Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Muerte de Un Cácher
Muerte de Un Cácher
guaba un poco el an terrible dolor de cabeza, mientras me acariciaba el pelo y los hombros y trataba de
ayudarme a dormir.
Mami?
S, amor?
Afuera, en el jardn, se hizo una breve luz blanca.
Hoy ya es mi mes.
Es cierto, amor.
Ya viene mi cumpleaos.
Falta poquito.
Ocho declam.
El nmero pareci dibujrseme enfrente, abrillantado y grandioso, en la oscuridad casi negra de la habitacin. Ya no quera, recuerdo, tener siete.
Ocho repet.
Ocho, pues. Todo un hombrecito.
Yo saba, por cmo haba pronunciado sus palabras,
por su respiracin cada vez ms recia y pendular, que
mi mam estaba quedndose dormida.
No se duerma, s, mami?
No, amor.
Pero en serio?
No, no. Aqu estoy.
Sent sus uas entrar en mi pelo y peinarlo suave
hacia atrs. Luego ajust un poco la bolsa fra sobre mi
nuca. Luego no se movi ms, y permaneci as, con
sus dedos como atrapados entre mi pelo.
Mami?
Mmm.
51
Afuera se hizo otra luz blanca. Tronaron las primeras gotas gordas contra la puerta de vidrio.
Mami?
S, cario?
Qu es un tumor?
Apenas poda ver la imagen opaca y granulosa y cortada en tres por mi careta negra. Pero no me importaba.
Por nada del mundo me la hubiera quitado.
Sh.
Por qu?
Sh le repet a mi hermano, echado a mi lado sobre
la cama.
Pero por qu?
Ya est grabando!
Bueno, nios, qu pasa? nos pregunt mi pap.
Haban trasladado mi cama a la salita familiar. Mi
pap estaba en el sof. Por las gradas suban los murmullos y suspiros de mi mam, fumando en el comedor mientras hablaba con alguien por telfono.
Es que l no se calla me quej.
Y qu con que no se calle?
Ya est grabando, y se va a or toda su voz.
Mi pap sonri.
No se preocupe me dijo. Esta mquina no graba
as.
A medioda, al noms llegar del hospital, haba descubierto en la salita la nueva y lujosa compra de mi pap:
una caja grande y negra y rectangular que, aparentemente, increblemente, grababa los programas de la televisin, llamada Betamax.
Y pngase el hielo, quiere. O se quita esas cosas y
no vemos el partido.
56
la mirada hacia la ventana. El cielo me pareci color caramelo. Afuera, con cada rfaga de viento, una rama larga
de ciprs pasaba rasguando el vidrio. An caa una llovizna dcil, constante, como sin ganas.
59