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UNIVERSIDAD NACIONAL DET, LITORAL FACULTAD DE CIENCIAS MATEMATICAS, FISICO-QUIMICAS Y NATURALES APLICADAS A LA INDUSTRIA INSTITUTO DE FISIOGRAFIA Y GEOLOGIA Directora int.: Dra, Prertwa Pasorti PUBLICACIONES XLUT RASGOS TECTONICOS DE LAS SIERRAS DE FANDIL (Pcia. de Buenos Aires) POR PIERINA PASOTTI ROSARIO REPUBLICA ARGENTINA 1958 En la nueva investigaciin que he realizado en la zona de las Sierras de Tandil, me he valido del conocimiento que tenia de ella para cl estudio de recorridos acrofotograficos, relevados por 1.G.M., después de Io eual he Mevado a eabo otras observaciones sobre el te- rreno en especial de los puntos que me parecieron fundamentales para la dilucidacién de problemas, y he completado con wn mueve anilisis de acrofotografias y con el estudio 1m de afloramiento, El conjunto de las ecrrilladas que constituyen Tandilia (fig. 1) se presta a Ja investigacién geolgica principalmente desde el pun- to de vista tecténico el que, en las de Tandil, debe apoyarse sobre cl morfolégico y especialmente el litolégico puesto que afloran tini- camente rocas magmiticas y metamérfieas, Diehas cerrilladas en la zona abareada en gran parte por la Hoja 32q, de la Direecién Nacional de Mineria [13], constituyen un conjunto de elevaciones que se distribuyen segtin los signientes rasgos generales a los qne denomino provisoriamente ‘sistemas”” (fig. 2): al NW, a partir desde cerea de la estancia La Sara y en- tre los arroyos Chapaleufa Chico y Grande, se extienden eon ram- bo al NE lomadas bajas, suaves, aisladas y alargadas, semisepulta- das entre y por sedimentos, y vegetacién herbécea; tiene trazado recto y en profnndidad ha de ser continuo. Los afloramientos se destacan desde la margen izquierda del arroyo Chapaleufti Chico, pasan al norte de la poblacién de Gardey, reaparecen sobre la ri- bera derecha del Chapaleufti Grande y se pierden en Ja Hanura aproximadamente al septentrién del cerro San Juan y de las vias del ferroearril, picrosedpico de rocas Al sur y sobre la misma margen del curso de agua citado como “timo con direecién al SE se inicia un gran sistema recto (figs. 2 y 8) que sufre inflexién en el C? de las Animas-Albién hacia el ESE, y luego al E en el Redondo-Tandileufti, Esta rodeado por tres fa- llas, una lo ha de separar del sistema anterior, otra es la gran geo- clasa que dclimita a Tandilia por el NE, la tercera se halla contra ‘eyqpusy, wewiog enb sopyimasee ap sodnig ~ “Ty 2712727 op N a el Ultimo sistema, el de ‘‘Alta de Vela’’, que es un gran arco o “‘areo serrano”’ eéncavo a meridién, situado més al sur. Los tres son bien y fécilmento localizables por las marcadas diaclasas mayores, 0 diaclasas maestras, que corren segiin la diree- cién. En la mutua relacin que tienen entre si se ve que el segundo se halla pareialmente entre los otros dos; forma con el primero un Angulo de unos 130°, y es tangente al tercero, Pero, mientras que no es pasible ver su contacto con el sistema recto de rumbo al NE a causa de los sedimentos del valle del Chapaleufa Grande, es po- sible hacerlo con el arco en dos puntos: en un vallecito al $ del eerro San Juan sobre la margen izquierda del camino de tierra a Gar- dey, y mas mareada ¢ interesante, en el cerro Salvi al sur del cerro Noveti. No es factible determinar otros puntos de contacto porque entre los dos citados se extiende una amplia cuenca totalmente, o si cubierta de sedimentos euartarios, pero ha de producirse tam- bién al W del autodromo y Sur del C? Los Leones. Fig. 2. — Esquema de los tres ‘‘sistemas’? de las cerrilladas de Tandil. 1, Ge San Juan, 2. de la Virgen, 3. Federacién, 4. Los Leones. 5, Au- todromo. 6, Salv 7. Parque Independencia, 8. de las ‘Animas- Albin, 9. Redondo-Tandileufé. 10. Alta de Vela, 11. cerros de Pueblo Norte, 12, Monte Cristo, 13, Centinela. 14, cerros de La Danesa-Zaba- eta. 15. Sierras del Tandil, El primer sistema, al que denomino “Sistema de Azul”, eo- rresponde al borde més sudoriental del conjunto de cerros que for- man las sierras de Azul, . El segundo se inicia sobre la margen derecha del arroyo Cha- paleufii Grande donde constituye el conjunto del eerro San Juan; desciende para aflorar tras corto trecho en el cerro de la Virgen, ~s— se hunde debajo de la cubierta de sedimentos euartarios hasta que. sueesivamente y del mismo modo, forma clevaciones aisladas dle contornos cireulares 0 bien elipticos, los cerros Federacién y Los Leones, mis al SE y § entre Villa Santamarina y Villa Laza, ol cerro La Movediza en donde el rumbo es WNW-ESE, y entre Villa Laza y el arroyo Blanco los cerros Noceti con El Calvario, y parte del Salvi. En el citado arroyo se hunde y ha de_hallarse debajo del Jido de Tandil. Pertenceen a esta estructura parte del cerro del Parque Independencia, los erestones que afloran entre el campo de deportes del Club Independencia y el cementerio al SE de la ciudad, el conjunto de los cerros de las Animas-Albién y ol del Re- dondo-Tandilouft, El borde meridional de esta estructura nace al E del cauce de la estaneia El Bosque, pasa sobre la margen izquierda del camino de Gardey a Tandil por una loma suave y alargada al sur de Jos cerros Federacién y Los Leones, por el autodromo, los cerros Salvi y Parque Independencia. E] limite nororiental corresponde a la gran geoclasa que forma el borde del gran bloque de Tandilia, A este conjunto lo denomino “Sistema de Tandil’*, Sobre él aparecen las mayores elevaciones bajo forma de cerros 0 morros a cuyo pie, en el NE, se extiende In dilatada. pampa bonaerense. El arco meridional comienza con Ia sierra Alta de Vela en la «ue se tienen claras evidencias de la mareada inflexién (fig. 4) gracias a la amplitud y continuidad del afloramiento; diaclasas pequefios cursos de agua acentiian los rasgos, Al Hegar al valle del Chapaleufti Grande desaparece pero aflora nuevamente sobre Ja margen derecha; Heva desde aqui rumbo NE que conserva hasta «ue se vuelve W-E al norte del arroyo Macho Chino y hasta el W del cerro Salvi, Este tramo se halla al sur del autodromo, Desde aquel iiltimo cerro realiza una inflexién hacia el SE; forma parte del del Parque Independencia, y se extiende y ensan- cha en wna amplia serie de lomadas bajas y continnas sobre Jas que se destacan algunos cerros mis elevados, en la terminacién mis me- ridional insiniia desviacién hacia E. Corresponde a lo que en los mapas leva la denominacién de ‘Sierras del Tandil’’, El rasgo constante en toda esta planicie ondulada de roeas macizas, es el rambo de Jas diaclasas y por Jo tanto de los crestones y de los ce. rros mayores y menores, Creo le corresponde la denominacién de “Sistema de Alta Vela’. Este y el de Tandil, como dije, egan a contacto entre sf al sur del C2 San Juan y del camino a Gardey on DPA 9p MHY 9p wAaIs KL ap UBPAAo;oJ0I0V ~ “FTE 9 la vagnada de un pequeiio arroyo rellenada por gedimentos, lo que obstaculiza a observacién, a pesar de lo cual puede caleularse que «1 éngulo que forman entre sf es de umos 140°, y en los cerros Salvi y Parque Independeneia El cerro Salvi (ex Esmenote) se halla situado al sur del No- ceti y con mas precision entre un pequeiio arroyo que Heva aguas silo duvante las Huvias, y el arroyo Blaneo qne separa a aquél dil vero del Parque Independencia, La zona en la que he realizado las observaciones que voy a exponer se halla al sur de Ja estudiada por ‘Terngzi [12]; me ccupo aqui casi exclusivamente del rumbo de las diaclasas y de la tecténiea, Si bien es cierto que aquéllas surean a us rocas con cualquiera direceién, es posible establecer, con la ayu- dla de acrofotografias, el mayor aleance de un sistema dispuesto en abanico, A partir de la margen meridional de la continuacién de Ja calle Reptiblica del Paraguay, el rambo en haz divergente aumenta paulatinamente hacia el sur desde 65° hasta unos 120° a 125°; el ‘iltimo de los erestones con esta direccién presenta una superf: mny mareada de deslizamiento la que corresponde a un plano de falla ewrvo que buza al SW (fig. 5). Sobre ella esti emplazada una construceién no acabada que domina a la ciudad de ‘Pandil. Ese sis. tema de grietas delimita erestones de variada potencia, En el lado sud, contra la “iltima de las diaclasas, o bien del wiltimo crestén, in- cide otro sistema en abanieo que, a partir de este punto y yendo hacia el 8 y-‘SW va aumentando de rumbo de 70° a 85° para Inego paulatinamente Tegar a 110°, 0 sea contra diaclasas de direceién 120-125° inciden otras orientadas a 70° (fig. 6). Este punto se halla parte en el terreno de la cantera del Salvi, parte del otro lado del alambrado que la delimita (fig. 7); aqui las diaclasas son muy humerosas y forman lajas delgadas, las menores legan hasta 2 em, de potencia en esquistos cloriticos mieroseépicamente plegados. vie El buzamiento de estos planos mantiene cierta constancia en la parte septentrional del cerro, pues oseilan los valores alrededor de 87°S, mientras que en el meridional varian hacia el SW. Sobre la margen derecha del arroyo Blaneo se eleva el: cerro del Paraue Independencia, de contorno semielfptico y alargado do NW a SE tiene Ja pendiente més abrupta hacia el NE, 0 sca mira Ja cindad de Tandil. Desde la eumbre hacia el NW parten, bien vi- sibles, crestones que forman una ligera oma que termina sobre Ja avenida José Manuel Estrada y en el valle del arroyo Blanco; cons. ta de dos sectores, uno suroceidental més clevado en el que dichos —10— erestones llevan rumbo dominante 110° y buzan al NE, en el otro, nororiental, notablemente més cubierto por sedimentos, el valor oseila alrededor de los 120° y se hunden al SW. El plano de con- tacto entre ambos, que es de falla, bisecta aproximadamente el fn- gulo que forma la calle Callao con Je continuacién de la de Brand- sen, el edificio de la Colonia de Vacaciones esta sobre él; el empi- nado flanco NE del cerro es la continuacién de dicho plano de dis- locacién (fig, 8). Bo porque Box penebneiy Fig. 6. ~ Bosquejo de dinetasas y falla de los cerros Salvi y Parque Independencia, Casi aproximadamente paralela al SW del citado certo hay una loma baja y alargada sobre la que se extiende parte del loteo de Villa del Parque y que termina ella también sobre la ribera de- recha del arroyo Blanco, Los erestones deseriben un arco que no puede visualizarse de un modo del todo continuo a causa de la eu- bierta sedimentaria y herbicea, Los valores promedios medidos des- Fig. 5. ~ Falla con superficie de dest separa los sectores norte y sur del C? ltimo plano ei A® Blanco, Fig. 7. ~ Orestones y lajas del seetor meridional del C® Salvi. En Gitimo plano la eindad de Tandil. Fig. 8. — Cerro del Parque Independencia con Ia falla (Iiuea de puntos) que lo corta longitudinalmente, A la izquierda el edificio de Ia Colon de jones Fig. 9. - Cinteadas (schlieren) de un pique del autodromo, —u— NW a SE son sueesivamente: 125°, 110°, 115° y 140°. Esta lomada y el sector meridional del cerro del Parque Independencia son la continuacién del sector sur del Salvi, mientras que la parte norte de éste se prolonga con la septentrional de aquél. Esta interpreta- cién podria ayudar a dilucidar la intrincada estructura de este pe- quefio cerro, el del Parque Independencia, El plano de falla del Salvi tiene su continuacién en el de con- tacto de los dos sistemas de crestones del flanco noroceidental del del Parque Independencia (fig. 6) en donde es claramente cénca- vo hacia el SW. En la fig, 8 vemos el flanco NW, los erestones de la derecha pertenecen al sistema de Alta de Vela, los de la izquier- da a los del sistema de Tandil y el frente casi vertieal que mira hacia Ja ciudad, La, continuacién de esta falla es la que separa los dos con. juntos de crestones de la loma baja noroceidental deseripta; detras de la hilera de eucaliptus, ¢ igualmente orientada, hay otra fala, que delimita al cerro, sobre ese flaneo; las milonitas son una prueba. Observando la direceién que Ievan las diaclasas en los cerros Salvi y Parque Independencia tenemos un valor de 120? para el primero y de 110? para el segundo, La diferencia se manifiesta brus- camente y eon respecto al eje del arroyo Blanco, no por un trazado de areo, Esta variacién de rumbo se debe a una falla, que no sélo es trasversal, sino que registra um movimiento de rotacién del la- bio SE que corresponde al C% del Parque Independencia, Este hecho no sdlo es una evidencia mas de la intensa perturbacién tec- t6nica de la zona en la que legan a contacto entre st aquellos dos sistemas de diaclasas, sino también una demostracién de la fala que los separa, El citado arroyo corre por lo tanto por dicha dis- Jocae: n, Los erestones de Villa del Parque contintian hacia un pequeiio arroyo afluente del Langueyé, al NE del ex Matadero Municipal, para luego, y antes de Villa Don Bosco, formar parte del Albién- de Jas Animas, ‘También aqui notamos una brusea variacién del rambo de las diaclasas entre las del cerro del Parque Independencia y las de las estribaciones més meridionales de las noroecidentales del de las Animas, Se tiene como linea de referencia al arroyo Langueyti, que delimita al primero por el EB. En las de aquel cerro es de 110°, va- lor que en el segundo pasa bruscamente a 135%, promedio, ‘Tam- bién dicho curso de agua se desliza, por lo tanto por una falla, Ja de la Cascada, que es traversal. Be Aquella unidad, Albién-de las Animas, esti constitwida por dos elementos morfolgico y estructuralmente distintos [8]; el flan- o meridional del primero es un plano muy empinado que corres. ponde a un frente de falla, posiblemente el mas espectacular de Tandil. En este cerro las diaclasas del norte eorresponden a las de Tas rocas del basamento y los valores de su rumbo son 273? y 290° [8], en el de las Animas y en Ja ladera SW del Albién, 135°. En el sur, a partir de donde un corto arroyo afluente de la margen izquierda del arroyo Tandileufit deja de correr al NNE para toreer por primera ver en fingnlo vecto al ESE, las diaclasas doblan en areo hacia el NE, rodeando totalmente al lacolito del Al- in; més adelante se hunden debajo de los sedimentos antes de Ile- gar a la ruta 226 a Balearee. Las diaclasas del micleo del Albién Mevan direceién 80-859 en cl W y 90-95° hacia el E, Es el caso de preguntarse si ese amplio °, el tinico con ese cardeter y rumbo en todas las sierras de Tandil, no deba su génesis al emplazamiento del plutén, Al sur de los cerros Albién-de Las Animas hay lomadas alar- xadas y bajas que en el trecho inieial son paralelas a aquellos y cuyas diaclasas, y por lo tanto los exestones eorrespondientes, se rigen hacia el SE; forman parte del gran arco e6nelavo a me- ridién, o sistema de Alta de Vela, En el norte del Albién, en Salto de Piedra, el rumbo es hacia «LB, pero al averearse a la margen izquierda del arroyo Tandilen- fii, pasa a ESE. En cuanto al cerro Redondo-Tandileufi, es el tini- co que Teva una direecién W-E la que pasa ligeramente al ENE al ea la ruta 74 camino a Ayacucho, después del cual se e. tiende la Ianura sin afloramientos rocosos, De este cerro me he ocupado detenidamente en otras oportunidades [6, 7, 8]. acerea El cerro La Movediza esti formado por el basamento diaelasas van de W a E (80° promedio) y buzan aproximadamente verticales, su constitucién es de milonitas y ultramilonitas; sobre 4 deseansa un plutén granitieo con signos de cataelasis y con por- firoblastos de feldespatos alcalinos con rumbo, promedio, de 125°. Son mas escasos que en los eerros San Juan, de la Virgen, Federa- cién y Los Leones, En el del Parque Independencia, tan perturhado tecténicamen- te, no hay afloramientos de plutones ni de lo qne denominé ‘“basa- mento”’, nombre con el que comprendo al elemento precimbrico mis antigno, 21 En cuanto al cerro Noceti, los rasgos son evidentemente distin- tos de Ios que he indieado para todas las otras elevaciones pues, segdin ‘Teruggi, la roca dominante es una tonalita con estructura catacl jones dirigidas desde el norte y del sur, En el centro y norte dicha estructura corre W-E y buza mas © menos vertiealmente, las diaclasas lo hacen W-E y \-S; a Io largo de ellas fue triturada la tonalita y ascendieron di- ques de spessartita y diasquistitas granitieas, Lo que lama la aten- cién es la presencia de ‘una roca muy compacta que tiene aspecto de un fino esquisto cloritico”” cuya génesis el autor atribuye a mi- lonitizacién de tonalita y granodiorita hibrida. En algunos planos hay espejos de friceién [12, pig. 9]. jistica esquistasa grosera a causa de pre No hay que olvidar que los cerros Noceti y Salvi esti sepa- rados por un insignifieante arroyito. He indicado el caracteristico comportamiento de las diaclasas en el segundo en la zona de eon- tacto de los sistemas de Tandil y Alta de Vela; posiblemente ma hacia el norte aquétlas al pasar al cerro Noceti eambien el rumbo desde 65° a 90°, Dije que Hama la atencién la presencia de esa roca de aspecto de esquisto cloritieo entre la tonalita y granodiorita hibrida por el hecho que las lajas de la parte exterior del arco del sistema de Alta de Vela que afloran en la ladera meridional del cerro Salvi son esquistos cloriticos finamente plegados y metasomatizados con posterioridad. Si en el caso del Noveti son interpretables como re- sultado de milonitizacién de las otras rocas, en el del Salvi no lo es En el autodromo de la ciudad de Tandil, hoy no habilitado, en un pique situado al E de Ja curva oriental de la pista, sobre Ja mano derecha de un camino de tierra que corre hacia el NE, el rumbo de Jas diaclasas es de 115°, La roca presenta mumerosos schlieren, © cinteadas, tanto melano como Ieucoeraticos los que son casi para- lelos a las diaclasas, aproximadamente 110°, Estos valores se man- tienen constantes en el sector suroceidental del autodromo como, por ejemplo, en unos erestones de granito esquistoso eataclistico al pie de la hilera de eucaliptus, donde tienen valores promedio de 110°. Los puntos indicados son los que mejor se prestan a la observa- cién pues toda el frea, aun la antigua pista facilmente localizable, esta cultivada, Los schlieren tienen forma esbelta, alargada como huso en el sentido de Ia vertical, pero algunos poseen el, 0 los extremos mis delgados con ligeras o bien con marcadas ondulaciones (fig. 9), son —u— paralelos entre si y con los planos de fluidez, Su buzamiento osei alrededor de los 70° S. A partir del autodromo hacia el NW los crestones que aflo- ran en las lomadas Hevan rumbos que oscilan entre 105° y 110°. Después de pasar el camino Gardey constituyen el flaneo SW de los cerros de la Virgen y San Juan y desaparecen, como ya dije, sobre la margen derecha del Chapaleufti Grande, Hsos dos cerros constituyen una sola entidad, El San Juan consta de un ‘“nicleo’? interior que se reconoce en el terreno: por la mayor poteneia de los crestones y por las diaclasas (fig, 10) que Hevan todo rumbo y de buzamiento cereano a la vertieal, lo que hace sumamente di cultoso y hasta imposible la determinacién del deminante, por las yoeas que son porfiroblasticas, y por la frecuencia de los schlieren, en. special hacia el borde SW, por ejemplo en dos piques del cerro de la Virgen en donde el rumbo es de 100° promedio. Los porfiroblas- tos, muy numerosos, se hallan emplazados en los planos de fluidez ¥ son mejor visibles en los melanoeriiticos. Bl cardcter porfiroide corresponde, como dije, a la parte interior del eerro; donde légica- mente mejor se visualizan es en los cortes artificiales, los que se ha- lan en el sector occidental y suroceidental. Los planos de fluidez se hallan en toda la masa central, pero en el sector mis interior son como esfumados; en estos casos los porfiroblastos ayudan para su reconocimiento. En dos piques observé que las filas de blastocristales de or- tosa forman Angulos de 45° y 50° NW. Ellos son casi siempre ta- bulares, algunos maclados segtin Ia ley de Carlsbad; sus dimen- siones varian entre 3 y 6 y més centimetros de longitud y 2a 3 em, ancho; el brillo es mareadamente vitreo. En una cantera, no explotada en estos momentos, una gran diaclasa ligeramente abovedada fue aprovechada para hacer desli- rar los bloques. En aquella superficie se ve claramente que, trazas de planos de fluidez, porfiroblastos y schlieren, éstos de Yimites ne. tos 0 bien difusos, notablemente lenticulares y casi verticales, para- lelos entre si y con los citados planos, corren aproximadamente 4 80°, En las diaclasas verticales que forman las paredes de la can- tera, unos dos metros de alto, que delimitan por tres lados el sector en explotacién, el buzamiento de aquellos elementos de estudio, es de 80-909, Las cinteadas, lenticulares 0 fusiformes tienen los ejes mayores en Ios planos verticales, Interesantes son las que se pre- sentan cortadas por las diaclasas que forman las paredes laterales bo y al mismo tiempo por la que constituye el piso de la cantera; las primeras pasan por los ejes mayor y menor de los lentes, la se- gunda por cl mediano y el menor, El reconocimiento de las diaclasas primarias en una zona que ha soportado mis de un ciclo diastréfico no es facil, pero es po- sible que la que forma el piso de la cantera corresponde a L, las paredes verticales y perpendiculares a los planos de fluidex podrian ser Q, y S la que forma el frente artificial de desprendimiento de los bloques paralela a dichos planos. Las diaclasas Q y S son posteriores al enfriamiento de la roca puesto que cortan a los schlieren en Ja forma indicada, A estas su- perficies pueden haberse superpuesto otras artificiales producto de presiones post-caledénicas; es posible que, por tratarse de masas de moderado tamafio, puedan coincidir con aquellas, sin embargo la intrineada distribueién de las numerosisimas diaclasas hacen su- poner que las secundarias pueden haberse emplazado independien- temente de las anteriores por lo menos en uno de los ciclos posterio- res. Con la ayuda de las a se puede vislumbrar que las de mayor alcance tienen las siguientes direcciones: en el sector norte dos distintos rumbos: NW-SE y NNE-SSW, on el sector sur ENE-WSW y NNW-SSE, las menos frecuentes son easi normales a ellas. No ha sido posible establecer alguna 'vineulacién con Ja forma del stock, con la eaja o con los pla- nos de fluidez, ‘También aqui las cinteadas producen Ja impresién de arrastre cn una masa plastica que debe haberse desplazado casi vertical- mente y no por stoping. Ellas son raras en la zona central del San Juan, pero constantes y creo caracteristieas de las més externas como, por ejemplo, del cerro de la Virgen y Ja cantera a la que me he referido como altima. Esto da lugar a suponer que la parte superior, o pice, falta por erosién. No he hallado cinteadas horizontales 0 con angulo de valores bajos. A unos 400m, al NW, en gran parte sumergido en los sedi- mentos cuartarios y en la vegetacién herbacea tupida y alta, hay otro afloramiento que es posiblemente circular y en el que las dia- clasas pareeen deseribir arcos. El reconocimiento definido de éstos es complicado por la interseccién de otros planos en direeciones va- riadas. ‘A pesar de no haber aclarado este hecho, lo expongo porque puede ayudar a explicar el rumbo de los planos de fluidez y las rofotografias, y de un modo muy general —6— cinteadas, 0 schlieren, que en la parte NW del San Juan corren 80° N. Podriamos estar frente a més de una intrusién, sincrénicas, jalonadas hacia el SE, 0 a dos apéfisis de una sola de cla, En apoyo de esta interpretacién me referiré a una observacién hecha en el areo serrano “sistema de Alta de Vela”, en su parte meridional, pero central, aproximadamente a la longitud de Tandil Sobre el camino de tierra que conduce al almacén El Empal- me, pasando por el Puesto Hsearminazzi, después de cruzar el arro- yo del Pozo, hay una lomada de contorno eliptico y de rumbo NW- SE, que pertenece a las estancias La Danesa y Zabaleta. Consta de un cerrito en el extremo nor-ceeidental que representa la parte més interesante. Esté separado del cuerpo principal del afloramien- to por una hondonada. Tiene sobre los dos flancos, el nororiental y el suroceidental sendos nticleos elipticos y simétricos rodeados por diaclasas que deseriben arcos que son localizables slo parcialmen- te (fig. 11) por estar enbiertos por sedimentos, Diaclasas rectas Fig. 11. ~ Bosquejo del morrito de Ia estanein ‘La Danesa con sus diaclasas earacteristicas y medianas de NW a SE separan en parte esos miteleos, ellas no representan la parte més eneumbrada y contintan hacia el SE has- ta desaparecer en la hondonada, En Jos dos miicleos las diaclasas Uevan toda direccién, Mas al sur en el campo de Zabaleta hay un cerrito constituido exclusivamente por anatexita “‘plissotée’? que podria definir como tipica o clisiea, Blla es bien visible en una pe- quefia cantera con frente al EB. Fig. 10. ~ Sistemas de diaclasas on el mécleo del eerro San Juan, Fig. 18. ~ Vista de los piques sobre ln ladora SW del corto menor de Pueblo Norte, —~we— La disposicién de las diaclasas en arco creo que s6lo puede explicarse por ascenso desde abajo hacia arriba, y por la poca dis- taneia que media entre los dos niteleos podria tratarse de dos ap6- fisis. Para el caso de los afloramientos del autodromo, los que ¢0- rresponderfan sélo a las partes exteriores de los sfocks y no a las envolturas 0 eajas de estos, podemos admitir un menor aleance en el levantamiento, o bien un mayor hundimiento, con respecto a los situados al NW y al SE. El nticleo central se hallaria en profun- didad al N del autodromo. El caricter porfiroblistico se mantiene en los cerros que si- guen hacia el SE: Federacién, Los Leones, La Movediza y el No- coti en el centro y norte del cerro [12]. No lo he observado en Salvi, ni tampoco en el Albién-de las Animas y Redondo-Tandi- Teuft. fa lirger “Fig. 12. - Cerro Sim Juan, Diaelasas de las roea de eaja, Los nieleos de Jas magmitieas fueron dejades en blanco, Envuelven al cerro San Juan por el N, Wy S roeas earentes de porfiroblastos, de foliacién mucho més nitida la que no aleanza nunca el cardcter de esquistosidad, con diaclasas muy numerosas y paralelas entre si euyo rumbo varia regularmente alrededor del miicleo (fig. 12). Se trata de embrechitas amigdaloideas. En el see- tor N en un afloramiento cercano a un alambrado, a partir de el NW de un bosquecillo, y segiin dicho rumbo, varia de acuerdo con estos sucesivos valores promedios: 95°, 120%, 135% 125%, 105 hasta 80°; desde 959° a 120? traza un areo céneavo al NE, luego —~ Be al SW, pero mientras que el primero tiene adosado al nicleo el lado convexo, el segundo es parte de un amplio afloramiento si- tuado al N de dicho micleo, Sus erestones se sumergen en una hondonada debajo de cultivos y por donde corre un arroyito, re- aparecen més al W para formar parte de los que se dirigen al NW hasta hundirse antes de Hegar al Chapaleufti Grande. No es facil localizar los “planos de contacto porque aun en la zona del niicleo, Ja tierra vegetal y las gramineas son un notable obstéculo, Hay venas apliticas de tinte rosado eon el rumbo general del sistema de ‘Tandil, En el Jado sur no he notado inflexiones en las diaclasas euyo rumbo es, al contrario, constante; oscila entre 110? y 115%, El con tacto con el métcleo, segtin una direecién de alrededor de 1102, es recto y neto; esto sugiere la idea de una falla que ha de continuar hacia SE. Ella deberia ser corroborada por brechas miloniticas o por superficies de deslizamiento a las que no hallé en mis recor: dos, Puede ser clasificada como longitudinal puesto que es paralela a Ja estructura general. En este seetor del cerro San Juan hay fi- loneitos de aplitas de 10 a 15 em. de potencia, En, vez de una falla podria tratarse de una gran fractura en Ja que, segiin una potencia de varios metros, los minerales pneden ser triturados pero con desplazamientos en tan pequefia escala que sn reeonocimiento resulta dificil, La interpretacién por falla es mis ligiea puesto que se trata de un plano paralelo a la dislocacién de tal tipo que delimita al sistema de Tandil por el SW. Esta y aqué- Ma son también aproximadamente paralelas al rumbo y al buza- miento de la foliacién de las embrechitas y de los planos de fluidés, son el resultado de una cupla en un plano paralelo a Ja superficie, A partir de los eerros de San Juan y de Ja Virgen hacia el SE, 0 sea hacia el Federacién, no aflora este tipo de roeas por NE, pero si en el SW y de aenerdo con Jo deseripto antes, Hacia el NW mantiene el valor de unos 110°; pero hay variaciones lo- cales, El hecho que toda la masa del pequefio cerro de la Virgen presenta cinteadas puede ser explieado por su posicién sndocciden- tal y en prolongacién del sector del San Juan mas rico en tales concentraciones, a pesar que hay diferencias en el rumbo de los planos de fluidez, En sintesis, tenemos en estos dos cerros una parte que he Ma- mado mieleo, caracterizado por una roea con porfiroblastos en pla- nos filiticos mas bien tenues, y una envoltura 0 caja que no aflora —We en el sector suroriental, sin porfiroblastos y con foliacién mareada. En ambos ésta tiene rumbo NW-SE y buza al SW. Las diaclasas Me- yan la direceién de los planos de foliacién pero cortan a éstos por cuanto son casi verticales. Los porfiroblastos muestran en su interior laminillas de bio- tita las que conservan la orientacién general de los otros elemen- tos de la roca; ellos resaltan claramente a causa de un fino ribete de escamitas de ese mineral que los rodea completamente, El rebor- de tiene un limite neto contra los porfiroblastos pero irregular y 1 ‘veees esfumado hacia el exterior, Los eristales se hallan emplaza- dos sobre y a través de las folias filiticas las que se presentan en planos paralelos pero no netos, que Hevan rumbo NW-SE y buzan al SW. ‘Todo esto evidencia la génesis posterior de los blastoeristales en una roca en estado sélido; cl reborde melanoeratico puede sez también para el caso de estas rocas, un “frente bisieo’” en eseala reducida, que se generé por migracién de iones ferromagnesianos hacia los bordes de los feldespatos de neoformacién durante la gé- nesis de éstos [11]. Segtin Chenevoy [3, pag. 195] esto podria ser el resultado de rechaz nico de las micas por parte de los por- firoblastos. El paralelismo de schlieren, planos de tluide y porfiroblastos no significa contemporaneidad, ello debe interpretarse de otro mo- do. Por procesos tecténicos se suelen formar superficies y también zonas en las que la presién es menor atin sin aleanzar a ser grietas o fisuras; a lo largo de ellas 1a movilizacién 0 migracién de los iones es més facil y de ahi el emplazamiento de los blastocristales en esos planos de debilidad que pueden ser submicroseépicos. Por otra par- te los procesos de cataclasis favorecen la removilizacién de iones ¥ mee la recristalizacién sin que haya necesidad de reeurrir al concepto de un aporte desde el exterior de las rocas. Bs necesario tener en cuenta que por las presiones sufridas por as roeas, la estructura de fluidez debe haber sido acentuada y ha- berse formado finas fisuras que favorecieron la génesis de los porfi- roblastos. El metasomatismo potésico y los fendmenos dinémicos estin intimamente ligados entre si. Los planos de fluidez, los schlieren (o cinteadas) y sus buza- mientos son elementos de juicio que conducen a la deduccién de desplazamiento de una masa, por 1o menos plistiea, desde abajo ha- cia arriba, y si nos atenemos al bnzamiento, en direceién cercana ala vertical pero desde el SW en rocas sedimentarias que ya habfan — 20 — sido fuertemente dislocadas pues sus capas buzaban segiin dicho rumbo y Ievaban direceién NW-SE; el ascenso se produjo siguien- do el plano de la falla longitudinal a que me he referido, y arqued el sector NE del San Juan lo que sugiere falta de obstieulo, 0 bien debilidad en esa parte, El paralelismo de las cinteadas con los planos de fluidez seria un indice seguro de que se trata de una estructura primaria [1, pig, 17-18], Estas concentraciones melano- exiticas también indican que el ascenso no se produjo por stoping y asimilacién porque en este caso deberfa haber xenolitos de la roca de caja, a los que no hallé, Hay concordaneia de los contactos de la diorita orientada con el rumbo de la foliacién de las embrechitas de la caja, pero dicho contacto es neto; no hay pasos gradnales, no he visto septas ni aun como pequefias enclavas, Todo esto no apoya una interpretacién do génesis por metamorfismo por el que habrian aleanzado el caraetec de migmatitas estratoides, pese a que ciertas manifestaciones son fuertemente sugestivas hacia este sentido. Los empinadas planos de fluidez buzan hacia el SW en el see- tor mas interior del cerro San Juan. pero, como dije, ias hileras de porfiroblastos emplazados en aquéllos se hunden al mismo tiempo hacia el NW, Esto podria signifiear um levantamiento en arco ha- cia el SE posterior a la génesis de los portiroblastos, porque si 2s- tos se formaron en planos que buzan casi verticalmente, no hay otra razén valedera para que se ordenen en hileras que formen 4n- gulos de 45-509 al NW. EL arco esta interrumpido por varios hundimientos locales in- terealados; el abovedamiento no s6lo dio Ingar a que las partes mis enenmbradas fueran erosionadas, sino que en la zona central a par- tir del C? La Movediza, aflore el basamento (ultramilonitas) so- bre el que descansan las rocas de Jos lacolitos [8]. La constancia del rumbo debe responder a un ascenso.a to largo de planos de fallas jalonados por los afloramientos, Considero que estamos frente a un tinico proceso que generd lo que hoy Mamamos cerros San Juan, de la Virgen, Federacién, Los Leones, los afloramientos del autodromo, el Noceti y parte del Salvi, que las rocas hoy en gran parte porfiroblisticas se alojaron en rocas sedimentarias, siguiendo una fractura de direccién, NW-SE, Ja masa plastica se hizo Ingar presionando la eaja al expandirse, generando asi los areos de las diaclasas del San Juan (fig. 12). Con el nombre de Sierra Alta de Vela se entiende en el lugar ala parte mas eneumbradw (450 m.s.n.m.) de un conjunto dé ecrros 2 que se hallan entre los arroyos Chapaleufti Chico y Chapaleutit Grande que en los mapas se retinen bajo tal denominacién por ‘Si tema de Alta de Vela’? comprendo al arco que se extiende desde la sierra de este nombre hasta un gran afloramiento del Este que fi- gura como ‘Sierras del Tandil’? en las cartas, pasando por el auto- dromo, los cerros Salvi, Parque Independencia y a meridién del Al- bién-de Las Animas (figs, 2 y 3). Al oriente del “Sierras del Tandil”’, después del camino a la estancia Napaleufti y a Balearce desaparecen de improviso planicie y corros, y sigue sin ese tipo de accidente la amplia Hanura, Por su morfologia y estructura la sierra Alta de Vela propia- mente dicha puede ser dividida en dos sectores que en conjunto abarvan un 4rea aproximadamente de unos 18 km, por 12 km, Uno septentrional mis alto en, arco, que cia de Mur inicia en et campo de Ia estan- termina sobre la margen izquierda del arroyo Cha- ia paleufit Grande, y otro irregular formado por varios cerros separa- dos sitvados al sur del primero, En la fig. 4 se ve en el angulo it ferior izquierdo cl casco de la estancia nombrada, aquel arroyo se halla a la derecha, fuera de la figura, en la parte central inferior se distinguen algunos afloramientos que corresponden a leptinitas, més al sur, y no abarcadas por la fotografia, se presentan eerros de rocas magmiticas y migmatiticas, Los factores morfolgicos y tecténicos que trazan ese claro arco son el recorrido de las diaclasas y el de las fallas. Aquéllas son pa- ralelas entre si, may nitidas en cl lado interno; la zona que ellas ‘an aumeil en ancho Jo que Io hace parecer’ a un haz liger mente divergente hacia el ENB, Estin flanqueadas por dos fallas paraielas bien visibles en Ia fotografia, Del lado externo, 0 norte, la granitizacién las vuelve borrosas, en especial en el NE donde dis tintos sistemas de diaclasas muy pronunciadas y de fallas rompen Ja regularidad del trazado, EI lado interior es un frente de falla que corre todo a lo largo, manifestanlose como flanco abrupto casi continuo; sobre el que y gracias a ella se ve cas pequefias y discordan- tes en las leptitas, BI filo de la cumbre esté dado en un largo trecho por Ja segunva falla int inteusiones magmé ada, 1a pendiente exterior deseiende eomo plano inclinado, a veces suave, interrumpido por fracturas trasver sales que paulatinamente cambian de rumbo desde NW-SE a N. en forma de abanico; pequefios curses de agua las acentiian y eb fondo rellenado por sedimentos é Faun mayor desarrollo de tu — 2 gramincas, Estos rasgos son tipicos del borde exterior de cualquier areo. El trazado de los arroyos es ortogonal aun ya fuera de los aflo- vamientos rocosos 10 que indica que ese rasgo contintla en las rocas del subsuelo al norte de la sierra y que repereute sobre la cubierta sedimentaria. Fig, 4 al norte del easeg de la estancia, Dentro y en parte paralelo al arco, se esboza otro mucho més bajo, corto y menos definido, que también esta delimitado por fallas igualmente céncavas al sur. En la fig. 4 e cortado casi en el me- «io por la linea de contacto entre las dos aerofotografias. De Jo expuesto se deduce que la sierra Alta de Vela ha sopor- tado procesos diastréficos intensos. Una prueba més es el desplaza- miento de Jos filones. Si bien ellos son numerosos y de distintos raeteres petrograficos, sélo uno es visible en la fotografia, pero como no es posible hacerlo con toda claridad, en el bosquejo de las diaclasas de la fig, 3 lo, he acentuado expresamente. Dicho filén est dislocado vertical y horizontalmente por las dos fallas principales a que me he referido, y por otras menores del flaneo norte. En la parte central-septentrional, la presencia de fallas es re- velada por la brusea terminacién’ de diaclasas vertieales contra aqué- las y cambios notables de rumbo en el otro Jabio, lo que nos dice de la intensidad y complicacién de las dislocaciones, Ha de exis- ersal qne hace descender répidamente cl sector nordeste que es mis bajo y esti cubierto por sedimentos ¥ gramine: tir tambi¢n una falla trans El punto de aranque del arco exterior dista unos 20 km., en Yinea recta, del grupo de las cerrilladas de La Tinta (Barker) en Jas que sobre el basamento asienta Ja serie paleozoica completa que ar del mejor afloramiento “Serie de La Tin- cuareitas inferiores, dolomitas 0 arcillas, cuareita superiores, ealedreos, se denomina por el lug ta” y enya snecsién es A partir de estos dos areos, dentro de ellos y con direceién al SE, se desgranan cerros de contorno a grandes rasgos eliptic bien cireulares que se clevan aislados sobre una planicie alu Ellos representan el segundo sector y poseen rasgos totalmente dis- tintos del anteriormente esbozado puesto que lo constituyen aflora- mientos de roeas en las que pese al aspeeto de magmiaticas, na se ha terminado de borrar atin el caracter migmatitico; en ellas las diaclasas verticales dominantes Ievan distintos rambos. Contrariamente al sistema de Tandil, es comin, diria normal, — 3 — la estructura granular en las rocas que forman los cerros en todo el de Alta Vela, Los cerros no poseen nombres propios Jo que hace diffcil la des- cripe’én, Los que mas se prestan a la observacién, porque mejor de- finidos, se hallan sobre ambos lados del camino de tierra que con- duce a Pueblo Norte, pequefio caserio de canteros, y de alli a la estaneia de Mureia, trecho hoy intransitable por cualquier tipo de vehieulo, Yendo en direceién al Norte, sobre el lado izquierdo y enfrente de Pueblo Norte, hay un eerro de contorno eliptieo con el eje ma- yor y, las diaclasas de NW a SE; sobre la derecha sejcleva otro mas importante por la altitud y extensién, Es de contorno circular y de forma démica regular en especial la parte més meridional, pero con la ladera oriental mas abrupta; unida a otra elevacién (fig. 13) a cuyo pie se halla el citado caserio, el contorno es ovoide. ‘Tamb para este caso las diaclasas verticales se dirigen al SE; son apre- tadas, bien mareadas y delimitan crestones algunos de redueida po- tencia. Los canteros han aprovechado esos planos de diaclasas como frentes de ataques de los piques que son numerosos y distribuidos des- de cl pie hasta la eumbre y tinicamente sobre las dos laderas, la nor- oriental y la suroceidental. Esto confiere al cerro un aspecto Hama- tivo © interesante y hasta desde el camino es perfectamente visible que la roca es de color gris en toda elevacién (fig. 13). Mis hacia el norte los afloramientos rocosos corresponden a lep. tinitas; el primer crest6n se inieia contra el alambrado a la det del camino, con ella entramos en el fimbito del sector en arco, Los otros cerros se encuentran més al este, estén separados de Jos anteriores por Ja planicie aluvial que se halla en el campo de Santamarina, Sus contornos son irregulares y se difereneian de los anteriores por el rumbo ENE Ce las diaclasas verticales mis mar- cadas, Hacia la parte septentrional del arco del sistema, éstas corren W-E. Al sur de aquélla se sneeden cerros que son més elevados que los que se elevan més a meridién, en los que piques y pequefias canteras demuestran el dominio de rocas muy migmatizadas, Tos mais conocidos son el Centinela y Monte ¢) rosas venas de aplita y pegmatita s de migmatita, echa isto. En éste las nume- neia de un frente gieren Ia pres Mucho més hacia el sur, ya en el vasto afloramiento de Sic- ras del Tandil”’, al oecidente ce éste, aparecen cerros aislados con petrogrificos distintos. A uno de ellos ya me he referido, — 2b es que el que se extiende en las estancias La Danesa y Zabaleta, Constan de anatexita “‘plissotée”’, Aquel gran afloramiento cuya altitud maxima supera apenas Jos 300 m.s.n.m., es, como ya dije, una vasta superficie roeosa, ondu- Jada sobre la que especialmente en el E se elevan, espareidos, algu- nos cerros de mayor aleance, que se extienden sobre un frea de 20 km. por 15 km, aproximadamente, Creo que la primera debe ela- sificarse como planicie troncal (peneplain), a la que en la parte oriental le imprime cardcter de planicie ondulada (rolling plain) Ja disposicién de las diaclasas que al dirigir la erosién eonservaron un modelado en areos coneéntricos perfectamente loealizables pese a la Manurizacién; esto es bien visible hasta desde los eaminos que corren al sudeste. Los cerros corresponden a montes-durones (mo- nadnocks). La imposibilidad de distinguir en ella un trazado morfoldgiea- mente definido en lo que se refiere a sucesién o distribucién de ee- rros, la mayoria de los cuales ni siquiera Ieva denominacién local, justifica el nombre tmico con el que se abarea toda esa area: “Sie rras del Tandil’’; por eso puede dar origen a confusién el haber Hamado del mismo modo a la Hoja 32 4, de la Direccién Nacional de Mineria que abarca a todas Jas cerrilladas de Tandil, y es mis impropio atin si se considera que en dicho mapa figura cl nombre en cuestién en el sector oriental de la Hoja. El contraste entre los dos sistemas constitutivos de Tandilia ¢s ado, pues mientras que en el de Tandil los cerros aislados for imi mari man una hilera con nitido rumbo, los rasgos petrogréfieos son Jares y esti delim‘tados total 0 parcialmente y © sureados por fa- Jas, en el aren de Ja Alta de Vela las mayores elevaciones se hallan distribuidas, las mas altas sobre el borde exterior, las otras en cl ntieleo de aquél. La disposicién esparcida evidencia otra génesis. en otro ambiente y en una edad que debe haber sido posterior ademas no estén earacterizades por planos de dislocacién como en el otro istema. Como rasgo muy importante tenemos en él que la foliacién de las rocas traza un arco, con variaciones sélo locales, con la que coineiden aproximadamente y del mismo modo, las diaclasa: En el gran arco de Alta Vela puede hacer una parte mis exterior y otra interior, En la primera, en el W, la. sierra de Alta de Vela demuestra tensién, esti sureada por falas pero los rasgos son uniformes a pesar de Jas dislocaciones; en el E, en Ta vasta area de Sierras del Tandil, se conserva cl areo pero pier- do fa sencillez porque la planicie troncal corta indiferentemente los e una subdivision en 25 afloramientos y, para Jo que nos interesa en este momento, los dis- tintos buzamientos de las diaclasas, Asi se tienen sectores en que Cominan de un modo absoluto las vertieales y reetas, en otros tra- zan pliegues, en otros mis son de bajo angulo. En los cerros a su vez, se pueden establecer diferencias entre los montes-durones del Area maciza y continua del Sierras del Tan- Gil que no estén desvineuladas de la direccién general del areo, y Jos que se elevan sobre la planicie aluvial y que evidencian mayor profundidad en sentido magmatieo y metamérfico puramente de criptivo, En ellos no se vislumbra wna relacién especial eon Jos ram. bos del arco. Creo que su estudio detallado y sistemitico revelaré procesos que han de resultar fundamentales para el eonocimiento y Ia in- terpretacién de la orogénesis del Provimbrico en esta entidad oro- grdfiea, la mis meridional del eseudo guayano-brasilefio-patagénico. Desde el punto de vista geomorfolégico podemos atirmar en contrarnos frente a dos tipos de planivies: aluvial a oveidente, tron- cal a oriente, La invasién de sedimentos en Ja primera se debe al hundimien- to general que ha experimentado todo el bloque de Tandilia hacia el SW. Segiin lo descripto tenemos en el sistema de Alta de Vela en la parte exterior, que eorresponde al arco, rocas més superiores 0 superficiales desde el punto de vis a oncogriifico ; ellas pued 1 €0- responder a los micasquistos superiores (Y2), en la mas interior son de mayor profindidad puesto que afloran anatexitas (M*) [5] Jas que sugieren la existencia de mayores masas de rocas magmati- cas a poea profundidad relativa, Por la morfologia y la zoucograffa, el sistema de Alta de Vela es un anticlinal despojado de su eubierta, enyo nticleo se halla en el sur sumergiéndose en la Hanura del SW; en él un magmatismo posterior dio Ingar al emplazamiento de plutonc dispersos tanto en el areo como en ¢} niieleo; en éste algnnos se manifiestan como mon- tes-durones, tablas de z0- y in de las rocas metamértia: fn dung y Roques [5, pag. 14, 35 y 42]. ho a continuacién las y de la clasificac Para mayor clavidad transeri nas de isomorfismo seg — 6 — ZONEOGRAFIA DE LOS ESQUISTOS CRISTALINOS sogin J. Jung y M. Roques Formaciones cristalofilianas normales 0 cetinitas Facies de referencia Zonas Notaciones quistos areilloses 4%. no metamérfica x Usquistos cloriticos y sericl- 7% de los micasquistos supe. ye Mieaspistos con dos micas 86 109 mleasqultos Huger yy Gis om dow ivan 7 de tos gues waperions e Gueiss con biotits 2. do los gneiss inferiores mB Gneiss con cordicrita, sin bio- —%, de los gneiss ultra-inferio- ti res Formaciones cristalofitianas metasomélicas Migmatitas homogéncas Facies Eetinitas de eubiert: Diadisitas Bpibolitas Me Agmatitas Grenitos sinteeténicos Ge ae anatexis G4 —_ _ SS anatesds Dije al iniciar este trabajo que distribuia provisoriamente los corros de Tandil en tres Sistemas; lo hie porque tal es la aparente ordenacién de aquéllos y precisamente por esto resultaba mas clara Ta, exposieién de los hechos observados, De aquellos dos sistemas, a mi juicio, dos estin estrictamente vineulados entre si, porque en el preciimbrico superior (2) eran una sola entidad: el de Alta de Vela y cl de Tandil. Constituian un gran pliegue del que el primero corresponde al anticlinal, el segun- do al ala y aun seetor del seno del sinclinal respectivo. Este se des: plazé sobre ef basamento erosionado del precémbrieo inferior (?) hacia el NW hasta ocupar la posicién actual; el deslizamiento se realizé a lo largo de un gran plano de falla que cortaba segiin dicho rumbo el flaneo del pliegue, y que corresponde al plano de disloca- cién que separa los dos sistemas; en su avanee fue detenido por el sistema de Azul contra el que incide bajo un Angulo de unos 130°. Con esta interpretacién podemos explicarnos la eoincidencia del rumbo cel sistema de Tandil en su sectoy recto y del de Alta de Vela después del cerro Salvi (120°), la orientacién de los cerros de las Animas-Albién y Redondo-Vandileufa, la ligera desviacién el ENE del Tandileufi podria insinuar el comienzo del ala ntal del sinclinal. Se aclararia también el contacto de los es- quistos cloriticos del sistema de Alta de Vela contra roeas més meta- muorfizadas del s'stema de Tandil en el Salvi. Sélo asi puede exp carse el arco qne forman la foliacién y las iaclasas on aquel sistema La falla segiin Ja ostratificacién, que he descripto para el gru- po de cerro San Juan, se deberia al desplazamiento horizontal del sistema die Tandil, lo que sdlo puede haber acontecido por una eu- pla Ge fuerzas paralelas a la superficie de la corteza. hae’ ori Estos mutecimientos podrian haberse sucedido en el precim- brieo superior y cuando las condiciones de rigidez de las rocas, que eran sedimentarias, permitieran tal mecanismo. La desaparicién brusea y total de cerros al este de dicho eon- junto y del de ‘Sierras del Tandil”, se debe a la gran falla que hizo descender el lado nororiental de toda Tandilia. HI basamento es visible en Ia provincia de Buenos Aires tinica- mente en Tandilia; al N y al S ha de formar pliegues de fondo en sinelinales, A causa de tan reducido afloramiento me resulta impo- sible hallar los causales del plegamiento y del sucesivo desplaza- miento, Después de la detencién del sistema de Tandil contra el de Aaul, a lo largo de una falla paralela a la prineipal, se produjo el emplazamiento de magma que metamortiz6 las sedimentitas de las que se originaron las embrechitas deseriptas para el cerro San Juan Sobre ese relieve, erosionado con posterioridad, se depositaron arenas feldespaticas que dieron génesis a leptitas cuyos restos se hallan en los eerros Tandileufit, Albién y Alta de Vela, En éstos, como en otro de las sierras de Tandil, se emplazaron plntones que en el caso de los dos primeros generaron lacolitos interformaciona- les [8] a los que no puede considerdrselos sinerénicos con los otros — 8 — del mismo sistema de Tandil porque en aquéllos las migmatitas son heterogéneas (epibolitas y agmatitas) con plutones discordantes [7] ¥ en estos son homogéneas (embrechitas). En sintesis, hay en este sector de Tandilia: a) un zécalo que flora en contados puntos y que tiene los siguientes earactere: bo de foliacién y diaclasas aproximadamente E-W, buzamiento eer- cano a la vertical; b): rocas de caja del sistema de Tandil eyo rum- bo es NW-SE y el buzamiento 70-909, que han de descansar en dis. cordancia sobre el z6calo; ¢) cuerpos intrusivos productos de ascen- sos a lo largo de fallas segiin el buzamiento, que formaron plutones separados a pesar de la similitud en la direccién ¢ inelinacién de Ja foliacién; unos asientan sobre el zécalo, de los mis no hay eviden- ias de esto; d) roeas sedimentarias metamortizadas en leptitas que se apoyan sobre el zéealo en wmos casos, sobre lacolitos en otros; ¢) lacolitos interformacionales de edad posterior. Zocalo y roeas encajantes son de edad precémbrica, el primero anterior a las sezundas, ; de ellas I iltimas pueden ser postearboniferas si nos atenemos a la edad de las dolomitas [4]. rum. Ss as intrusiones son posteriores Para terminar expresaré, en parte como conelusin en parte eomo una especie de emuneiado, que considero podria interpretarse al relieve de Tandilia como wn pliegue de gran radio de enrvatura, de rumbo caribeano (NW-SE) [9, 10] que se eleva por falla al NB ¥ se hunde suavemente en la Hanura intermontana del SW; la mé- ima elevacién se halla en las cerrilladas de Tandil que es central ¥ tiene en Los Cerrillos en el NW y en Cabo Corrientes sobre el Atlintico, los dos extremos mas bajos, El afloramiento del basa- mento en Tandil, cl buzamiento hacia cl NW de las hileras de por- firoblastos cn algunos cerros, y el conoeido bajo éngulo de hundi- micnto de las enarcitas en Olavarria-La Tinta-Mar del Plata, clementos de juieio en que puede apoyarse esta hipétesis, Pierina Pasotti Instituto de Visiografi Octubre de 1958. a y Geologia BIBLIOGRAFIA |. BALK, Robert. 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