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JOSE VASCONCELOS sO ~-OBRAS DEL MISMO AUTOR ALEESS | edith LA RAZA COSMICA | PITAGORAS.—UNA TEORIA DEL RITMO.—Agotado. 4 ; MISION DE LA RAZA 4 EA, Cultura. México, 1920. THER OAM | PROMETEO VENCEDOR. ERICANA 4 MONISMO ESTETICO.—Ed. Am 1922,— Agotado. es 7 ESTUDIOS INDOSTANICOS.—Ed. Calleja. 1920. am NOTAS DE VIAJES A LA AMERICA DEL SUR a EN. PREPARACION PROSAS Y ENSAYOS a 4 AGENCIA MUNDIAL DE LIBRERIA 14, RUE SAINTS PERES.—PARIS | Inst TUTO “DR. MORA” | re 2.0510 / ENE. 1983 Tmprenta Helénica, Pasaje de Ia Alhambra, 3. Madrid PROLOGO ORIGEN ¥ OBJETO DEL CONTINENTE.—LATINOS ¥ SAJO- NES.—PROBABLE MISION DE AMBAS RAZAS.—LA QUINTA RAZA O RAZA COSMICA i Opinan gedlogos autorizados que el continente americano contiene algunas,de las mas antiguas z0- nas del mundo. La masa de los Andes es, sin duda, tan vieja como la que mas del planeta. Y’ si la tierra, €s antigua, también las trazas de vida y de cultura humana se remontan adonde no alcanzan los céleu- Jos. Las ruinas arquitecténicas de mayas, quechuas y toltecas legendarios, son testimonio de vida civili- zada anterior a las mas viejas fundaciones de los pue- los del Oriente y de Europa. A medida que las in- vestigaciones progresan se afirma la hipotesis de la Atlantida, como cuna de una civilizacién que hace maillares de afios florecié en el continente desapare- cido y en parte de Jo que es hoy América. El pensa- miento de la Atlantida evoca el recuerdo de sus an- tecedentes misteriosos. El continente hiperbéreo des- aparecido, sin dejar mas huellas que los rastros de vida y de cultura que a veces se descubren bajo las nieves de Groenlandia; los lemurianos 0 raza negra del sur, la civilizacién Atlantida de los hombres rojos; en seguida la aparicién de los amarillos, y por tiltimo la Civilizacién de los blancos. Explica mejor el proceso de los pueblos esta profunda teoria ocultista que las elucubraciones de gedlogos, como Ameghino, que 2 Jost VASCONCELOS ponen el origen del hombre en la Patagonia, una tie- Tra que desde Iuego se sabe es de formacién geoldgi- a reciente. En cambio, la creencia en los Imperios Gtnicos de la prehistoria se facilita extraordinariamen- te con la teoria de Wegener de la traslacién de los, continentes. Segiin esta tesis todas las tierras estaban unidas, formando un solo continente, que se ha ido disgregando. Es entonces facil suponer que en deter- minada region de una masa continua, se desarrollaba tuna raza que después de progresar y decaer era sus- fituida por otra, en vez de recurrir a la hipdtesis de las emigracionés de un continente a otro por medio de puentes desaparecidos. También es curioso adver- fir otra coincidencia de la antigua tradicién con los datos mas modemos de 1a geologia, pues segiin el mismo Wegener, la comunicacién entre Australia, la India y Madagascar se interrumpié antes que la co- municacién entre la América del Sur y el Africa. Lo cual equivale a confirmar que el sitio de la civiliza- cién lemuriana desaparecié antes de que floreciera la Atlantida, y también que el ultimo continente des- aparecido es la Atlantida, puesto que las exploracio- nes cientificas han venido a demostrar que es el At- lantico el mar de formacién mas reciente. Confundidos més 0 menos los antecedentes de esta teoria, en una tradicién tan obscura como rica de sen- tido, queda, sin embargo, viva la leyenda de una ci- vilizacion nacida de nuestros bosques 0 derramada hasta ellos después de un poderoso crecimiento, y cuyas huellas estan atin visibles en Chichén Itza y en Palenque y en todos los sitios donde perdura el mis- terio atlante. El misterio de los hombres rojos que, después de dominar el mundo, hicieron grabar los preceptos de su sabiduria en la’ tabla de Esmeralda, alguna maravillosa esmeralda colombiana, quea la hora de las conmociones teliricas fué llevada al Egip- to, donde Hermes y sus adeptos conocieron y trans- mitieron sus secretos. 'Si, pues, somos antiguos geolégicamente y tam- bién en lo que respecta a la tradicién, 2edmo podre- mos seguir aceptando esta ficcién inventada por nuestros padres europeos de la novedad de un conti- nente, que existia desde antes de que apareciese I tierra de donde procedi idores y ie: tema de procedian descubridores y reconquis- La cuestién tiene una importancia enorm quienes se empegn en buscar un plan en la Histo: ria. La comprobacién de la gran antigiledad de nues- tro continente pareceré ociosa a los que no miran en Jos sucesos sino una cadena fatal de repeticiones sin objeto. Con pereza contemplariamos la obra de la ci- vilizacion contempordnea, si los palacios toltecas no nos dijesen otra cosa que las civilizaciones pasan, sin dejar mas fruto que unas cuantas piedras labraz das puestas unas sobre otras, o formando techumbre de béveda arqueada, o de dos superticies que se en- cuentran en angulo. 2A qué volver a comenzar, si dentro de cuatro 0 cinco mil afios otros nuevos emi- grantes divertiran sus ocios cavilando sobre los restos le nuestra trivial arquitectura contemporénea? La historia cientifica se confunde y deja sin respuesta, todas estas cavilaciones. La historia empirica, enfer- ma de miopia, se pierde en el detalle, pero no acierta a determinar un solo antecedente de os tiempos his- toricos. Huye de las conclusiones generales, de las otesis trascendentales, pero cae en la puerilidad de la descripcién de los utensilios y de los indices ceilicos y tantos otros pormenores, meramente ex: temos, que carecen de importancia’si se les desliga de-una teoria vasta y comprensiva, ES jo un salto del espiritu, nutrido de dat damos una vistén que nos ievante por encima’de le microideologia del especialista. Sondeamos entonces en el conjunto de los sucesos para descubrir en ellos una direcsion, un ritmo y un propésito, ¥justamente nde nada descul y seco! ia re el analista, ei sintetizador y insayemos, pues, explicaciones, no co i novelist, pero'st con una Intuicibn que se apoys en Jos datos de la historia y la clencia, raza que hemos convenido en Hamat prosper6 y decayd en America Despues de un extn Ordinario florecimiento, tras de cumplir su ciclo, ter Mminada su misién particular, entré en silencio y fué ie i id A ac, Jost _VASCONCELOS a decayendo hasta quedar reducida a los menguades ‘azteca e inca, indignos totalmer tnbgua y superior cultura. Al decaer los atlantes la Givlizacion intensa se tasladé a otros sitios y came de estirpes; deslumbro en Egipto; se ensanchd en la ‘Grecia injertando en razas nueva: f ezeldndose con los ravidos, produ el Indostin, ¥ a la vez, mediante otras mezclas, cr itura ele fa se funda el desarrollo de la civi nice Fe ental europea, a cvilizacién blanca, que fal expandirse lleg6 hasta las playas olvidadas del continent americang Pat, Tenemos entonces Tas recivilizacién y repoblacién. 30s entonces Jas as y los cuatro troncos: el negro, ¥ GTmongoly el blanco. Este timo, despues de ora: nizarse en Europa, se ha convertido, en invasor Get Mundo, y se ha creido llamado a predominar lo mis: To creyeron las razas anteriores, ae Poeoca de cu poderio. Es claro que el predominio del blanco sera tambien temporal, pero su misiOn es Siferente de la de sus predecesores; su mision es set- virde puente. El blanco ha puesto al mundo en si- Macon de que todos, los fipos y todas las cultures indirse. La civilizacion c Binatos organizada por nuestra pact, na puesto las jales y morales para la uni pases en una quinta raza universal, ruto de las an- teriores y superacin de todo lo pasado. nam Ta cultura del blanco es emigradora: pero no fue Europ en conjunto a encargada de incia ln telnen “én del mundo rojo a las modali d Balt preuniversal representa, desde hac los por el blanco. La misin trascen rrespondio 8 fas mas audaces de la familia europea; jas dos farpe humenos mas fuertes y mas disimiles: el espafiol y el ingles. tiempos, desde el descubri- ueron castellanos y briténicos, para incluir por una parte a los ra al holandés, los que consuma- Desde los primeros miento y la conquista 0 latinos y sajones, portugueses y por 0 LA RAZA COSMICA 5 ron la tarea de iniciar un nuevo periddo de la histo- ria conquistando y poblando el hemisferio nuevo. Aunque ellos mismos solamente se hayan sentido co- lonizadores, trasplantadores de cultura, en realidad establecian las bases de una etapa de general y defi- nitiva transformacién. Los llamados latinos, poseedo- res de genio y de arrojo, se apoderaron de las mejo- res regiones, de las que creyeron mas ricas, y los in- gleses, entonces, tuvieron que conformarse con lo que Jes dejaban gentes mas aptas que ellos. Ni Espafia ni Portugal permitian que a sus dominios se acercase el saj6n, ya no digo para guerrear, ni siquiera para to- mar parte en el comercio. El predominio latino fué in- discutible en los comienzos. Nadie hubiera sospecha- do, en los tiempos del lando papal que dividid el ‘Nuevo Mundo entre Portugal y Espafia, que unos si- glos més tarde, ya no seria el Nuevo Mundo portu- gués ni espafiol, sino més bien inglés. Nadie hubiera imaginado que los humildes colonos del Hudson y el Delaware, pacificos y hacendosos, se irian apoderan- do paso a paso de las mejores y mayores extensiones de la tierra, hasta formar la Republica que hoy cons- tituye uno de los mayores imperios de la Histori Pugna de latinidad contra sajonismo ha llegado a ser, sigue siendo nuestra época; pugna de institucio- nes, de propésitos y de ideales. Crisis de una lucha secular que se inicia con el desastre de la Armada In- vencible y se agrava con la derrota de Trafalgar. Sélo que desde entonces el sitio del conflicto comienza a desplazarse y se traslada al continente nuevo, donde tuvo todavia episodios fatales. Las derrotas de San- tiago de Cuba y de Cavite y Manila son ecos distan- tes pero légicos de las catastrofes de la Invencible y de Trafalgar. Y el conflicto esté ahora planteado to- talmente en el Nuevo Mundo. En la Historia, los si- glos suelen ser como dias; nada tiene de extrafio que ho acabemos todavia de salir de la impresion de la derrota. Atravesamos épocas de desaliento, seguimos perdiendo, no sélo en soberania geografica, sino tam- ién en poderio moral. Lejos de sentimos unidos frente al desastre, Ja voluntad se nos dispersa en pe- queflos y vanos fines. La derrota nos ha traido la con- José VASCONCELOS ea LA_RAZA COSMICA fusion de los valores y Jos conceptos; la diplomacia pios; a: obrar, y pese a toda: de los vencedores nos engatia despuce peer el ingits busca la das Ins dadias de los sabios ingleses, tigua grandeza, nos ufana- rica y de Australia, y entonces el See ee ign Snenie nacional, ¥ Bi Inglés como el inglés de Inglaterra, oscusstnose’ Siquiera advertimos los peligros ave amenazan @ eter toned mientras el espafiol de la a eeeeain siqulera ayer mpnfunto. Nos negamos 10s uns 8 ee pesios tlepana conto ilos >A] ey a aa otros. La derrota nos ha envilecido a tal punto, ate, eel ne imple ane seqmos letintoe: ae rae otros. Fos cuenta, servimos los fines de Ja politica, gb necesarlo, pete ain epartamos dee nemiga, de batiinos en detalle, 22 ofrecer ventajas Se rire he- particule 2 cada uesiros hermanos mien. ce ce lobar due la cult (oe oo ras al otro se le sacr vitales. No slo ca triunfe sin’ oposicién fe impedir que coe = - agi mu saj . Ind el comercio nos conquist jas. Despojados de la ant mos de un patriotismo excl nos derrotaron en el com! sy 7 Bien, nos siguen venciendo, Se ‘perdio 1a mayor de Pee 4 , rovis Ins atallas el dia en que cada una oe repiblicas pores nl se france, nl puede haces {bericas se lanz6 a hacer vida propia: vida desligada ima larga, de paiicion hea oe deriva siempre de ipeie hermanos, concerando watados ¥ oo 0 Reetonensiive i preparacion y depuracién cea ree fatoos, sin atender a los intereses corer e-rlementos que se tansmiten y 2 Cane heneficios fares creadores de nuestro nacional es commences de te Hise ae eee se Me cee ee teas coh ,.0 con la conspira- slo, los mejores ali Te’ posesion del continente, El des cidn de Q n de Quito; 0 con las hazafias d hazafias de Bolivar, pues si ‘Manderas en la Unidn Pan- no lo urraig i n deberiamos verlo como ir teaeostene ait uauhtemoc ‘Al ra sosten, y al Hlemoe y en Atahualpa no mm embargo, n0s Ula- ; yal mismo tiem : serortie pis tit hates seca nna amos cada ut siquiera nos ruboriza el hecho oe pee. ue Grbesiamos denver dé ee ae que sou, Hlusion veda, delante de ta fuerte union Meee Fe aaa oe ee Tnveetlegs Rmericana, No advertimos el contrasts de la unidad Petise div sey coapas del visio conti identtica sajona frente a la verarquia y soledad de los escudos Se ajories, jarsan togeat lel viejo conflicto de latinos salons teoroanos. Nos mantenemos celosamnents inde- Ce cep pencietes respeco do nosotros mismos; pero de unk isos fntslortate desmncren ct extechas a Hide otra manera nos $0) 10s. aliamos cot campanario y en inercia cunts dorag Fanlon ade fusco que se ode rmctemos nos, as, c > dg otra Tron, Ni siquiera se ha podldo /ogr eepanarte y unidad nacion i iplog oentroamerica- su roca. unidad macone ha querido darnos su venta un ex. sna no tener que renegar alguna vez de la pat Tory porque nos falta el patriotismo, ‘verdadero que eis 68 meripetet cue Vivahiog Oona its ia fo, ¥,POTaN Presente. al porvenit, Une carenci 0e Eee ce en ae ea heden eeee sacra co ereador y un excogo de alén, Sik dre pease aemprmmmrerresyter esas por cierto tomamos, prestado ‘de otras culturas, nos Bie eroson ine forma con un internacionalismo ca- por cierto “asiones estéiles, en las que tan prom ga Kero en Jas acinales Ct ee niega como se afirma la comunidad de nuestras as: TE ae na beet el mentee consu- Birsstones; pero no advertimos que @ a hora de Be a caie ioe aes cal ingles Los aia s, Los mismos rusos, fueron, sin saber nuestro rival en. pliegue de nuestras veinte americana de Washingto Sina burla de enemigos habiles. Si mas cada uno de nuestro humilde, tra sosi_ VASCONCELOS. con sus doscientos millones de poblacién, han tenido que aplazar su intemacionalismo teGreo, queen apoyar nacionalidades oprimidas cars Gegibto. A la ver han reforzado su PrOpIO nacio- dia y Fe'vara defenderse de una desintegracion or nalts podvia favorecer a los grandes Estados irapete: Hoee Resultaria, pues, infantil que pueblos débiles Hist, Resniresttoa, se pusieran a renegar de odo lo fiue Tes es propio, en nombre de Propeston At no Aodrian cristalizar en realidad. Bl estado actual de la podriarcion nos impone todavia el patriotismo, Tomy civillzaoryad de defensa de intereses materiales ¥ tuna necemero es indispensable que ese patrigisto persiga finalidades vastas ¥ trascendentales. Su mi persiga fini en cierto sentido con la Independenct, panera. nod caster devolverlo al cauce de su destino storico universal. storia wi se decidié 1a primera etapa del provine dc emnfliclo y nos toco perder. Después, ast qe todas Co con asvestaban de nuestra parte en ¢] Nucto Jas ventaias co'Espafia habia dominado la América, Mundo: Fea napoleonica fue causa de que la Lis ta estupiiegarera los ingleses del otro. lado del met, Bitos yanquis, con lo que se decidiO en favor del sa fon la suerte del Nuevo Mundo. El

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