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BIBLIOTECA ATRIUM DE LA EBANISTERIA COLECCION TECNICA DE BIBLIOTECAS PROFESIONALES ese aU BIBLIOTEC. BL ENNISUUSIUEN LOS MATERIALES ____ Sumario 1. El maestro ebanista: una huella para SIEMPIE - La imagen del ebanista - Proyectos por ordenador - Ebanista versus carpintero -Elebanista y la madera... ~El peso dé la MOda en - Los muebles eternos del ebanista - Antes y después del ebanista - El arquitecto ebanista .. ~ El origen del disefio industrial . - Ia revolucién de los muebles seriados Arquitoctos-obanistasdiseniadores industriales.... - Bl campintero que liegé a ebanista .. -El ebanista ante la industria seriada - El taller ideal del ebanista ~ Caracteristicas fundamentales de la ebanisteria clasica - la ebanisteria tradicional en nuestros - Caracteristicas de la ebanisteria actual “La moda del disefo .. e - E valor afadido de un mueble de east El peligro del «gato por liebre» - Los estilos que se levan ~Cadencia cfclica 2, lamadera -Eetructura de la madera Propiedades fisicas .... ‘Tipos y clasificacion - Maderas de coniferas .. - Maderas de frondosas - Especies bésicas -Maderas de construccién = Museos con piezas de ebanisteria artistica - Maderas de carpinteria ~ Carpinterfa de armar - Carpinteria de vehiculos ~ Carpinteria naval «0.0 - Carpinteria aerondutica -Maderas para instrumentos musicales - Maderas para ebanisterfa y decoracién . -Maderas usadas para el almacenaje -Manufacturas e industrias especiales 8. Del bosque al comercio .. ~Explotacién forestal eee Carga ... - Transporte.... 4, ba madera transformada = Las chapas ... - Obtencién de las chapas .. Clases de chapas segiin su dibujo - Clases de tableros . “‘Tablero alistonado de madera maci - Tablero contrachapado 1. -Tablero curvado 0 conformado de contrachapado - Tablero aglomerado ~ Clasificacion del tablero aglomerado segtin su tipologia = Tablero de aglomerado de fibres (MDF) ~ Como trabajar el MDF -Encolado y montaje del MDF - Cémo almacenar el MDF . - Tablero de fibras (tablex) .. 5. Los laminados decorativos = Los melaminicos 0.1: ae - El estratificado pléstioo decorative SSSE8B LSB S8SSESR £55 Sumario Pag. - Caracteristicas del material estratificado 58 - Fallos debidos al tipo y estado de los = CloreisdGeiaee 59 SOPOTTES sr n ~ Keidos 59 - Fallos debidos al medio ambiente... 71 - Variaciones de tamafio 89 -Problemas y defectos del encolado = Mancha oc ; 60 de la madera «1. n - Luz solar s 60 = Problemas de burbujas de aire R -Humedad . er: 60 - Defectos de encolado f B Cigarnillos encendidos .... eeu OD - Defectos de uniones B + FLO ese pees 60. ~ Aparicién de manchas B - Soportes ... 60 = Manchas debidas a la temperatura de - Madera maciza a él la prensa B = Tablero contrachapado ell - Manchas debidas a las planchas de -Tableros de particulas 4 él cee B - Tableros contraaplacadios 0 = Manchas debidas a los papeles de las contramalla ... 61 UNIONS B ~Tableros de fibras duras 0 semiduras 61 =Manchas debidas a la presencia de - Tableros de fibras de densidad hierto .. "4 media (DM) 62 = Manchas debidas a la composicién de - Metales 62 la madera... um - Otros soportes 62 - Manchas debidas a la presencia de - Adhesivos 62 amoniaco .... B -‘Transiiicidos 62 - Manchas debidas al dcido ~Posformables ..... 6 colas con los tintes pee 7S - Procedimiento artesano 64 = Manchas debidas al barnizado B ~ Procedimiento industrial 64 ~ Consideraciones finales oa 78 HEM a}ES wo B 6. Otros materiales usados en ebanisteria 65 ~ Pernos 0 tomnllos C 6 - Colas, 6 -Herzajes de movimiento 2 6 ~ Colas de contacto o de impacto . 66 -Cierres : vc = Colas en dispersion en 67 - Tradores y pomos vc = Adhesivos termofusibles (hot-melt)... 69 - Toller... ry - Encolado de cantos y forrado de - Bamices y lacas ‘ n molduras Co) = Tefiido de la madera ernnonmnesrn B -Tiras de chapa de madera = Bamizado y lacado de B preencolada a et) = Resinicos al aceite B -Problemas generalés de los encolados . 70 = NitrOCeLUNOSIC0S «nnn B ~Fallos debidos a la manipulaién del ~ Barices y lacas reactivos oo adhesivo co - Poliuretancs : : 2B Pag. - Poliésteres Urea formal srssnnen Aetilicos - Goma laca = Metactilato en ~ Manipulacién de primer nivel 83, Corte por rayado i 83, ~Corte con sierra 83. Corte con sierra circular 83, ~Corte con sierra de marque 85 - Corte con sierra manual .. ~TTaladrado = Roscado ~Torneado y fresado - Acabado ... a ~Esmerilado, Acuchillado. Pulido y abrillantado. Encolado. Pintado ... 86 Resumen de los trabajos de primer nivel . 88 - Manipulacio 89 = Calentamiento local 8 - Moldes... 90 ~ Elemento calefactor. Construccién de una resistencia ... eG) - Manipulacién de tercer nivel 91 - Elements calefactores necesarios .... 91 - Esfuerzos de adaptacin a los moldes 92 ~ Moldeo libre. Moldeo por soplado libre. Moldeo por prensado por macho, Moldeo por macho-hembra 92 BE MSETO neater 93, 1. Oficios relacionados con la ebanisteria 95 -Deoorador .. : 95 -Bamizador .. 96 “El trabajo 96 - El local... 7 Sumario -Tal - Utiles y herramientas - Afilado de las herramientas 113 14 18 116 18 Eldorado dé la madera - Materiales ‘ +» Herramientas «0.0. ; Proceso del dorado - Marquetero . . LA IMAGEN DEL EBANISTA la imagen del maestro ebanista ha le gado hasta nuestros das con un sello in- confundible: el del artista profesional capaz de crear unos muebles que dura- ran foda la vida, incluso que se transmi- tian de generacién en generacién, que serén en muchos casos motivo de heren- que sin embargo pueden constituir el reflejo de la época que se esté viviendo en ese momento, como ha ocurrido a lo largo de la historia de la civilizacion, ‘Antes, un buen ebanista se hacia tras pasar infinidad de horas en el taller junto al maestro, de! que debia aprender téc- nicas y trucos transmitidos de generacién en generacién. Quien conseguia aleanzar el nivel del maestro ya era un erudito en una especialidad que exigia dedicacién solufa, mucha imaginacién y una ele- vada dosis de paciencia. Pero con el co- er de los tiempos estos conocimientos han sido menos restrictivos; se han ido di- vulgando y la técnica ha avanzado a pasos agigantados, especialmente en los tilti- mos afos. Esto ha permitido que el co- nocimiento de las posibilidades de la materia prima —la madera— haya lle- gado al maximo y se pueda exigir al eba- nista unos resultados absolutamente satisfactorios en los muebles que salen de su mente y de sus manos (0 de su taller) Sin embargo, no siempre se habia te- nido esa imagen del artesano especiali- zado en el disefio y la construccién de muebles, El ebanista de tiempos remo! 1 El maestro ebanista: una huella para siempre era un obrero especializado al que se le encargaban trabajos de todo tipo relacio nados con la madera, y sélo algunos po dian llegar a fabricar los muebles regios que pedian los nobles. Gracias a los ba- jorrelieves de las construcciones de la Buré con vitrina Biblioteca Atrium de la Ebanisteria - 1 Libreria barroca recuperada, incluida en un ambiente moderno, Papaliona, mesa consola abatible de madera de cerezo. Disefio de Lola Castollé y Vicent Martinez antigiiedad, se sabe que los primeros muebles que se realizaron constituian un signo de poder. En los paises mediterrd: neos s6lo se hacian muebles para la no: leza, acostumbrada al simbolo maximo del poder, el trono y su imprescindible reposapiés, a la teatralidad de las camas con baldaquin y a las banquetas plega: bles de los nobles romanos. Por lo vis el pueblo —incluidos los ebanistas— de bia contentarse con dejarse caer en ca- mastros y bancos que poco o nada tenfan que ver con la auténtica ebanisteria. Aunque a muchos les parezca extrafio, esto confirma lo que la experiencia ha de mostrado: que a través de las obras de los ebanistas del pasado podemos estudiar la historia del hombre, y al mismo tiempo, con esas mismas creaciones de otras 6p0- caso con las obras actuales (0 con las dos, adecuadamente conjuntadas), podemos crear una acogedora decoracion con au- téntico calor de hogar. A un ambiente de- terminado puede dérsele un toque especial gracias a la linea de los muebles, a su estructura formal o al tipo de aca bado que el ebanista ha seleccionado como detalle final de cada pieza en cues- dn, Si el disefio del mueble lo puede royectar un dibujante, un fabricante o un arquitecto, y la realizaciOn puede ser el trabajo de un buen carpintero, la cate: goria que define a un mueble de calidad en su conjunto sélo puede ser obra de un auténtico ebanista artesano, con todo lo que este término representa profesional- mente, Hay que tener en cuenta que en cada una de sus creaciones no es nece- sario que el ebanista realice por s{ mis: no toda la labor: con la imagen final del mueble que desea en la cabeza, puede encargar el proyecto a un dibujante- proyectista, el torneado de patas y colum- nas a un tomero, las tallas y adornos a un tallista, y el acabado final a un barnizador, pero en conjunto el mueble en si sera obra suya, porque la funcién del ebanista consiste precisamente en coordinar, con Profundo conocimiento del tema, cada 10 una de las etapas de la realizacién de un mueble. En esta misma linea, es fundamental que un buen ebanista tenga un perfecto conocimiento de las caracteristicas y cua- lidades de las diferentes maderas para que el resultado que se pretende conse: guir tesponda a las posibilidades que olrece la madera elegida y esté en con- sonancia con el tipo de mueble que se ha proyectado y con la linea estética que la tendencia del momento, pora nadie puede evitar el estar obligado, de una otra forma, a seguir medianamente que dicta la moda del mo mento (de ahi la imposicion de los estilos a lo largo de los sigios). Por otra parte, nadie duda del enorme avance de la industrializacién y de las nuevas técnicas de mecanizacién desa- niolladas en los fitimos afios. Actualmen- te, con las méquinas se consiguen unas realizaciones de auténtico efecto en la produccién de muebles, incluso en seria dos a gran escala: las méquinas pueden realizar tallas, ncrustar marqueteria, tor- near, bamizar hasta con aspecto de laca china, pero el toque especial de la mano del ebanista no podra ser imitado facil mente, El pulido con el que se consigue una suavidad mérbida en una madera puede obtener su punto justo sélo con una determinada presién de la mano del ar- tesano, que al tacto y ala vista sabré exac- tamente dénde debe presionar més 0 jenos para conseguir el efecto deseado, Este particular tratamiento exige muchas horas de dedicacién y una sensibilidad slo posible con una gran dosis de pro- fesionalidad y una fuerte vocacién El ebanista debe tratar con carifio el mueble que tiene en sus manos, pues sdlo de él dependerd la calidez y calidad final que requiere una obra de ebanisteria, PROYECTOS POR ORDENADOR Rechazar las méquinas y su evolucio- nada tecnologia constituirfa un fallo grave en un profesional de finales del siglo 2 que debe estar preparado para entrar en el siglo xx con todas las armas en la mano. Lo ideal es que el buen ebanista aproveche sus conocimientos basicos so- bre construccién de muebles y las post bilidades reales de la madera, analizadas hasta el extremo para conseguir de las méquinas toda la tecnologia que le faci- litara su labor posterior. Si tenemos en cuenta que «més vale mafia que fuerza», elebanista debe agudizar su ingenio para sacar provecho de las enormes y cada El maestro ebanista: una huella para siempre Aparador neoclésico con tallas y bajortelieves ul Biblioteca Atrium de la Ebanisteria - 1 Disefio de muebles de ebanisterfa siguiendo programa de inform Visualizacién de un tronco por rayos laser. i vez mAs complejas posibilidades de las méquinas de hoy en dia. Por ejemplo, sin que el ebanista pierda su capacidad creativa, la informatica puede ser, hoy por hoy, el dibujante-proyectista andnimo que realiza la parte técnica de desarrollo rai En la pantalla, el artesano puede proyectar unas patas torneadas, girarlas, buscar el ngulo més adecuado e insertarlas en un armario que también ha proyectado con uun programa especializado. Gracias a la informatica, el ebanista puede mostrar el proyecto al cliente en la pantalla y «cons tito, ents en la madera que 0 que igualmente puede estar intro ducido en un archivo del ordenador, Bs decir, antes de que el mueble se fabrique en a realidad, el cliente puede verlo rea- lizado, en la madera que é1ha elegido, en una imagen proyectada en la pantalla, 1o que le permitira modificar cémodamente Jo que quiera, sin que ello suponga ma- yores complicaciones EBANISTA VERSUS CARPINTERO El ebanista es un artesano que constru- ye muebles y crea arte al mismo tiempo. Debe ser, de hecho, un artista. Debe do- nar el dibujo artistico, es decir, el crea: tivo, ademas de poseer conocimientos de dibujo técnico. Debe tener mucha ima: ginacién y los suficientes conocimientos de ergonomfa como para crear muebles para la comodidad del usuario, no sélo te~ niendo en cuenta la belleza estética de la pieza. También ha de prever de ante- mano el efecto final que tendré su obra !l auténtico maestro ebanista artesano, si quiere ser verdaderamente un creador de muebles, no sélo un copiador, debe dominar la técnica del boceto para plas- mar en el papel (0 en la pantalla del or denador, no lo olvidemos) la idea que tiene en la cabeza, Incluso no es indis- pensable que domine el dibujo técnico; hay diferentes opciones que le solucionan esta papeleta Se puede dibujar muy bien y ser un experto en la técnica del pro yecto, y sin embargo carecer absoluta mente de imaginacién para crear una imagen o una forma original De hecho, es més importante que el ebanista tenga una amplia imaginacién, que posea realmente unas dotes de crea- tividad innatas. El dibujo en boceto sélo debe servirle como medio para hacerse ‘comprender por el interesado, por el cliente, Tiene que ser la representacion plastica de la imagen final, realizada a es- cala, del mueble que él ha creado en su imaginacién. Si es necesario, ya sera lue- go el dibujante quien lo plasme técnica- mente en el papel, o el informatico en la pantalla, aunque desde luego seria con- veniente —no imprescindible— que el mismo ebanista artesano, aclemés de po- seer una fuerte sensibilidad artistica, do- minara la técnica del dibujo. Para esto tihimo resulta bésico tener unos conoci- mientos mas 0 menos profundos sobre geometria plana y sobre geometria des- criptiva. Su gran diferencia con el carpintero, aunque los dos trabajen la madera, estri- ba en que el carpintero sélo debe cono- cera fondo el dibujo técnico. El construye cerramientos simples y generalmente rectangulares: puertas, ventanas, escale- 1as sencillas, médulos de cocina y bafio, etcétera Se incluye en esta definicién al- gin mueble simple, como una banqueta, sila o mesa de disefio sencillo, con la es- ‘muctura resuelta, pero en su solucién for- mal no hay una linea estética, un toque decorativo o un estudio ergonométrico. Elebanista, por su parte, crea muebles ‘con un peculiar sabor artesano y una ca- lidez de hogar. También, aunque en me- nor proporcién, él ebanista artesano crea puertas y escaleras con una forma pecu- lia, puertas que se salen de lo comin y escaleras que escapan a la labor mas sen- cilla y mecénica del carpintero. Un ejem- plo de esto lo constituyen las puertas que Antonio Gaudi disefié para la construc cién de la casa Mila (la Pedrera), 0 la escalera de la casa Batll6, ambas en Bar- celona, con una barandilla propia sélo de un ebanista fuera de serie, El auténtico ebanista artesano consigue dar vida con sus obras al entorno que le rodea. El carpintero actual, a su vez, debe dar respuesta ahora a exigencias mucho més técnicas que antes. Las viviendas contem- Pordneas exigen que los cerramientos sean estancos para evitar robos o intro- misiones; que afslen del ruido y eviten ‘oda pérdida o filtracién térmica, Ya no basta con construir bien una puerta 0 una veniana, ni con la correcta relacién esté- tica entre el edificio y sus cerramientos. la responsabilidad del maestro carpin- tero queda patente en la coincidencia que debe tener la imagen de su obra con el aspecto exterior del edificio, por una parte, y con la imagen decorativa que se quiere dar en el interior por otra. EL EBANISTA Y¥ LA MADERA. Segiin una definicién procedente del siglo xvm, cuando los viajes por mar a pai- ‘ses remotos estaban en su apogeo y se importaban maderas duras de gran cali- dad, traldas desde las colonias, el eba- nista era el artesano que tabajaba el 6bano y por lo tanto era un especialista en construccién de muebles de alta cali- dad, ya que el ébano era la madera ex6- tica més en boga cuando se trataba de realizar muebles exclusivos para deco- raciones de cierto nivel. Esto explica por El maestro ebanista: una huella para siempre ‘Taburete inalés estilo regencia, c. 1810, de madera ebonizada de color negro y dorado, ‘Mesas gemelas de centro, de lineas rectas. nton de madera de ralz.con marqueteria. Disefio de Pedro Miralles, ‘Mesa-escalera de tres peldatios, de origen francés, realizada con madera maciza de nogal, torneado en las columnnas ¥ Tecortado en los sobres. qué el ebanista debe conocer a fondo las posibilidades pldsticas y ornamentales de la madera y estar al corriente de las dis. tintas calidades que puede encontrar en el mercado. Es fundamental que domine las posibilidades estéticas de las diferen- tes velas y sepa utlizarlas de acuerdo con el estilo y la forma del mueble en el que trabaja. No acepta el mismo dibujo de la madera de revestimiento un mueble clé- sico para comedor, por ejemplo, que un ormitorio juvenil de estética desenfada- da, El primero exigiré una madera exéti- de gran belleza y el segundo debe dar ms importancia a la estilizacién del vo- lumen, simplficando al maximo el dibujo de la madera utiizada. No puede man- tener el mismo valor de calidad en la veta un mueble que se acabaré con un la queado, que el tintado y barnizado a poro abierto. No acepta la misma madera un mueble de disefo funcional, muy esti zado, para una vivienda urbana actual, que un mobiliario rastico para una ca: de camp mparaciones pueden utilizaci de una pieza de ebanisteria. El peso de la moda ‘También en este aspecto tienen gran importancia las tendencias estéticas de la época. Por ejemplo, asi como en la edad media la madera utilizada practicamente para todo tipo de construccién, tanto de viviendas como de muebles, era el roble, un arbol de madera dura propio del he misferio norte, al llegar el barroco, a fi nales del siglo xvi, esta madera habi quedado limitada a Ja construc tructuras de viviendas rurales, cia en esa época se impusieron con gran fuerza la madera de nogal, material imprescindi- ble para la construccién y el chapeado de muebles barrocos, macizos y con grandes tallas y volutas, y el ébano de Ceilén, ideal para trabajar en el torno y para rea: liar incrustaciones en marqueteria. Pri mero fueron los italianos, después los franceses y finalmente los ingleses quie- nes terminaron por adoptar estas made ras como materia prima fundamental para todos sus trabajos de ebanisteria Precisamente en esta época apareci el concepto del ebanista como artesano especialista en muebles de calidad, que menciondbamos antes. El origen de este nombre y su auténtica especialidad ar- tesanal se remontan practicamente al final del renacimiento, cuando comenz6 a in- troducirse el consumo de madera de éba- no en la construccién de muebles de alta calidad. Entonces el transporte maritimo se hallaba en su apogeo, el Mediterrineo abria las puertas al comercio exterior y Jas rutas por el Atléntico mostraban nu ‘vos caminos al comercio, pero sobre todo se descubrian las entonces olvidadas cul- turas de la antigiiedad griega y romana, auténtico mensaje humanistico para una sociedad que salia de diez siglos de edad media. Esta época coincidié también con 4 a ee la invencién de las uniones en caja y es- piga, verdadera revolucién en la produc- cion artesanal de muebles, Aunque a lo largo de la historia de la humanidad siem. pre hubo artesanos dedlicados a construir muebles para el hébitat, sélo desde en- fonces se identificé al ebanista con una especialidad diferente a la del carpintero ysse le adjudicé un carécter més definido yartstco, En épocas posteriores, la madera fa- vorita de los ebanistas artesanos fue la caoba, madera que tenia su origen en Centroamérica y Sudamérica y que ya se habia utilizado en Espatia en la 6poca re. nacentista, En Gran Bretaa se adopt6 la caoba en el siglo xvut, y en el siglo xix con Ie aparicién del neoclésico, representado en este pais por los estilos Sheraton, Hep- plewhite y Adam, se volvié al nogal ori- ginal. En los restantes paises de Europa, en él siglo xix hubo un marcado giro hacia las maderas de tonos claros procedentes de América, con fuerte predileccién por el satén americano, ideal para la cons- tmiccién de muebles de alta calidad, y las. cchapas exoticas originarias de paises afri canos. Sin embargo, desde el punto de vista del carpinteropropiamente dicho, las chapas de madera tienen muy poco o nin- gin interés para su trabajo, dedicado pura y exclusivamente a cerramientos, estructuras basicas y muebles sencillos. En este aspecto es importante tener en cuenta que en cada pais se han seguido uillzando, al mismo tiempo que las cha: pas para ebanisteria, las maderas duras propias para divers0s trabajos de mue- bles de menos envergadura, y principal mente para las construcciones de so porte, labor realizada fundamentalmente por el maestro carpintero de todos los tiempos, LOS MUEBLES ETERNOS DEL EBANISTA. El ebanista realiza muebles de madera con una buena resolucién formal; éstos deben cumplir los requisitos fundamen: tales de un elemento con una utilidad de finida, pero al mismo tiempo deben llevar intringeco un remate artistic. Una silla realizada por un carpintero seré rigida y recla, y no tendré concepcion anatomica, pero servird para sentarse y estara bien Tesuelta estructuralmente, aunque sea in- cémoda y no se pueda estar mucho rato en ella. Por el contrario, una silla creada por un ebanista debe tener cierta aber- fura en las patas para dar idea de mejor asentamiento, debe tener un determina do 4ngulo para que la espalda descanse, y debe contar con ciertos detalles deco- rativos (estrias en las patas, alguna talla en los frentes, cierta curva sinuosa en su estructura.) que la conviertan en una pieza con visos artisticos, que pueda for- mar parte toda la vida de la decoracién de una casa porque se ha creado con un concepto de mueble para siempre. Clé- sico, tradicional 0 contemporéneo, siem- pre habra un proyecto de disefio previo a su realizacién practica, El maestro ebanista: una huella para siempre Sila de caoba de estilo Guillermo TV, c. 1835, Silla de ebanista disefiada por 1 arquitecto Alberto Liévore, primer premio de disefio profesional en la Feria Internacional del Mueble de Valencia de 1992. Biblioteca Atrium de la Ebanisteria - 1 Estanteria on DM tefiido y bamizado. Disefio de Pep Bonet ‘Samba, mecedora con estructura de fresno macizo, y asiento y regpaldo en tablero agiomerado contrachapeado y moldeado. Disefio de Vicent Martinez, ANTES Y DESPUES DEL EBANISTA Tiempo atts se hacia una diferencia- cién entre el carpintero constructor de muebles, que trabajaba solamente con maderas macizas, y el ebanista, que no sélo tocaba las maderas macizas sino que se habla convertido también en un ex- perto en el arte del chapeado, con todas sus exigencias de calidad técnica y se- leccién estética. En la actualidad, esta diferenciacién ha desaparecido, y ahora se entiende como constructor de muebles sélo al ebanista, inclidas todas las posibilidades técnicas de esta especialidad, aunque realice sus muebles con derivados de la madera, como el aglomerado prensado MDF, muy utilizado actual mente para muebles de di- sefio juvenil, o con contraplacados, como gran parte de los muebles curvados del arquitecto finlandés Alvar Aalto. En cam- bio, si un carpintero utiliza chapas en sus construcciones, seguramente se tratard de tableros agiomerados chapeados de fAbrica, que él se limita a cortar pare construir el cerramiento —o mueble sen- cillo— en el que esté trabajando, Esto quiere decir que s6lo un buen ebanista es el experto que domina a fondo absoluta- mente todos los campos de la construc- cién del mueble, desde el corte de las maderas, y muy especialmente el cha- peado artistico de las superficies, pasan- do por el montaje y ensamblamiento de las estructuras, hasta el uso final para el que esié destinado, Debe crear al mismo tiempo objetos précticos y bellos. Slo uniendo profundamente estos dos con- ceptos puede pretenderse que el mueble se prolongue a lo largo del tiempo, como Jo han conseguido los grandes ebanistas del pasado —y también unos cuantos contempordneos—, cuyas creaciones Te- presentan mucho més que la simple uti- lidad funcional de la pieza més o menos prdctica que hayan creado. Nadie puede olvidar al legendario ebanista francés An- dré Charles Boulle, un barroco radical y Tepresentativo de gran parte de la pro- ‘ducoién ebanistica francesa de la época; oalalemén Biedermeier, cuyas obras, s0- brias y macizas, creadas para la solida burguesia alemana del siglo xm, llegaron aunampliomargen de piblico y abrieron el camino hacia la democratizacién del mueble; o al arquitecto briténico Thomas Chippendale, considerado por muchos el verdadero padre del mueble inglés, cuyo libro Gufa de los caballeros y ebanistas sirvié para que la flemdtica sociedad bri- ténica adoptara radicalmente su estilo. La construccién de muebles de estos ebe: nistas linda en algunos casos con la obra de arte. El auténtico mueble de ebanis- terla es el broche de oro a una labor rea- lizada con extremo cuidado y manos artesanas, aunque hayan intervenido las méquinas en més de una ocasién. EL ARQUITECTO EBANISTA La ebanisteria ha estado siempre unida ala arquitectura de la época. Basta ver las. columnas clasicas del estilo imperio (co- nocido también como directorio) francés, en el siglo xvil, coincidiendo con el neo: clasico que se imponia entonces en la arquitectura, después de haber descu- bierto las ruinas de la mitica ciudad ro- mana de Pompeya, 0 el recargamiento de los muebles de] churrigueresco espafol en pleno apogeo del barroco, en el siglo xvtl 0 la simplicidad de lineas de los mue- les racionalistas de los afos treinta, al mismo tiempo que el movimiento funcio- nalista de la arquitectura de esos afios, di- rigida por los maestros del arte y de la arquitectura mundial que reunié la escue- Ja alemana Bauhaus. Esta coincidencia de formas y estruc- turas entre el mueble y la arquitectura quiz sea reflejo del hecho de que a tra- 16 vésde la historia el arquitecto siempre ha tenido tendencia a disefiar muebles. Hay ejemplos que asi lo demuestran. Fue concretamente en el siglo xvi cuando los arquitectos ampliaron su crea- tividad hacia el disefio total, es decir, pro- Jongaron la creacién de un edificio hasta el acabado integro de sus ambientes in- feriores. Nacla asi el arquitecto de inte- riores, un nuevo ebanista con mayores conocimientos técnicos, demostrada ima- ginacién y un gran interés hacia la crea- cién del mueble como pieza de especial interés estético, Esta prctica fue mas evi- dente cuando, a finales del siglo xx, el ar- quitecio briténico William Morris creé el movimiento Arts & Crafts, en abierta opo- sicion a la mecanizacién que propiciaba Je inmovadora revolucién industrial, ‘de enorme peso en la arquitectura de la épo- ca, En este movimiento, un grupo de ar- quitecios realizaba la imagen global y unificada de cada una de sus construccio- nes, creada como si se tratara prdctica- mente de una obra de artesania, y ttabajada minuciosa y_ delicadamente, desde la arquitectura del edificio en si hasta todos los elementos que formaban parte del interiorismo que ellos mismos habian creado. Bésicamente se intentaba que predominaran las artes manuales s0- bre la tecnificacién. Era un esfuerzo por recuperar el humanismo medieval que rescaté la literatura romdntica del siglo, perdido tras el imponente dominio de las maquinas. Se trataba, en definitiva, de un mareado esfuerzo por volver a la artess- nia que maroé al mueble durante la edad media. 4 ellos les siguieron muchos otros ar- quitectos entusiastas del interiorismo y por ende de la ebanisteria: en la escuela de Glasgow (Escocia) fe el criticado, y ahora ejemplo de la combinacién orna- mento-color-ebanisteria, Charles Rennie Mackintosh, En Austria, el encargado de imponer este estilo-protesta fue el arqui- tecto Josef Hoffmann, cuyas creaciones si- guen en plena vigencia. Después de Hoffmann, otro notable arquitecto-ebanis: ta austriaco fue Otto Wagner, quien im- puso en su pafs la tendencia estética de la época, que en Viena se conoce como secession, en Alemania como Jugendstil, en Gran Bretafa como liberty, en Francia ‘como art nouveau (en el que destaca Hector Guimard, conocido también por el notable disefo de las entradas de acceso El maestro ebanista: una huella para siempre Silones funcionales de madera Jaminada de produccién actual Disetio de los afios cuarenta del arquitecto finlandés Alvar Aalto. i Biblioteca Atrium metro de Paris) y en Espafia como mo- _vidad en muebles de produccién indus- demis mmovié el genial arqui- trial, en los que pueden sumar a su de la Ebanisteria-1 00% io Gaul, quien dise fa de produccién la obligada numerosos muebles de concepto abso- imaginacién creativa de un profesic lutamente artesanal, realizados como pie- del disefio com nicas y que debian formar parte de quien cualquier problema de creacié: jeterminada arquitectura creada por tiene las mismas dificul él, también con fuertes rasgos artesana- les-artisticos en su estructura lobal ‘para un comedor Los muebles que proyectaron los ar- é quitectos eran piezas singulares creadas Asi surgié entre los arquitectos-dise para un habitat determinado, para casas fiado} de lujo y usuarios de élite. Sin embargo, la reaccién opuesta de algunos sectores, motivada por una situacién econémic io pie para que los arquitec: s industriales y los ebanistas avat s la revolucionaria esiética déco de ‘ios veinte y treinta, a medio camino entre la primera y la segunda guerr mundial, como reaccién con menta ;ctonica contra el art nouveau y de- stilos floridos que se arrastraban ie finales del siglo pasac yo cl max se logro en Ja Exposici6n Internacio- nal de las Artes Decorativas, realizada en Paris en 1925 La revolucién de los muebles seriados El primero en lai oduccién industrial de sus disefios de muebles fue tos europe iguid un importante ni- _participacisn directa en la disefiadores indus in los elementos de nrelacién directa al tipo y utilidad del ambiente para el que _ cado vivir al siglo xx, que aunque en ai estaban disefiados. mente reciente hoy es con La disminucién de los encargos de derado una antigiiedad: el art déco, u obras ante ués de las dos grandes _reaccién racionalista y funcional al recar- y la recesién econé: jel art nouveau y sus estilos rovocada en la sociedad en tier 10s de finales del si Silas de comedor disefiadas por isis, ayudaron a que un gran y principios de éste. Los primeros Jorge Pensi niimero de arquitectos volcara su creati fa transformacién estética fun Tujo que le ha to ios damental surgieron poco antes de la pri- mera guerra mundial, a través de un estilo de muy corta duracién, pero que marcos una huella en la historia del arte: el cu- bismo. Su aparicién en todas las formas de arte constituye la mayor revolucién es- tética que ha vivido nuestra era. De esta época es, por ejemplo, el fa- moso sillin Red and Blue, creado en 1918 por el ebanista holandés Gerrit Thomas Rietveld como un ejemplo de simplifica- iin formal para la produccién en serie. Laestructura de este curioso silln, a me- dio camino entre la escultura artistica y el objeto de uso doméstica, estaba formada simplemente por dos tableros, el del asiento en azul, ¥ el del respaldo en rojo, apoyados sobre una estructura de listones negios con el extremo amarillo, ensam- biados entre si, Desgraciadamente, el si- on no pasé entonces de ser un prototipo, como muchas de las obras geniales de ebanisias fuera de serie, y actualmente forma parte de la colecciéa J maestri, creada en los afios ochenta por la italiana Cassina con una selecta coleccién de pie- 12s de luo para amantes de los muebles de arte catapultados a la gloria por la bis: tora contemporénea. La sana intencién de Rietveld, de facilitar la economia de Ibs consumidores con la introduccién de la produccién en serie, quedé convertida enuna triste ironia gracias a la légica del valor afiadido, que comentaremos més adelante. Después de la primera guerra mundial incluso existen algunas obras déco anteriores a la guerra—, el déco pro- tagoniz6 el rechazo radical a todo recat gamniento injustificado, La sencillez de li- nes, a recuperacién de la madera, pero aiora con la imposicién absoluta de los clapeados procedentes de maderas ex6- ticas, ya que en la segunda década de este siglo los ebanistas tuvieron un facil acceso a las maderas procedentes de ul- tramar, la vuelta al ¢bano, caracteristico de los ebanistas de los sialos xvu y xvu, y la implantacion del mueble metélico, y por ende del mueble seriado, represen- tan la actitud que vivia entonces buena parte de la sociedad de la época Mientras por una parte se vivia inten- samente la posguerra —el apelativo «los locos afios veinte» esta plenamente justi- ficado—, por otra nacia una creciente preocupacién por llevar el mueble, y el arte en general, a todos los niveles socia- les. En ese momento la tinica solucién era lade abaratar los costes, la de crear gran- des producciones seriadas, de fécil ela- boracién y en las que las méquinas asumieran un papel desconocido hasta entonces Los racionalistas aportaron al art déco su aficién por las estructuras simples y los muebles metélicos, tan caracteristicos de Ja vanguardia de los afios treinta y repre- sentativos de genios de la arquitectura y el disefio de muebles como Le Corbusier, Marcel Breuer y Ludwig Mies van der Rohe. Afortunadamente, muchas de sus creaciones pudieron ser fabricadas en serie y, a pesar del paso del tiempo, han conseguido mantenerse en vigencia hasta la actualidad. Los originales se encuen- tran actualmente en diversos museos de arte contemporaneo, forman parte de los redisefios de élite editados por Cassina y ‘al mismo tiempo pueden estar incluidos en la decoracién de un ambiente domés- tico de rabiosa actualidad. Arquitectos-ebanistas-disenadores industriales Marcel Brever, director de la escuela Bauhaus, realiz6 disefios revolucionarios y fue el primer arquitecto-ebanista que se atrevio a utilizar el tubo de acero cro- mado y curvado en la estructura de un mueble de asiento para produccién seria- da. Su obra cumbre en ebanisteria es su ya clésico sillén Wassily (1928), cuyo Cuerpo esta formado por tirantes de piel tela cosidos a una estructura de tubo de acero, Otto clésico de Breuer es su silla ‘Cesca (1928), también con estructura de tubo de acero curvado, y asiento y res- paldo de refilla trenzada, 0 vinilo, cuero 0 tela. Un arquitecto que mareé un hito en el 4mbito de la arquiteotura universal y en el desarrollo de a industria seriada para elementos del entorno humano, con es- ppecial incidencia en la produccién de muebles, fue Le Corbusier, disefiador ambivalente, quien defendia la tesis de que el arquitecto debe uilizar su imagi- nacién para disefiar todo tipo de temas, desde la urbanizacién global de una cit- dad —propuso un proyecto racional y extremadamente funcional para Paris, rechazado por utpico por muchos— hasta él mAs pequefio elemento que for- me parte de un determinado ambiente —disefié un papel pintado para revestir paredes—. Rechaz6 todo clasicismo tra- dicional en la estética y auguré un futuro absolutamente mecanizado para la indus- tria, a la que debian proponérsele temas cen los que la estética ocupara un papel importante, su produccién debia llegar a todos los sectores econémicos. Fue uno de los grandes defensores de la sociali- zacién de la vivienda y de los objetos del entorno humano. La Chaise longue de Le Corbusier, creada en 1929, hoy es un clé- El maestro ebanista: una huella para siempre 19 Mesa Vértice de roble con incrustaciones de marquotoria, Disefio de Oscar Tusquets sico de la vanguardia més funcional y for- ma parte de mumerosos salones de viviendas contempordneas. Lo mismo puede decirse de su mesa de estructura de hierro y sobre de cristal, de 1925, y de su sillon Grand confort, de 1929, con es- tructura de tubo de acero y cuerpo for- mado por sillones intercambiables. Todos ellos se fabrican actualmente y siguen for- mando parte de interiorismos de marca- do carécter contemporaneo, ‘Ludwrig Mies van der Rohe fue otro de los grandes instigadores del funcionalis- mo contemporéneo y de la produccién en serie, Arquitecto autodidacta y aprendiz adelantado de disefio de muebles, fue el ltimo direcior de la Bauhaus y creador de la famosa silla Barcelona, una butaca y anqueta creadas para decorar el interior del pabellén alemén de la Exposicién Universal de 1929, en la ciudad condal. La estructura de este mueble de asiento era acero inoxidable a la vista, con dos coji- nes de espuma tapizados en cuero acol: chado. La silla Barcelona, cuya estética es absolutamente contempordnea, se sigue fabricando y empleando en interiorismo en la actualidad, y en el Museo de Arte Modemo de Nueva York se conserva un ejemplar de su primera edicion. Actualmente, esta faceta del arquitecto convertido en ‘creador de muebles de pproduccién industrial tiene nutridos ejem- los, que demuestran la fuerte evolucion ‘que ha tenido el disefio en las titimas dé- ccadas y su influencia en el gusto estético del consumidor de a pie, La lista puede ser interminable, pero basta con recordar ‘a unos pocos para saber en qué punto se encuentra la ebanisteria de los afios no- venta. Importantes arquitectos espafioles, como Oscar Tusquets, Luis Clotet, Pep Bonet, Cristian Cirici y Jorge Pensi, han creado muebles dignos de formar parte, como piezas excepcionales de la época, de museos de arte contemporéneo, y al mismo tiempo se encuentran en el inte- riorismo de cualquier vivienda 0 cual- quier despacho decorado dentro de los cénones de un ambiente contemporéneo. EL CARPINTERO QUE LLEGO A.EBANISTA Si la experiencia de siglos demuestra que un buen arquitecto puede ser tam- bién un buen ebanista, también es comin encontrar en Ja historia que de un buen 20 aprendiz de carpintero haya surgido un ebanista fuera de serie, creador incluso de una tendencia estética que ha mar- cado época: artesanos como Sheraton, Biedermeier, Thonet_ y Adams, en un principio sencillos carpinteros, han tenido tal capacidad de creatividad y tal se- guridad de conceptos estéticos que han terminado por crear una moda, y sus nombres forman parte desde hace siglos de la nomenclatura de los més importan- tes estilos clasicos de la historia. Hay que tener en cuenta que un buen experto en muebles no sélo aprecia el efecto deco- rativo de la pieza en cuestién, sino tam- bién, y con mucho mayor interés, la calidad de la construccién de dicha pieza, su solidez de montaje, su resistencia al tuo, la racionalidad de su estructura, etc Esto sélo es posible conseguirlo con una gran prdctica en el taller, como aprendiz de ebanista, o con profundos conocimien- tos sobre las necesidades de la estructura bésica, la funcionalidad y la estética de losmuebles, si su profesién original, siem- pre més tedrica, es la arquitectura, Una vez se domine la técnica de la ‘construccién de muebles —uniones y en- sambles de la madera, concepto finda- mental para lograr un buen resultado en el desarrollo de un diserio—, ya sélo es ‘cuestién de que tanto el artesano como el arquitecto utilicen su imaginaci6n y amor por el arte al crear las formas exteriores de un mueble, para llegar a ser realmen- te buenos ebanistas. Un ebanista digno de mencién es Gas- par Homar (1807-1953), uno de los méxi- mos representantes de la ebanisteria modemista y fiel seguidor del inconfun- dible estilo de un genio de la arquitec- tura, Antonio Gaudi, Las obras de Homar son fécilmente reconocibles por la nota- ble combinacién de tallas y taraceas en los frentes de sus muebles modernistas EL EBANISTA ANTE LA INDUSTRIA SERIADA ‘Como concepto basico, el mueble por antonomasia no puede ser considerado como un articulo més de consumo, Ade- més de su funcionalidad intrinseca, el mueble tiene que ser una pieza particular dentro de la decoracién, Es igual su estilo, su forma o su sistema de construccién, ar- tesano 0 industrial. Siempre debe tener una personalidad propia, una identidad que lo aisle del resto de los elementos de un ambiente determinado. Sin embargo, el mueble sera més o menos individual si es un ebanista 0 un fabricante quien lo ha realizado. ‘La diferencia bésica entre el ebanista y el fabricante de muebles es que el pri- ‘mero realiza muebles por encargo. Pue~ de hacer piezas tnicas y solucionar problemas muy concretos de un interior, o responder a un gusto muy particular de su cliente. El fabricante, en cambio, bus- ca satisfacer al mayor nimero posible de consumidores, dentro del sector econd- mico o cultural al que va dddirigido su pro- ducto. En este caso, el poder adquisitivo tiene una gran influencia sobre la calidad —los materiales utilizados— y la estética —el disefio tiene un precio— del pro- ducto acabadbo. ‘Sin embargo, el ebanista puede traba- jar codo a codo con el fabricante si ofrece El maestro ebanista: una huella para siempre Muebles mociernistas del ‘ebanista Gaspar Homar (1906). Los tres (mesilla de noche con sobre de mérmol,silla con respaldo de marqueteria ¥¥ taburete oon un pequefio Ccontenedor balo el asiento) fueron diseflados para un mismo dormitorio. Biblioteca Atrium de la Ebanisteria - 1 Andrew Sisters, juego de tres esas nido apilables, realizadas con tablero aplacado y madera de bubinga de color natural (1988), Disefto de Pedro Miralles. sus servicios como creativo y presenta prototipos singulares para servir de base una futura produccién en serie. ‘También el ebanista puede aprovechar los adelantos de la técnica y equipar su taller con la maquinaria suficiente como para organizar racionalmente su trabajo y competir en buena lid con la industna se riada. Sern producciones a menor cala, pero ofecerén como contrapartida una calidad slo permitida por un taller artesano, Sin embargo, hay que evitar un exceso de mecanizacién, porque se per- derfa la riqueza del trabajo hecho a mano. Un auténtico ebanista no puede llegar e: ningan momento a crear una gran indus tria de produccién en serie, porque au: tomaticamente habré perdido su cardcter artesanal. Por el mismo motivo, la extre ma mecanizacién en un taller de ebanis- tera disminuye necesaria y légicamente los tiempos de trabajo, lo que puede pro: vocar la aparicién de tiempos muertos; disminuye la ocupacién y sin embargo los jornales de trabajo —gastos fijos— se mantienen, Se puede caer asi en un cit culo vicioso: para aprovechar las méqui as ¥ ocupar el tiempo deben realizarse més trabajos, y el taller termina por con- vertirse en una pequetia y forzada indus tna sin mayor atractivo. EL TALLER IDEAL DEL EBANISTA. El espacio del que debe disponer un buen taller para un ebanista artesano re- quiere varias condiciones minimas para trabajar con cierta comodidad, sin tener que desplazarse para desarrollar su la: bor. Tiempo atras, este local podia estar en una planta baja urbana, pero actua mente las normas de la administracién exigen que se instale en poligonos indus- triales destinados, entre otras cosas, agrupar industrias que efectien trabajos con riesgo de ruidos. ‘Se aconseja una planta baja, con piso por encima del taller, para evitar cambios bruscos de temperatura que afectarian al grado de humedad del aire. No hay que olvidar que la madera secada y pre: parada para trabajar exige una cierta humedad constante que no provoque alabeos 0 movimientos en su estructura. Si se estuviera directamente bajo techo ha- bria problemas de exceso de calor en ve- ano, con la consiguiente aceleracién de! proceso de secado de las colas adhesi- vvas, y en invierno podria haber peligro de goteras o humedades tremendamente da- finas para la materia prima El piso superior deberia ser un pacho 0 un almacén, nunca una vivienda particular, porque el constante movimien- to de las maquinas provocaria ruidos mo: lestos y crearia vibraciones sobre las paredes o incluso sobre la cimentacién del suelo, que pueden afectar hasta a la estructura de dicha vivienda. Un poligo- no, sin embargo, ya se construye contan- do con estos riesgos propios de la mecanizacién. ‘También es conveniente que los techos del taller sean altos, para permitir la ins- talacién de un altillo auxiliar para secar las maderas, y que exista una suficiente ventilacion de aire para evitar la inco- modidad del polvillo de madera suelto. La solucién mas utilizada en este sentido es la instalaci6n en el taller de un sistema de extraccién de virutas y polvo conec- tado directamente a las méquinas, para evitar toda posibilidad de que estos de- sechos se expandan por el aire 0 se re- partan por el suelo, 22 Es fundamental que el ebanista arte- sano cuente con una zona cubierta, que puede ser un simple cobertizo techado o tn desvén ventilado, para apilar las ma- deras a modo de almacén, Si el ebanista en cuestiin realiza tam- bién trabajos de acabado en los muebles que crea —bamnizados, encerados, la: queados—, es imprescindible que cuente con una sala aparte, aislada absolutamen- te del polvo. Naturalmente, antes de instalar toda la maquinaria necesaria para realizar un buen trabajo, debe obtenerse un permiso municipal que autorice la instalacién que se pretende montar. En orden de utilidades, en suma, un taller adecuado para el trabajo de un ebanista artesano debe contar con lo si guiente — Un almacén con una temperatura y na humedad regulares para guardar los tableros y las chapas de madera Este es- pacio puede estar en un s6tano, en un al- tillo 0 en un cobertizo en el patio. — Una sala amplia y de facil circula- ion para instalar Jas maquinas con las que se realizarén los trabajos basicos de estructura, — Otra sala, més reducida, para reali- zar la ebanisteria propiamente dicha, ba~ seda fundamentaimente en el chapeado de los tableros. — Aunque generalmente los trabajos de acabado de muebles los realiza un bamizador profesional, también el taller del ebanista puede contar con un espacio para realizar esta fase del trabajo. — Un almacén para quardar los tra- bajos acabados antes de ser entregados a la persona o empresa que los ha en- ccargado. — Un pequefio despacho en el que el ‘ebanista pueda atender a posibles clien- tes, lleve las bases de su administracion incluso pueda realizar in situ los bocetos de los muebles que tiene previsto crear en su taller. FUNDAMENTALES DE LA EBANISTERIA CLASICA los primeros artesanos de muebles ran auténticos artifices en la_construc- iin de battles, arcas y cajas. Estos arte- sanos realizaban también sillas y otros muebles de asiento, que unidos a las ar- cas y las mesas formaban parte del mo: biliario de una casa sencilla. También los tomeros—otra especialidad de la carpin- terfa totalmente desligada de los cons- tnuctores de cajones— fabricaban un tipo de silla que se ha mantenido en el tiempo: la silla réstica. No existfan entonces los ensambles como se desarrollaron des- pués. Las uniones en angulo de los cajo- nes se hacfan con clavos 0 con piezas metélicas. Fue a partir del siglo xv cuando ‘se mejor6 la técnica de construcci6n, y en el siglo xv, en pleno periodo de la Res- tauracién inglesa, el rey Carlos II de In- glaterra impuso'en su pafs una moda trafda del continente: la especializacién de unos artesanos carpinteros en maes- ‘wos ebanistas. En ese momento se unid el papel del artesano constructor de arcas con el tornero para dar paso al nuevo ar- tesano que abarcaria basicamente todas Jas facetas de la construccién de muebles de calidad, En un principio se trabajaba con maderas macizas, pero en poco tiem- po se impuso entre Jos ebanisias la apli- cacién de chapas de maderas exdticas, convirtiéndose asi el chapeado en una de Jas primeras técnicas de dominio absoluto del buen ebanista. ‘Actualmente es posible adquirir mue- bles antiguos realizados con técnicas de otras épocas, pero solamente es posible encontrarlos en tiendas de anticuarios y de almonedas © brocanters, 0 en ferias especializadas. Collarette, mueble-contenedor francés de comedor para refrescar bebidas, realizado ‘en caoba, Es de estilo jorge IV, , 1830, 23 Bufete-vitrina realizado con madera maciza, con aplicaciones de ebanisteria. Aranjuez, escritorio fabricado fen 1992 siguiendo el estilo espatiol Carlos V, del siglo xv, 24 LA EBANISTERIA TRADICIONAL EN NUESTROS DIAS Hoy en dia, en un amplio sector de con- sumo existe una fuerte tendencia hacia la afirmacién del mueble tradicional, es de- cir, el que mantiene ciertos rasgos clasi- cos con innovaciones estéticas 0 técnicas contemporaneas y tiene un aspecto de realizacién artesanal, pero suele ser una combinacién de ebanisteria artesana con fabricacion en serie, o incluso solamente lo segundo, y se adquiere con la intencion de mantenerlo practicamente toda i vida, Existe una gran cantidad de fabri cantes de mueble tradicional en diversas regiones de Espafia, principalmente e Valencia y sus alrededores Por otra par te, también es fAcil encontrar ebanista artesanos de gran calidad trabajandé como operarios especielizados en las in dustrias del mueble. De esta manera, | industria mantione la calidad artesanal d su produccién, ayudada en buena part Por maquinaria de gran tecnologia, pro duce muebles de ebanisterfa para toda | vida, y el artesano no tiene que compet: con un adversario que lo devoraria en tn guerra desleal. El ebanista tradicional, interesado er mantener una calidad artesanal seculat sigue trabajando actualmente con made ras exéticas y muy decorativas, auncus sean dificiles de encontrar en el mercadk © su precio supere los niveles medios Para un buen ebanista artesano, o inclus un buen fabricante de ebanisterfa tradi cional, es preferible pagar un poco més. cambio de conseguir tna madera —prac ticamente siempre en chapas— qu aporte verdadero cardcter al mueble qu salga de sus manos, Si se trata de made ras del pais, se aceptan colores claros maderas blandas, pero si las maderas 80 exéticas, importadas de otros continente: se prefieren las maderas duras y los co lores oscuros o los marrones rojizos, mir en boga en los tiltimos afios. En cuanto al secado, el ebanista arte sano prefiere seguir secando las madera durante uno o dos afios en cobertizas @ aire libre. Después las somete a tna tem peratura seca y templada, similar a la d la vivienda a la que van destinados lo muebles, para evitar luego nuevos movi mientos de la madera una vez realizada | pieza. CARACTERISTICAS DE LA EBANISTERIA ACTUAL En la industria del mueble contempo réneo, se utilizan maderas con vetas de corativas, con unos precios asequibles de resistencia probada y, aunque seat exéticas, de facil localizacién en el pats Para el fabricante de ebanisteria, la mod: tiene gran influencia en la eleccion de la chapas de revestimiento, y en ella influ yen a su vez las posibilidades de impor tacién, la calidad de secado, su facilidac de trabajo, etc. En cuanto a sistemas dé secado, el industrial ebanista prefiere ¢ sistema de secado artificial al horno, man teniendo siempre cierto grado minimo de humedad que permita luego a la mader ser trabajada con total facilidad. Tambien es frecuente la combinacién de secado al aire libre durante un afio y secado artifi- cial con estufa por otro. Respecto a la estética, el mueble actual ha abierto plenamente las puertas al di- seiador industrial, es decir, un creativo que debe unir a su imaginacién unos pro- fundos conocimientos técnicos y otros so- bre adaptacién de los materiales a su proyecto original. Al mismo tiempo, el di- seiador debe saber adecuar su creacién al uso 0 al usuario al que va destinada La moda del disefio la influencia del disefio es relativa- mente reciente, aunque los origenes de la estética actual se remonten a los afios treinta. En los afios setenta, dominados por una fuerte recesién econémica, se im- puso el mueble seriado modular, Hubo un Tolable auge del mueble «baratos, cha- peado con maderas sencillas o simple- mente con laminados decoratives que imitaban la madera. Afortunadamente, esta tendencia ha quedado reducida a médulos de cocina y bafio muy econé- micos y a muebles auxiliares sencillos. En los ochenta gané la batalla el disefio ita- iano, con el que llegaron a cometerse verdaderas atrocidades en nombre del disefio, pero también hubo un resurai- miento de un estilo con caracteristicas propias que se ha asomado timidamente, pero con ejemplos muy relevantes, al mercado europeo: el disefio espafiol. En esta década hubo una tendencia inter- nacional hacia el funcionalismo, las lineas ectas y el tefiido de negro en los mue- bles, manteniendo a la vista la riqueza de Jas vetas, generalmente de madera de fresno. En los afios noventa este disefio ha madurado, se vuelve con fuerza a la re- cuperacién del color de la madera, con tendencia hacia las rojizas y las pardas, se suavizan las aristas y se redondean los cantos, y las formas se hacen mas cémo- das. Quiz esto se deba en el fondo a un efecto reflejo de la situacién econémica mundial, ue valora mucho mas el mue- ble que puede durar toda la vida que el que se limita a una tendencia temporal; el control de gastos obliga a pasar més ho- ras en casa, se tiende a inviter nueva- mente a esas recogidas cenas familiares, y el ambiente doméstico exige recuperar el calor de hogar, que s6lo puede darlo El maestro ebanista: una huella para siempre Mesa Torre Llimona, fen Ja que el arquitecto Luis Glotet ha demostrado grandes Conccimientos sobre las postbilidades de la madera y sus aplicaciones en ebanisteria el sobre, plegable en cuatro lados independientes, es de tablero contraplacado chapado en haya ¥ tefiido en dos tonos (interior! exterior). Los pies, torneados, son de madera de haya maciza, teftida y barnizada, El disofio de los noventa mantiene el fancionalismno de afios atrés, suaviza las lineas y recupera el color natural de las maderas: junto a la butaca disefiada por Alvar Aalto, la mesa Vortice de Tusquets y Ja lémpara Anais de Busquets ‘Aunque disefiada para su produccién en serie, la mesa Ardcnica es una pieza perfecta de ebanisteria artesanal. Se brica con estructura en sicomoro claro 0 en abebay ‘oscuro, y sobre en madera Chapada de teca 0 en vidrio. Diserio de Pete Sans (1880). la calidez mérbida de la madera bien tra- ajada. En estos momentos, el mismo di- sefiador industrial que durante la década pasada creé muebles funcionales con una estética de corte italiano, ahora crea mue- bles célidos, suaves, muy bien acabados: industrial 0 artesano, hoy se vuelve al au- téntico mueble de ebanista. EL VALOR ANADIDO DE UN MUEBLE DE EBANISTA Un determinado mueble, por el sol hecho de haber sido disefiado por a guien de renombre, tiene un precio st perior al de su valor intrinseco, E cambio, si el disetio se realizé cuando s autor alin era desconocido, en ese mc mento el mueble podia tener su justo pre io 0 incluso ser infravalorado, Pero en « momento de saltar a la fama y, mas at fallecer su autor, el valor del mueble s puede disparar’y adquirir autométic: mente las caracteristicas mercantiles d una obra de arte. Esto puede ser més menos justo, mas o menos discutible, per es una realidad que se repite en todo den de cosas, y de forma evidente en 1 pintura artistica, Si se trata de un mueble de otra époc: este valor atiadido es diferente y deper deré en gran parte de la oferta y la de manda —la moda— la época en cuestio el estado de conservacién 0 deteriaro de mueble y la zona, regi6n o pais donde s realice la transaccién comercial, En prit ipio, se valora como antigtiedad el mue. ble que tiene como minimo cien afios de existencia; incluso hay quien exige una duracién de doscientos afios para consi derar realmente antiguo un mueble. Pero sieste mueble pertenece a un estilo con un valor especial, como por ejemplo un mueble modernista 0, incluso més, un mueble déco (constnuido hace solamente sesenta afiog, pero con un gran peso en elmercado de valores pues hoy en dia es un estilo de abierta recuperacién), este mueble se valora como una antigiedad, Un mueble de almoneda o brocanter, sin embargo, sélo necesita una antigiiedad anterior a los afios cincuenta de este siglo para ser valorado como mueble restau: rado. Para poder reconocer el valor que tie- ne un mueble gastado y viejo no es im- prescindible tener conocimientos basicos de historia de los estilos. Basta con poder leer entre lineas» las posibilidades de recuperacion que tiene la madera, el efecto artistico de su linea e incluso, si hay falta de espacio y s6lo se pede con- ‘ar con incluir un mueble antiguo en la decoracién, imaginar el efecto que cau- sard el mueble ya restaurado dentro del ambiente interior. Hace unos atios era relativamente facil encontrar muebles antiguos tirados en la calle, junto a los contenedores de basura i teres on ee ee de las grandes ciudades. Un buen cono- cedor del arte, de la ebanisteria 0 del disefio en general, o simplemente una persona con un gusto estético educado, podia hacerse con ellos, recuperarios y convertirlos en una pieza valiosa dentro de su decoracién, aunque ésta fuera de tendencia estética absolutamente con- temporénea En los afos setenta ésta llegé a ser una costumbre social con Cabezal de cuna modernista, con ‘un delicado trabajo de ‘marqueteria realizado con siete maderas diferentes, bronce y concha de perla, obra del cebanista Josep Pey en 1905 para Gaspar Hoar, Pieza de anticuario de gran valor como antigledad, a pesar de haberse realizado a principios de este siglo. ‘Muebies antiguos de herencia familiar, recuperados para ambientar una vivienda de absoluta actualidad. ar Ala izquierda, mesita auxiliar francesa recuperada del siglo xx ‘en madera de nogal con ‘columnas tomeadas. A la derecha, mesita-velador restaurada de origen inglés, realizada con madera de caoba (sgio xm), Sillén francés del siglo xvm, de. estilo transicion (entre el Luis XV y el Luis XVD, y escabel neoclésico italiano de madera lacada y dorada, y sobre con bordado en petit point 28 grandes rasgos de esnobismo entre un sector més o menos «progresista» de la poblacién, que ahora se ha perdido casi por completo, Actualmente esto es irre- patible, porque el servicio de recogida de muebles viejos 0 la profundidad de los contenedores creados al efecto por los ayuntamientos hace imposible la posi- bilidad de recuperacién. También han cambiado las costumbres de la sociedad en la actualidad existe una mejor calidad de vida y seguramente ya no seria bien vista esta moda que promovieron algunos entusiastas defensores del mueble del pasado. El peligro del «gato por liebre» Es curioso considerar el motivo de que se tiren a la calle muebles antiguos —o simplemente viejos si tienen menos de cien afios—, sdlo por cambiarlos por muebles nuevos de peor calidad, de poca resistencia y con acabados mediocres Los motivos pueden ser muchos, desde que no hay sitio en las ciudades, como ha- bia antes en las casas de campo, para guardar los grandes y pesados muebles heredados de la familia, 0 que es impo- sible seguir conservndolos por carencia de liquide: para su restauracién. Pero también hay un condicionante de gran peso, que es la falta de sensibilidad es- tética, A veoes las personas se deshacen de un mueble porque les causa mal efec to su deterioro, el desgaste de sus cantos o simplemente el peso de los afos. En es: tos casos no estaria mal visitar de vez en cuando las cada vez més numerosas ferias de anticuarics y brocanters que abundan por distintas ciudades del pais para ir apreciando poco a poco la riqueza esté- tica de unos muebles irepetibles. Volviendo a los muebles que se aban- onan, en el primer caso, si s® cuenta con un trastero se llenarfa en sequida con los ‘muebles viejos, sin dar cabida a otros ele- mentos que habria que guardar. En el segundo caso, la restauracion exige gran- des cuidados; por lo tanto, es necesario encargarla a un restaurador experto, lo que eleva el valor de este delicado tra- bajo. Ia falta de espacio no es necesaria- ‘mente fisica. Un mueble antiguo es similar a una obra de arte. Necesita una zona li bre para ser observado, para recrear con suimagen. Aunque tenga sitio en un apar: tamenio, si no cuenta con un espacio vital abierto el mueble se ahoga épticamente. Necesita incluso una determinada ilumi- nacién para crear ambiente. Ademés, de- masiados muebles antiguos en una misma habitacién, si no quardan cierta distancia entre ellos 0 no cuentan con grandes ha- bitaciones y techos altos, pueden produ- cir una gran confusién en una vivienda contemporénea Los estilos que se llevan Los estilos antiguos recuperados mas abundantes en la actualidad son los ingle- ses del siglo x1, con especial incidencia en el regencia y en el victoriano; también el isabelino espafiol, en sus diferentes etapas, incluido el fernandino; todos los ss risticos —castellano, catalén, proven — y, en menor proporcién, los fran ceses de los siglos xvm (transiciSn) y xx. Algunos de estos muebles formaron parte en origen de un juego especifico, como por ejemplo las sillas de comedar. Hoy es casi imposible encontrar estos juegos con fodas sus piezas. También se encuentran muebles rococé de origen holandés, con sus caracterfsticas taraceas y su frente curvado, aunque en este caso son mucho is oscasos y su precio se eleva bastante por encima de los demés. En este aspecto, la proliferacién de ferias especializadas en mueble de anti cuario demuestran que en las tiltimas miento del mueble antiguo recuperado. Para unos, su adquisicién es una simple inversion, un acto de puro mercantilismo. Para otros, entusiastas de la calidez, valor yriqueza estética de un mueble de ott siglo, e trata de un acercamiento a la his- foria, como una forma de inclutr el pasado en un ambiente contemporaneo o incluso lésico que admita la mezcla de jos la admiten). Finalmente ona que admira la jimagen de un pasado acomodado en la presencia de muebles de otra época y los adquiere simplemente a falta de muebles propios con historia fami También es importante tener en cuenta un hecho curioso: en épocas de crisis se vende menos mueble antiguo como ele- mento ornamental utilitario, pero por e contrario se vende mAs y se recuperan mas muebles como inversién econdmica el mueble antiguo siempre sera un valor seguro. Elpeso de quita nadie, MUSEOS CON PIEZAS DE EBANISTERIA ARTISTICA Hay numerosos museos de arte repay tidos por todo el mundo que cuentan en- tte sus obras con muebles singulare algunos de ellos piezas tinicas con una historia particular, y otros como ejemplo Tepresentativo de una determinada épo- ca del pasado o simplemente como obra de arte, aunque su disefio esté creado para formar parte de una produccién en serie. Este tltimo caso es el de los mue- bles espafioles disefiados para B.d. Edi- ciones de Disefto, que se exhiben en la emposiciOn permanente de diferentes mu- seos internacionales de arte contempo réneo: el Philadelphia Museum of Art de Estados Unidos, el Victoria and Albert Museum de Londres, el Museo de Arte Moderno de Nueva York y Artes Decorativas de Paris. En el nuevo Museo de Arte Contem: pordneo de Colonia, en Alemania, hay ex- mporéneo creados por el ebanista lenciano Vicent Martinez. En el Museo sdelik de Amsterciam se conservan al gunos musbles racionalistas disefiados or Gerrit 7. Rietveld en 1918, En el Mu- seo Gilell de Barcelona se guardan los au: ténticos muebles modernistas disefiados por Antoni Gaudi para la Casa Batll6, con los avanzados asientos del comedor —: llas y sillones adosados—, cuya estética sigue siendo de actualidad, y el complejo mobiliario de la casa Calvet, en roble para la planta de despacho, y tapizado na noble. En el Museo de Arte de Copenhague pueden ver s creaciones del arquitecto da: sen, incluida su famosa madera prensada y curvada, o la sa cuberteria en acero laminado. En el Museo del Louvre se encuentran muebles de los palacios egipcios, repre- sentativos de la sociedad de la época. No olvidemos que los principales signos es- ‘éticos que marcaban notablemente las diferencias econdmicas y sociales egip- cias se encontraban en los muebles de las grandes casas sefioriales. También los acabados con dibujos de color indicaban el mueble del potentado, frente al triste y El maestro ebanista una huella para siempre (Coaching tabie inglesa de estilo victoriano, ¢. 1850. Biblioteca Atrium de la Ebanisteria - 1 ‘Tumbonas restauradas, del siglo xx. Ala izquierda, silla cde campaia francesa con tapioeria ‘y madera maciza, c. 1890; a la erecha, tumbona con barrotes inglesa, de madera de teca y estilo barco. 30 vacio mueble del hombre de pueblo, que debia limitarse a contar con muebles en madera sin acabar. También alli se en- cuentran algunas piezas ‘inicas creadas para el ambiente neoclésico primero, y directorio —o imperio— después, de la emperatriz Josefina Bonaparte, como su famosa chaise longue, En el Palacio Real de Madrid se conserva una serie sucesiva de estilos de muebles, adaptados en sus salas desde que se reconstruyé el edifi- Gio, en el siglo xvm, después de que un incendio destruyera por completo el Al- Cézar original. Enire otros, es interesante destacar por su valor ebanistico el Salén ‘de Gasparini, decorado integramente con muebles de estilo Tococ6, al gusto del en- tonces Tey Carlos Ill; el Salén de los Es- pejos, absolutamente neociésico, en el que destaca el velador de caoba y bron- ce realizado por el ebanista Gaspar ‘Schneider, y el Salén de Columnas, de es- tilo impenio, en el que se conserva la ‘Mesa de las esfinges, del siglo x0, dise- fiada por el ebanista francés Percier. Es interesante recordar que en esa mesa se firmé en 1985 el tratado de adhesion de Espafia a la CEE, En Jas exposiciones periédicas del Museo de Artes Decora- tivas de Paris se muestran etapas que abarcan estilos completos franceses, en funcién siempre de la arcuitectura inte- ior que identificaba a cada generacién: tuna cémoda de Boulle junto a un escri- torio de Cressent y a una cama de Du- gourc bastan para identificar autométi- camente todo un siglo de dinastfa Borbén, 0 una serie de muebles creados por la saga de ebanistas Jacob, padre e hijo, en el siglo xvin, muestra la marcada estética de la época de transicién, corta en el tiempo, entre Luis XV y Luis XVI, pero ™ — le x ¥ y WN muy representativa en su momento. ¥ asi un largo etcétera, que permite seguir ahora la evolucion de la ebanisteria. Vien- do en estos museos los muebles que en su dia formaron parte de la historia del hombre y su desarrollo en la sociedad, se puede comprobar que en definitiva un ebanista artesano no puede improvisarse jamas: su obra seré siempre el fruto fisico, palpable, del momento histérico en el que le ha tocado vivir, para mejor com- prensién de las generaciones futuras. CADENCIA CiCLICA Para comprender la evolucién del mueble, hay que tener en cuenta que, como todo lo que rodea al hombre, la ebanisteria tiene una cadencia marcada- mente ciclica, como se puede comprobar en la actualidad con el mueble de disefio, hasta hace poco de absolufa vanguardia ero que en los wltimos afios ha perdido arte de su primacia. Como deciamos an- tes, los buenos disefiadores de los afios ochenta vuelven en los noventa @ las If neas suaves, a os tonos célidos y a los ma- teriales naturales para crear muebles de auténtico calor Es evidente que estos afias quedardn en el recuerdo como los del retroceso a las estéticas més tradicionales, al mueble de toda la vida, a los auténticos ambientes domésticos. Ahora ha vuelto nuevamente la ebanisteria como arte, lo que confirma la teorfa de que todos los ciclos vuelven siempre al mismo principio. En este caso, que la ebanisteria forma parte de la na- turaleza humana, y nadie puede darle la espalda, Te Li \ < “ ESTRUCTURA DE LA MADERA. La madera es el recurso natural més antiguo de que dispone el hombre. En tiempos prehist6ricos, mediante el frota- miento de dos palos de madera se con- siguié el fuego, y desde entonces este material se ha convertido en una parte esencial de la historia del hombre: ha proporcionado combustible, herramien- las, alimentos y proteccién a millones de personas. Una de las aplicaciones més importan- tes de la madera se efectia en la industria del mueble. Los egipcios la utilzaban desde el ario 2686 a. de C. para construir sus enseres, y se ha venido utilizando con este fin hasta nuestros dias, El paso de los afos nos ha ayudado a conocer el curso de la historia, marcada por diferentes épocas en las cuales la madera ha sido protagonista de distintas maneras. Este recurso, que hasta ahora parecia diffe de agotar, esta empezando a preo- cupar al mundo entero; las talas masivas, Jos incendios y la destruccién hacen re lexionar sobre qué pasaré con la madera dentro de unos afios, pues se est usando mas de la que se genera. los érboles crecen en grosor gracias a Ja actividad de una tinica capa de células Jamada cémbium, situada entre el lefio y el loema o liber. El cémbium rodea las partes vivas del drbol, y durante los pe riodos de crecimiento activo las células cambiales se dividen y dan lugar a nue- vas células lefiosas por la cara interna y a 2 La madera células floematicas por la externa; de esta forma, la madera nueva se superpone al niicleo del lefio preexistente. La madera presenta dos calidades bien diferencia: das: una periférica, estrecha, tiema, po: rosa, cargada de agua y poco consistente, denominada albura por estar incompleto el proceso de endurecimiento 0 lignifi cacién, y otra interior, llamada duramen 0 madera perfecta porque ha alcanzado la tencia y opacidad méximas por estar avanzado el endurecimiento 0 lignifica- cién y completos los rellenos de tanino, resinas y sales minerales; la madera cer- cana a la médula tiene estas propiedades mas acentuadas y se denomina corazén del tronco. La lignificacién de la madera es més lenta que el crecimiento, es decir, cada aiio no se convierte un anillo de albura en anillo de madera sino parte de él. Debido ‘esto, varia la proporcién de albura y ma- dera segiin las especies: los pinos y las encinas tienen mucha albura; los castafios y los olmos, en cambio, poseen muy poca La albura, cargada como esta de savia y sustancias solubles y alterables, es de in: ferior calidad y esta sujeta a la podre y la carcoma, al revés de la madera hecha, que sélo tiene compuestos estables y con frecuencia conservadores de la madera, como los antes citados. La albura es tanto peor cuanto mayor es la categoria de la madera Generalmente se diferencia la madera por ser de color mas ascuro y rosado que la albura, que es blanca o amanillenta; la divisoria es concéntrica a los anillos (pi- nos), sinuosa (nogales), recortada (olmos), al Biblioteca Atrium de la Ebanisteria - 1 Corte transversal de un tronco. Edad del bol segtin los anillos de crecimiento. Corteza Liber Cambium Anillos de crecimiento Madera de verano inal) primavera (inci) — ‘© madera del Duramer— ‘borrosa (frutales) 0 indistinguible (lamos y sauces). El espesor de la albura alcanza varios anillos: 3.a § en la acacia, 12 en el roble y toda la madera en el boj y otros similares, donde la lignificacion es casi nla a lignificacién y la incrustacién de sa- les acaba por reducir al cabo de muchos afios la vitalidad de los circulos centrales, que se enrojecen e indican que el arbol est en periodo de decrepitud y que la madera ha perdido sus buenas cualida- des; conviene, por consiguiente, que la tala se verifique antes de llegar a ese pe- riodo de vejez La madera esté formada por una serie de anillos de crecimiento cilindricos, en- fundados sucesivamente, nacidos de la capa generatriz y correspondientes a pe- riodos vegetativos, En los paises templa- dos el perfodo vegetative dura un afio; por consiguiente, el mimero de anllos in dica exactamente el nimeto de afios de vida del arbol y entonces se denominar Cfrculos anuales. En los paises calidos, cambio, existen tantos ciclos vegetativos ‘como perfodos de Iluvias separados por grandes sequias que provocan la caida de las hojas, como sucede en el invier: no de las zonas templadas, Por eso, en la regiones de Africa que suelen tener do: € incluso tres intervalos secos al afio, © niimero de anillos de crecimiento es do le o triple que el de edad de la planta inversamente, en las localidades que su fren sequias de dos anualidades de du racién, el mimoro de anillos es la mitad menos de la cifta de edad del arbol. De ‘modo similar, aunque con menos frecuen cia, en climas de heladas tardias, espa ciadas, se pueden presentar dos anillo correspondientes a tn mismo afio. Los circulos de crecimiento no sélo nos dan a conocer la edad del Arbol, sino que proporcionan indicaciones interesante: sobre su vida por su correlacién con la propiedades de la madera. Los anillos co rrespondientes a la juventud de la plant son estrechos, aumentan de espesor du rante la madurez y decrecen otra vez et Ja edad caduca. Cuando la médula e: excéntrica y los haces fibrosos se en ‘cuentran ondulados helicoidalmente, originan maderas repelosas 0 de fibra discontinuas. Todas las maderas poseen unas cual dades fisicas y teenoléaicas, como dure za, densidad, higroscopicidad, alabec etcétera, y otras que le dan su agpectc como el color, el lustre y el olor. El hom 2 bre sélo ha podido imitar el dibujo de la madera; la calidad de ésta es inimitable. La composicién de la madera es una sustancia fibrosa y celulosa que compo- nen el tronco y las ramas del arbol. La proporcién aproximada de las diversas matenias que la componen es. celulosa, 46; ignina, 30%; resina, almidén, tanino y azicares, 20%. Estos elementos orgé- hicos estén sstos de un 90% de hidrégeno, §,50%; zoe, 1%) y un 10% de otros elementos, entre Jos cuales hay cuerpos simples (f6sforo y azufre) y compuestos minerales (potasa, sodio, litio, alimina, cal, etc.) Propiedades fisicas Las propiedades fisicas de la madera son de gran importancia, pues de ellas depende la eleccién de una clase u otra. las que més nos interesan son las que se enumeran a continuacién: 1) Hendibilidact es la facilidad que tie- ne la madera de hendirse o partirse en él sentido de las fibras. Las maderas més apropiadas para el hendido son las que tienen las fibras largas y carecen de nu- Bosque maderero de pino sueco, de gran uso en el mercado, Los bosques de vegetacién {topical ofrecen ejemplares con un gran rendimiento maderero, 38 Biblioteca Atrium de la Ebanisteria - 1 Hendibilidad os la facilidad que tiene la madera de partirse en el sentido de las fibras. dos, Algunas maderas, como el castafio y el alerce, se hienden con facilidad. 2) Dureza: depende casi siempre de la cohesién de las fibras y de su estructura, y consiste en la mayor o menor dificultad para que penetren en la madera otros cuerpos, como clavos o tomillos, 0 para que sea trabajada con el cepillo, el for- mén, etc. Las més duras son el ébano, el oj y la encina; las mAs blandas, el chopo, el sauce y la balsa, entre otras, 3) Flexibilidad es la propiedad que tie- nen algunas maderas de poderse doblar © ser curvadas en el sentido de su lon- itud sin romperse. Las més flexibles son el fresno, el olmo y el abeto; las menos flexibles, la encina y el arce. 4) Pulido. en las maderas blandas las fi- bras se separan o se levantan, por lo que acabado lustroso, Las que mejor admiten el pulido son las duras, como el nogal, el cerezo, el peral y el fresno, 8) Plasticidad: es la propiedad que tie- nen algunos cuerpos de dejarse moldear. Esta propiedad es muy relativa en la ma- dera y se obtiene aprovechando el poder de compresion de las fibras. 6) Densidact es la relacién que existe entre su peso y su volumen (véase el cua- dro D, 2) Porosidad es la propiedad que po- seen los cuerpos de tener entre las mo léculas unos espacios vacios, lamados poros, La superficie cepillada de la ma- dera se presenta en algunas especies uni- day compacta; en otras, porosa. 8) Higroscopicidad: la madera es no- tablemente higrosoépica, es decir que absorbe o desprende humedad, segin el ambiente en el que esté. 9) Retractibilidad 0 contracci6n: la ma- dera conserva normalmente de un 18a un 20% de agua. Por evaporacién, las oélu- las disminuyen de volumen y la made- a experimenta contraccién. En cambio, cuando el grado de humedad de la ma- dera es inferior al del ambiente absorbe agua; entonces, las células aumentan de volumen y la madera se hincha. 10) Homogeneidad: una madera es ho- mogénea cuando su estructura y la com- (Cuaciro 1 resulta dificil conseguir con ellas un buen _posicién de sus fibras resultan uniformes RELACION DE MADERAS SEGUN SU DENSIDAD Balsa Zumaque 0,610 | Aloma 0,720] Ararabia Brezo Nsesang Asia 0,620 | Embuya 0,730 | Serbal Cornizo Ecur Ciores 0,620 | Teo 0,730 | Eves Milam Eteng Ginamomo 0,630 | Nangla 0,734 | Catmon Nispero Secuoya Vidalba 0,630 | Albaricoquera .....0,740| Limonero Palo amariio 0,950 Abeto Moral 0,840 | Angolica 0,740 | Mongoy Ekvang 9,956 ‘long Marang 0,656 | Caoba 0,740 | Livsin Palo de olor 0,956 Alamo Bonetero 0,660 | Haya 0,740 | Acacia... Madrono 0,960 io Nogal ...-21-n 0,860 | Agracejo 0,750 | Granaco .. ‘Alep 0970 Okume Zumaque iaiso 0,660 | Almez 0,750 | Jacaranda 0,850 | Bignay og77 Picea Ekop 0,664 | Perai 0,750 | Ebano falso 01360 | Narig 0,982 ‘Ayous Avellano 0,670 | Num 0,757 | Aligustre .. 0,870 | Almendro 0,990 kun ‘Ancogon 0,870 | Edon 0,760 | Busain 0,878 | Angico 0,990 Sapell imo 0,670 | Hispanilia 0,760 | Tawalis, 0,882 | Madre cacao... 0.997 Sauce Ecum 0,678 | Lauan 0,760 Aranga 0,889 | Jacuma 0,998 Tuiipia ‘Aron 0,680 | Ayap 0,770 Acebo 0,890 | Amaranto 1/020 Pino galiego ...... 0,680 | Cerezo 120,770 | Palata 0,890 | Curbant ‘020 TUYA vnnennenrnenn 0,680 | Coral 0,770 | Mbazog 0,898 | Cana fistula 11030 New Miam 0,682 | Fresno 0,770) Boj 0,800 | Encina 1,030 Pino silvestre Iroko 0,685 | Naranjo (0,770 Elon “2, 0,800 | Sapodiia 0.0 1,037 Enebro Batitinam 10,690 | Manzano 0,780 | Palo rosa 0,800 | Sibuca 11038 Elelon Majagua (0,690 | Melocotonero 0,780 | Quebracho 0,800 | Membrilero 1,060 ‘Aliso Saico 10,690 | Oxicuna (0,781 | Supa 0,902 | Palo Brasi! 11070 Castano de indias 0,560 | Calingag 10,692 | Aigarrobo (0,780 | Bato-bato 0,904 | Acana 41,100 Alerce 0.570) Abedul 700 | Eucalipto Angeli 0,910 | Akoga 1 ‘Ayua 0.570] Acie (0,700 | Laurel Maoba 1918 | Fao Magnoiia 0.570] Higuera 0,700 | Robinia Fustete 0,920 | Olivo ‘Aladierno 10,580 | Ukola 700 | Roble Molave 0,920 | Palo hierro.. Eyo 10.597 | Apitong 709 | Espino Ya-cal (0,928 | Palo culebra Tilo 0,600 | Puso-puso 0,709 | Ciruelo Morrionera (0,980 | Ebano Castafio 0,610 | Cearo 0,710 | Carpe Boca! 0,931 | Guayaca Piatano 0,610 | Espino cerval ..... 0,710 | Mirto Almendra 0,940 | Vera .. 34 en cada una de sus partes. Son poco ho- mogéneas las maderas con radios me- dulares muy desarrollados, como la encina, el fresno y el abeto, que es una do las maderas menos homogéneas. Lo son, en cambio, el peral, el manzano, el tilo y el boi, entre otros. Il) Color. cambia de una especie a otra. Hay maderas blancas, como el arce yel chopo; de un amarillo moreno, como elroble yla encina; rojizas, como la caoba y el sapelli, intensamente coloreadas, como el Sbano, que es negro, el palisan- dro, que es violeta, y el bo), que es ama- nil. 12) Veteado: depende de los dibujos que las fibras presentan al exterior, en al- unas maderas, como la encina, el alerce y el nogal, las vetas son muy visibles. 13) Olor. puede servir para diferenciar las diversas especies de madera. Algu- nas, como el ciprés, el s4ndalo, el alcan- forero y el palo tosa, tienen un olor caracteristico y agradable. 14) Conductibilidad: la madera seca es mala conductora del calor y de la elec- tricidad, pero la hiimeda se hace conduc- tora. La conductibilidad es mayor en el sentido de sus fibras que en el radial y en el de los anillos anuales; también es su- perior en las maderas pesadas que en las ligeras 0 porosas. 18) Duracién: varia mucho, no sélo se- giin la especie y la forma de apeo, de se- cado, etc., sino principalmente segin el ambiente y las condiciones de la puesta en obra. La duracion de la madera, em- potrada o enterrada en el suelo, depende de la naturaleza del terreno, Las maderas como la encina, el roble y la caoba llegan incluso a durar cientos de afos. Oltras propiedades de la madera son las mecénicas, como la compresién, la traccién, la flexién, el cizallamiento 0 cor- tadura, la torsién, el desgaste, el desliza- miento longitudinal de las fibras y la resistencia al choque. La madera también posee propiedades especiales, como la de inflamacion y combustién, las térmicas y las acésticas. La madera de olivo, apreciada ‘en torneria y ebanisteria, os de gran belleza y colorido. Madera de roble, especie muy longeva (extremo izquierda). Madera de bilinga, resistente ala intemperie y a las termitas. 38 Biblioteca Atrium de la Ebanisteria - 1 Bjemplares de nogal americano fen un bosque de frondosas de los Estados Unidos. ‘Troncos abatidos de coniferas, de los cuales saldrén tablones de primera calidad. TIPOS ¥ CLASIFICACION Atendiendo a su estructura anatémica, la madera se divide en dos grupos fun- damentales: las coniferas y las frondosas, Vamos a describir sus diferencias funda- mentales. ‘Maderas de coniferas La estructura de estas maderas es sen cilla; faltan en ellas las células que en las maderas frondosas aparecen como poros en los cortes radial y tangencial. Dichas maderas son ligeras y blandas, aunque la ureza, la pesadez y la tenacidad pueden diferir bastante en una misma clase de madera, Un tronco de conifera se carac- feriza por que la zona més ancha y oscura de la madera tardia de los anillos de cre- cimiento alterna con la mas estrecha y clara de la madera primeriza. Las maderas de primavera y otofio se presentan en forma de anillos concéntri- cos, alternativamente claros y oscuros en la scion vista por testa; forman vetas pa~ ralelas de ancho casi igual en la seccién radial; finalmente, la seccién tangencial, que es la més bella, esté constituida por fajas onduladas de ancho distinto, que crece hacia el centro de la cara, lo que vulgarmente se denomina aguas de la madera Dadas sus cualidades de blandura y la sencillez de su constitucién, las maderas de coniferas son faciles de trabajar. Entre ellas destacan las siguientes: abeto, pi- nabete, pinsapo, alerce, ciprés, pino ca- nario, pino carrasco, pino insignis, pino negral, pino laricio, pino negro, cedro, ino pifionero, pino Brasil (parana), pino silvestre, pino melis, pino norte (Flandes) y pino Oregén, Maderas de frondosas Estas maderas estén constituidas por células de paredes aruesas, con peque: fos espacios huecos, por lo cual son mas pesadas que las maderas de coniferas, y tienen un tejido lefioso més compacta. Ast se comprende por qué la mayoria de las maderas frondosas ofrecen una resisten- cia superior a la de las coniferas. La com- plejidad de estructura de las maderas frondosas influye mucho en su aspecto exterior y su valor decorativo (veteado, brillo, reflejos, nudos, etc.) En la seocion testera de estas maderas aparecen los anillos de crecimiento, for mados por coronas anulares de vasos 0 pporos, surcados por lineas normales cons- tituidas por los radios medulares, En la seccién radial, los anillos de cre- cimiento aparecen continuos y nacarados; se llaman mallas o espejuelos y tienen un aspecto bellisimo. Por iiltimo, la seccién tangencial presenta unas fajitas de surcos curvos, de anchura y curvatura crecientes hacia el centro, con una serie de man- chitas lenticulares oscuras que son las secciones transversales de los radios me- dulares. Inversamente a las confferas, las ma deras de frondosas tienen su méxima be- lleza en la seccién radial y la més pobre ela tangencial Estas maderas, generalmente duras, son mas difciles de trabajar que las de coniferas. Actualmente es el tipo de ma- dera més utilizado. Las maderas ewropeas mas importantes axce, bo}, castafio, cerez0, en: ‘ina, eucalipto, fresno, haya, nogal, olivo, ‘olmo, peral, manzano, plétano, roble, si- comoro, abedul, acebo, aliso, alamo, cho poy tile, ‘as maderas africanas més importantes son: abebay, afo, aloma ayap, balsa, bu- binga, coral, embero, limba, limoncillo, okume, samanguila, sapelii, ukola e ioko. las madras americanas més importan- tes son: acana, acle, amaranto, angélica, arariba, alata, caoba, imbuya, fustete, ranadillo, guayaca, hicoria, jacaranda, palo amarillo, palo Brasil, quebracho, palo ‘ose, sapodilla,tulipia y vera. Las maderas asiaticas més importantes son: amboina, apitong, aranga, batitinan, bato-bato, busain, calingag, calmon, éba- 1, fla, lauan,litsin, mancomo, marang, nangca, narig, palo’ hierro, puso-puso, supa, tawalis y teca as madras australianas més impor- tantes son la acacia y el eucalipto ESPECIES BASICAS Se especifican a continuacién las made- ras mas empleadas en los principales ofi- cios, artes, manufacturas ¢ industrias. Maderas de construccion 1) Apeos, postes, antenas, andamios, et- cétera (7a 10m de longitud y 18 a 25 cm de didmetro): roble, pino silvestre, aliso, fresno, pino maritimo, abeto, acle, euca- lipto y arariba, 2) Traviesas de ferrocanril, durmientes, etcétera: encina, roble, pino, abeto, eu- calipto y acle. 9) Pavimentos: para entarugados, pino melis y maritimo, teca, palo hierro, eu- calipto fuerte, liem y trac en el exterior, y abeto y elong en el suelo de los talleres; para entarimados y parquets, roble, me- lis, robinia, abang, caoba, ayap y abeto. 4) Pilotajes y tablestacas: roble, aliso, haya, olmo, alerce, pino resinoso, acana Y arariba 8) Estacas: castafio, robinia y eucalipto. ‘Maderas de carpinteria CARPINTERIA DE ARMAR 1) Obras definitivas: roble, encina, cas- tatio, pino, picea, alerce, abeto, acle, elén, filao, evés, araribé amarillo y otunga 2) Obras provisionales: élamo, sauce, afé y alone. 3) Tablas de cubrimiento: alerce, abeto y pino montaria, ‘4) Canalizos: liso, sauce y chopo. ‘Troncos abatidos de wengue en Guinea (izquierda) ‘Troncos de wengue seleccionados ‘Troncos de sapely recién importados. 31 Biblioteca Atrium de la Ebanisteria - 1 Traviesas de ferrocaril Engranajes hechos con madera de olivo, Coleccién de copillos de luthier, usados para la fabricacién de ines (véase la diferencia con an cepillo normal). 8 CARPINTERIA DE VEHICULOS teria y titiles agricolas: para bo: ueda, olmo} para radios de rue- d ina, Tobinia, almez, olivo y filao; para llantas, haya, fresno y acaci s y lanzas, fresno, encina y roble; para complementos y pequefia carrete- rfa, Alamo, moral, abeto, miam y otunge; para titiles agricolas, encina, almez, olivo, guijo y banaba 2) Carroceria: para armazone fresno, haya, olmo, eucalipto, moral y Ala mo; para revestidos, caoba, nogal, an gelin, embero, peral, angico, ayap, anilla, batitinam, elén, curbaril, esogo, zumaque falso, palo amarillo y ukola 8) Vagonerla: teca, fresno y roble; para revestidas, como en la carrocerfa, CARPINTERIA NAVAL 1) Cuadernas: encina y roble; quilla: haya; méstiles: pino y abeto. 2) Complementos y pequetias embar- caciones, olmo, abang, laurel amarillo, alerce, apitong, plétano, araraba, robinia, ang-lang, eucalipto, moral, quayaca, cocuje, guijo y angelin. Para esquifes, el 9) Remos: almez, fresno, aliso, robinia y laurel negro, CARPINTERIA AERONAUTICA 1) Carrocerfa: balsa, sauce y pino cem- 2) Hélices: caoba, nogal y complemen: tariamente haya, arce, encina y olmo. ‘Maderas para instrumentos musicales 1) Instrumentos de viento: palisandro, bo}, ébano, granadillo y erable. 2) Instrumentos de cuerda: para la cubierta, picea, abeto blanco, cedro americano de Florida y menos frecuen- temente caoba, acacia e incluso ciruelo y cerezo; para el fondo, los lados, el puente y el mango, arce europeo, arce de Vir- Ginia, fresno y con menos frecuencia no- gal y haya; para el cordal, las clavijas y pie, ébano y bo}; para él arco, bo}, balata y palo fernambuco, Las guitarras se cot truyen con evénimo, palo hierro blanco yt 9) Piano y clavicémbalo: para la caja. picea, abeto, tilo, caoba, nogal, roble y menos frecuentemente olmo y erable; para el clavier y las caras laterales, haya; para los martillos, arce de montafia, abe- dul blanco y cedro de Virginia; para sos- tén de mariillos, el abeto; para los amortiguadores, el peral, que es insonoro, para el teclado, carpe (teclas blancas) y ébano (teclas negras), para la parte ex- terior, alamo blanco y satén chapeados con maderas decorativas, principalmente caoba, palisandro, curbaril, amaranto, his- panilla, amboina y palo violeta 4) Armonio y 6rgano: granadillo, pino silvestre ¥ pind laricio. Maderas para ebanisteria y decoracion ) Armazones: abeto, pino silvestre es- cogido, moral, olmo, plétano, élamo y tu- ipa 2) Chapeados: maderas decorativas, principalmente exéticas (amaranto, caoba de Cuba, Honduras, sapelli, bassam, ce- dro, coral, palo rosa, erable, sicomoro, sa- tén, tuya, etc), e indigenas (peral, aliso, acebo y carpe, teftidas). 3) Contrachapeados: caoba del Brasil, cedro, plétano y okuma. 4) Fortos: cedro, palo-alcanfor e his- anil 5) Muebles curvados: abedul, haya, hi- coria y morrionera. 6) Muebles selectos: las partes macizas, de maderas finas, de maderas decorati vas, las chapeadas. 7) Escultura: para la escogida, tio, haya, castafio de Indias, plétano, roble ojo, peral, serbal, arce, abang, caoba, cedro, manzano, bocapi y naranjo; para la basta, abedul, pino, cembro, aliso, sauce, ayap, ecuk y otunga 8) Grabado: boj, mirto, serbel, pera, olivo, calingag y palo amarillo. 9) Modelerfa: encina, pino y comple- mentariamente nogal, alamo, tio, castafio y haya. 10) Tomeria: para la fina, boi, ciruelo, acebo, aligustre, almendro, arce, bone: tero, brezo, calingag, enebro, citiso, fus La madera Proceso para la construccién de mangos de violines. ‘Muestra de un violin totalmente acabado, listo para su uso. Caja de resonancia de un violin. Biblioteca Atrium de la Ebanisteria - 1 En la industria de la torneria se pueden lograr diferentes tipos de piezas. La madera ha sido y es un material importante en el campo de la jugueter tete, guayaca y mirto; para la mediana, aliso, carpe, serbal, comizo, angico, cur- baril, laureles de color, moral, nispero palo’ amarillo; para la corriente, hay fresno, cerezo, acacia, almez, angel ayap, bocapi, olivo, edén, nangca y peral; para la basta, roble, olmo, ancogén, cas: taro, filao y plétano. 1) Taraceado: maderas finas y deco: rativas ‘Maderas usadas para el almacenaje ) Tonelerfa: para liquidos, roble graso, castafio, fresno, abeto, picea, moral y pino Tesinoso; para materias pulverulentas, abedul, alamo, aliso, haya, angelin basto, arariba, el6n y pinos corrientes; para cer- cos (ramas), castafio, avellano, robinia y sauce. 2) Cedaceria y medidas de capacidad: haya, castatio, fresno y sauce. 3) Embalajeria: para cajas, dlamo, sau- ce, aliso, abedul, apitang, pinos corrien- tes, haya de baja calidad, ceiba, eum, olong y nsegang, para pajas de madera (vinutillas), abeto y picea, principalmente; ara aros, moral, mimbrera y morrionera. Manufacturas e industrias especiales 1) Armerfa: abedul, algarrobo, nogal, fresno y serbal 2) Asas y mangos de herramientas: fresno, castafio, encina, ébano, carpe, acebo, comizo, serbal, hicoria, banana y haya. 3) Bastones, ltigos y mangos agricolas: almez, fresno, roble, acebo, acle, angico, castafio, mirto, cimielo, cornizo, espino, Sbano, robinia y morrionera. 4) Carboncillo y minas de lapiz: en ge neral maderas flojas, como avellano, sau: ce, bonetero y eucalipto flojo. 5) Cesterfa: aligustre, avellano, cornizo, mimbrera, morrionera y sauce. 6) Cucharerfa y mangos de cuchillo oj, robinia y acand. 1D Esquis: hicoria, fresno, ayap y elén. 8) Fésforos tembién, tilo, abeto, picea y ayous. 9) Hormas de zapato olivo, 10) Husos y agujas: bonetero. 1) Jugueteria: haya, aliso y Alamo, 12) Lépices. para los de categoria, ce- dro y enebro de Virginia; para los co- rrientes, tilo y secuoya: para los bastos. abeto y ecuk 13) Liantas de bicicleta: arce y fresno. 14) Palillos: élamo, abedul y ayous. 18) Piezas, fichas y tableros para jue- gos: acebo, aligustre, bonetero, espino cerval y ébano, 16) Piezas de mecénica: acebo, carpe, alata, ébano, comnizo, encina, serbal, es- pino, guayaca, haya, teca y olmo. 17) Pipas, boquillas, tabaqueras, etc. brezo, cerezo enano, abedtul, palo oscuro, acacia violeta, aliso y batitinam. 18) Tableros contrachapeados: para exteriores, okumé, akén, sapelli, asié, co- ral, ayous, ukola, ekum, okolanguma y elelén; para almas, tulipia y olong 19) Tablillas para las pinturas: élamo sauce. 20) Utiles para carpinterla: encina serbal. 21) Utiles para dibujo: abedul, manza- no, peral, serbal, caoba y ébano, 22) Zuecos: para los selectos, haya, car- pe y nogal; para los usuales, abedul,aliso, Alamo y sauce. fa, plstano y 40 EXPLOTACION FORESTAL Para algunos homibres los trabajos fo- restales constituyen una atraccién en sf mismos, pero de ordinario se trata de un trabajo duro, a menudo en condiciones arduas, para el que se requiere un gran esfuerzo fisico. los efectos de la despoblacién rural, que se viene produciendo ininterrumpi- damente desde la edad media, han sido més drésticos en la silvicultura que en la agricultura, Los esfuerzos realizados para mejorar la suerte de las persones que continéan realizando los trabajos rurales han tenido un elevado coste salarial. Estos, dos factores, y la industralizacién general del trabajo forestal, han contribuido a que enlas titimas décadas haya aumentado la mecanizacin en todo lo que ha sido po: sible, Los mayores aumentos de salarios se produjeron en la década de los setenta y ello hizo necesaria la mecanizacién de casi todas las tareas forestales y el desa- rrollo de sistemas cada vez més eficaces En el pasado solia ser bastante fécil di vidi las operaciones de recoleccién en cuatro fases principales. tala, extraccién carga y transporte, y ma quinta fase, la preparacién del material, que podia ha- cerse antes o después de la extraccién Las primeras maquinas taladoras datan de principios de siglo, pero se desarro- liaron y modernizaron a nivel industrial hace més de treinta afios en Norteamé nica, ¥en la década de los setenta en Escandinavia. Esta fue la pionera en Euro: Del bosque al comercio pa de la fabricacién de una generacin de procesadoras, taladoras-apiladoras y, més recientemente, recolectadoras, que realizan una parte considerable del tra- bajo en las explotaciones madereras de Suecia. Tala la buena calidad de las maderas de- pende de la constitucién del arbol en pie, de la época de apeo, del subsuelo y de la situacién con respecto a los vientos. la madera debe ser abatida cuando ha adquirido pleno desarrollo, pues el arbol demasiado joven da una madera blanda, expuesta a grietas y alabeos, en la est ccidn en la que se ha retirado la savia, pues de lo contrario también esta expuesto a la polilla. Si es demasiado viejo, el interior, que esla parte que tiene mAs afios, puede estar deteriorado 0 podrido, y no ver carse en él con normalidad las funciones de circulacién, crecimiento y aumento de volumen; se dice entonces que el arbol "Troceado de troncos. a Biblioteca Atrium de la Ebanisteria - 1 Obrero talando un dbol de palisandro (Brasil). «iAtbol val»: abatimiento de una caoba de Honduras, est4 muerto, aunque hay excepciones se- gin las especies, como por ejemplo el nogal. ‘Carece de valor como madera de cons: truccién la de los érboles muertos en pie, por haber perdido consistencia y elas Cidad, y haberse vuelto muy quebradiza La tala de los dtboles es trabajo de obreros especializados y puede hacerse a maquina (con sierras especiales movi- das por gruy sn0s, gasolina electricidad) y a mano. En la tala a mano se usa el hacha, con la que se hace una entalladura en el raigal o tocén por el lado hacia el que se desea que caiga el érbol, abarcando mas de la tercera parte de su superficie; después se hace otra entalla: dura en un plano superior, en el lado copuesto, hasta unos centimetros de 1a otra; por tiltimo, al ceder por su propio ‘peso, o mediante cufias 0 cuerdas sujetas a las ramas, se le obliga a caer, aunque esta técnica es ancestral y a veces un giro brusco de la direccién del viento hace que el arbol caiga en sentido opuesto y cause sustos 0 desgracias. Una vez der ado el arbol, se le quitan las ramas, la corteza y el raberén o extremo de la co: golla, y se saca del monte. Las maderas blandas que han de ser aserradas, inciuso las resinosas, resultan beneficiadas si se descortezan antes de ser aserradas, de este modo se favorece la evaporacién del agua que contienen. En cambio las maderas duras, en las que es probable que se encuentren grietas y que han de destinarse a obtener chapas, es mejor no descortezarlas para impedir que una desecacién répida produzca grietas muy peniudiciales, La mejor época del afio para efectuar la tala es hacia finales del invierno, antes de que se inicie en la pnmavera el nuevo perfodo de vegetacién. En esa época, la actividad de la savia es nula, la corteza se separa facilmente de la albura, hay me- nos posibilidades de que se alteren los tejidos por la escasez de savia en las cé- lulas y no es facil que la madera sea ata- cada por los inse« Los Arboles nunca deben abatirse en verano, pues en esta 6poca su albura est impregnada de savia, la cual contiene sustancias fermentables, aziicares, almi- én y albuminoides, que constituyen un excelente medio para el ataque de or ganismos destructores. Se conoce que una madera ha sido apeada en verano cuando al verter una solucién de yodo en un corte fresco madera ésta se tifle ligeramente de color castafio, lo que no sucede si ha sido apea: da en inviemo, pues se vuelve de color violeta. La edad de apeo de los drboles varia segtin la especie y el clima en que se en- cuentren. A continuacién ofrecemos una relacién de la edad aproximada en que pueden ser abatidas las principales es- pecies: acacia, 20-60 atios; chopo, 30 abedul, dlamo blanco y aliso, 40 afos; arce, cedro, cerezo y sicomoro, 60 atios; alerce, ébano, olmo y pino silvestre, 70: 80 atios; abeto, fresno, nogal y tilo, 100 afios; haya, 100-110 aos; castat encina y roble, 80-250 afios. A es des los drboles ya son adultos y pueden dar un buen rendimiento industrial, que beneficia a las zonas en las que estén si- tuados. ‘Afortunadamente, la politica forestal de jos paises desarvollados determina que no se puede abatir un arbol de edad ade- quada si alrededor hay otros demasiado j6venes, independientemente de la es- pecie, por el riesgo de destrozarlos al realizarse la tala, En los paises subdesarrollados esta po- ltica forestal no existe, por lo que el de- tetioro del bosque, selva o jungla es evidente y permite excesos, sobre todo de los sectores ganadero y agricola, que arasan zonas inmensas, a diferencia de ellos, el sector maderero de cada pais pide que se regule una politica forestal adecuada porque en ello va su propia su- pervivencia. Extraccion La fase de extraccién consiste en llevar eltronco, entero o en porciones, desde el pie del tocén hasta el borde del camino 0 de la pista forestal y puede realizarse de varias maneras, Si las piezas son pe- quefias y ligeras, se hace manualmente. En caso contrario se emplean tractores agricolas normales 0 modificados provis- tos de una cabria, mediante un arrastra- dor disefiado a propésito con cubiertas de caucho, mediante un tractor de ca- denas 0, especialmente en Escandinavia, Canada, el sur de Estados Unidos y cier- tas zonas de Europa, mediante una ex- pedidora. Las expedidoras son maquinas de tres o cuatro ejes, con grandes ruedas de cubiertas de caucho, de direccion arti culada en el chasis y con una gran pla- taforma posterior que se carga por medio de un garfio hidraulico. Existen otros sis: temas de extraccién mas especializados, gue se utilizan en circunstancias deter- minadas, En algunas regiones tropicales en las que el curso de los rios es lento, 0 relativamente lento, los 4rboles siguen siendo conducidos aguas abajo, si bien esto mas que un sistema de extraccién es tun sistema de transporte. Antes de la me. canizacion, en algunos paises el trabajo se realizaba generalmente en invierno y sollan utlizarse trineos tirados por caba- Ips. Actualmente, al igual que ocurre en otros muchos aspectos de la vida, las ma- quinas realizan casi todo el trabajo, si bien en algunos paises tropicales conti- nian ulilizandose elefantes o incluso hom- bres. En Jos paises con una buena politica fo- restal es obligatorio después de la tala dejar las zonas completamente limpias de amas, hojas y cualquier resiciuo de los ér- oles abatidos; de esta manera se evitan incendios fortuitos. No ocurre lo mismo en Jos restantes paises, y al dejar el suelo con lefia y hojarasca, que con el tiempo ‘se van secando, el peligro de incendio es mucho mayor. Carga Después de la fase de extraccién, el material obtenido debe ser cargado, ex- ceptuando el caso en que es desment: zado, Este trabajo puede hacerse por Del bosque al comercio ‘Troncos talados a la espera de la cextraccién. Herramientas usadas por los Jefiadotes en tiempos pasados, Liegada de la balsa al muelle, ‘en el cual se recogen los troncos Biblioteca Atrium de la Ebanisteria - 1 1a pista forestal es la gran salida de las madras del bosque. El transporte por carretera es uno de los sistemas més usados en la actualidad. procedimientos diversos, desde la carga manual de piezas pequefias y ligeras has- ta el empleo de las grandes grias en A para los troncos voluminosos. En la actua- lidad, la mayor parte del material peque fio y median es cargado con ganchos hidréulicos, que pueden estar incorpora- dos al vehiculo de transporte. Para los troncos més grandes se emplean griias especiales 0, si el firme lo permite, ele- vadores con palas de gran potencia ‘Transporte La mayor parte del material extraido de los bosques es transportado por carre- tera hasia el lugar en el que ha de ser utilizado o manufacturado, ya sea en c: miones normales pero desprovistos de la- terales, en camiones con remolque 0, en el caso de los troncos 0 postes muy lar- gos, en plataformas especiales montadas sobre un bogey remolcado por un tractor © un remoleador. Un camién de veinte muedas, cuya tara sobrepasa las cuarenta toneladas, puede transportar una docena de troncos, que pueden pesar en conjun: to ochenta toneladas o més. El transporte también puede realizarse en tren, en va- gones plataforma sin laterales. En 1976 los franceses iniciaron el es- tudio de un proyecto basado en un hibri- do globo-helicéptero, el helicostat. El peso muerto de la maquina es izado por la parte aerostitica del aparato y el rotor se encarga de levantar la carga. Con este proyecto se pretende aumentar el ren- dimiento maderero de los bosques fran: ceses y permitir la extraccién en regiones montafiosas que hasta ahora Tesultaban inaccesibles. LAS CHAPAS Generalmente la palabra chapeado se relaciona con la ebanisteria barata y de mala calidad. Plinio decia despectiva- mente que se trataba de distrazar las ma- deras vulgares con una cubierta valiosa. Nada mds lejos de la verdad. Si est4 aca- bada adecuadamente, la pieza chapeada sera tan compacta como cualquier otra sin chapeer; estara hecha con la mejor madera, habré requerido un intenso tra- bajo artesanal y podrd ser cualquier cosa excepto un artilugio mal armado. Admi- timos que el chapeado sea utilizado en ‘ccasiones para cubrir armazones clava- dos, pero estos casos silo constituyen el ‘abuso de un modo de ebanisterfa que tie- ne sus usos ¥ ventajas especificos La principal ventaja del chapeado es que permite conseguir efectos que de otra forma no se podrian obtener 0, como poco, no tendrian consistencia. Por ejem- plo, hay ciertas maderas de bello veteado que tienen tendencia a abrirse y alabear- se; ademés, casi nunca suelen resultar muy fuertes a causa de los espacios en los que la vela queda muy corta, El nico modo de emplear estas maderas es cha- pedndolas, pues al utilizarlas en chapas muy finas encoladas sobre tablas fuertes se consigue la solidez necesaria, Por otra parte, se deben tener en cuenta los bellos efectos que se pueden conseguir en la colocacién de las chapas usando distintos tipos de madera en la misma superficie. Un trabajo de este tipo resultaria total- 4 La madera transformada mente imposible de realizar con tablas macizas. Aparte de las dificultades de construccién y de la debilidad resultante, surgirfan problemas inevitables a causa de la contraccién. Esté ademas el proble- ma de las formas. Estas se pueden hacer en madera maciza hasta ciertos limites, pero si las curvas son muy pronunciadas la obra quedaré débil a causa de los tro- 20s con veta cotta. El chapeado constituye hoy en dla una necesidad a causa de la creciente esca- sez de maderas de calidad. Aunque la base no se ve una vez acabado el mueble, debe ser de buena calidad y consiguien- temente conviene emplear para el ar- maz6n materiales prefabricados. Sea cual fuere el método de chapeado empleado, Ja utilizacion del material correcto para la ‘base y su preparacién adecuada son dos aspectos de la mayor importancia, pues sobre ellos descansa en gran medida el éxito del trabajo. Nunca se conseguiré un buen resultado si la base es defectuosa. Ala larga la chapa resultara afectada por cualquier desperfecto existente en aqué- lla, Recién acabado el trabajo puede pa- recer perfecto, pero el chapeado hay que comprobarlo al cabo de un cierto tiempo; sélo después de un afio aproximadamen- te se podré afirmar si el trabajo ha tesul- tado satisfactorio. Obtencién de las chapas Aparte de por las maderas utilizadas y por las distintas variedades de cada una ‘Almacenamiento de chapa reconstruyendo el arbol, Biblioteca Atrium de la Ebanisteria - 1 CChiffonier Reina Ana, chapado e ralz de olmo y con todo el frente fileteado. de ellas, las chapas se distinguen por el método que se ha empleado para su ela- boracién. Hay varios sistemas de obte- nerlas (corte plano, corte rotatorio y corte semirrotatonio) y cada uno tiene su objeto y sus caracteristicas peculiares. Antigua: mente las chapas se cortaban a mano con una sierra; se apoyaba el tronco de pie y dos hombres, situados uno frente al otro, iban haciendo delgados costeros (tablas) sin llegar a la base del tronco, la cual se cortaba al final obteniendo asi un pliego de tablas correlativas. Posteriormente las chapas eran cortadas con una gran sierra cular, pero hoy en dia este método re- lta inadecuado a causa de la enorme pérdida de madera en serrin (casi la mis ma cantidad que la aprovechada en cha- pas). Las chapas cortadas con sierras eran mucho més gruesas que las cortadas con cuchilla; tenjan ademas unas marcas que dejaba la sierra y que debian ser eli minadas con el cepillo dentado en la su: perficie que fuera a recibir la cola ‘Todavia hay una produccién limitada de chapa cortada con sierra, pero en gener éste es un método perteneciente al pa- sado, El corte plano se realiza colocando el taco de madera sobre un soporte fuerte y pasando sobre él la cuchilla, Después de cada corte se eleva el taco tanto como el espesor de chapa requerido. Todo este proceso se hace de modo automation. Ge- neralmente Ja cuchilla ataca la madera con un cierto 4ngulo, Segiin la colocacién del taco de madera, se pueden obtener dos formas de dibujo: el paralelo, que se consigue cortando la chapa en todo el an- cho del tronco, obteniendo asi la deno- minada «chapa rameadan, y el cuart que consiste en dividir el tronco en cuatro cuarios a fin de obtener un dibujo de fi bras rectas denominado «chapa listadan. Con este mismo método otras méquinas realizan el corte vertical en lugar de ho- rizontal, En el corte semicircular 0 semirrotato rio, se monta el taco de madera sobre una pieza giratoria alejada del centro y se hace girar el taco pasdndolo por la cu- chilla Hay también diversas formas de obtener chapa. Una de ellas consiste en montar el taco con el lado del corazén ha: cia el centro, pero al no estar compen- sado la cuchilla no corta siguiendo los anillos anuales, sino que forma una cit- cunferencia mayor, con Jo que se obtiene una chapa Tameada con el agua en el centro y los bordes difusos. Otro método consiste en colocar el mismo taco al ré- vés, es decir, el centro del arbol es lo pri- mero que cortard la cuchilla, Este método no es muy recomendable: primero apa- recerén las chapas listadas, que se irén perdiendo gradualmente hasta obtener un rameado completo. Otra forma de con- seguir chapa es mediante un bloque cuarteado en el que el eje se coloca en luna esquina; al girar la pieza se obtiene tuna chapa listada al principio, un poco més ancha de lo normal, y se acaba el arto con una chapa semilistada En el corte rotatorio se coloca el tronco en una maquina grande, parecida a un tomo, y se hace girar pasando por la cu- chilla, que se mueve hacia el centro a una velocidad determinada (prefijada segin el grosor requerido), El tronco queda cor- tado en una chapa continua, pero la chapa resultante no tiene un veteado interesante y su apariencia es poco natural. Este mé- todo se suele emplear para fabricar con- trachapado, exceptuando la produccién de chapa de arce (erable), cuyo efecto se ‘consigue Gracias a pequefas irregulari dades existentes en los anillos anuales, Las raices o lupias se obtienen de la mis. ma forma de corte. Con el sistema de cor- te rotatorio todas los defectos, como los nudos, resultan més frecuentes en la cha- pa que se corta al acercarse la cuchilla al centro del tronco Es bastante frecuente aplicar vapor a Jos troncos antes de cortarlos para ablan- darlos. Las chapas cortadas por el sistema rolalorio se preparan del tamafo reque- rido inmediatamente después de cortar- las y se pasan por un horno de secado que las deja con la humedad necesaria las cortadas en plano pasan igualmente hoja a hoja por el horno (llamado también secadero), y luego la chapa es cortada en su longitud y anchura en la guillotina. Clases de chapas segim su dibujo Aparte de chapas rameadas, listadas 0 desenrolladas, hay otra serie de maderas valiosas que s6lo se pueden obtener en forma de chapa; entre elias desiacan la palma, la trepa y la ralz o lupia. 1as palmas son chapas cortadas de un trozo del tronco en el que éste se separa en dos, o donde surge una rama grande; generalmente se obtienen de la parte su- perior del arbol. En estos trozos la veta es muy complicada y cuando se corta apa- rece en forma de pluma, cuya longitud esi determinada por el tamatio de la se- paracién del tronco o de la rama; puede variar desde unos centimetros hasta mas de un metro, Como la veta es de muy poca longitud, estos trozos de madera siempre son muy fragiles. Los vendedo: res los almacenan en montones de 24 0 32 chapas, normalmente hechos en orden de corte. Las palmas estén colocadas en el rbol inversamente a como las vemos en los muebles. Las mas comerciales son las de caoba, nogal y fresno, Las trepas se consiguen de trozos si- milares pero de raiz. Es el conjunto de nas aguas mezcladas que forman unos veteados llamatives y muy decorativos, sobre todo cuando las chapas se unen Generalmente las trepas son de nogal. Las raices o lupias son las chapas mas cotizadas y se obtienen de las protube- ancias irregulares que se forman en los troncos. ‘ienen la apariencia de un act mulo de nudillos colocados en un espacio reducido, El tamafio de la raiz siempre est limitado por el de la formacién. De ne, La madera transformada Ralz de mai-dou, perteneciente a la misma familia de la raiz de mbuen, Aparador imperio en madera de palma de caoba y fileteado ‘en marqueteria de color negro. a Biblioteca Atrium de la Ebanisteria - 1 Almacenaje de raices y palmas. Tableros multicapa bido a la escasa londitud de la veta, es facil que aparezcan pequefios agujeros provocados por el desprendimiento del Centro de los nudos. También existe el peligro de que toda la chapa se desmo- one al ser cortada. Las raices mAs co- rrientes son de fron¢ las més cotizadas son las de ambuan, mai-dou, tuya, laurel, fresno, olmo y nogal, Tam- bién existe una rafz de una conifera, la de secuoya, llamada vavona. En el bo} se puede obtener artificialmente una raiz Por el método del zunchado, que consiste en hacer un torniquete en la parte inferior del tronco y otro en la parte superior, en- tre los dos torniquetes apareceré una se- nie de brotes o nudos, que darén a la madera el moteado deseado. Otro méto- do consiste en raspar o quemar todos los brotes tal como van apareciendo. Otra clase de chapa es el Aroline o Fi- neline, que en la actualidad no se traba- ja demasiado, quizA por ser demasiado limpia. Se hace encolando chapas en montones de alrededor de cien y, una ve endurecida la cola, se cortan otras nueva en éngulo recto con las primeras, de for ma que la chapa resultante muestre lo bordes de las chapas iniciales. El efect es el de una madera con la veta comple tamente recta, Las chapas iniciales se eli gen en tonos distintos y se encolan en w orden premeditado para que tengan w dibujo decorative. La ventaja de esta chapas es que permiten hacer mucha piezas iguales, Una chapa que vuelve a estar en aug es la de color, especialmente la erable tefiida de diversos colores. ‘Todas las chapas son quebradizas, la de algunas maderas mds que las de otra: y se han de manejar y transportar co cierto cuidado, Si se almacenan, se de ben guardar con cierta humedad con ¢ fin de evitar que se cuarteen a causa d la sequedad. El mejor lugar para quarda chapa es un sétano ventilado y con lu artificial CLASES DE TABLEROS En el campo de la ebanisteria el table 10 ha desplazado a la madera maciza po su facilidad de trabajo, menor coste, ma yores medidas y buenos resultados. A es tas cualidades hay que afiadir las variada formas de tableros existentes 1) Tablero alistonado de madera ma ciza: es un panel formado por tabla encoladas entre si por el canto, esta uniones pueden ir ademAs ensamblada por testa. 2) Tablero contrachapado: es el for mado por chapas de madera desenrolla da, encolando unas sobre otras cruzadas de esta manera la estabilidad es total. E algunos tableros las dos capas externa 8 llevan chapa de madera fina. En todos los tableros hay que distinguir la cara buena onoble y la cara posterior o contracara 3) Tablero curvado: es el formado por chapas de madera encolada por sus ca res, generalmente mediante el sistema de mode y contramolde. En la mayoria la di reccién de sus fibras es longitudinal y transversal; en el resto, solo longitudinal. 4) Tablero aglomerado: es un tablero de particulas de madera u otto material lefioso, aglomeradas entre si mediante adhesivo y presion 8) Tablero agiomerado rechapado: es igual que el tablero de particulas, pero ladiendo en sus dos caras externas una chapa fina; una cara es més buena que la ota 6) Tablero aglomerado melaminico: es un aglomerado rechapado en el que se han sustituido las dos chapas finas por dos llminas de papel impreso. 1) Tablero de aglomerado de fibras (MDF); es el formado por fibras de ma- dera afieltradas y prensadas, con aglo- merantes 0 autoaglomerantes. 8) MDF rechapado: es un producto que cada vez se esté utilizando mas en el cam- pode la ebanisteria por a uniformidad de su superficie y porcue disminuye los cos- tes de fabricacion. 9) MDF melaminico: tiene las mismas fmciones que el MDF rechapado pero con un coste y una calidad inferiores. 10) Tablero de fibras (téblex). Es un producto completémente natural. Esta Compuesto tinicamente por madera des fibrada, sin ningtn aditivo. Al ser fibra ve- getal comprimida, se trata de un producto compacto y homogéneo, que presenta tna cara rugosa y otra lisa, en tonalidad siena. Tablero alistonado de madera maciza Es un producto que une a las bellas calidades de la madera una serie de ca- racteristicas particulares y exclusivas, derivadas del tipo especial de elabora- cién: estabilidad, resistencia, versatilidad, manejabilidad y elegancia, Este tablero se presenta como la solucién ideal para resolver brillantemente los més diversos problemas de decoracién. Su amplia va~ iedad de espesores (desde los 19 hasta los 82 mm) y sus grandes dimensiones (4.000 mm de largo y 1.220 de ancho) ha- cen de este tablero un material de em- pleo universal, ufiizable para construir muebles, suelos, tabiques, cerramientos, escaleras, revestimientos... en fin, una gran cantidad de proyectos. Los tableros alistonados son tableros compuestos de listones encolados entre si por el canto, Se presentan en dos cali dades: sin albura y con albura, y la ma dera esté tralada en caliente de forma exhaustiva contra insecios, hongos y al: La madera transformada ‘Tablero alistonado de gran belleza y con excelentes prestaciones. 49 Biblioteca Atrium de la Ebanisteria - 1 Chapeado del tablero curvado. teraciones diversas. Iias ensambladuras se hacen en serie hasta obtener la lon- gitud deseada; al ser productos de ma- dera maciza, se les deben aplicar las mismas reglas que a la madera, En par- ticular hay que vigilar las posibles varia~ ciones de tamafo en funcién de las condiciones higrométricas y de almace- namiento, la estabilizacién en el ambiente local antes de la aplicacién y la aplicacion de un mismo nimero de capas de pro- ducto de acabado sobre las dos caras (contrabalanceo). De esta gama de tableros se fabrican otras formas comerciales, como los table- ros machihembrados, que ofrecen las mismas posibilidades que los tableros alistonados, pero se emplean en lugares menos visibles, donde el aspecto estético tiene una importancia menor. ‘Los cuadradillos alistonados son table- 10s microensamblados superpuestos. Sir- ven para hacer patas de mesas, postes, escaleras y campanas de chimeneas. Estos tableros pueden llegar a desfasar ‘@ muchos otros porque reducen trabajo, tiempo y costes. ‘Tablero contrachapado El contrachapado es un tablero forma- do por chapas de madera desenrollada encolada, superpuestas generalmente a 90" unas de otras, en un nimero indeter- minado, casi siempre impar; las més co- rientes son las de tres y cinco chapas, pero también las hay de siete, nueve once o més capas. Los tableros normalmente son de ma- dera blanda (okume, chopo y alguna re- sinosa, como el absto y el pino). Las chapas interiores son de una calidad in- ferior. Al unilas hay que evitar que no se formen ventanas (espacios huecos entre hapa y chapa). Las chapas son encola- das con méquinas de precisién y pren- sadas en prensas de platos calientes (gracias a sus numerosos platos, se pren- san hasta 40 tableros de una vez). Poste- riormente los tableros son escuadirados a las medidas estandar (normalmente, 2.44 x 1,28 om y 2 x 1 cm) y por titimo son ljados y cispuestos para el almacena- miento. ‘Tablero curvado 0 conformado de contrachapado Cuando se han de realizar trabajos en los que hay superficies curvadas, si el ra- dio de curvatura es pequefio tenemos que fabricar la pieza encolando chapas, al igual que en los tableros de contracha~ ado normal, pero el prensado se hace mediante moldes y contramoldes, que dan a la pieza el curvado que se desea obtener. Elnimero de chapas suele ser superior or centimetros de grosor que el de un Contrachapado normal (de 7 a20 por cen- timetro de arosor). Esto hace que su re- sistencia sea mayor. Este sistema es el usado para la formacién de la mayor parte de los muebles curvados, sillas, bancos, mostradores, etc. Si la chapa se coloca en un solo sentido, longitudinal, sin formar alla, sélo la podremos curvar en el sen- tido de las vetas y formaremos piezas de gran flexibilidad y resistencia, ideales para la formacién de arcos, bastidores de sillas, etc El tablero curvado se puede realizar en Jos propios talleres. A veces se hace par- tiendo de otros materiales, como el con- traplacado, el aglomerado y el MDF de 3 mm, pero en estos casos las curvas se- én mis abiertas y el encolado puede efectuarse con un molde y tomillos 0 ga- tos de apretar. 80 8 oxesssesiss® Tablero aglomerado Las ventajas que ofrecen los tableros aglomerados en el plano de la economia general de la madera justifican el rapido crecimiento de su produccién. ‘Antes de entrar en la fébrica, la ma- era, que se presenta en general en for- ma de rollizos de 10 a 25 cm de diémetro, debe poser humedad conveniente, ha- llarse Clasificada por especies y tamaiios, yy estar descortezada, limpia y trozeada a las dimensiones requeridas por las astilla- doras. Para la produccion de la materia prima del aglomerado pueden utilizarse también los residuos de las sierras y del desenrollo, La primera operacién en la fabricacién del aglomerado es el astillado, operacion que produce las particulas, de ordinario planas y de espesor regular. Esta regu- lridad del grosor (que generalmente mide 0,4 mm para las particulas del in- terior y 0,2 mm para las de las caras) exi- ge una maquinaria de gran precision; esta maquina distribuidora permite la alimen- tacién simulténea y el control de cinco vi tuteadoras de rollizos. Posteriormente se pasa a las baterias de secado, en las que se secan las par- Diferentes periles de tableros ria escogiendo los troncos para Biblioteca Atrium de la Ebanisteria - 1 Manta de aglomerado en su [proceso de fabricacién antes del prensado ‘fculas hasta llegar a uria humedad baja y uniforme. El encolado se realiza de forma continua mediante la pulverizacién de la cola de resinas sintéticas en encoladoras especiales. La dosis de cola, rigurosa- mente regulada, se obtiene por regula- cién electrénica sobre las cantidades de particulas. La formacién del aglomerado constitu- ye una de las operaciones mas delicadas de su fabricacién; exige una maquinaria compleja para dosificar de una forma constante volumen y peso. La manta (la capa poco densa de particulas entremez- cladas) se corta ala salida de la formacién y se pesa sistematicamente con objeto de eliminar aquellas cuyo peso no esté com- prendico entre los limites determinados. EI prensado se realiza con prensas de uno o varios pisos; la velocidad de cierre, el movimiento, la presién, la temperatura y el tiempo se controlan automAticamen te, Mientras estos tableros se prensan, otros se acumulan en un cargador a la es: pera del prensado. Una vez prensado el tablero, pasa a la sala de estabilizacién y de acabado. Después de una estabiliza- cién artificial de varias horas 0 natural de varios dias, los tableros se someten al di- mensionado y lijado. ‘Aunque en el tren de produccién se hacen de modo continuo controles de fabricacién para asegurarse de la cons: tancia de la calidad, sélo después de en- sayos completos de control de calidad sobre tableros terminados se entrega la produccién al servicio comercial. Los tableros aglomerados poseen una larga trayectoria en el mercado y un prestigio merecido por su compacticidad y calidad. Sus variedades esténdar (resis- tente a la humedad y compacio) offecen una gama apia para multiples aplicacio- nes, que cubren desde la industria del mueble hasta la elaboracién de encofra- dos en la construccién, La densidad media varla segin el aro: sor del tablero: 680 2 650 kg/m’ en el bé- sico, 650 a 720 ka/m® en el resistente a la humedad y 680 @ 750 kg/m? en el com- pacto, Sus dimensiones oscilan entre 244 X 122 cm y 368 x 183 cm. El grosor varia de 8a 30mm, Los aglomerados se han convertido en una pieza findamental en el taller del ebanista, puesto que normalmente los muebles llevan aglomerado como base; incluso en los sofis se ha legado a colo- car aglomerado como fondo. El aglomerado presenta a veces una li: gera ondulacién. Si el ebanista lo aplacp directamente, observa en ocasiones al guna pequefia deformacién, El procedi- miento que se ha de seguir consiste en pasar el cepillo de dientes y contraapla- carlo, lo que encarece el producto. tra ventaja de estos tableros es que no tienen sentido de veta: se pueden tra- bajar tanto vertical como horizontalmente ¥ se pueden unir entre si Gracias alas investigaciones realizadas en Alemania (donde se fabricé experi- mentalmente por vez primera durante la segunda guerra mundial), en Suecia y so- bre todo en Estados Unidos y Canadé, la gama de tipos de tableros de aglomerado aument6 considerablemente en los afios setenta Algunas de estas investigaciones han permitido la fabricacién de tableros es: eciales que llevan tanto piezas muy ex- tensas, pero delgadas como obleas, como Jargas fibras de madera. En la actualidad, en las fases de formacién de la estera y antes del prensado estas fibras largas se «orientam en una misma direccién, con lo que se obtiene un tablero tan resistente como el terciado pero utilizando una ma- teria prima tres veces mas barata, Otras investigaciones se han centrado en el empleo de nuevos tipos de resinas yen el uso del cemento mineral en polvo normal en lugar de las resinas sintéticas uiilizadas hasta la fecha. Este tablero no se ve atacado por las termitas, resiste el fuego y, entre otras aplicaciones, es muy {ti para construir casas baratas en los tr picos, Otras investigaciones han dado lugar a tableros «hibridos> (en los que el niicleo es de particulas pero las superficies son de chapa, con lo que parece un tablero terciado) y a un tipo de tablero de fibras ultrafine como el que se fabrica en Fin- Jendia. Ambos tienen la misma utilidad. Este es un campo en el que se esta in- vestigando intensamente y se estén pro- duciendo avances notables: todos los aios aparecen nuevos productos para de- terminados mercados. CLASIFICACION DEL TABLERO AGLOMERADO SEGUN SU TIPOLOGIA Por el material empleado, el aglome- rado puede ser de particulas 0 de resinas (urea-formol, urea-melamina-formol fe- noHformol). or el tipo de fabricacién puede ser prensado plano 0 por extrusion (este ti- timo no aplicable en suelos y cubiertas). Por la conformacién se divide en uni- forme, de multicapas o de distribucién continua Por el peso especifico puede ser ligero (de 250 @ 450 kg/m’), también denomi- tado de baja densidad; semipesado (de 4] a 750 kg/m’) o de densidad media, y pesado (de 781 kg/m’ en adelante), o de densidad alta. Por el acabado de las caras se divide en no lijado, lado y revestido. Por el tratamiento puede ser hidréfugo (tesistente a la humedad) o ignifugo (re- sstente al fuego). Tablero de aglomerado de fibras (MDF) El agiomerado de fibras de densidad media es el formado por filbras lignoce- Inlésicas aglomeradas con resinas sinté- ticas u otto adhesivo adecuado, secado mediante calor y prensado por inyeccién de vapor. El peso especifico esta com- prendido entre 600 y 800 ka/m’. Durante el proceso pueden afiadirse ‘oltos productos para modificar algunas Propiedades. las fibras tienen disposicién homo- génea en todo el grosor del tablero; en consecuencia, se obtiene una densidad pricticamente igual en todos los puntos del volumen del tablero. Se designa este tablero con las siglas MDF (Medium Den- sity Fiberboard). El sistema de prensado por inyeccién de vapor presenta extraordinaria flexibi- lidad y permite producir perfiles de den- sidad totalmente homogénea. La uniforme distribucién de humedades origina un ta- blero muy estable, que practicamente no presenta alabeos en sus aplicaciones molduradas. Su controlado perfil de densidad, su ex- celente estabilidad dimensional en am- bientes himedos, su fina superficie, sus altas propiedades mecénicas y la periec- ta trabajabilidad que presenta hacen del MDF un material ideal, Esta especialmen- te concebido para la fabricacién de mo- biliario y aplicaciones en carpinterfa, y es cl sustiuto ideal de la madera maciza er muchas de sus aplicaciones. Las medidas del tablero base son 5.600 x 2.500 mm; las medidas esténdar son 244 x 128 cm y 366 x 183 cm. El grosor oscila entre 3 y 60 mm, ‘Como reflejo de una capacidad de pro- duccién a nivel europeo de 2,5 millones de my’, que se ha multiplicado por doce en diez afios, el MDF confirma a diario su éxito progresivo, el cual es debido a las caracteristicas especificas ya menciona- das, que lo convierten en un material apreciado tanto para arreglo de interiores ‘como para mobiliario. Gracias a sus pro- La madera transformada Laboratorio realizando estudios para la fabricacién de nuevos productos. ‘Almacenamiento del aglomerado con seccionadora. Biblioteca Atrium de la Ebanisteria - 1 de perfiles con Puertas de MDF rechapado con el canto redondeado, piedades, el MDF es un material sin nin- gin problema particular de fabricacién 0 acabado a condicién de observar algunos principios esenciales que constituyen la base de un trabajo de calidad. COMO TRABAJAR EL MDF Por su modo de fabricacién, el MDF es un material que presenta una cierta ca: pacidad de abrasién, como también es el caso de la mayorla de los paneles deri vados de la madera. Teniendo en cuenta esta caracteristica, es preferible utilizar herramientas de carburo de tungsteno. Si Jas series son lo suficientemente nume: rosas, las herramientas de diamante pue- den constituir la solucién idénea, El aserrado y el fresado (calibrado y enfondado) son las dos operaciones de fa: bricacién més corrientes del MDF Para el aserrado, la eleccién del tipo de sierra depende sobre todo del estado de la superficie que se quiere obtener. as sierras circulares de dentado alterno © plano convienen para trabajos en los que no se requiera una superficie de ex. celente calidad. Con este tipo de dientes pueden producirse pequefias astillas en la salida de la herramienta, sobre todo si se trata de un panel revestido. Si la cali dad de la superiicie es primordial, prefenble utilizar una sierma circular de dentado en gubia, aunque el manteni- miento de esta herramienta es més deli- Garantizar un trabajo sin defecto su one usar una mAquina dotada de corta: dor. Si a pesar de todo aparece el astillado, generalmente puede remediar se aplicando estas reglas: — Mantener la maquina en buen esta: do, procurando evitar el encorvado o la ‘excentricidad en la hoja — Afilar la sierra con frecuencia — Modifcar el ajuste de la hoja —Dismimuir, si es posible, el diémetro de la hoja. — Disminuir la velocidad de avance, aunque en este caso la produccién sera menor. Sobre una méquina a punto con herra mientas de corte impecables. el calibra: do y el enfondado por fresado no pre- sentan ninguna dificultad particular. Los defectos de fabricacién se mani- fiestan en el astillado de las caras, espe- ialmente sobre paneles revestidos. Es preciso disminuir el grosor de la viruta aumentando el diametro de la herramien- tay el nimero de dientes y reduciendo la velocidad de avance, si es posible ad mitir una reduccién en la produccién Pueden utilizarse también herramientas de corte con aristas inclinadas, que evitan el despemue del revestimiento y asegu: ran un corte mAs progresivo. No siempre es necesario pulir las del MDF. Sin embargo, después del fre sado es una operacién indispensable en los cantos para obtener una superficie dispuesta para el acabado. El lijado eli mina la ligera pelusa y las marcas de las herramientas. Si esta operacion se realiza manualmente, sera poco productiva y de calidad irregular. Para trabajos en serie S preferible emplear una pulidora de cantos auomatica, provista de un abrasi- vo de grano fino (del 180 al 180). Hay que vigilar la velocidad de paso del abrasivo y cambiar la cinta en cuanto se ensucie. Antes de cualquier acabado, el lijado debe completarse con un desempolvado total ENCOLADO Y MONTAJE DEL MDF Cualquier adhesivo empleado en ma: dera maciza conviene por un igual al MDF. La eleccién del tipo de cola de: pende de la clase de trabajo y de su pro- ceso de fabricacién Las colas mas utilizacias son las que se enumeran a continuacion: — Revestimiento para chapado de ma dera: urea-formol —Revestimiento por estratificacién: po licloropreno 0 neopreno y vinilica, —Revestimiento de papel pintado: acrilica de dispersion de copolitneros y urea-formol. Encolado de cantos termofusible (hot-melt), vinilica y urea-formol. Para el encolado de cantos, los adhe- sivos deben tener un porcentaje su ie de materia seca, por ejemplo un extracto seco de mas del 50 % en una cola vinlica y de por lo menos un €5 % en una ureaformol. Un extracto seco elevado evita una desmesurada absorcion de cola en el canto, lo que produciria una junta da y poco resistente. En cuanto a los montajes, lo mientos empleados con la mader son igualmente validos para las piezas de MDE, Naturalmente, la calidad del mon- tale depende mucho de la precisién en el torneado, los mufiones haya 0 esencias similares ul In elevada resistencia al arranque de tomillos (en comparacién con los paneles de particulas) convierte el MDF en un aterial interesante para la unién por aiomillado. Los tornillos de rosca cilindri- ca sin conicidad permiten un mejor en lace y penetran mas facilmente. Un taladrado inicial disminuye el par de ator nilado y aumenta ligerames ia al arranque del tornillo. El diametro deeste taladrado inicial debe serla mitad didémetro del tomillo, con wma profun didad superior en un milimetro a la pro: idad de penetracion Se debe evitar atornillar a menos de mim de los bordes para el atornillado plano y a menos de 70 mm de las esqui- ras para atornillar sobre el cant. COMO ALMACENAR El. MDF Como todos los materiales basados en lamadera, los paneles de MDF contiens una pequefia cantidad de humedad, de- terminada inicialmente en las condicio- jieas de produccién, pero que se te y el almace: altera durante el tra On, la humedad oscila en fomo al 8%, con variaciones de aproxi- madamente un 2%, Pero en los periodos de almacenamiento es inevitable la ab- sorcign de una cierta cantidad de agua o, ala inversa, una pérdida si se guarda lugares muy secos. Se puede trazar una curva que relacione las humedades res- pectivas del MDF y del ambiente, tenien- do en cuenta que un tablero aislado adquiere un grado de humedad en equi librio con el ambiente de un mientras que otro situado en el centro de ma pila requiere més de una semana para llegar al mismo equilibrio. ‘Aungue se pueden esperar cambios di mensionales en los paneles de MDF, en la mayorfa de los paises europeos, y en special en los mediterréneos, tbe consttuir un problema. El MDF tiene una oscilacién que no suy 0.40% en limites comprendid 15 % de h Acontinuacién damos unas pautas a se guir para almacenar mejor el MDF ) Se usardn como apoyo del MDF ele- 2) Las unidades de apoyo, los soportes, a distancias regulares no superiores a 800 mm con paneles de 18 mm o més. Para los grosores menores, los apoyos deben situarse mAs c de ottos. ) Los soportes de las distintas c deben alinearse verticalmente 4) Las pilas de paneles deben presen 1 los bordes bien alineados para reducir Ja posibilidad de datios en los mismos y en los éngulos que sobresalgan més. 5) Puede admitirse la conservacion al de paneles siempre qi sean muchos y se mantengan en posicién casi vertical ) La zona de almacenamiento de pas La madera transformada ta de MDF El tablex es el tablero urales prensadas Biblioteca Atrium de la Ebanisteria - 1 Cartete para cable elaborado con téblex Ei téblex también se usa como embalaje. El aglomerado de flbras (MDF) se ha convertido en un ‘compafiero inseparable de los ebanistas, estar ventilada y en razonables condicio- nes de sequedad. Una humedad relativa del ambiente del 50% conserva una hu medad que oscila entre el 7 y el 9% del panel ‘7 Si se prevén condiciones extremas de humedad o de sequedad, deben cu- nurse las pilas con pldstico, 8) Es aconsejable situar sobre las pilas asta almacenadas uno 0 dos paneles de de- secho para reducir los efectos de los cambios bruscos en las condiciones am- bientales, Tablero de fibras (tablex) El tablero de fibras, conocido anterior: mente como tablex, es el resultado del aprovechamiento de la madera que por sus dimensiones o caracteristicas no es apta para el consumo directo. El primer paso para su elaboracién es a astilladora, que convierte en virutas los troncos seleccionados, a menuido sin des cortezar. Luego se someten a un bafio de vapor a presion y se muelen hasta obie- ner unos haces fibrosos. Estos son la ce- Julosa, los aceites, las resinas y la lignina contenidos en la’ madera, Este material esté en agitacién continua, con gran can- tidad de agua para evitar el sedimento La siguiente operacién es la adicion de productos quimicos, lo que da al tables unas caracteristicas y unas condiciones propias de cada tipo. Hay cerca de doce tipos de tableros de fibras: desde los landos y ligeros, que se utilizan para revestimientos aciisticos del techo, hasta los duros y pesados, los templados al dleo. Son hidréfugos e ignifugos, lo cual los protege contra el moho y los insectos Si se observa un tablero de fibras, se puede apreciar que por un lado es lis Y por el otro se le ha quedado la marce Central al prensarlo; esta marca o malla es necesaria para que el agua escurra y para que durante la fase de prensado ccalentado el vapor pueda circular y no se queme. A continuacién se extiende la mezcla tesultante sobre un cendal metilico de ‘modo que tenga un grosor uniforme. La lamina se corta con la longitud requerida: se coloca en unas bandejas metélicas dentro de una prensa que contiene hasta 40 aberturas, y se somete a una presin de 50 kg/cm’ y a una temperatura apro- ximada de 175°C para eliminar 1a hu- medad restante. Este tablero siempre se presenta cor una cara lisa decorada que puede imitar ala madera mediante un sistema de im resin; el més empleado es el blanco. Los tableros deben acondicionarse una humedad estable del 6 al 8 % en una cémara humidificadora, donde, mediante un perfecto control, queda con la calidad normalizada, Posterionmente pasa a la seccién de serrado, donde se deja el ta lero con las medidas esténdar del mer- cado. TI L0$ MELAMINICOS El recubrimiento de materiales de ma: dera nos ha llevado a buscar un material més barato y de un acabado similar al de Ja madera para la construccién de mue bles. este material ha ido adquiriendo ‘gran importancia con el tiempo debido a Ins acabados que se consiguen con él; in- cluso a veces se duda de si es 0 no ma- dera, Este material no es otra cosa que papeles impregnados de resina (pelicu- bas de resina sintética), Para la fabricacién de las peliculas sin t6ticas, se impregnan papeles crudos de celulosas especiales con resinas previa mente condensadas en instalaciones es- peciales La resina retenida por las fibras de celulosa confiere a las peliculas, al ser aplicadas sobre el aglomerado o el MDF, una superficie cerrada, dura y homogé- nea. Estas peliculas son resistentes al ca- lor, infusibles e inodoras, y las hay de tres Uipos 1) Las melaminicas: son peliculas im- pregnadas con resina de melamina, Pue- den ser blancas, lisas y de imitacion de la madera, Tienen resistencia a los impactos de Ia Inz y a los acidos. 2) Las ureicas: son peliculas impreg- nadas con resina de urea aplicables para inleriores de muebles, traseras, etc. Pos- teriormente pueden someterse a un pro- ceso de lacado. 3) Las chapas con o sin fin: son pell- culas decorativas impregnadas con resi- nas especiales destinadas ala fabricacion de muebles. Se suministran con acabado 5 Los laminados decorativos incorporado 0 con posibilidad de ser tra- tado por el consumidor. Sus aplicaciones son numerosas en él campo de la construccién: muebles de despacho, dommitorios, tapetas, molduras y armarios de cocina, por ejemplo. EL ESTRATIFICADO PLASTICO DECORATIVO Debido a sus caracteristicas de simpli- cidad, variedad de colorido y de mate- tiales, resistencia, disevio (imitando la ma- dera, el marmol y otros productos), me- didas y facil manipulacién, este material puede ser trabajado por cualquier per- sona con ayuda de maquinas portstiles que facilitan el trabajo en un espacio re- ducido, Estas cualidades hacen que el uso del laminado decorativo esté muy ex- tendido en todos los sectores, principal- ‘La melamina ha llegado a reproducir perfectamente las votas de la madera 81 Biblioteca Atrium de la Ebanisteria - 1 Méquina de procesamiento EER | mente en la construccién de muebles para la cocina y el bafio, para oficinas, hospitales, laboratorios y mostradores, ¥ en general en todo tipo de arquitectura interior, Caracteristicas del material estratificado El laminado decorativo es una lamina formada por una base de papel kraft im: pregnada con resinas fen6licas, sobre la que se coloca otro papel con una carga de dioxido de titanio (coloreado o blanco, estampado 0 en tono leno e impregnado con resina melamitta-formol) y encima tra mina superficial de alfa celulosa pura, impregnada también con resinas. El conjunto se somete a presién y altas tem peraturas hasta que se forma una lamina homogénea por fusién de las resinas y posterior endurecimiento, Este conjunto proporciona un material pisti una superficie de- corativa de excepcional dureza y resis: Conjunto en bloque es sometido a una gran presién con altas temperaturas cuidadosamente controladas. En el apre- tado haz de capas de papel se produce fonces una reaccién quimica de poli- merizacién que convierte el conjunto en un todo homogéneo. El resultado es un material dotado de propiedades fisicas y quimicas que ase- guran una invariabilidad en el tiempo y un acabado dificil de obtener con cual- quier otto material. El pléstico estratificado dura indefini damente. Si se ha trabajado bien, soporta sin problemas los golpes y la abrasion, manece inalterable para temperatu- Jos alimen- Alcalis. En su superficie no s diduras, contracciones ni grietas a que sea maltratado. Sial terminar el trabajo recubierto con pléstico estratificado, acabado brillo o sa tinado, vemos que por mal trato de trans: porte, montaje o instalacién el material presenta al limpiarlo rayas 0 ligeros des- gastes en forma de nubecillas, se puede arreglar este pequefio problema dejando un acabado totalmente mate, Para matear a mano el plastico estrati- ficado bastard una simple lija del cero 0 doble cero que se acopla sobre un taco de madera o corcho y se frota ligeramer te sin apretar. La direccién del roce ser siempre la misma en el sentido de la veta 0a la mayor luz de medida de la obra montada, No es recomendable hacer esto a no ser que tengamos el problema pre sentado anteriormente en un trabajo fi nalizado. Siel trabajo que se ha de matear fuese de grandes proporciones o el de- fecto muy considerable, se debe exponer el problema al distribuidor. producen hen: er A continuacién enumeraremos las re- sistencias del plastico. CALOR La superficie resiste temperaturas de hasta 184°C, sin deterioro ni pérdida de color. No soporta la combustién ni la llama directa en grandes extensiones; a tem- peraturas més elevadas que la citada se altera su estabilidad dimensional. Se pue- den dejar objetos muy calientes en su superficie, pero no algo que se haya aca- bado de retirar del fuego. Si se hace esto y se dafia la capa decorativa por que- mmarse o tostarse, no hay solucién posible para disimular ese defecto; habria que arancar la capa deteriorada 0 pegar en: cima de ésta una nueva plancha, Antes de pegar esta segunda plancha se debe ma: tear totalmente la de abajo y rayarla lo méximo posible. Se ha de emplear un adhesivo de impacto (caucho sintético) AcIbos No lo alteran la mayorfa de los acidos y dlcalis en arados normales de disolu- cién; las concentraciones mas elevadas desaparecerdn sin dejar rastro si se lim- pia inmediatamente. No le afectan los zumos de frutas y los decolorantes domésticos; tampoco el al- cohol ni las bebidas espiritosas, Los de- tergentes lo dejan perfectamente limpio. Ios laminados decorativos se han em- pleado amplia y satisfactoriamente. En el cuadro II se describe su comportamiento en contacto con agentes quimicos, VARIACIONES DE TAMANO. ‘Como todos los materiales que contie nen fibras naturales y ciertas materias plésticas, los laminados decorativos su- fren variaciones de tamafo debidas a los ‘cambios higrométricos del ambiente. Estas variaciones son mAs importantes enel sentido transversal que en el sentido de la maquina (largo del tablero o sentido de las estrias del lijado). Cuando se plantea la obra, es preciso tener en cuenta estas variaciones asi como las de los soportes de madera. Laminados decoratives para los suelos ‘COMPORTAMIENTO DEL PLASTICO ESTRATIFICADO ‘ANTE LOS PRODUCTOS QUIMICOS. Comportamiento Productos quimicos ‘Acido acético, acetona, amoniaco, alcohol, acetato de amilo, benceno, acetato de butilo, tetracloruro de carbono, Sosa céustica (soluciones inferiores al 10 %), dcido citico, detergentes, aceite de ova, paratina, fenol, petréleo, jabones, soluciones azucaradas y tolueno, Ningin efecto después de 16 horas. Ningdn efecto si se elimina en 10-15 minutos. ‘Sosa caustica (soluciones superiores al 10 %), Cloruro férrico, dcido formico, colorantes de peio, hipoclorto, acido clorhicrica (menos del 10 %), ‘agua oxigenada (menos del 30 %), 4cido nitrico (menos dol 10 %), dcido oxalico, acido fosférico (menos del 10 %), permanganato potasico, ritrato de plata y dcido sullen (menos del 10 %. ‘Ataque superficial y/o mancha probable {que necesita su eliminacion inmediata, Acido clorhidrico, acido nico, dcido sulfrico y ‘ido fostorico en concentraciones superiores al 10% Cuadto I ee Biblioteca Atrium de la Ebanisteria - 1 Estatificado decorative rmulticapa MANCHAS Como ya hemos indicado, aparte de algunos productos quimicos fuertes, la superficie del pléstico estratificado per- maneceré inalterable ante las habituales manchas domésticas, se limpiaré con agua y jabén frotando con un pafio 0 €s- ponia. ara quitar las manchas de pegamento 80 puede utilizar aguarras 0 benzol, aun- que la mejor forma de quitarlas es pasar plano un formén muy afilado por la capa decorativa y levantar la pequetia capa de pegamento. LUZ SOLAR ‘Todos los colores y disefios son resis tentes a la luz. La resistencia es mucho mayor en la gama de colorido claro. HUMEDAD La humedad no altera su color ni su su- perficie ni le causa dafio alguno. No ¥ tiene e] moho ni permite el crecimiento de inflorescencias fungiformes. Repele los pardsitos, las a blancas y las termitas, que en modo alguno pueden atacarlo, Esta es una propiedad a tener en cuen- ta cuando el material vaya pegado direc- tamente sobre paramentos de cemento, yyeso especial o soportes metélicos. En los revestimientos normales sobre tableros de madera, la resistencia a la hu- medad la debe tener primordialmente el soporte al que va pegado el plstico es- tratificado si la obra ha de soportar ligeras humedades, Puede ser curvado con ga- rantla absoluta hasta los 20 cm como me- dida minima en lo que respecta a la curva convexa (pilares circulares); en las con- cavas (recipientes) se pueden conseguir hasta 15 cm como radio minimo, Para con- seguir radios inferiores a 20 y 15 cm res- pectivamente, tanto en curvas convexas ‘com en curvas céncavas, hay que calen- tar la zona que se va a curvar de la plan- cha con agua hirviendo durante unos quince 0 veinte minutos al bafio Maria; se guidamente se acopla la plancha en un molde 0 forma de radio algo inferior al que se desea conseguir. Una vez enfriado totalmente el tablero, se aplica en el lugar definitivo siguiendo el procedimiento de encolado mas adecuado, Este procedi miento no es muy aconsejable, ya que una vez instalado puede aarietarse ligera- mente el material con el primer cambio de estacién. CIGARRILLOS ENCENDIDOS Los laminados decoratives tienen una buena resistencia al deterioro producido por el contacto de un cigarrillo encenci: do, y normalmente sélo sufrirén una pér- dida de brillo o una débil mancha marrén. Sin embargo, una excesiva exposicion a brasas encendidas puede provocar am- pollas en la superficie del laminado. FRIO Los laminados decorativos no se ven afectados por extremas condiciones de frfo seco. Soportes Los soportes sobre los que se encola: fn los laminados decorativos deben ser escogidos en funcién de la utilizacion que se les vaya a dar. Hay que tener en cuenta los siguientes aspectos Su estabilidad dimensional, — Su planitud. La calidad de su superiicie. — la regularidad de su espesor. — Su cohesién interna. — Su rigidez — Su comportamiento en el agua — Su comportamiento frente al fuego. Ciertos soportes necesitan tratamientos superficiales y de técnicas de encolado particular MADERA MACIZA No es adecuada mas que para peque- fas dimensiones por los riesgos de de- formaciones debidos a las variaciones dimensionales transversales de la ma- dera TABLERO CONTRACHAPADO Es un material adecuado para su en- colado con laminados decorativos. La eleccidn de su espesor dependerd de la utilzacién que se le vaya a dar. Con él se eliminan problemas de telearafiado, pero deberd vigilarse el riesgo de alabeos. ‘TABLEROS DE PARTICULAS Son los soportes que se emplean més coméinmente, Su estructura tiene una sus: tancial influencia en la calidad de su su- perficie y en sus propiedades intrinsecas, Los tableros multicapas 0 los que se ca recterizan por su gradual transicién de la estructura de las partfculas son los més adecuados para el aplacado. Para evitar riesgos de delaminacién, la resistencia a la traccién perpendicular al plano del tablero, sobre todo en los ta- bleros de superficie fina, debe ser su- perior a 310 kp. La densidad nominal no deberd ser in- ferior a 650 kg/m’. Pueden adquirirse tipos de materiales con resistencia a la humedad mejorada (antihumedad, de color verde) o trat miento para soportar su reaccién al fuego (e color r0)0). Para otras aplicaciones especiales (hospitales, transporte, etc.) se aconseja consultar a los fabricantes de tableros aglomerados. TABLEROS CONTRAAPLACADOS OCONTRAMALLA Para evitar efectos de telegrafiado de- ben emplearse tableros con tiras de an- chura no inferior a 10 mm. 'TABLEROS DE FIBRAS DURAS © SEMIDURAS Debido a su espesor, estos materiales no se utilizan normalmente en superficies HTRTATTEEY ER Los laminados decorativos Diferentes fantasias con el Jaminado decorativo mu icapa Biblioteca Atrium de la Ebanisteria - 1 1a cola blanca sirve indistintamente para el encolado del laminado y de la chapa, de trabajo, sino més bien en paneles, pa- reds, fondos de armarios, cajoneria, etc. Su superficie precisa lijarse antes del encolado para mejorar su adhesin. Para conseguir resultados aceptables, su den- sidad no debe ser inferior a 800 ka/m’. TABLEROS DE FIBRAS DE DENSIDAD MEDIA (DM) Son materiales fabricados en seco a partir de fibras lignocelulésicas aglutina- das con resinas, Presentan unas propie- dades superficiales excelentes y sus ideales propiedades de mecanizado per- miten canteados muy finos y superficies ausentes de todo telearafiado. Reciente- mente se ha extendido mucho su empleo para trabajos de calidad. METALES Generalmente han de ser tratados an- tes de su encolado. Deben tenerse en cuenta sus dilataciones para evitar pro: blemas de cambios de tamafio estructu- rales. Los adhesivos més convenientes son los de contacto, OTROS SOPORTES ‘También se pueden utilizar los siguien- tes soportes: los minerales, los de nido de abeja (de aluminio, papel kraft impreg- nado, papel kraft no impregnado y es- pumas pléstices rigidas), los de yeso plano o con doble cara, de papel, direc: tamente sobre muros de cemento de obra, ete. Adhesivos De un modo muy general se pueden agnupar los adhesivos en cuatro tipos: 1) Adhesivos rigidos: estén constituidos por resinas sintéticas termoestables que curan por polimerizacién cuando se afia- de la correcta cantidad de catalizador a Ja resina. Su velocidad de curado se in crementa répidamente por las aplicacio- nes del calor. Ejemplo de estos adhesivos ‘son las colas de condensacién (trea-for mol, urea-melamina-formol, resorcina-for- mol y resorcina-fenol-formol) y las colas de reaccién (epoxidicas, poliuretanos y poliéster) 2) Adhesivos semirrigidos: estén for- mados por ermulsiones acuosas de resinas termoplésticas que curan por dispersién de su disolvente en el interior del sustra- to, Pueden suministrarse en uno o dos componentes (adhesivo més catalizador), con lo cual se mejora notablemente su comportamiento frente a la humedad 0 el calor. Ejemplos tipicos son las colas vin licas, acrilicas o copolimeros de ambas. 3) ‘Adhesivos flexibles: estén constitui- dos por una base de neopreno (caucho sintético) con un disolvente orgénico o en emulsiones de tipo acuoso. Como los an- teriores, pueden llevar uno o dos com- ponentes para mejorar sus propiedades. Son los denominados adhesivos de con- tacto. 4) Adhesivos termofusibles: se utilizan exclusivamente para pegar los cantos. Se aplican directamente sobre éstos antes de su adhesién. Su reblandecimiento co mienza a una temperatura moderadamen. te elevada, a 60°C, No deben utilizarse en compuestos con materiales de canto prdximos a superficies calientes (hornos, estufas, etc.), 0 en compuestos largamen- te expuestos a la accion del mar. Otra de- nominacion de estos adhesivos es hot melt. ‘TRANSLUCIDOS Son laminados compactos de alta cali dad, de volumen homogéneamente trans- icido que les otorga una gran belleza decorativa y una gran resistencia mecé- nica al uso. Estas propiedades proporcio- nan al producto una singularidad por encima de otros productos tradicionales y idtiesensieeiaeeiaial ofrece unas ventajas inéditas hasta ahora, en particular en aplicaciones de arquitec- tura y disefio. Los podemos encontrar en barras de bares, superficies de vitrinas-mostrado- 1es, joyerias, épticas, mostradores de re- cepcién, hoteles, oficinas, superficies de aos, mesitas de centro o esquineros, separaciones translicidas de espacios, puertas de acceso, etc. Este laminado compacto tiene las si- guientes caracteristicas: — Densidad: 1,468 ko/m’. — Resistencia’ a la abrasim mas de 12,000 rev. — Resistencia al calor: 180 °C. — Resistencia superficial al manchado: conforme a la norma UNE-53173. — Absorcion de agua a 100 °C: 0,40 %. Aumento de espesor en agua a 100°C: 0,93 %. — Cambio dimensional: transversal, 0.96 %; longitucinal, 0,80 %. — Inmersién en agua a 65°C: ligera pérdida de brillo en siete dias. — Resistencia al impacto: 60 newtons, — Aqrietamiento: més de 100 horas; 100 horas a 90% H.R: ningin efecto. — Resistencia superior al vapor de agua: ningtin efecto. Las diferentes clases que se pueden encontrar son las de énix beige, raices, arena, Onix verde, nix blanco, escalet 10%, escalet marfil, coralino agua marina, coralino mediterraneo, coralino piedra azul, coralino gris y coralino rosa. Las me- didas de dichos laminados suelen ser de 2500 x 1.220 mm; su espesor es de 24 y 6 mm. Su acabado es de brillo. ‘Todos los laminados decorativos se fa- brican en alta presién, y gozan de una inalterable calidad para cumplir y supe- rar los requisitos que cubren la norma UNE-58173, correspondiente a las normas internacionales. AFNOR-T54-301, _DIN- 16926, BS-3794, 1SO-4586, UNI-385 y NEMA-LD3-1980. Estos laminados decorativos deben conservarse limpios mediante agua y un detergente suave. Las marcas persisten- tes pueden quitarse utilizando un limpia~ dor abrasivo suave, pero deben evitarse Jos polvos corrosivos. ticos. Esto significa que una vez se han transformado en laminas planas no debe intentarse deformarios mas de la curva natural que se da en los materiales del- gados. Con el tipo posformable pueden conseguirse radios més pequefios. Este Los laminados decorativos Diferentes laminados transliicidos. Los Jaminacios transticidos proporcionan superficies limpias ¥ de acto agradable (extremo inferior) Biblioteca Atrium de la Ebanisteria - 1 Perfil de una superficie posformable, producto esté desarrollado con un pro- eso que imparte suliciente termoplasti: cidad dentro de una temperatura dada y durante un periodo de tiempo critico para facilitar el que se pueda dar forma. Per- tenece a la naturaleza de este material el que los factores de tiempo y temperatura sean criticos, ya que en otro caso el pro- ducto no seria igual al laminado estandar en durabilidad. ara conseguir estas curvas debe apli- carse el correspondiente procedimiento técnico, que podemos dividir en proce- dimiento artesano e industrial, Procedimiento artesano El aparato mas sencillo para el empleo del posformable consiste simplemente en un calentador infrarrojo eléctrico, una tiza sensible al calor y una plantilla de ma- dera. El calentador es de aluminio, con elementos de calor negro, y est disefia- do para calentar el panel y que sea do- blado a la temperatura correcta de 160- 160°C en unos 35-45 segundos. La forma debe ser dada en 10 segundos y durante este tiempo el panel ha de mantenerse en ‘su nueva forma hasta que se quede frio y asentado, Con este aparato puede efec- tuarse un radio minimo de 12 mm en cur- vas convexas y 9 mm en curvas céncavas en cualquier direccién; se puede hacer mAs de un doblez a un tiempo, pero las curvas sélo pueden hacerse en un plano, En otras palabras, deben ser las curvas de un cilindro y no de una esfera, Procedimiento industrial Para los especialistas en un plano in: dustrial se han fabricado maquinas de posformable que tienen ambos diserios para calentar y curvar, El calentamiento del laminado puede ser por vapor 0 acei- te caliente en circulacién continua, y en forma de elemento infrarrojo eléctrico. En cada caso hay medios para conseguir un répido enfriamiento del material después de curvado. Es tal la consistencia de estas méquinas que facilmente se pueden conseguir cur- vas de hasta 10 mm de radio. Se obtiene asi una apariencia mejor y un acabado més perfecto, ya sea para una cocina 0 para un vanitory. COLAS Las colas ya se usaban en los albores de la humanidad. El hombre primitivo uti- laba la adhesion sin apreciar su signifi cado cuando ponia adornos en el pelo pegades con sangre o prepataba trampas para insectos con brea. El endurecimiento de un asfalto o la so lidificaci6n de una brea podrian consi- derarse como ejemplos de los primeros hot-melts (Colas termofusibles). En el palacio de Knosos, en Creta, la cal mojada era el ligante entre el yeso. En Tebas se encontré una tabla de si- comoro que data de hace tres mil afios, en la que se detalla el engomado de del- gadas ldminas de chapeado y que tiene tn dibujo con una brocha y la olla de la oma. os egipcios usaban como adhesivos la goma arébiga del arbol de la acacia, hue- 1, bélsamos y resinas de los arboles, Los ataides de madera se decoraban con gesso, una mezcla de yeso y goma, Segiin Plinio (siglo 1), los romanos ca: lafateaban sus naves con una resina ob tenida del pino y cera de abeja, y, al igual que los antiguos chinos, lograron una ar- gamasa para cazar pajaros fabricando un adhesivo a partir del jugo de muérdago, oon el que untaban las ramas de los r- poles En tiempos de Teéfllo (siglos x-x1) se conocieron las gormas de pescado, de cuernos de venado y de queso para unir objetos de madera usados en ebanisteria Hasta el siglo xx la tecnologia de los adhesives avanzé muy poco, Hasta 1903 los carpinteros dependian de la cola ani- mal para pegar la madera. Se aplicaba en caliente y se endurecfa al enfriarse; en consecuencia, era imposible planificar tna produccién en cadena. Posteriormente, Perkins empled una solucién de almidén de tapioca para la fabricacién a bajo coste de madera ter- cada, Durante la primera guerra mundial (1914-1918) se desarrollaron colas de ca- seina, albtimina sanguinea y harina de ‘soja como adhesives para la madera. En 1930 empez6 la aplicacién a gran escala en la industria de la madera, La Otros materiales Laboratorios destinados a la investigacion y el desarrollo tanto de colas sintéticas como de siliconas. Biblioteca Atrium de la Ebanisteria - 1 Cuadro tl primera resina totalmente sintética fue la de fenol-formaldehfdo. ‘También en la década de los treinta sa- li al mercado una cola para madera de urea-formaldehido; tenia menos resisten- cia al agua que las fendlicas, pero era més econémica. Posteriormente Ciba intodujo en el mercado las resinas de melamina, que, ‘aunque tenfan un precio més elevado, su- peraban en durabilidad a las resinas de urea. Las colas de formaldehido-resorcinol fueron ofrecidas por primera vez durante Ja segunda guerra mundial (1940-1948). Aunque caros, estos adhesivos produ- cen encoladuras resistentes al agua y Se convirtieron on base de la fabricacién de objetos de madera expuestos al exterior oa la humedad, ‘Después de la segunda guerra mundial (1945) aparecieron las colas de contacto (Caucho sintético, neopreno), hot-melts (Colas termofusibles) y colas en disper- sin (colas blancas). En el cuadro Ill se ofrece un resumen de los principales ti- pos de colas para la madera Colas de contacto o de impacto Se llaman asi debido a que para usarlas es necesario aplicarlas sobre las dos su- perficies que se han de unir, dejar eva- porar los solventes y poner en contacto ambas superiicies bajo la accién de una presién. El componente fundamental de este tipo de colas es un caucho sintético lla- ‘mado neopreno, que aparecié en el met- ccado en 1980 Estos adhesivos se usan en las indus- trias del calzado, automotriz, aeronéutica, de tapicerias, del mueble y en otros cam pos industrales. En la industria del mueble se emplean para chapear cantos, para aplacar super ficies y en general en trabajos que no son en cadena pero en los que se necesita PRINCIPALES TIPOS DE COLAS PARA LA MADERA Colas on persion Producto cracteristea Veet emotion) | Gb Snsaune | COR? | come do wentoma UF Tipo de raguado Eniramiento | Evaporacion de agua | Evaporacién de los | Evaporacin de agua ela cola fundda | ~y coalescencia solventes Y reaceién quimica {o las micolas y critalizacion ola dispersion | molecular del caucho Tipo de aisolvente No contiene Aqua Hidrocarbures, ‘Agua ésteres y cetonas ‘Aplicacion En caliente En trio. En to En tio Proceso automético, velocidad de Hasta 60 10-40 No se suele utilizar en| 5-30 apleacion (m/min) procesos automatioos Junta de cola Muy marcada Cas invisible Cas invisible as invisible LUmpieza del material de apicacion oie Facil Regular Fé Una vez aplicado, problemas do si Pocos ‘Algunos Pocos ‘encolado Resistencia al calor de las uniones 70-80°C 190-160 60-90°C 120-150. Resistencia al rio de las uniones oc =10°0 Infeior a ~18°C 10°C Elomontos soidos 100% 50-70% 20-25% 05-75 % Tiempo para que las uniones Una vez fro De 2 horas De 24 horas De 8 horas ‘loangen maxima resistoncia at semana at semana at semana Resistencia al agua Regular Buena (eegin Buena Buena (eegin formulacion) formulacion) Calidad del acabado Bueno Muy bueno Bueno Muy bueno Rendimiento segin soporte (9?) 180-220 120-150 160-200 140-190 Usos Cantos Carpinteria Carpinteria Eneolado Ebanistera Ebanistera 4 cupericies Cantos ‘Aglomerados 66 apidez: actualmente su uso en estos campos esta decreciendo, debido a las nuevas técnicas que estén apareciendo y en las que se utilizan colas de dispersion. Mencién aparte merece el posformado de Vaminas de estratificado pléstico con tableros, que es uno de los pocos siste- mas en continuo donde se emplean colas de contacto. Este sistema automatico se compone de lo siguiente: 1) Una limpiadora de rodillos para que Ios ableros y los estratificados que inician el proceso estén limpios. 2) Una cabina de pulverizacién donde se pistolea el achesivo 3) Un ttimel de evaporizacion de sol- ventes donde el adhesivo es reactivado Por calor a unos 80°C. 4) Una maquina de posformado donde ala entrada se calienta el estratificado a 180-160°C y queda moldeable. 8) Una gufa para hacer un preposfor- mado en una serie de rodillos moviles que se adaptan a la curva del tablero que se desea cubrir. Colas en dispersion Se llaman también colas blancas 0 co- las frias PVA 0 PVAC (como colas frias no se deben confundir con las colas frfas de casefna). Estas colas, muy utilizadas en la indus- tia maderera, estén constituidas espe- cialmente por dispersién de una resina sintética, generalmente poliacetato de vi- nilo en agua, Al evaporarse el agua, las mnigelas de la dispersién se sueldan unas con otras y dan lugar a una pelicula dura y tenaz que permite la unién entre ma- teriales, las colas en dispersi6n generalmente no son muy adecuadas para uniones ex- puestas a ambientes con un alto grado de humedad, pero con formulaciones espe- ciales se consiguen buenos resultados, las colas en dispersién tienen las si- guientes ventajas 1) Cola de un solo componente, siem- pre lista para la aplicacién en frfo, sin ne- cesidad de endurecerse a temperatures alas. 2) Encoladuras fuertes y tenaces. 3) Manipulacion, aplicacion y secado por los medios convencionales, 4) Consumo no molesto; tampoco pro- duce dermatitis profesional. 5) No se manchan las maderas ni se embotan las herramientas. 6) Permiten el encolado en frio, en ca- liente, por termoplasticidad y de alta fre- cuencia dieléctrica. 1) les contrachapeados permiten la deformacin y moldeado termoplistico posterior, 8) Dilucién y limpieza facil con agua del equipo de trabajo, Segtin la aplicacién que se les dé, las colas en dispersién se dividen en dos grandes grupos: 1) De uso general: muy usadas en car- pinteria y ebanisterfa, se pueden utilizar en todo tipo de trabajos que no sean en cadena y en los que el tiempo de trabajo no resulte primordial. 2) Especificas para procesos especia- les: en este grupo las formulaciones son més especificas para determinados tra- bbajos, pues aqui intervienen las cadenas de fabricacién, en las que el tiempo abierto de la cola, su. adherencia en hi- medo, su penetracién en la madera, su velocidad de fraguado, etc. tienen gran importancia en el proceso de fabricacion. Estas colas se dividen en tres grupos generales: a) Colas para aplacado de planos en prensas de platos. Las prensas pueden ser normales con platos calientes o frios, y continuas de platos calientes b) Colas para el montaje de muebles en prensas de armar, fijas o rotativas. Es Otros materiales usados en ebanisteria Para la aplicacién de cola blanca ‘en superficies grandes se usa un rodillo con depésit, EI pincel, la espétula y las rasquetas son herramientas indispensables para aplicar 1a cola de impacto. 61 Biblioteca Atrium de la Ebanisteria - 1 ‘Una unin periecta precisa una ppresion adecuada: las prensas pueden ser de platos frios 0 calientes, En las superticies pequefias se aplica la cola blanea con un pincel interesante que estas colas tengan un fra- guado répido (menor tiempo de uso en la prensa) y una resistencia elevada a la traccién, conseguida en poco tiempo. ©) Colas para chapeadoras de cantos, en posformado 0 por el sistema KA. EL posformado de cantos es un sistema continuo en el que se aplica cola a las dos caras y antes de pegar se seca, se reac: tiva y se hace la unién por contacto, Elsistema KA es el encolado de cantos por el sistema de reactivacién de cola fria, y tiene dos versiones: — Aplicacién de la cola en dispersion en maquina simulténeamente sobre el canto y el tablero. — Aplicacién de la cola en dispersion sblo sobre el tablero utilizando cantos preencolados con un primer adecuado. El canto imprimido es suministrado de esta manera por el fabricante de cantos, © bien preencolado aplicando 40-80 gi? de una cola adecuada que permite reac- tivarlo después de largo tiempo de macenamiento. El sistema de trabajo del proceso KA es el siguiente: ‘ Precalentamiento del tablero a la en- trada de la méquina; asi se consigue que Ja temperatura de los tableros sea siem: pre constante y se evita que el agua de la cola penetre en la madera, ya que la ‘evaporizacion debe ser hacia el extenor. © A continuacién se encola. Este pro ceso puede hacerse por rodillo, pistola o combinado, segin el modelo de maquina ‘ode perfil que se haya de pegar. La apl- cacion se hard sélo sobre el tablero y en una capa lo més uniforme y delgada po sible, El consumo de cola oscila entre 120 y 200 gi @ Sigue la zona de secado y reactive: cién, que consiste en unos infrartojos que trabajan a 400-500 °C, combinando con un ventilador que ayuda a la evaporizacién del agua de la cola y por tanto a su se- cado. @ Después viene la zona de reactiva- cién de la cola seca por medio de una to era de aire caliente a 300-600 °C, que incide sobre la pelicula de cola seca. ¢ Se reactiva el canto preencolado con una tobera de aire caliente y mediante un sistema de presién se pega al tablero. La adhesion inicial es tan alta que se puede continuar la mecanizacién de la pieza a la misma velocidad. as colas fabricadas con acetato de po- livinilo, al § % como carga, es Jo normal admitido, Para saber si dichas colas son de buena calidad, se embadurna un cris: talconcola; unavezenjuagado, debe quedar completamente transparente. También se sabe que son de buena calidad cuan- do en el fondo del recipiente no quedan grumos. Las ventajas de este sistema en com- paracién con procesos en los que se uti- lizan adhesives termofusibles son las si- guientes 1) No es necesario calentar la cola al iniciar el trabajo. 2) Los errores de encolado con colas en dispersién se detectan inmediatamen- te 0 durante el proceso, con lo que se pueden subsanar. No ocurre lo mismo cuando se utiliza hot-melt, donde los pro- blemas se presentan al cabo de dias, se- manas 0 meses, 9) Las colas en dispersi6n tienen mayor estabilidad térmica y mecénica que las colas termofusibles. Asi, una cola en dis- persion aguanta hasta 130 y ~20°C, mien- tas que las termofusibles empiezan a fallar a 60-60 y a —0°C. Los inconvenientes de este sistema frente a uno que use colas termofusibles son los siguientes: 1) Mayor costo de instalacién. 2) Mayor consumo de energia 3) Mayor necesidad de superficie para la instalacion de la méquina 4) Menor velocidad de trabajo, 8) Necesidad de preencolar algunos ti- pos de cantos. Kdhesivos termofusibles (hot-melt) Estos productos a temperatura ambien- te son materiales 100 % sélidos de natu- releza termopléstica, Cuando se calientan se convierten en fluidos pegajasos y en- tonces se pueden aplicar a los objetos que se desean unir. Al eniriarse, lo que courre en pocos segundos, no sufren cambios en su estructura quimica y dan lugar a tniones con alta cohesién y buena elasticidad. En un adhesivo termofusible el com: ponente principal es el copolimero base. Los copolimeros utlizados en la industria del mueble son los copolimeros EVA (eti- Jeno, acetato de vinilo). Existe una gran variedad de estos copolimeros y segiin se utilicen en la formulacién de un tipo u otro se consiguen hot-melis con distintas pro- Piedades. Desde el punto de vista de su aplicacién, un adhesivo termofusible pre- senta las siguientes ventajas: 1) Al ser 100 % sélido, no tiene los pro- blemas de evaporizacién de las colas frias 2) Son productos de secado muy répi- co, con los que se consiguen velocidades de produccién muy altas. 3) Presentan una buena unién sobre gran variedad de sustratos, tanto porosos como no porosos. 4) Al no contener solventes reducen enormemente los riesgos de contamina. cién e incendio. 5) El equipo necesario para su aplica: cién necesita menos espacio que los equipos utilizados con otros tipos de adhesivos En la industria del mueble los adhesi vos termofusibles tienen diversas aplica- ciones. ENCOLADO DE CANTOS Y FORRADO DE MOLDURAS La primera de estas aplicaciones se ha- lla muy extendida en las industrias del mobiliario de la CEE. lia madera y las tiras de plastico que formarén sus bordes se unen por medio Otros materiales usados en ebanisteria En la fabricacion del posiormable se usan las colas termofusibles ‘Aplacadora de cantos en rollo ‘continuo con aplicacién directa de colas termofusibles. ‘ | uy TN ed de hotmelt a unas velocidades muy superiores a las obtenidas por medios convencionales con resinas UP (urea-for- maldehido) usadas por medio de calor 0 con adhesivos de poliacetato de vinilo. Los hot-melts se pueden aplicar por medio de un rodillo al sustrato que for maré el borde, de tal forma que con una ligera presi6n se obtiene una perfecta adhesion incluso en equipos que ope- ran a velocidades superiores a 40 m/min. Como estos adhesivos son 100 % sélidos, no tienen los problemas que se podrian derivar de capa acuosa en la superficie, decoloracién, etc. El proceso de forrado de molduras es igualmente muy rapido cuando se utilizan adhesivos hot-melt. El material se aplica sobre la chapa de madera 0 al papel de- corativo (melaminico), que posteriormen- te se junta a la moldura de madera, aglomerado a PVC, y que bajo la accion de una ligera presin queda perfecta mente adherido, ‘Alusar estos adhesivos se pueden pre- sentar Varios problemas: 1) En general, la resistencia al calor de los hot-melt es bastante limitada y pueden aparecer problemas con temperaturas de 80-60°C. Aunque existen formulaciones especiales que pueden resistir hasta 80- 85°C, no siempre se pueden recomendar a los fabricantes por problemas de apli- cacion 0 costo. 2) La resistencia al envejecimiento de las uniones pegadas con hot-melt es bas- tante inferior a las hechas con colas de contacto 0 en dispersion, 3) Lo mismo ocurre con la resistencia al flo, ya que las uniones hechas con hot- melt resisien entre los 0 y los —50°C, mientras que las pegadas con cola blanca ode contacto suelen resistir hasta — 18 °C. 4) Los problemas que se presentan en. la aplicacién de las colas termofusibles son mayores que los que aparecen cuan- do se usan colas en dispersién o de con- tacto. Los hot-melis son muy sensibles @ la temperatura de trabajo, a la tempera: tura ambiente y a cambios bruscos de temperatura. Es normal que en las fébn- ‘cas no acondicionadas la mayoria de los fallos ocurran a primera hora de la ma- flana, cuando Ja temperatura atin es baja al aplicar el adhesivo sobre el listén, 9 enfria enseguida y el canto no pega bien 8) Es importante no recalentar el hot- melt, pues cada vez que se recalienta pierde més poder de adhesion. ‘TIRAS DE CHAPA DE MADERA PREENCOLADA Existen dos sistemas: preencolado hot- melt y preencolado PVA. El preencolado PVA, que es la cola de acetato de polivinilo (cola blanca 0 cola en dispersion), no da el resultado de la hot-melt, pues su produccién es muy lenta (8 nv/imin), mientras que la de la hot-melt es de 25 m/min. Problemas generales de los encolados Los problemas més frecuentes que aparecen en el encolado de la madera, que estan presentes a diario en la indus: ttia del mueble, pueden presentarse inmediatamente, durante las distintas eta- pas de la fabricacién 0, lo que es peor, cuando han transcurrido dias o semanas después de terminado el mueble. Partiendo de la base de que se emplea la cola id6nea y la maquinaria adecuada ppara el trabajo que se realiza, los posibles problemas de encolado pueden ser de- bidos a la manipulacién del adhesivo, al tipo y estado de los soportes, y al medio ambiente. FALLOS DEBIDOS A LA. MANIPULACION DEL ADHESIVO Son los siguientes: 1) Que el adhesivo esté envejecido de- bido a un largo almacenaje o esté defec- tuoso por temperaturas inadecuadas 0 cambios bruscos de las mismas. 2) Adicién al adhesivo de solventes in- compatibles o en demasiada cantidad. 3) Recipientes de cola sucios, 4) Exceso de cola durante la aplicacion 8) Dosificacién insuficiente de cola. 6) Distribucién defectuosa de la cola. ‘2 Gierre de la unién antes de la eli- minacién de los solventes. 8) Cierre de la unién demasiado tarde; la cola ya habrd empezado a fraguarse y el ensamble resultaré defectuoso. 8) Cola mal reactivada 10) En el caso de un adhesivo termo fusible, endurecimiento en caliente de- fectuoso como consecuencia de que el producto esté aplicado a temperatura ex- cesivamente baja o demasiado elevada. 11) Equipo de aplicacién (pistola, ro: ilo, brocha, etc.) en mal estado, 12) Prensado defectuoso por exceso, por defecto o por estar irregularmente re- partida la presion, 33) Que no se Tespeten los tiempos de prensado. FALLOS DEBIDOS AL TIPO Y ESTADO DE LOS SOPORTES Se pueden presentar las anomalias si- guientes: 1) Mala preparacién del soporte o elec: cién de un tratamiento inadecuado de la superticie. 2) Soportes de mala calidad o que pre- sentan el defecto de no ser totalmente planos 3) Temperatura intrinseca del soporte demasiado baja o demasiado alta. 4) Presencia en el soporte de humedad residual o de condensacién. 5) Tensiones debidas a las deformacio- nes de los soportes que no se hayan tenido en cuenta, o variaciones di- mensionales por frio, calor 0 humedad. 6) Soportes demasiado porosos que ab- sorben algo de la base liquida de la cola, lo que puede dar lugar a una formacion de burbujas en el interior de 1a pelicula de cola como pérdida de cohesion. ) Soportes sucios con arasa, polvo, et cétera, o de madera resinosa con peligro de exudacién; también aglomerados con exceso de parafina FALLOS DEBIDOS AL MEDIO AMBIENTE Pueden ser los siguientes: 1) Temperatura ambiente demasiado alta 0, sobre todo, demasiado baja 2) Variaciones bruscas de temperatura, 3) Ambiente demasiado hiredo. Problemas y defectos del encolado de la madera Los problemas del encolado de la ma- dera estén presentes a diario en todas las industrias de carpinterfa y principalmen: te en ebanisteria, Por el momento en que se detecta el defecto, se pueden producir los casos si- guientes: 1) Cuando el elemento atin se encuen- tra en la fase de fabricacién. 2) Durante el lijado, antes de pasar ala seccién de acabado. Otros materiales usados en ebanisteria Después del secado se procede al refundido de la chapa sobrante, a dosificacién de cola debe ser justa, ni poca ni mucha, n a ee en a ee Biblioteca Atrium de la Ebanisteria - 1 Una vez refundida la pieza, se lija el canto, 9) Se percibe inmediatamente después de realizar el tefiido. 4) Cuando el elemento se encuentra ya en expediciones, 5) En el peor de los casos el defecto aparece al cabo de semanas 0 meses, cuando el elemento ya esté en el comer- cio 0 posiblemente en la casa del com: prador. ‘A continuacién realizamos un anélisis, de los problemas més corrientes que pueden presentarse en el encolado de la madera. PROBLEMAS DE BURBUJAS DE AIRE Las burbujas se presentan con el as pecto de defectos graves localizados y en forma de pequefios puntos que solo se ven cuando el barnizado ya estA total mente terminado. Se exponen a continua cién las causas més importantes que producen burbujas de aire. 1) Falta de humectacién de la madera. Se debe a: a) lrregularidades de la superficie, 1b) Presencia de cuerpos hidréfugos en la madera. Algunas chapas, como el abe- dul y la limba, contienen sustancias hidr6- fugas. ) El contenido de parafina de algunas calidades de aglomerado. @) Zonas 0 puntos no lijados o lijados iregularmente. 2) Exceso de secado antes de prensar: en el caso de emplear resinas de urea- formol, este problema puede ser debido aun tiempo de ensamblaje demasiado largo 0 a una velocidad de cierre de la prensa demasiado lenta en funcién del ‘endurecedior empleado, 3) Mayor absorcién de la cola: cuando se produce una gran absorcion de cola por parte del aglomerado queda en la su- perficie una capa muy delgada de cola, insuficiente para realizar un encolado perfecto. Esto puede también ocurtir cuando la cola es muy fluida y el soporte es muy blando 0 esta muy seco. 4) PresiOn desigual, debida a las varia- ciones de grosor de los materiales o de Jas colas que sirven a la plancha, o bien a un mal paralelismo de los platos de Ia prensa 8) Exceso de humedad: este fenomen se produce especialmente cuando se tra baja por encima de los 100°C. En estos ‘casos hay que ser especialmente exigen te en lo relacionado al contenido en hu: medad (parte volatil) de las superficies que se han de encolar y emplear formulas ricas en materias secas para aplicar ca pas delgadas, También la disminucién de Ja velocidad de la presion antes de k apertura de la prensa tiene una gran in fluencia en la formacién de burbujas. 6) Desencolados localizados, debidos « los disolventes contenidos en los produc tos del bamizado y lacado de la madera Giertas colas, en especial las vinilicas, sot muy sensibles a la accién de los disol ventes empleados en los bamices. Est puede producir desencolados locale: cuando los disolventes existen en gral porcentaje o si se evaporan con lentituc La mayorla de las colas vinilicas son igual mente muy sensibles al agua y puede producir desencolados después de lo tratamientos de decoloracién. 7) Burbujas entre la chapa y el barni esta clase de burbujas se suelen produc algiin tiempo después de la aplicacié del producto de acabado. Ocurre espe cialmente sobre chapas muy porosas. menudo hay largas travesias de cola qu impregnan parcialmente las fibras, y Io amices se adhieren con dificultad a | cola y més ain cuando ésta es de ure« formol. A causa de las tensiones que s producen en la chapa, provocadas por l variaciones de humedad, la pelicula recubrimiento de la superficie puede lk gar a desprenderse en puntos concret: en donde se encuentran las travesias d Ja cola, Para evitar este problema deb estudiarse una formula de cola con su iente carga para que llegue a cubrir t talmente todas las travesias, Cuando « visible la salida de la cola por los por de la madera, es preferible dar una mar muy fina de un material aislante. DEFECTOS DE ENCOLADO. Otros problemas del encolacio pueden derivarse de la presencia de cuerpos grasos 0 de resina en la madera. Como hemos visto anteriormente, algunas ma- deras, como el abedul, contienen cuerpos extrafios y grasos dificiles de encolar. Lo mismo sucede con los pinos maritimos que tienen ya los cortes para la extrac- cién de Ja resina Para todas estas ma- deras, en especial cuando se emplean colas de urea-formol, es aconsejable pre- parar formulas de un 0,8-1% de un hu- mectante que facilite la operacién del en- colado. DEFECTOS DE UNIONES Son defectos que aparecen en la unién de chapa. El mas conocido es el de las uniones dilatadas. Esta clase de defecto se caracteriza por una hinchaz6n de la cola en la unién de las chapas. Las colas viniicas pueden hincharse bajo la accion de ciertos agentes, de los que los tres principales son: }) El vapor de agua que bajo la accién dela prensa caliente se escapa hacia el exterior. 2) os vapores de amoniaco que se desprenden de ciertos endurecedores empleados en las colas de urea-formol, 3) Los disolventes contenidos en los bamnices. El acetato de vinilo en contacto con ciertos disolventes se hincha con una facilidad extraordinania. Si los barnices 0 lacas empleados para el acabado del mueble contienen disolventes con un bajo {indice de evaporacién, éstos no desapa- recen inmediatamente y provocan la hin chazin de la cola en las uniones Este fenémeno puede incluso producirse al cabo de varias semanas, cuando el mue- ble esta ya expedido. Aparicién de manchas MANCHAS DEBIDAS A LA TEMPERATURA DE LA PRENSA. Son conocidos los cambios de colora-

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