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$e 7) BENEDETTO CROCE TEORIA E HISTORIA DE 14 LA HISTORIOGRAFIA EDITORIAL ESCUELA EDUARDO J. PRIETO ¥ | rade eb ot | } ADVERTENCIA TEORIA E STORIA DELLA BronTochai™ * Cast todos Jos escritos que componen la presente exposiciéa fuere ¥ dado que reapondian a un plat, fab posblewhirlos sin eer ta libre, pobliado en lengua semana con el tla: Zor Theorie wad Guichche der Hitoriogrepbe Tubingen, Moke, 1913) ‘Al categatahors el smo bro en alge, he hecho 008 poms setoquss 7 el agregnd de tt reves ensayo, color como ap | de la primera parte. | Alans equi i signin gue ‘ath di al Noi dle ssn or reals fale es | = je wna nueva parte sistemitica, y debe considerarse més bien n de la eoria de la historiograia. rx hs segunda pene, 9s ent de la comprentiéa hi el objeto hacia et cos | | ? historia, yal pensamiento hist x Conciencia de esta vida, En cierto sentido, entonces, 1 a | m spuds del largo camino recorrido, el dicatsa hist agrafia, scindalo de los de la primera exposicién, era | si6n més natural que podia darse a toda Ia obra. C © 1955 EDITORIAL ESCUELA ope sro bl eee PASAJE RIVAROLA 130 - BUENOS AIRES, : Niépoles, mayo de » HECHO EL DEPOSITO DE re IMPRESO EN ARGENTINA - PRINTED IN ARGENTINA ; . alo; en la terces | . come: cologié al final del volamen, ajo el titulo de Marginal, algunas apes: lan con puntos particulares delat tooree 1 TEORIA DE LA HISTORIOGRAFIA — te. fuste nog ofa [gto ae Puan od Bron, ead cuel HISTORIA Y CRONICA 1 S yee llamarse contemporinea 2 la historia de un perlodo de tiempo S sado muy cercano: de los éltimes cincuenta sfios, Minimo decenio, afo, mes 0 dia, y aun de 1a itima hora o minuto Geto si ae desea pensar y exptesarse con estricto rigor, s6lo debetit | Tamarse contempordnea 1 la historia que nace de modo inmediato taal acto que se viene cumpliendo, como conciencia del acto; 1s Historia que hago de ai, por ejemplo, en cuanto me dispongo,# aborar estas piginas, y que es el pensamiento de mi elaboraciéa, | srnido necesariamente a la tarea de tealizrla, Serfa correcto Mamacla fontemporinca en eit c2s0,justamente porque s¢ hall, como todo | sete eoptual, fuera dl tiempo (del antes y el después), y se forms sir at tiempo’ mismo dl acto al que se une, dstinguiéndose de ét wriced aun etiterio no cronolégico sino ideal. Seria en cambio ‘Miforia no contemporines, pasada, 1s que encuentra ya delante de frnada y nace por ello como critica de ésta, sea aque se considera Sone historia. fo Sa ae emai @ mo se remoote sino a una hor | Aided et oes porque abcosidrat ol asunt mis de | Coe ee i tamada, que te lara 0 s¢ guetta Tamar | cee Ni uaa, renta conteporines y no aie 60 eee tee aida historia, © dct ene sentido na como discarso hueco. Es con: icién de ella, como de la ° i ecia se eabora vibe ol alma del ieibas wauaes en Is bor hité Btoiador © (Pat Trt, ineligible, Jos documents, Si cone | Ti ee ooeattcmetlan une saracién o una sti de nartc | Hehe ign simplemente que se presenta de | y no suen primera, que el E hhistoriador; 0 (para utilizar 2 tun modo mals cd, y 0 que hays perdido so eficacin de presencia: o que antes fueron narrucione 0 juice, on también shore bechos, documentos, qe ve debeainterprcac y jaagnt: I historia no se cons truye auact sobre les nactaciones, tino sobte documentos, o sobre las parraciones reduciday a Ja categoria de docucentos y tratadas ‘como tales. Yi le historia contemporknea surge dtecamente de la wide, ello ocurre tambifa con Ia que suc llamarse m0 contempo" tinea, porque es evidente que s6lo un iaterts de lx vide presente puede movernot « indagar un hecho passdo; ex cuanto éte se bnifica Ton ue interés de a vide presente no fexpende « un interés pastdo, sino presente, Este concepto se sepite de cien maneras distintas eo las females empiricas de Jos historindores, y constitye, si no contenido profundo, Is azda del éxito del tan rarandeado Jema: Ia histori es magia stae (soaesten de la vide) He tafdp « olan eater formolas de tn thence bistbrca, pare quitar aspeco de paradoja a te proposcia: la serdadera bistoria 2 historia contempordnas, La exacttnd de lo afiemado abtiene fit Confimacibn, y rca 7 perspicun ejemplificaciéo, en ta realidad de In obia histovogeifica, sempre que no se csiga co el error de tomar cen conjunto los Uvex de fos hsttiadces, 0 algunos grupos des- frdenadamete, y, refisidndolos x un hombre abstract, 0 aosctios rmismes abstacamente considerades, pregintar qué interés presente fos induce a escribir 0 b ler aquella historias: gull es el intexts fctual de a historia que aaura Ia Guerra del eloponcso o la de Mitrdates, las alterntivas del ate tejiceno o dela filosfin andbiga? Para mi, en este momento, ninguno; y tambiéo pare mf, en este mo mento, eas historias no zon tale, sno 4 To sumo simples titles de Iibros de histocia; han sido‘ sera historias en aquellos que las hayan peasado o las piensen, y co rt, cxchdo las haya pensado o Megue 2 pensatlas, reelaborindolss segiin mi hecesidad espiritual. Si en ‘anbio nos stenemen a la histocs ral, 2 la que realmente se piens, en el acto en que se piens, cs fll darse cuenta que es perfeca- mente idéatica a la amir personal y coatemporinea de las historias ‘Cuando el desarrollo dg la cultura de mi momento histérico (seria sperflo, y quisis también inexacto, agcegar: de mi como indi Wiluo) abse ante mi el problems de Ia cvilisciéa helénis, de la filosoffa platéaica, 0 de un aspecto patticular de la vida itica, exe a L musromia ¥ CROKICA Bo probleme oe halla tan ligado a mi ser como Ie historia de un negocio Ha que estoy tratando, de un amor que estoy cultivendo, o de un HD que me smensza; y Jo indago con Ia misma ansia, me ator rae nama concen de infeliidad, ata que lego + esol ‘Yerlo, La vide helénica se halla, en este caso, presente co ml; y me Toticita, me atsae 0 me atormenta, como el rostio del adversatioy de Ja mujer ammada o del hijo dilecto por el cul se tiembla. Ast ocurre, he ccurtido u ocutrich con la guerra de Miteates, el arte mejiceno 7 tolas las"otrs cous que més ariba he mencieaado + manera de ejemplo. Dado que 1t_contemporancided no constituye el casicter distin Je-de istoras (segin se considera, con buenas Faxoncs, ig clasficacida emplrica), sino el intelaseco de toda historias ciao concebir Ia relaciéa’de Giz con 1x vide como selacién de Piidad, no por Geto en el sentido de una identidad abstract sino Go el de unidad sinttic, que implica a Te vez le distincin y 1a 2 de los términos, De modo que hablar de una historia cuyos ‘Focumnentes no poscemos, parccerd tan extravagante como hablar de fs existencia de tna cosa cualquiera, afitmando al mismo tiempo que falls una de las condiciones esenciales para su existencia. Une historia tin relacign con el documento serfa no verificable. Dado que la veai- ‘dad de la historian se halla en esta verficabilidad, y Ia naracién que Je vi conctetando es histérica s6lo en cusnto sea exposicidn erica del documento (intuiciéa y seflexiba, conciencit”¥_autoconcien- tia, eleéiera), una historia de aquella clase, privada de significado 7 de verdad, setiainexistente en cuants tal, ¢Cbmo podtla componer tuna historia de la pintuea quien no viese y gozase Jas obras cuya ‘genesis se propone expones cfticamente? ¢Cémo serfa inteligible para quien no. poseyese Ia experiencia artisticn presupucsta por el flor? ¢Cémo se bala una historia de la filosofia sin disponer, de las obras o al menos de los fragmeatos de las obra, de 1s fl6sofos? gCbno escribir Ia historia de un sentimiento o de un uso, por ejemplo ela humildad crstana 0 del honot caballeresco, sin poseet la capa- tidad de tevivir, 0 mejor ai, sin logeat revivir efectivamente estos Pasticulares estados de Animo? , Por otto lado, establecido el indisaluble nexo entee vida y penss: | mento en la historia, derapaccen de repentey aalmente a punto / | i ‘Teoria DE La iusroRocRAris “gue no ex posible ya ni concebicla, las diidas suacitadas en toino la certeza y ala wilidad de Ia histori. @Chmo podeia see incierto Jo gue consis of prodin aual de nucso spin? Cio podife ser initd un conocimjento que resuelve un problema susgido del seno de la vids? 5 : i 0 Pero gpusde romperse el nexo entre documento y nartaciéa, entee ida ¢ historia? La respuesta afiemativa se halla implicita ya en la referencia que se ha hecho a historias euyos documentos s¢ hayan perdido 0, para enunciar el caso mis general y fundamental, coyos _documentes no estén vivos en el espiritu. Y en lo ya dicho ext también Timplicito el seconocimiento de que cada uno de nosotros s¢ halla tuna y otra vez en estas condiciones respecto de alguna parte de la Historia, a de la pintura bylénia es por lo geoealpam noslone fen su mayor paste, una his. cia catente de documentos; y también lo son las que leemos acerca de pucblos de los que no conocemos los lugates precisos en que vivieron, los pensamientos y_sentimientos que los agitaron, la fisonomia individual de las abras que Mevaron a Cabo; 0 de las lteraturas y filosofias de cuyos textos no disponeinos, © bien, tenifodolos en las manos y aun recorsiéndolos con los ojos fo penetramos s1 intimo espicty, sea por falta de conocimicatos complementarios, por obstinada resistencia de nuesteo temperament © por momentinea distracci6n | Sic set t,o al we Jo qu ge 00 ade porque ésta no consistia sino en aquel nexo), y s6lo se puede {Spit lanindale st dela ance on fur tla Heamos henbre al cadiver de un, hombre, no por ello ,podemos decie que lo que {queda no sea nada (tampsco es exacto que el cadiver no sea nada) Si no fuese nada, ello equivaldcta a decie que el nexo es indisolube, porque la nada no tiene poder de efecuacién. Y si no es exacto que no sea nada, si es algo] gqué es la natraci6a sin. documento? Una historia de la pintura helénica,segin las nareaciones que nos haan sido transmits, 0 que de ella han elaborado los eruditos con temporincos, se resuelv, i bien se observa, en una sevie de nombres 1. HISTORIA ¥ CRONICA 5 iotoces (Apotodoro, Polignoto, Zeuxis, Apeles} etcétera), per Se ey camtlegioeete. esto noes a i isda conenide deeminad, porque st Tignoto, y que pinté en la Pécila la Figees de an ‘Se dirk a base de la auforidad de esos testimonios, ¢s decir, por una raxén 36 uoulA DE LA misroRIocRArlA secas. Y como esa proposicién no es verdsdeca (oi fal), ni siquicra fesulta Gil, porque donde ao hay nada el rey pierde sus derechos, y donde faltan los elementos de ua problema, falt, junto con Ie posibilidad, la efeqtiva voluatad y Ja necesidad efectiva de- resol vero: de manee que cect esos relatos vcr ctl cou ein pata la actualidad de nuestra vida. La vide es un presente; y aquella historia, hecha ns-scidn vacta, cs°un paside! pasado irrevoable, si no en forma absoluta, x20°ainé (por sf aiismo), por certo en el siomento presente, Quedan las palabras vackas y las palabras vactas soa sonidos, 0 sigosgficos que los represent, y Se hlln juntas y se mantenen ssl, n0 por un acto de pensamienio que las piense (en cuyo c1so f lesan de inmiato), sino por us ao devant, gue esine ce, Opottuno para ciertos fines suyos conservar esas pulabras, por vacas Gio east vactes que acon. La meca narraciin ao ef entonces ott cose |. que un complejo de palabras vactas o f6cmulas, afirmado por un tito de volunted. Hemos legado shora con esta definicién, ni més ni menos que lecet Ia verdideta distincién, buscads en vano hasta este mo- Y se li buscd en vano porque te remitida a uns diferencia de enalidad de los hechos que cada una de elas consideraba como su objeto; y, or ejemplo, se atcibula a la crbnica el recuerdo de los hechos indi idualer ya te historia cl de los hechos generales, a le primera el de los hechos privados, a la segunda el de los prior: como si lo ge- reral no fuera siempre individual y lo individual general, fo pibico no fuese'a la vex privado y lo privado piblico. O bien « Ie historia se le ha atribuldo el recuerdo de los hechos importantes (que dcben ser recotdades), y a! la cibaica el de lov no importantes: jcomo si la importancia de toy hechos no fuese relative a la stuacién en que fos enconteamos, y pare ua hombre molesto por un mosquito, las evoliciones de este miatsculo ser no fuesen algo mis importante que In expediciSn de Jerjes! Sia duds, aun ‘en estas falaces distin- clones se adviette un sentimiento justo, que consiste en semitir Ie slifetccin entre historia y cxbaica al concepto de lo que intertsa ¥ lo. que no. jatereia. (lo general interesa y lo particular a0, Lo _Brande y ao lo pequcso, etcéera). ‘También s¢ nots un sentiicato juicios, de Jos piotores, cexteinseca; mientras que la verdad | HISTORIA Y CRONICA a7 justo en otras earactefsticas que suelen aducise, como la del sélido inculo que existe en la historia y la desvinewlacién que aparece en cambio en la crénica, del orden ISgico que hay en la primera y del puramente cronoldgico que existe en la segunda, de Ia penetracién de aquélla en lo fntimo de los acontecimientos y de ta permanencia de &5ta en la superficie o lo externa; y otras similares, Pero el caricter diferencal se halla aqu{ mds bien metaforizado que ensado, y con las metiforas (cuando no se emplean como simples formas expre- sivas del pensamiento) se pierde, un instante después, lo que se tante antes, La verdad es que cr6nica ¢ histo- 0 pueden distinguitse como dos fogmas de historia que se com “Pletaa tecfprocamente o de las cuales una se halle subordinada a la otra, sino como dos actitudes esptituales diversas. La historia ¢s 1a historia viva, la crBafca és la historia muerta; la historia es la his- toria_contemporinea, y la cednica, Tz historia pasada; la historia es principylmente tn acto de pensamiento, Ia cf6tici un acto de vor tad. Toda historia'sé vuelve erénica cuando yz no es pensada, 0 solamente recordada en Tas palabras abstractas, gue en un tiempo “eran concretai y la expresaban Y hasta es ctOnica la historia de la filosofta escrta por quienes no conocen filosofia o elds por ellos; asf como seefa historia aquella que en ln actualidad estarlamos & menudo dispuestos a leer como exSnica, la del monje benedictino que, por ejemplo, apuntaba: “xo0x, Bestus Dominicus migravit ad Ghristurs. x002. Hoe anno venerunt Saraceni super Tecremotus ingens bane montem.exagitavit, eteters." [ABO 100%. EI Beato Domingo fu acogido por el Sefior, Ao 1002. En este siio los Surracenos cayeron sobre Capua. Afio 1004. Un gran terre- ‘moto conmovié este monte], y tenia presentes estos hechos, Horaba Ia partida del beato Domingo, se impresionaba por los flagelos hhumanos y naturales que castigaban su tierra, y vela en aquella suce- sin de acontecimientos Ja mano extendida de Dios. Lo que no quita que, para el mismo monje benedictino, esa historia haya polide tomar ef aspecto de crGnica, cuando transcribia las frfas f6emulas sin representarse ya ni pensar su contenido, teniendo sélo el prop6- sito de no dejae perder esos recuerdos y teanamitilos a aquellos que cn el futuro hubieran de habitar, después de 41, en Montecassino Pero el descubrimiento de ta verdadera distincién a trazar entre w ‘quosia Ds 1A’ msroRoGEArA baica ¢ historia, que es de carkcter formal (o'sea verdaderamente teal), no ablo nos fibers del fatigeso y estérl afin de perseguit Aistinciones materiales (0 sea irteales), sino que ademis nos pone en condiciones de. recharar un preconcepto muy comin, el de la santerioridad de la cxbaica respecto de la historia. Primo annales fuere, ost Hisloriee factes sent (Primero se esctibieton cr6nicas,: luego 4 hicieron historias}, segén el dicho de un escrito antiguo (el gra- tmitico Mario Victorino), tepetido, genenizado y universalizado. Peto de le indageci6n acerca del cathcter, y por ello acerca de‘la storia, de las dos operaciones 0 de las dos acitudes, Xe sigue en cambio lo contratio; primero la Historia, largo le Crbnica, Primero lo viviente, Juego ef cadiver; y hacer nacer la historia de Ia créaica tesla como bacet nhcer el ser vivo del cadiver, que es en cambio fl residuo dé la vida, como la cxénica ¢ ef residvo de 1a historia m \ 1a historia separada del documento vive y hecha crénica, n9_con- siste ya en un acto ¢spiritua, sing en una cosa, un complejo de s0- tides 0 de otros sighos. Pero también el documento, separado de ta vida, 10 es sino una cosa, similar 4 la anterior, un complejo de tonides y de otros signos: por ejemplo, los sonidos y las letras con Jos cusley fué comunicada oportunamente una ley, las liness gea- badas en el mfrmol y que exptesan-un seatimiento rcligioso mediante 4 figura del dios, uz montfa de huesos con los que en si momento se integré el orgunismo de tin hombre o de un animal. Biter cocas tales como las nastaciones vactas y los documentos tmucitos? En cierto sentido no, porque las cosas externas, fuera del esplstu, no existen; y ya-sabemos que Ia crénica, como narraciba vacia, existe en cuanto al espiritu la produce y mantiene firme por ta acto de voluitad)(y puede ser oportuno advertir una ver anis que tal acto trae sierpre consigo un nuevo acto de conciencia y de pPensimiento): por ua acto volitivo que abstte el sonido del pensa- fieato en el que aquél tenia su certidumbee y conctecién. Del mismo moilo, equellos documentos macitos exisen ea cuanto son manifes faciones de una nueva vids. como el cucepo | | | L MisrORIA ¥ CRONICA 9 también en ua modo efectivo un proceso de cteaci6a vita, aunque parezca de descomposicién y algo muerto con respecto a una forma particular de’ vida, Pero del ynismo modo que los sonidos vacfos que fntes contenian el pensamiento de una historia siguen redbiendo nombre de naraciones en recuerdo del pensamiento que encectaban, Se siguen considerando esas manifestaciones de nueva vida como pro- longaciones de la vida que las precedi6, y que de hecho ha. conclu YY estamos ahora, merced esta cadena de deducciones, en condi- ciones de explicarnos esta divisin, que se halla en algunos metodé- Jogos modernos, de Iss fuentes histricas en narraciones y documentos, 6, como también se Ia formula a menuda, en tnadiciones, y residuos © remanentes (Ueberbleibsel, Ueberresta}. Divisi6n que es icracional bajo el aspecto empirico, y puede servir de ejemplo tipico de la jnoportuna introduccién de un pensamiento especulativo en el empi- fiamo. Es tan ieracionsl, que teopicas de inmediato con la dificultad dle no poder distinguie lo que s¢ deseaba distingvic; y una marracibn ‘acta, considerada como cosa, se adecia a cualquiec otra cosa que se llame documento, Por otra patte, manteniendo la distinci6a. se choca con Ja ulterior dificultad de verse‘obligado 2 constru la his- toria fandindose sobre dos drdenes diversos de datos (teniendo un pie en la ill y otto en el sf0); es decie, ecuttiendo a dos instan- cias paralelis, una de las cuales remite permanentemente a la otra Y cuindo, para eicapar al incémodo paralelismo, se trata de deter- minac la relacin existente entee las dos clases de fuentes, sucede aque esta telaciba se reduce a la superioridad de una sobre a otra, ¥ la distincién se desvanece, porque la forma superior resuelve’ én sf y snula a Ia inferior; 0 bien, que se postule un tercer téxmino, cen el cual fas dos formas se unificarian’distinguiéadose: y ‘es &ta cotta manera de declaralas inexistentes en equella ‘ibstracciba. Por ello me parece significativo el hecho que Ix divisi6n en. documentos no hayan encontrado aceptacia entre los ie is empirisis, que ao se preocupan de tales suileza y se contgntan con agcupar las fuentes histirias en: fuentes escriar yfigaradas, © de otros modes similaces: mienteas que en Alemania Droysen le Aid celdito en sus apteciables Blementos de ciencia bistérica (Droysen, que e1a_un espfcita con intensa disposicién hacia la filosofia), y ncoates acepacién en otros metodélogos que, a mlz de Tas cas od ‘THOMA DE LA stsroRiocnarta tradicioues filos6ficas de aquel pals, son empiristas hibridos, siste- miticos 0 padantes, como se suele jurgatlos en las culturas de origen latino, Hay pedanterfa, yjustamente la hay en esa inoportuna filo- soffa; pero jauda saludable resulta esa inoportunidad, con las contca- dicciones que trae coasigo, cbmo despierta el espfrita de su sueio empltico, y le hace entrever que, donde supontamos cosas, hay en cambio actos espirituales; donde parectan hallarse en contraste los términos de wn dualismo inconcilable, campea en efecto la relaciéa y la unidad! La divisiéa de les fuentes en nattaciones y documentos, Ja supetioridad stribuida a los documentos sobre las narraciones, 1a sfirmada necesidad de las narraciones annque como elemento sub- ‘ordinado, si bien imposible de eliminat, proponen casi una mitologta fo una alegorta, que representa en modo imaginario la selacibn entse vida y pensamiento en el pensumiento histérico, entre documento y critica, EL documento y 1a citica, le vida'y el pensamiento, son las verda~ ddecas fuentes de la historia, es decic los das elementos de ia slatesis histérica; y, como tales, no esti delante de la historia, o sea delante de la sintesis, al modo en que se iunagina Ia fuente ante aquel 0 aquellos que Hegan a ella con el clntaro, sino denteo de la misma, dentro de la sfatesis, constitutivas de ella y constituldas por ella, De donde ta ide: ve una historia que tenga sus fuentes fuera de sf ¢5 otto desvaciola despreciar, junto con aquél de la historia que tenga delante de sf a 1a cténica: dos falaces desvartos que, en el fondo, convergen en uno solo, Las fuentes, en el sentido extria- seco de Jos empfricos,| como cosas, son, al par de Ia crSaica que fs una especie de estas cosas, no’anteriores sino posteriores 4 a historia, jArceglada esturfa la historia si csperase nacet de Lo que viene después de ella; y si esperase nacer de cosas externas! De una cosa nace otra’ casa, pero no pensamientd: I historia que procedicse de las cosas serla’ una cosa, es decir ese algo inexistente de que hhablamos hace un momento. Sin embargo, debe haber alguna razén para que se dé Ix apariencia de que tanto la crénica como los documentos son anteriozes a la historia y constityen sus fuentes extrinsecas. El espiritu humano conserva los despojos martales de la historia, las narraciones vactas, las ‘rbnicas; y el mismo eipiritu recoge los rastros de Ia vida pasada, storia 1. HISTORIA. ¥ CRONICA 1 tos rmacites os documents, y procure conserves con Ia menor ain pose o reteural amin que se ateran, {Cll SF fn que Femignen ena acon de vebuntn, urs enfetiorian cl Comerign de lovato y lo mucto? ¢Quiis I sign 0a ets Pider que deine al mot, etint, en el vinbr de iaieme, mediante la ereccién de las casas de los muertos, de los sepulcros? Pero i an le epee son producto de la epider 7 1 ig, fino un ado mova con eal se afm, eo forma sii, 1 iamortlidad de Ta cra eunplida po lor individuos, que, aunque Insets, viven sin embargo en moc recuerdo y vivitn en ede tis tas genertcones Tabi es un acto de vida, que sve via wis el tuner horas vacasywecoge docamenton mst Liege cl moment en que ellos os faitaria la eproducel, en ‘peel, enanesa caplet de Me hstca psa, comand FSU pore bets conriasooive-ta,hsksia rambo, rcons- tuuye camo presente, a medida que el desenvolvimiento de la vide Fe ecguere, Los socunes y Ts gies reposton ens spurs tat ele oueva madre dl epi eoopen, en el Renacento, fer dpe yuceron dada, poo sbesrdor © mal. itrpet ds la formas primitives, corpletas 7 bubs de. clic, hasta que l nue fase dl spit etrpeo, que tom el nombre a Momaoticsmo 0 Restauracin, no simpatc con las, 0 se0 20 I aise cs fo x jog Scale fin. bmn ds eka bg pene os = chek con 7 nies decom Indes ps acs, sei"oon 7 ata vex seotian por nuevos Giana de Yes Valve « tla, Estas revitalizaciones tienen motivos absolutamente interiores; vy) laf Sepals Stearate 646 werscenes que pusda ral ‘alan sina nds bin ella sas son les que reogen en abundancia Y ponca ate a los documentos y ls naraciones que, a el pe Irsnecan despartanades © ine: Ser imposible comprender nada del proceso efectivo del pensar hist6rico, si no se parte del principio de lepine es stra, yen nde emeto spo bacedr de Tiara Y rolada ef amo tempo de tots a hist. nisin de modo gue el esplita lleva en ata ou historia, qe eocide 2 Corpalente y berbariche, en e,seaido de Vico. (N. del 7.) : 2 LT TEDRIA DEL Lav HISTORIOGRAFLA, Juego con mismo: Olvider un aspecto de la historia y recocdat tro 0 ¢3 sino el ritimb mismo de la vida del espisitu, que opere determinkadose ¢ individualixindose, ¢ indeterniina y desindividus. lize coatiovamente tas. precedentes determinacioncs e individual cones para crear otras ais ricas. El esprita revivtie, por ast die, su historia, aun sin aguells cosas exterass que se luman natraciones y documentos; pero esas cosas externas son insltumentos que él se founa, y sctos preparajorios que cumple para realiza: la vital evo- cacibn interior en cuyo proceso se resuciven. Y para clio el esphita Afioma y conserva cclosgmente Jos recuerdos del pasa, = To que cade unp de’ nosotros hace a cada istnte, af anotat en da libreta fechas o hechos relacionados con los propios asuntos (ceb. nica), 0 encetrendo en su gaveta.cintas 0 flores secs (petmllaseme cutis estas imkgenes suaves, para oftecec ejemplos de recoleccién de documentor), lo sealiza en’ inks amplia excala, cast por delega cia de toa ta sociedad, una case de tabajadotes, que se Laman fildlogos,y wks particulersente eruditos, cuando recogen testimonios Y narraciones, y archivitar y arguesloges cuaado sccogen docuinen- tos y monumentos; ast como los lugares en que se conservan estos objetos (as “Blancas y calladas casas de los muertos"), se llaman biblioteca, schives, mon Se posts tenet Bein rorta lon ne Ailes archvisias y arqueBloges, que cumplen una funciéa necesria, Y por ello itil ¢ importante? Sin embargo, es costumbre burlarse de «lls o consierattos compasivamente, Bs cierto que dan a veces motivo 4 ta burla 0 tx sontise con su ingeaua ereencia de que tienen bajo lave a le historia, yubren a su voluntad las fuentes de donde poded beberlas a sedienta husganidad: esa historia que, en. cambio, esta en todos nosotros y cuyas fuentes se hallan en nuestro pecho. Ea nues- tro pecho, allfes donde esté el crisol en el cual lo cierto se conviette ea a verdadero, ya filologi, pidadase con la foi, produce 1 LAS PSEUDOHISTORIAS Li historia, la cr6nica, la filotogta, cuyn gf tituyen una serie de formas mentales que, a deben considerarse todas como fisioldgias, © sea verdaderas y ci files. Pero el orden l6gico me conduce ahora de la fisiologta a la patologia, a las formas que no son tales sino deformaciones, no ver- daderas sino erténeas, n0 racionales sino irtacionales. En verdad, Ia ingenua creencia de los fildlogos de que ten encerrada en sus biblictecas, museos y archivos ala historia ~patecida asf a aquel genio de Lur Mil y una nochet, que habla sido encettado como humo comprimido en una botella— no petmanecié inactiva, Y¥ sid origen a la idea de una histoia que se consteaye con las cosa, las tradiciones y Jos documentos —tradiciones vaclas y documentos mueitos—: es el caso que podria Mamarse de la historia filoldgica Digo Ja idea y no 1a realidad, porque construic una historia ‘con cosas eaternas es simplemente: imposible, por mis esfuerzas que se hagan y recursos que se empleen, Aunque las erdnicas se retoquen, desmenvcea, recombinea y ordenen, no dejan de ser crénicas, es decit narraciones vactas: los documentos restaurados, reproducidos, des- critos, alineados, siguen siendo documentos, es decir coiis mudas, La historia filol6gica se seduce a transvaiar otros libros o partes de ellos en ua nuevo libro: operacién que también tiene un nombre upropiado en el lenguaje corriente, y se‘lama compilacién, Tatas i s¢ per Imaneciese en la puta poesta, Peto no se petmanece, porque esis imigenes y palabras se presentan como ideas y hechos, esto €3, como Initos: mitos son el Progreso, la Libertad, la Ecooomfa, la Técnice, la Ciendla, siempre que se los conciba como motores externos x los hhechos; milos no menores que Dios, ef Diablo, Marte y Venus, Jehovd y Baal, y otras representaciones mis toscas de divinidades He aqul por qué la concepcién determinista, luego de haber produ cdo Ia “lilosofia de la historia” que se le opone, se ve obligada a foponerse a su vex a su propia criatura, y,a recurrie del reino de los fines al de las conexiones causales, de la imaginacién a la observacin, dle Jos mitos, a los hechos. 36 seawia at 4a austamucnarta La refutaciin res ipuoca del deteeminisano bist oy de la filo sofia de la historia, jue hice de ambos dus entey vacins que no cow: ticnen nada, es devit, wh inico vacio y una nals, parece en cambio a Hos ecléticos, como de costunbire, el completamiento reciprocate ‘dos entidades que concluyen o deberian concluir entre si una alianza para apoyarse mutvamente. Como el eclecticiumo, con distinto nombre, feceudece en a filosofia contemporinea, no es de exteaiiar que se cencuentie a menudo asignads a la historia, ademis de Ia foncién Adc investigar las causas, la de deteeminar el significado o establecer ‘dl plany general del decutso histSrico —véanse los trabajos sobre la filosofia de la historia” de Labriola, Simunel y Rickest—; dado que los autores de metodologias suclen see empiricos, y por cllo exec ticos, Uambién se ha divulgado entee ellos la particién de La historia cen historia, que se hace con la recoleccidin y critica de los documentos Y la teconstiuccibn de los acaccimientos, y en “filosofia de la histo tia" —véase como modelo el manual de Berohciin—; y, en fin, ya que el pensamiento comin es ecléstio, nada ¢s mis ficil que logear cl consenso en tomo a las siguientes tesis: que no basta La simple historia, que oftece la serie de los hechos, y se requicte que el pen! samiento wuelva sobre la casena establecida de éstos para descubrie cn ella el dibujo recéndito y para cesponder a las preguntas de donde venimos y adnde vamos, Es decir, junto a la historia, debe estable cerse una “filosofia de la historia", Este ealecticismo, que sustan CGaliza dos vacuidades opuestas y hace que uoa dé La mano a la otra, Hega a veces hasta intentar superarse a st mismo y fusionar esas dus faltas ciencias 0 partes de una ciemia, Y entonces se oye defender 2 Ia “filosofia de la historia", pero con la salvedad de que se la ebe conducie con método cientifica y postivo, mediante la inves rid de las causas, y dlevelar de tal modo ta ac ode la Providencia divina; * programa en el que ademis consiente + Vésse, como ejemply tpien, Wears de Flint, pero dade que Hegel y los eeliunes, menos radiates qe Flot, teriaabun también por adiitir cr mturio de dn métenlos puests, se sescubven igustnente rastus de es fataia en aun “filostlay de fa historia” Fs de evar agul la flea analog gue induc a Hegel a descubrir entre ho priory tos ech shina rlacin que exis ents 1 Tsun te itcas ys ech natures: "Man ‘he Prinaipien fallen, wean. man 65 50 Wren wilt pried wertent sin, sv Rat ate Kepler iat den Ellipse, nt 1. DNOLUCION 0 LA FILOSOFIA DE LA MISTORIA 57 segunda ef pensamiento vulgar, pero que Juego no logea realizar.t ‘Tampoco hay nagla nuevo aqui pata los cosiocedores: la “Cilosofia ela historia” a consteuie von mésodds posilivos, la teascendencia a Alamosteat con Los Wolo de Ia fala. iomagenca, een campo dc ls cats hptdvicas, el exact equivaenty de aquella "metafisia onseue con etétodo experimental, que i neocticos —Zallec dor recomenlaban, y gue tanbign pretendia no yx superar dos vacuiades que ap telutan feciprocamente, si concoratlas entre si J ego de haberlas sustancalizado, combingrlas en una 6 Unde’ sto, pha dar una idea des ipod, no to Hamas yo praigion de nguimista —Ia metifora me parece demasiado ele ada— sino mis bien mejunjes de malos cocineros. EI cemedio eluaz para 1a conteadicciGn entre el sleterminisme his- tirko y la “Filosofia de la historia” es totalmente distinto, y, para Uitenetlo, es necesario acept fl resultado de la refutacibo recfproca, fque anula a ambas, y rechazar, como desprovistos de pensainiento, tinto los exyuemar de la filosofia de la historia como tas cadenas lansules el dcterminismo, Disipadas estas dos sombras, nos encon ttumos en el punto de partida: nucvamente estamos ante los hechos toscos y desligados, sélids pero no entendidos, para tos cuales el kterminismo habia procurado utilizar el cemento de la causalidad, la “filosofta se La historia La varita migita de la finalidad. (Qué Kuben und Qualaten und mit den Gelanken yon vehiltnssen, decslben a petri schon. worher bekannt sein musste, ee ee us den empiischen Daten cee tistedbichen Gesetee, welche ut Bestinngen jener Kiet von Yorstellongen bestehen, erfinden konnte.” [Ea sicesaie estar tan familia Talos pero com el sector de aquelto dene solucién—; y ese problema, superior a todos los otros, es en cambio finico. De modo que la filosofia definitiva, contenida como exigencia en Ia concepcién del problema fundamental, contrasta con la expe riencia histrica, y mis insanablemente, porque ocurte con mayor evidencia I6gica, con lafilosofia como historia, que, asi como admite finites problemas, elimina la pretensin y ld expectaciéa de una filosofia definitiva. Toda filosofia es definitiva sin duida por el pro blema presente que resuelve, pero no por aquel que nace inmediata- mente después, sobre los talones del primero, y por los otros que nacerin de éste. Cerrar Ia serie equivaldria a volver de la filosofia a la religiGn y reposar en Dios. En efecto, el cuarto preconcepto, que pasamos « enunciat, y que se une a los precedentes, y, junto con todos los precedentes, a la nati raleza teoldgica de la vieja metafisica, conciemne justamente a la figurs dl filésofo, como wn Buda 0 stuminado, que ve presenta como eupe riot a los otros —y a s{ mismo, en los momentos en que no es fildsofo—, porque, merced a la filosofia, se mantiene definitivamente ibre de las ilusiones, pasiones y agitaciones humanas, Cosa propia del cteyente que, fijindose en Dios, expulsa de si las preocupaciones renales; a semejanza del amante, que se siente dichoso en la pose in de la cristura amada y desafia al mando entero; aunque luego sl mundo no tarde en vengarse y en hacer valer sus derechos sobre ceyente, como sobre el enamorado. Pero es imposible que alimente ca ifusion el filésofo historiador que, a diferencia del otro, se siente ineluctablemente apresado en el curso de la historia, sujeto y objeto 4 la vez de la historia, y por ello se ve llevado 2 negar Ia felicidad o beatitud, asi como toda otra forma de abstraccién —dado que, como bien se hha dicho, “Ia felicidad es lo contrario de la sensacién d= +9 & aceptar Ia vida tal cual es, como alegria que su al dolor y produce etetnamente nuevos dolores para terminat eq nuevas alegtias inestables. ¥ la historia, que éte considera como Sinica verdad, es obra del pensamiento infatignble, que condiciona Ja actuacién prictica, asi como la actuacién prictica condiciona la faueva obra del pensamiento; de modo que la primacf, antes atibuida ” a la vida contemplativa, se transfiere ahora no ya a la vida activa, sino a la vide en su inteoridad. due esa Ia vez pensamiento v accibe ¥ cs filésofo —en su Ambito, por estrecho o amplio que pareaca— todo hombre, y todo filésofo es hombre, indisolublemente ligado a las condiciones de la vida humana, que no es dado en modo alguno trascendet. El filésofo mistico o apolitico de la decadencia greco. fomana podia muy bien aisltse del mundo; los grandes pensadores que inauguraron Ia filosofia modesna, podian, como Hegel, aun rnegando con su pensamiento efectivo el primado de la vida contem. plativa abstr esfera del espritu absoluto y, para Hegae a el, un proceso ce libe- racién mediante el arte, 1a religién 0 la filosofia: pero la figura antes sublime del fil6sofo dichoso en lo Absoluto, cuando se tata de renovatla en nuestro mundo moderno, se tife de comicidad, Es cierto que la sitira encuentra ya poco material sobre el cul ejecitarse, y se ve reducida 2 lanzar sus dacdos contra los proferorer de filo 4ofta —segin el tipo que del filésofo han elaborado las universidades modernas, y que en gran patte es heredero del maestro de teologie de las universidades medievales—: contca los profesores en tanto tos, repitiendo mecinicamente juicios anticuados y_genérics, pa- recen indiferentes a las pasiones y cerrados a los problemas que les turgen por todas partes y les requieren en vano cosas ‘mis conctetas y efectvas. Pero la funcién y la figuea social del filésofo han cam- biado profundamente ahora; y n0 esté dicho que no cambiaria tam- bién poco a poco, a su manera, los proferores de filsofia, es deci, {que no esté por entrar en crisis el modo de considerar y ensefiar Ia filosofis en las universdades y en las otras escuelas, hasta eliminat de sf los Gltimos residuos formalistas del modo medieval de filosofe. Un poderoso progreso de la cultura filoséfica deberta tender a este ideal: que todos los estudiosos de las cosas bumanas, jurists, eco- nomistas, morals literatos. 0 sea todos los extudiosos de las cosas a, recaer en el error de este primado y concebir una AP. th FILOSOFIA Y METODOLOGIA ~ ng historias, se hagan fildsofos conscientes y disciplinados; y el filo a general, el purus pbilosophus, no encuentre ya lugat entre lua ecificaciones profesionales del saber. Con la desaparicién del file sofo en general, desaparecetia el tiltimo vestigio social del tedlogs © metafisico, y del Buda o iluminado, Un preconcepto turba tasibiéa el modo de cultura que suclen Aarse los estudiosos de filosofia, ¥ ave con: sivamenie en les libros de los filésofos, mis aun, de los fsotos cn genera, de los sstematizadores de la metafisia: tal como tl docre én tcologia se formaba sobre los textos sugrades. Este modo de cates, del todo consecuente cuando se parte del presupuesto de un problems fandamenjal 0 nico, del cual importa ‘cooocer las soluchees ai tinasy divergentes o progresivas que se han intentado, results total inete inconscuente ¢ inadecuado en una filsofia inmanente ¢ his, thrice, que extrae materiales de lar mis variadas impreiones de la vila y de todas las intuiciones y las reflexiones sobre Ia vids. Ese forma de cultura es motivo de aridez ea el tratamiento de lor pro. eanas particulates, para los cuales se requiete un continuo i caro con la experiencia de los hechos particulates del are y de Js critica de arte para la Estética, de la politica, Ia economia las cooteoversas jusiaicas para Ia Filosofia del Derecho, de las leis positives y matemtcas para Ia Gnoseologia dela cenit, eceea 5 de acidezen ef tratamiento de aquellas mismas pares de la filezofia ‘unsideradss tadicionalmente como coasttutivas dela jilosofia ge reral: porque también étas han surgido en su época de la vids fs éllaconviene reconducisis para interpretar bin. sus proposiiones y volver a sansergitias en ia vida paca seats actecenaas 7 con fuevas aspects. El fundamento de la flosofia como historia cs tate le historia, y no se puede limitar si fundamento a la sola histori de la filoofia,y de la flosfla general 0 metfitie, sno por una adhesién inconsciente a ia antigua idea de Ia filosofia ng meter logica sino metafisica: que es el quinto de los preconcepts que ve. nimos enumerando, Esta enumeracién podet prolongazse y, a In ver, termina con un seato preconcepto, aerea de la exposcdn filrifca segia cl cal 5 sigue deseando.y requiriendo para la flosofia, ya seu Ia fora arquitectnica, como de ua templo consagrado al Eterm, o le ealu- 230 TEORA DE LA HisronocRArlA i ross y poética, como de un himao @ salmo cantado al Ftemno. stas formas se hallaban unidas al viejo contenido; y anora que! contenido ha cambiado y Ia filosofia se desarrolla como una dil dacin de las categorias de la interpretaciin histérica, no le com por principio la grandiosa arquitectura de un templo nila lirica del himno sacto, sino la discusin, Ia polémica, la severa expoticién didges tra forma literatia, y puede a veces tomar también el tone elevac —o aun, en el momento oportuno, el delicado y gracioso—, no obligada empero a observar las replas que parccian propias del cong tenido teol6gico 0 religioso. La filosofia tratada como metod hha hecho descender, por decirlo asi, la exposicién filosifica de Ig poesia a la prosa Todos los preconceptos, las modalidades o tendencias, los hébites, que he descrito brevemente, deben, a mi parecer, ser cuidadosames investigados y desarraigados, porque son los que impiden que filosofia se configure y proceda en conformidad y adecuacién Ja conciencia a la que ha llegado, de su unidad con la historia, Bi contemplac el enotme material de observaciones psicolégicas y Ftominar como reine y lira como el tda, V dale yee aon, romano habia podido utiliza: “Mi patria, miley y mi religién estén Sisruriime Is historia se hace historia de ta verdad, (sale a la vex ca todas partes... La amplitad del orient, le abundancia da sep. | | de Jo fortuito y del zat) que la hablan djado bases nonce, tentrin, el despliegue meridional y las sedes amplisimas y muy | abandonads los antiguos,'y reconoce su propia ley, que ya no es una protegdas de las grandes ils, son de mi derecho y nombre, porque | ley aaturl, un hado’ciego,o hasta el ‘aflajo de be Lane one ime preseoto a los Cristianos y a los Romanos como Romano 7 Cris- Apvstio tefuta ests docrinas de Jos paganos—, sino cacionalidad, tiano a la vez:" 1 La virtud del ciudadano es reemplazada por la del inteligencia, providencia; concepto también éste que 00 €5 extrafio hombre, del hombre espiritual, que se adecéa a la verdad con la fe 4 ls “antigua filosofi, pero que ahora se desprende del hielo del fcligiossy con In cbra huanamente buena as cabontes de hombres | intelectuaismo y det abstractnme, y se hace lid y feedlot iste del pagansmo, se contraponen 15 de los hombres dle Provdenia gua ydispne l caro de lon aconteimionts agi tianismo, mis que iustres, santos; y el nuevo Plutarco nos lo dan | lot aun fin, consent los males como casts © instrument las Vidas de los padres 0 de los eremitas, las vidas de los confesores ativos, y determina las grandezas y las catistrofes de Jos imperios 4, po primera el eterno retorno de ist, de lor mins, de lon propegadors de a. verde fe Y (es nucas epopeyes son de ike cnn infie, Se eins ea eee sn) ue eae aes saat qpe ls gue tana lou grep ape de Iv oe centre griegos y birharos, o libres y exclavos, concebidos a menudo ms bien fomo difetencaa de nauder gue de wloes epcaden NY turge Is hier etic que no cs xacuente J Nat de Atenas o de Rar, sno del eligin y de a Ila que pe ata prepatar el reino de Dies. Y esto quiere decit ‘ez, se ha quebrado de verdad Ia idea del circulo, d rent cpa peranat, De aqu le inpotanci que Hebe! tutus tape de Ici «ln dpa bela ace lot imeriasy sbre Ia misin que exda ano ha eaapnde en Speci, sobre ef Impecio’ Romano, que usifis ollie, “7 undo que Cristo debi unifcarepiitaimete y Soe eect, 2 En el texto: "Ubique patra, ubigue lex et religio men est... Latitude ‘cientis, sepentrionis copiosias, meridians diffusio, magnerum ioslaram largissimae tutissimaegque sedes mei ius et nominis sunt, quie ed Christanas ‘et Romanos Remanus et Christianus accede” 363 EN TORNO ALA HISTORIA DE LA HISTORIOGRAPIA del judaismo frente al dliversa manera, pero sobre el presupuesto comin de que la intel. sgencia divina habia querido es0s acontecimientos, ests. grandezas y ecadenicas, esas alegrias y aflcciones, y ello porque todos habian sido medios necesarios de la obra divina, y todos habfan_coocuride Y concurrlan a la finalided Gltima de a historia, vinculindose uno. on otro, no como efectos COnseLutin ike Laon. sing 3 nay {grados de un proceso. De aqui también Ia historia entendida cern his. Yoria_aniverial, no ya en el sentido de Polibio, que narea los hechos de aquellos Estados que entran en relacin entre si sino en el sentido ‘mis profundo de una historia de Jo universal, de lo universal poe cexcelencia, que es la historia en su trabajo con Dios y hacia Dies, Hasta tas crénicas mis modestas se hallan, a rafr del espisitu que las penetra, rodeadas de un halo, que falta a las clisicas historias ‘ericgas y romanas, y que las hace en su aspecto general, por mis distantes que se las considere de las actuales en sus detalles particu: lares, bastante cercanas de nuestra mente y nuestro corazén, Tales son los nuevos problemas y las nuevas soluciones que el ctistianismo aporté al pensamiento hist6rico; y acerca de éstos, ast como del pensamiento politico y humanistico de los antiguos, con viene afirmar que constituyen una sida posesién del espiritu humana, de perpetua eficacia, Euscbio de Cesirea puede lamarse, 2 lt par de Herodoto, padre de tn historiografia moderna, por poco éispuests que ésta esté « reconocer como padtes suyos a ese autor barbitico y & fos otros que fueron lamados padres de la iglesia, a los cuales, 7 debe sin embargo una parte tan ‘grande de s{ misma, (Qué son nuesteas historias de la cultura, de la civilizacién, del progieso, de Ia humanidad, de la verdad, sino la forma adecuada a nuestros tiempos de la historia eclesdstce, 0 sea del triunfo y la preparacién de la fe, de In lucha contra las potencias de las tinieblas, de la sucesiva difusién que, en sus diversas épocas, se ful haciendo del evangelio, o sea de la buena nueva? Y las histo rias modemmas, que narren Ia misién cumplida o la preemineacia aso ‘mida por esta 0 aquella nacién en la obra de la civilizacién, g00 corresponden alos tevbos de Dios por medio de los Frascas ¥ & otras férmulas semejantes dela historiografia medieval? Y vests historias universaies son tales.no sélo en el sentido de Polibio, sina Sin Agi ML LA sUsTORIOGRAPLA semDeEvaL, 16 varia fn ¢l sentido crisian, si bien putfiado y elevads de ke T apenigle idea; de donde el sentimiento reigioso que nos inrade 4 gproximarnos la solemnidad de la historia servard que, al presentarla de se i poco Is concepcién’crstiana; = ct poe ae lo cual es cierto, Saas eto, pero en Ia forma ¥ media ‘que se puede decir que hemos idealizado el hua. imifos que acompatieron su concepciéa fundamental, Lo } Io milagroso que, como ya se ha notado, rodesba 4 I ‘rafiacristiana, atest la historio- tiguabe justamente Ia incompleta idealidad del Pad yl cla dl pesumint, in con Sok (etn anareceee e Cia a ante 180 ya con Ia segu- lencia del sentimiento tecrenales.sin-duda y 20 af merecedoras sin embargo spss para obtener is gloria celestial, pero del premio fugaz de la gloria terrena. 370 EN TORNO A LA HISTORIA DE LA HISTOROGRAFIA De modo que Jos romans seguian siendo siempre réprobes, si ‘menos vitupetables que los ottos séprobos: no podia haber verdadera virtud donde no habia habido verdaderareligién. Los cone trastes de las jdeas no parecian ya formas contrastantes de lo verdas dero en su devenir, sino simples sugestiones diabélicas, que turbaban & la verdad ya perfecta que se paseia; y como obra del diablo tratabe webio. de Coskrea lac herritae pare fd ol diahln «ion enernt & Simin Mago, y luego Menandro, y las dos dlrectines de 1a ‘gnosis, personificadas en Saturnino y Basilides. Otén de Frisia con templa la sucesi6n del rcino babiléaico por el romano, como la del padre por el hijo, y, como tutores y pedagogos de éstos, los reinas de los Persas y de los Griegos; en la unidad politica romana ve um preludio de la crstiana, « fin de que las mentes de los hombres se formasen “més dispuestas y capaces para entender las cosas mig importantes”,t y, disciplinadas por el culto de un hombre inico, del emperador, y por el terror de una tinica ciudad dominante, aprendie- fan “a tener también una sola fe"? Pero el mismo Otia se tex presenta después ef mundo todo, “desde el primer hombre hasta Gisto..... —exceptuades unos pocos isaclitas—, como engaliado. por el exror, entregado a vanas supetsticiones, dominade por log juegos ilusorios de los demonios, seducido por los encanics .aune 4gados por todos lados. Y Liutprando de Cremona hace sin duda | intervenir a Dios en todo acontecimiento, coma regidor y castignder, Y hasta a Jos santos en persona en las batallas; pero no deja de notar, para citar un caso, cémo al presentarse Berengario para tomar pose. sién del reino, después de In mnerte de Gida, los partidarion de squél proclamaron trey a Lamberto, “porque los Ialianos siempre quieren disponer de un par de sefiores, para poder contenet a uno con el temor del otro": # que por lo demés e: 1a definicién de la sociedad feudal. Eran muy crucles en muchas cosas, alejados del interés profundo y abandonados s Ia imaginacién, pero no crédelos, antes bien perspicaces, sagaces, desconfiados, en lo que tocaba 2 En el texto: "ex iatimo corde ducens alte svspitis"; “non regoum sed ‘xcidium, non felictatem sed miseriam, non trivmphum sed. pemicien’ 2 Be-cl texto: “quia semper Tali geminis uti domiais volun, equations slterum altesios terrore-cohereest, e lt pasos muse cosas tertenales. ® : re Esto se hace cada vex mis evidente al pasar del at ds evidente al pasar del alto al bajo medion Se caigae It istoriografa profana progres, por efecto, cane ane S75, las huchas entre Iglesia y Estado, del movimicnts coer oe Teen contacto entre las diversas segones de Europe f con el Oriente, ctettera; que son a su vex efectos del desarolle, niduraci6ny sucdetaiaci te es pena, cal eee set Met hae cer ie vid Ni lave nel manta ee Gera aferaos a las concn los +a cocepincs de os pala ae pene Asan, de Orso, para los ces a hitons chats eee cbs des infnias males qu aligen ss hag ea tite s© puede decie que tome partido por el In eric, tampoco Lo tas sesucltamente por la Iglesia; asi como, en gen vio neta, las visiones tlases —elegidos y sépuobos—y de + pero denteo de ese particulares, otros partide, 178 "EN TORNO A LA HISTORIA DE LA HISTORIOGRAFIA clr flere, que van cespando ln press, segundos plano, de modo que la Inca eate Dies el Baklo queds ea legada al fondo se pierde un poco en lo indtemanado, on due se preupone sempre pro cay actividad y urge no es Ch el Animo,ensgo de a use sg hablando pero en lp gue ag) s pcs ntenamen, 0, polo mena, nos iss con I gi cea ul esti tan convencional como™piadoeo. Lo | ocupe um liga cada ver mis humid y nprcee ma rarumente Di seta de jor grado por causas segunda, ropcande les eyes. Tales, que n0 por interencén dicta y svaaconaria, Y tas hace menos dscsia y frida la forma Jel crnicismo, 7 lot mea requiten aul y alli wa orden dstint, es dei, en el fonda a jo inteligencs, y ue contrapone —sefaladamene desde el igiosy adelante el orden afi, 0 ntermo, al orden natural, ete © cronies; y hay quien ditingue entre “exponer ato por af6" 9 scan seg el ether dl coaterial histo! agrapat gen objeto, El aspedo gener de la historiogeafa cambia basantec pats fir I mids slo sore I lina, a6 enconteames ls eae tobre lor milagrosy To trsadon de fos corpo santos e biotin de obispo, sno cdncas de las comune, gitadns Pore aft had tos sefioresfeudales 0 hace el arvbisp, hci ef bando inperal¢ cl antimperial, hacia Min, Beomo'e Lodi. La tageia, oe dn fraba + Erchemperto,retorna con acento nk fuerte n Ie aaa de las hazafias de Barbarroja en Milén, que fué ttulada: “Libelo de te writenay el sor, de In aogotia yn trib, de ae pb y tormentos".? El amor por la propia ciudad usurpa sucho terreno al tenor or las cous celeste; y fos logis de Mild, de Bergan, \ "de Venecia, de Amalfi, de Népoles, resuenan en las pigioas de sa croists, ¥ se Mega poco a poco las vastas cna, ue por cto parten todavia de la torce de Babel, pero vienen a parar ela his toca del ciudad oe sconecimiento que mis eidamente habla secs y mejor emule In actividad del certo, y con el exter 1 Ea ol ten: “mb spat sais decibes”; “wb slo hit ae nae acct, ¥ Las tristiine et dolors, angustise et tribulations, pe ra natural en un hombre estudi ‘mismo y ordend que se difun: MLA HISTORIOGRAPIA MEDIEVAL, eee Jas bistorias y los erandes harbar As ei Se gn a Bf Jato gk Ca tits 2 acco oe ie pea ai ‘rafla de ls comunas responde, més setiamente mundane, mie format iam sen en sar nn 58 ei Se ee gp opt gu ma eo he 2 icin a Mann Beware i Mla Up J hay ei St om ol ai Senne Geant , habia inspitado temor a todos ellos elogian es el sélido orden politico, een na piacedié en todo con la madurez de la tazén;... come, ioso de Ia filosafia, que cultivé en sf iera en su teino, Claro que en la Epoca 180 EN TORNO A LA HISTORIA DE LA HISTORIOGRAFIA feliz de su mando habfa en el teino de Sicilia pocos hombres cults, © quizés ninguno. Pero el emperador mismo, a pesar de ello, fandé fn el reino escuelas de artes liberales y de toda ciencia aceptads,. de modo que ningin hombre, cualquiera fuera su condicin o fortisa, se viera alejado del estudio de 1a filosofia. por Ia carencia de los medios necesaios"." El Estado, la cultura profan, la filosofia, per. sonificados en el heresiarca Federico, obtienen de esta. mancta ‘po. deroso selieve. Y mientras, por un lado, a estas cotrentes politicas y de cultura se ues teorfas cada vex mis laicas acerca del Estado desde Dante, més atin, desde Tomis de Aquino, hasta Marsiio de Padus, y los primeros lineamientos de historia literatia —vidas de poetas y de hombres famosos por su saber, y del surgimiento de las Titeraturas vulgazes—, y de historias de las costumbres —como en algunos trozos de Ricobaldo de Ferrara—, por otro lado la escolistica, merced 2 los libros aristtélicos, se procuré peoblemas y conceptos, ‘que fueron como una primera y sumatia recuperacién del saber anti uo. El monumento de esta condicié de espicitu, en la cual se man. tienen las ideas medievales, pero los afectos politico, poéticas y filo. séficos y el amor a la fama y a la gloria manitiestan su vigor, si bien subordinados 1 aquellas ideas y, en cuanto era posible, reftenados Por ellas, s —no necesitamos decislo— el poema de Duate. Peto sin embargo esas ideas se mantienen, hasta en los imperilistas y adversarias de la Iglesia, y s6lo en raros espittus apunta una ne- jgacién de ellas, entre escéptica y burlona. La trascendencia, Ia pres ciencia de Dios que todo lo ordena, dispone y guia a sx voluntad, los premios y castigos que disciemne y ademés su intervencién mil ‘81052, persistea siempre en el fondo lejano, tanto en Dante como en Giovanni Villani, y en todos los historiadores y cronistas, Al terminat a siglo xv, se nos ofrece una curiosa muestra de la concepcién teold- 3 Ea el texto: “Vir fuit magni cordis, sed magnaaimitatem suam mul, gute ia co fut, sapientia superavit, ut nequaguam impetus eum ad aliguld faciendum impeller, sed ad omnis cum rations maturtate procederet; ‘tpote qui philosophise studious erat quam et ipse ia se coluit et im rao ‘suo Propagare ordnavit. Tune quidem ipsius felici tempore in tegno Siclae rtnt literati puuci vel alli ipse vero imperator iberalium artim et omais spprobatae scicatise scholas ia regoo suo constituit. wt omais conditions st fortune homines nullius occasions indigeatise « philosophiae studio 1: teaberentus” M. LA MISTORIOGRAFIA MEDIEVAL 18: ica en el francés Commines, donde ésta va del brszo de la mis saga y desprejuciada politica del buen éxito. A la mundanided, ica, vatiada y compleja, le falta su centro ideal de referencia; y por ello za mis bien vivide que pensads, y se mostraba mis bien en la iquers de les detalles que en el sistema, Los antiguos elementos de cuiturs, pesados del aristotelismo a la escolistics, no actuaton con fueres Isr sobie ide io que concordana «on el pensamiento cristiano, ya platonizado y dogmatizado en forma teascenflente por los padees de la Iglesia; por lo cual se ha podido nolar hasta un estancamiento del interés historiogifico donde preva. Jecia Ie escolistic, y un cootentamiento con compendios del tipo del de Martin el Polaco, que tuvo uso grande y amplisimo, destinados a servir pars citas con fines demostrativos 0 juridcas. Lo que s¢ equeria para entrar en una nueva época de progreso —se progress siempre, pero se llaman épocas de progreso aquellas en las que parece scelerarse el movimiento de tos espiritus y recogerse sipidamente los frutos madurados con lentitud durante siglos— era una negacin consciente ditecta, vivida y pensada a la ver, de la trscendencia y de lo milagroso cristiano, de la iscesis y de la escatologia: negacién ‘cxyos tésminos —vida celestial y vida mundana— habla acentuado sin duds Is historiografia del dltime perfodo del medicevo, pero Aejindolos en general subsist y proceder uno junto 2 oto, sin bon. tacto ¥ conflicto propiamente dichos entre elles Vv se narren ahora desde le declinscign dit historias universales, como las Ennéadar di orden eclesiistco tradicional. Las crénici tniversales milagrosas, de Necture de las gen supo moderarse en ‘Muestra todo esto bastante 284 EN TORNO A LA HISTORIA DE LA HISTOROGRAPIA bien, con abundancia de dtales,Fucter, de cuyo libro icétomin ahora algunas observaciones y noticias, rordenindolas y eon doles con otras ms, Ea i histoviograta poltca deine fe det medicevo la concep teolégca habe sido, como hema tclegnda al Gkimo plano; peo desde ahora yr no esti nse en el lt plano, y sia vees vuelven a ofc sus females 2 Gen jutamente 3 las invoaciones de Ia eruadn conta le Tee gl scpeino de Crit, que contuaan etoando prey adores, vensfcadore ytetéicos — continuaton durante te ih Peto que ya no encontraban corepondenia alguna en le so Politica y en las conciencas, y por ello sonaban a hucco. ¥ [ss sida dl tologismo, la sculaiacén de In historia, no ful capa Sélo ex Te picts, Givorcads de a plaza Corse, Porque si bien como suele ocutit, muchas intligeacas se diiieron netwalment hacia donde las Mevaba ef destino, o sa la nuevn ecesoed Y aunque ta polémica no siempre era desembazad, antes bier sc Todetbs de mille preccines,abundan testimonies que muesag el acuerdo de la prictica con Ia teoria historiogtéfica, Contes ef oa guema de as astro’ monarquias et Ia catia de un tec ta” Brave de a historia como Bodin, el cial combate deliberdonecy fl nveteado etre acerca de las eutro monarguas,* probands que ese esquema habia sido tomado caprichosamente dl leche a Danie, y que no correspondia de ninguna manera al cutso red deg hechos. Y’no seria superflun recoger aqui ls eapecriones ween de Maqusgelo y de Guicciatdini, que satin a teologs Ing tilagios{Guiciardni —éste es suicente— notaba que todas as elt Bones se Wahion venaglovato de tener milagros, » Swonces Bees oe Sen prucba de ninguna, y quiais no sean sino “secrtor de I natce, tle second ans se Bae ‘gen Porgu cs bueno yb hecho tener mal sere a oro pogie eal Ye gue “a menudo se ve lo cnteario", y las decsiones de la sigh divina son, en sum, insondebl&] Paolo Sarpi admite que ey “ple 3 teligioso pensamicato aribui ata divina providence dispose de todo acomtecimiento", pero le parece "presuncién” determes "h * En el texto: “inveteratum errorem de quattuot impeii Semejante disposiciia de los expfrinve rtig significativa que la abiettamente irreve © impetuosos; asi como son signifies , no sélo Bara eT medioevo —Valla, Flavio Biondi, 4a antigiedad sind Gam Galchi, Sigonio, el Beato Renano, etctters joo a ites a sutenticidad y of valot de las fuentes, ade Head una ténica de examen de fos testimonies y compone histo vias eruditas, Era pues muy natural que la nueva forma de la Pareciera un fetomno a le antigiedad greco-romana, asi tianismo habia parecido ua retomar la historia cerrado, merced a Ja redencié 4a cual publica y rests. historiogratia como el cris Edén —una vex n, el intermedia del pagauisano ‘medioevo parece, hoy a algunos una recaida en lof tiempos birbaros Prehekenios. La ilusia del cctorao se expresd ea el ale gene, sree sce, yen todes las otras. manifestaciones Ineraian Raales y de costumbres, que son familiares a los concce, dores del Renacimiento;y, en el campo especial que noe movemes Fee caplemes ver un cutioso documento de ello en ln difcdent que encontraban los filélogos y los criticos en critica de los textos y de lo atinente 2 Ia historia Pero el documento y sai © aot Sin cinbayg, al ulnar el patido eons) wae, Poti, se conn elvesgo de poner en contrat I tndenee idealizadora de las imigenes con la reflexion critica; de donde ese | reaekimlco # que debe hacer feate el clto por el medicare Mane Tado en superstcién. Fueter refiere un ‘agudo dicho fe Bane 2 Proptsito de uno: de los thtimes teprsetants sche dk la escuela tomintca, Giesebrecht, autor de la Hivonis il imperio Smo siador y clebrador de ls “vistades cistanorpeed, rat aca presencia y potencia propia de los héroes medieval sais Ranke defnié como “demasiado vil y la vex pect” Pony 41 puetlided, que es dado adveric ca ls Tuentes de as worn? 218 EN TORNO ALA HISTORIA DB LA HISTOROGRAFIA miento, y no ya en la forma de amor sentimental al pasado 9 csfuerzo para revivir un falso pasado, es lo que determina el cries con’seue i's de! eatfaulo ds ter intereses prictcos del presence, pero no coincide y no se confunde con ‘tos imtereses pricicos, y coatinuamente los sobrepass, aunque pasanso siempre a través y debiendo pasar por alli, so pena, si afi no lo hicera, de tansformarse en vacio academicismo. [UNA DEFENSA DE LA HISTORIA CONTRA LA FILOSoFiA BARKER? vuelve proponer los conceptos que yo he expuesto sobre 4 historia como historia no ya de un pasado muerto, sino de un passdo 3S EnNtsr BARKER, History end Philosophy (en la revista “Histo” de Londres. N.S. vi. 26, julio de.19aa, pes Brean) a7 MAROINALIA ito, ¥ por ello de un presets, y sobre Ie unied de filosofi ¢ hisoxia, scialando al fin a secsidad de ovientt ea. todo algo deere at sconcambrado la preparaciéa y la edvcacién de los historiadoren Polat fotenta resaurar a vei iden de pc filsofo va lt biaqueda de los universle el historndo ae be 3s ‘a breve tiempo y toulmente?; 2y son acato benéficas y rea formas que parecen realizarse de esta manera? UNA DEFENSA DE LA FILOSOFIA CONTRA LA HISTORIA AS! podria definirse un ensayo de P. Carabelese (La sora, en el vol. de ‘Seti filosofici en honor de B. Vatisco, lotencs, 1925, pigs 21-61), ‘oraue sa finalided consiste claramente en restablecer la disincioa cot Govotia ¢ historia, no come umbién ia admitimat aowocrn, exe oe Spo del momento sbsiacio —efleriu sobre la categoria sovccy 4c] momento conereto —juicio o relato histérico—, sino al que trata ece tan dificil justficar Idgicamente, como seein awente, icficéndola a algin ejemplo insigne, que Carabelese ha debido tenet delane, de un sacedote- fence, que fa consumido tada su vida sobee los efernos problemas sin sect Peles munca, 0, camo se diia valgarment, sia sacar nada ea linge No 's de extraiar entices que el autor, atento a defeader lo interacy de Js Filosofia profesional, 0 tenga ningsin sentido de lt difcclacts 7 de ies Lesbhinss que sun propivs Je ia historiografis, y m1 siquene tifica'con el hecho-documento”; que es exactamente lo opwesto de lo ‘gue yo digo, y de la distinciéa, que yo defiendo, entre becbos realseaday « Pistoria de los bechos realizados. Parece que quisicra umbiée cher de temporal y poco dialétca aquelle docttina mia, en la cual se ining fzPtestmente, sin embargo, en la advertencia de que la filosfie, cone sosia, se allan facra del tiempo y piensan el eterno preseste, ‘Weualmenee ‘hace despeciva referenci, como a cuestioner ocosen a les 214 MARGINAL conttoversins acerca del catdctercienifico 0 del intuitino que correspond 4 la hisora, ignorando que la intentads reducciéa de la hisecia a cieocia detivé como necesided Idgica del positivieme o naturism, ¥ que a seivindicaién del carcter initio. 0 entico ful la pimer, | fesistocia y reaccién contra el positivismo, la iniiada restauracéa del concepto de individualided y de espititalidad: cova bien distiaty, ear tonces, de cuestiones ociosas. La fata de sentido histrico, de vinéae sumbrada en ls dinuisicone de los pofesinales de la feof, y oes fiere« srs en gran medida ese tono que tinea de discerroinoporamo’ oh dpa aoa a = “cURIOSIDAD” & “INTERES” SUELE distinguirse entre as noticias que tienen interés 0 imPortencia, Y aquellas que son meramente curios, entre las investigaciones histircas | ‘movidas por el interés 0 por el profundo interés, y las impulsadas pot el expirita de ewriosidad. Pero la verdad es que las segundas soa movidas Por un interés no menos vivo que las primeras, que las noticias curonas interesan quienes interesan 20 menos que las otras a los otros, y que Ja diferencia no es de un mis 0 un menos, de uns mayor 0 menor imporancia. ;Cuil es, entonces, la diferencia? Esta: que el jocerés his. ‘rico es un interés de todo el hombre, como pasivis que se hace inte: lecto, en tanto el interés de la curiosidad es un interés de la imaginacién, smovido por el solo deleite de le imaginacién? Bisquese, en efecto, cl cr ol interés por cats © aquellas iadagaciones curlosts, y se encooteash cl variado placer de detenerse sobre la imagen de un lagar, de una persona, de un acto, de una costumbre, de una extravagincia, 0 de cual- ‘Quiet otra cosa. Pero en el historiauot se cucontaciy eu cambio, 4 Veutn, Ja soliciud por ea condiciéa moral, por una lucha politica, per un problema filos6fco o artstico, exécera; y en el mismo enudito 0 fldlogo, fn cuanto prepara los medios para la satisfaccién de esta necesidad, 4¢ halla el refejo de es seriedad del histriador: de donde su actitud de superioridad y de desprecio hacia los coleccionistes de curiosidades. Y ‘sin embargo no se pueden abolir tos, como no se puede abolit en cl hombre el placer de la imaginacién; y cada uno, més © menos, busca 2 En el original: “Sermo inopportunss : 2 Ske os “Plasses de in iapinaci” vse Frammest di cca, xv. [Teas uccda-castllane-publicada por Eovcaones Ina (Esice y Politics), Banos Aires, 1952. —N. del EB) LA “SINGULARIDAD DEL HECHO tsrOnicé” 275 slgunas novcias cations © goan con elles. Sélo en la economla social de ‘os srodios se justfica la tendencia restringie el dmbito de ta corivided y &lias el del iserés bistrico, asignat ua lugar rafecion jon"s coleclonisas de catiosidades y uno superior a lo historiadores y = tos erudite a lamentar la abundancia de las curiosidades frivols y le ‘caser de las severa investigacioneshistrics, a condenar hasta « aquellos (que se sbandonan al espiritu de curiosidad o fomentan el gusto de don tanto de temer por toda una soc 4s vide vienen siempre a recordar e inculat la setedad de lat indages cones himéricas— como por individuos en particulat, que se penton fn cutiosidades, aunque frecuentemente éstos, por lo demis, ao wbeine hacer mada mejor. Ademés no es malo que ocupe su lugat cone lor ‘otras indagaciones eruditas un cierto espitica de curiosidad, una cieree complaceacia de Ia imaginacién, para produc el oportuno telajamieare higiénico de la cuerda demasiado tensa. El desprecio por las curiosidades fe encuentta mis bien, en efecto, en los.fésiles eruditos, en los brides fil6logos,cerrados a las seducciones no sélo del pensamiento tino también de ln imaginacién, y n0 en los hiscoriadores, a los cules les es dulce, 4 veces, perder La sensatex en el momento oporsuna> LA “SINGULARIDAD DEL HECHO HIsTORICO" Ex libro de Thyssen * se vincula con el conocido de Rickert, y también, « cierto modo, con el desacredtado mamotiera de Spengler, que no a, por qué ¢s tomado rodavia tan en serio por los profesores alemancs Ty éauizds porque en sus hibitos y tendencias mentales hay mucho de 4o que ha Hegado a la luz en ef bodrio de Spengler?— Thyssen estina gue es neceatio abandouar 1a acostumbs de las cieaces ea siencias del expiritw y ciencias de la maturaleze, y proceder inicamente @esde el punto de vista légico-formal, extableciendo ta distincién entre ciencias que elaboran los objetos particulates del conocimiento segén las felaciones de igualdad y desigualdad, o sea. las ciencias empiricas, y squellas que Jos elaboran segin la contigiidad en el espacio y en el tiempo, que serian las ciencias Aistérica. La exigencia sélo. es juste cuando se ditige contra el modo material de concebir el espitit y la sacuraleza como dos entidades © dos cosas; pero no creo que aff la en 2 En el original: “desipere i loco” * Jonanwes Tievssen, Die Einmaligheit der Geschichte, Fine: geschichts logische Untersuchung. (Bonn, Colin, 1524). tienda el auror que, como Ricker, es en el fondo dualisa 2 tcoria del eoooceiento como smapen!—3 Al acepeai, porous pares em su sentido verdadero, no et posible sutras ln ulterior pregeene sos expcinales —en forma: mitolégica, como co las vies hice ‘ust ‘de a naturales; en forma crite, como aprotimadamente ty fevtamientos evolucionisas, desde Darwin a De Vries © a Bergson ot ‘cided, tome el apecto de cou exterior 0 natarslena. Thyssen 00 Wecet {ceuksot por exe camino, en ef cual se encontrar tambia con see Xs fineuleridad? que él reivindica conta la oritinalidad del heche Lac \Gtico tcorizada por Rickert, coincide con esa osiginaldad, porque to ue se scaliza cate diversas ciccunstancias es, por ello missin deen 7 Gene cariccr original. Con lo cual, jay!, se priva de sottén alos ane [Ge desubrimienoe de Spengler, admicables slo por el echo de gue ‘evan podido parser pesamientos auevos cots que han sido reo ie © imagicadss bastaotes vees en el cutso de los tigls. Yeedn mis Gignos Si todos los hechos son hechos, y la historia real na he pelle Proscindis de alaguno de eli, et claro que todos son, serda 0 haw ae pentados una ver histéricamente; y todos tienen la posbilidad de ser SPensados asi, cuando el espirita indagador considere eportuno whe + hacetlos promaces (Con esas obtervaciones criticas no pretendo menoscabar el mirito el libro de Thyssen, qu, dadas sus premisas, es un contexo de ending ‘fimamence ecrupulosos y @ menudo agudos,y ofrece uns nueva umes Sk bs Prolifided alemans, que deberia servi de modelo, , al menos de En esta obra de Thyssen, como en muchos ottos libros slemanes oe Flee ‘ofin que he podido leet, adviewto una cit restrieciga del hoviowey 2 En el igina: “Aabbild * Ea cl ocginal: “Einmalighst™ LA HISTORIA ENTRE LAS HIsTORIAS amr Pinircocentifco. Bien ek que se ce 4 Ricker, Dilthey, Simmel, Meret, que fueron 0 soa egregin pensadores, dignos de sax tt frecuatemente la mirada s los graades, «lot clisicn, 4 Schelling Cgatieeeh Por ejemplo? iCutatas de las cuestiones que shore parceen, arduas Y graves, se empequediecen 0 esfuman ditecamente « la’ ue de feleer los pensuinientos sobre la historia de Schlegel y de los oxoe rominticos? ;Caénto se podiia aprender de ellos ein hoy! La tazén de eto exth en la presién del scademicimo, que eleva = aloo astores,w dias palabras de la ciencia, x originales psiccnce floss, profesores contemporince, de los cals s6lo quis rlgere, seri recordado en las futures bi sabe que bos lomives orias que les interesan, y que un comercanee cue face, aun pare sus adentos, la historia de’le propia grande y doc, dencia al modo de un César Biroteat—— et tan historiadoro mes coc ‘antllos que han escrito, « menudo en forma fria e insula, scores de | grandeza y decadencia de Roma. LA HISTORIA ENTRE LAS HISTORIAS: LA HISTORIA ETICO-POLITICA Ya se he demostrado en otro lugar* que no se puede concebir una his toria sobre las historias, una historia general o total sobte las hrorin leterminar 0 buscar una historia que sea verdaderamente be Bisoria. La historia de la poesia y del arte, sepia te admite we he {rit pero to es la historia; y lo mismo se dice de la historia te Lk filosofin ode 1a ciencia. Por otra parte, fueron bajando aucesenene * Véste mis asia en ete volumes, parte, cap. vin uid 278 1a verde histori ee ho le Nios Se Bec contsado que 20 Ex io le moi Se der hori end ln main, sl ride pene ‘condi oes han respondide qe no esos ie hee ‘lain @ de In moalded. Eo cor cones nd wart oe uc aie sh Seda, exo ch que ent ns Neon ee sue toma I lige 7 declato sit mis Un Pres, Stl Becca pron, pan er, au ca cae cn ct fon lg, al ts loin xian sens ae ‘© pune nse egumene exigency co mi opinion, tae ene dnc, dfniey ekbonr 60 forma més exc ahora gue aes eonclnc mo soar eye de datermiodo grupo de iterans plizos 7 epost Ee save activi condi, 0 Crm tans ee pons yeas 0 como iniagndors de problemas perverse cone faa mons la itera de a vida mor ebinn cone che ha Y ae Yo Porm pare, pum impedes cuwesr is cea Con le Kira mortzame 7 con lama sors ee cee Y para indat ques masfecdn ‘nde impos ea ee ee Polit, he popuen lamar bitona dicrpolicn escineei fandom lato l hora dels Ciacci lal eas Guando se onside ln inporca de vide orl condo e seatan ue, aun ek cos comune, el vlr propio a bons so ee ce Special ance 0 contin eh ms hae eee sino ens adr morals expla iment or ul see na ak eniago es ligament une Riera ate as hiese deta son ineindible de sora, y moments eae Is moments de aces série, elede sobre It ots, 3, en el lengaj comin, a de as bisa se recone teins Comet bitsne ashe sclaan dee mann muchos sapces cee horognf rege i szinis de un jor waumieno dels hisors ment, rages © icone aque, no expla aegraments conto a ete 2 gua pare is dvemas popurns « evr del eee fe rte sci, o del Eeado emo tice, o fe ls Lett ents Se am hem ds Mt Sac Go en ass aed ee Y 010 as 2 Vésse en mis Elementi di polis, cap. at (y ahoca en Etica¢ polit’, Beri, 2943, pigs. 273-85 [Traduccién castellane publicada por Eorcionts Ia, Beenos Aires, 1953]); y ef. en este volumen, pig. 136 civilizacibn. La verde, ‘nie MARGINALIA % i 24 alto sical as historias las que les ful reconocda tl dgnidad, 9, LAS HISTORIAS NACIONALISTAS ‘ioulat 0 una acumulacién de historias particulares, sino una Filosoie de le historia, concebida como historia de la Libertad, 1a historia éico-poitca e¢ y no es a la ver politica, como es y 0 «4 la ver historia econémica o historia de la. poesia y del ane, pores cll, al par de toda historia, tiene por materia a todas las otras y por forma s6lo a si misma. Por eso sus héroes y sus, personajes n0 20a too personajes y los hérors de las otras historias, 0 sea que €t0s taabice fn la nueva relacién a que son llamados, nuevo aspecto y nucra cams soria; y Jesis de Nazareth y Pablo de Tarso resatan en ella més que ‘Augusto y Tiberio, y un Lutero més que un Shakespeare, y un Mazsiai sms que un Rosmini. Sus guerras y sus paces pueden 0 no coincidsr ‘on las guersas las paces de que se ocupa Ia historia politica en sentico stricto, y, de todos modos, tiene ella sus propias guetras y paces, dix. sintas de aquéllas referentes a la sucesién de Espaia o la hegemona ‘napolesaica, los watados de Utrech, de Tilste 0 de Viena, y son tambice, suerras y paces de predominio, pero no de meto predominio, Lat his rias meramente politics se dirigen, en primer lugar, alos diplomaticon, Y Jas militares a fos militares; pero la historia ético-politca se dirige & Jos hombres de conciencia, aplicados a su perfeccionamiento moral, qoe 6 inseparable del perfeccionamiento de ta humanidad, y puede vera. deramente considerarse como un gran examen de contiencia que ia hhumaridad reaza de ceando en curndo de si misma, en sa ava, cién y progres, a9 LAS HISTORIAS NACIONALISTAS SUELE ocurtit a menudo que la critica histérica no pateaca suficiense- ‘mente amiga del patriorismo 0 nacionalismo, v reciba bor ello mala aco sida y mal tratamiento, Para no it mis lejos, si alguien quisiera intentar hoy, en Talia, recordar que la historia de Roma no es la historia de Italia, que Jos ialianos actuales no son lor hijos de Roma, que la Roca del Imperio no puede representat el ideal de be fuer ye. grandee porque represenca en cambio la lenta e irreparable decadencia de una sociedad y de un organismo estatal, y owas verdades igualmente obvias de la critica histrica, se sentria de repente rodeado y envuelto por um oro musical de sonidos nada agradables. Razén por la cual muchos profesores nucstros de historia no sélo se abstienen de recordar esas verdades clementales, sino que se infunden coraje como pueden, y 2 ‘atreven a argumentar, en sus clucubraciones siempre docs, en favor de las opiniones >puestas, es decit, opuesas a la verdad. 280 MAROINALIA Al considerar que las cteencias, demostradas falsas por la critica his. ‘rica, ton a veces ejemplos y modelos que entran en la composicda de Ie tradici6o patria y domésica, leyendas y mito: que scompeien ¥ animan Ia acci6n politica y forman un todo con ella, al atgumennr ‘Por esto que la abolicién de ests imagenes, con la decepciéa y el vacio vendtia naeuralmente 2 meaguar el impeta y el calor de tuno s© ve Hevado a considerar que no es ilegitima la wo, iemea reacciin de la conciencia poituca y. nacional contra la critica Hs. ‘Sie Por otra parte, considerando que la critica no puede renuncag « hcer de critica, y no puede acnar en forma discordante con su propia saturaless, nos encontramos ante la otra conclisiga, que historia y policica prictca, critica y pattiocismo, se hallan en intimo contrave cave si y dan lugar a una ancinomia, cuya Gnica solucién es el silento que debe imponerse la cttica por amor a la patria tacional, y el libre curso oxorgado a las falsificaciones zadas y a realize, FEL presupuesto Iégico de exta soluci6n, que, opresiva y absarda como cs 90 puede considerarse solucién en modo alguno, es que el mito es wea cosa necesaria para Ia accién. Pero para la accién es necesatia le vetdad, de 1a cual el mito mismo no es sino la forma impesfeca, turbia ¥ provisoria, eficaz y benética dnicamente por el elemento de’ verdad ‘ave opera dentro de ella: de modo que no es de temet que la critica, que 10 abate algo sino sustiayéndolo, y sustiuye Ia temiverdad del mito y de la leyenda por Ia severa verdad de la historia, Uegue a debiliar Ja acci6n, a In que en cambio fortalece y hace mis ¥ segura. Si la historia romana ‘no es la historia italiana, existe sin embargo una historia italiana: si lee italianos de hoy n0 200 los hijor de Roma o Jo son al mismo tiralo que otroe pueblos de Eutopa mo. derna, tienen sin embargo sus propios padtes y abuelo, y bastante dignos se reverencia; si la Roma del Imperio no es un ideil de sana vite politics, cal serd en cambio la Roma republicena de los tiempos heroics, 1 ots edad y momento histrico; y si también, como caso extrema, la critica histérica quitase « un pueblo el apoyo de toda pretendida tm iciéo, si demostrase que es un pueblo totalmente nuevo, no por ello Je quicaria te tadicién histérica general de la humanidad, que bas, para permitirle obtene:, segiin el dicho de un exctitor antigno, ea fobleza que comienza en si mismo, en tanto en los otros tecmin ¥ 90 vale ia pena tecoger la objeciéa que le hacen hombres inci- paces de elevarse a ta verdad, y a los cuales es neceserio dejar que 1 ya que es claro Jes suministre el mito, que con todo es stil a su manera; eta DESCRIPCIONES DE LOS CARACTERES DE LOS PUEBLOS 282. Sh, cttes se ditige « aqueioe que eatin én condiciones de elevarse Tm teriad, 0 sex de educarse,desarrollae y creer, y si ces sect ismwables ante sus esfueraos,éstos otros consderarin que el mine ee T rendsomveniente y se beberin por buen vino el vino altende de Pats los alos y Joe adultot-nidos parecen hechas las historias patrés eas y nacionslisas, que tan poco satisfacen los énimos sedienros ie pra verdad. Decia Pierre Bayle que “la perfecciéa de una historia sows siste en que desagrade a todas las sectas i ‘wus ciert solicieud afanosa suya, 2 deter, Fis Piginas leoas de unciéa por Prusia, los Hohenzollen yl viejo ‘Biche, ciettos acents ¢ inflexiones que tiene, y que me hacea pense po en un historidor sino en un cara que ayuda « misa? Ewa coon, tiencia debe, por el contrario, sugerir el propésito de ahorrar « los Sa fasidio, shotrindose 4 la vex a sf misono la pare y el papel dc closo demasiado celoso de su deber, o del pillo que ao ecpha 4 nadie, del pillo que es a la vez un ingenuo, LAS DESCRIPCIONES DE LOS CARACTERES DE Los PUEBLOS cGUAL sel earicter de un pueblo? Su historia: toda su historia y nade puis cue su historia, Le coincidencia es, en este cao. perfec, o, set bien, ao se trata de coincidencia sino de identidad. De Ix misma saree Gafore de un porta ex toda su obra poétca, y nada mis que toe Cuando se describe el caricter de un pucblo en esta 0 aqucls edad, 22 MARGINALIA sch aba tis aoe pe nas festa —7y con he eon dei png cgaramia Wacken, de obs aoe be faa, ont pon oe Nes Yio embargo, Bane & menudo se ce ea eer de spun casket de an plo dens Money conus se mats Gin sine de nese depute eo eh wee ya tet hes monte, ce ue nas or oe cel caticter se da como ya formado, no puede seguirse ‘Ainguna nartaciéa bis, Lv stint So sn tn tar na cacy defn ules pn de ean scene na AU prone el cree, enone sans foe se ft vo qu dow! duets extn a pean en? slo iden, haem de lt dein deb ence tan Pes, y no vn on ct vo bln que es asia ge Carver en dsp cone Hise a tian de amet, en tat hur impose I htacogl {ie al miso temo sist eatiad opal, ae Lettie de un pte senpe mal ee vse ae Cian nea eal poe clos aes oe on Is siente inadecuada, superior rior a la ver a la propia y efectiva ve sitet como ths rsh ence @ tapi erases cil coed por ets dees dawn ewe ser ee tad hn sya snr ecojne dem obs ga ot aes formas sca ke meth y gue at ce vedo a a 4 condo de un aunt Ys ergo Se Ws nek tac fr I comin owape del palo sane pee aoa Hin it se pie tm elo ae rae cee tee isin topean Sek exeicen here's eee Fema cn cet mei indices y por le veale Si Sli crit 7 penal ne seo ural to iy al oma ep lessons 9 tas pr vende, oo sal exuens + fae eke ceptor: dado qb el psho say cers sine we lt wife mln, so ae enna hod 4 yeaa ¥ de la misma manera formula previsiones, recibe desmentidos de los » comport tepecto de €l conforme # la falsa iden que se’ ba forsade, | bnechos, 2 veces no vin dafos de otra maruralces. Y coafiess luego que I no bubiera esperado nunca que-pudiese-ocurrir al cosa: mientss ‘© ‘quella sutileza que, sin tal presupuesto, © expondria « no ser entendida en su verdadero valor y, ficiineny aceprads, seria parejamente abandonada y olvidada con facilvdad, En exe sentido, recomiendo 1 los lectoresitlianos libros como fate de Bases ©, Jo que es lo mismo, hazo votos paraie Ine penfeoner rete ‘historia se exfuercen en instru a sus alumnos acerca de la metodologia dde su disciplina, aunque sea en la forma preseatada por Bauer, fileed, ficamente poco elegante pero propedéuticamente benéfica. Eq itis ae hs hecho mucha filosofia en los dltimos veinte aos, y por ello se haa ichos conceptos filoséficos generale, epe- Gialmente los mis comprensivos y genetales: y el temor que tor anita desde hace algin tiempo —y la observacién me demucstts que ao e infundedo— es que esos conceptos, al pasar de boca en boca ¢ ine ‘aciando del recuerdo del proceso histérico de que han surgido,pietdan, juoto con el peso originario, la originatia potencia, LA “DIVISION EN PERIODOS" 2 pay dna gins Hen fod hay I nen 4: iin en pve bn con tl ee lt, ee or tare de al Ss ae eS, {ps4 rpc, ete Son pla en eae a ea li srry hen i ee sepa et Ina, por diy a Heat's eae, ea Gel hur, Goeeran mongia ea hace ape ee | tata» pions gw ano ue ee onl, y que por ello mismo versa sobre algo particular y posee un objeeo bien determinado y definido, Y quiere dect, por consiguiente, averién hacia) compilaciones que evan fene nombre y que no es, en cambio, més que un bloqu: inanimado 2 Kant Hevas, Altertm, Mitelaler und Newzeit, Fin Beitrag. zum Pro- blem der historischen Pesiodisierong (Tubingea, Mohs, 2921). 290 DMARGINALIA y accidental de aspectos partculares. Y peor incomprensiGn serfa si el ‘aricter monogrifico de la pura historiografia se interpretara materal- ‘mente: como si vna historia de ua acomtecimiento deverminado, que se hha cumplido en pocos afos, digamos veinte, fuese monogrifica, y una historia, pongamos, que abarque muchos pueblos y muchos sighs, o direc- tamente todos los pueblos ¥ todos los siglos documentables, no fuese tal. El caricter monogrifico, como se ha dicho, se halla en relaciéa com Jn deverminarién e individualidad del problema a resolver, y se contra pone a la historia compiladora, que a0 contiene ningin problema, y & # lo sumo, un cusdro panotimico, También en la historia de una determinada poesia 0 una pintura, el caricter monogrifico esti dado por el problema —problema critico-stético— que se tama de resolver, yy no por la unicidad del objeto, el cual, tomado materialmente, es siempre tuna moleiplicidad y puede dar lugar a historias compilacoras y sincreistas, LA HISTORIOGRAFIA MEDIEVAL (QUIEN busca Ia verdad por amor a la verdad, cuando ha expueso los conceptot a que ha llegado, entiende siempre haberlos propuesto a le discusién, ext es, espera que los demis los verifiques, los confirmen, ys si es del caso, valiéndose de su trabajo, los retoquen 0 los conviertaa directamente en lo opuesto: las dudas que lo han estimulado a la inda- fsacién, no pueden no continuar de un modo nuevo su teabaje aun tuna ver terminada éxa, De donde el poco gusto que experimenta en la acepaacién laudatoria o pasiva y en la resonancia material de los propios conceptos. Digo eto para tignificar que, no babiendo enido hasta hora el placer de ver extminida en detalle la histoia que intenté presentar afos atris de las épocas principales de la Historiografis, me hha resultado: muy grata Ia notta del sefor Viécardi, que somee a ‘examen algunos puntos de mi juicio en tomo a la historiografis me- dieval. El agrado no merma en absoluto por el efecto poco persuasivo {que sobre mi han tenido las observaciones de Viscardi, porque ésts, como se comprende ficilmenre, me han ayudado en todo caso a repensar, bajo el estimulo de nuevas objeciones, mi pensamiento, Viscardi, al notar que yo me he ocupado en establecer el “caricter ‘eeneral” de la historiografia medieval, declara “demasiado peligroso fl queter forzar « Ia realidad para hacerla entrar en un esquema inexo- rable", y recuerda que et medicevo tiene n0 sélo a los ascets, sino 2 Antonio Viscanot, Un gindisio del Croce salle stoviografia medievale (ea "Atti del R,Intinto veneto", ¢ L0G, parte m, afo 1922-25). 1 emer tn: también 1 lot goliardos, etcétera. Confieso que ésta es Is ilkima de Jas censuras que hubiera esperado, porque eas historia mia de la histo. riografia estd informada por el concepto de la constants vnidad et cespitita en todas sus épocas,y considera los caracetes que de las divessss pocas se establecen, como caracteres de tendencia 0 de proomine. ‘Ademés el capitulo sobre la historiogratia medieval tiene, en 208 pein smeras lineas, ln advertencia de que n0 se deben “concebit las épecas ‘en forma simplista, como si se sravicran estrictamente a las determina, lones seouiadas ea. su caracterizacion general’. Pero lo cuniow es que ‘Viscardi busca también por su parte el "pensamiento predominante” ‘en el medioevo, y cree poderlo establecer, 20 obstante —dice— los infinitos “hechos” que lo contrarian. Esto, por lo demis, es tal vez dema- siado: un pensumiento predominate contra el cual se suscten “infic nitas” rebeliones, seria un caso exafio de predomini, Pero no deseo “chicaneat"* sobre palabras, y comprendo bien que qui Viscardi no queria decir lo que la palabra excesiva le ha hecho decit. No cbstante, gpor qué razéa él, por au parte, toma la palabes indiferencia, que yo wilizo pare explicet la actitud critica medieval, yy la interpreta mal, como si yo hubiese alguna ver pensado ea negas la vivacisima personalidad de los historiadores 0 de los ctonistas medic. vales? ‘Mi capitulo sobre la historiogeafia medieval describe cn vacias oportunidades exe apasionamiento; 7 Viscardi mismo admite ademis ‘que Ia indijerencia de que hablo, se refiere solamente a la actirud sctitica hnacia los hechos de la historia humana como hacia los de la naturales, (© mis bien hacia ciertos érdenes de estos hechos. A mi me parecié que la tazén de tal actinsd debe encontrarse en el deficieate © exeaso interés 4que se tenia por la indagacién de esos hechos; deficiencia 0 falta de interés que, en sltimo anilisis, e refiere a la actitud del espitita me- dieval, dominado por la tascendencia y por ello desinteresado, en cierea medida, del conocimienty particular y exacto de exta parcela que nos torna feroces? de esta parcela que no era para él la realidad verdadera ¥ eterna, porque sélo era tal el otto mundo. Viscardi sostiene, en cambio, que la razéa de esa falta de espitina critico se encuentea en la teoria gnoseolégica de la Filosofia medieval, objetivista y, por ello, receptiva; y dado que nada hay para ella en el pensamiento que no eité antes en Ja realidad? toda conclusion a que el pensimiento legue —cuando no sea critcable desde el punto de vistz 2 En el texto: “chicaner” 8 Wéase La Dizine Comedie, Par, 200 * En el original: “in te". 292 -MARGINALIA formal— debe ser tomada como definitiva, y esto conduce « emublecer 1 principio de sutoridad, que impide la critica. Esea explicacién serk vinjosa, pero dudo que sea verdadera, porque de la gnoscologia ‘ycivsta del conocimiento no se deduce en absoluto el principio de a suroridad de las personas, sino al contrario, el principio de le auto- Tid de ls cosas! de los hechos; y por ello esa gnoseologia es propia jel raruraismo. El principio de autoridad se funda, en cambio, sobre Rises Fir ceSerNiea ant Vecard! feel beatae lespas con un poco correcto —légicamente, poco cortecto— también, es decir, sobre la reverencia por la antigiedad clisica —y se podria decis or lu pulabra excita en general, ya que Ia reverencia particular por la sncigiedad clisca, y la parcial fata de espirtu critico que ésta determina, von amaceres notorios de la historiografia del Renacimiento, 0 éel priv nwo y mis ingeauo Renacimiento, Pero Zcudl et, por lo demés, In nesis Topica de esa reverencia?; y Zeémo se mantiene la observancia | eutoridad? Viseardi no ha hecho ests investigaci6n, ni la haré yo aqui, 0 mis bien no repetiré sus resuleados. Baste deci, et pocas palabras, que Ia auroridad nace de la fe o de la presunciéa de que quien Jus suministrado muchas veces la verdad, deba suministrarla tumbiéa veces, 0 siempre; y que se recurre a esta presunciéa o a exta fe las cosis que no podemos verificar actualmente © que no ns ineresa ar. Es asunto de experiencia cotidiana que lat cosas que verda- te nos son vitales queremos verlas con lof ojos y toca con Js manos, para asegurarnos bien de ellas; y, en cambio, para lat otras, csvamos dispuestos a remitiaos a los compesentes © los presuntes spetentes | desmoronere Ia teoria propuesta por Viscardi, se desmoronan también las otras objeciones secundarias que é formula; y queda en- ronces confirmada, ¥ no conmovida, Ia explicaciéa ofrecida por mi, wal, por otra parte, me guardo bien de considerar como conciuids y BL ROMANTICISNO Y LA HISTORIOGRARIA YOnRIES? ve atiene estricameate al significado del concepto de romen- fovismo, restringiéndolo a lo que s¢ suele Lamar el primer grupo o la primera excuele romantica, Is de lot dos Schlegel, Novalis, Tietk, Caro- * En el original: “res”, * Kunr Bones, Die Romamsit and die Geschichte, Stadion zur romanti- EL ROMANTICSMO Y LA MisTORIOGRAFIA linn Sieg! y Dorotes Seeing, pre, Scikermcner Y alsin ove, enue los cul todo el epi domienne & a hae Cena, puede vee reproeniado en Frisch Sn Shee ee csiddom 7 exact secon de les acess ee tenemos de tos de usin meen corn, ee tetcin 7 cucrncioner de mucho ines wot © habe ae oe os or dm eet soo sane eg ae ex tab el fmncane, © gue —anmo me wn mane scars shors en pais 20 alemsans onthe sleet tire tnce 7 dopecce vanmene Boia det jum tee te ide eztal de hoy, en el sre, en i Gech yen pli na 1 enable in el somaicine™ Pero abla enh dupa sre Doar, cn signo de lr romdaiconmsmon que ar ro de homie ‘= dipeus en fragtenton,j6vemilne) no ies mda wages cu uoe pertoducin de ides, y's haces sap el hui de Ditace ‘she ie for tena de Pedch Schlgch gue en une “pen tak de cuerpo sin enuceo Gn” Las tml qe els atojaton furan tun nuneroms “como se ve tmbin por a expontion te Bois co bees boar el dco de gun, fan «2 emai t=, cir pints catdo cll del tmandchno, nen 090 Cem stow hinttcedson, ger sme open Sagas ide, oe dpa de lees, yongan cn ie ms moose ened Y wnclen es verdadero antceenes 74 tt comments Exe debe tac, sobre od, pat a concen de a hsora 0 meine pars wor de la ioriogai, eo clos ross y Pocincs Schegl si ahs, rectatan, con igual dn, «aqulo« quenes Bana be Stator abies yee Méraeloes bei aS como lan see. ilo pars + sence 9 toe pts ¥ she tacos hiro, yafemaba ie inven vida de flonta = Nora 7 amie no legs s dtm ben en Mga, 72 fo sala bie en la hsorograia yen ef sn embargo 90 dork em quipcn tacos coneumglende cera gee bier 'y ue no ten co shsluo de eaucia ea aso Pen lice Cl domino de shorn cl dominio timo de sla human er scien le hia en sane: Iguaneare me ple gue Boss bers tearado cnt hein del Wien del honbse de cen Ios romintzos de In priers dpe: ys0 repo por la flosia rele que diron al flog hermanindolo al pws y al ibn Ganda lem cept de Ferihegy se Sete soe = tiles ser le himaiogaa anes “Has pcs 20 on Polen 294 MARGINALIA rte reg Stare ine ae tos bre ct pre's tpn, sts ape maa Se weloes alee decar Tou Lina lt Gc besa ive) Y flo en tia con is Manda ENre fol el oa Be] tee eect cert” Sean oe eo ee ‘is ce vpn, colt consid nnn? Nats hoes ea] Seetau ee os mea oa al espiniit Bumiano de 14 una teralidad de Tas opiniones y de los gustos, como el alternar con el esp itu de otras naciones y de ouas épocas. Esto eleva gradualmente @ ua ‘modo d€ pensar purimente humano, a un modo de sentir puramente ‘humano, ya que del conflicio de las opiniones contrastantes saree ln _/ permanente verdad.” Son concepros que tienen sus antecedentes y sus consecuentes, y es oportuno considerar cuinto los intenificé profin- dizé el romanticismo, sin dejar de notar en qué confusiones los dejé luego extraviar 0 contra qué obsticulos chocé sin lograr superatos Un efecto de la elevada conciencia histérica de los roméntios fué también su cxropeizmo, superior s las exigencias del espiritu de los Pueblos y de la aciém, que con toto sintiro, pero que considerston ‘como momentos o antinomias necesarias y benéficas en Ia unldad del ‘espiris cristiano y europeo. Igualmente; la concepcién roméntica del vlor de Is individualidad y de la originalidad individual, no obstante sus desviaciones pasionales, sentimentales y sensuales, representa una adgui- sicién definitva de la filosofia moral, y ya recibia una profunda elabo- racién especulativa por parte del amign de Friedrich Schlegel, Schl ‘macht. Av cuando su pensimiento se exprese con extravagaacia fantistica lindante con lo cémico, como en el dicho de Novalis, de que “los soldados tienen uniformes multicolores porque son la florescencia, el Estado, Jos entusastas laicos"; 0, paradojalmente, como en el otro dicho del mismo Novalis, de que los reyes ton tanto mis reyes cuanto mis indiferentites y cinicos son; no es necesatio reit, sino a Jo sumo sonseir y stender al pensamiento serio, que se exptesa en estas formas ‘exraias, Se podri también sonreit de Friedrich Schlegel, que canta un himno a la democracia, pero luego quiere que en ella se establerca una ‘egitima aristocraca", elegida por el voto popular, guiada por el cti terio del mayor “acercamiento de la voluntad singular a la voluotad absolua colectiva’, y, mis ain, una monarquia; pero seni necesstio observar ademés que Schlegel, que al escribir ssi pensaba y n0 bro: ‘meaba, reconocit « su manera la inescindibilided de los eres momentos, democracia, aristocrcin y monarquia, en todo organism social. Como también lo ve claramente Borries, ese romanticemo fue un T BL KOMANTIGSMO Y LA HISTORIOGRAFIA 295 producto de exquisia cular, y por elo ripeubs y promovia Is cultura ¥ veneraba Ia historia. Y esto marca Ia profanda diferencia y divesidad Feipecto del romanticimo de bor, gue, en su mis bullanguera manifes- tacéo, puede denominarse fateritmo, el cual een cambio, un hecho de incatora un movimiento de hombres excess de Ingenio y privados de 1s disciplina en que ae esferss el verdadero ingenio; y por ello ée erernnee 9 fnerento. no enarce miente de ideas que fracificarin: produce en cambio, pura y simple: meme, inseasteces y exavagancss, como tos pueden vet ‘Una cient relacign ente aque primer romanticismo ¥ las modernas escuelas potticas y artisticas, desde las decadentes a las futuristas, se halla, eo: cambio, ea Ia calidad de are y poesia que se coli, tanto 0 cas como en aquél Borres pone el dedo en ia lags, en lo qve Concerne al arte. de aquells roménicos. Quran «llos Un an st, ‘ua arte eligiouo, pero'90 poseian Tor elementos dinimicos pare hacel. “La connocién ranintien cs norslomennl, ao o4 conmocien peimiiva rerlebnir)= por ello x intensiva y #4 vee extaoedinariamente tier, Los rominticos mismos hublaban de sewido y consian ua tisema de senidos. Pero caando eran necesarion, en cambio, elementor, éstos requerian algo en. gue apoyars. La resonacia y la smpatia se ttansformaron ea sa segunda naturales. La clean dionsiach de sot riento no surge de In profundidad del mindor of exci consent. “mente y 20 piere, deecindowe, sobre Ia playa de la concienia,sner de haber fecundado artista oreligiosamente. Pero el hombre dowisiao- ‘lemon funen el clement primitivo de le msi el ritmo: vive en lo iximo, 4 conmocién restena en impresiones musicales. Exe defeco se mesa Claramente en todos los romdntcos, desde Teck, Novalis, Schlep, hasta fos Brentano. Y agui se ve abieramente por gut ey etfGaeo entmerst 4 Hildelin entre los rominticos” (Pagina 16.) 2No parece que esa Gescripciin del deficente ace romintc, privado de cto. profundo, ofreaca el ecto del ate de aueston decadenes 9 fatuisas © precur sores del furerismo, como Pasoli?

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