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ALVARO SOTO EN ESPANA 1975-1996 mr ee ee ee eee eee ee eee eee eee eee 272. LOS GOBIERNOS SOCIALISTAS. 1982-1996 candidatura a la presidencia en el préximo Congreso del partido (IX Congreso), Io que provocd el desmoronamiento del equipo de direc- én. Asi, Fraga se hizo de nuevo con la presidencia en enero de 1989, srefundandos el partido y cambindolo de nombre. A partir de enton- ces seria el Partido Popular. EL IX Congreso, aunque no sirvié para tranquilizar totalmente las aguas, supuso la incorporacién al PP de antiguos miembros de la UCD, que hasta el momento se habian mantenido a la expectativa, como Rodolfo Martin Villa, y para conseguir el reconocimiento del partido en el Partido Popular Europeo. raga no impuls6 a los «jévenes cachorros» inicialmente, sino que se apoyé en Francisco Alvarez Cascos, para que ocupara la Secretaria Ge- neral, y en Marcelino Oreja, para que liderase la campafia de las Buro- peas de 1989. En funcién del resultado de las mismas se consolidarfa la posicidn de este tiltimo. Como los resultados no fueron buenos para el PP, se descarté también a Oreja. ‘La convocatoria anticipada de clecciones legislativas por parte del PSOE en octubre de 1989 planteé quién iba a ser el cabeza de lista del PP, Fraga estaba descartado, pues habfa anunciado que se presentarfa a las elecciones gallegas. Dos candidatos sonaban con fuersa- Isabel To- ciriory José Maria Aznar, que presidfa la Junta de Castilla y Le6n. Tras constatarse ef C486 apoyo dentro del PP de Isabel Tocino se eligio a ‘Aznar, Si bien los resultados obtenidos no supusieron s{ se pudo comprobar que sus comperidores directos, el CDS y Ruiz Mateos se debilitaban. “Tres meses después, Fraga obtuvo un contundente triunfo en kas lecciones gallegas, lo que le permitié ceder la presidencia del partido a José Maria Aznar en el X Congreso celebrado en Sevilla en marzo de 1990, Aznar mostré claramente desde el primer momento sus objeri~ vyos, como explica Poweltr comrotar-ct partido, eliminando fos centros de poder que le pudieran hacer sombra; tenovar generacionalfiente los cuadros del partido, apartando a aquellos elementos més conservadores y «nostilgicos del pasado aiitoricario»; y «centrar politicamente» al par- {ido buscando acuerdos com-fuerzas regionales y Ta homologaciéa in- tetnacional: Sin duda, tivo éxits en sus planteamientos;-1o que ligado al _creciente-desgaste del PSOE, ciggo ance los casos de «corrupcién», le ‘vex primera como una alternativa real. CAPITULO 5 CRISIS PERMANENTE Y FRACASO REGENERADOR (1989-1996) ‘Tras las elecciones generales de 1989, ng hubo.cambios en la composi- ci6n del Gobierno; Felipe Gonzalez. mantuvo su gabinete que lo habia constituido a mediados de dicho afto. Pero tan sélo afio y medio des- pués sc van a producir cambios importantes. En primer lugar, eL.cese de Alfonso Guerra, debido a su creciente distanciamiento con el presidente ya haberse vigo afectado por el 4sunto de comupadn desu Rerinano Juan, Ademés, desde sectores del Gobierno, se hizo ver a Gonzalez que ‘Guerra estaba llevando a cabo una operacién para convertir el partido en un contra poder que condicionara la actuacién de gubernamental. De hecho, el control del «guerrismo» sobre el PSOE era muy fuerte; asi en el XXXII Congreso, celebrado en 1990, el «80 por 100 de los cargos del parsido se podian adscribir» a dicha corriente, como afirma ‘Tusell. Por otra parte, Guerra estaba tratando de controlar el debate po- Iitico a través del denominado «progeama 2.000», que desaparecié al poco tiempo de su elaboracién. Dicho «programa» fue calificado por José Luis Gutiésrez y Amando de Miguel como «pretencioso, vacuo, aburrido y tecnoctético». 274 LOS GOBIERNOS SOCIALISTAS. 1982-1996 ‘Como consccuencia de la destitucién de Alfonso Guerra, Nareis_ Serra se convirtié en vicepresidense, siendo.el nuevo shombre fuerte» del Gobierno, aunque su influencia en el partido era mas bien estasa, a excepcién de Catalufia. En segundo lugar, Manuel Chaves fue sustituido de la cartera de ‘Trabajo por Luis Martinez Noval. Dicho cambio se debié a que Guerra trataba de controlar la Junta de Andalucia y, utilizando métodos aleja- dos de cualquier ética democrética forz6 la salida de Rodriguez de la Borbolla, le ofrecié a Chaves la presidencia de Ja Junta. Sin mds cambios significativos, este gobierno continué hasta las elecciones de. 1993, tras las cuales Felipe Gonzalez, investido de nuevo como presidente tras pactar con CiU, procedié en su linea habitual de continuidad a mantener el gobierno anterior, aunque con dos cambios importantes: Carlos Solchaga salié de Economfa y Hacienda, trasla- dandose a la responsabilidad del grupo parlamentario, ministerio que ‘ocupé Pedro Solbes; por otra parte, con el fin de «lavar fa cara» por los escindalos, nombré ministro de Justicia a Juan Alberto Belloch. Du- rante este gobierno se produjeron tres dimisiones: por un lado, la de José Luis Corcucra responsable de Interior, debido al revés que le pro- pin el Tribunal Constitucional, Fue sustituido por Antoni Asuncién que seis meses después dimitié a su vez por la fuga de Luis Roldan, cu- briendo su cartera, junto a la de Justicia, Belloch, que se convertia asi en cel «superministro». También, dimitié el ministro de Agricultura, cente Albero, por un asunto fiscal. Esta situacién de permanente crisis condujo a Gonzélez a una nue- va remodelacién en mayo.de 1994, sin grandes cambios, aunque sf con un sobresalto debido a las dimisiones en junio de 1995 del vicepresi- dente Serra y del ministro de Defensa, Juliin Garcia Vargas, a causa del ‘escindalo de las «escuchas del CESID». Por tiltimo, el 30 de junio de 1995, se nombré ef noveno y tiltimo gobierno socialista, en esta oca- sién sin vicepresidente, que a lo largo de su recorrido tan sélo tuvo un cambio, la salida de Javier Solana de Exteriores, debido a su nombra- miento como Secretario General de la OTAN, siendo sustituido por Carlos Westendorp. La inestabilidad gubernamental tuvo mucho que ver con las tensio- nes originadas por ls iisones cee dentro del. PSOE.. Aunque Gonzalez quiso siempre que no le condi- i ia ala de escndalos y con Jas divisiones-craciencas_ (CRISIS PERMANENTE ¥ FRACASO REGENERADOR (1989-1996) 275 cionara el partido en su labor de gobierno, no tuvo més remedio que aceptar una situacién cada vez mds conflictiva. Felipe Gonzélez estuvo mis cauto y con propuestas realistas en el discurso de investidura de diciembre de 1989, rehuyendo todo en- frentamiento con los sindicatos, que habian sido su principal oposicién en [a legislavura anteri En cambio, en su tiltimo discurso de investidura (8 de julio de 1993), tras haber perdido la mayoria absoluta, estuvo a la defensiva, reafirmdndose en el ucambio sobre el cambio». Comenzé dejando cla- 10 quiénes iban a ser sus socios de gobierno, mencionando al PNV ya iU, no.aIU.A continuacién, hizo una larga referencia a la némica, responsabilizando de la misma al econtexto europeo ¢ inter- nacional desfavorable» y ofrecié un pacto social alos sindicatos. Pero en la parte de su discurso que se esperaba con més expectacién, sobre el problema de la corrupcién, sus palabras fueron generalizaciones. Asf, hablé de una legislacidn especifica sobre los partidos politicos y la fi- nanciacidn de los mismos, que no llegé a concretar ni en su discurso, ni plenamente en su posterior accién de gobierno. Insistié en la necesidad de que el poder judicial fuera independiente y se alargé en sus proyec- tos europeiscas, Estaba claro que el presidente, rehuyendo lo que era un clamor, la necesidad de sanear la vida politica, no tenfa respuestas. La tilsima mayoria absoluta. ‘Tendencias al cambio en el comportamiento electoral La huelga general del 14-D venia condicionando la vida politica, y Felipe Gonzilez habfa decidido presidir la Comisién Europea durante el primer semestre de 1989 para, posteriormente, celebrat las elecciones gencrales, {que se convocaron el 19 de octubre. Durante e505 meses tuvo tiempo para calibrar el desgasce electoral del Gobierno. En junio, se cclebraron las segundas elecciones al Parlamento Europeo, que mostraron un cierto des- gaste, pero sobre todo la incapacidad de la oposicién para rentabilizarlo. EI mes de agosto se habia aprobado por el Consejo de Ministros la concesién de tres canales privados de television (Antena 3, Tele 5 y Ca- nal Plus —codificado y de pago—). Dichos canales no estuvicron pre- sentes durante las elecciones, por lo que el monopolio de la celevisién 276 LOS GOBIERNOS SOCIALISTAS. 1982-1996 segula estando en manos del Gobierno, que lo aproveché para mini- mizar los efectos de la protesta social y apoyar asf al partido socialista. EI PSOE volvié a obtener fa mayorla absoluta (véase tabla 10), aunque cn esta ocasién se quedé en el mite justo; sin embargo, era un excelente resultado, teniendo en cuenta el desgaste que habfa sufrido durante la an- terior legislatura. Por primera ver en la democracia se d i gularidades en las voraciones, lo que obligé a repetiras en Murcia, Pon- tevedra y Melilla, obteniendo con ello el PP un escafio mas. Dé ituevo se ponfa en evidencia la incapacidad, ahora del Partido Popular, para rentabilizar la erosién-del-Gobierno. Su nuevo cartel clectoraly José Marla Aznar, no lograba romper el famoso techo de Fraga. Parecta imprescindible que, para que ello fuese asi, se contara con la colaboracién del CDS, pero Suarez se mostraba remiso a dar ese paso, No obstante, en ef Ambito municipal si se habfan producido al- gunos acuerdos, como fa mocién de censura contra el alcalde de Ma- Grid, Juan Barranco, en junio de 1989, que permitié al centrista Agus- tin Rodriguez Sahagiin ocupar la alcaldia. En todo caso, los resultados del CDS no fueron. buenos, ya que perdié cinco escafios. Ello fue resultado de su indefinicién electoral, lo gue le hacfa situarse en una dificil situacién. Si apoyaba al Gobierno, su clectorado o bien se abstendria o se desplazarfa al PP; en cambio, si apoyaba al PP, los electores conscientes del funcionamiento del sistema clectoral optarfan por votar directamente a los populares con el fin de optimizar el valor del voto. Los partidos nacionalistas y regionalistas se mantuvieron as variacionés, EI PNV y HB perdieron un escafio cada uno en f worde EA, que entraba por primera ver en el Parlamento. Los nacionalistas ca- talanes se mantuvieron, como los regionalistas aragoneses y canarios, mientras que el Partido Andalucista (PA) volvia a Congreso, en esta ocasién con dos escafios, y UV ganaba uno. La coalicién TU logré un imposanisaxance, incrementando su porcentie de WOOSER EG fe vowos en 4,6 puntos y logrando diez escafios mds que en 1986. Esta coalicién se beneficié del desgaste del PSOE por su iz quierda y traté de ser el referente de la eizquierda social» que se habia movilizado contra la politica del Gobierno. En el interior de la coali- cién convivian diversas corrientes: republicanos, disidentes socialistas , sobre todo, comunistas. (CRISIS PERMANENTE ¥ FRACASO REGENERADOR (1989-1996) 277 Tabla 10. Porcentaje de votos y niimero de escarios en las elecciones al Congreso de los Diputados. Espana, 1989. Partidos y coaliciones _Voros(%) Escafos 96 de eseafios w 91 0 48 PSOE 399 175 50 cps 79 1 40 ppt 259 107 30.6 PNY 12 5 14 uN si 18 Sa Orros 110 ry a TOTAL 100 350 100 FFueate: Ministerio del Inverior. Eleciones a Cries Generale. 1989, Maid, Calessibn de do ‘cumentos elecorales, 1, 1989. "En 1989 inluye s resultados de IC. 2 Bn Navarra coaligads con UPN. » Obruvieronexcanes: HB (1,195 de vos y 4 escaios); PA (1% y 2); UV (0 12) EE (0,546 y 2}; PAR (0,3% y 1): y. AIC (0.3% y 1) 72) BA (079% Julio Anguita, el nuevo lider del PCE y coordinador de IU, mantu- vo un férreo control sobre la organizacién, acabando con cualquier tipo de critica, para lo cual se rodeo de dirigentes de la inea dura, con- trolados por Francisco Frutos, que se convirtié en el nero dos de la coalicién. ‘Mientras, el PCE, pese a los cambios que se produjeron en el mun- do tras la caid: del Muro.de Berlin, se mantuvo en sus principios no si- gtiiendo el ejemplos de sus camaradas italianos que habjan decidido di- solverse. En diciembre de 1991, un nuevo Congreso del PCE dio lugar ala puesta en practica de la teorla de las wos orillas», en una de las cua- les se situaba IU como la nica fuerza politica «transformadora», micn- tras que en la otra se situaba tanto a la derecha como al PSOE, al que acusaba de llevar a cabo una politica conservadora. ‘A partir de las elecciones autondmicas y munici 1991, el mapa electoral Cee Tae be caido desde 1982-1983. En el caso de las autonémicas se produjo un fuerte des- censo del CDS, que en esta ocasién fue capitalizada paralPP, contri- biryéndo a ello el creciente deterioro de la vida politica, debido a la apa- ricién de numerosos casos de cortupcién. El PSOE va a comenzar un 278 LOS GOBIERNOS SOCIALISTAS. 1982-1996 lento pero constante descenso, y los partidos nacionalistas y regiona- tistas se benefician eit pequefta medida de la nueva situacién, El PSOE cxperimenté un cierto debilitamiento de su poder auto- ‘némico, aunque siguié manteniendo la rhayoria absoluta en Andalucta, Castilla-La Mancha, Extremadura y Murcia, obteniéndola de nuevo en Valencia. Ademés, gobernaba en minoria en Asturias, Madrid y La Rioja, y en coalicién con el PNV en el Pais Vasco. ELPP consolidé y mejor sus posiciones. Asi, mantuvo su mayorla absoluta en Baleares (con UM), Castilla y Ledn y Galicia, y recuperd Cantabria. Ademés, formé parte del gobierno de coalicién de Aragén hasta septiembre de 1993, affo en el que triunf una mocién de censura presentada por el PSOE, También escuvo presente en el gobierno de ‘Navarra. Los partidos nacionalistas y regionalistas estaban presentes en scis go biernos. Catalufia, donde CiU habfa obtenido su tercera mayorfa ab- soluta consecutiva; Navarra, donde UPN habia conseguido superar al PSOE y gobernaba junto al PP; en Canarias, en la cual la coalicién en- te AIC y el PSOE terminard por romperse, dando lugar a un gobierno de corte regionalista/nacionalista: Coalicién Canaria; en el Pais Vasco, en cl que dadas las dificultades de formar un gobierno nacionalista se mantuvo el pacto entre el PSOE y el PNV; en Aragén, donde el go- bierno estaba formado por el PAR y el PP: por tltimo, en las Baleares, donde UM, mediante el pacto preelectoral con el PP, también partici- paen el gobierno. En sintesis, como dice Francesc Pallarés, con respecto a 1983 el PSOE habfa perdido la hegemonia: de los diez gobiernos con mayoria absoluta, s6lo cinco eran socialistas, cuatro del PP y uno de CiU. No sélo era mayor el equilibrio de fuerzas, sino que los dos grandes parti- dos nacionales (PSOE-PP) cenfan més voros y més representacin, por Jo que el Estado de las autonomias era «mis cosa de dos que antes». Por lo que respecta a las elecciones municipales, en 1991, el PSOE ob- tuvo la mayoria absoluta en 16 ciudades de mas de 50.000 habicantes y la rmiyorfa relativa en 32. La pérdida de ciudades como ‘Tarragona, Valencia, ys especialmente, Madrid y Sevilla diefon uita imiagen de pérdida genera- lizada de voto urbano, aunque ésta habfa sido mas importante en 1987. ELE segulastecinda-en-is grandes ciudades, consiguiendo siete mayorias absolutas, entre ellas la de Madrid, y 17 mayorfas relativas. (CRISIS PERMANENTE Y FRACASO REGENERADOR (1989-1996) 279 La accibn de gobierno la actividad dels dieses sind desde las elecciones de 1989 es- tuvo condicionada por los multiples escindalos y casos de corrup. que saltaron a la opinidn publica. La actitud del Gobierno fixe defensiva y eso se noté en su labor legislativa, asistiéndose a una cierta pardlisis, De esos afios se debe destacar en positivo el en el que Espa- fia_se.convisti ién mundial al celebrarse cuatio ‘grandes acontecimientos: la Exposicign Universal de Sevilla, los Juegos Olimpicos de Barcelona, el Quinto Centenario del Descubrimiento de ‘América y la capitalidad europea de la cultura en Madrid. Sin duda, los dos primeros fueron los més importantes, suponiendo una fuerte inversién econdmica que trasformé Sevilla y Barcelona. Las comuni- caciones con ambas ciudades mejoraron sustancialmente, siendo la puesta en marcha del tren de alta velocidad (AVE) de Madrid a Sevilla la infraestructura mas importante y de mayor repercusién de todas las realizadas. En otro orden de cosas, se pagé la denominada «deuda contraida» como consecuencia de las negociaciones con los sindicatos tras fa hucl- ga del 14-D, pero no se produjo el «giro social». El Gobierno, como se- fial de buena voluntad, retiré de inmediato el Plan de Empleo Juvenil y puso sobre la mesa algo més de 300.000 millones de pesetas para satis- facer las demandas sindicales. Ello sirvié para sevalorizar-las pensions, aunque no se cealizaba de forma automética; aumentar la cobertura del desempleo, y establecer el sistema de pensiones no contributivas. El incremento del gasto piblico produjo un fuerte desequilibrio econémico ¢ influyd en la profunda crisis que se iba a suftir entre 1993 y 1994. Por ello, las autoridades econémicas conocedoras del pro- blema procedieron a la aprobacién del adecretazo» en abril de 1992, por el que recortaron las prestaciones de desempleo tanto en cuantia como en duracién, al tiempo que endurecian las condiciones para ac- ceeder al seguro de paro. “Tras la reunificacién de Alemania, este pais se implicé més en la construccién europea y, junto a Francia, propuso en el Consejo Euro- peo de Dublin celebrado el 25 y 26 de junio de 1990 convocar dos conferencias intergubernamentales para estudiar la unién econémica y monetaria y la unién politica. Como resultado de las mismas surgié el 280 LOS GOBLERNOS SOCIALISTAS. 1982-1996 ‘Tratadg de la Unién Europea, que se firmé por los representantes na- cionales el 7 de febrero de 1992 en Maastricht. Posteriormente, fue ra- tificado por los doce parlamentos nacionales (en Dinamarca, que ne- cesité de un segundo referéndum; Francia ¢ Irlanda, tam referéndum) y enteé en vigor el 1 de noviembre de 199: Dicho tratado establecfa el camino hacia la construccién de la Unién Econémica y Monetaria; es decir, una mayor integracién econdmica y el cierre'del mtetéaido' comiin. Dos cuestiones se euvo que plantear el go- bierno espafiol para cumplir las condiciones que se establecieron. En primer lugar, dotar de una mayor autonomia al Banco de Espafia (BE), Pata ello, las Cortes tuvieron que aprobar la Ley 13/1994, de I de junio de 1994, en virtud de la cual el BE era el encargado de definir y de ins- trumentar la politica monetaria con el objetivo de conseguir la estabi- lidad de los precios; asi mismo, se prohibjan los descubiertos al Tesoro ya las empresas puiblicas en sus cuentas en el BE que podia intervenir ‘en el mercado primario de la deuda publica. Por tltimo, la politica de tipos de cambio, cuya competencia segufa correspondiendo al Gobier- no, tenia que adoptarse previa consulta al BE.y ser compatible con el objetivo de la estabilidad de precios. En segundo lugar, se establecieron los denominados xcrieerios no- minales de convergencia», Eran cinco: aaa ~° El.deficit pitblico previsto o real en términos netos no podria ex- ceder del 3% del PIB a precios de mercado. 2° La relacidn entre deuda publica bruta total de las administra- ciones priblicas a su valor nominal que petmaneciera viva a final de afio no podta superar el 60% del PIB a precios de mercado. 32 El nivel de nln no podia caer an med ala me- dia deos tres miembros que mejor comportamiento hubieran observado en materia de estabilidad de precios. 4° El tipo de interés nominal promedio del afio precedente al del examen de convergencia (finalmente, serfa 1999) de los titulos de la deuda a largo plazo no podia exceder en un 2% al del pro- medio de los tres estados miembro que hubieran tenido un me- jor comportamiento en estabilidad de precios. 5. Estar integrado en el mecanismo de cambio del sistema moneta- (ro europeo. Caseremes ober CE ‘CRISIS PERMANENTE Y FRACASO REGENERADOR (1989-1996) 28/ ap muhos cos pues no cumplia dichos criterias. El go- io pasos significarivos para lograr la convergencia sin embargo al fal de tu etapa de gobierno-nos encontedbamos atin lejos de lograrla. Ser4 el PP quien Ieve a cabo dicha labor. ‘Como afirma Carmela Martin, podemos establecer cinco indicado- res para analizar la convergencia real y seguir su evolucién en los afios de gobierno socialista: 12 Entre 1986 y 1996, se produjo un acercamiento del PIB per cdpita espaol al de la media de los paises de la UE. Espaiia consiguid reducir en 7 puntos porcentuales su desnivel res- pecto al conjunto de sus socios europeos: de ser 69,6% de la renta per cépita media en 1986, pasé a representar el 76,6%, en 1996. 2." En cambio, la tasa de paro fue bastante desfavorable, legando a ser la de Espafia més del doble que la comunitaria. 3." En cuanto al capital humano (estimado para cada uno de los paises de la UE como la proporcién de la poblacién poten- Gialmente activa 15 a 64 afios que ha estado escolarizada du- rante un periodo equivalente al de la duracién de los estudios de grado superior), teniendo en cuenta la calidad de la ense- fianza, se constata que Espafia redujo su desnivel respecto al promedio de la UE en 6 puntos porcentuales: de ser el 58% de capital humano medio en 1986, pasé a suponer el 64%, en 1996. 42 Respeczo al stock de capital tecnolégico incluido, al igual que el capital humano, en su calidad de principal determinante del crecimiento econdmico, se produjo una importante aproxima- cién de Espafia a la media comunitaria (13 puntos porcentua- les). Ello no impedia que el desfase continuara siendo muy ele- vado, ya que el stock de capital tecnolégico sobre el PIB era sblo del 34% del de la UE en 1996, 52 Por tilkimo, en relacién con el porcentaje de los gastos en pro- teccién social sobre el PIB se produjo un acortamiento del des- nivel con respecto a la media de la UE de 7,5 puntos: de repre- sentar el 74% de la UE en 1986, la ratio de gastos sociales en el PIB de Espafia pasé a suponer casi el 82% en 1996, 282 108 GOBIERNOS SOCIALISTAS. 1962-1996 Al final de la tltima legislacura socialista, el Gobierno traté de recupe- rar la iniciativa en los temas de «moralidad publica». Para ello, cred la fiscalia anticorrupcién y promulg6 tres leyes que tenfan por objeto un mayor control y transparencia en el funcionamiento de las administra- ciones puiblicas: Ley de Contratos de las Administraciones Publicas, Ley de Fondos Reservados y Ley de Incompatibilidades de Altos Cargos. Tarm- bign se procedié a la aprobacién del nuevo Cédigo Penal De la sumisién del Gobierno a la crisis del PSOE ‘Como ya hemos indicado, desde 1 1222. el PSOE vis soumetida a derazgo de Gonzilez, El partido se puso en manos del lider, que definia 1s polfticas @ realizar. Mientras tanto, Alfonso Guerra controlaba cl funcionamienco orginico. En octubre de 1981 se celebré el XXIX Congreso, donde en un clima de euforia se aprobaron, practicamente por unanimidad, las propuestas politicas y se eligié a los dirigentes. Ha- ban pasado los aos de wintenso» debate y ahora sélo era cuestién de tiempo esperar la convocatoria de las ¢lecciones generales. Los socialis- tas daban jagen de responsabilidad y cohesién, mientras que la UCD y el PCE offecian la imagen totalmente contraria. Con la victoria del PSOE en octubre de 1982, el partido tendié a di- luitse entre tantos cargos de responsabilidad, y su vida interna reflejaba una clara atonfa como consecuencia de que las decisiones politicas se tomaban en Moncloa. Alfonso Guerra cjeccia.un fuerre control sobre Gialquier movimiento interno y dejaba en ocasionss hablar a Tzquierda Socialist (nica Corriente organizada y permitida), tratando asi de proyectar una imagen de pluralismo inexistente. En 1982, el nsimero de afiliados al PSOE era 116.514, en 1991 ha- bfa aumentado hasta los 309.401. Durante ese tiempo se fueron in- conporando 2 las filas socialistas ex militantes del PCE identificados con ideas renovadoras. Asi, se incorpord el sector concentrado en torno a la Fundacién Europa, liderado por ex vicesecretario general del PCE, Enrique Curl, y el sector que fundé el Partido de los ‘Tabajadores de Expat, liderado por el ex secreratio general del PCE, Santiago Carrillo, ‘También se produjo un proceso de fusién con sectores de la izquierda nacionalista vasca procedentes de Euskadiko Eskerra. (CRISIS PERMANENTE Y FRACASO REGENERADOR (1989-1996) 283, La capacidad de atraecién de las socialistas no se limiré s6lo a los mi- litantes de izquierda, sino a toda la sociedad. A la hora de estudiar las ‘caracteristicas vestructurales y socioeconémicas “. Hasta mediados dela désada de 1280 ered de legals» fe cl s0- porte principal de la violencia de ETA, de hecho realizaban algo mas del 70% de los atentados. Pero, a partir de 1985, debido a la accién por 290 10S GOBIERNOS SOCIALISTAS. 1982-1996 licial la actividad de los «ilegales» comenzé a descender, situindose desde 1986 un mayor porcentaje de atentados en los «comandos lega- les». En 1992, éstos suponen el 92,1%, Fsta situacién reflejaba una ma- yor eficacia policial. Dentro de ETA existieron varios relevos generacionales que coinci- den con momentos de crisis de la organizacién. El primero fue a Fatz del proceso de Burgos en 1970; el segundo, a mediados de la década si- guience, y el tercero, tras la cafda de Bidart, en 1992. En todos estos re- levos se puso de manifiesto un proceso de radicalizacién, que tuvo que ver con fa necesidad de afirmarse en el poder de los nuevos diri- gentes, pero también con la mayor radicalidad de las bases militances. Entre 1978 y 1992 se produjo un importante descenso de los estu- diantes en el seno de la organizacién. De ser el grupo principal, los es- tudiantes pasaron a representar algo més del 10%. Ello se debié a que los centros de ensefianza dejaron de ser el ligar principal de recluta- imiento de la banda, ya que a finales de los afios de 1980 se convirtieron en importantes focos de movimientos pacifistas La militancia de ETA entre 1978-1992 estaba formada por personas con una formacién equtvatencew uma Carrera de tipo medio, donde pre- dominaban Tos profesionales de formacién humanistica. Ello supone, en comparacién con los datos de 1974, una disminucién del nimero de milicantes con formacién superior. El colectivo mayor dentro de ETA a partir de 1978 era el constitui- do por trabajadores cualificados, siendo especialmente importante cl niimero de los que trabajaban en el metal. El segundo gran bloque de militancia era el formado por trabajadases no cualificados (pen, obre- ro, camarero...), el grupo que le segufa en tercer lugar era el de desem- pleados, que representaban el 8,5%. Desde el punto de vista de los niveles de renta, el 80% de la base de ETA pertenecia a los niveles inferiores de la sociedad vasca, aunque no llegasen a la frontera de la necesidad, en la que se situaban el 10%. Se pone asi de manifiesto un componente importante en los mecanis- ‘mos que generan la reproduccién de ETA. La presencia de personas procedentes de las clases medias en el na- cimiento de ETA fue un hecho. Este predominio se mancuvo durante la década de 1960, peto a partir de la década siguiente comena6 a producirse una mayor presencia de milicantes procedentes de las clases (CRISIS PERMANENTE Y FRACASO REGENERADOR (1989-1996) 297 trabajadoras, los cuales en la década de 1980 se convirtieron en mayo- ra. La mayor parte de los etarras procedian de los sectores més desfa- vvorecidos. En los afios an: +, Guipilacoaera la provincia que aportaba mis | militances, ef $4,1% Vizcaya se situaba a continuacién con yg34,8%, > perdiendo el pi sie Tiga que habia tenido en los afios de 1960. Aeori- tinuacién, Navarra con el 12% y Alava con el 7,696: Esta militancia se concentraba en Tas capitales y en los grandes nicleos de poblacién, a di- ferencia de los afios de 1970, donde habia un predominio de las zonas rurales. Por lo que respecta a los emigrantes, o hijos de emigrantes vinculados a ETA, su porcentaje era pequefio. Entre 1978-1992, la edad media de los militantes era de 24 afios, lo que suponia Frence a lo ahos anteriores una adhesién cada vex mas cardia. ETA es una organizacién marcadamente mnasculina. Las mujeres representaban en el periodo estudiado el 14,8%, aunque su ntimero fue aumentando. Asi, entre 1990-1992, el porcentaje de mujeres se elevaba al 20.7%. Las mujeres se sentian observadas y puestas a prueba més que los militantes masculinos, por lo que para demostrar que valfan, y para conseguir poder dentro de la organizaci6n, se arriesgaban més y eran mis duras. De hecho, la direccién de la banda terrorista tan sélo conté con des mujeres con responsabilidades en la direccién: Maria Dolores Gonrélez Catarain (Yoyes) y Elena Belokis mientras que Car- men Guisdsola, en 1990, y Soledad Iparraguirre, a partir de 1993, al- canzaron funciones de direccién y coordinacién de comandos operati- vos, antesala de la ejecutiva. Yoyes resume con claridad el papel de la mujer en la organizacién terrorista: 'No quiero convertirme en la mujer que, porque los hombres consideran de alguna forma macho, ¢s aceptads. Cémo lograr que mi presencia signifique de hecho que otras también pucden estar, como lograr que mi presencia lame a otres y no tienda a considerarme, de alguna forma, un bicho raro, ‘cémo lograr que estos hombres comprendan que la liberacién de la mujer ‘es un objetivo revolucionario para que lo asuman plenamente (..}; emo lograr que desgajada de lo especficamente feminista, mantenga vivo el pro- blema y sepa distinguir lo revolucionario de lo anecdstico y reformista; _ 12 ETA, desmoralizada y sin referencias vélidas durante mucho —TempPOTeMOTT una profunda crisis operativa, que le evs a re- ducir_de fora sf doastleable sis Sqesioniecarmatas. Al acabar 1992, el nlimero de atentados terroristas era el més bajo desde la muerte de Franco. 22 A partir de entonces, aparece la conviccign en algunos miembros de ETA y de su entorno de que es pa ical. Antxon y sus compafieros de Santo Domingo, Belén Gonzdlez ¢ Ignacio Aracama, formulan serias acusaciones contra la direc- cién detenida y la estrategia seguida tras las conversaciones de Argel. Ante la debilidad organizativa, la contestacién al grupo de dirigentes de Santo Domingo llega de KAS, que en un docu- mento titulado «Reflexiones sobre fa lucha en Euskal Hertia» opta por mantenerse en la mds pura ortodoxia, tratando de con- ‘CRISIS PERMANENTE Y FRACASO REGENERADOR (1989-1996) 295 trarrestar el ambiente de desmoralizacién que afecta a la iz- quierda abertzale. EI conflict interno se extendié al én, ya que José Luis Alvarez Santacristina (Txelis) propuso el abandono de las armas, apelando a razones éticas y morales. La nueva direc- cién formada por Ignacio Gracia (Iriaki de Renteria), Mikel Al- bizu (Antza) y Félix Alberto Lopez de la Calle (Mobutu) deci- dieron acallar cualquier intento de erftica. 4.+ El antiguo responsable de-finanzas-de ETA, José Luis Arrieta Zu- bimenci (Azkoiti), detenido desde 1986, y los abogados Esnao- la y Fando reini ‘conversaciones con Vera y Ballesteros, que fucron inmediatamente descalificadas por ETA y KAS. En este clima de.enfrentamienco vaa ser KAS quien salga teforzada, le- nando el vacio provocado por la acefalia de ETA. Ademis, la Mesa Na- cional de HB va a encontrarse controlada por los miembros de KAS a quien corresponde desde 1992 mantener encendida la llama de la vio- lencia, mediante la justificacién de la elucha armada», por un lado, y el recurso intensivo a la violencia callejera, por otro. La red de grupos afines a KAS se dedicé a cometer actos de violencia callejera, que ya habia experimentado a lo largo de 1988 y 1989, en su ‘oposicién al trazado de la autopistas que unia Navarra y Guiptizcoa. Estos grupos denominados «Y», bendecidos por ETA, se convirtieron en una poderosa herramienta de agitacidn social, ala vez que suplién las ca- rencias de la oiganizacién terrorista y mantendrin la intimidacién social. Por iiltimo, los nuevos dirigentes de la banda terrorista: Ignacio Gracia Arregui (Bruno) y Mikel Albizu Iriarte (Antza), pusieron en marcha un proceso de reestructuracién de la organizacién, conscientes de su debilidad organizativa, reconociendo a mediados de 1993 que «nos esté costando mas de lo que se piensa agilizar el funcionamiento, yel ritmo de las ekintzas {atentados] que esté siendo escaso»; por ello, es necesario «buscar ia calidad de las ekintzas y no tanto la cantidad, ase- gurar la seguridad y no cometer errores (sin olvidar que siempre habri riesgos) y que los plazos o presiones de la coyuntura no condicionen es- tos preparatives», ‘Ademés, ETA y su entorno se van a ver sorprendidos por la reaccién ciudadana al secuestro de Julio Iglesia Zamora en 1993. Numerosos co- 296 LOS GOBIERNOS SOCIALISTAS. 1982-1996 lectivos sociales, empezando por los trabajadores de la empresa que di- rige el secuestrado, se implicaron en las movilizaciones encaminadas a reivindicar la puesta en libertad del ingeniero donostiarra. Los sectores afines a la organizacidn terrorista vieron como la calle, que antes ocu- paban, ahora era tomada por las protestas pacifistas. Ep-esteciremns- tancias ETA decidié radicalizar su estategia y «socializar el terror. La inestabilidad permanente en el Ministerio del Interior Como ya hemos visto en el capitulo anterior, el Ministerio del Interior se habia venido convirtiendo en el eslabn més débil del gobierno so- _ialissa. El nuevo ministro, José Luis Corcuera, sindicalista con fama de duro en las negociaciones y hombre de una «inica palabra», se encon- tr6 con un panorama muy distinto al de su antecesor. Habfa desapare- ido el riesgo de involucién, se habja ido asencando la cultura demo- crdtica en los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, y la hucha contra ETA, tras el descabellado episodio de los GAL, era més eficar. Como ya hemos visto, durante el mandato de Corcuera se produjeron dos hechos en la polftica anticerrorista de gran importancia: dacién de las conversaciones de Argel, que fracasaron, y la dart, que constituyé todo un éxito. ~ Durante la gestidn de Corcuera se cerraron con éxito las negocia- ciones con el grupo terrorista catalén Terra Lliure; murié en Madrid un miembro de los GRAPO que se mantenia en huelga de hambre; no hubo ningiin incidente de importancia durante la celebracién de la Ex- posicién anes Sevilla oe ‘Juegos Olimpicos de Barcelona, Es- tos alentadores resultados llevaron a Felipe Gorizdleza mantenerle en el Miniseerio tras las clecciones de 1993, aunque en ese momento se produjo un hecho que posteriormente fue calificado muy negativa- mente por el propio Corcuera, el nombramiento de Secretario de Es- tado contra la droga de Baltasar Gareén, En cambio, en su pasivo se encuentra el uso indebido de los «fondos reservados», pues durante su etapa en el Ministerio se siguieron pro- duciendo los ingresos en una entidad Suiza para mantener el «silencio» de Amedo y Dominguez por el cema de los GAL. Pero lo que condi- cioné su futuro fue la Ley de Seguridad Ciudadana, denominada por la reanu- (CRISIS PERMANENTE Y FRACASO REGENERADOR (1989-1996) 297 ‘oposicién y ciertos sectores de la prensa de «la patada en la puertar. La ley fue aprobeda en noviembre de 1991 y, ante las fuertes criticas que recibié, Corcuera anuncié que si el Tribunal Constitucional anulaba al- gin punto dela ley presentaria su dimisidn irrevocable. Dos afios des- pués, el Tribunal Constitucional corregia algunos puntos de la ley, ‘Corcuera cumplié su palabra y dimiti6. as la dimisibn, Felipe Gonzdlez consulté a Corcuera sobre posibles candidatos para sucederle y dio tres nombres: Rafael Vera, Eligio Her- ninder y Luis Roldén. Tanto el primero como el tercero fueron proce- sados, condenados y encarcelados. El segundo, que fue fiscal general del Estado, fue destituido un da antes de que se supiera que no cumplia las condiciones legales para poder ocupar dicho cargo. Menos mal que Gonzalez no siguid su consejo y nombré 2 Antonio Asuncién, que en esos momentos era secretario de Estado de Insticuciones Penitenciarias. El nombramiento de Asuncién se produjo un dia después que Dia- rio 16 publicara la trama de corrupcién en torno a Luis Roldén. Du- rante los escasos seis meses de su gestién todo estuvo condicionado por el escindalo que rodeaba al director general de la Guardia Civil, que fi- nalmente fue sustituido por Ferrin Cardenal. En diciembre de 1993, se iniciaron las actuaciones judiciales contra Roldan. A diario, la prensa publicaba més datos del escindalo, que se iba convirtiendo en una bola de nieve imparable. Mientras tanto, el ministro acepré la dimi- sién-cese de Rafael Vera, asumiendo personalmente sus competencias. El golpe decisivo contra Asuncién fue la fuga de Luis Roldén (30 de abril de 1994), ‘Tras engafiar a todos, Roldén se escapé, y el ministro se vio obligado a dimitir de forma irrevocable. Ello supuso el mayor escéndalo politico de los que hasta ese momento habjan salido a la luz piblica. Felipe Gonzalez, con escaso margen de maniobra, decide nombrar a Juan Alberto Belloch, manteniéndole también en Justicia, ya que se ¢s- taba ultimando un nuevo Cédigo Penal y no era aconsejable que el mi- nistto, que habia sido su méximo impulsor, dejara dicha carvera. El mis- mo dfa de su nombramiento se produjo la forzada dimisién de Baltasar Garzin, que se reincorporé a la Audiencia Nacional. ‘A partir del nombramiento de Belloch, se fueron sucediendo diversos fan imposible lle ue sem: jolque de los acontecimientos. Esto permitié a ETA 298 108 GORIERNOS SOCIALISTAS, 1982-1996 un cierto respira, ya que la organizacién terrorista intensificé la lucha callejera y ascsing al lider del PP cn of Pats Vasco, Gregorio Oudéfier; a jfermando Migica, hermano del ex ministro de Justicia, y al ex presi- (dence del Tribunal Constitucional, Francisco Tomas y Valiente, entre ' otros. Ademds, se produjo ¢larentada frustado conta José Marfa Aznar ‘en Madrid, se desmonté en Palma de Mallorca una operacién para ase- sinar al Rey y se produjo el secuestro del funcionario de prisiones Or- ‘ega Lara, que iba a ser el més largo de toda la democracia. Por otra parte, Belloch decide acabar con el «pri io de solidaridad con los anteriores responsables de Interior» y como consecuencia de ello suspende los pagos que se realizaban con los fondos reservados, a Ame- do y Dominguez, lo que lleva a éstos a hablar sobre los GAL. En no- viembre de 1994, ingresé en prisién Julian Sacristdbal, ex director ge- neral de la Seguridad del Estado, y tres meses después, Rafael Vera. Tras la detencién-entrega de Luis Roldén, éste «tira de la manta» y acusa de corrupcién a los anteriores responsables de Interior, lo que va a condu- cir al procesamiento de Jos¢ Barrionuevo por el caso Segundo Marey. Pero no quedan ahi las cosas, el ministro Belloch se presenté ante la prensa, en un tono triunfalista (1 de marzo de 1995), para anunciar la adetencién» de Luis | Roldan en Laos. En realidad, a los pocos cos dias se supo que se habia tratado de una opszacién de contra inteligencia en la que se habfan utilizado falsos documentos de extradicién administrati- vay un falso acuerdo, lo cual deverioré gravemente la figura at minis- wo del Inter te En suma, un Ministerie-ea_constante cuestionamiento y unos res- ponsables que pese.a algunos éaitos indudables. lastraron de FOTM: sg muy significativa la gestién global de la etapa soci ceiuuen Eom Los acuerdos autonémicos de 1992 y la reforma del sistema de financiaciin La reforma de los Estancos-de-of¢-lenta llevaron al PSOE y al PP a fir- ‘mar Un nuevo acuerde-el 28 de febrero de_1992. Dicho acuerdo se con- creté en la Ley O: del 23-de diciembre de 1992 «de transferencia de competéiicias a las comunidades auténomas que accedieron a la via del articulo 143 de la Constitucién», (CRISIS PERMANENTE Y FRACASO REGENERADOR (1989-1996) 299) Labi deen acucido consistia en que no debia exists ninguna ccimifcor_comipetencial de legislacién o de gestién entre las distintas comunidades, salvo en 16 i ow como la lengua, cl régimen foral o la insularidad. En realidad, el acuet- do rompfa las diferencias existentes entre las «nacionalidades» y «regio- nes», ya que estas Gltimas tendian a igualarse en competencias con las primeras. Con la reforma de los Estatutos de 1994, las comunidades au- ténomas de Aragén y Canarias incluyeron el término enacionalidad», en susticucién del antiguo de «regién», aunque dicha denominacién se convertia en mera ret6rica. Esta nueva situacién provocé las quejas de los nacionalismos, sobre todo el vasco y el catalan, que pretendian mantener una posicién diferenciada («privilegiaday) frente a las demés. La reforma de los estatutos se produjo en marzo de 1994. En dicha reforma se ampliaroit Tas Compa! -pedcticamente igualarse a la de las comunidades que habiz joule L5Lde la Const iv i iso seta no uni "7 En dl citado acuerdo también se traté de-pa il y coordinacién existente cutie La administeacise-conerabples-eito- ngmicas; parz ello, se ponen en marcha las Conferencias Sectoriales, en Jas que los ministerios tratan los temas de interés de su Ambito con las comypis fies temasnds fueron objeto de debate y modificacién durante es- tos afos: las relaciones de las autonomig Ja Unis: a (UE), la reforma def sistensa de Financiacion y la reforma del Reglamento del Senado. Por lo que respecta a la primera, en 1994 se alcanzé un acuer- do entre la administracién central y las CCAA para que éstas partici- pasen de forma efectiva en las posiciones que defendia Espafia como miembro de la UE y que afectasen a sus competencias. Se trataba de co- ordinar las «oficinas» autonémicas en Bruselas y dar voz a las fegiones, como habfa establecido el Tratado de Maastricht, con la creacién del Comité de Regiones. De los veintitin miembros que correspondian a Espafia en dicho Comité, diccisiete fueron asignados a las CAA y cua- tro a los entes locales. En_1993 fue reformado el sistema de financiacién autondmica tras un intenso diate, Se establecié Ia participacién de las CCAA en el 15% del Impuesto sobre Ja Renta nas Fisicas. Con eilo, se 300 108 GOBIFRNOS SOCIALISTAS, 1982-1996 crataba de reducie las diferencias existentes entre a capacidad de gasto y de ingreso de las CCAA, comenzando a introducir criterios dé corres- ponsabilidad fiscal. Por lo que se refiere al Senado, se dio un paso, aunque timido, para su reforma como cémara territorial. Asi, en energ_de 1994 se aprobé un nuevo Reglamento equ acentuaba su cadet auton 0. Se'crea- ba la Comisién General de las Comunidades Autnomas, integrada por el doble del nimero de senadores que las demés comisiones, y con mesa y junta de portavoces propia. A ello se afiadian sus amplias fun- ciones consultivas en todo lo relacionado con las CCAA. Aunque con escaso poder, dicha comisién «constituye la instancia central del Esta- do con mayor representacién autonémica, ¥, por tanto, con superior legitimidad, para integrar en el Estado las orientaciones y las pro- puestas de las CCAA». Por iltimo, el dos, junto con la existe: nalistas y socialistas en.cl Pais Vasco y los acuerdos entre el PSOE y ‘CiU a partir de las elecciones generales de 1993 facilitaron que dismi- nuyese la conflictividad entre el Estado y las CCAA. entendimic Misiones de paz: hacia una mayor presencia internacional Como afirma Pedro Martinez. Lillo, la definicién del modelo de politi- a exterior coincidié con cl final de la guerta Fria y eI dese eemcaens. inicnto de una sted coulicis-cementor que lavreciezon un mayor protagonismo internacional de Espati ~ Espafia comenzé a participar en las actividades pacificadoras de los 4 0s azules» de la ONU en 1989. Las misiones encomendadas a las Fuerzas Armadas Espafiolas (FAS) sirvieron para incrementar su pres- tigio internacional y mejorar la opinién de los espafioles respecto a ellas, gravemente quebrantada por su relevante papel durante la dictadura. Entre 1975 y 1989, Espafia habia pres humanitaria uti- lizando alas FAS en diversas ocasiones. En 1979, las Fuerzas Armadas acudieron a Nicaragua para pieitar jida saniaria.en Ia guctra Gull que asolaba tichio pals. Ese mismo afio, sc desplazé una misién militar a Guinea Ecuatorial tras el acceso al poder de Teodoro Obiang Nguema. (CRISIS PERMANENTE Y FRACASO REGENERADOR (1989-1996) 307 En 1980, se produjo el terremoto que destruyd completamente la ciu- dad de El Asnam (Argelia); Espafia envié urgentemente un hospital de campafia del Ejército de Tierra. Durante 1985 y como consecuencia de fos violentostereniotos que asalaron México y Colombia. la Fueraa Aérea Espafiola (6 ayuda humanitaria. Por iltimo, en 1986 tam- eee Se mide haaoTeN Camerin El final de la guerra fria cambié el papel de la ONU, hasta ese mo- mento condicionado por el enftentamiento de los bloques, que la mar- ginaban durante las crisis utilizando de manera repetida el veto en el Consejo de Seguridad. Enize 1945'y 1991 hubo 279 vetos, miencras que entre 1991 y 1996 no se produjo ninguno. La nueva situacién per- mitié a Naciones Unidas adoptar un papel més activo, implicindose en Jas gestiones de crisis, incluido el desarrollo de operaciones con fuerzas militares. En este nuevo contexto y dado el mayor protagonismo in- ternacional de Espafia, se decidié participar en operaciones de pacifi- cacién y humanitarias de las Naciones Unidas. Cuadro 4, Misiones de paz y acciones humanitarias en el mbito de onganizaciones internacionales en las que participaron las Fuerzas Armadas Espafiolas: 1989-1996. Angola. Miién de Verifcacn de las Naciones Unidas en Angola —UNAVEN I~ (1991-1992), Namibia: Grupo para la Transicién de Namibia —UNTAG— (1989-1990), Mozambique: Misén de las Naciones Unidas en Mozambique ONUMOZ— (1993-1995), Ruanda: Misim de Ayuda de las Naciones Unidas para Ruanda —UNAMIR— (1994-1998). Centroamética: Obseroadores de Naciones Unidas pana Centroamérica —-ONUCA— (1990-1992) Hitt: Grupo de Observadores para la Vrificain de as eleciomes de Haiti —ONUVEE— (1990). Hl Salvador: ONUSAL (1992-1995), ‘Operacién ALFA BRAVO (1990-1991). Kurdistén: Operacién ALFA-KILO (1991). Yugoslavia: ECMMY —Mision Militar de la Comunidad Europea en Yagoslavia— 'y UNPROFOR —Fverzas de Protecciém de Naciones Unidas— (1991) Bosnia- Herzegovina - UNPROFOR (1992-1995). 302 LOS GOBIERNOS SOCLALISTAS. 19821996 El cambio no se limité al incremento de misiones, sino que afects también a su naturaleza y contenido, Asf, hasta el hundimiento del co- munismo en la URSS casi todas las intervenciones correspondian a conflictos entre Estados. A partir de 1992, més del ochenta por ciento de las operaciones de paz se ocuparon de contflictos internos, como se- fala Miguel Placén, Otro cambio importante fue la cooperacién de la ONU con las Organizaciones Regionales (OSCE, Unién Europea, OTAN, UEO...), que pasaron a cooperar en misiones de paz. Las acciones de ayuda humanicaria, dada la envergadura de las mis- ‘mas, requirieron de la participacién de los ejércitos, ya que éstos eran los tinicos capaces de responder con eficacia al reto planteado. De todas ellas (véase cuadro 4), vamos a citar la misibn en Iraq y en la antigua Yugoslavia. El 2 de agosto de 1990, Sadam Hussein ordené la invasién de Ku- wait. El Consejo de Seguridad de la ONU condené la agresién e insté a la retirada incondicional de las fuerzas iraquies, decretando el em- bargo econémico y militar contra Iraq. La Comunidad Europea blo- «queé los bienes iraquies en los estados miembro, el embargo de las im- portaciones de petrdleo y la venta de armas y equipos militares. Por su parte, la UEO acordé coordinar el despliegue y las operaciones navales de los seis estados miembro, entre ellos Espatia. ‘A finales de noviembre, el Consejo de Seguridad aprobé una nueva resolucién por la que se autorizaba vel uso de todos los medios necesa- rios» para lograr la retirada iraqui de Kuwait en caso de que ésta no se produjera antes del 15 de enero. Ignorado el ultimatum, las Fuerzas ‘Aliadas Muleinacionales, lideradas por Estados Unidos y en las que se integraron los pafses de la UEO y varias naciones arabes, pusieron en marcha el dia 17 de enero la operacién «Tormenta del desierto», con tuna fuerte ofensiva aérea sobre Bagdad. El régimen iraqui procedié a la retirada de Kuwait y una ver firma- da la paz el 3 de marzo, el Consejo de Seguridad declaré el ato el fue- gol 11 deabril, con el mandato a Iraq de reducir sus fuerzas a un mi- ‘imo nivel defensivo y el mantenimicnto del embargo de armamento y ‘material militar, La participacién espafiola fue, sobre todo, de la Ar- ‘mada y en menor medida de la Fuerza Aérea. Peto Sadam Hussein siguié realizando una intensa represién sobre la mayoria chif en el sur y la kurda en el norte. Esto condujo a Naciones ON) Crol ALE yea es CRISIS PERMANENTE Y FRACASO REGENERADOR (1969.1996) 303 = Yagaslaven Unidas, en coozeracién con el Consejo de Europa, a intervenir para ga- rantizar la seguridad de los refugiados y desplazados en el Kurdistan. Por siltimo, las operaciones de mayor envergadura se levaron a cabo en la antigua Yugoslavia, que entré en un proceso de descomposicién y guerra civil, En este caso, la iniciativa correspondié a la Comunidad Eu- ropea que puso en marcha en septiembre de 1991 su primer esfuerzo de mediacin y pacificacién con el envio de observadotes civiles y militares a Yugoslavia, para supervisar el alto el fuego en las repiblicas de slovenia ¥y Croacia, decididas a separarse de Belgrado y declararse independientes. La Comunidad Europea creo la ECMMY, con participacién espafiola. El objetivo cra promover la paz entre el ejército yugoslavo y las tropas irre- gulares y milicis eslovenas. Ante el deterioro de la situacién en Croacia, Naciones Unidas aprobé en enero de 1992 la creacién de UNPROFOR. 'A pesar de los intentos diplomiticos, a secesién de Eslovenia y Croa- cia acabé por contagiarse a Bosnia-Herzegovina, donde se desaté una guerra civil. En febrero de 1992, Bosniz-Elerzegovia decidié separarse de ‘Yugoslavia tras la celebracién de un referéndum, pese a la oposicién de la minotfa serbobosnia. La ONU traté de resolver el conflicto mediante el Plan de Paz Vance-Owen y amplié a Bosnia-Herzegovina el despli de sus fuerzas militares, solicitando ayuda a Canadé, Espafta, Francia y ol Reino Unido, para constitu la Fuerza de Proteccién UNPROFOR IL. Junto a las tropas de la ONU actuaron las de la UEO y las de la OTAN, La misién de paz de los cascos azules se redujo inicialmente a supervi- sar el alto el fuego y a escoltar convoyes de ayuda humanitaria. Pero las violacioftes del alto el fuego eran constantes, desembocando en una lucha sin cuartel entre bosniocroatas y bosniacos (bosniomusulmanes). El 28 de agosto de 1995 se produjo una nueva matanza en el mercado de Sarajevo, que caus6 una gran conmocién en la comunidad internacional. La ONU se decidié entonces por el empleo de la fuerza. Unidades terrestres de la Fuerza de Reaccién Répida de la OTAN y la aviacién aliada destruyeron la red de mando y control del ejército serbobosnio, Era la primera vex que a OTAN entraba en combate después de 46 afios de existencia. iat: la Reptblica Federal Yu- goslava, Croacia y Bosnia-Herzegovina firmaron el 14 de diciembre en Paris los Acuerdos de Daycon, que pusieron fin a la contienda. Los acuetdos inclufan la celebracién de elecciones libres y democriticas, su- pervisadas por la OSCE, y la creacién de una fuierza internacional Vornail 304 108 GOBIERNOS SOCIALISTAS. 1982-1996 (IFOR) que asegurase la separacién de los contendientes y el cumpli- miento de lo convenido, 1a paricpecin epafols end confian dee el pundesies mi- litar, Fue importante, Puede resumirse en 19.000 componentes-del Ejército de Tierra que en diversos turnos, desde 1992, fueron desple- gados en Bosnia-Herzegovina, junto a 2.500 dias de mar de la Armada y cerca de 21.000 horas de vuelo de la Fuerza Aérea, Murieron hasta dieciocho militares espafioles. ‘Otros dos militares espafioles habian muerto.cn otras misiones: uno en la guerra del Golfo y otro en Guatemala; en total, veinte. La parti- cipacién de las Fuerzas Armadas en misiones de paz y humanitarias contribuyé a fortalecer su prestigio internacional y a mejorar su imagen interior, a la vez que mostraron una alta preparacién profesional. Et hedor de la corrupeién lo invade todo A lo largo del periodo socialist} se fueron produciendo una serie de escdndalos vinculados a casos de corrupcién, alguno de ellos no de- mostrados, que fueron enrareciendo el ambiente politico hasta hacerlo itsespirable, Las tres mayorias absolutas y la incapacidad de la oposicién para ser alternativa real produjeron entre los socialistas la creencia de que eran imbatibles y de que podian hacer todo lo que quisieran sin ser sancionados por los ciudadanos. Habfa un ambient que condujo al relajamiento de los controles y a pé camino estaba permitido con tal de conseguir el objetivo establecido. Este tipo de comportamicntos entendemos que tuvo mucho que ver con el aluvién de nuevos militances del PSOE, que accedieron al mismo no en funcién de los valores éticos sobre los que se habia asentado parte de la historia del partido, sino por vel poder y el enriquecimiento» que se ofiecfan con la nueva situacién politica. El «odo vale» se convirtié en tuna constante con tal de acabar con la derecha que se habia «aprovecha- do» durante tantos afios. Habia, por tanto, una profunda incomprensién de lo que significaba la democracia y cierto resentimiento que fue wtli- zado para poner en prictica aquello de lo que se acusaba a la derecha. Tras el triunfo electoral de 1982 y una vez formado el gobierno del PSOE, una de las primeras decisiones fue la de que ningdin presidente (CRISIS PERMANENTE Y FRACASO REGENERADOR (1989.1996) 305 de empresa piblica ganaria mds que el presidente del Gobierno lo que obligé a reducir muchos sueldos. Diez afios después, Luis de Velasco, que habfa sido Secretario de Comercio y diputado socialista, denus ciaba en las piginas de Diario 16 que xpracticamente todos los presi- dentes ganan més que el del Gobierno, en :lgunos €2s0s dos 0 tres ve~ ces-ands.y existe un mimero notable de los llamados “contratos blindados” que incluyen, en caso de cese 0 despido del interesado (..), de uno a tres fios de sucldo de indemnizaciéne. Cuadro 5. Sumarios abiertos por casos de corrupcién, espiona, terrorismo de Estado y enriquecimiento ilicico con los bienes piblicos. ‘Caso GAL», sumario 1/88 enviado pore jucr Garaén al Tribunal Supremo ¥ sumario 325/95 por el atentado en el restaurante Monbar y el asesinato dde Juan Carlos Garcla Goena. «Caso Crill6no, sumario en la Sala Segunda del Supremo. ‘#Caso Laos, sunatios abietos en el Jurgado de Instrucci6n miimero 11 de Madrid, ‘en el Juzgado de Instruccién némero 5 de la Audiencia Nacional y en la Sala Segunda de Tribunal Supremo. Caso Lasa y Zabalan, sumatio incoado en Ja Audiencia Nacional ‘Caso fondos reservados», sumarioinstruido en el Juzgado nsimero 43 de Madi. «Caso Roldiny, sumario 8.792/98 del Juzgado de Instruccién numero 16 y sumario ‘861/94 del juzgado nimero 1 de Pamplona. «Caso Cesids, Jurgado de Inseruccién niimero 43 y causa militar 1/02/95 dl juzgado Militar Central nimero 1 «Caso Matiano Rubio», Juzgado de Instruccién niimer 6. «Caso Ibercorp,Jurgado de Instruccién miimero 21. ‘Caso Filesa, ciisa especial 880/91, sumario 3.037/94 del Jargado de Instruccién ‘nuimero 39 y diligencias previas 354/95 del Jurgado de Instruccién niimero 43, ‘Caso Viajes Ceres, diligencias previas 567/91 del Juzgado del Instruccién ‘ximero 26. «Caso BOE», Juzgado de Insruccién niimero 16, «Caso Renfer, Audiencia Nacional. «Caso Incelhorces, Juzgado de Instruccién niimero 11 de Malaga. «Caso Turibens jusgado de Instruccién niimero 5 de Alicante. «Caso PSV, dligencias previas 26/94 de la Audiencia Nacional. «Caso Juan Guerra, Juzgado de Instruccién mimero 6 de Sevilla ‘Caso Ocisar,Juzgado de Instrucciéa niimeto 29 de Sevilla Fuente; José Dis Herrera Tsbel Dur: Elsagueo de Eipata, Madsid, Temas de Hoy, 1996, . 136, nota 16, 306 10S GOBIERNOS SOCIALISTAS. 1982-1996 wf El concgjal del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, Alonso Puer- ta, denuncié corrupcién en las contratas municipales. La reaccién del PSOE fue desposeerle de su car _partido-en junio de 1981. No huibo investigacién, tan sdlo se decidié «matar al mensajero». Esta pelctica ibaa ser abirual, justificandose en unos casos por los ata ques de la derecha y en otros por el «complot de los medios de comu- nicaciény; es cierto que uno u otro ¢ incluso ambos podian exists, pero también era cierto que habfa corrupcién. ‘Al poco tiempo de tomar posesién Felipe Gonzilez, éste impidié que se investigara el tema de las supuestas comisiones devengadas en la compra de los aviones FACA (F-18) a los Estados Unidos. El mensaje de «trasparencia» y comportamiento «ético» que tanto haba ayudado al PSOE a llegar al podet.no era puesto en. préctica cuando tanto se ne- cesitaba en una sociedad consciente de los abusos del pasado. ELIE GONZALEZ HABLA SOBRE:LA CORRUPCION “engo’ que admit que, después de weceafios y medio de Gobierno so- | ctalse, la campaia denodada pata quel tema de fa corrupeiSn pesara mide Gre Waser er erie a aug od Chek peor a8 per «dimos por 300.000 vows. ¥ perdisnos porque ellos no se atrevieron a hacer ‘un: debace para contrastar lo que decfan... Por tantas Faaones! Ademds, los ‘cuadros de} Partido tenfan un sentimiento de derrota... Creo que se von- jugaron muchos facrores, de un signo absolucamente inhabirual en nuestra historia contemparines. El Gobietno socialista, en realidad, cambié el rumbo dela ania Espafia, lo encaurd en una direceidn diferente, asent6 la democracia, las bases del Estado del bienestar; fe dio a nuestro pais un papel en el mundo... “Toda esa literatura se puede resumir, pero a mi me da apuro todavia a estas alturas. Siempre hay una coletilla que rebaja la tarea del Gobierno de una ‘manera absolutamente desproporcionada y totalmente injusta, a la-visea de To que pasd. Ya sé, Roldan... La peor ctftica qué le hicieron es que habia ‘metido mano incluso en los fondos de un colegio de huérfanos de lx Guardia Civil. Son fondos que han terminado en Gescartera muy poco tiempo despuss per parece que ahora x no signin nad los Fondos de la Mutua de la Policta, mas no sé cuintas cosas mis.. Siempre hay esa coledilla: la eorrupeién. CCRISIS PERMANENTE Y FRACASO REGENERADOR (1989-1996) 307 YY sé que aparecerd en los diccionarios politicos. Puede que tengan razén, como todo, a toro pasido, quienes afirmaban que si yo hubiera puesto «pie en pared» en el tema de la corrupcidn, no ha- briamos perdido. Pero no estoy seguro de que esas apreciaciones sean ‘orrectas. Pos ejemplo, hay algunos casos que me restiltan especialmente dolorosos desde el punto de vista personal. Yo siempre he sabido, he teni- do conciencia de la absoluta honorabilidad personal de una persona coin Guillermo Galeore y, sin embargo, lo descruyd codo ese proceso. Ysi en mi ‘mano hubjem estado evicar esa destruccin —aljuunos creen que s—; lo hhabrfa evitado. Bee es el resumen, Es cierto que la cortupeién me dejé paralizado, desconcertado, Sf, me’ golped mucho, Mi razonamiento era muy simple. A mi me habfan acusa- do personalmense de estar corrompido, de tener propiedades, no sé qué ne- ‘gocios, casi desde quie empecé, incluso antes de empezar, con al famoso caso Flick» y todas esas historias, y cuando me atribuian esos hechos a mi ‘de quicn estabs absolutamente seguro—, mi razonamiento errénco se li ritaba a preguntar por qué iba a ercer esas acritudes en otros a los que ‘onsideraba que estaban en Ja misma posicidn que yo. Por tanto, pueden decir que reaccioné tarde, y ¢s cierto. No me lo creiay. por cierto, no se lo ciefa casi nadie. El caso. del disector general dé la Guardia Civil no se lo cteia practicamente nadie, " Mavia Antonia Iglesias: La memoria reeuperada ‘Madrid, Aguilar, 2003, pp. 870 y 871. Durante la primera ar ot saltaron a la opinién publica. El primero fue el denomMnadto «caso Flick», En noviembre de 1984, aparecieron publicadas en la prefisa unas declaraciones del di- putado socialdemécrata aleman Peter Struck segin el cual el consorcio < ero alos parti dos socialistas de Espafia-y Portugal. Poco después se supo que también se habfa entregado dinero al partido de Fraga. Lo que se puso en evi- dencia con este caso fueron tres cosas. Primero, que a lo largo de la transicién los partidos espaftoles recibieron importantes ayudas econé- micas de Alemania, generalmente a través de las grandes fundaciones politicas: la Friedrich Ebert (socialdemeécrata), Konrad Adenauer (de- ‘moctistiana), Hanns Seidel (socialeristiana) y Friedrich Naumann (li- 308108 GOBIERNOS SOCIALISTAS. 1982-1996 beral). Segundo, que AP y, especialmente, su secretario general Jorge Verstrynge trataron de obtener rentabilidad politica del hecho con s- caso resultado. Tercera, que los partidos politicos espafioles, y no sélo durante la transicién, tenfan un serio problema de financiacién, lo que les conducfa a précticas «opacas» o'simplemente wilegales». Esta situacién llevé a que el 2 de julio de 1987 se promulgara la Ley Onginica de Financiacin de los Partidos Polfeicos. En la misma se esta- blecfa que los presupuestos generales del Estado debian fijar, cada afio, una determinada suma destinada a la financiacién de los partidos, la ccual se distribuia en funcién del nimero de escafios y de voros obteni- dos en la Gitima consulta electoral. El Estado también financiaba las campafias electorales, como habia establecido la Ley Orgédnica de Régi- men Electoral General (Ley 511985), que fue modificada en 1994 para acotar los gastos de los partidos durante las campaiias electorales, Esta legislacién fue limicada ya que al desconfiarse de las edonaciones pri- vadas», el sistema de financiacién no sélo era poco eficaz, sino insufi- ciente, lentaba practicasilegales. segundo de los casos fue el derivado de la reprivatizacién de Ru- ‘masa. En su conjunto, la operacién tuvo un costo para el contribuyente de «més de un billén de pesetas en gastos de sostenimiente dele ch. ciencia de los administradores interinos hasta la enajenacién final de las empresas». Pero sin duda el caso mas escandaloso Jo constituyg Gale- rlas-Preciados, gle fue vendido a los hermanos Ricardo y Gustavo Cisneros én 216 millones netos, y la revendieron al poco tiempo a la firma briténica Mountleigh por 30.000. Ademés, se daba la circuns- tancia de que los hermanos Cisneros eran «amigos personales» de Car- los Andrés Pérez, corrupto presidente socialdemécrata de Venezuela, y de Felipe Gonzaler. No tanto por su importancia, sino por su significado fue el deno- minnie "Juan Gueita». El hermano del vicepresidente del Go- bietno utilizaba un despacho oficial en la Delegacién del Gobierno de Sevilla, donde al parecer se dedicé a «operaciones de tréfico de in- fluencias». Fue la prensa de Andalucia (ABC y Diario de Cédiz) la pri- mera en hacerse eco de la irregular situacién de Juan Guerra, para extenderse répidamente a la opinién publica. De hecho, los dos prin- cipales periédicos nacionales (E/ Pais y El Munda) dedicaron, segiin Ta sell, hasta tecinta editoriales al tema. CRISIS PERMANENTE Y FRACASO REGENERADOR (1989-1996) 309 Desde el punto de vista judicial no se pudo demostrar ningiin deli- 10, peto los hechos demostrados sf dejaban ver claramente comporta- —mientos poco éticos. Cuando el tema llegé al Congreso, el PSOE hizo uso de su mayorfa absoluta para impedir una comisién de investiga cin; ademas, Alfonso Guerra utilizé la ribuna parlamentaria no para aclarar lo sucedido, sino para atacar a sus adversarios politicos. En este tema se cruzaron al menos dos conflictos: uno, el «abuso de poder» de algunos socialistas, y otro, el contlicto interno dentro del PSOE, don- de Alfonso Guerra no habia dudado en epurgar» a todos aquellos que se interponian a su voluntad. Por ello, para algunos socialistas el ver obmo Alfonso Guerra lo estaba pasando mal fue una satisfaccién. Sin duda este caso tuvo peso en su cese, pese a que Gonzalez salié ala tri- buna de oradores para defenderlo: Yo estoy absolutamente seguro de la honorabilidad y honradez. del vice presidente. Si dl cree que debe presencar su dimisién porque se ha cues- tionado su honorabilidad, los que la han pedido habrén ganado una doble batalla: la batalla de la dimisi6n de Guerra y la de Gonzalez, dos por el pre- cio de uno. Buena parte de los casos de corrupcién (véase cuadro 5) tuvieron que ver con empresas piblicas. Como ocurtié con RENFE, al descubrirse la venta de terrenos en la localidad madrilefta de Alcobendas con fines e5- peculativos y «su posible contribucién a las arcas del PSOE», que llevé al ministro de Sanidad, Garcia Valverde, a dimitir, ya que era director de dicha empresa cuando se produjeron los hechos. ‘También hubo irregularidades en la construccién del AVE o en las cuentas de la Expo'92 de Sevilla. La venta de SEAT también fue objeto de polémica cuando el antiguo directivo de la empresa, Juan Antonio Alvarez Diaz, dio a conocer que se habjan entregado 175 millones de pesetas al em- bajador de Alemania, Guido Bruner; 25, en billeres en una maleta destinada al propio diplomético, y 150, en «un cheque al portador ue fue a parar (..) a la tesoreria del PSOE, via la inevitable Aida jvarez». O la venta de la antigua empresa del INI, Intelhorce, en la que un empresario italiano se apropié entre 1989 y 1992 de al menos 4.278 millones de pesetas de la compafifa, tras haber urdido «una sutil trama destinada a descapitalizar la sociedad». 310 LOS GOBIERNOS SOCIALISTAS. 1982-1996 Otros casos fueron los protagonizados por Aida Alvarez, que fue du- rante un tiempo coordinadora de finanzas y responsable de los serv generales del PSOE, que tuvo un enriquecimiento repentino; 0 Car- men Salanueva, directora del Boletin Oficial del Estado, que falses los precios del papel en compras realizadas en los afios 1989, 1990 y ptincipios de 1991, segtin todos los indicios para su propio enriqueci- miento. También, Manuel Olllero, ex director general de Carreteras de Ja Junta de Andalucia, fue considerado el maximo responsable de las ad- judicaciones irregulares de un tramo de carretera en Mélaga a la em- presa OCISA. De la larga lista de escdndalos no se libré la oposicién del PP, con el aso Naseiro y el del alealde de Burgos José Marfa Pefia; el PNV, con la explotacién de maquinas tragaperras; CiU, con Javier de la Rosa y el caso Tibidabo; o Mario Conde uno de los méximos exponentes de los cafios dorados». Tanto de la Rosa como Conde fueron juzgados, con- denados e ingresaron en la cércel. También, la UGT se vio salpicada por el escandalo PSV. 5 Desde el punto de vista econémico, el caso més grave feel dé Filesa, El escdndalo salié a la luz publica, gracias a los diarios EI Mundo yL-Pe- riddico de Catalunya, a finales de mayo de 1991. Se trataba de la presun- ta financiacién irregular de la campafia electoral socialista. El detonante fue el contable chiles Carlos van Schouwen, quien Fevel6 la existencia de una trama de empresas dedicadas a cobrar comisiones para el PSOE, que venia funcionando desde antes de la campaiia electoral de 1989. La organizacién imitaba cl sistema de financiacién irregular que se hhabfa puesco.en préctica por el Partido Socialista Francés. Su misién consistia en recaudar fondos a través de varias empresas (Filesa, Malesa y Time Export). A cambio del dinero daban facturas falsas a sus «pro- veedores» para que fueran desgravadas fiscalmente. Dicho holding cla- boraba estudios para empresas importantes (Catalana de Gas, Banco Bilbao Vizcaya, Banco Central, CEPSA...), muchos de los cuales no aparecicron, como fue en el caso del BBV, que pagé por los supuestos informes 168 millones de pesetas. La multinacional Pryca aboné a Fi- lesa 33.660.000 pesetas coincidiendo con la compra de unos terrenos en Albacete, cuyo alcalde socialista recalificé el suelo para que se pu- diera construir un hipermercado, El informe realizado para Pryca cons- taba de diecisicte folios de los cuales eatorce eran forocopias de las or- (CRISIS PERMANENTE ¥ FRACASO REGENERADOR (1989-1996) 31 Foto 17. Guadalsjara. El ex ministro de Interior, José Barrionuevo, en la cel de Gua- dalajara, hace deporte en el pequefio patio del médulo de cuatro celdas en el que est in- ternado junto al ex secrectio de Fstado para la Seguridad, Rafael Vera. Efe denanzas municipales; otros dos, también forocopias de un articulo de prensa, y un diltimo, un cuadro resumen, El coordinador del holding Filesa era el secretario de Finanzas del PSOE, el diputado Guillermo Galeote, y estaba dirigido por los parla- mentarios Carlos Navarro y José Maria Salas. El primero de ellos que dimitié de su pucsto de diputado y abandoné todos sus cargos ptiblicos pudo ser utilizado como «cabeza de turco»; los otros dos parlamentarios fueron condenados a distintas penas por la Justicia Otro caso relacionado con asuntos econémicos fue el de‘Tbercorp: que en palabras del propio Gonzalez le afecté mucho, debido a la co fianza que teafa en Mariano Rubio, gobernador del Banco-de Espafia Rubio contribuyd, desde su posicién privilegiada, a facilicar créditos suficiente garantia a Ibercorp. Esta entidad realizaba operaciones alca- ‘mente especulativas er favor de sus propietarios y de un «grupo selecto» de sus accionistas y clientes. Si bien el presidente confié en Mariano 312 10S GOBIERNOS SOCIALISTAS, 1982-1996 Rubio y lo mancuvo hasta el final de su mandato, lo cierto es que también fue encarcelado durante la instruccién del sumario, Desde el punto de Gista politito, este esedndalo puso en jaque la necesaria con- fianza en el sistema financiero y afecté al ex ministro Carlos Solchaga, que hubo de dimitir de diputado y de portavoz del Grupo Socialista del Congreso. En 1995, se conacieron las escuchas telefnicas del CESID) que du- se habfan Ilevado a cabo sobre politicos, empresarios, el jefe del Estado 0 meros ciudadanos con el lar el es- radioeléctrico. Ello condujo a la dimisién del vicepresidente del abierno y del ministzo de Defensa, En opinién de Baltasar Garzén, esta préctica supuso «el control antidemocritico de y ciudadanos para conservar cl poder». En este clima de escéndalos, el presidente del Gobierno acudié el 25 de marzo de 1993 a la Universidad Auténoma de Madrid, donde fue abucheado ¢ insultado («chorizo» y «corrupto») por los estudiantes. Era algo muy novedoso, pero a la vez significativo de lo que estaba suce- diendo. Los jévenes estudiantes universitarios s6lo habjan conocido en su vida un presidente de gobierno, Felipe Gonzdlez, y no soportaban el permanente estado de ausencia-de-ética dela-vida politica, Los socialistas ante esta oleada de escéndalos no supieron respo! yel intento de regeneracién que supuso la inclusign de Garzén y Pérez ‘Matifio en las listas electorales de 1993 se fue al traste cuando éstos di- miticron ante la falta de voluntad politica del Gobierno para hacer fren- tea la situacién. Es cierto que hubo un aprovechamiento politico por parte del PP de lo que sucedia; adems de una campafia de prensa or- questada, én ocasiones con fuertes dosis de demagogia. Pero cllo no debe impedir ver lo importante, existia un cdncer que se habia alentado desde ciertos sectores del PSOE, y de medios financieros préximos, que rompia con las reglas bésicas de la convivencia democritica. Las elecciones de 1993: vuelta al pluralismo limitado con ampliacién de la polarizacién ideolégica Los resultados de las elecciones legislativas de 1993 abrieron una nue- rapa para cl sistema de partidos, caracterizada por el crecimiento | | (CRISIS PERMANENTE Y FRACASO REGENERADOR (1989-1996) 313 del PR. que por ver primera era capaz de competir por la mayoria, y porls pe pérdida del predominio del PSOE. mos, a la vez que la distancia ideoldgica entre los electores del PSOE y log del PP tendia a incrementarse, a diferencia de lo sucedido entre el electorado de la UCD y del PSOE durante la transicién, lo que impli- ccaba una mayor polarizacién entre las dos principales fuerzas politicas a nivel nacional. La campafic electoral fue especialmente virulenta, y el PSOE utilizé to- dos los recursos dialécticos a su alcance para evitar lo que anunciaban las cencuestas de opinién: un posible triunfo del PP. De hecho, hasta dichas elecciones Felipe Gonzélez se habfa negado a debatir con el Iider del prin- cipal partido d: la oposicién, dada su cémoda mayoria electoral, pero ante las criticas previsiones acepté enfrentarse a José M.* Aznar en dos debates en la televisin privada. Ambos encuentros alcanzaron altos niveles de au- dienciay en ellos se puso de manifesto por primera vez que Gonzalez era lc la oposicidn, por lo que Aznar afianzé el lide- a partido y se convirtié en.una alternativa real. Las elecciones de 1993 tenfan para el PP una cierta similitud con las, que tuvieron lugar en 1979 para el PSOE. Las encuestas de opinién mostraban un deterioro del partido gobernante; en cambio, el lideraz- go de Felipe Gonzalez segufa estando muy por encima del de su parti- do y del propio Aznar. La combinacién entre primacia en el liderazgo y la presencia del partido en toda Espafia, aunque a la baja, fueron los factores que permitieron al PSOE hacerse con la mayorfa simple, tal y como. ocurrié con la UCD en 1979. Felipe Gonzilez acortalado pot los casos de corr tena aeandas ido decidid, pe Pafia y solicitar amplios poderes a fa Fjecutiva de su partido con el fin de claborar las listas electorales y, por otro lado, incluir en las citadas lis- tas a una serie de conocidos jueces vinculados a Justicia Democritica (Ventura Pérez Marifio, Juan Alberto Belloch y Baltasar Garzén), con el objetivo de transmitir al electorado una imagen de regeneracién de la vida politica. ‘Lo competido de la campafia fue un factor decisivo para la movili- zacién del electorado, que vow en_un 76,4%, siendo la abstencién 314 LOS GOBIERNOS SOCIALISTAS. 1982-1996 menor que en 1979, 1986 y 1989, elecciones de continuidad y no de cambio. La_alta_participacién_beneficié al. PSOF, que en el tiltimo momento logré la victoria. Tabla 11. Porcentaje de voros y ntimero de escafios en las elecciones al Congreso de los Diputados. Espafia, 1993. jones Votos (9) Escafios 96 de excahos| 96 18 5 38,8 159 54 18 = - 34,8 fa 49 Fuente: Ministerio del Inverior Elzcones a ‘euments electoral, 3, 1993. "Obravieron excifio: CC (0,889% de vors y 4 escafios}; HB (0,88%6 y 2); ERC (0,80% y 1}; PAR (0.61% y 1); EA-EUE (0,55% y Is, UV (048% y 1). El Partido Socialista consiguié algo més de nueve millones de votos (38,8%) y 159 escaftos, quedandose a 16 de la mayoria. El PP logré romper su cecho al superar los ocho millones de votos (34,8%) y 141 escafios, lo que supuso un resultado histérico para dicha formacién. Parte del voto de los populares se debié a la desaparicién del CDS. Por su parte, Izquierda Unida incrementé levemente su porcentaje (9,6%) y obtuvo 18 escafios, lo que le permitia recuperar la tercera posicién, {que ya habfa tenido el PCE en 1977 y 1979. Los nacionalistas mode~ rados catalanes se situaron en cuarto lugar con 17 escafios, seguidos de los nacionalistas vascos. El gran derrotado de estas elecciones fue el CDS, que con poco més de 400.000 votos quedé fuera del Parlamento. La cambiante estrategia de dicho partido, su pacto en cl Ayuntamiento de Madrid con el PR le ‘ocasioné un importante descalabro en las elecciones municipales de 1991;-la retirada de la politica de Susrer, asi como un discurso radical continuidad préctica explican su derrota y el desplazamicnto de la (CRISIS PERMANENTE Y FRACASO REGENERADOR (1989-1996) 35 mayor parte de sus electores hacia un PP reconstituido y firme opositor de un PSOE con claros s{nromas de agotamiento. El sistema de partidos volvié a cambiar. Se simplificé (cinco partidos que cuéntan, frente a seis), por lo que estarfamos ante un sistema plu- ripartidista limitado con polarizacién ideoligica. Esto iltimo lo dife- rencia del sistema habido entre 1977 y 1979, y hace dificil cualquier acuerdo entre las dos primeras fuerzas politicas. Los resultados electorales impusieron un gobierno minoritario que tinicamente podfa mantenerse gracias a la rolerancia parlamentaria de uno o més partidos, o a la cooperacién de partidos menores. El PSOE tenia dos postbilidades a la hora de asegurar su mayorla y la goberna- bilidad. Por ua lado, pactar con IU, lo que le hubiera permitido obte- ner una mayoria cémoda (177 escafios de un toral de 350); pero ello, conllevaba vatios problemas; entre ellos, las profundas diferencias pro- gramaticas en temas clave de la construccién europea, la politica cco- némica o la reforma laboral, a lo cual se afiadfa la «incompatibilidad> manifestada en piiblico entre el lider de TU, Julio Anguita, y Felipe Gonzdlez. Por otro lado, existfa la opcién de pactar con el nacionalismo mo- derado catalér, CiU, lo que le permitfa obtener también mayorla en el Congreso (176 escafios). Como dato favorable a este acuerdo se contraba una mayor proximidad en los planteamientos programéti- os, as{ como un mejor entendimiento con el lider parlamentario de di- cha formacién, Miquel Roca. Gonzélez. habia realizado una campafa de atraccién del.vovo-de-iz- quierdas com et fir de evitar ef desplazamiento de parte de su clectora- do a IU, denunciando el peligro que supondrfa un gobierno de dere- cchas. A pesar de ello, no dudd en elegir el acuerdo con CiU, ya que sus programas y talantes eran més préximos. El problema basico de dicho acuerdo fue su inestabilidad, ya que aunque CiU garantizaba el apoyo al Gobierno, no entré a formar parte de él, lo cual implicé un alto cos- to para los socialistas. Gracias a este apoyo, no exento de algiin conflicto ‘en el terreno autondmico, el PSOE se mantuvo en el poder. No obs- tante, los escéndalos politicos fueron minando el acuerdo, hasta que CiU no pudo resistr los efectos negativos del mismo enue su electora- do (clecciones municipales de 28 de mayo de 1995). Saat 316 LOS GOBIERNOS SOCIALISTAS. 1982-1996 | DISCURSO DE FELIPE GONZALEZ EN LA SESION DE INVESTIDURA. ‘COMO CANDIDATO 4 PRESIDENTE DEL GOBIERNO. ‘CONGRESO DE 105 DIPLITADOS, 8 DE JULIO De 1993 (9 Las clecciones del pasado 6 de junio permiticron alos espafoles ma- nifescar sus prferencias politicasy- al mismo tiempo, su voluntad de otor= gat una confianza mayoritaria a nuestro proyecto de progreso, aunque sin alcanzar la mayoris absolut de los escaitos de la Camara, A este man- dato debemos atenernos. © “Las ciudadanos han renovado su confianza en la fterza politica que re- presento, al iempo que nos han pedido que vayamos mas lejos, que haga- ‘mos las cons de otra manera y que; sabiendo.recoger el fruco de los es- fuetzos anteriores, marquemos una orientacidn que nos: permet sfoner a futuro con éxito. Los expafies nos aaa pce loa ote esa ae ‘tras fuerzas politicas. Nos demtandan, en definitiva, un scambio sobre el cambio». Lapropia asencia de una mayoriaabsoluca es l mis lar conseatacién de ana mucva realidad politica, que exige a todos, y en particular a quien ob- ‘tenga el mandato de la Cémara para gobernar, un nuevo enfoque politico. Pasadlo el process electoral, hie expresado la necesidad de formar un go- bierso con respaldo mayoritario on ef parlamento. Estoy convencido de jue los acuerlosestables con otras Fueras policicas son un requisito nece- sario para esta micra etapa politica, con objeto de superar los retos que fa ‘misma plantea: aig pas sisi a apeye ua ln Rrauicdnide on Gabieno git tiene tuna clara vocacién de dialogo y compromiso, abierto.a la colaboracién de ls fuerza politicas que puedan encontrar en el programa suficientes coin- ccencias con os suyos propios como para votur favorablemente en esta ssi. ~ En el curso de las conversaciones mantenidas, hemos encontrado bases. areal tun posible compromiso de gobierno con el Partido i cionalisea Vasco, x para co ticos concretos, co! on Vase ii etree ae aie Ja posibilidad, por nuestra parte, de una colaboracién. gubernament ‘cuando se juzgue oporturna. 5 El Gobierno que se forme tras estas conversaciones, Seri piomete desde el comienzo 2 mantener abierto el didlogo con las otras fuerzas politicas que lo deseen, ¢ intentard asumit las propuestas que sean coherentes con ka orientacién progresista que inspirara su accién. (..) (CRISIS PERMANENTE Y FRACASO REGENERADOR (1989-1996) 3/7 De la continua sangria electoral socialista a la victoria del Partido Popular Desde las elecciones generales de 1993 hasta las de 1996, en las que triunfé el PP, las consultas electorales habidas supusieron continuos re- vveses para el PSOE, que no pudo evitar una nueva mayorfa absoluta del PP en Galicia, o la pérdida de la mayorfa absoluta en Andalucfa, que hasta el momento habia sido el principal feudo socialista. E19 de junio de 1994 se celebraron elecciones al Parlamento Euro- ‘peo, que dieron como resultado el triunfo por vex primera a nivel na- cional del PP (40,2%) frente al PSOE (30,7%). En dichas elecciones, tuyieron mayor peso los Factores politicos internos que los estricta- mente europeos, constituyendo dicho resultado un claro castigo al Gobierno. En mayo de 1995 se celebraron elecciones autonémicas en 13 co- munidades y clecciones municipales. En las primeras, el PP obruvo un claro éxito: el 45,2% de los votos frente al 32,1% del PSOE, Este ili- mo paitido tan sélo consigaié mancener la mayoria absoluta en C: la-La Man iva en Extremadura. Por el contrario, el PP lo- gr Ia mayorfa absoluta en cinco comunidades auténomas (Baleares, Castilla y Leén, La Rioja, Madrid y Murcia) y la mayorfa telativa en otras cinco, quedando Canarias en manos de una coalicién nacionalis- ta, Los resultados reflejaban un importante «vuelco» electoral. En los comicios municipales, los resultados confirmaban el cambio. El triunfador fue el PP, que recogié el 35,3% de los votos, frente al 25,3% que obtuvo en 1991, lo que suponfa un incremento de diez puntos porcentuales. El PSOE obtuvo el 30,8% de los votos, frente al 38,4% que habia obtenido en 1991. El PP fue el partide mas votado en 41 de las 52 capirales de provincia, en 33 de las cuales tuvo mayorfa absoluta; mientras que el PSOE era el partido més vorado en cuatro, dos de ellas con mayorfa absoluta. Los populares obtenian sus mejores resultados en los municipios més poblados (mas de 50.000 habitantes) y en los menos poblados (menos de 5.000 habitantes), mientras el PSOE seguia siendo el partido con més apoyo en la franja intermedia. El Gobierno aguantaba la creciente «crispacién» y sangria de votos gracias al apoyo parlamentario de CiU, pero Jordi Pujol decidié poner a dicho apoyo por temor a que su propia coalieién se viera salpica- 318 LOS GOBIERNOS SOCIALISTAS. 1982-1996 da por los escindalos permanentes. Ello dejaba al Go ¢ incapaz de sacar adelante los presupuestos, lo cus adelantar las clecciones-a nara de1996.— ierno en minoria 5a Gonzalez a ‘Tabla 12, Porcentaje de votos y mimero de escafias en las elecciones al Congreso de los Diputados. Espafia, 1996. Partidos y coaliciones _Votos (98) Escahos 96 de escaios wu 10,5 21 6 PSOE 37.6 141 403 vp 388 156 446 PNV 13 z 14 cu 46 16 46 Otros 72: iy 31 TOTAL, 100 350 100 Fuente: Ministerio del Interior (wwowcleccionesanics]- * Obevieronescaie: CC (0, 999% de vars y 4 escatos); BNG (0,9% y 2}: HB (0.7% y 2}; ERC (0.7% y D5 EA (0,796 y Ns y UV (0.496 y D, La campafia fue muy dura y se registré una alta participacién, el 78,1%, tan sélo superada por las elecciones de 1982 y 1977. Asi, se ob- servaba que en las elecciones donde se asistfa a un cambio el electorado se movilizaba. El PSOE petdis las eleeciones-aunque por menos de lo que s¢.esperaba, ya que apenas le separaron 300.000 votos del PP, que se convirtié en la primera fuerza politica del pats, TU obtuvo tres escafios més que en las anteriores elecciones y los par- tidos nacionalistas y regionalistas repitieron sus resultados, con la ex- cepcién del Bloque Nacionalista Gallego que por primera vez obtenfa representacidn en el Congreso con dos escafios.. La dulce derrota», como la calificé Gonzalez, iba a abrir un largo periodo de ensiones dentro de los socialistas espafioles, que los-apar- fa del poder ocho afios. Las causas de ello fueron muy variadas, fo ereemos que se deben destacar la pérdida del electorado urbano de clase media, que vela cémo la «presién fiscal» habia afectado a sui eco- nomia, y los «escandalos», que introducfan incertidumbres. ‘No es cierto que lo que Gonzilez denominaba el «sindicato del cri- meno (Luis Marfa Ansén, Antonio Herrero, Pedro J. Ram{rez...) fuera (CRISIS PERMANENTE Y FRACASO REGENERADOR (1949-1996) 3/9) un factor decisivo, ni tampoco el GAL, ni los sindicatos... El PSOE si- guid manteniendo su voto obrero, que desconfiaba por razones histé- ricas de la derecha. De hecho, dado el panorama politico hubiera sido razonable una victoria del PP por un margen més amplio, pero dicha formacién todavia suscitaba temores, situacién que desaparecié cuatro afios después, cuando obtuvo la mayoria absoluta. i En todo caso, es importante destacar que la alternancia politica se puso a prucha sin problemas. La normalidad demoerdtica se impuso, y los espafioles digieron a sus nuevos gobernantes libremente.

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