola y Mozambique. En cuanto a Gran Bretaña proclamó en 1889 el protectorado sobre Niassa,
convirtiéndose en colonia en 1904. Rodhesia del Norte quedaría como protectorado británico y la
Compañía dirigida por Cecil Rhodes gobernaría Rhodesia del Sur. Etiopía mantuvo su
independencia, enfrentándose y derrotando a los italianos en Adua ( 1896 ). El resto de África
oriental experimentó un intenso proceso colonizador. A la dominación de Tanganika de la mano de
la Compañía Alemana de África Oriental, se le unen las de Ruanda y Burundi tras sofocar varias
sublevaciones. Alemania y Gran Bretaña discutieron y repartieron sus zonas de soberanía entre
1886 y 1890. Mientras Alemania conseguía sus pedazos de África, Gran Bretaña conseguía
proyectarse sobre Kenia, Uganda, el protectorado de la Somalia británica y el protectorado de
Zanzíbar. Francia controlaba Obok ( Somalia francesa ). Italia controlaba Eritrea y la Somalia
italiana. El británico Kitchener derrotará a el Mahdi, creándose el condominio anglo-egipcio sobre
Sudán. En el incidente de Fashoda, los británicos repelen a los franceses. En Madagascar, los
franceses consiguen sofocar las revueltas.
En el sur de África se recrudecen las relaciones entre los británicos y los bóers a colación del
estatuto de los vitlanders ( inmigrantes ingleses en territorios bóers ) y de la oposición sobre el
ferrocarril y las aduanas. Cecil Rhodes llegó a ser presidente de El Cabo. Rhodes se reúne con Paul
Kruger, presidente de Transvaal, en la Conferencia de El Cabo. En ella, los bóers se niegan a
transportar oro en las tres líneas ferroviarias que iban hacia El Cabo, Durban y Lorenzo Marques
( Mozambique ). Los bóers preferían transportarlo ellos mismos hacia los dos últimos destinos. En
Transvaal apareció un Comité de Reformas de Condiciones de Trabajo. Cecil Rhodes, convencido
de que se rebelarían los vitlanders en la primera ocasión que se les presentase, promueve la invasión
de Transvaal. Éstos no se rebelaron. La invasión fracasa y Rhodes dimite. Orange firma con
Transvaal una alianza defensiva. Nuevas negociaciones fracasan en 1899 y los británicos
concentraron fuerzas en la frontera de Natal. Kruger dio un ultimátum a los británicos para que

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Historia de los países afroasiáticos

retirasen las tropas y los británicos contestan con la guerra. La guerra comenzó favoreciendo a los
bóers. Los británicos se verán obligados a reforzarse con tropas de todo el imperio ( Ghandi
participó en la guerra anglo-bóer ). Los británicos remontan la guerra y ocupan Blendfontein,
Pretoria, Orange y Transvaal. En julio de 1900 la guerra adquiere otro tinte, partiendo Kruger al
exilio y organizándose guerrillas. La paz de Vereeniging puso fin a la guerra. Se dice que fue un
pacto entre caballeros. Pese a la soberanía de Eduardo VII en todo el territorio sudafricano y a la
militarización del territorio se respetó cultural y económicamente a los bóers. En 1910 nace la
Unión Sudafricana, cuatro provincias bajo una Constitución. El dominio británico de la Unión
Sudafricana contrastó con el poder político de los bóers.
La situación colonial, fuente de rivalidades entre potencias, dará lugar a crisis coloniales de
distintos países. Son los "noventa y ochos", término que nos recuerda que no sólo España tuvo su
desastre, que por muy castiza que pudiera ser la crisis del 98 español está insertada en un proceso de
redistribución colonial. Portugal tendrá dos "98". En 1890, cuando se ve obligado a ceder ante el
ultimátum británico, y en 1898, cuando Alemania y Gran Bretaña acuerdan repartirse las colonias
portuguesas al sur del ecuador. El "98" italiano lo provoca la derrota en Adua que trunca la
aspiración de una Abisinia italiana. El "98" para Francia aconteció en Fashoda. Pero hubo otras
crisis de distribución que afectaron a países no mediterráneos. Japón tiene que ceder Liaodong ante
el ultimátum europeo, Rusia es derrotada por Japón en 1905...Incluso Gran Bretaña tuvo que
replegarse ante la "doctina Monroe" en un conflicto entre Venezuela y su Guyana. Los "98" son la
primera parte de un proceso que continúa en 1914 con la redistribución del Imperio Otomano y las
colonias alemanas. El imperialismo decimonónico necesita un poder material para mantenerse que
algunas potencias no tendrán frente a otras que ostentarán el título de "dueñas del mundo". Esta
situación dará alas a la teoría de la decadencia de los pueblos latinos frente a los anglosajones, a los
que la revolución industrial había hecho más poderosos. Quedarían definidos dos bloques, los
países industrializados y los que no lo están. Una potencia mantenía su posición de potencia si
poseía un imperio colonial. Se daba una simple disyuntiva: colonizar o ser colonizados. El
darwinismo social era la teoría de la selección natural aplicada al surgimiento y ocaso de las
naciones. Era una justificación de la suicida competición y de la glorificación de la guerra como
mecanismo mediante el cual las naciones fuertes sustituyen a las débiles. Lord Salisbury entona su
discurso de las "naciones vivas y moribundas", un sombrío panorama de las relaciones
internacionales, de la guerra y de la división de las naciones: unas cada vez más poderosas, otras
cada vez más decadentes. El premier británico declara como inevitable que las naciones vivas se
fueran apropiando de las muertas y hubiera conflicto entre civilizaciones. "Naturalmente no
debemos suponer que a una sola de las naciones vivas se les permita tener el beneficioso monopolio
de curar o desmenuzar a esos desafortunados pacientes...". Es el dibujo de un futuro inmediato en el
que los imperialismos estaban condenados a chocar, en el que no había derecho internacional entre
fuertes y débiles sino un derecho que estableciera el reparto. Estas palabras de Lord Salisbury
impresionaron bastante, sobre todo en las colonias.
Los instrumentos diplomáticos de las naciones más fuertes con respecto a las menos fuertes son
tres. El acuerdo o convenio de reparto era el acuerdo informal entre dos grandes potencias para
hacerse cargo de un territorio deficiéntemente protegido. En un tratado de garantía, una potencia
fuerte se compromete a una débil para defender su territorio frente a una tercera potencia a cambio
de una cesión de soberanía. El ultimátum es un elemento disuasorio mediante el que el fuerte
amenaza al débil. Estas tres formas ya existían previamente, ahora combinadas de cara a la
redistribución.
Es un momento de cambio mundial. El sistema bismarckiano está siendo desmantelado en 1890.
Rusia se alió con la marginada Francia. La competición colonial de finales del XIX y principios del
XX se consolida en torno a un sistema de Estados: la Triple Alianza y la Triple Entente. Gran
Bretaña estaba incómoda por su soledad y busca aliados en Berlín, Washington o Tokio. Es el
momento en que EE.UU domina el área del Canal interoceánico de Panamá y plasma su presencia
en el Pacífico. Japón colabora en el despojo de China. Las relaciones internacionales tendrán un
tinte extraeuropeo con la entrada de EE.UU y Japón en el terreno internacional.

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Historia de los países afroasiáticos

Hubo tres "noventa y ochos" en África. El portugués, el italiano y el francés. Veámoslos.


Portugal, con colonias en las dos fachadas marítimas, no renuncia a su sueño de unir sus posesiones.
Preparando ese proyecto emprende expediciones. Pero esta empresa estaba enfrentada con los
intereses británicos. Portugal presenta ante el resto de naciones su mapa de África con Angola y
Mozambique unidos, el "mapa de color de rosa" ( en alusión de su color predominante ). En él se
veían zonas de Zambia y Rhodesia en posesión portuguesa. En 1886, Portugal trata con Francia y
Alemania. El mayor Serpa Pinto recorre y estudia el territorio del lago Niassa, por donde quería
construirse un ferrocarril. Gran Bretaña rechaza el "mapa de color de rosa" y advierte a Lisboa que
las relaciones entre los dos países se pueden deteriorar con las actividades de Serpa Pinto. Londres
envía un ultimátum para que el explorador se retire de las regiones del Chire y de los territorios de
los Makololos y Machonas. Ante la amenaza de guerra si en menos de un día no se acata el
ultimátum, Portugal decide retirarse ante una oleada de indignación por parte de su sociedad ante el
atropello británico y la escasa preocupación que su monarquía había demostrado por los territorios
coloniales. En 1898, los gobiernos de Londres y Berlín firman un acuerdo secreto para repartirse los
territorios portugueses ( considerando a Portugal una "nación moribunda" ). Los dos firmantes
pactan prestar a Portugal el dinero que pida, a cambio de las rentas de Angola, Mozambique y
Timor. Un segundo convenio señala la impotencia colonial portuguesa en los tres territorios
mencionados. No permitirían la injerencia de un tercero y se comprometen a respetar el hipotético
reparto. Una tercera nota trata ese reparto. Este acuerdo de reparto estuvo vigente hasta la Primera
Guerra Mundial pero nunca fue llevado a cabo. El Tratado de Windsor de 1899 entre Portugal y
Gran Bretaña ofrece protección británica a las colonias portuguesas frente a sus enemigos presentes
y futuros y Portugal se comprometía a apoyar a los británicos en la guerra anglo-bóer.
Italia consumó su proceso de unificación quedando territorios irredentos, dejando sin reslver una
crisis económica, dándose grandes diferencias entre el norte industrial y el sur agrario y una
piamontización política...Una unificación algo débil para poder emprender una aventura colonial.
Francesco Crispi, partidario de un modelo político bismarckiano, creía que una política exterior
activa aliviaría las tensiones internas. Ni en el norte ni en el este podrían instalarse los italianos.
Invocando la tradición "imperial" pretenden proyectar su sombra sobre Túnez, pero se les adelanta
Francia ( animada por Bismarck para que olvidase el irredentismo de Alsacia y Lorena, también
enfrentándo a Francia con Gran Bretaña en la carrera por África ). Luego a Italia le queda la zona de
Abisinia ( Etiopía ), todavía por conquistar. La conquista empieza por los territorios de Asab y
Masawa. En 1889 controla Eritrea, tras algunas batallas con los indígenas. La situación interna de
Etiopía cambiará, se dio una unidad al mando del negus Menelik II. Los italianos no consiguen que
el negus acepte su protectorado. Menelik II no consentirá someterse después de haber logrado
reforzarse después de muchos años de guerras civiles. El general Baratieri invadió la región del
Tigré ( Somalia italiana ) y proclama la anexión de Abisinia. Pero pronto llegaron a Roma malas
noticias de la región. En enero de 1896, el general Galiano había capitulado. Pese a las duras
críticas a su política colonial, Crispi decide comprometerse más. Baratieri se atrinchera en sus
fortificaciones, ostigado por Crispi para que pase a la ofensiva. Como el general no parecía
reaccionar, el primer ministro italiano decide en secreto relevarle del mando. Un secreto a voces
que llega a oídos de Baratieri en forma de rumor y su honor de militar le obliga a precipitar un
ataque. Abandona su atrincheramiento en Adua, pero se vió sorprendido por un ejército de cien mil
etíopes al mando de Menelik II, todos con armas de fuego ( compradas la mayoría a los franceses ).
Fue una masacre. Toda la artillería italiana de Adua quedó en manos de los etíopes. Con la noticia
de Adua, la opinión pública pide la cabeza política de Crispi, que se retira sin poder defender su
política colonial. En el Tratado de Addis Abeba ( octubre de 1896 ), Italia renuncia a Abisinia y ésta
reconoce las colonias italianas de alrededor. Las pretensiones italianas se desplazan a Libia. La
Italia fascista conseguirá invadir Abisinia en el contexto de la Segunda Guerra Mundial.
Hasta 1882, Gran Bretaña no sintió la necesidad de profundizar en el control de Egipto. En los 80,
la situación cambia. La debilidad del jedive de Egipto y un movimiento antiextranjero hace temer a
los británicos que otra potencia aproveche la situación de descontrol. En 1882 se envió un ejército
británico para controlar de hecho Egipto, que de derecho pertenecía al Imperio Otomano. En Sudán,

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Historia de los países afroasiáticos

el movimiento del Mahdi se rebela contra los británicos y toman Khartum. Los franceses veían en
peligro la situación egipcia impuesta en los últimos 80 años.
Recordemos que en 1858 se llevó a cabo la construcción del Canal de Suez, una obra diseñada por
Ferdinad de Lesseps cuya construcción costó la vida a cientos de trabajadores egipcios a causa del
cólera. El canal fue inaugurado con fasto en 1869, con la presencia del emperador francés. Verdi
compuso para el evento su ópera Aída. 21.000 franceses poseían el 66% de las acciones del canal,
mientras Egipto tenía el 44%. En 1875, el pachá de Egipto decide vender las acciones egipcias a
causa de la deuda externa. Disraelí convenció a la reina Victoria para hacerse rápidamente con el
paquete de acciones, para así controlar la ruta más corta al Índico.
En enero de 1893, el jedive egipcio intentó un tímido golpe antibritánico. En 1892 se había firmado
la alianza franco-rusa que confirmaba la posición francesa en el Mediterráneo oriental. Francia
consideró que si se posicionaba en el Alto Nilo tendría posibilidad de competir por Egipto. El
presidente de la República francesa traza el plan de movilizar tropas especiales desde el Congo
francés, pasando por Chad, al Alto Nilo. Buscaría el apoyo de Menelik II para formar un ejército
franco-etíope que fuera el arma diplomática que hiciese a los británicos replantearse la situación de
Egipto. El gobierno británico, a cuyos oídos llegaron estos planes, advirtió que consideraría
inamistoso todo movimiento similar. La derrota italiana en Adua transforma la política en torno al
Nilo. Lord Salisbury envía al general Kitchener a la invasión de Sudán pues el fortalecimiento de
Etiopía revitalizó a los seguidores del Madhi, los derviches. En julio de 1896, poco después que
Kitchener emprendiera su conquista, el general francés Marchand sale de Brazzaville ( Congo
francés ) en dirección al lago Chad. Otro general francés, Lagarde, marcha a Abisinia con el
objetivo de reforzar la alianza franco-etíope a cambio de los rifles que tanto entusiasmaban al negu.
El avance del ejército británico fue lento, Lord Salisbury intentó adelantarse a los franceses por el
sur. En junio de 1897, el gobierno inglés manda al general Mc'donnalds desde Masa hasta Sudán.
En 1898 se encontraban en marcha cuatro expediciones sobre Sudán, al este y oeste dos francesas,
al norte y al sur dos británicas. En septiembre de 1898, el ejército anglo-egipcio derrotó a los
derviches. Kitchener se encuentra en Fashoda con la expedición francesa de Marchand, que después
de haber recorrido desde julio de 1896 siete mil kilómetros, habían llegado tres semanas antes. En
Fashoda, Marchand se había reunido con la expedición franco-etíope de Lagarde, quien después de
plantar la bandera francesa se fue. Al llegar Kitchener, sólo encuentra a ocho oficiales franceses y a
cien soldados. Kitchener reprocha a Marchand que estuviese la bandera francesa en un lugar que era
de dominio egipcio. Marchand respondió que cumplía órdenes y ambos deciden esperar decisiones
de sus respectivos gobiernos. Lord Salisbury no estaba dispuesto a discutir el asunto, pidió el
abandono inmediato de la posición por parte de las tropas francesas. Finalmente el gobierno francés
decide retirarse de la zona y desistir de sus intentos sobre el Nilo, no sin antes ponderar el potencial
de una guerra contra Gran Bretaña. En noviembre, Marchand se fue de Fashoda y París fija la
frontera, dejando Sudán dentro de la esfera de influencia británica. Las relaciones franco-británicas
se recompondrán con la Entente Cordiale en 1904. Gran Bretaña dejaría que Francia ejerciera su
protectorado marroquí para que Francia dejara de interesarse en el Nilo.
Los tratados que cierran esta fase de reparto colonial son el de julio de 1890 entre Gran Bretaña y
Alemania sobre África Oriental, una posterior convención de estas dos potencias sobre el Congo y
Camerún, y un tratado entre Gran Bretaña y Francia en agosto de 1890. En estas fechas se cierra el
ciclo colonizador sin grandes cambios hasta la Primera Guerra Mundial.

V.- LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL Y LOS MANDATOS

El mundo colonial se ve afectado por la Primera Guerra Mundial en cuanto a las relaciones de las
metrópolis entre sí y en los vínculos de éstas con sus respectivas colonias. El conflicto y la
posguerra generan un debilitamiento de las potencias. Podemos condensar la trascendencia de la
Gran Guerra en las colonias en dos planos: El aspecto externo poco cambia, los imperios
vencedores mantuvieron su extensión y los vencidos ( el difunto Imperio Otomano y Alemania )
perdieron sus dominios. En el plano de la conciencia colectiva, la colonia percibió una sensación

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Historia de los países afroasiáticos

honda de esperanza de liberación, pero lo cierto es que ningún movimiento supuso una dificultad
seria a las metrópolis, ni aún en los momentos más duros de la contienda. Los territorios coloniales
se ven envueltos en un conflicto que no les atañía directamente. La mano de obra y las tropas
coloniales fueron decisivas en el curso de la guerra. Pero no nos engañemos, esta situación no
acercaba a los colonizados con los colonizadores, pues no era una lucha común sino la utilización
de los primeros por los segundos. Los europeos seguían defendiendo por estas fechas su civilización
como la superior, la única forma de vida que merecía implantarse universalmente. La guerra
desprestigió a Europa, los colonizados destinados a nuestro continente regresaron a las colonias con
otra visión del mundo occidental que antes no tenían en sus respectivos países: Europa en guerra no
era el ideal de civilización que les habían transmitido y era más vulnerable de lo que parecía.
Paradójicamente, se introdujeron en las colonias ideas europeas como democracia, libertad, justicia
e igualdad que cuajarán en el posterior discurso independentista. En el aspecto económico, la
colonia aportó materias primas, recursos naturales y mano de obra suplente a la metrópoli, además
de dedicarse a actividades industriales complementarias.

La Sociedad de Naciones condujo a un cambio de actitud de las metrópolis, quienes adoptaron la


fórmula del mandato administrado por los países vencedores. Al calor de la guerra, hay un proceso
de redistribución colonial, basándose en que las colonias de los vencidos habían sido "expuestas a
una explotación inhumana". En 1914 y en 1916 se le arrebata a Alemania Togo y Camerún. En
1916 tiene lugar el acuerdo Sikes-Picot, que junto a posteriores acuerdos, decidían el reparto de las
posesiones alemanas y turcas en nombre del "derecho democrático y la libertad de los pueblos". En
Europa y EE.UU aparecen nuevos planteamientos acerca de la colonización, como las del Partido
Socialista Francés o la del presidente estadounidense Willson. En su punto 5 de los famosos 14
puntos de enero de 1918, se refiere a los problemas coloniales y al derecho de soberanía de las
naciones. El sudafricano Smuts encontró la fórmula de compromiso aplicando la teoría willsoniana
con la idea del mandato. Se trata de la tutela en nombre de la Sociedad de Naciones de una potencia
sobre un territorio, de cuya acción debía rendir cuenta en el organismo internacional. Los mandatos
son aplicados sobre países "huérfanos" por la derrota de la Triple Alianza o aquellos que las
potencias consideran que no están preparados para asumir su propia soberanía dentro del mundo
moderno. El mandato pues, supone la "preparación" previa a la autodeterminación de los pueblos
conducidos por las naciones "más adelantadas", una "responsabilidad" de las potencias mandatarias.
La Sociedad de Naciones establece una Comisión Permanente de cara a los mandatos.
Éstos se dividían en tres clases, A, B y C. Los mandatos A u orientales eran para Francia, Siria y
Líbano y para Gran Bretaña, Irak, Palestina y Transjordania. Los mandatos B o africanos se ejercían
sobre las antiguas posesiones alemanas. Togo y Camerún son repartidos entre Francia y Gran
Bretaña, Gran Bretaña consigue su eje africano poseyendo el mandato de Tanganika y Ruanda y
Burundi pasan a formar parte del Congo Belga. Los mandatos C, los menos "desarrollados", África
del Suroeste para Gran Bretaña, quien encargará su gobierno a la Unión Sudafricana, las islas
Carolinas, Marianas, Marshall y Palaos fueron administradas por Japón y los territorios del Pacífico
Sur, en manos británicas, serán gestionadas por Australia ( Nueva Guinea Oriental y Nauru ) y
Nueva Zelanda ( Samoa occidental ).
Los mandatos A habían sido dominios del caído Imperio Turco. Tras la guerra se produce una
rebelión árabe. Liberados del dominio otomano, los árabes pretendían crear una gran nación árabe
en el Próximo y Medio Oriente con centro en Arabia. Los agitadores serían el reino de Nejd
dirigido por la familia de Ibn Saud y el reino de Hedjaz, con los hachemitas de Hussein. Durante la
guerra, franceses y británicos se aliaron con los árabes por motivos estratégicos ( atacar a los turcos
desde el sur ) y económicos ( el petróleo de la zona ). Gran Bretaña despliega durante la contienda
tropas y agentes en la región y pacta con los árabes. Lo mismo hará Francia en 1916. El final de la
guerra hace caer al Imperio Otomano, y ascender a británicos y franceses en el Próximo Oriente y
también a los movimientos árabes. El willsonismo calará en los mandatos A. En esta zona,
británicos y franceses perseguían los mismos objetivos: las vías de comunicación ( para los
británicos era despejar el camino desde Suez a la India ) y el petróleo. La dominación política se

28
Historia de los países afroasiáticos

hace difícil, Gran Bretaña adopta su liberalismo en política para hacer más fácil su injerencia
colonial en el terreno económico. Se salvaguardaban intereses, no territorios. En 1922, los
británicos conceden la independencia a Irak, gobernado entonces por el Hachemita Feisal ( antiguo
gobernador de Siria ) El tratado de 1930 transformó el mandato en una alianza angloirakí: la
administración interna corría a cargo de irakíes, pero Gran Bretaña mantenía sus intereses íntegros y
sus bases militares. En Transjordania, Estado inventado por los británicos, y en Palestina, la
potencia mandataria se vio ante un problema que había abonado durante la guerra. Por un lado,
había hecho promesas a los árabes, por otro lado la Declaración Balfour prometió un hogar judío en
Palestina ( a los judíos también se les ofreció tierras en Argentina, en Uganda o en Somalia que
rechazaron...). Francia no tenía grandes reivindicaciones en la zona más que la competencia con los
británicos. Ofreció sendas constituciones a Siria y Líbano y tratados. Sus mandatos fueron pronto
sustituídos por sendas alianzas con Francia. Líbano es un artificio francés de 1919 que desgajaba el
territorio de la "gran Siria" ( Líbano, Transjordania y Siria ).
Los mandatos B sufrieron tensiones pero acabaron bien asimilados y administrados. Los mandatos
C fueron tratados como colonias y no experimentaron grandes cambios hasta la descolonización.

VI.- LA DESCOLONIZACIÓN

La descolonización de los países afroasiáticos hace nacer lo que conocemos como Tercer Mundo.
Las colonias dependientes de Europa alcanzan la independencia política después de la Segunda
Guerra Mundial, cuando se van dando por liquidados los viejos imperios coloniales. Los factores
internos de los propios pueblos se unen a la situación internacional para generar el fenómeno
descolonizador. Los primeros problemas e independencias surgen antes de los años 40 en algunos
países islámicos. Con posterioridad será el turno para Asia meridional y oriental y finalmente para
África. La Conferencia de Bandung supuso un gran despertar internacional de los pueblos
colonizados y símbolo de la lucha solidaria de lo que llegará a ser el Tercer Mundo y el movimiento
de países no alineados. Las antiguas colonias deben enfrentarse a nuevos problemas como el
subdesarrollo económico, las desigualdades sociales, diversidad de sistemas políticos convergentes
en el autoritarismo y la oligarquía...El Tercer Mundo aún sigue buscando su lugar en el planeta,
axfisiándose con el mantenimiento del capitalismo occidental en la forma del neocolonialismo.

Las características generales y la problemática de la descolonización e independencia de África se


resume en lo siguiente: la descolonización fue un proceso en que las colonias lucharán por su
independencia mediante acuerdos o revoluciones de liberación ante la resistencia de las metrópolis
a no cederles la independencia; finalmente hubo colonias que consiguieron independizarse en lo
político y en lo económico-social y otras que sólo logran la independencia política. La
independencia en estas últimas fue nominal, otorgándose una aparente soberanía a la ex-colonia,
mientras se mantienen unas estructuras socioeconómicas coloniales. Para estos casos acuñamos el
término neocolonialismo, situación de los países independizados en una coyuntura de dependencia
de facto. Estudiando la sociología de la descolonización, observamos el alcance y la intensidad del
fenómeno, diferente según el grupo social ( triunfante de una revolución, sometido, origen étnico...)

En la descolonización hubo varias clases en lucha: oligarquías dominantes y conservadoras, nuevas


clases liberales conformadas por las burguesías, grupos populares ( mayorías y masas campesinas ).
Puede darse que la burguesía autóctona pacte y negocie con la antigua elite colonial, dándose una
situación neocolonial o puede que la burguesía nacional eche del poder a los antiguos grupos
dominantes. Estas burguesías desarrollan un proceso de cambios de estructuras ( ¿ Un real cambio
de estructuras ? ) en su revolución nacionalista o socialista. Para llevarla a cabo cuentan con las
masas campesinas y las minorías obreras. La orientación política de un nuevo país independiente,
en realidad recibe influencia de la metrópoli que lo gobernaba. En líneas generales aceptan las
fronteras artificiales que impusieron los colonizadores porque resultaría más difícil definir fronteras
que concuerden más con la realidad social o étnica de un territorio. Hay casos de escisión, como los

29
Historia de los países afroasiáticos

de India y Pakistán, o problemas con la minoría blanca ( Rodhesia, Sudáfrica ).


El inglés es el idioma que les sirvió para entenderse a todos los países descolonizados. Los líderes
nacionalistas pasan por universidades de la metrópoli, y en caso de haber estudiado en la colonia, lo
hicieron con planes de estudio europeizantes. Se deja notar en los partidos que fundan. Los
movimientos de izquierda como partidos socialistas o comunistas europeos fundan filiales en las
colonias que acabarán rompiendo con el partido metropolitano. Las metrópolis crearán nuevas
esferas de intereses, tales como la Commonwealth ( que concede la condición de independencia a
sus integrantes ) o la Comunidad Francesa ( que exigirá la dependencuia a sus integrantes ).
La descolonización en el contexto internacional está incentivada ante el empequeñecimiento de las
potencias europeas, las cuales ya no pueden mantener su hegemonía en el mundo, que se había
basado en la superioridad técnica y en la superación de sus rivalidades en pro del objetivo
colonizador. En la invasión de cada vez mayores territorios, engulleron más de lo que podían
digerir. La década de 1880, apogeo del colonialismo, también marca el principio del fin del apogeo
europeo en el mundo. En torno a 1900, la demografía se tuerce en contra de los colonizadores.
Asciende la población colonizada y desciende progresivamente la población colonial blanca. Ya
durante la rebelión de los bóxers, Nicolás II habló del peligro amarillo. China y Japón habían
abierto sus puertos al comercio y a la técnica occidental en un proceso que era irreversible y que
armará a estos países hasta desafiar la hegemonía europea. Ciertamente, a medida que avanza el
siglo XX desaparece el poderío militar sobre las colonias debido tanto a un aumento demográfico
de éstas como a una imitación tecnológica. Las dos guerras mundiales desgastan a los europeos y
hace surgir nuevas potencias mundiales extraeuropeas como EE.UU y Japón. Recordemos que
durante el despojo de China, los europeos ya tuvieron que contar con estas dos potencias que
consideraban la zona como vital "para su propia seguridad".
La reacción de Asia y África al colonialismo europeo se produce mayoritariamente entre el 45 y los
años 60. Al debilitamiento europeo se le unen los nacionalismos no europeos. El éxito de Japón
frente a Rusia en 1905 y la Revolución Rusa tuvieron gran calado también fuera de Europa. Las
ideas marxistas calaron tras 1917 en el mundo colonial. " Países proletarios contra la explotación
capitalista" o "el imperialismo es la última fase del capitalismo" fueron consignas proclamadas tras
la Segunda Guerra Mundial.
Como antecedente de la descolonización es la concesión pacífica de autonomía por parte británica
de Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica como miebros de la Commonwealth. Tras la
Segunda Guerra Mundial los movimientos nacionalistas se aceleran. Los primeros en
independizarse son los países del Próximo y Medio Oriente. Extendiéndose los nacionalismos, se
descolonizará Asia Oriental y Meridional así como el Sudeste. La revolución egipcia de los
coroneles será la punta de lanza para la descolonización de África, al tiempo que se producen las
últimas independencias asiáticas y de Oceanía.
Las causas y factores que aceleran el proceso descolonizador son cuatro. Las consecuencias de la
Segunda Guerra Mundial. La propia evolución de los pueblos afroasiáticos. Movimientos culturales
como el asiatismo, el islamismo, los movimientos de solidaridad afroasiáticos, panafricanos y la
propia Conferencia de Bandung, la acción de fuerzas internacionales como el socialismo o el
marxismo de la URSS, la actitud anticolonial estadounidense y el criterio común de todas las
iglesias cristianas. Por último, la actitud de las potencias coloniales ( Gran Bretaña y Francia ) y la
actitud de organismos internacionales como la Sociedad de Naciones y los mandatos o la ONU y la
tutela internacional mediante un Comité de Descolonización.
A partir de los años 20 del siglo XX, a la situación histórica se le unió un nuevo talante intelectual y
circuló una opinión crítica. Es el espíritu de la Carta del Atlántico, en agosto de 1941 entre
Roosevelt y Churchill, en la que se respeta el derecho de todos los pueblos de escoger la forma de
gobierno bajo la que quieren vivir y se anuncia un restablecimiento de la soberanía de los pueblos a
los que se le haya sido arrebatada por la fuerza, así como abrir la posibilidad de acceso al comercio
y a las materias primas de todos los Estados en pro de su prosperidad económica.
Las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial en el mundo colonial vienen determinada con la
apertura de un frente norteafricano durante la contienda. Produce un gran efecto en los colonizados

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Historia de los países afroasiáticos

ver que Bélgica o Francia estaban siendo ocupadas y que Gran Bretaña se replegaba, las potencias
eran más vulnerables y perdieron prestigio. En Asia se perdió el mito de la superioridad racial
blanca. Europa ya no detentaba la superioridad técnica, cuestión en la que había basado su
hegemonía colonial. Antes de la derrota japonesa, los nacionalistas orientales aprovecharon la
marea para proclamar la independencia de sus territorios ( Vietnam, Indonesia...) antes que
reaccionaran los antiguos invasores. Tras la guerra, Francia y Holanda pretendieron recuperar
violentamente sus posiciones. El devenir de los pueblos afroasiáticos en el escenario de la Segunda
Guerra Mundial evolucionó hacia posturas independentistas, organizando la resistencia y la lucha
contra la colonización. Estas sociedades habían experimentados cambios en la etapa colonial tanto
por la colonización misma como por su evolución interna: transformaciones económicas, expansión
demográfica creación de nuevos puestos de trabajo, desarrollo de las comunicaciones, aumento del
nivel de vida y del bienestar material ( por lo general ). Los cambios en las estructuras indígenas al
contacto con el colonialismo, generaron nuevas clases como la burguesía o el proletariado.
La reacción intelectual contra el colonialismo busca su propia identidad y tradición. El despertar de
los colonizados tuvo una dósis de afirmación de la personalidad sociocultural con un soporte
renovador y un sentimiento antioccidental común en todos los nuevos nacionalismos. De esta
oposición a lo occidental nacerá el asiatismo, en la que es clave el enfrentamiento japonés a los
occidentales. Lo cierto fue que la configuración de un frente asiático unido era poco menos que
imposible por la fuerte diferenciación entre los países asiáticos. La conciencia asiática frente a la
injerencia europea era el único nexo de unión. El islamismo se renovará apelando al reencuentro
fraternal y a la solidaridad entre todos los musulmanes. Los árabes esperaban que una vez
desembarazados de la tutela turca pudiesen crear un gran Estado árabe pero los tratados posteriores
a la Gran Guerra les demostraron las intenciones contrarias de los occidentales. El cambio de tutela
hizo reaccionar a algunas individualidades islámicas que enervaron con su discurso a muchos
musulmanes en el mundo, de Marruecos a Indonesia. Un discurso que tiene aires de reforma y de
modernidad, hasta de occidentalismo. Como ejemplos, Kemal Ataturk y la universidad de El Cairo.
Más adelante hubo quien quiso fundir elementos del socialismo al Islam, con mayor o menor
acierto ( por ejemplo, Gadafi ) o plantear otras formas de entender el Islam ( los chiítas en la
Revolución Iraní ). La negritud será un movimiento nacido en la década de 1930 compuesta por
hombres ( alguno vinculado a la III Internacional ) que se dieron a conocer publicando en París
( 1932 ) un primer y único número de la revista Legítima defensa. Posteriormente, tres estudiantes
sacaron a la luz también en París El estudiante negro. Estos estudiantes eran Leopoldo Sedasenghor
( presidente de Senegal durante muchos años, abandonándola voluntariamente ), León Damás ( de
Guyana ) y Cesaire Aime ( de Martinica ), tres miembros de la elite de sus respectivos países que
completaron su formación en París. Tratan el concepto de negritud, Aime por primera vez en un
poema y Sedasenghor perfilando su definición como movimiento en pro de la defensa de la
civilización negra y sus obras. Otra revista acerca de la negritud fue Defensa africana. La negritud
fundía tradiciones negras con el socialismo, con alusión a la Ujama a ( supuesta primitiva
comunidad africana ) en intentos como el de Nyerere de volver a esa comunidad tribal africana.
La formación y desarrollo del nacionalismo político surge en un primer movimiento social,
económico e ideológico. En un segundo momento surgirían los partidos favorables a la
independencia. Se dieron tres tipos de nacionalismo, el conservador y oligárquico, el burgués, y el
popular teñido de socialismo. Los nacionalismos políticos se manifiestan a través de un doble
marco: herencia de una identidad nacional colectiva hundiéndo sus raíces en un pasado precolonial
y la propia experiencia colonial.

En Asia se configuraron las primeras estructuras: en 1885 nace el Partido del Congreso indio,
pidiendo mayor participación india en el gobierno y una reforma en el marco de una Constitución.
El Partido del Congreso dejará de ser un partido elitista para llegar a ser un partido de masas,
coincidiendo y conectando con la actividad de Ghandi. El fruto de este nacionalismo indio será la
independencia durante la posguerra de la Segunda Guerra Mundial, consiguiendo alzarse el Partido
del Congreso con el gobierno de la India. En este proceso también se había formado la Liga

31
Historia de los países afroasiáticos

Musulmana ( 1906 ) con indios musulmanes que no se sentían identificados con la actividad del
Partido del Congreso. Mohamed Alí Jinnah será su cabeza. El movimiento islámico en la India
declara la independencia de Pakistán ( incluyendo Bangladesh ) el 14 de agosto de 1947, un día
antes de que lo hiciera la India. Ceilán se convirtió en 1941 en la república de Sri Lanka. En China,
tras la creación del Kuomingtan en 1911 con Sun Yat Sen al frente, se proclamó la República
China, en la que el nacionalismo y el militarismo del Kuomintang adquirió dósis anticoloniales y de
unidad nacional. La república, en teoría, iba a mantener la unidad e importar la democracia en
China. La doctrina de Sun Yat Sen se basaba en "tres principios del pueblo", que enlazaban lo
tradicional con lo renovador. Tales principios eran la unidad nacional como expresión de la
independencia frente a la dependencia colonial, la democracia como manifestación de voluntad, y
derechos del pueblo y bienestar como expresión del desarrollo económico y del equilibrio social. A
la muerte de Sun Yat Sen, el Kuomintang dirigido por Chiang Kai Shek llevó al nacionalismo chino
a una situación de dictadura neocolonialista. El Partido Comunista Chino se había formado en
Shangai en los años 20 enfrentado al Kuomintang. Tras ser perseguido y casi aniquilado, tras una
guerra civil se hará con el poder en 1949. En Indochina, los nacionalistas aspiraban a mejorar en un
primer momento las relaciones con Francia y reclamaban una mayor participación en el gobierno.
Francia hizo promesas durante la Primera Guerra Mundial que después no cumpliría, incluso
incrementaría las cargas fiscales. Los colonizadores franceses se sentían superiores a los
indochinos. Todas las iniciativas indígenas fueron paralizadas, lo que hizo que algunos
nacionalistas moderados se radicalizaran. En 1927 se fundó el Partido Nacional Vietnamita, con
hombres pertenecientes a la pequeña burguesía. Pedían el fin de la ocupación francesa y la
instauración de la república. Fuera de las fronteras, Nguyan ai Quoc ( el futuro Ho Chi Min ) crea
en Cantón entre los refugiados la Asociación de Refugiados Vietnamitas. Estos refugiados reciben
en Whampoa una formación política y militar. Indochina estaba dividida durante el dominio francés
por dos protectorados ( Hanan y Tonkin ) y la colonia de Conchinchina. La población de Tonkin
sufrió un aumento fiscal y mucha explotación, circunstancias que darán lugar a revueltas, actos de
piratería contra los grandes empresarios de Conchinchina, "marchas del hambre" y acciones del
Partido Comunista Indochino, con Ho Chi Min como líder. En Conchinchina, los franceses
prohíben todos los partidos excepto el constitucionalista Partido Democrático. El Partido Comunista
Indochino, desde la clandestinidad, tejerá una amplia tela de araña de sindicatos y organizaciones.
En Indonesia faltaba el pasado común histórico que incentivara un nacionalismo frente a la
administración capitalista holandesa. Nace una unión nacionalista en torno a los principios
islamistas. Nacen Sarekat Islam ( 1911 ), organización musulmana originariamente comercial frente
a los comerciantes chinos, el Partido Comunista Indonesio ( 1920 ) y el Partido Nacional Indonesio
( 1920 ), dirigido por Sukarno. El PNI toma como base los cinco principios del Patjasila, que eran:
nacionalismo, humanitarismo, democracia, justicia social y creencia en Dios. Sukarno aprovecha el
caos originado por la caída de Japón para proclamarse presidente de Indonesia en agosto de 1945.
La debilidad obliga a los holandeses a firmar el acuerdo de Linggadjatien en noviembre de 1946,
reconociendo los Estados Unidos de Indonesia asociados a Holanda. Pero el ejército holandés
invadió una parte de la república en 1947, provocando una balcanización indonesia. La ONU
protestó por la ocupación violenta holandesa mientras se radicaliza la guerrilla y EE.UU apoyó a
Sukarno para frenar el comunismo. En La Haya se concreta un Estado federal indonesio. En 1965,
Sukarno será derrocado por un golpe de Estado dirigido por el general Suharto, que sube al poder.
Birmania, protectorado británico desde 1886 con ocupación japonesa durante la Segunda Guerra
Mundial y vuelta a ser ocupada por los británicos en el 45, conseguirá la independencia en 1948. Un
año después, una sublevación comunista sitúa en el poder a U Nu, derrocado por un golpe militar en
1962 que dará el poder a Ne Win.

En el Próximo Oriente, las primeras manifestaciones nacionalistas árabes se dieron durante el


dominio turco. Un renacimiento cultural y una concienciación política eclosionaron entonces, una
conciencia árabe hostil al Imperio Otomano. Minorías sirias proponía un Estado para la nación
árabe. Abd el-Ramán Al-Kawakibi publica en 1902 La madre de las ciudades, resaltando la

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Historia de los países afroasiáticos

superioridad árabe sobre los turcos y planeando una regeneración sobre el Islam de la mano de un
nuevo califato árabe con capital en la ciudad santa de La Meca. Najit Azuri fundó en París la Liga
de la Patria Árabe ( 1904 ) y en 1905 escribió El despertar de la nación árabe en el Asia turca,
libro en el que propone un imperio árabe en el Próximo Oriente. La nueva fase del arabismo
acontece tras la rebelión de los Jóvenes Turcos que impuso una centralización desagradable para los
árabes y galvaniza su nacionalismo con exigencias como la igualdad de derechos entre árabes y
turcos. Hasta ahora, el nacionalismo árabe había sido elitista y no había calado en las masas. Sólo
algunos señores locales consiguieron una considerable movilización como el imán de Yemen, e Ibn
Saud y Hussein en los respectivos reinos del Nejd y Hedjaz. Se formaron grupos organizados
antiturcos en las zonas de Siria e Irak. Algunos de sus miembros se exiliaron en París. Su
nacionalismo era confuso, poco definido. Hussein, de la familia Hachemita, aspiraba a liderar la
independencia de una nación árabe unida. Aprovecha el contexto de la Primera Guerra Mundial
para proclamarse rey de los árabes, mientras que Francia y Gran Bretaña sólo le reconocieron como
rey de Hedjaz. Las dos potencias se repartieron zonas de influencia en el acuerdo Sikes-Picot. En
1920, el Partido de la Independencia Árabe proclama en Damasco la independencia de la región,
con Líbano y Palestina unidos a Siria bajo el reinado de Feisal, hijo de Hussein. Otro hijo de
Hussein, Abdulá fue proclamado rey de Irak. Pero los planes de las potencias vencedoras de la
guerra mundial eran otros, de manera que Francia y Gran Bretaña se reunieron en San Remo
( 1920 ) para repartirse la zona mediante la fórmula del mandato. El proyecto de la gran nación
árabe queda disuelto por una heterogeneidad de unidades políticas controladas por los europeos. El
sistema de mandatos deja paso pronto a las independencias siria ( 1936 ), libanesa ( 1936, separado
Líbano de la "gran Siria" ). Irak queda independiente con el Tratado Angloirakí, y en manos de
Feisal. Palestina queda desgajada de Siria, mantenida como mandato británico. Transjordania
también queda separada de Siria y convertida en emirato con Abdulá ( emir en 1923 ). Ibn Saud es
reconocido como rey de las regiones independientes entre sí de Hedjaz y Nejd por los británicos en
el Tratado de Jedda en 1927. De esa fecha a 1932 Ibn Saud consiguió anexionarse territorios de la
Península Arábiga hasta que en dicho año proclamó el reino de Arabia Saudí.
El sionismo experimenta una mejoría en su organización a finales del siglo XIX. Toma su nombre
del vocablo hebreo Sión, colina sobre la que se fundó la ciudad de Jerusalén y sobre la que
descansan las ruinas del templo de Salomón. El objetivo del sionismo era la creación de un Estado-
nación judío. Nos podemos remontar a los siglos XVII y XVIII para escuchar voces judías
vaticinando el regreso a la tierra prometida. A principios del siglo XIX, los judíos rusos que
sufrieron los progroms, deseaban con urgencia un Estado judío. Los "Adoradores de Sión"
facilitaban el viaje y asentamiento de granjeros y artesanos judíos en Palestina. Teodoro Hertz
argumentaba que Europa respiraba antisemitismo y por tanto, los judíos se sentían obligados a
buscar su propio país. En su libro El Estado judío concreta el resurgir de la nación judía en
Palestina. Hertz convoca en Basilea el Congreso Mundial Sionista en el que aparece la
Organización Sionista Mundial, agrupación de toda organización judía en Palestina o en la diáspora
que apoye la creación del Estado judío. Hertz, propietario del periódico The World, organiza
Congresos Sionistas en Viena y en Londres que a partir de 1901 se convocan bianualmente. La
banca judía también se organiza mundialmente en esta etapa. Ante el taxativo rechazo del Imperio
Otomano a la propuesta de que se constituyera un Estado judío en Palestina, los sionistas buscan el
apoyo de Londres. Los británicos proponen la creación de un Estado judío en una región
despoblada de Uganda, propuesta rechazada por los sionistas. La mayoría de los judíos sionistas
vivían en Europa del Este ( lógicamente, pues vivían en peores condiciones que el resto de judíos en
el mundo, los judíos norteamericanos tenían menos urgencia ). Tras el fracaso de la revolución en
1905, se suceden progroms en Rusia, por lo que numerosos judíos rusos emigran a Palestina. En
1914 había 90.000 judíos en Palestina organizando kibutz. El sionismo se extendió por la labor de
los judíos rusos residentes en Inglaterra como Chain Wizmann y Nahum Sokolow, quienes
promovieron la Declaración Balfour, en la que el gobierno británico prometía a los judíos la
creación de su nación en Palestina. Durante los años siguientes, los sionistas estaban respaldados
por una estructura financiera en Europa . Promovían asentamientos en Palestina. También esta etapa

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Historia de los países afroasiáticos

aportó bastante a la cultura hebrea, tanto en la educació como en las artes y las letras ( se crea el
hebreo moderno ). En marzo de 1925 había 108.000 judíos asentados en Palestina, ocho años
después la cifra ascendió a 238.000. La emigración judía fue moderada hasta el triunfo en Alemania
del nazismo. El mandato británico en Palestina permitió el asentamiento de judíos, en ciertas
ocasiones en detrimento de campesinos árabes. Los palestinos organizaron revueltas, por otra parte
hubo atentados sionistas contra los palestinos y contra el mandato británico. Ante el exterminio en
Europa, los judíos reclaman Palestina con vehemencia. Gran Bretaña delegará en la ONU,
organismo que decide la partición del territorio en dos Estados, uno judío y otro palestino,
quedando Jerusalén como ciudad internacional. Los árabes rechazan el proyecto. El 15 de mayo de
1948 a las 0:00 expiró el mandato británico, hora aprovechada por David Ben Gurión para
proclamar el Estado de Israel. Ese mismo día estalla la primera Guerra Árabe-Israelí.
En Marruecos, progresivamente, los franceses habían desplazado a las autoridades marroquíes. En
1930, el sultán emite un decreto ( dahir berbére, denominación de los decretos del sultán ) durante
una fiesta musulmana en la que se autoproclama jefe religioso. Nacen los Jóvenes Marroquíes,
movimiento influenciado por los Jóvenes Turcos. Los Jóvenes Marroquíes se hicieron eco en los
diarios Magreb y Acción del pueblo. El sultán Mohamed V será designado su líder. Su doctrina se
basa en el nacionalismo marroquí y sus cabezas serán el-Fassi, Balafrej y el-Ouazzani. En el Comité
de Acción Marroquí proponen un plan de reformas en el que se pedía la conversión del protectorado
en mandato para así estar más cerca de la autodeterminación y protestan por la ocupación francesa.
En este movimiento, unos querían pasar a la acción mientras que otros preferían mantenerse a la
espera. En la Conferencia de Anfa se reunieron Mohamed V y Roosevelt. Nace el partido
nacionalista Istiqlal. Francia descabeza a los nacionalistas y obliga a exiliarse a Mohamed V,
imponiendo un sultán títere en su lugar. La independencia de Marruecos de Francia y España
acontece en 1956.
A comienzos del siglo XX, también nace un pensamiento nacionalista en torno a los Jóvenes
Argelinos que reivindican la asimilación política y social en los distintos organismos desde antes de
1914. Progreso, enseñanza y derechos políticos, abolición del régimen del indigenato, de los
impuestos árabes y de los tribunales represivos. Pero el verdadero nacionalismo vino de la mano de
los reformadores religiosos. Ben Badis creía que los argelinos constituían una nación con raza,
lengua y religión y que sólo las fuerzas de un Islam renovado les llevaría a una emancipación social
y a sentirse orgullosos de su nación. Fundó la asociación de los Ulemas, cuyo objetivo sería
emancipar a Argelia del Occidente cristiano para colocarse a la salvaguarda de la Ley Coránica. "El
Islam es nuestra religión, Argelia nuestra patria y el árabe nuestra lengua". Aprovechando la
liberalización política tras la victoria del Frente Popular francés en 1936, se promovieron
actividades nacionalistas. Se estrechan las relaciones entre los Ulemas, los Jóvenes Argelinos y el
Partido Comunista Argelino ( independiente del Partido Comunista Francés desde 1935 ). Unifican
criterios en el Congreso de Argel en 1936, donde destaca la personalidad de Mesali Hadj, quien
dirigía un movimiento fundado en la metropoli en 1927 llamado Estrella Norteafricana. Su objetivo
era defender intereses argelinos, tanto materiales como morales y sociales. Mesali Hadj dirigía un
nacionalismo considerado conflictivo por las autoridades francesas, y el grupo Estrella
Norteafricana será perseguido. Los nacionalistas moderados propondrán una nueva solución: una
república argelina federada a Francia. Ferhat Abbas expondrá el Manifiesto del pueblo argelino,
pidiendo la creación de una república. Francia reprimirá todo nacionalismo, por lo que las posturas
se radicalizarán y nacerá el Frente de Liberación Nacional Argelino. Argelia conseguirá la
independencia tras una larga guerra entre 1954 y 1962.

En Túnez también existió un nacionalismo de los Jóvenes Tunecinos bajo influencia del
willsonismo, que pedía una administración directa. El partido de Destour reivindicaba soberanía
nacional, derecho al voto y el acceso de los tunecinos a todas las instituciones. Habib Bourguiba
regresó a su país después de haber estudiado en Francia, y a través de los periódicos empieza a
proponer soluciones a la crisis tunecina por encima de cualquier espíritu de casta. Busca conectar
con todos los tunecinos sin distinción. En 1934, Bourguiba se escinde del partido de Destour y crea

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Historia de los países afroasiáticos

el Neo-Destour. Tras la represión francesa, Túnez consigue la independencia en 1957 como


monarquía constitucional. Ese mismo año es derrocada y se proclama la república con Bourguiba
como presidente.

Libia estaba dividida en tres provincias: Tripolitania ( Oeste ), Cirenaica ( Este ) y Fezán ( Sur ). En
1911 sufre la ocupación italiana que se enfrentará a la secta Sanusiya. En 1915, un Estatuto permitía
a los libios la nacionalidad italiana y un parlamento propio para votar los impuestos y elegir a los
líderes religiosos. Ocho notables tripolitanos y dos italianos constituían el Consejo de Gobierno. El
Comité Central de Reformas reivindicó un comité propio basado en los principios de la ley
musulmana, con un gobernante musulmán elegido por la nación, investido con poder religioso, civil
y militar. Este comité se hará con el verdadero poder en Libia, los italianos no tuvieron más
remedio que aceptarlo. Hubo enfrentamientos por la ocupación militar italiana de Tripolitania por lo
que en 1927 los italianos suprimen el Estatuto de 1919. Los italianos sofocan la sublevación. En
1934 unen las provincias de Cirenaica y Tripolitania. Durante la Segunda Guerra Mundial, estas dos
provincias pasan a manos británicas y la de Fezán a las de Francia. En diciembre de 1951 consigue
la independencia como monarquía con el rey Idris, duradera hasta 1969. En este año, una
revolución liderada por Muammar al-Ghaddafi toma el poder.
En Egipto, el movimiento nacionalista nace con el deseo de sacudirse la tutela británica. Hubo dos
partidos, el Partido Nacionalista que pretendía la evacuación de las tropas inglesas, y el Partido del
Pueblo que reclamaba un régimen constitucional y asamblea representativa. La Primera Guerra
Mundial cambió el panorama, las privaciones de la población dieron mayor fuerza a los
nacionalistas que se sublevaron en 1919 dirigidos por Sad Zaglul. Se pone al frente de una
delegación parlamentaria y funda el Partido Wafd ( Delegación ). Los ingleses consideraron
peligroso a este personaje y lo deportan a las islas Seychelles. En 1922 concluye el protectorado
británico y se constituye el reinado de Fuat I, con la oposición constante del Partido Wafd. La
invasión italiana de Etiopía cambió la estrategia sobre Egipto, firmándose un tratado angloegipcio
que establecía la ocupación estratégica de Egipto. Así Londres evitaba el corte de las
comunicaciones. El tratado otorgó derecho de permanencia de 10.000 soldados ingleses en la zona
del Canal de Suez y se permitió la utilización de Alejandría y Port Said como bases británicas y el
derecho de defender Egipto de las tropas británicas ante peligro de guerra. La ruptura final con Gran
Bretaña se produjo durante la guerra árabe-israelí del 48. A partir de entonces, el movimiento de los
jóvenes oficiales desplaza al Partido Wafd ( controlado éste por clases altas comerciantes y
terratenientes cuya intención independentista total era dudosa ). Los jóvenes oficiales eran un
estrato social que no había podido medrar hasta entonces, ascenderán desde el ejército como motor
del cambio. Los oficiales libres desencadenan un golpe de Estado ocupando el palacio real y
obligando al rey a partir para el exilio. El general Naguf asume temporalmente el poder hasta que el
Consejo de la Revolución concede la presidencia de Egipto a Gamal Abdel Nasser, cargo que
ocupará hasta su muerte en 1975.

Más tardíos y menos radicales se producen los movimientos negros, que habían permanecido más
apegados a las marcas coloniales. Se encuentran entre unas bases tribales y unas demarcaciones
coloniales. Como radicalización del movimiento revolucionario anticolonial en el África británica,
surgen las primeras asociaciones políticas nacionales. En Costa de Oro se forma en 1920 el
Congreso Nacional de África Occidental Británica, planteando la situación colonial. En Nigeria, la
denuncia al colonialismo se plantea en los escritos de Azikiwe ( más conocido como Zik ), quien en
1943 publica la Carta del Atlántico del África Occidental británica. Al contrario de lo que pasó en
el África negra británica, en la zona dominada por Francia no surgen movimientos locales sino
grandes asociaciones como el RDA ( Unión Democrática Africana, partido liderado por Félix
Houphuet Boigny, que llegaría a ser presidente de Costa de Marfil ), y el PRA ( Partido del
Reagrupamiento Africano que engloba a todos los grupos no identificados con el RDA como el de
Leopoldo Sedasenghor ). Estos grupos promoverán la cooperación y la solidaridad de los pueblos

35
Historia de los países afroasiáticos

africanos, tanto en el orden socio-político como en el ideológico y cultural. Comenzarán a


organizarse asociaciones y reuniones a nivel continental frente al adversario colonial común.

Un movimiento de naturaleza afroasiática es el panislamismo, intento de renovación y renacer


cultural del Islam por encima de las fronteras y las cuestiones políticas. El panasiatismo,
movimiento tendente a la colaboración de los pueblos asiáticos frente a los invasores europeos, fue
confuso y de desarrollo irregular. Recoge sólo una idea clara, la oposición a los occidentales. El
panasiatismo se puede dividir en tres fases. La primera abarca la primera mitad del siglo XX ( hasta
1945 ), con un liderazgo asiático japonés que asumirá tal papel tras derrotar a Rusia en 1905. Japón
estuvo presente en el Tratado de Versalles. Convocó un primer Congreso Asiático en Nagasaki
(1926 ) y dirige una Liga Asiática con sede en Tokio, convocante en 1943 de la más importante
Conferencia Asiática. En ella se reivindica la "independencia" asiática ( claro está, dentro de la
"esfera de coprosperidad", eufemismo del imperialismo japonés ). La idea que se tenía en todo Asia
de Japón era la del país que plantó cara a los occidentales, derrotándoles y expandiéndose. Durante
la Segunda Guerra Mundial, Japón fomenta movimientos nacionalistas títeres de su
neocolonialismo. La derrota japonesa en 1945 acaba con ese liderazgo asiático, recogiendo el
testigo la India. Este liderazgo indio marca la entrada en el contexto internacional del Sur y del
Sudeste asiáticos. Se convocaron dos Conferencias Panasiáticas en Nueva Delhi. Ante todos los
delegados, Jawaharlal Nehru expuso las bases de un movimiento panasiático bajo la condena del
imperialismo, ningún país tenía que soportar la injerencia de las potencias occidentales. A la
segunda Conferencia ( enero de 1949 ) asistieron delegados etíopes y egipcios. Se trata la
independencia de Indonesia y se pretenden estrechar vínculos de colaboración afroasiáticos. La
siguiente fase del panasiatismo surge a lo largo de los años 50 en el contexto internacional de la
guerra fría. El panasiatismo se inclina a favor de EE.UU, pero no por mucho tiempo. En 1954
resurge el panasiatismo antioccidental en la reunión de "los cinco de Colombo" ( Sri Lanka, India,
Indonesia, Pakistán y Birmania ) reunidos en las Conferencias de Colombo y Bogor, antesalas de la
gran conferencia del Tercer Mundo, Bandung. En la ciudad indonesia se concentró una hostilidad a
Occidente ( resulta paradójico que el idioma oficial de la conferencia fuera el inglés ). En Bandung
se plantea un temor ante una más que hipotética Tercera Guerra Mundial, se considera la necesidad
de crear nuevas y directas relaciones con la República Popular China tanto bilaterales como
multilaterales y se idea un panasiatismo de emancipación total. Bandung será una conferencia que
no se volverá a repetir, pero el "espíritu de Bandung" permaneció durante los años 60 en el
movimiento de países no alineados.

El panafricanismo fue un movimiento de solidaridad con el África negra que dio pie a la creación
de la Organización para la Unidad Africana. El panafricanismo engloba a los negros de ambos lados
del Atlántico. Silvester Williams, en la Conferencia de Londres de 1900, protestó por la acaparación
de las tierras africanas por parte de los blancos. En esta reunión se menciona el panafricanismo, al
mismo tiempo que se concreta el movimiento de emancipación negra en EE.UU. Antecedentes en
cuestionar la situación racista en EE.UU fueron Hanried Beecher Stone y Abraham Lincoln. Bucker
T. Washington admite la segregación racial, pensando que la mejor forma que tenían los negros de
salir de la inferioridad era subir su nivel de vida equiparándose a los blancos. W.E.B. Dubois,
amigo de B.T. Washington, le objetó que los negros no podrían ascender socialmente si
continuaban encerrados en su casta servil, sin derechos equiparables a los de los blancos y sin una
educación adecuada. Dubois lidera el movimiento del Niágara en favor de la igualdad de derechos.
En 1908 se crea la Asociación Nacional para el Avance del Pueblo de Color, con apoyo de sectores
blancos como sindicatos, pero desmarcado de toda reivindicación obrera y negando toda relación
con el allí satanizado Partido Comunista. Dubois incita a los negros americanos para que
estrecharan vínculos con el África negra, hasta entonces no forjados. También propondrá utilizar las
antiguas colonias alemanas para establecer naciones negras bajo el auspicio de la Sociedad de
Naciones. Marcus Garvey, nacido en Jamaica, iniciará un movimiento popular entre los negros
estadounidenses, que por su radicalidad se ganó la hostilidad de Dubois y por supuesto, de los

36
Historia de los países afroasiáticos

anglosajones. Desde su Asociación para la Defensa del Negro transmite un racismo negro que
llegará a formar una Iglesia Ortodoxa Negra ( con toda la iconografía negra: Cristo, la virgen, los
santos... todos de color ). El movimiento de Garvey exigía la emancipación total del yugo colonial y
de todos los negros de EE.UU. Propuso un regreso masivo a África, y para ello se crea una línea de
buques hacia África, la Black Startline.

El panafricanismo político se divide en varias etapas. De 1919 a 1927, en los primeros congresos
predomina la estrategia de la no violencia propuesta por Dubois. Se convocan en París ( 1919 ),
Londres ( 1921-1923 ) y Nueva York ( 1927 ). El panafricanismo toma forma reclamando de forma
moderada el derecho negro a las tierras africanas y a gestionar sus recursos, a una justicia adaptada
a las costumbres locales con jueces negros, a tener una educación y una formación técnica, el fin
definitivo del esclavismo, el desarme mundial y la supresión de la guerra. Se produce un lapso de
tiempo en que no sucede nada relevante relacionado con el africanismo, pues el panorama
internacional estaba demasiado revuelto. La segunda fase ( 1945-1957 ) arranca con el intento por
parte de Dubois para poner en contacto a los africanos del área británica con los del área francesa.
Surgen nuevos líderes que de estudiantes en Europa pasarán a ser promotores de la política
independentista, como F.K. Nkrumah y el ideólogo George Palmore. Éste último definirá el
panafricanismo como organización de África por los africanos y para los africanos, respetando las
minorías que deseen vivir en África junto a la mayoría negra. El quinto Congreso, celebrado en
Manchester, tiene un contenido más duro. Allí se denuncia la división territorial africana, la
explotación económica por instituciones coloniales blancas ( sobre todo en plantaciones ), el
analfabetismo y la subalimentación y la exigencia de la independencia, bajo amenaza de "medidas
drásticas" si ésta no se produce. Al final del Congreso de Manchester se reunen delegados del Oeste
africano y se crea el Secretariado de África Occidental. Surgen las primeras organizaciones como el
Consejo Nacional de Nigeria y Camerún, dirigido por Azikiwe, mientras que Nkrumah crea el CPP
( Convención Partido del Pueblo ), que conseguirá la primera victoria electoral para el
panafricanismo. Nkrumah convocó el sexto Congreso Panafricano en Komasi ( Tanzania ), en el
que se funda el Congreso Nacional Oesteafricano con sede en Accra. El objetivo de este organismo
era promover la unidad de África Occidental. Unido a este movimiento político se gestó la
organización cultural Presencia Africana, fundada en 1947 por Alioune Diop. Esforzándose en
continuar la tradición de Dubois, se le unirán las plumas de Sartre o Camuse entre otros. Diop
escribe Colonialismo y culturas nacionales. La no dependencia cultural es incompatible con la
presencia política de los europeos. Presencia Africana define el concepto de negritud, como rasgo
distintivo del continente negro en pos de la independencia. En 1957 podemos dar por concluída esta
etapa con la primera independencia de un país del África negra, Costa de Oro, convertida en Ghana.

REPARTO DE AFRICA

La Colonización de África, el comercio de esclavos, la trata de negros, la Conferencia de


Berlín, la partición de África... todos estos conceptos se tratan en este curso sobre la Colonización
de África (desde el comercio de esclavos hasta la era abolicionista).

Aprende sobre todo lo que paso en los siglos XV, XVI, XVII, XVIII, XIX y XX acerca de la
colonización en África.

Capítulo 1:

El comercio de esclavos. Trata de negros


37
Historia de los países afroasiáticos

La trata de negros se dio entre los siglos XVI y XVIII aunque en el siglo XIX continúe basándose
en el “comercio triangular” afectando a África como una auténtica plaga desde la Antigüedad hasta
la centuria decimonónica. Tenemos la trata transahariana, oriental y exportadora hacia los países
árabes, pero la más importante es la trata transatlántica, que exporta hacia América a través de
comerciantes europeos, y ha sido la más breve pero la más intensa. África conocerá la esclavitud
desde siglos anteriores pero la cautividad era doméstica, sin explotación. De hecho, ya Herodoto
hablaba de comercio negrero y en el Antiguo Egipto habrá ya esclavitud, en Cartago, Grecia y
Roma; en la Edad Media con la conquista y expansión árabe también hay trata de negros, que eran
vendidos desde Trípoli al resto del Mediterráneo. África sigue pues padeciendo la esclavitud. El
comercio llevado por empresas se dio desde el siglo XV al XIX, sobre todo Portugal y España
durante los siglos XV y XVI; Holanda y Francia desde el siglo XVII y Gran Bretaña durante los
siglos XVII y XVIII; España participó en la trata pero nunca contrató directamente el comercio
negrero, no hay signos de una fuerte esclavitud en España.

La salida de esclavos se da en África occidental y se extraían desde la costa de Senegandia a la de


Angola. En la trata atlántica se dan tres fases: de 1440 a 1640, se dará la etapa de formación y
distribución política del comercio de esclavos aunque su monopolio pertenezca prácticamente a
España y Portugal y suponga un pequeño elemento de comercio; de 1640 a 1807 se da la plena era
negrera, se intensifica la trata, pasan a controlar el comercio negrero Holanda, Francia y Gran
Bretaña a través de las Compañías, la tata cobró su mayor auge de actividad, intensidad y esclavos
transportados; de 1807 a 1886/88 se da la era abolicionista, sin que se produzca una ruptura total
con ese tráfico internacional desde hacía siglos, abolición progresiva y decadencia del comercio de
esclavos.

En la primera etapa (1440-1640) los inicios del comercio negrero lo hacen los lusos por mar entre
África y Europa o entre la propia África. Portugal domina la trata atlántica. En la segunda mitad del
siglo XV cambia la trata por el descubrimiento y colonización de las islas del Atlántico cercanas a
África (Azores, Cabo Verde, Madeira, Santo Tomé, etc.) mediante el cultivo de caña y mano de
obra procedente de costas africanas. Entre 1481 y 1482 los portugueses comenzaron a construir el
Fuerte de San Jorge en Cabo de Oro, donde empiezan a vender cautivos de Benin y Congo a cambio
de oro, es la trata intraafricana. Asimismo, el descubrimiento de América en 1492 trajo consigo el
primer reparto colonial del mundo por el Tratado de Tordesillas (1494), por el que las costas
africanas y Brasil serían para los portugueses y el resto, para España. En las nuevas colonias entran
los esclavos africanos, que aguantan más se les convierte al cristianismo. En 1501 los Reyes
Católicos exigieron al gobierno de Nicolás de Obando que impidiese la esclavitud de los
amerindios, pero no de los negros.

En junio de 1513 se hace necesaria la obtención de una licencia, que es una medida fiscal, un
documento por el cual a cambio de dinero se permitía importar un número determinado de esclavos.
Las demandas de negros surgieron por el incremento del cultivo de la caña de azúcar en América y
Carlos V otorgó asientos de negros (1528), que se diferencia de la licencia en que éste es un simple
permiso fiscal y el asiento es un contrato de derecho público para el que un particular o compañía se
comprometían con la Corona a actuar en su lugar en la administración del comercio de los esclavos
negros en las Indias, es un monopolio.

Portugal dominó la costa africana atlántica y en 1560 sus centros estaban repartidos en la costa
occidental. A finales del siglo XVI e inicios del siglo XVII, la vinculación entre intereses
esclavistas de Madrid y Lisboa se hacen más estrechos ante la unión de ambas coronas bajo el
mando de Felipe II, es la época de los asentamientos portugueses. El comienzo de la ruptura del
monopolio comercial luso al aumentar el mercadeo esclavista de holandeses, franceses e ingleses,

38
Historia de los países afroasiáticos

que desde la segunda mitad del siglo XVI navegan y se establecen en la costa de África occidental,
en Sierra Leona, Benin, Mina y Guinea; los holandeses arrebatan a Portugal en el siglo XVII los
mayores asentamientos, en Guinea. Gran Bretaña estuvo al margen hasta que en 1640 logra
conseguir Jamaica, comienzan a participar en el comercio, creando una compañía que
monopolizaba el comercio negrero; Francia también tendría su propia Compañía de Indias
Occidentales.

Las guerras de África, los secuestros, etc., llevaron a muchos a la esclavitud. Los esclavos eran
llevados a los barracones cerca de los puertos y eran dirigidos a las bodegas de los barcos, los
hombres en la proa y las mujeres en la popa y los niños en el centro; estaban completamente
hacinados. Durante la travesía los esclavos eran muy mal tratados y ello, la falta de higiene,
epidemias, mala alimentación, etc. hacen que muchos de ellos no lleguen vivos al destino (cerca de
la cuarta parte). Sin embargo, ante ello, había capitanes que preferían llevar menos negros pero en
buenas condiciones (fardos blandos) y la otra, la masificada, fardos prietos. Por tanto, los negros
llegaban en malas condiciones, muchos habían muerto y los supervivientes eran “maquillados” para
causar buena sensación a los potenciales compradores. La travesía entre África y América era la
más rentable.

Capítulo 2:

El comercio de esclavos. Segunda etapa (1640-


1807)
En la segunda etapa (1640-1807) se da un cambio en la trata por el aumento de la demanda y
organización de la oferta en África. Si Gran Bretaña, Francia y Holanda estaban intentando en la
trata de negros para suministrar mano de obra esclava pero al fin lo llevan ellos mismos. Dos
cultivos, el del azúcar y el algodón, influyen en el aumento de la demanda, uniéndose luego el de
café. Gran Bretaña se impone desde inicios del siglo XVIII en el control del comercio de esclavos,
pues los puertos británicos son el centro de la trata de negros, destacando Londres, Bristol,
Liverpool y Glasgow. Gran Bretaña desarrolla el comercio triangular, exportando productos a
África (“telas guineas”, armas, bebidas alcohólicas y avalarios), y se cambian por negros, y éstos
son vendidos en América, y lo que sobra se invierte en la Revolución Industrial. Son las grandes
Compañías las que dirigen el negocio, que quieren quitarle el monopolio a España en el comercio
americano, algo que logran en el Tratado de Utrecht. En el siglo XVIII toda la costa occidental se
vea afectada.

España llega tarde al comercio esclavista pero fue la Real Compañíade La Habana, que recibió el
monopolio de nuestro país. El aumento de la producción de azúcar hizo desarrollar los “ingenios”
(grandes plantaciones de azúcar en Cuba). La trata clandestina iba en aumento y se tuvieron que
controlar y proteger los derechos de los asentistas de la Compañía. En 1778 España intentó lograr
nuevos enclaves para el comercio de esclavos. Así, firmó los Tratados de San Ildefonso y El
Pardo con Portugal, en los que se acordó que Madrid controlara algunas islas africanas como
Fernando Poo y Guinea Ecuatorial. Aunque España trató de dominar estas islas, su empeño fracasó
y estos territorios no serían tomados hasta el siglo XIX. Los hacendados cubanos, además,
protestaban contra el monopolio y pedían al Gobierno libertad de comercio. Así, se permitió a
españoles y extranjeros introducir esclavos negros en la América hispana aunque lo concedido no
era suficiente para que la población negra aumentase en Cuba junto a las plantaciones. A finales del
siglo XVIII la trata había experimentado su mayor auge justo en el momento en que el proceso
abolicionista se inicia para acabar en el siglo XIX con el comercio legal de esclavos, manteniéndose
la trata ilegal y la esclavitud pese a su prohibición. Serían Dinamarca, Francia, algunos Estados

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Historia de los países afroasiáticos

norteamericanos y Gran Bretaña los que la suprimieran a finales del siglo XVIII e inicios del siglo
XIX. El Acta Final del Congreso de Viena la declaró abolida.

Pero la trata no desapareció del todo con la nueva legislación sino que se transformó en un
comercio clandestino contra el que lucha Gran Bretaña. El incremento del comercio ilegal de negros
se debe a: la demanda de esclavos aumenta; las medidas legales no redujeron la mano de obra
esclava pues no suprimían las zonas de suministro de esclavos; hay demanda, por lo que los
tratantes siguen comprando porque el comercio ilegal daba más beneficios al ser más cara; la
tecnología naval favorecía a los traficantes de esclavos porque utilizaban “clippers”, barcos ligeros;
además, en el comercio de esclavos era muy difícil de detectar la procedencia, propiedad, etc. del
barco ilegal. En la primera mitad del siglo XIX el esclavismo aumentó el desarrollo del cultivo de
algodón (sur de EEUU), café (Brasil) y azúcar (Cuba). La trata se recupera hasta mediados del siglo
XIX, cuando en la costa occidental de África el comercio de esclavos baja.

La trata propiciaría la decadencia de África, se vincula a otros factores negativos como la


destrucción de riquezas naturales, razzias, exterminio de negros, etc. Demográficamente, África
quedó degollada y muchas regiones sufrieron un nulo crecimiento de población, contando los que
morían antes de partir, los niños que no nacieron, etc. Económicamente, se perdió fuerza de trabajo,
se abandona la economía de subsistencia, hay luchas entre los propios negros, otros son vendidos,
etc. Socialmente, hay conflictos internos, desestructuración d tribus, familias, etc. África quedó
aislada hasta el siglo XIX. En Europa y África, la trata les permitió a los europeos crecimiento
económico y poner las bases del capitalismo europeo, se desarrollan cuando se venden productos en
África a cambio de negros.

Por otra parte, el abolicionismo se desarrolló a inicios del siglo XIX, alentado por la Revolución
Industrial y la Revolución Francesa, pero a él se enfrenta el pensamiento esclavista americano (que
se apoya en que el esclavo es la mano de obra, que hace posible el cultivo de tabaco, algodón,
azúcar y café). Hay tres etapas: en la primera (primer tercio del siglo XVIII-1807) se dan los
orígenes y desarrollo del abolicionismo, que se convierte en un movimiento interior que influyen en
que cada Estado decida la abolición de la trata; en la segunda etapa (1807-1815) se da una
transición en la que el abolicionismo pasa de ser un asunto exclusivamente nacional a plantearse
como un caso internacional en el Congreso de Viena; en la tercera etapa (1815-1886/1888) se da la
era abolicionista, pues tras Viena los países van suprimiendo la trata y luego la esclavitud, firmando
tratados bilaterales o por leyes internas. Pero no se producirá una supresión total y no será hasta los
años 60 cuando se proscriba el contrabando de negros.

En la primera etapa (primer tercio del siglo XVIII-1807) se da el origen del abolicionismo, que se
remonta a 1727 cuando los cuáqueros difundieron sus ideas de libertad para los negros por
América del Norte y en 1774, este grupo prohibió a sus miembros tratar con negreros, y en 1776, la
sociedad cuáquera ordena a sus asociados con esclavos que los liberen. Esto se contempla en un
libro, La cabaña del Tío Tom. Cuando se firma la Declaración de Independencia de EEUU la
esclavitud no es prohibida y es legal en todos los Estados de la Unión, aunque algunos la supriman
(Virgina, Pennsylvania, Nueva Jersey, etc.) pero el 2 de marzo de 1807 el presidente Jefferson
suprime el trato esclavista en EEUU, y el 1 de enero de 1808 entró esta disposición en vigor a
efectos legales aunque Georgia y Luisiana siguen teniendo la trata de negros. En Francia, desde el
siglo XVIII, la Sociedad de Amigos de los Negros hace una intensa campaña contra el esclavo de
negros; el 4 de febrero de 1794, la Convención suprime la esclavitud, que trajo consigo una rebelión
en Haití y en 1802 Napoleón restituyó la esclavitud pero fuera de Francia. Dinamarca también la
abolió. Pero será Gran Bretaña la que dé el paso decisivo por su condición de potencia mundial, por
la extensión de sus colonias y el poder marítimo tan abrumador que posee; Gran Bretaña era,
además, el único país que tenía los medios para ejercer su liderzazo en el mundo. En Londres
destacan dos hombres en su lucha para suprimir la esclavitud, Willberforce y Clarckson, fundando

40
Historia de los países afroasiáticos

este último la Sociedad para la Abolición de la Trata de Esclavos, que hizo propagandas y
publicaciones, llamando la atención de políticos e intelectuales y el movimiento se expandió por el
país, teniendo una rápida difusión y se dice que la esclavitud hay que suprimirla por las extremas
condiciones en las que viven los mismos marinos británicos de los barcos negreros. Willberforce
eleva propuestas al Parlamento británico y en marzo de 1807 por fin logra su triunfo cuando la
Cámara aprueba la Leyde Abolición del Comercio de Esclavos, que establecía que ningún barco
negrero podía salir de un puerto británico a partir del 1 de mayo de 1807 y además, ninguno
tampoco podría desembarcar en cualquier puerto británico a partir del 1 de marzo de 1808; también
se quería mostrar la ley a todas las naciones del mundo y no ocultaba su intención de utilizar la
fuerza para acabar con los barcos negreros si fuera necesario. Sin embargo, esta ley fue inútil en ese
momento, pues la esclavitud todavía no sería suprimida hasta unas décadas más tarde.

Entre 1807 y 1815 se daría la segunda fase, una época de transición. Tras la ley de 1807, Gran
Bretaña pidió al resto de países un derecho de visita recíproco sobre los navíos procedentes de
África para asegurar que ningún barco llevaba esclavos y lo lleva al plano diplomático, presionando
a Francia, España y Portugal. Hay algunos acuerdos, como por ejemplo el firmado entre Gran
Bretaña y España. Luego Londres llevó el abolicionismo al plano de las Relaciones Internacionales
en el Congreso de Viena, durante el cual el Gobierno británico quiso crear un sistema sobre la
abolición y otro sobre la trata; las naciones formulan y acuerdan en febrero de 1815 abolir este
tráfico de seres humanos por considerarlo “repugnante” y “un azote para la Humanidad”. La
represión de la trata, sin embargo, sólo era posible si Gran Bretaña ponía a funcionar la Royal
Navy, algo que hizo además de fundar “tribunales mixtos” para juzgar a los que incumplan esta
recién nacida legalidad internacional y tenían dos sedes, una británica en Sierra Leona y otra
española en La Habana. La abolición de la trata comienza a aceptarse aunque el contrabando sigue
actuando, lo mismo que la esclavitud y la trata.

Capítulo 3:

El comercio de esclavos. Tercera fase. La era


abolicionista
La tercera fase (1815-1886) es la era abolicionista. Gran Bretaña desarrolla una gran actividad en
el campo diplomático firmando tratados bilaterales con países occidentales en los que se suprimía y
reprimía la trata de negros. Estos acuerdos afirmaban el derecho de visita recíproco (derecho de
un navío de guerra de las naciones firmantes a visitar militarmente y detener un navío de comercio
de la otra nación firmante si éste transportaba una carga de esclavos) y la creación de unos
tribunales de justicia mixtos encargados del juicio y condena, en su caso, de los negreros
capturados, y se instalan en las colonias; tras el juicio y condena de los navíos, los esclavos son
liberados. Estos tribunales mixtos se suprimieron a finales de los años 60 del siglo XIX.

Los tratados bilaterales fueron firmados entre Gran Bretaña, Portugal y España en 1817 aunque
Portugal seguía manteniendo la trata de negros hacia Brasil; estos acuerdos establecían que sólo los
barcos cargados con esclavos podían detenerse y entonces, los negreros echaban a sus esclavos al
mar. Para evitar tamaña salvajada, en los años 30 se introdujeron en los tratados la cláusula del
equipo o indicios prima facie (a primera vista). Habrá que esperar al Tratado Anglo-
Norteamericano de 1862 para que la trata se dé por extinguida porque casi todos los barcos llevan
matrícula norteamericana; además, un negrero izaba la bandera de EEUU para proteger su barco
ante la inexistencia de acuerdos con Gran Bretaña y la imposibilidad de asaltarlo.

41
Historia de los países afroasiáticos

Una vez suprimida legalmente la trata, en Occidente el movimiento abolicionista continuó. Gran
Bretaña fue el primer país en plantear la abolición de la esclavitud: en agosto de 1832, la Cámara de
los Comunes abrió un comité que presentó en mayo del año siguiente la Leyde Emancipación
General con una doble condición: indemnización a los propietarios de esclavos y puesta en marcha
de medidas de aprendizaje a los cautivos. En agosto de 1833 se aprobó la ley y un año después se
puso en marcha. En febrero de 1838 se propuso para agosto de ese año la supresión del aprendizaje
a los cautivos, quedando abolida la esclavitud en el Imperio británico.

En Francia se desarrolla y se extiende la campaña a favor de la supresión de la esclavitud pero no


será hasta después de 1830 cuando haya leyes que propugnen la abolición de la misma. La
eliminación en las colonias inglesas y la publicación de una bula pontificia del Papa Gregorio XVI
en 1836 condenando la trata de negros y la esclavitud, harán posible un cambio de rumbo en la
política francesa. Pero no será hasta después de la revolución de 1848 cuando se suprima la
esclavitud en las colonias francesas.

El resto de Occidente siguió este camino pues a lo largo de varios años se decreta la abolición de la
esclavitud en varios países. Asimismo, en EEUU se suprimió durante la Guerra de Secesión y tras
el Tratado con Bretaña, el presidente Lincoln hizo en 1863 la Declaraciónde Emancipación,
Enmienda 13 de la Constitución norteamericana, aboliendo la esclavitud y aprobando la igualdad de
sufragio para blancos y negros, aunque éstos no se beneficiaran todavía de la nueva situación de
forma completa por la oposición sureña. Los últimos países occidentales en seguir este camino
fueron España y Brasil.

En 1879 el rey belga reunió a las potencias occidentales en la Conferenciade Bruselas para que se
estableciera una política común contra el comercio de negros. La Conferenciade Berlín de 1885 se
planteó esta cuestión, incluida en el Acta II de sus conclusiones, oponiéndose frontalmente a la
esclavitud. En otra conferencia celebrada en la capital belga entre 1889 y 1890 se pedía acabar con
la trata de negros, manifestando su voluntad de poner fin a los crímenes que genera el comercio de
esclavos africanos, proteger eficazmente las poblaciones aborígenes de África y asegurar a aquel
continente los “beneficios de la paz y la civilización occidental”. Pero la trata negrera permaneció
en el oriente africano y en el mundo islámico hasta el siglo XX.

España tuvo cuatro fases en la abolición de la esclavitud: antecedentes (antes del siglo XIX hay
algunas formulaciones sobre la trata), entre 1811 y 1860 (fase diplomática), 1860 y 1870 (era de
conciencia y despliegue de las sociedades abolicionistas), 1870-1886 (etapa legislativa, reformas
que suprimen la esclavitud en Cuba y Puerto Rico).

En la fase de antecedentes, antes del siglo XIX, hay manifestaciones aisladas en contra de la
esclavitud. Desde finales del siglo XVI a inicios del XIX, España no se cuestiona el tráfico negrero
ni la esclavitud, se dictan muchas normas para su mantenimiento y para mejorar este tipo de
comercio de humanos. En la segunda mitad del siglo XVIII en España se da la libertad de comercio
negrero mediante la Real Cédula de febrero de 1789.

En la fase diplomática (1811-1860) se plantea la idea abolicionista en España y esta etapa se


caracteriza por darse los precursores, en los que surgen ideas de forma individual para luego
extenderse, además de darse en esta época las presiones británicas sobre España para que
promulgue la abolición de la trata, algo que se concreta en varios tratados. Será Isidoro Antillón el
que en abril de 1802 pronuncie en la Real Academia Matritense de Derecho Español y Público un
discurso que n se publicó hasta una década después por su dura crítica a la esclavitud. Tras años de
silencio, una nueva manifestación antiesclavista se dio en las Cortes de Cádiz, donde en marzo de
1811 el diputado por México, Guridi Alcocer, presentó una proposición en la que proponía la
supresión de la trata y la abolición de la esclavitud; su discusión fue aplazada pero al final el

42
Historia de los países afroasiáticos

diputado Agustín Argüelles propuso también la supresión inmediata. Ambas proposiciones fueron
rechazadas pero se acordó que se formara una comisión que estudiase si la abolición de la trata era
viable. Al final no llegó a puerto alguno. En 1815, el Gobierno tuvo que ocuparse del tema tras la
Declaración de Viena y las presiones británicas. Se firma en 1817 el Tratado Hispano-Británico, en
el que se afirmaba que en 1820 la trata de negros española se acabaría, aunque realmente ocurriría
lo contrario, pues la trata aumentó espectacularmente hacia Cuba con la complicidad de Madrid.

Durante el Trienio se propuso acabar con la esclavitud por el padre Varela pero no llegó a ningún
sitio. En 1835, en plena guerra carlista, Gran Bretaña firma con España un nuevo tratado en 1835
que reforzaba el de 1817, y aunque no tuvo efectos inmediatos, se pusieron en marcha los tribunales
mixtos, el español en La Habana y en Sierra Leona el británico, pero Madrid no tenía una intención
clara de suprimir la trata de negros porque no había leyes internas que sustentasen los tratados
bilaterales. En 1845 se promulga la Ley Penalde Abolición y Represión del Tráfico Negrero a
instancia británica aunque las penas fueran suaves y la ley no produjera ningún efecto, pues el
artículo 9 decía que no se podía entrar en las haciendas para comprobar que habían recibido un
cargamento de negros. Con la ley de 1845 se empieza a ver un cambio de actitud de los hacendados,
que para mantener la esclavitud, ven necesario suprimir la trata tras varias rebeliones de esclavos
(como la sublevación de “la escalera”, fomentada por cargos libertos de clase media, que
desapareció tras ella) y seguir el modelo del sur de EEUU.

La fase de toma de conciencia (1860-1870) vive la fundación de la Sociedad Abolicionista de


España en 1865, que duró sólo un año pues al año siguiente, el Gobierno la suprimió. A pesar del
cierre, el Ejecutivo se dio cuenta del arraigo del abolicionismo en la sociedad y que había que ser
coherente con los tratados internacionales. La Leyde Represión y Castigo del Tráfico Negrero de
1867 imponía severas sanciones a los infractores y es considerada esta norma como continuación de
la del 45 pero de total iniciativa española, sin presiones extranjeras. En 1866, en Madrid se reúne la
Junta de Ultramar, para informar a los colonos españoles sobre la posibilidad de acabar con la
esclavitud con la oposición cubana y el apoyo de Puerto Rico. En 1868 la Revolución Gloriosa y la
Guerra de los Diez Años en Cuba influyen en el proceso abolicionista, pues la primera se hizo eco
de las reivindicaciones abolicionistas, pero las Cortes del 69 no lo solucionan hasta que en 1870 se
inicia la fase legislativa.

Dicha fase se da entre 1870 y 1872, etapa en la que el ministro de Ultramar, Segismundo Moret,
hace posible la resurrección del tema en las Cortes. En 1870 se promulga la Ley Moret o “vientres
libres”, que pese a sus limitaciones hizo posible que los hijos de las esclavas se liberasen, al igual
que los esclavos mayores de 60 años y a los que hubiesen luchado con el ejército español. Tras la
Paz de Zanjón, se presenta un proyecto de abolición de la esclavitud y fue aprobado en 1880 bajo el
Gobierno de Cánovas, quedando abolida la esclavitud en Cuba, siendo sustituida por el régimen de
patronato, que se mantendría en un plazo limitado de 8 años. Finalmente, en 1886, se suprimía el
patronato, dos años antes de lo previsto, por iniciativa de diputados cubanos, y así, la esclavitud
quedaba definitivamente suprimida en Cuba. El Gobierno español quería ahora renegociar los
tratados con Gran Bretaña porque había cumplido sus compromisos internacionales. En 1890,
Londres y Madrid firmaron nuevos acuerdos.

Capítulo 4:

La colonización del áfrica islámico-


mediterránea

43
Historia de los países afroasiáticos

Los comienzos de la presencia y conquista europeas en esta extensa región africana se sitúan en el
siglo XV: en 1415 Portugal ocupa Ceuta y en 1497 España conquista Melilla y otros puertos
norteafricanos del Magreb. En todo el norte de África los poderes locales están en manos de
soberanos indígenas o de representantes de la soberanía turca desde el siglo XVI. Por todas estas
zonas actúan los corsarios, que forman verdaderas corporaciones que entran en conflicto con los
soberanos de Argel y Túnez y los sultanes de Marruecos. En Argel se constituye en 1518 una
Regencia bajo soberanía otomana llegando a ser la principal base turca en Occidente, y en Túnez un
bey impone su autoridad también bajo la soberanía de Estambul. Todos estos puertos comercian con
Europa durante los siglos modernos. Mientras, Marruecos construye un Estado monárquico
organizado en el siglo XVI, con capital en Marrakech, bajo la dinastía saadiana, continuado en el
XVII por la dinastía alauita al frente del sultanato, con capital en Mekines. Esta situación se
mantiene hasta inicios del siglo XIX. Así, en el África mediterránea los diferentes países desde
Argel a Trípoli continúan bajo el yugo turco y en el Magreb, Marruecos se declara independiente
mientras Egipto se organiza como un Estado con una práctica autonomía.

Es a inicios del siglo XIX cuando se activa la presencia y acción coloniales europeas en el norte de
África, centrándose tal acción principalmente en torno al Magreb por los franceses y el Nilo por los
ingleses. En principio, como consecuencia de los enfrentamientos y rivalidades entre Francia e
Inglaterra en los años de la Revolución y el Imperio (1789-1815), el norte de África se incluye en la
esfera de la actividad política y militar de ambas potencias con las luchas entre franceses e ingleses
en Egipto. Tras estos episodios, y ya avanzado el siglo XIX, Francia e Inglaterra se interesarían por
controlar Argelia y Egipto, iniciándose su decidida acción colonial en esta región.

Así, cuando Francia se decide a actuar en Argelia, ésta se encontraba la soberanía del Imperio
turco. Desde tiempos anteriores había relaciones comerciales entre franceses y argelinos, que desde
1827 desembocan en rivalidades y choques aprovechados por el rey galo Carlos X, para, con el
pretexto de dominar la piratería argelina en el Mediterráneo, enviar una expedición militar que
invadió Argel en 1830 y tras la capitulación del “bey”, ocupa la ciudad y parte de Argelia, con lo
que se inicia la conquista francesa, que se divide en varias fases: desde 1830 a 1847, con las luchas
con los autóctonos; entre 1848-1857 se incorpora toda Argelia a la soberanía francesa aunque se
producirán incidentes hasta 1871. La conquista fue seguida por la ocupación y la colonización
estableciéndose en el país colonos europeos, y así a la fase citada de conquista y ocupación del país
por los militares entre 1830 y 1870, siguió desde 1870 a 1930 la nueva fase de los colonos, con el
poblamiento francés del territorio argelino. Francia, extendiéndose desde Argelia ocupó Túnez bajo
un régimen de protectorado, por el Tratado de Bardo firmado con el “bey” de Túnez en 1881 y la
Convención de Marsa en 1883, que se prolongó hasta mediados del siglo XX.

Por otra parte, en Egipto se enfrentaron ingleses y franceses en 1798-99, y posteriormente


Mehemet Alí estableció las bases del Estado moderno entre 1805 y 1847 consiguiendo una práctica
autonomía respecto al Imperio turco. Desde 1848, bajo el gobierno de sus sucesores, ingleses y
franceses rivalizaron por obtener concesiones económicas en Egipto, y así mientras Gran Bretaña
logró la de la construcción del ferrocarril Alejandría-El Cairo-Suez en 1850, Francia consiguió
en 1854, gracias a las gestiones del ex cónsul Lesseps la construcción y explotación del Canal de
Suez, que es inaugurado en 1869. El entonces “jerife” de Egipto, Ismail, que poseía casi la mitad de
las acciones del Canal, las vendió en 1874 a Inglaterra, que a partir de entonces controló el Canal
junto con Francia. Sin embargo, Londres fue imponiendo desde entonces de manera progresiva su
presencia y su dominio sobre Egipto, que es ocupado militarmente en 1882 y puesto bajo tutela de
Gran Bretaña, que estableció un protectorado sobre el país del Nilo. Finalmente, las rivalidades
franco-británicas se resolvieron con un acuerdo entre ambos países en 1904 que repartía el norte de
África entre ambas potencias: Francia se quedaría con Marruecos, Argelia y Túnez, mientras Gran
Bretaña controlaría Egipto.

44
Historia de los países afroasiáticos

Capítulo 5:

La colonización del áfrica subsahariana hasta


la conferencia de Berlín
En África occidental, hasta el golfo de Guinea, la actividad colonial se centra en las rivalidades
entre Francia y Gran Bretaña, y se localiza por parte francesa en Senegal y Gabón; por Inglaterra en
Gambia, Sierra Leona, Costa de Oro y Nigeria; Alemania controlaba Togo y Camerún; Portugal, en
la Guinea Portuguesa y España en Guinea Ecuatorial. La expansión europea en esta zona se dio
gracias a las bases europeas de épocas anteriores. Tres factores fueron decisivos: el desarrollo de un
comercio importante de aceites vegetales para fabricar velas y jabones; los asientos jurisdiccionales
fruto de las relaciones comerciales, germen de las futuras colonias; la debilidad financiera de las
bases occidentales.

Francia desplegó su actividad colonial en esta región, siendo Senegal su principal área de acción:
desde 1854 el gobernador Faidherbe realizó una intensa tarea de colonización haciendo de Senegal
un importante centro colonial francés en la región y transformándola en útil base de operaciones
para la penetración francesa hacia el interior colonial sudanés, y en 1880 Gallieni se extendió en
dirección al Níger y al Tombuctú; igualmente, la acción francesa abarca las zonas de Dahomey,
Costa de Marfil y Guinea. Otra área geopolítica de acción colonial francesa fue Gabón, donde en
1848 fundó la ciudad de Libreville; en 1880, Gabón sirvió de base para la explotación e
incorporación del Congo norte por Brazza.

La presencia británica en la zona estuvo muy repartida en diversos territorios, con establecimientos
en varias colonias de la costa: Gambia, Sierra Leona (con la fundación de Freetown en 1788, fue
colonia británica desde 1808), Costa de Oro fue declarada colonia en 1874; y la colonia de Lagos
(Nigeria) tiene ese carácter desde 1861 por la firma de un tratado entre Inglaterra y el rey de Lagos;
a partir de esos territorios, Inglaterra penetró hacia el norte del Níger, entrando en rivalidad con los
franceses.

Por su parte, otras presencias coloniales en la región fueron: la de España, que comenzó su
establecimiento definitivo en Fernando Poo en 1843 (tras un primer intento fallido el siglo pasado)
y después de ser abandonada la isla por los ingleses en 1832, donde se había establecido y fundado
la ciudad de Clarence (futura Santa Isabel) en 1827, así como la exploración e incorporación de Río
Muni; Alemania estableció su soberanía sobre Togo y Camerún en 1884.

En África central o Ecuatorial se transformó en punto de choque entre varias potencias europeas
que pugnaban por extender sus respectivas zonas de influencia colonial en torno a la vasta región
del Congo. Desde el norte presionaron Francia desde Gabón y Alemania desde Camerún; desde el
sureste lo hacía Inglaterra hacia los Grandes Lagos y desde el sur, en Angola era Portugal; ingleses
y portugueses firmaron un tratado en 1884 fijando los límites de sus respectivos territorios.

La gran rivalidad en la zona se planteó entre Francia y Bélgica. El país galo se había extendido
desde Gabón a través de acuerdos con los monarcas de la zona, ocupando la región norte del Congo
por las exploraciones de Brazza entre 1875 y 1884, de la que sale con un tratado por el cual se
confirma que Francia controlará esa zona al norte del Congo. Bélgica se estableció en todo el
Congo gracias a la actividad del rey Leopoldo II y a las exploraciones de Stanley, que también
firmó varios tratados con los indígenas. Así, como se ha visto, Stanley tras su primer viaje por
África central a inicios de los 70, entre 1874 y 1877 atravesó el centro de África desde Zanzíbar
hasta el Congo en el Atlántico; al tiempo, Leopoldo II fundó en 1876, en Bruselas, la Asociación

45
Historia de los países afroasiáticos

Internacional Africana aspirando a conquistar el Congo, para lo que entró en contacto y se asoció
con Stanley a través del Comité de Estudios del Alto Congo. Desde en torno a 1879, Stanley
colaboró con Leopoldo II con la finalidad de imponer sobre el Congo el régimen colonial
representado por el rey belga, ocupó en 1881 el sur del Congo (lo que despierta recelos en Francia,
Gran Bretaña y Portugal); en ese mismo año, el rey belga disuelve el Comité de Estudios del Alto
Congo, formando la Asociación Internacional del Congo; finalmente, Stanley consiguió con la
firma de varios tratados con los indígenas la posterior fundación y reconocimiento en 1885 del
llamado Estado Libre del Congo, dependiente de Leopoldo II.

En África oriental y Madagascar se experimenta la conciencia de la expansión colonial europea,


sufriendo además la rivalidad de las potencias europeas: las rivalidades anglo-francesas o las
rivalidades anglo-alemanas, además de la entrada de Italia en la zona. Desde el Índico se inicia la
conquista y la colonización: Italia desarrolló su acción colonial entre 1870-1880 sobre las costas del
Mar Rojo, en Eritrea y Somalia. Alemania se instaló en Tanganica en 1884, tras expediciones y
firmas de tratados con los indígenas, creando el África Oriental Alemana y entrando en rivalidad
con Gran Bretaña. Francia ocupó Obock, en la costa de Somalia en 1882, e impuso un protectorado
sobre Madagascar en 1885.

Gran Bretaña, por su parte, fue estableciendo su dominio paulatino sobre los territorios de África
oriental penetrando desde Egipto por el Nilo desde Sudán y desde Zanzíbar, que fue incorporado al
Imperio británico como un protectorado. En Sudán, Gran Bretaña impuso su autoridad desde 1866,
al tiempo que se extendía al sur formando la provincia de Ecuatoria, y controlando los reinos
interlacustres de Buganda y Kenia. El general Gordon, gobernador de Sudán desde 1877, se tuvo
que enfrentar al movimiento nacionalista sudanés, encabezado por El-Mahdi, que toma la capital,
Jartum, donde muere Gordon. Gran Bretaña también poseería desde 1810 Mauricio y en 1814 se
apropia de las Seychelles, así como en 1884 se establece la Somaliabritánica.

Desde las zonas costeras del África austral se registran actividades coloniales europeas durante todo
el siglo XIX aunque los europeos llevaban allí varios siglos. El establecimiento occidental en el sur
de África había provocado guerras entre británicos y holandeses y entre europeos e indígenas. El
empuje colonial en el África austral procede de la presión de británicos, boers, portugueses y
alemanes: Portugal desde Angola y Mozambique, y holandeses (boers) y británicos, desde los
territorios sureños de África, a lo que se unió el establecimiento alemán en África del Suroeste en
1884.

Portugal promueve desde mediados del siglo XIX el establecimiento de colonos y la penetración
desde Angola y Mozambique al interior de África alegando “derechos históricos” sobre la zona, con
el propósito a largo plazo de ocupar el territorio entre ambas colonias lusas. Así, Lisboa organizó
varias expediciones como las de Porto y Da Silva a mediados del siglo XIX o la de Serpa Pinto en
1877. Estas pretensiones provocaron la rivalidad con Gran Bretaña, que se está extendiendo en
dirección nordeste desde África del Sur, pese a lo cual Portugal mantiene su reivindicación hasta el
ultimátum de 1890, en que cedió ante Gran Bretaña. Los alemanes, por su parte, proclamaron su
soberanía sobre la colonia del África del Suroeste Alemán en agosto de 1884, con la ocupación
militar del territorio que ya estaba siendo colonizado con anterioridad por colonos germanos; en
esta zona se instalan misioneros renanos, se incrementa el comercio y en 1870 se crea una sociedad
comercial aunque los individuos pueden actuar por su cuenta.

En África del Sur, la situación fue siempre más complicada con la presencia y actuación de dos
poblaciones europeas de distinta procedencia, los boers (descendientes de los holandeses
colonizadores) y los británicos, sobre los autóctonos bantúes, produciéndose múltiples conflictos
entre estos tres pueblos. Los holandeses, que se habían establecido en la colonia de El Cabo en
1652, dieron origen a la estable población de los boers que paulatinamente fueron penetrando hacia

46
Historia de los países afroasiáticos

el interior en conflicto con los bantúes. Desde 1795-1815 y como consecuencia de las guerras
napoleónicas en Europa, los británicos ocupan y se establecen en El Cabo, cuya soberanía es
confirmada por el Congreso de Viena, y los boers pasan a depender de Gran Bretaña, asentándose
en estos territorios colonos británicos. Se origina así el enfrentamiento anglo-boer, sobre el fondo
de la población bantú, que se prolongaría a lo largo de todo el siglo.

En un primer período, entre 1833 y 1860 los boers emigran hacia el interior dirección nordeste, es el
Great Trek, separándose de los británicos de El Cabo, y estableciéndose como colonos dedicados a
la ganadería y la agricultura sucesivamente en Natal, Orange y Transvaal. En 1843 los británicos
se anexionan Natal y desde 1852-1854 Londres, que controla El Cabo y Natal, reconoce la
soberanía e independencia del Estado Libre Boer de Orange con la Convenciónde Bloemfontein
y con la Convenciónde Sand River la de República de Transvaal, que en 1860 se transforma en
la República Sudafricana, que elige a Pretorius como su primer presidente. En un segundo
período, entre 1860 y 1899, los británicos realizan diversos intentos para dominar a los boers de
Transvaal, donde se han encontrado yacimientos de oro y diamantes, bien por la anexión directa en
1877 (que fracasa por la reacción boer en 1880-81) y la derrota británica, que obliga a Londres a
reconocer de nuevo la independencia de los Estados boer en la Paz de Pretoria, adoptando la
Proclama de la Independencia de Transvaal en 1880; bien por el aislamiento, al establecer los
ingleses un protectorado suyo sobre los territorios bantúes de Basutolandia en 1868, de
Bechuanalandia y Swazilandia en 1885, y al derrotar a los zulúes en 1879, Transvaal queda
rodeado por los británicos directa e indirectamente.

La creciente actividad colonial desplegada por viajes y exploraciones, descubrimientos y


ocupaciones de territorios africanos antes de 1884, que incrementan las presencias imperialistas
europeas sobre toda África y provocan una serie de rivalidades y enfrentamientos entre potencias
europeas, crean en la conciencia y los intereses internacionales, junto a otros factores, la idea de la
necesidad de la celebración de una Conferencia general que tratara la compleja situación creada en
África.

Capítulo 6:

Conferencia de Berlín y el reparto colonial: el


predominio imperialista europeo en África
En vísperas de la convocatoria de la Conferencia de Berlín, en la que se acuerdan las normas sobre
el definitivo reparto colonial de África, a la situación ya existente desde años atrás, se unieron
nuevos hechos y circunstancias que influyeron en el proceso que llevó a la celebración de la cumbre
en la capital alemana. Por entonces, la distribución colonial no había completado aún la ocupación
total del continente negro, y la acción se localizaba en torno a varios puntos y áreas concretas. Los
más recientes condicionamientos que generan una mayor rivalidad entre los imperialismos europeos
que podían provocar los enfrentamientos coloniales fueron: la confirmación de la presencia inglesa
en Egipto con la ocupación militar (1882) y la penetración hacia el interior por el Nilo, además de la
presión sobre los boers en África austral; la aparición del imperialismo de Leopoldo II sobre el
Congo; la rivalidad suscitada con Francia, tanto por la apropiación de Túnez (1881) y su
penetración desde Senegal hacia el este (1880) como en el norte del Congo (1880-82); la irrupción
del imperialismo alemán con su establecimiento en Togo, Camerún, África Oriental Alemana y del
Suroeste Alemán; el eco provocado en los colonialismos portugués e italiano sobre el territorio
entre Angola y Mozambique el primero y en África oriental el segundo. Ante esta compleja
situación internacional, se plantea la celebración de una Conferencia convocada por Bismarck para
que tenga lugar en Berlín en noviembre de 1884.

47
Historia de los países afroasiáticos

En el conjunto del panorama geopolítico africano se plantean un par de cuestiones concretas que
centran las rivalidades de los colonialismos europeos y que influyen en las actitudes y decisiones de
la Conferencia. Por un lado, se trata de la cuestión de la soberanía territorial y de los países que
podían tener derecho, en principio, a ocupar los territorios africanos interiores para su permanente
establecimiento, dividiéndose los países en dos grupos de opinión: las potencias ya son colonias en
las costas de África que reivindican su derecho y prioridad a penetrar en la zona interior, y las
potencias que defienden que el derecho de ocupación procede de la ocupación territorial efectiva y
del establecimiento firme sobre el territorio. Y en segundo lugar, se plantea la cuestión del
“Imperio colonial continuo”, con la formación y posesión de grandes ejes coloniales que
atraviesan el continente en sentido horizontal o vertical sin salir de la soberanía colonial de un
mismo Estado europeo. Tres proyectos intentaban transformarse en realidad: Francia, con el eje
oeste-este entre Senegal y Gabón por el Sáhara y Sudán hacia Somalia; Portugal en África del sur
entre Angola y Mozambique; y Gran Bretaña, con el eje norte-sur entre El Cairo y El Cabo por
África oriental, central y austral, siendo éste el que se impondrá tras los choques de la crisis del
ultimátum de 1890 entre Inglaterra y Portugal, y el incidente de Fashoda (1898) entre Inglaterra y
Francia, que se resolvieron con sendas victorias británicas.

La Conferenciade Berlín se desarrolló entre noviembre de 1884 y febrero de 1885 con el deseo de
establecer, en un espíritu de entendimiento mutuo, las condiciones más favorables al desarrollo, por
los países interesados en las cuestiones africanas, del comercio y navegación, la civilización y el
bienestar material y moral africanos, así como para fijar las normas internacionales ante nuevas
tomas de posesiones que completen el reparto colonial de África. Las naciones asistentes fueron:
Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Holanda,
Italia, Portugal, Rusia, Suecia y Turquía; no había ningún país africano. Bismarck aceptó la
presidencia de la Conferencia, cuyo objetivo era promover la colonización de África, abriendo el
interior del continente negro al comercio y definir como objetivos concretos de la reunión la
libertad de comercio en el Congo, la libertad de navegación en los ríos Níger y Congo y acuerdo
sobre las formalidades para una válida anexión de territorios en el futuro, y que no se entrometería
en cuestiones de soberanía.

El primer gran obstáculo de la Conferencia fue la navegación en los ríos Congo y Níger. Gran
Bretaña señaló que la situación de ambos ríos era distinta (Londres se oponía a cualquier control
internacional sobre el bajo Níger al considerar que era de gobierno exclusivamente británico y
donde Gran Bretaña desempeñaba las responsabilidades de administración). Entonces, una vez
aclarado este concepto, los británicos se adhirieron a la petición de libre navegación de los ríos,
incluido el Níger, pero bajo su soberanía. Bismarck apoya a Gran Bretaña en esta cuestión y
Londres sale reforzado.

Sin embargo, el principal problema de la Conferencia se da con la cuestión del río Congo y su
cuenca principal. Stanley, el explorador contratado por Leopoldo II de Bélgica, acude a la reunión
como delegado de Estados Unidos y señaló los beneficios del libre comercio, pidiendo la creación
de una zona de libre de comercio para toda África central y con salida en el Atlántico y el Índico.
Londres rechaza esta propuesta argumentando que el Nilo se enmarca en esa zona y quiere evitar
como sea que esa área de influencia llegue más allá de los Grandes Lagos. Francia y Portugal
protestan porque precisamente la salida atlántica al Congo están bajo sus dominios; así, sólo
quedaba reconocer el Estado Libre del Congo, controlado por Leopoldo II. Alemania y EEUU
eran los principales impulsores de esta medida, pero el apoyo británico era indispensable para
desequilibrar la balanza; Bismarck, recordando a Londres su apoyo en la cuestión del Níger, le pide
a los británicos que favorezcan la conversión de la Asociación Internacional del Congo en un
Estado, y fue el momento más crítico de la Conferencia, porque un posible rechazo de Londres
daría lugar a un conflicto territorial en el que Francia Portugal saldrían ganando, quedando abortada
la posibilidad de establecer el libre comercio en África central; al final, Gran Bretaña cedió y aceptó

48
Historia de los países afroasiáticos

la proposición de Berlín y Washington. Así, desde diciembre de 1884 la Asociación Internacional


del Congo intentó atraerse a Francia y Portugal; tras difíciles negociaciones, París aceptó a cambio
de lograr la demarcación de 5º 12´ Sur, que le daba algo de salida al mar, a cambio de que si el
Estado Libre del Congo acababa fracasando, Francia lo ocuparía preferentemente. Portugal recibió
un ultimátum por parte de franceses, británicos y alemanes y tuvo que ceder. El problema de la
negociación territorial del Congo quedaba cerrado.

El Estado Libre del Congo lindaba con el Lago Tanganica y tenía acceso al Atlántico, y su siguiente
paso era protegerlo mediante un acuerdo mutuo entre nacionales que garantizase su neutralidad. La
misma daba a Francia y Portugal el argumento necesario para oponerse a ello, afirmando que esta
neutralidad suponía la trasgresión de sus derechos de soberanía. Bismarck favoreció, en cambio, la
neutralidad porque en tiempos de guerra, los buques de guerra alemanes serían vulnerables ante la
Marina británica en África. Para los británicos, la neutralidad era útil si frenaba a Francia pero
molesta si detenía los propios intereses de Londres en una posible guerra. Al final se acordó que el
país que tuviera territorios en la cuenca del Congo tenía la facultad de proclamarse neutral en esa
zona, y el resto lo respetaría.

El tercer gran problema de la Conferencia era la regulación del procedimiento para lograr territorios
nuevos en África. El punto central estaba en la anexión o el protectorado. Para los británicos, la
anexión era la directa asunción de la soberanía territorial mientras el protectorado, que reconocía el
derecho de los autóctonos a su autogobierno y no llevaba implícitos los derechos territoriales de la
potencia protectora pero controlaba las competencias de Defensa, Asuntos Exteriores, economía,
educación, fronteras, seguridad interior y exterior, etc. Frente a esta diferenciación británica,
Francia y Alemania afirmaron que protectorados y anexiones tienen aparejada una ocupación
efectiva para garantizar que las nuevas adquisiciones fueran reales y no supuestas. Gran Bretaña
rehusó adherirse al principio de que los protectorados llevaban eso implícito, lo que dio a entender
que rechazaba implícitamente la ocupación efectiva para evitar ocupaciones de otros países. Al final
Londres tuvo que aceptar el concepto de ocupación administrativa y judicial, pero Bismarck cambia
de opinión y señala que sólo se requería la notificación de ocupaciones a lo largo de la costa para
adquirir derechos de ocupación hacia el interior.

Tras todas las reuniones y sesiones de la Conferencia, los delegados asistentes a la misma
elaboraron un Acta General que contenía declaraciones, acuerdos y principios, así como normas
respecto a los más importantes asuntos planteados entre las potencias colonialistas reunidas en la
capital alemana, agrupados en varios apartados: sobre liberta de comercio en la cuenca del Congo,
sus desembocaduras y países circundantes, con disposiciones relativas a la protección de los
indígenas, los misioneros y los viajeros, además de a la libertad religiosa; sobre la trata de esclavos
y las operaciones que por tierra o por mar proporcionan esclavos para la trata; sobre la neutralidad
de los territorios comprendidos en la cuenca convencional del Congo; un acta de navegación de
Congo; un acta de navegación del Níger; sobre las condiciones esenciales requeridas para que sean
consideradas efectivas las nuevas ocupaciones en las costas del continente negro, y que establecen
en las relaciones internacionales reglas uniformes respecto a tales ocupaciones que, en adelante,
puedan verificarse en África; y unas disposiciones generales.

La Conferencia concluyó con Francia y Gran Bretaña en muy diferentes situaciones: Bismarck
engañó a Francia; Gran Bretaña logró controlar totalmente el Níger y el establecimiento del libre
comercio en el centro de África y diferenciar entre protectorado y anexión. Leopoldo II logra el
reconocimiento del Estado Libre del Congo. La Conferencia también logró el establecimiento de
esa zona pero los acuerdos del Acta Final apenas se pusieron en práctica: la navegación en el Níger
y en el Congo fue más bien controlada por las potencias que los poseían que por la Comunidad
Internacional, pues la comisión que tenía que controlar esa circulación no se constituyó y el libre
comercio evolucionó más bien hacia el monopolio.

49
Historia de los países afroasiáticos

Capítulo 7:

La partición de África y el imperialismo


La Conferencia de Berlín señaló el hecho de la partición de África pero el verdadero imperialismo
de reparto data de la generalización en torno a 1890 de la noción de “esfera de influencia”, contrario
al concepto de ocupación efectiva; el primero aparece en el Tratado Germano-Británico en abril de
1885 sobre el golfo de Biafra. La expansión colonial en África fue para Europa una cuestión
subordinada a las alianzas en Europa. Además, la aceleración del reparto fue en función de las
normativas y del progreso técnico, tratando de asegurar el futuro de la industria en pleno desarrollo.

Entre 1885 y 1904 se reparte toda África, consolidándose el colonialismo occidental en el


continente negro a lo largo de un proceso en el que se dan tres tipos de hechos interrelacionados
entre sí: ocupaciones territoriales, rivalidades que resultan de las ocupaciones, y tratados que
regulan las citadas rivalidades, con lo que se configura el definitivo mapa colonial de África. Desde
1885 los antiguos y nuevos imperialismos se extendieron por la totalidad de los territorios africanos
efectuando rápidas ocupaciones y esforzándose por consolidar y aumentar sus colonias,
completando así en estos años la empresa ya iniciada y transformando la totalidad de África en un
gran mosaico de colonias europeas.

Entre 1885 y 1890 se produce la ocupación de África central y occidental y no sin ciertas
dificultades, dándose la rivalidad franco-británica por cuestiones de prestigio nacional, equilibrio
político, control estratégico e intereses económicos. Francia se expandió desde Senegal al Alto
Níger y el Lago Chad, y el África Ecuatorial hacia 1910. en 1891 se creó el Congo francés y
llegó a Gabón, cuya capital era Libreville; en 1899, llegó hasta Fashoda, con Marchand al frente
pero los británicos rechazaron la expedición. En 1910 se crea la Federación del África Ecuatorial
Francesa, integrada por varios territorios (Gabón, la actual República del Congo, la República
Centroafricana y Chad). Gran Bretaña, que ya estaba asentada en Gambia, Sierra Leona, Costa de
Oro y Nigeria, inicia ante la expansión francesa una nueva política y envía expediciones al interior
de Costa de Oro y Lagos, ocupando el norte de Costa de Oro y la zona interior del Níger,
quedando como único Estado independiente Liberia. Alemania se extiende al interior con el
objetivo de consolidar Camerún en 1902 y llegó a un acuerdo con Francia y Gran Bretaña para fijar
sus fronteras. Luego, el Estado Libre del Congo permanece bajo el férreo mando de Leopoldo II
hasta que, presionado internacionalmente, el rey belga cede al Gobierno de su país en 1908 la
administración de ese territorio, pasando a ser ahora el Congo belga.

La ocupación de Rhodesia y Nyassa será obra de Cecil Rhodes y sus seguidores, que impidieron a
Portugal unir Angola y Mozambique y que los alemanes conectasen el África del Suroeste Alemán
y Tanganica. Los británicos se extendieron y ocuparon diversos territorios de la región y en 1904,
Nyassa pasaría a ser colonia británica. Desde Nyassa, los británicos ocuparon la parte central de la
futura Rhodesia del Norte y el oeste será conquistado por una compañía de Rhodes (la Compañía
Británicade África del Sur) y el resto será a finales del siglo un protectorado británico; los
ingleses las unen en 1911 con el nombre de Rhodesia del Norte (futura Zambia). Desde 1888,
Rhodes obtiene la concesión en el territorio que en 1895 se convierte en Rhodesia del Sur, futura
Zimbabwe.

50
Historia de los países afroasiáticos

En África oriental la situación era muy compleja y sólo Etiopía mantenía su independencia
derrotando a Italia en Adoua en 1896, ante el intento de los italianos, que ya estaban en Eritrea y
Somalia, de ocupar el país. El resto de la zona caerá bajo dominio colonial. Alemania controlaba
Tanganica a través de una compañía que ocupaba casi todo el territorio en 1890. Desde allí dominó
los reinos de Ruanda y Burundi, formando el África Oriental Alemana. Alemania y Gran Bretaña
se reparten sus zonas de influencia por los acuerdos entre ambos en 1886 y 1890, por lo que
Alemania consolida ese África Oriental Alemana y Gran Bretaña su África Oriental Británica,
que comprendía Kenia, Uganda, parte de Somalia y el protectorado de Zanzíbar. En Somalia los
franceses se establecieron en la costa de Dbock en 1884; hasta el 86, los ingleses establecen su
propio protectorado en la costa norte de Somalia y en 1891 es reconocida la Somalia italiana.

En el África austral, entre 1881 y 1902 se endurecen las posturas y estalla la guerra anglo-boer
entre los británicos y los descendientes de colonos holandeses, por la organización económica de la
región y el estatuto de los vitlanders (descendientes de inmigrantes ingleses en territorio boer). En
el aspecto económico, británicos y boers chocaban por el tema del ferrocarril, sobre todo dos
hombres, Cecil Rhodes (principal capitalista de África austral y desde 1890, primer ministro de El
Cabo) y Paul Kruger (presidente de Transvaal entre 1883 y 1902). Las rivalidades se intentaban
solucionar mediante una confederación pero los boers de Transvaal se negaron a llegar a acuerdos
para repartirse el transporte de oro entre las tres líneas ferrocarriles que llevan a El Cabo, Durban y
Lourenço Marques (futura Maputo); los boers querían que oro sólo atravesase por su territorio
mientras Rhodes ambicionaba que El Cabo participase de dicho transporte, por lo que el futuro
económico de la ciudad corría peligro si no lo lograba. El “casus belli” fueron las condiciones de
los vitlanders de Transvaal, que en 1895 crean el Comité de Reforma. Rhodes, convencido de que
los vitlanders se rebelarían contra los boers, ordena la invasión de Transvaal con la “Jameson
Raid”, que resultó tal fracaso que Rhodes se vio obligado a dimitir. En 1897 se da una alianza
militar entre Orange y Transvaal, las dos repúblicas boer. Pero los ingleses irán preparando armas
contra los boers, intentan que cedan en la cuestión del oro pero en 1894 las negociaciones fracasan
y los británicos concentran sus fuerzas en Natal. Kruger envía un ultimátum a Londres, exigiéndole
la retirada incondicional de tropas y Gran Bretaña, desoyendo esta petición, declara la guerra a los
boers. Entre 1899 y 1900 los boers van ganando el conflicto (en diciembre los ingleses fueron
derrotados en su particular “Semana Negra”) pero los ingleses se rearman y retoman la iniciativa.
En 1900 Gran Bretaña conquista Bloemfontein y Pretoria, se acercan a Orange y en octubre cae
Transvaal. Kruger tiene que marchar al exilio a Europa y los boers llevan a cabo una guerra de
guerrillas que continúan hasta mayo de 1902 cuando se firma la Paz de Vereeniging, un “pacto
entre caballeros” por el que los boers reconocen la soberanía del rey de Inglaterra y las dos
repúblicas boers (Transvaal y Orange) quedan bajo administración militar británica durante un
tiempo determinado, pero se respetan los aspectos políticos y económicos que hicieron posible la
reconciliación entre 1902 y 1910 (en 1906 se concede la autonomía a Transvaal y al año siguiente, a
Orange). En mayo de 1910 se proclama la Unión Sudafricana, integrada por El Cabo, Natal,
Orange y Transvaal, con una Constitución propia cada Estado, con una estructura federal y como
dominio dentro del Imperio británico.

Por otra parte, la aceleración del reparto lleva a la rivalidad entre potencias imperiales en África que
se enmarcarán en los “98” de Portugal (en 1890 con la crisis del ultimátum y en 1898 cuando
Alemania y Gran Bretaña preparan en un acuerdo secreto el reparto de Angola y Mozambique a
espaldas de Lisboa), Italia (en 1896 con la derrota de Adoua, que derriba el proyecto de la Abisinia
italiana), Francia (crisis de Fashoda en 1898 cuando las expectativas galas sobre Egipto se
desvanecen por la determinación británica para formar el eje El Cabo-El Cairo y luego a España
pero con Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Es la época en la que todas las potencias latinas sufren
crisis coloniales que influyen en su política interior. También en 1895 un Japón victorioso ante
China cede Liao-Tung ante el ultimátum occidental; en 1905 Rusia sufre su crisis particular con la
derrota ante Japón y en 1896 la propia Gran Bretaña tiene que aceptar el ultimátum de Estados

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Historia de los países afroasiáticos

Unidos para que abandone Venezuela. Estos “98” son el primer intento serio de redistribución
colonial que continuará hasta la Primera Guerra Mundial con el reparto de los Imperios otomano y
alemán por Francia, Gran Bretaña y Japón. Las grandes potencias resuelven el problema del reparto
redistribuyendo las colonias de antiguas potencias pero sin apenas poder económico, industrial o
militar necesario para mantener sus dominios sobre esas zonas. Así, se destaca el fracaso de las
potencias latinas (no industrializadas) frente a las industrializadas potencias anglosajonas, se rompe
el mundo en esos dos bloques (países industrializados frente a no industrializados).

Esta fase va acompañada de la formulación de la teoría de que las potencias sólo podían mantener
su status incrementando su poder más allá de sus fronteras (cuando está todo ya repartido) y se
difunde el “darwinismo social” (la teoría de la selección natural de Darwin) para la política
internacional, se aplicó para hablar del ocaso y el declive de las potencias latinas y justifica el
imperialismo y la competencia entre naciones, la guerra es considerada un mecanismo de evolución
social por el que las naciones fuertes reemplazan a los débiles, siendo su teórico principal lord
Salisbury, primer ministro británico, que divide el mundo en “naciones vivas” y “naciones
moribundas” (las más poderosas y las más decadentes, respectivamente). Salisbury ve inevitable el
choque de los imperialismos pero un futuro inmediato en el que el Derecho Internacional sólo sirva
para el reparto, para evitar el enfrentamiento entre las naciones “vivas” que comienzan su auge tras
la derrota francesa en Sedan en 1870 ante Prusia. Los “98” se caracterizan también por el uso de
nuevos instrumentos diplomáticos: el acuerdo o convenio de reparto, un acuerdo informal entre
dos grandes potencias para hacerse cargo de un territorio “mal protegido” (una potencia latina); un
tratado de garantías, por el que una gran potencia se compromete a defender a una potencia débil
frente a un tercero a cambio de una cesión de soberanía; el ultimátum, un método disuasivo en el
que el fuerte amenaza al débil con el fin de su poder si este último no se somete a su voluntad.

Capítulo 8:

El proceso de los '98'


El proceso de los “98” se da con el fin de los Sistemas Bismarckianos y la indefinición de la paz
armada, Gran Bretaña busca aliados para romper su tradicional aislamiento, EEUU comienza su
expansión colonial en la zona del Canal de Panamá, son los años del despojo de China, y Francia
intenta poner fin a su aislamiento diplomático. Es un momento de tanteo de alianzas.

El “98” portugués se da cuando a Portugal se le frustra la unión territorial de Angola y


Mozambique, es la crisis del ultimátum o del “mapa de color de rosa”. Lisboa, desde 1885 a
1890, organiza expediciones e intenta ocupar el interior de Angola y Mozambique pero no dispone
de recursos suficientes para hacer frente a una empresa opuesta a los intereses coloniales británicos
en África. En 1887 se hace público un mapa del África meridional portuguesa en el que Angola y
Mozambique aparecían unidos en tono rosa, de ahí que se hable del “mapa de color de rosa” que
simbolizaba el deseo luso de lograr Zambia y Rhodesia del Sur. En 1886 Portugal había firmado
tratados con Francia y Alemania que confirman sus sueños imperiales y durante 1888 y 1889 se
proyecta la ocupación de las zonas en litigio y el mayor Serpa Pinto estudia el terreno, proyecta
unir mediante ferrocarril el Lago Nyassa con la costa oriental. Gran Bretaña había rechazado el
“mapa de color de rosa”, amenazando al Gobierno luso de posibles consecuencias. Las actividades
de Serpa Pinto determinan las relaciones entre Londres y Lisboa y el 11 de enero de 1890, Londres
envía un ultimátum al Ejecutivo portugués, exigiendo la retirada inmediata de las fuerzas lusas de la
región de Chire (futura Rhodesia). Ante la amenaza de guerra, Portugal cede y evacua sus tropas,
dimitiendo todo su Gobierno dos días después. El pueblo portugués se rebela contra Gran Bretaña

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Historia de los países afroasiáticos

pero también contra su Rey, al que acusan de débil. En agosto de 1890 se acepta la regulación con
Gran Bretaña de las fronteras africanas pero ello no consolida la posición internacional lusa, que a
ojos británicos y alemanes era una “nación moribunda”. Así, en 1898 Londres y Berlín se ponen de
acuerdo para repartirse los territorios lusos en África a través del Acuerdo Anglo-Alemán,
desarrollado en tres documentos: un Convenio en el que los dos firmantes prevén su postura para el
caso de que Portugal solicitara ayuda financiera a uno de los dos, y deciden prestarle el dinero que
pida con la garantía de las rentas de Angola, Mozambique y Timor; un Convenio secreto en el que
se prevé la ingobernabilidad de mantener la integridad de las colonias señaladas y se decide no
permitir la intervención de una tercera potencia y respetar mutuamente las dos zonas cuyas rentas se
han repartido; el tercero es una nota secreta en la que se asegura definitivamente la equivalencia
entre las adquisiciones relativamente conseguidas. Este Acuerdo no llegó a aplicarse pero estuvo
vigente hasta la Primera Guerra Mundial y fue compatible con la garantía formal que en 1899 Gran
Bretaña prestó a Portugal por la que las colonias lusas formarían parte de la esfera de influencia
económica británica en el momento en el que lusos y británicos firman el Tratado de Windsor de
1899, por el que el Gobierno de Londres se comprometía a defender y proteger todas las colonias
pertenecientes a Portugal frente a sus enemigos presentes y futuros; a cambio, Lisboa ayudará a
Gran Bretaña en la guerra anglo-boer.

Por otra parte, el imperialismo italiano está respaldado por Francesco Crispi, un entusiasta
partidario de Bismarck y que intenta aplicar el modelo alemán a Italia sin darse cuenta de que no
puede. Crispi creía que una política exterior activa era la mejor forma de descargar los problemas
internos. Así, resucitó la retórica del Imperio romano y puso sus ojos en Túnez, donde choca con
Francia. Sin embargo, para no chocar con ninguna otra potencia, fijó su objetivo en Abisinia. En
1882-1885, los italianos habían consolidado sus posesiones en territorio abisinio y en la costa del
Mar Rojo sin penetrar hacia el interior todavía pero con la intención de hacerlo. En 1887 los
italianos están seguros de sus asentamientos en Eritrea pero a partir de 1890, la posición del líder
abisinio Negus Menelik ve reforzada su posición interna con las armas modernas procedentes de la
Somalia francesa. Los italianos intentan que el Negus abisinio acepte un protectorado pero esas
presiones robustecen aún más la autoridad del caudillo etíope en un país arrasado por guerras
civiles. En 1894 el general Balaquieri invade el Tigre y proclama su anexión a Italia pero en
diciembre de 1895 2.000 soldados italianos son masacrados y la situación empeora por momentos;
en enero de 1896 el coronel Galiano capitula. Pese a las críticas, Crispi no retrocede. En Abisinia el
general Balaquieri , que sólo puede reunir 25.000 hombres (una tercera parte de lo que reúnen los
indígenas) y se mantiene detrás de la artillería. Crispi le presiona y le acaba destituyendo; sin
embargo, como reacción, Balaquieri lanza una ofensiva desesperada para demostrar a su jefe de
Gobierno sus capacidades militares. La aventura acaba en desastre: el 1 de marzo de 1896,
Balaquieri se ve obligado a retirarse de Adoua y pasa al Patake; la jornada fue terrible para los
italianos, que se ven rodeados por más de 100.000 hombres. Cerca de la mitad de los oficiales y una
tercera parte de los soldados murieron, dos ayudantes del general fallecen, otro es hecho prisionero
y la artillería italiana es capturada. Crispi presenta su dimisión. La situación se arreglará con el
Tratado de Addis-Abeba de ese mismo año, en el que Italia renuncia a Abisinia a cambio del
reconocimiento de las colonias italianas en Eritrea y Somalia.

El “98” francés se dio por el enfrentamiento con Gran Bretaña. Londres controla Egipto a través del
Canal de Suez y a partir de 1882 se produce la ocupación británica del país del Nilo,
estableciéndose un protectorado indirecto a al vez sobre Sudán en 1889, lo que provoca
preocupación en Francia, que cree que las maniobras británicas pone en peligro la política gala, que
no se había nunca resignado a perder Egipto; París ve entonces otras posibilidades: el jéribe egipcio
intenta dar un golpe antibritánico en Egipto y por esas fechas, la alianza franco-rusa daba a París la
confianza necesaria para tratar los asuntos del Canal y, en general, su posición en el Mediterráneo
oriental. Así, a inicios de los años 90 París consideró que podía adoptar una posición más firme en
Egipto, considerando que si se instalaba en el Alto Nilo, podía seguir disputando por Egipto. En

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Historia de los países afroasiáticos

1893 Francia plantea la posibilidad de enviar un contingente de tropas especiales por la antigua ruta
hacia el Lago Chad. La expedición pretende viajar por el interior de África y desde el Lago Chad
hasta Etiopía, bordeando Egipto, para aliarse con Menelik y formar un gran ejército franco-etíope.
Francia buscaba así presionar a Gran Bretaña para negociar el futuro de Egipto, pues París está
convencido de que Londres no se quedará quieto si lleva a cabo con éxito esa maniobra. Hasta 1896
la diplomacia francesa llevó las riendas de la disputa con los británicos sobre el Nilo pero la derrota
de los italianos modificó la política británica en la zona; así, el primer ministro lord Salisbury
ordenó al Ejército anglo-egipcio al mando de Kitchener la invasión de Sudán. El fortalecimiento de
Abisinia hacía preocupante una alianza franco-etíope para Gran Bretaña pues era el primer ejército
africano que había derrotado a otro occidental. Sin embargo, los seguidores de El-Mahdi en Sudán
(los derviches) podían aliarse con los etíopes y los franceses contra el Egipto británico. Así, la
derrota italiana en Adoua disparó las alarmas en Londres, pues querían evitar a toda costa que
Sudán cayese en manos no británicas. La invasión de Sudán lleva a París a poner en marcha su plan.
En junio de 1896 un ejército francés dirigido por Marchand sale desde Brazzaville mientras otro,
comandado por Lagarde, regresa a Addis Abeba para afianzar la alianza con Menelik y desde
Abisinia llegar hasta Fashoda, donde esperaba coincidir con el otro cuerpo de ejército galo. El
avance británico debía ser lento (tenía que vencer antes a los derviches) por lo que lord Salisbury
ordena ir por el sur para adelantarse a los planes franceses, dispone que los militares británicos
marchen de Uganda hacia el norte por el Nilo hasta llegar a Fashoda antes los galos. La lucha
franco-británica por el Nilo pone en marcha cuatro invasiones a la vez de Sudán: los franceses
avanzan desde el oeste y desde el este; los ingleses, desde el norte y desde el sur. Las cuatro
expediciones coinciden en Fashoda. En enero de 1898 Londres envía a Kitchener para que
conquiste Jartum. En septiembre de ese mismo año, el ejército anglo-egipcio derrotaba a los
derviches de El-Mahdi y logra vía libre para llegar a Fashoda rápidamente. A finales de ese mes,
Kitchener pretende llegar a dicha plaza, en la que los franceses llevaban ya tres semanas gracias a la
expedición franco-abisinia. Así, cuando los británicos llegan a Fashoda se encuentran con un puesto
donde ondea la bandera francesa, lo que provoca las protestas del general británico a Marchand.
Ambos esperan órdenes de sus respectivos gobiernos: Francia sigue buscando una discusión con
Gran Bretaña sobre Egipto, a lo que Londres no está dispuesto a discutir, pues Salisbury sólo ofrece
negociar los límites entre Sudán y el Chad. El conflicto parece inevitable cuando una aislada
Francia se tiene que retirar del Nilo no sin antes haber analizado las posibles consecuencias de un
enfrentamiento bélico con Gran Bretaña. A finales de 1898 Francia renuncia a cualquier plan sobre
Egipto, Marchand evacua Fashoda y en marzo de 1899 Londres y París firman un acuerdo en el que
se fija la frontera entre Sudán y el África Occidental Francesa. Tras ello, las maltrechas relaciones
franco-británicas se van recomponiendo; en marzo de ese año se abre un deshielo diplomático que
culmina en 1904 cuando ambos países firman una Entente Cordial concediendo el protectorado
francés sobre Marruecos a cambio de que Egipto siga en manos británicas.

En torno a 1904, casi toda África se encuentra repartida y sometida a Occidente, excepto algunas
zonas limitadas que se irán incorporando a Europa más tarde. Sólo Etiopía y Liberia permanecen
independientes hasta la Primera Guerra Mundial, y la única novedad es la ocupación italiana de
Libia y la situación apenas cambiará.

Capítulo 9:

El mundo colonial y la Primera Guerra


Mundial.
El sistema de Mandatos

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Historia de los países afroasiáticos

Con la Primera Guerra Mundial se producen una serie de cambios en las relaciones entre las
metrópolis y las colonias, creando una nueva situación en sus vínculos de intercambio y
dependencia. Tanto durante el conflicto como tras la posguerra hay cambios no sólo por el declive
del poder europeo sino también por las medidas adoptadas por los países vencedores, entre otros. La
guerra cambia África en el aspecto extenso (poco cambiará a los imperios coloniales, que
mantienen el control, generalmente, a excepción de la redistribución colonial de los territorios
dependientes de los países vencidos) mientras en el aspecto de las mentalidades, la amplitud de los
cambios fue más importante. Así, se puede señalar una situación de estabilidad mantenida por los
imperios coloniales durante el conflicto pero ello tenía sus fallos y puntos débiles, pero ninguno de
los países dependientes y sometidos al régimen colonial llegó a poner a su metrópoli en serias
dificultades; en la India el Partido del Congreso había expresado su deseo de mantener la colonia
asiática en el Imperio británico pero con una amplia autonomía. El dominio europeo sobre los
territorios coloniales permitió arreglar las controversias sobre la redistribución colonial de los
países vencedores y crean una zona de influencia occidental en Oriente Próximo. Los territorios
coloniales habían aportado a las metrópolis mano de obra, tropas indígenas y ayuda económica. La
ayuda de las colonias hizo que algunos planteasen la utilidad de la colonización, aunque la guerra
no cambia la relación entre colonizadores y colonizados. Así, los primeros mantienen su creencia de
superioridad; los segundos pierden respeto por las metrópolis cuando las tropas indígenas aprecian
la brutalidad de la guerra en Europa, contemplan a sus superiores destrozándose los unos a los
otros, para ellos el Viejo Continente pierde todo el prestigio que tenía,

La Primera Guerra Mundial provoca en el aspecto económico la contribución colonial, el esfuerzo


bélico, su aportación de materias primas, mano de obra y la creación de actividades industriales
complementarias a la metrópoli. En el plano social, por la incorporación de los contingentes
humanos coloniales, integrados en el ejército metropolitano, experimentando cambios en sus
actitudes mentales y sociales. En tercer lugar, en el aspecto territorial, por ser enemigos, diversas
regiones de África y Asia cambian y la redistribución colonial acaba en la posguerra manejada por
la Sociedad de Naciones y se transforma su régimen administrativo dependiente de los vencidos en
mandatos administrados por los vencedores. En el aspecto político, se produce un incipiente
desarrollo de los movimientos nacionalistas pues los colonizados han asimilado las ideas de
libertad, democracia y justicia procedentes de Europa y que pretenden utilizar para su liberación.

Tras la guerra se crea la Sociedad de Naciones (SDN) con el sistema de Mandatos, que ocultaba la
redistribución colonial de los territorios dependientes de alemanes y turcos, que pasan a
administración aliada. Durante la guerra, los aliados habían ocupado las colonias alemanas en
África y el Pacífico basándose en la supuesta semiesclavitud a la que se habrían visto sometidas las
poblaciones de dichos territorios, a “explotaciones inhumanas”, y decidieron administrarlas durante
el conflicto en virtud del derecho de conquista y a los acuerdos entre los aliados, como en 1914
sobre Togo y en 1916 sobre Camerún, firmado entre Francia y Gran Bretaña. Al tiempo, en mayo
de 1916 los Acuerdos Sykes-Picot organizan el reparto futuro entre París y Londres de los
territorios árabes hasta entonces bajo dominio turco y ocupados por los aliados a lo largo de la
guerra, en Oriente Próximo. Pero la anexión de estos territorios ex alemanes y turcos se contradecía
con la afirmación mantenida por los aliados de que la guerra se estaba realizando en nombre del
derecho de los principios democráticos y de la liberación de los pueblos. Así, era necesario hallar
nueva soluciones con nuevos principios a través de organizaciones laboristas británicas, que
propusieron que las colonias alemanas de África pasasen a estar administradas por la futura
Sociedad de Naciones y en febrero de 1918 el Partido Socialista Francés apoyó dicha propuesta,
siendo decisiva la opinión del presidente de EEUU, Woodrow Wilson, quien en el 5º de sus
famosos “14 puntos” se refería a los principios coloniales, recogiendo el principio de
autodeterminación de los pueblos: “Arreglo libre en un amplio espíritu y absolutamente imparcial
de todas las reivindicaciones coloniales, basado sobre el respeto estricto del principio que regula
todas las cuestiones de soberanía donde los intereses de las poblaciones interesadas deberán tener

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Historia de los países afroasiáticos

peso igual a las demandas equitativas del gobierno a cuyo título será a definir”, propugnando una
consulta a las poblaciones afectadas para ver lo que decidían.

Todo ello debía pasar por un nivel de discusión y acuerdo antes de concretarse en fórmulas políticas
prácticas: había que tener en cuenta la opinión europea, la situación de las colonias, el marco de las
negociaciones de paz, la realidad del mundo de posguerra, hay que ver cómo se conjugan todos los
intereses, etc. Será el sudafricano Smuts el que encontró la fórmula de compromiso y equilibrio que
hizo posible la aplicación de la teoría wilsoniana a los territorios coloniales a través de los
Mandatos. Esta administración introduce la noción de “tutela internacional” ejercida por un país
colonizador en representación y por mandato de la Sociedad de Naciones sobre un país colonizado
y de cuya acción tutelar debe dar cuenta al organismo internacional. El Mandato se encuentra
regulado en el Artículo 22 del Pacto de la Sociedad de Naciones, en el marco del Tratado de
Versalles de 1919: “Los Mandatos se aplicarán a las colonias y territorios que a consecuencia de
la guerra hayan dejado de estar bajo la soberanía de los Estados que los gobernaban
anteriormente y que están habitados por pueblos aún no capacitados para dirigirse por sí mismos
en las condiciones particularmente difíciles del mundo moderno”. En el punto 3 de dicho artículo
se específica que “el carácter del Mandato deberá diferir según el grado de desenvolvimiento del
pueblo, la situación geográfica del territorio, sus condiciones económicas y demás circunstancias
análogas”, superando teóricamente la dependencia colonial, abriendo el derecho de
autodeterminación de los pueblos en el marco de unas relaciones de tutela. Estos pueblos
dependientes y la administración del Mandato serán conferidos “a las naciones más adelantadas
que por razón de sus recursos, de su experiencia o de su posesión geográfica se hallen en mejores
condiciones de asumir esa responsabilidad y consientan en aceptarla; estas naciones ejercerán la
tutela en calidad de mandatarias y en nombre de la Sociedad”. Así, el Mandato suponía la
introducción del concepto de “responsabilidad internacional” asumido por el Consejo de la
Sociedad de Naciones. Los Mandatos fueron de varios tipos:

- Mandatos A u orientales (Punto 4 del Artículo 22): son los territorios turcos en el Próximo y
Medio Oriente, se los repartieron entre Francia (Siria y Líbano) y Gran Bretaña (Irak,
Transjordania y Palestina).

- Mandatos B o africanos (Punto 5 del Artículo 22): entre Francia y Gran Bretaña. La parte
noroccidental de Camerún y el oeste de Togo, para Londres; el resto para Francia. Tanganica pasa
a manos británicas y el resto de la África Oriental Alemana (Ruanda y Burundi) pasan a Bélgica.

- Mandatos C o coloniales (Punto 6 del Artículo 22): trata sobre el África del Suroeste
Alemán, que la Sociedad de Naciones cede a Gran Bretaña pero Londres se lo da a la Unión
Sudafricana. Los territorios del Pacífico Norte alemán (Islas Carolinas, Marianas, Marshall y
Palao) pasan a depender de la soberanía japonesa. Las islas del Pacífico Sur se dan a Gran Bretaña,
que se las cede a Australia (Nueva Guinea Oriental y Nauro) y Nueva Zelanda (Samoa
Occidental).

Por su parte, por el Punto 7 se establece que el mandatario debe enviar al Consejo de la Sociedad
una Memoria anual concerniente al territorio que tiene a su cargo, para ver si la Sociedad de
Naciones le prorrogaba el Mandato o no,

En Oriente Próximo, durante la Primera Guerra Mundial, el conflicto estuvo condicionado por la
fuerza de los turcos, que hasta entonces dominaban la región y al ser derrotado el Imperio otomano
en el conflicto, se ve obligado a abandonar su soberanía sobre los territorios árabes; el
levantamiento de los pueblos árabes movilizados por un nacionalismo renovador para crear una
nación árabe independiente cuyo núcleo islámico estaría en Arabia aunque dividida y enfrentada
entre el reino del Nedjd (en manos de la familia de los Saud) y el de Hedjaz (gobernado por los

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Historia de los países afroasiáticos

Hachemitas, descendientes del Profeta Mahoma, y con Hussein a la cabeza, siendo él el que
negocie con los británicos). La tercera fuerza está representada por el potencial político-militar de
Francia y Gran Bretaña para llenar el vacío dejado por Turquía y controlar a los pueblos árabes,
movidos París y Londres por los intereses político-militares aliándose a los árabes contra los turcos;
también les impulsaban los intereses económicos para apoderarse del petróleo de la región. Gran
Bretaña desarrolla una iniciativa político-militar con el envío de tropas y agentes como Lawrence
de Arabia (1916, que pacta con Hussein el nacimiento del Estado árabe) pero con la firma de
acuerdos con Francia por el reparto de influencia como el Pacto Sykes-Picot de 1918. Finalmente,
Turquía abandonó la zona, resurge el nacionalismo árabe y Francia y Gran Bretaña ocupan la zona
como administradores a través de los Mandatos A. Francia y Gran Bretaña llevan políticas
diferentes al tener objetivos distintos: Gran Bretaña quería controlar las vías de comunicación
imperiales, y los países del frente occidental de la India y asegurar los derechos de prospección
petrolífera en Irak, dando a los británicos la posibilidad de construir un imperio petrolífero; Londres
apostaba más por el dominio económico que por el político, adapta el liberalismo político a su
preservación de intereses económicos y las concesiones políticas a favor de la independencia árabe
estuvieron unidas a garantías en el aspecto económico. Gran Bretaña dio la independencia a Irak en
1922 formando un reino dirigido por el hachemita Faysal, hijo de Hussein, estableciendo
numerosos tratados en 1926-1927 que por debajo de las concesiones aparentes dejaban en manos
británicas realmente el poder; en 1930 un nuevo tratado transformó el dominio en una alianza
política británico-iraquí y el Gobierno de Bagdad tenía un compromiso internacional y exterior
aunque Gran Bretaña controlaba sus bases militares y velaba por sus propios intereses.

Entre Arabia y Palestina en 1923 Gran Bretaña creó Transjordania, que sobrevivió gracias a la
ayuda al emir hachemita Abdulá. En Palestina la potencia mandataria se encuentra con dificultades
políticas por las contradicciones entre las promesas hechas a árabes y judíos (Declaración Balfour,
1917) y rivalidades entre ambos pueblos durante el Mandato británico. Para ganarse el apoyo de la
comunidad judía europea, el Ministro de Asuntos Exteriores británico Arthur Balfour se
comprometió en una carta dirigida al dirigente sionista británico Lord Rothschild el 2 de noviembre
de 1917 a apoyar la constitución de un Estado judío en la entonces posesión turca de Palestina.

Aunque la declaración señalaba que el nuevo estado no debía causar perjuicio alguno a los derechos
de la población árabe del territorio, este compromiso era claramente contradictorio con la promesa
hecha en el mismo período a los dirigentes árabes que se habían rebelado contra los turcos de
otorgarles el gobierno de Palestina.

Tras la guerra, Palestina fue asignada a Gran Bretaña como mandato de la Sociedad de Naciones.
En adelante, los intentos británicos de reconciliar ambas promesas marcaron el inicio de los
problemas posteriores en esa zona del mundo.

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